.
Me alegró mucho, estimados lectores, que esta idea de juntar en un crossover a tortugas y gárgolas les haya gustado, pero esta idea no es tan original (aunque no recuerdo cómo se me ocurrió, la trama la divagué hace unos tres años), hay varios crossovers en inglés de las tortugas y las gárgolas, y aunque no he leído ninguno, mi intención es escribir este crossover de principio a fin, esperando, claro, que mi linda musa no me abandone.
Este capítulo es algo largo y es que me parece que no hay que dividir la acción. Ojala sea de tu agrado.
Y aprovechando, pongo como yo creo deben ser las edades de los protagonistas:
Por el lado de los "malos"
(entrecomillado porque Bishop me agrada ^.^):
Bishop 43,
Xanatos 37,
Shredder aparenta 45
(en este crossover él es humano),
Karai 19.
Por el lado de las gárgolas:
Goliath y Elisa debe tener unos 35 años,
Brooklyn y Broadway quizás unos 25,
Lexington es el más joven con sus 21,
y Hudson unos 60.
Por el lado de las tortugas:
Casey y Abril deben rondar los 30,
Splinter tal vez unos 40,
y si has podido leer todos mis fics, obviamente ya sabes que
las tortugas tienen 15 años.
.
Disclaimer:
LAS TORTUGAS NINJA
no me pertenecen, más bien mi corazón le pertenece a Leo.
GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS
tampoco me pertenecen;
mucho menos obtengo algún beneficio lucrativo aprovechándome de la fama de estas dos magníficas series animadas.
Yo escribo por puro gusto y para hacer pasar un rato agradable a todo aquel que pase a leer. Lo único que espero ganar son tus apreciados reviews.
) ) ° ( (
GUERREROS DE LA NOCHE
- Una Gárgola. – dice asombrado un hombre vestido de negro al descubrir, tras preguntarle directamente al ser que atrapó en vez de la tortuga humanoide, qué especie de creatura es.
Una fornida gárgola de cabello negro y piel violácea le observa con cautela.
- Mi nombre es Goliath. – habla la gárgola.
El hombre parece asombrarse aún más al escuchar la profunda y firme voz de ese ser.
- Así como a usted le parece imposible mi presencia, – prosigue hablando Goliath, con una tranquilidad que pareciera que estuviese conversando con un viejo conocido – de la misma manera a mí me parece inverosímil que los humanos hayan dejado de creer que alguna vez existimos e inclusive que convivimos con ellos. -
- Los humanos – habla Bishop con frialdad salvando rápidamente el momento de sorpresa - son ávidos consumidores por excelencia: ayer creían en la magia y en la superstición; hoy creen en mundos virtuales; mañana creerán en la invasión de otros mundos. -
- Y salvo contadas excepciones, nunca han sido capaces de creer en sí mismos. -
Bishop analiza con fascinación a su prisionero que tiene cautivo en una prisión de tres paredes blancas y una pared de cristal.
La red electrificada está diseñada para dejar inconsciente a una tortuga humanoide, pero la red que le fue arrojada a esta enorme bestia sólo la aturdió momentáneamente. Bishop esperaba, una vez pasado el shock, que la inmensa bestia se le fuera encima y lo destrozara con esas tremendas garras que posee, pero no lo hizo, sino que permaneció en silencio, se dejó conducir a la celda, y en un acto que hace minutos le pareció sin cordura, probó a hablarle, a entablar una conversación, y una vez hecho esto, apenas cruzadas unas pocas palabras, ha comprendido que la gárgola es un ser sumamente inteligente.
¿Realmente pretende excavar en sus entrañas para quitarse esta estúpida inquietud de averiguar si se trata en realidad de un alienígena?
Y esa mirada, que ha reclasificado no de desconfianza sino de prudencia, esa mirada que le dirige la gárgola… pareciera que quisiera adentrar en su mente y borrarle completamente esa duda que le insiste en tomar un cuchillo y destazarlo con sus propias manos, sólo para averiguar que, efectivamente, se trata de una creatura que tantas mitologías han plasmado en leyendas, temiendo su poder y alabado su nobleza.
- Las gárgolas que aún existen, - dice Bishop - tras vivir cientos de años postradas en la Catedral de Notre Dame y en incontables construcciones antiguas de esta ciudad, continúan inamovibles en su sitio, cumpliendo con la misión que les fue encomendada hace mucho tiempo. ¿Cómo es que tú puedes caminar y hablar? Respiras, eres de carne y hueso; no eres como tus petrificadas colegas. -
- Los cuentos, las leyendas y los mitos que los humanos escribieron y que finalmente se empecinaron en convertir en mera fantasía, tienen su origen en la realidad. Yo soy real. –
Este encuentro ha sido totalmente diferente a cualquier otro que haya tenido, piensa el humano. Nunca había percibido esa majestuosa tranquilidad ni esa sensación sobre que él no es el único que está examinando a un probable enemigo, ni tampoco había experimentado esa certeza sobre que si el prisionero llegase a verse en peligro, le sería sumamente sencillo ponerse a salvo.
Esa es la aplastante certidumbre que emana de esa gárgola, de Goliath.
El hombre ya no está seguro de querer diseccionar a tan imponente creatura, porque una voz, la voz de su intuición (que no había escuchado desde hace un largo tiempo), le dice que libere a la gárgola, le pide que, por al menos una vez, debe creer, sin necesidad de descuartizar, desparramar sangre, destazar la carne y tomar una muestra y examinarla bajo el microscopio.
Bishop da un paso y levanta una mano para oprimir el botón que accione la puerta y la gárgola sea liberada… pero titubea.
La sensación de no estar completamente seguro sobre lo que el llamado Goliath le afirma que es, lo obliga a detenerse, y un odio estalla incontenible desde lo más profundo de su corazón y le exige que continúe con lo planeado: ¡qué aprisione a cuanta creatura grotesca tenga la desafortunada ocasión de cruzarse en su camino y que la descuartice sin compasión, con la misma crueldad que tuvieron con él!
La mano que había levantado Bishop la utiliza para acomodar los lentes sobre el puente de su nariz.
- Eres real; eso basta para que tengas el honor de formar parte de mi investigación. –
El tono de voz del humano inquieta a la gárgola.
- ¿Qué investigación? –
- Mañana lo sabrás. – Bishop se aleja por el pasillo y desaparece tras una puerta.
Goliath va a sentarse a la mitad de la habitación en espera del día de mañana para comprender a la perfección si ese humano es un enemigo, aunque su intuición le grita que lo es.
: : :
- Una tortuga. – dice con desinterés un hombre moreno y con peinado de cola de caballo.
- Así es, Señor Xanatos. – le responde un hombre de cabello rubio y que trae gafas - Según el resultado que ha arrojado el estudio del ADN, - revisa la información en una sofisticada tableta electrónica - esta creatura, que pertenece al género masculino, en realidad es una tortuga marina que se le denomina Chelonia Mydas; comúnmente se le llama Tortuga Verde. -
Xanatos mira atentamente a una tortuga antropomorfa que yace inconsciente sobre una especie de mesa de operaciones; la han recostado boca abajo debido a la curvatura del caparazón. Traía un par de espadas y se las han retirado junto con un extraño y pequeño objeto con forma de coraza de tortuga.
- Resultó ser una tortuga. – dice Xanatos decepcionado - Y yo que creía que era una especie de gárgola sin alas. –
- Pero ciertamente, este ejemplar no es común. El estudio también arrojó que este animal marino sufrió una mutación, por ello tiene un aspecto humanoide. –
- Sin embargo, sigue siendo una tortuga, Owen. -
- ¿Qué opina de las espadas que traía consigo? –
Owen se acerca a otra mesa, deja un momento la tableta electrónica, toma las espadas y las entrega a Xanatos.
Xanatos las examina con detenimiento.
- Mmmmhhh… No son ninguna antigua reliquia, pero el guerrero que las forjó puso una parte de su propia alma en ellas. –
- Y ese guerrero es esta tortuga. -
Xanatos devuelve las espadas, y camina alrededor de la mesa de operaciones.
- No posee garras, - toma una muñeca de la tortuga para ver los dedos un poco más de cerca, por si tiene garras retractiles, pero no las tiene – ni colmillos, – ahora ladea un poco la cabeza y ver si acaso algún colmillo se asoma; tampoco – ni posee músculos portentosos. – es notorio que la tortuga se ejercita pero su cuerpo no es tan fornido - Le administraron un somnífero muy eficaz a esta creatura que no posee garras, ni colmillos, ni una gran musculatura; es inofensiva. ¿Quién podría tomarse tantas molestias para atrapar a una creatura tan humilde? –
- No puedo responder a su pregunta, pero sí sobre su masa muscular. – toma la tableta para leer la información - Ya que es una tortuga antropomorfa, su musculatura está en pleno desarrollo debido al simple hecho de su edad: tiene quince años. -
- ¿Quince años? – esto sí sorprende a Xanatos.
- Conforme llegue a la edad adulta, obtendrá mayor peso y músculo. -
- Naturalmente, pero, ¿qué hace un niño como este, con unas espadas como estas? –
- Dado que traía el armazón para transportarlas, es obvio que sabe emplearlas. Inconciente, podrá parecer una creatura inofensiva, pero cuando despierte y quiera averiguar qué hace aquí… No en vano se habrá ganado esa cicatriz en algún combate. – Owen señala el caparazón de la tortuga.
Xanatos observa la gran rasgadura que hay del lado izquierdo del caparazón.
- Una tortuga, una creatura que no es un depredador feroz, se ha vuelto uno. Interesante. – parece que ahora sí ha llamado la atención del millonario - Me gustaría verle en acción. Debe ser un fenomenal contraste en su manera de pelear comparándolo con la brutalidad que emplea una gárgola. –
- Evidentemente es un espadachín, entonces, el precepto por el cual debe regirse es: "La gracia y la técnica deben fluir juntas en armonía y belleza". –
- Me gustaría ver pelear a este chico. ¿No hay manera de despertarlo? -
- Lo lamento. Aún prosigue el análisis del somnífero; es demasiado complejo como para hallar el antídoto en poco tiempo. Será más prudente esperar a que pase el efecto. -
- Asegúrate de que no vaya a ninguna parte. -
Owen asiente.
David Xanatos se retira a continuar sus labores de excéntrico millonario.
: : :
Una prisión de paredes blancas.
Un blanco exageradamente pulcro.
Un blanco repugnantemente luminoso.
Esa luminosidad tan blanca comienza a irritar sus ojos acostumbrados a la opacidad de la oscuridad.
Goliath cierra los ojos.
No funciona.
Ni siquiera cerrando sus párpados puede huir de esa incomoda luz, pero no tiene otra alternativa más que mantener la calma, calma que se supone un resplandor blanco, como el de la Luna llena, debería brindarle, pero este blanco le enferma. Comienza a sentirse desesperado… ¡quiere salir huyendo de ahí no importa que tenga que atravesar paredes, sólo quiere alejarse de ese inmundo color blanco!...
Pero entonces, escucha algo, lo que lo pone nervioso. Escucha que alguien le habla…
/Goliath/
… lo que es imposible, porque está solo.
/Goliath/
Goliath no necesita abrir los ojos para cerciorarse que haya alguien más en la celda; agudiza su sentido del oído… y sí, está sólo, pero la voz definitivamente proviene de alguna parte.
/Goliath/
Se sorprende al descubrir que la voz sale de las paredes. Es el aborrecible color blanco el que le habla, y le recuerda, con insultos, todos sus errores.
/¡Qué idiota eres!/
/¿Por qué estás confiando en ese humano?/
/¡Por confiar en los estúpidos hombres perdiste a muchos hermanos y hermanas, y a tus hijos e hijas también! ¡Y estás haciendo lo mismo ahora! ¡Estás confiando en un humano!/
/¿Acaso crees que ese hombre, que no tuvo siquiera la gentileza de presentarse, es alguien que merezca que le des la oportunidad de decir que es un amigo?/
/¡No lo es!/
/¡Pero eres tan idiota que estás esperando a que mañana te diga que no hay de que temer, pero lo que hará será tomar un hacha y partirte en trozos como a un árbol seco!/
/Y por esperar a que ese humano te diga lo que tú ya sabes, los demás no aguardarán a que el mismo Rey Arturo despierte de su largo letargo para que te rescate. ¡Ellos vendrán a sacarte de aquí! ¡Ellos vendrán, él los encerrará y también terminarán siendo aniquilados, y todo por tu culpa!/
/Todo por querer confiar, por anhelar que haya más humanos como tu amiga Elisa, pero Lexington, Brooklyn, Hudson, Bronx y Broadway morirán por tu culpa, de la misma manera que lo permitiste hace mil años/
Goliath abre de golpe sus párpados ante el tormentoso recuerdo.
El color blanco de la habitación hiere sus ojos; la luz se clava en sus sensibles ojos como una filosa daga y el dolor penetra profundamente atravesando su cabeza a tal grado de sentir que se partirá en dos.
Debe usar sus manos para cubrirse la herida.
Gruñe, se enfada consigo mismo por poner a los demás miembros de su clan en peligro.
Oye unos pasos que se acercan.
Se pone de pie descubriendo sus ojos y los abre lentamente para que la daga luminosa no los vuelva a lastimar.
Un hombre distinto al que conversó con él se ha detenido frente a su celda; éste viste un tipo de uniforme color blanco.
- Hemos observado que la luz intensa lástima sus ojos, por lo que hemos concluido que es una creatura de hábitos nocturnos. – Goliath asiente - No queremos que la luz queme sus retinas, así que disminuiremos la intensidad. –
- Gracias. -
El hombre se retira, y la voz de la luz blanca vuelve a escucharse.
/¡Ja!/
/Una pequeña cortesía contigo, y ya crees que es un amigo de verdad/
/¡Torpe!/
Goliath cierra sus párpados esperando que pronto la luz disminuya su blancura.
Pero los segundos transcurren penosamente largos, y la desesperación comienza a agrietar su ya frágil cordura.
Todo está tan iluminado… tan dolorosamente iluminado…
No sólo la habitación en la que se encuentra es repulsivamente blanca, también los pasillos y las celdas contiguas son totalmente blancos.
Vuelve a cubrir sus ojos con la palma de sus manos, se refugia en esa diminuta oscuridad que el cuenco de sus manos ha formado; esto alivia su malestar, al menos el de sus ojos.
Debe pensar en cómo escapar, aunque "ellos" ya han averiguado que una luz intensa puede molestarlo; debe actuar rápido entonces.
Se descubre con lentitud y se acerca al cristal; es grueso, pero sus garras pueden despedazar incluso el más fuerte concreto. Posa su mano derecha en el cristal y rasguña su superficie.
El cristal lanza un alarido agudísimo, como el de un gato que está por perder su séptima vida, y el alarido lastima sus sensibles oídos.
/Mala idea/
Evalúa.
Puede destruir el cristal aunque tenga que soportar el chirrido que haría al arañarlo, pero también puede internar escapar por una de las paredes, o por el techo. Debe alcanzar un lugar alto si quiere escapar de ahí volando ya que es su única opción.
Escucha unos pasos, de nuevo.
Es el mismo hombre vestido con el uniforme blanco.
- Le pedimos, de la manera más atenta, que no vuelva a hacer eso, o tendremos que inmovilizarlo. –
- Lo lamento, pero he descubierto que sus intenciones no son buenas. -
- ¿Qué…? –
Goliath no le permite al humano que termine su pregunta. De un poderoso zarpazo, rasga el cristal que grita un agudo chirrido ante su inminente destrucción, y es destrozado en infinitos pedazos.
El hombre se protege con sus brazos ante la lluvia de cristales, pero inmediatamente se descubre, percatándose que el prisionero ya no lo es más.
La gárgola, al verse libre, rápidamente salta para evitar los cristales rotos, y huye.
La alarma es activada.
Goliath corre por el pasillo eternamente blanco pero se desespera pronto, y en vez de continuar corriendo por el interminable pasillo hasta encontrar alguna puerta, salta al alto techo y se aferra a éste ayudándose con las garras de manos y pies, y comienza a cavar usando su garra derecha.
Escombros y polvo se esparcen por doquier.
/¡No podrás escapar!/
/¡Te atraparán y te llevarán directo a tu muerte!/
/¡Tú has llevado a la muerte a los últimos de tu clan!/
/¡Tú…!/
Los gritos que lo atormentan callan cuando ha destruido una gran parte de esa inmensidad blanca y ha hallado al relajante gris del concreto.
) ) ° ( (
N/A:
.La voz que escucha Goliath es su sentimiento de culpa. Hace mil años, la mayoría de las gárgolas del clan de Goliath murieron porque un humano los traicionó y Goliath confiaba plenamente en ese humano.
.Como en la serie 2k3 la piel de las tortugas su piel y sus caparazones son verdes (a diferencia de las pelis que su caparazón de color café), pensé en poner que ellos son tortugas verdes, y las tortugas verdes son las Quelonia Mydas, aunque en 2k12 Doni afirma que pertenecen a una especie de tortuga de agua dulce llamada Espalda de Diamante. Precioso nombre.
.
Comentarios, observaciones sugerencias, dudas, peticiones, aclaraciones, aplausos, zapes, jitomatazos, abucheos, reclamos, ultimátums, jalones de oreja, etc., etc.;
toda opinión es bienvenida.
n.n
