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Sus dos pies juntos, sus piernas flaqueando, el nerviosismo en sus miembros inferiores era más que evidente, pero la falda de su vestido bicolor cubría el panorama, sin que nadie se diera cuenta del verdadero sentir de Harley. En cambio, sus hombros eran rectos, bien derechos; parte de su cabellera dorada reposaba en estos, sus ojos azules, llenos de miedo, pero su sonrisa... Su sonrisa expresaba todo lo contrario. Harley Quinn se encontraba frente al público, aun disfrazada de Harleen Quinzel, pero no por mucho. Detrás de Harley, se encontraban las personas que se encargaron de agregar un ingrediente a la desastrosa receta que fue su vida; pero entre ellos no estaba el principal de todos. Sin embargo, para Harley, eso no era esencial en esos momentos.

Harley observaba al público, el cual se dividía entre aquellos que temían que Harley cometiera una tontería contra ellos; y por tontería, se referían a un atentado, y quienes querían ver un poco más, quienes querían saber un poco más de lo que haría la ex criminal sobre el escenario. Sería algo grande y digno de ver, eso estaba asegurado.

Las pupilas de Harley miraban lentamente, la inseguridad llegó en ella, sus piernas flaquearon más, pero quería dar un espectáculo, y eso es lo que les iba a dar a todos ellos: Un espectáculo digno del boleto que pagaron.

"Oh, que fueron invitados, no pagaron... Bueno, sus donaciones valdrán la pena"

Harleen...— Una voz muy conocida, Joan, quién se acercó a Harley por detrás, tomándola de los hombros. Joan Aprovechó el momento en que Harley quedó en suspenso frente al público, la sacaría del desastre que ella tenía planeado hacer. Susurrando suavemente en su oído, tan maternal, intentó hacerla desistir de aquello que tuviera en mente —Harleen, es hora de irnos, debemos de irnos...

Joan esperó una respuesta de Harleen, y si no la obtenía, se llevaría a Harleen de ahí, llevársela de vuelta a su departamento, tranquilizarle, tal vez aumentar la dosis de los calmantes, y llevarla a dormir. Pero apenas pasaron diez segundos, Harleen le dirigió una mirada a Joan, y no cualquier mirada. Sus ojos le decían que estaba cansada, tan cansada, y que sólo necesitaría un pequeño empujón para volver a caer en la locura.

Y lo peor, es que ella se iba a empujar a ella misma a su recaída.

—¿Por qué actúas como si fueras una madre para mí? ¿No crees que lastimarías los sentimientos de mi verdadera madre?— Un toque de sarcasmo en la última pregunta, la Sra. Quinzel sólo bajó la vista en vergüenza.

—Harleen, escucha, tenemos que irnos—

—Oh no, no voy a irme— Harley negó muchas veces ante lo que Joan le sugería —No voy a irme, no ahora que todo el mundo quiere saber la verdadera historia

—Harleen, tenemos que ir—

—No, no me voy a ir— Harley se alejó de Joan, a pesar de que esta volvió a tomarle de los hombros —Tengo que darle a la gente lo que quiere

—Por favor, no te expongas más así, esto no es sano para ti, esto no es bueno para ti...— Joan intentó nuevamente ser razonable con ella, pero lejos de ayudarla, sus palabras hicieron que algo se prendiera como pólvora dentro de su cabeza.

—¿No es bueno para mí? ¿Esto no es bueno para mí? Tú que carajos vas a saber que es bueno para mi— Susurró Harley a Joan, o creyó haber susurrado, pues el resto del público logró escuchar las palabras de Harley, haciendo algunos gestos de sorpresa en sus rostros y voces. Harley los miró de vuelta y sonrió, importándole poco si su sonrisa estaba censurada en el evento.

—Por favor para, para, para, para...— Susurraba Joan cuando Harley dio un par de pasos más cercanos al escenario. Harley volteó y la empujó.

—Le voy a dar lo que ellos quieren, y Joan, he sido amable contigo, no he dicho lo que más hecho, y no lo hago por no romper tu corazón...

Las palabras de Harley dejaron con suspenso y desconcierto, ¿A qué era lo que ella se refería? ¿Por qué Harley la estaba incluyendo en la receta del desastre de su vida? ¿Por qué Harley la consideraba como parte del grupo de desastrosas personas que se encontraban detrás de ellas?

Harley, no dándole más la atención que se merecía, le dio la espalda a Joan, y volvió a lo que estuvo a punto de hacer. Al ver las caras de ansiedad, sorpresa y anhelo por saber qué es lo que Harley iba a cometer, ella sólo soltó una carcajada:

—Si tuviera un enorme espejo, les mostraría las caras de payaso que están haciendo todos ahora mismo— Harley empezó a carcajear con un poco de más fuerza, provocando que esa carcajada fuera incómoda para muchos, secundada por algunos —Todos aquí, fingiendo interés en el viejo y anticuado hospital Psiquiátrico de Arkham, todos haciendo colectas y donativos para que Arkham tenga la calidad que necesita para darle a sus pacientes la atención que se merecen, pero todos aquí son unos hipócritas...— El público, ahora se tornó un poco más incómodo al escuchar la afirmación de Harley —Todos y cada uno de ustedes son unos hipócritas, ¡Ustedes no están aquí por el bienestar de Arkham y sus pacientes! ¡Ustedes están aquí porque quieren ver la atracción principal de este circo! ¡Al fenómeno encerrado en la jaula, para tirarle comida desde sus asientos y burlarse del fenómeno cuantas veces quieran! ¡Y ese fenómeno soy yo!— Harley casi gritaba, casi, sólo lo hizo en voz alta, porque si gritaba, sus lágrimas saldrían instantáneamente y no podría continuar. El nudo en su garganta le advertía que debía de calmarse, si quería continuar con su propio show.

—Pero ni siquiera están aquí por mí, por ver a Harleen Frances Quinzel, una paciente rehabilitada con "éxito". Ustedes están aquí por Harley Quinn, por la loca desquiciada que hacía crímenes como si fueran juegos de feria... Pero...— Agachó su mirada, y una pequeña carcajada un poco más tímida brotó de su garganta; Sus labios a punto de temblar con miedo, pues estaban a punto de pronunciar el nombre de la persona que terminó por colapsar su existencia —... Pero ni siquiera están aquí por Harley Quinn... No están aquí por Harley Quinn... Ustedes están aquí por el Joker, ¿Me equivoco?

Silencio sepulcral, como estar frente a un cementerio. Era como si el público estuviese de acuerdo en callarse la boca al mismo tiempo, porque nadie esperaba que Harley preguntara directamente. Incluso las cámaras de los periodistas dejaron de escucharse. El pecho de Harley se llenaba de aire y lo expulsaba por su boca, tan nerviosa de apenas haber pronunciado su nombre. Incluso los dedos de sus manos temblaron, tuvo que entrelazar sus propias manos por detrás, para evitar que todos notaran que aún le tenía miedo al Joker.

—Lo sabía, sabía que todos estaban aquí por el...— Una pizca de decepción en sus palabras, pero no estaba sorprendida —...Debí de haber supuesto eso, debí, ¿Saben por qué? Porque ustedes no hacían más que preguntarme cosas personales, cosas hirientes, y lo hacen sólo para alimentar su morbo, sus ansias de saber que carajos fue lo que viví con el Joker. Es por eso que opino que todos aquí son unos hipócritas de mierda, ustedes están aquí porque quieren saberlo todo, ¿Cierto? ¿Quieren saberlo? ¿Verdad? Anden, díganme qué quieren saber, soy todo oídos, los escucho...

El silencio volvió a reinar en la sala. Nadie habló, todos estaban impactados de las palabras de Harley, pues ella dijo la verdad, ella dijo la verdadera razón por la que todos estaban ahí. O al menos, la mayoría, sólo cuatro personas estaban ahí por otros motivos, y esos motivos eran saber la integridad de Harley y si era prudente llegar con ella para salvarla. Pero ese último plan era muy lejano para ese momento.

Harley, perdiendo la poca paciencia que le quedaba, aclaró su garganta para volver a tener la atención de todos, sacudió sus manos, esperando que el nerviosismo se fuera lejos de ella, respiró profundamente y, ante la expectativa de los presentes, empezó a relatar aquella parte del pasado que vivió con Joker:

—Bueno, veo que temen cuando tienen la información en bandeja de plata, así que yo se las daré por mí misma y con todo lujo de detalles si es lo que quieren: ¿Dónde conocí al Joker? En Arkham, en mi primer día de internado como psiquiatra, ¿Cómo fue? Él estaba pasando a un lado de mí y me sonrió, yo también le sonreí. ¿Le tenía miedo? Claro que sí, bola de idiotas, ¿Le ayude a escapar de Arkham alguna vez? ¡Bingo! El hospital de Arkham no paraba de decir que yo había sido secuestrada por él, que él me obligaba a cometer los crímenes y que me dañó psicológicamente para volverme en Harley Quinn. Yo lo ayudé a escapar de Arkham, yo me convertí por voluntad propia en Harley Quinn y yo cometí por mi propia mano muchos crímenes para ayudarlo...

Ella misma no se daba cuenta, pero poco a poco, su demencia salía a flote. El trabajo de meses en Arkham (O más bien, el trabajo de Joan) caía en pequeñas partes. Cada vez que Harley continuaba, su voz se quebraba, ignoraba el nudo en su garganta que se volvía más rígido y sofocante, pidiéndole que parara, las lágrimas en sus mejillas no tardaron en caer, pero Harley se aferraba a contar su historia, la parte de su historia, a pesar que se dejaría mal parada a ella misma y a toda Arkham por querer encubrir cada rastro de locura en Harley y en encubrir algunas mentiras que dijeron en su momento para no manchar el nombre del Hospital.

—Si, cometí esos crímenes, cometí muchos delitos, cometí muchos pecados ¿Pero saben porque cometí todas esas cosas malas? Porque me enamoré, me enamoré profundamente, perdí mi cabeza, perdí mi dignidad, perdí mi futuro, ¡Lo perdí todo! ¡Lo perdí absolutamente todo desde el momento en que decidí ser suya!— Gritó desgarradoramente, provocando un par de susurros entre las personas, que más impactadas que antes. Ni siquiera sabían cómo reaccionar.

Los pasos de Harley se volvían un poco más torpes, sus lágrimas se duplicaron en sus ojos, corriéndose y arruinando su maquillaje, su voz se ahogaba en su garganta, y su respiración errática no era suficiente para detenerse, Harley quería darles a ellos lo que querían, a pesar que eso los aterraba.

—¿Que sí me enamoré de él? Perdidamente ¿Que si me arrepiento? Totalmente ¿Él me amaba? No tengo ni idea que era lo que realmente amaba... Ni a quien amaba... Y ustedes se preguntan, ¿Por qué me pude enamorar de alguien como Joker? ¿Huh? ¿Quieren saberlo? Yo sé que quieren saberlo— Dando un par de pisadas teatrales, exagerando el tono de su voz, sólo para seguir alimentando el morbo de las personas, las cuales, en el fondo, si deseaban saber la historia desde la perspectiva de la ex Arlequín, más al ver su estado físico y mental, que no era el mejor sobre el escenario.

—El...— Harley dejó escapar una pequeña e incluso tímida carcajada cuando la nostalgia la invadió antes de continuar —El hizo muchas cosas por mi... ¿Todos se acuerdan de los chicos ricos que mató en el metro? ¿Los que Thomas Wayne defendió, diciendo que eran personas decentes?— Algunas personas que se encontraban alrededor de Bruce no pudieron evitar girar sus cuellos y ver su reacción, Bruce en cambio, sólo mantuvo un semblante serio, sin emoción ni expresión alguna, a pesar que en el fondo, aquel comentario de Harley no le pareció ni un poco —Apuesto a que más de alguno le ha de haber llorado a ese trío de idiotas...— Tomando un poco más de aire, dejando derramar un par de lágrimas, Harley continuó —Bueno, uno de ellos le pareció buena idea jugar conmigo, ¡Y cuando me refiero a jugar conmigo me refiero a que hizo conmigo lo que el idiota de Guy intentó hacer!— Harley gritó con más amargura que antes, y a Guy le parecía cada vez una buena idea tirarse de alguna de las ventanas del hotel —Y bueno... Joker lo mató, sé que no lo hizo por mí porque ni siquiera nos conocíamos, pero él tuvo sus verdaderas razones para matarlos, y esas razones son justas...— Sonrió con más alegría de recordar, a la vez que parecía que el público intentó abuchearla, pero temió las consecuencias de hacerlo —... Cuando entré a hacer mi internado en Arkham los demás eran una basura me trataban como una basura, y Joker fue el único que me trató bien, fue el único que fue respetuoso conmigo, e incluso me salvó la vida y mi "dignidad de mujer" como dicen muchas señoras patéticas en este recinto, ¡Era el loco del lugar y fue el único que se puso en mis zapatos y me trato como ser humano!

—¡Él te golpeaba!

Alguien del publico gritó, provocando que no sólo Harley quedara en suspenso. La gente no comprendía que la mente de Harley regresaba a esos horribles sucesos de los cuales sobrevivió milagrosamente, sin embargo, su propia cabeza luchaba por alejar todos esos malos recuerdos, y concentrarse en los buenos, en los recuerdos donde ella y Arthur eran felices.

Pero era complicado, esos recuerdos eran muy pocos, y a la vez, se sentían finitos en el espectro de su imaginación, más cuando los malos recuerdos eran muchísimo más, y esos estaban pateando y aplastando los pocos que hacían feliz a Harley.

—Mi madre también me golpeaba, mi padre también, ¿Saben que él murió en las protestas de los payasos? Me alegra que esté muerto— El público ahogó su respiración al escuchar eso, la Sra. Quinzel al fondo sólo cerró sus ojos en vergüenza —¿Saben también quién me golpeaba? Guy, también lo hizo cuando... Ustedes saben cuándo...— Harley se dio la vuelta sólo para apuntar a Guy —¡Oh! ¡¿Saben quién lo hizo también?! ¡Batman! ¡Batman llegó a golpearme, pero él es la justicia de la ciudad gótica que vivimos! A él no se le puede decir nada, ¿Verdad?— Bruce, quién se encontraba en el público, frunció el ceño, no recordó hacer eso alguna vez a Harley —¿Por qué todos se quieren enfocar en el Joker como si fuese el villano de la historia cuando hay personas peores en la jodida ciudad? Incluso puedo apostar que hay peores personas dentro de esta sala, peores que Joker, y ustedes como hipócritas que son, niegan eso y hasta los encubren ¡¿Verdad, Jeremiah?!— Gritó a Jeremiah, el cual sólo deseaba darle la razón a Harley y golpearla para que se callara.

—Dios, esta enloqueciendo— Susurró Selina a Walter, el cual no dijo una palabra, la expresión de sorpresa, preocupación y suspenso en su cara lo decía todo.

—Tengo que sacarla de ahí...— Walter suspiró, sin dejar de ver el escenario —...No sé cómo, pero tengo que sacarla de ahí...

Harley, quién se encontraba menos inestable, intentaba mirar a una salida, buscar una ruta de escape, algo que se encontraban en los planes cuando se trataba de cometer un delito cuando ella y Arthur se metían en problemas.

—¡Pero el te hizo más daño!

Otra vez volvieron a gritarle, la ira de Harley estaba por desbordarse, pero la pequeña mena de cordura en su cabeza le decía que no se descontrolara. No aún.

—¿El me hizo más daño? Si, tal vez, pero ¿Sabes qué? ¡Todos me han hecho daño! ¡Absolutamente todos! ¡No he conocido a ninguna persona en toda mi vida que no me haya hecho daño! ¡Y si Arthur lo hizo...! ¡Si Arthur me golpeaba...! ¡Era porque me estaba amando! ¡Era la única forma en la que el expresaba su amor! ¡Así el lo aprendió! ¡Amar y lastimar! ¡Y yo tenía que aprender su forma de amar!

Harley gritó con más fuerza, con rastros de lágrimas y rímel en sus ojos, su rostro carmesí, lleno de sangre y emociones acumuladas, y su voz totalmente quebrada. Agachó su mirada, tratando de aguantar sus lágrimas, intentando aún estar de pie, a pesar de la guerra en su mente, del huracán de sentimientos en su pecho. inhalaba y exhalaba con fuerza.

A sus ojos celestes sólo llegaba el recuerdo de Arthur, el recuerdo de su risa. Y su corazón, a pesar de estar roto, palpitó con mucha más fuerza que antes, como si estuviera vivo.

Él era lo único que mantenía su corazón vivo.

—Yo... Recordé como todos aquí le temen y critican la risa el Sr. J... Eso no era una risa demoníaca y psicópata, nunca lo fue... Tal vez ustedes no lo entiendan, pero cuando ustedes ven al Joker riendo, yo lo veo llorando... Él llora, y llora... Y yo fui la única que lo vi llorar... Y ustedes, el sistema hipócrita que son, tuvo la culpa... Esta sociedad hipócrita es la culpable de su propia maldición...

Harley elevó su cabeza lentamente, las lagrimas reposando en su piel, y miró al público.

A este punto, todos en la sala estaban en shock, la madre de Harleen no paraba de llorar en silencio, Kopski aún planeaba tirarse por la ventana como escape, Susanne no sabía dónde meterse, Jeremiah le deseaba la muerte, y Joan miraba con tristeza a Harleen.

Harleen, sin esperar a más, bajó las escaleras del escenario corriendo, sus tacones se dirigían a la puerta principal del salón y salió de ahí, huyendo con sus ojos llorosos.

Hubo un silencio fúnebre en toda la sala, el más incómodo que cualquier persona dentro de ese lugar pudo experimentar. La gente sólo se miraba entre sí y ese silencio se rompió cuando empezaron a murmurar acerca de la escena que habían presenciado.

Joan, sintiéndose más avergonzada de lo que sus entrañas le dejaban, se dirigió al Dr. Jeremiah, el cual estaba atendiendo a su sobrino, Guy, quién le rogaba que por favor le ayudara por el escandalo en el Harley lo acababa de meter, junto con todas las acusaciones sobre las pacientes psiquiátricas que "supuestamente" abusó.

—Jeremiah, tenemos que hablar

—Espera, ¿Qué no ves que estoy con Guy? Estoy ayudando a mi muchacho en es—

—¡Es importante!

Con una mirada de pocos amigos a Joan, Jeremiah habló con Guy explicándole que tuviera paciencia y que lo esperara. Este, asintiendo con toda la ansiedad posible, Guy esperó a que su tío se desocupara.

Jeremiah caminó a con Joan y esperó lo que ella quería decirle. Joan, sin esperar más, lo dijo.

—Debemos de cancelar este evento, ahora mismo

—¿Cancelar? Invertimos mucho dinero aquí, no lo vamos a cancelar por un berrinche de esa loca

Estupefacta, Joan no pudo decir alguna palabra e incluso balbuceó. Sacudiendo su cabeza, ¿Era enserio lo que Jeremiah decía?

—Usted sabía que invitar a Harleen aquí era un error. Ella aún no estaba lista para algo así de grande... D-Debemos de cancelarlo, al menos por respeto a ella... Al menos por respeto a...

—Le daré un rotundo no. Ella no merece más de nuestros privilegios y se los tenemos que retirar. En mi opinión, podemos mandarla al carajo...

Joan apenas parpadeó.

—¿Pero que...? ¿Qué es lo que acaba de...? ¡Eso que ha dicho me ha parecido muy poco profesional de su parte! Usted sabe que ella es una paciente que estuvo internada, y que ahora está intentando—

—¿Unirse de nuevo a la sociedad? Ella misma ya lo dijo, no le interesa formar parte de la sociedad

Joan, a pesar de lo terrible que Harleen se comportó con ella, e incluso incluyéndola en el grupo de las personas que la dañaron en anterioridad, aún se preocupaba por ella, aún quería lo mejor para ella, y Joan deseaba defenderla hasta en el último momento.

—A pesar de todo, ella tuvo una recaída, una muy fuerte, pero tú sabes que las recaídas son comunes. No podemos negarle nuestros servicios, no cuando tu mismo la pusiste en ese lugar...

Severa con sus palabras, Joan dio su claro punto de vista, y nuevamente le recordó a Jeremiah el porqué Harleen ahora era Harley.

Sin embargo, la respuesta de Jeremiah dejaría helada a Joan.

—Le diré porque no volveré a darle oportunidad a Harley, porque ella ya no le interesa esa oportunidad, y ya no la va a necesitar, ella ya tomó una decisión He estudiado escenarios así toda mi vida, y puedo asegurar que con Harley Quinn no será la excepción

—¿Qué clase de excepción?

—El suicidio

—¿Qué?

Jeremiah notaba el temor en los ojos de Joan, y esa creciente preocupación por su paciente.

—Es por eso que no debemos tomarles cariño a los pacientes, y por eso, decidí también eliminar la empatía hacía ellos en mi práctica profesional... Harley sabe que con lo que ha declarado cometerá suicidio esta noche, y nadie podrá hacer nada por ella. Ni siquiera tu Joan...

La preocupación de Joan se maximizó, desconcertada, e ignorando el hecho que Jeremiah volvió a con su sobrino, miró a todos lados, buscando a Harley, y se preguntaba a donde ella pudo haber escapado, y si en verdad la "teoría" de Jeremiah era real.

Al otro extremo de la sala, Selina y Walter se encontraban con la misma preocupación que Joan, e incluso más.

—La vida de esta chica esta jodida...— Susurró Selina —Esto es peor que lo que imaginaba...

—¿Dónde podría estar ella?— Walter se preguntaba a la vez que los cuchicheos de las personas no paraban de volverse más fuertes —Tenemos que buscarla, tenemos que encontrarla...

—¿Pero ¿Dónde la buscamos?— Selina preguntó con confusión, Walter intentó pensar en ese momento, algo rápido. Selina sólo daba vueltas, buscando una solución rápida también; a lo lejos, notó que el magnate Wayne se encontraba de la misma forma: confundido, pero decidido a hacer algo. Selina volvió a dedicarle algunos segundos de su vida a observar el movimiento de Bruce, quizá hacía planes dentro de su cabeza de buscar a Harley, quizá haría algo para distraer a los invitados, algo que lograra captar curiosidad, pues al final del día, Bruce Wayne lograba robarse la atención de todos.

—¡En todo el edificio! — Las palabras de Walter provocaron que Selina dejara de distraerse en Wayne, y volteara a con él, un poco enredada.

—¿Qué?— Preguntó Selina vacilando, y Walter reafirmó sus palabras.

—Vamos a buscar en todo el edificio, tenemos que ir por ella...

...

Empujando una de las puertas de servicio, el sonido desigual y disparejo de los tacones, con el corazón roto y un lamento afligido, Harley corría por los pasillos del hotel, arruinando más el maquillaje. No tenía alguna dirección en especial a donde huir, sólo quería hacer eso: Huir. En su "escapatoria" Harley vio unas escaleras, sin dudarlo, subió y subió y subió hasta llegar al tejado.

Abrió la puerta, chocándola con alguna pared, dio un par de pasos, echó una mirada a la ciudad y se desplomó al suelo, y continuó llorando.

"¿Por qué?"

Era lo único que Harley podía preguntarse. Rebobinaba aquel numerito que hizo en el escenario, gritando a todos lo que querían escuchar, gritando su historia, la historia de los demás, e incluso, se dio el lujo de gritar al grado de incomodar a los ricos del salón.

Lloró, aunque el frío de la noche le calara hasta en los huesos. Harley se acostó en el techo y miró al cielo. Maldita sea la iluminación de la horrible ciudad de Gotham, apenas podía ver dos o tres estrellas. Harley sonrió, recordaba que en la mansión abandonada donde Arthur y ella se resguardaban, se podía ver con claridad todas las estrellas. Eran contadas las veces cuando Harley iba al techo a observarlas y Arthur le seguía.

"Maldito seas Arthur...¡Maldito seas!"

Harley se sentó sobre el suelo, pensando todo lo que había dicho en la fiesta. ¿Qué le quedaba? Nada. Ya no tenía nada que perder, o llorar. No podía hacer nada. Absolutamente nada.

Se levantó del suelo. Miró a las luces de la ciudad, deseaba ser otra persona.

"Tal vez podría serlo"

Caminó hasta al borde del tejado. El edificio era de 50 pisos.

"Tal vez en el décimo piso pierda la conciencia"

Harleen se acercaba poco a poco. Miró al asfalto. Se veía tan lejano, pero en poco tiempo su cara lo estaría tocando.

No, no quería arruinar su rostro, al menos se quería llevar consigo su belleza. Si se tiraba de espaldas, tal vez la parte frontal de su cuerpo quedaría intacta.

Cerró sus ojos, suspiró. Maldijo no haber aceptado algún cigarrillo. De cualquier forma, nadie le ofreció alguno.

Se subió a la marquesina. Sus pies temblaron dentro de sus tacones.

Ya no tenía nada que perder. Absolutamente nada. Por un momento se arrepintió de haber renunciado a una salvación, pero a esas alturas, ya no valía la pena. Dio vuelta, de forma que diera la espalda al vacío. De su ojo izquierdo salió una lágrima. Estiró sus brazos. Su último pensamiento fue Arthur.

Cuando empezó a perder el equilibrio y estuvo a punto de que la gravedad la empujara al lado mortal, sintió una mano en su brazo, aquella mano encajando sus dedos en la piel, la arrastró lejos del borde.

Harley abrió sus ojos asustada, estaba tan convencida de que iba a morir esa noche. Pero los planes de esa noche eran otros.

Volteó a ver quién era el que le había frustrado su intento de suicidio.

La cara de terror en Harley no se hizo esperar.

—¡¿Arthur?!

...

"Breaking up slowly is a hard thing to do
I love you only, but it's making me blue
So don't send me flowers like you always do
It's hard to be lonely, but it's the right thing

Are these my good years or do I have none?
Are there really good years for everyone?
I don't wanna live with a life of regret
I don't wanna end up like Tammy Wynette

'Cause breaking up slowly is a hard thing to do
I love you only, but it's making me blue
So don't send me flowers like you always do
It's hard to be lonely, but it's the right thing to do"

— Lana del Rey – "Breaking up slowly"