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Muchas gracias a quienes siguen leyendo está divagación ^-^

La actualización está lenta, sorry,

pero continuamos.

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Disclaimer:

LAS TORTUGAS NINJA

no me pertenecen,

es mi corazón el que le pertenece a Leonardo.

GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS

tampoco me pertenecen;

mucho menos obtengo algún beneficio lucrativo aprovechándome de la fama de estas dos magnificas series animadas.

Yo escribo por puro gusto y para hacer pasar un rato agradable a todo aquel que pase a leer.

Lo único que espero ganar son tus apreciados reviews.

) ) ° ( (

GUERREROS DE LA NOCHE

La noche pasada, después de ir a visitar a Xanatos, las gárgolas y las tortugas regresaron a las rondas, incluso ambos clanes estuvieron trabajando en equipo, poniendo a prueba su coordinación.

Hasta eso lo hicieron bastante bien, y el tiempo se fue muy rápido.

La noche terminó en un abrir y cerrar de ojos, pero hoy, en un nuevo día, Leonardo ha estado viendo las noticias desde muy temprano, y la noticia que espera oír, sencillamente, parece ser que no será anunciada. Aunque apenas son las doce del día, hay tiempo suficiente para seguir esperando, pero la espera se está haciendo eterna.

¿Cómo puede ser que el tiempo pase tan fastidiosamente lento cuando estás a la espera de una noticia importante?

Leonardo abraza el cojín que sostiene al sentirse bastante nervioso.

- ¿Nada? – se acerca Rafael a preguntarle.

- Nada. –

- Es lo que nos dijo Goliath anoche, Leo, - Rafael se sienta al lado de Leonardo - que ese David no nos iba a hacer caso porque le caemos mal. No sé por qué seguimos esperando a que digan en la tele que ese trato con Saki lo deshizo. Ya pasa de medio día y no han dicho nada. –

- Bueno, Xanatos quizás no confíe en nosotros, pero investigará a Oroku y se dará cuenta que no le conviene tenerlo como inversionista. –

- Y ya ha tenido tiempo para hacerlo, ¿no? -

- Sí… supongo. –

- Y pues nada de nada. -

- Nada. –

Rafael se cruza de brazos y mira muy feo a Leonardo; es su manera para presionarlo a que comience a hacer su trabajo, que es el de tener ideas, porque necesitan un plan B para impedir que Shredder tenga acceso a la tecnología de Industrias Xanatos.

Leonardo abraza con fuerza el cojín, no tanto por la temeraria mirada muy de su hermano, sino porque sabe que debe que tomar una decisión, pero no se resigna a seguir esperando a escuchar en la televisión que David Xanatos ha revocado el trato con Saki Oroku.

Voltea a seguir escuchando las noticias.

De repente, Rafael se echa a reír por la expresión de Leonardo, que es de seriedad y angustia.

- ¡jJajajajaja! -

- ¿Qué? –

- ¡Es que con ver tu cara me recordé lo de anoche! -

- Fue divertido hacer equipo por un rato con las gárgolas. -

- ¡Fue chistosísimo! ¡Jajajajajaja! –

- También. – se aguanta las ganas de reír.

- ¡Mikey y Lex chocaron sus cabezas al querer atrapar al mismo pillo! –

- ¡Jajajaja! – Leonardo se permite relajarte - ¡Sí! ¡Les falló la comunicación! -

- ¡Y cuando yo arrojé ese bote de basura a tres pillos para hacer chuza, los muy méndigos pudieron hacerse a un lado y el bote le dio en toda la madr… -

- Rafa. – le advierte que no diga semejante grosería.

- ¡Jajajaja! ¡Le dio un buen golpe a Broadway! -

- Debiste fijarte que él estaba en el "ángulo de tiro". -

- No fue mi culpa que Broadway no reaccionó a tiempo. ¿Cómo Goliath sí? Doni iba a rematar a uno, y que se le atraviesa Brooklyn, y por no golpearlo a él, perdió el equilibrio y se iba a caer, y si Goliath no lo cacha, ¡santo tortugazo que se hubiera dado! ¡¿Pero qué me dices tú, Intrépido?! ¡Jajajaja! -

- Sí… - Leonardo se abochorna – Brooklyn vio un contenedor de aceite y lo derramó. Su plan funcionó cuando Lex condujo hasta ahí a los pandilleros que lo perseguían y saltó el charco de aceite, pero ellos resbalaron y fueron a chocar contra la pared quedando fuera de combate. Yo no me había dado cuenta del charco de aceite, y al saltar para esquivar un golpe, salté directo hacia ese charco, resbalé y tiré otro bote de que se abrió al impactar; se abrió el bote y quede completamente cubierto de aceite. -

- ¡Jajajajaja! ¡¿Cuántos baños te diste para quitártelo?! -

- Muchos, y todavía siento que no me he quitado el olor. -

- Todavía apestas. Menos mal que no fue aceite de pescado. -

- Menos mal. -

- Estábamos divirtiéndonos tanto, que la noche se nos fue bien rápido y llegamos a casa punteando el alba. Lo bueno que Sensei sabía con quienes estábamos, sino, 'la que se nos arma', pero creo que nos coordinamos mejor al final. -

- Mucho mejor. -

- Pero ya en serio, Leo, ¿cuándo nos vas a dar'luz verde' para ver qué vamos a hacer para que Saki no se haga inversionista de Industrias Xanatos y no tenga acceso a su tecnología? -

- Confiemos en que la sensatez de Xanatos estará por sobre su ambición. -

- Ya mero entonces. -

Leonardo vuelve su atención hacia las noticias, deseando que ellos ni las gárgolas tengan que involucrarse más de lo debido.

- Ante la inactividad de nuestro líder – llega Donatelo – yo he diseñado una opción. –

- Qué bueno que alguien tiene iniciativa. – dice Leonardo sonriente por esa noticia.

- No como otro que se la pasa leyendo cómics. – dice Rafael.

Los tres voltean a mirar a Miguel Ángel que está sentado en el sillón leyendo "La Fuerza de la Justicia" en voz alta y actuando el papel de cada personaje, como siempre hace.

- ¿Cuál es esa opción, Doni? – le pregunta Leonardo.

- Sabotaje. –

- ¿Sabotaje? – Rafael y Leonardo preguntan a la vez.

Donatelo sonríe con esa autosuficiencia que le caracteriza.

. . .

Goliath mira hacia el cielo (está en el palco de la torre), pero no halla lo que busca.

Bronx apañado a la balaustra, olfateando; de acercarse alguien, él sería el primero en saberlo, pero no hay nada.

En cuanto anocheció, Goliath ha permanecido en el palco esperando que las tortugas vinieran para acordar, entre ambos clanes, cuál sería el siguiente paso para ofuscar los planes del falso inversionista japonés que quiere hacerse socio de Xanatos ya que en las noticias no han anunciado que Xanatos haya rechazado la jugosa oferta de Oroku.

Pero las tortugas no han llegado, por eso ha mandado a sus camaradas a buscarlos.

Tal vez las tortugas han empezado la ronda sin ellos confiando en que Xanatos hará lo correcto, o más probablemente, han prescindido de su ayuda para esta misión.

Si sólo se tratara de David Xanatos, muy probablemente tortugas y gárgolas estarían combatiendo juntos (muy a pesar de lo pésimo que resultó la ronda de ayer); pero al estar involucrado Saki Oroku, Goliath tiene que obligarse a darle la razón al joven líder: es mejor que nadie más se enteré de la existencia del clan de las Gárgolas.

Sin embargo, un profundo sentimiento hace eco en su corazón: ¡Pero si tan sólo son unos niños! ¡Ellos no podrán contra dos poderosos enemigos!

Goliath suspira de frustración sin saber qué pensar ni qué hacer.

De repente, Bronx se baja de la balaustra y corre al interior de la torre, moviendo alegremente su colita.

Goliath espera. Oye unos pasos. A los pocos instantes, a quien descubre subiendo las escaleras es a...

- Elisa. – dice con decepción.

- Goliath. – dice ella con tristeza ya que escuchó claramente el tono de voz de la gárgola - ¿No te alegra verme? -

- Discúlpame. – Goliath cambia su semblante y le dedica una genuina sonrisa de alegría – Mi corazón se regocija siempre al verte. –

Elisa se asombra por esas bellas palabras, pero se arma de valor para decir algo.

- El mío también. – sonríe, aunque se contiene de dar un paso más.

¿Cómo saber con certeza que esas palabras que ha dicho Goliath las dijo sólo por cortesía?

Pero Goliath intuye la duda de la mujer. Él es quien da un paso más.

- Tu presencia ha ayudado a cicatrizar las heridas de mi corazón. Mi corazón ahora puede sentirse vivo otra vez. -

- Me… me alegra haber sido de ayuda. -

- Has sido más que eso. –

- ¿En verdad? – la esperanza que ha estado escondida en su corazón se asoma un poco muriendo de ansiedad por saber si…

Se aproxima más a Goliath.

Goliath toma sus manos entre sus garras y observa: Garra y mano.

Tan diferentes, tan distintos, tan extraños, y sin embargo, ¿será posible? ¿Acaso es posible que él pudiese amar de nuevo? Y sobre todo, ¿de alguien tan lejana para él?

Pero Elisa está ahí. Ella está con él, a su lado.

Aún así, retrocede.

No es el momento… Tal vez es el lugar, pero no el momento.

La sonrisa se borra de los labios de Goliath y suelta las manos de Elisa.

- Las tortugas no han llamado ni tampoco han venido. Me temo que nos hayan excluido de esta batalla. -

- Lo mismo trataron de hacer la otra noche, hacerlos a un lado, y no me gusta admitirlo, pero tienen razón Goliath. Ustedes no pueden arriesgarse a que alguien más los descubra, y sobre todo Oroku. -

Goliath voltea y apoya las manos en la balaustra.

- Ha sido grato conocerlos. – dice él con nostalgia - Me han recordado la época en que mi clan era más numeroso: mayores, adultos, jóvenes y niños, todos conviviendo en paz y armonía. Los niños y los jóvenes divirtiéndose, los adultos cuidando de ellos, los mayores regalándonos su sabiduría. Hace mucho tiempo que no sentía que mi clan… estaba completo. ¿Viste la expresión de las tortugas cuando les contaba esa leyenda? -

- Sí. Estaban muy emocionados oyéndote. -

- En mi clan, chicos de su edad los seguíamos considerando niños aunque ya eran entrenados para convertirse en guerreros. Eran entrenados pero seguían siendo niños: podía jugar todo lo que quisieran, porque los adultos éramos los que nos encargábamos de la seguridad. Hasta la edad que tiene Lexington, es cuando se convertían en guerreros mediante una tradicional iniciación. Pero en el caso de las tortugas… Esos niños ya son hábiles guerreros, sólo que ayer, al ver la expresión de emoción en sus rostros... por ese pequeño momento sentí que mi clan estaba completo otra vez teniendo a esos niños a mi alrededor, oyéndome. Pero hoy, que no han venido… -

- Lo lamento. -

- Había tenido el sentimiento que era mi deber protegerlos, y llegué a pensar que nos necesitarían en esta batalla, pero ellos son guerreros. No nos han llamado porque no nos necesitan. -

- No digas eso Goliath, tan sólo… Así como tú anhelas protegerlos, ellos los protegen a ustedes no permitiéndoles involucrarse para que nadie más se entere de su existencia. -

- Ya en una ocasión les demostramos que somos capaces de atacar encubiertos. -

Elisa no haya cómo responder a eso.

Ambos permanecen callados observando el cielo, esperando ver cualquier cosa, incluso un ave surcar el cielo.

Pero, curiosamente, el cielo está nublado, lo que hace difícil ver qué hay allá arriba.

- Debo regresar. – dice Elisa.

- De acuerdo. Yo esperaré a los demás a que vuelvan. Si no hallan a las tortugas… iniciaremos la ronda, como siempre. -

- Sí. Nos vemos. –

Elisa regresa a la comisaría.

Goliath se queda a esperar al resto de su pequeño clan, sintiendo que un horrible vacío comienza a ocupar el espacio en donde está su agrietado corazón… entonces es que ve a Hudson que ya está de vuelta. Ya no alberga esperanzas de saber cómo lograran las tortugas que Oroku no realice este pacto con Xanatos, a menos que ellos, su clan, trame un plan propio.

- Podría funcionar. –

Su mente comienza a pensar en todas las posibilidades, cuando el tono de un celular suena. Es el suyo. Lo toma de su cinturón y contesta.

- ¿Diga? -

- Goliath, soy yo, Donatelo. -

- ¡Donatelo! Me alegra oírte. -

- Lamento llamar tan tarde, pero hemos estado ocupados. Tú sabes. -

- Entiendo. -

- Los celulares que Lexington diseñó para ustedes tienen muy buena recepción. -

- Te escucho fuerte y claro. -

- ¡Qué bien!

Lo que Lexington estuvo creando con ayuda de Donatelo fueron teléfonos celulares para el clan de las Gárgolas. Funcionan a la perfección.

-Quiero preguntarte si no estarán muy ocupados está noche. -

- Permíteme consultar mi agenda. -

- ¡Jajajaja! –

Donatelo ríe por el chiste de la gárgola que parece ser mucho más serio que lo que es su líder, incluso esa gárgola dudó en comer un helado la vez anterior, según le contó Leonardo, como si esa delicia sólo fuera para niños y no para un adulto como él; pero al final, Goliath disfrutó del helado tanto como los demás.

- OK. -

Goliath guarda silencio un momento antes de volver a hablar.

- Esta noche estamos libres. –

- ¡Perfecto! Los vemos en la Quinta Avenida, entre la 209 y la 208, en cuanto puedan. -

- Ahí estaremos. -

- ¡Bye! -

Goliath guarda su celular, y sonríe.

Se siente como un tonto por alegrarse de haber oído a la joven tortuga, pero no puede evitar sentir que les está tomado cariño a esos niños.

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Me gusta ese lado paternal que tiene Goliath con las tortugas. No puede evitarlo después de haber perdido, hace muchos años, a sus hijos e hijas que aún estaban en sus huevos… o eso cree él, porque está historia sucede antes de él emprenda el viaje a Avalon.

Por otro lado…

¡Dioses!

¡Cómo estoy sufriendo al no saber en qué parte debo cortar un cap y seguir con el que sigue! T.T Pero espero que éste halla quedado bien así, y es que el próximo hay mucha acción y explosiones y persecuciones y…

Mejor no te digo más o arruino la sorpresa.

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Comentarios, sugerencias, dudas, peticiones, aclaraciones, aplausos, zapes, jitomatazos, abucheos, reclamos, ultimátums, jalones de oreja, etc., etc., todo es bienvenido.

Muchas gracias por tomarte tu tiempo, estimado(a) lector(a), y leer mi fic.

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