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Disclaimer:

LAS TORTUGAS NINJA

no me pertenecen, más bien, mi corazón le pertenece a Leo.

GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS

tampoco me pertenecen.

Mucho menos obtengo algún beneficio lucrativo aprovechándome de la fama de estas dos magníficas series animadas.

Yo escribo por puro gusto y para hacer pasar un rato agradable a todo aquel que pase a leer.

Lo único que espero ganar son tus apreciados reviews.

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GUERREROS DE LA NOCHE

Cuatro sombras corren con abrumadora agilidad sobre los techos de los innumerables edificios de la gran ciudad.

A pesar de la velocidad, sortean fácilmente cualquier obstáculo que haya en su camino.

Pasar de un edificio a otro tampoco es problema; más que saltar, pareciera que se deslizan en el aire.

- Las gárgolas son excelentes corredores. – comenta Donatelo desde las alturas, desde su planeador.

Las gárgolas corren velozmente por los techos de los edificios.

Las tortugas vuelan apresuradamente por sobre los edificios.

Lexington y Brooklyn tiene una constitución física delgada lo que les permite moverse con soltura, lo que podría suponerse por el contrario respecto a Broadway y Goliath cuyo peso es de mayor consideración, sin embargo, no lo es.

Goliath corre desesperadamente; corre con tal ímpetu para salvar a un amigo.

- "Hay que salvar a Miguel Ángel. Debemos salvar a Miguel Ángel." – son los terribles pensamientos de la gárgola color violáceo.

Y cómo podría no estar angustiado. A manos de los humanos, perdió a la gran mayoría de los integrantes de su clan. Perdió a muchos seres queridos, entre ellos, al amor de su vida; y Miguel Ángel ha caído en las garras de un terrible humano, y todo por una estrategia mal evaluada.

Confiando en que dos de sus más poderosos enemigos estarían ocupados atendiendo sus asuntos (uno creando máquinas asesinas y el otro cuantificando daños y reparándolos), Goliath había considerado que era relativamente seguro que tortugas y gárgolas se separaran para buscar la gema que está provocando la casi inminente destrucción de sus dimensiones.

La primer parte del plan funcionó.

Miguel Ángel le llamó para informarle que había encontrado la gema y que le encantaría contarle cómo, gracias a su inteligencia, es que la encontró, pero tenían problemas. Él iba junto con Casey en su moto; estaban huyendo de la gárgola azul.

A Goliath no le sorprendió que Demona no haya demorado en aparecerse, así que le dijo a Miguel Ángel que lo rastrearían mediante la señal de su celular y que estarían con ellos en un instante. Miguel Ángel respondió con un 'Okidoki' y finalizó la llamada.

Las tortugas y las gárgolas, llegando desde diferentes puntos, estaban a escasos metros de interceptar a Casey y a Miguel Ángel, cuando repentinamente, la señal de rastreo se apagó.

Descendieron cuanto antes en el punto en que se perdió la señal. En la calle no había indicios de lucha, así que tuvieron que buscar en los alrededores, y encontraron en un callejón oscuro y solitario a Casey, inconsciente. Cuando despertó, tan sólo pudo decirles que, mientras conducía como loco huyendo de la aterradora gárgola y trataba de no chocar contra nada y no arrollar a nadie, una luz repentina lo cegó. Se le veía asustado; lo estaba porque temía que hubiese chocado y provocado un grave accidente, pero se sintió aliviado cuando sus amigos le dijeron que no había sido ese el caso, pero el alivio duro muy poco cuando se enteró que su copiloto no se encontraba con ellos.

Entre todos tuvieron que deducir las posibilidades de la desaparición de Miguel Ángel.

Una posibilidad considerada fue que hubiese huido ante el terror de ser atrapado por la fiera perseguidora, sin embargo...

Miguel Ángel podía ser un dolor de caparazón, dijo Rafael, pero que jamás abandonaría a un hermano.

Miguel Ángel podía tomarse las cosas siempre como juego, dijo Donatelo, pero que jamás perdía el sentido del deber, no del todo.

Miguel Ángel, dijo Casey, amaba la pizza más que cualquier otra cosa en el mundo, pero por más que estuviera muriendo de hambre, no creía que hubiese ido a comer una pizza, ya que la comida siempre le daba consuelo y necesitaba comer algo para el susto.

Así que la siguiente posibilidad era que había sido secuestrado…

Por el clan del Pie, ya que necesitarían sujetos de prueba para comprobar el funcionamiento de las nuevas creaciones del amo del Clan; salvo que, dijo Rafael, éste, en vez de hacer pruebas, seguramente haría su aparición 'con bombos y platillos'.

Por los Dragones Púrpura, ya que no podían dejar pasar la oportunidad de ajustar cuentas al hallar al mutante y a su amigo sin posibilidades de defenderse, salvo que, dijo Casey, éstos estaban más ocupados haciendo desmanes.

Por el agente especial del gobierno que protege a la Tierra de la invasión Alienígena, impulsado por su empecinamiento en capturarlos; salvo que, dijo Brooklyn, estaría apurado reparando su base o al menos buscando a dónde mudarse.

- Salvo que – dijo Donatelo, quien constantemente consultaba su sofisticado y mejorado reloj de pulsera – Bishop siempre está vigilándonos. – y pulso un botón de su reloj.

En ese segundo todos miraron a todos lados, pero Donatelo les señaló hacia arriba, en lo alto, es donde debían mirar, y así lo hicieron, y vieron un dron que, de no ser porque hizo un ligero movimiento, era casi silencioso y casi invisible.

- Ahora yo lo controlo. – dijo Donatelo al tiempo que se desplegaba la pantalla holográfica de su reloj – He accesado a sus archivos de video. – el dron descendió a sus pies.

El video contenía varias horas de grabación. El dron había estado husmeando por toda la ciudad durante horas, así que Donatelo adelantó el video; lo detuvo en el momento en el que el dron grababa las fechorías de algunos pandilleros (seguramente quien espiaba a través del dron esperaba a que aparecieran las tortugas para detener a los malhechores, y daría la alerta para capturarlos), sólo que el dron cambió de objetivo al captar, a una considerable distancia, una extraña luz que iba cayendo rumbo a Central Park, y se dirigió hacia ahí, y cuando estaba por llegar, captó otra cosa, unas sombras volando a gran altura; en absoluto se trataban de los helicópteros de la policía; el dron cambió de rumbo siguiendo a las sombras, y llegó al edificio donde se habían reunido las tortugas y las gárgolas. Donatelo adelantó el video hasta cuando el grupo se separó y cada uno se fue hacia un rumbo diferente, sólo que el dron continuó grabando al único individuo que no había partido: Miguel Ángel. Los espectadores miraban el video sin parpadear ya que esos eran los minutos clave. Se sorprendieron muchísimo al darse cuenta que la dichosa piedra que estaban buscando estaba prácticamente 'en sus narices'; también se maravillaron por la habilidad del más distraído de ellos, por la manera en que la encontró.

- Cuando se decide a usar el cerebro – dijo Rafael – sí que le da un buen uso. -

Continuaron viendo el video hasta el momento crítico, pero sólo vieron lo que ya les había relatado Casey: una cegadora luz apareció de repente, que al extinguirse, Casey yacía inconsciente en el callejón más próximo y Miguel Ángel había desaparecido.

Entonces Lexington sugirió que debía haber más drones grabando el 'incidente' y que debieron haber captado los hechos ocurridos desde otro ángulo.

Donatelo confirmó que no había más drones en las cercanías, así que irían a hacerle una 'visitar' a Bishop.

Todos concordaron con la idea: preguntarle en persona a Bishop quién secuestró a Miguel Ángel.

Donatelo reprogramó el dron para que los llevara al escondite de Bishop.

Las tortugas no demoraron en emprender el vuelo para seguir al dron, pero antes, les agradecieron la ayuda a sus amigos humanos y les pidieron que regresaran a casa porque, lo que seguiría a continuación, sería muy peligroso.

Las gárgolas, por su parte, prefirieron corren en los techos de los edificios, o es mejor decir, que Goliath prefirió correr en vez de volar.

Fue lo que a Goliath se le ocurrió para drenar la furia que comenzaba a hacer ebullición dentro de sí.

Esa noche está siendo terrible para él. Revivió el dolor de la pérdida de su clan y de su amor, y ahora podía ocurrir otra desgracia de igual magnitud.

Él estaba agradecido por haber hallado a aliados tan hábiles, pero su esperanza en que las cosas iban a ser más fáciles para ambos clanes, ya que combatían lado a lado, sufrió un descalabro porque los enemigos de sus aliados son tan atroces como el propio.

- "Salvar a Miguel Ángel a como dé lugar". – se repite en su mente incesantemente.

Sus camaradas no le cuestionaron su proceder. Conocen a su líder de toda la vida, y saben lo que está sufriendo sin necesidad de haber dicho otra cosa más que la orden de correr 'como alma que lleva el Diablo'.

Por su parte, Donatelo, sin poder evitarlo, está cronometrando la velocidad de las gárgolas.

- ¿Y tú qué haces? – le pregunta Rafael (no es la primera vez que se ha llegado a preguntar si Donatelo tiene corazón porque, en ocasiones, mientras él se desespera hasta el grado de creer que va a enloquecer, pero su hermano la tecnotortuga mantiene sus emociones al marguen de la situación).

Y así se encuentra Donatelo, sereno ante la posibilidad de perder a su hermanito.

- Haciendo algunas mediciones… - responde Donatelo - aunque puedo asegurarte ahora mismo que las gárgolas han roto nuestro récord de velocidad… - calla porque se percata de que las gárgolas han dejado de correr.

- Algo pasó. – Rafael también se ha dado cuenta.

Deben virar los planeadores y logran ver que Brooklyn les hace señas para que aterricen.

Y mientras las tortugas aterrizan…

Goliath y las otras gárgolas, sin dar muestras de cansancio alguno, están frente a otro dron, el cual despliega, frente a ellos, la imagen tridimensional de Bishop.

- Caballeros, - la voz de Bishop se oye distorsionada, pero sin dudas se trata de él - no es necesario que recorran una larga distancia hasta mi actual ubicación. Conozco el motivo de su apuro, y les prometo, que no tengo cautivo a Miguel Ángel. -

- No podemos creer en su palabra. – es la respuesta cortante de Goliath.

- He de confesar, que me vi tentado a capturar al Señor Jones y así arrastrarlos a otra trampa, y hubiese funcionado, si sólo pudiese considerar a las tortugas como el único grupo de rescate; pero gracias a su primera y última incursión, gárgolas, de momento, me es imposible darles la 'bienvenida' que se merecen ambos contingentes. -

- No debería preocuparse por pequeñeces. – Broadway toma la palabra – Yo con galletitas y leche estoy conforme. –

Bishop sólo se acomoda sus anteojos oscuros.

- Vaya. – dice Rafael, al acercarse al holograma, en un tono de sarcasmo – Qué amable de tu parte, Bishop, presentarte casi en persona; así evitarnos el largo trayecto y la cansada. Y yo que quería pedirte una tacita de azúcar. – restriega su puño derecho contra su palma izquierda.

- Ya que tampoco cuento con más equipo, un dron fue el único que grabó la desaparición de Miguel Ángel. He analizado las imágenes en repetidas ocasiones, y todo lo que puedo decirles, es lo que ya han visto. -

- No quisiera decirlo – dice Donatelo – pero creo que tendremos que creerle. –

- ¡Creerle a ese…! – estalla Rafael.

Es cuando aprovecha Bishop.

- Buenas noches. -

Finalizada la transmisión, el dron se aleja rápidamente, y el dron que había sometido Donatelo también; Bishop recuperó el control de éste (no puede darse el lujo de perder más equipo).

- Bishop cuenta con el apoyo del mismo gobierno, - Donatelo trata de razonar con su hermano el cabeza dura – pero sus recursos tienen un límite. Gracias a las gárgolas, por ahora no nos tiene tan estrechamente vigilados, así como su imposibilidad de atraparnos en un corto plazo; tampoco puede hacerle frente a ambos clanes, por eso no secuestro a Mikey y se nos anticipó para hacer la aclaración y evitar que dañáramos su base más de lo que ya está. –

- Pero – dice Brooklyn con un ligero tono de broma – si llega a creer que tiene una oportunidad, no podemos culparlo por intentarlo. -

- Sí pero no. – dice Rafael muy poco convencido – Yo hasta no ver no creer. –

- Se nos agota el tiempo. – dice Goliath – Aún debemos cerciorarnos que los Dragones Purpura o el Clan del Pie no tengan cautivo a Miguel Ángel. –

- Y nosotros dos – Donatelo le recalca a Rafael - no podremos ni cerciorarnos ni realizar el rescate. -

Rafael mira con furia a su hermano y a los otros mientras piensa en sus posibilidades. Si va él solo con el desollador de alienígenas, para empezar, no sabe en dónde puede estar y Donatelo no va a decirle; luego, aunque lo encontrara, pudiera ser que su hermano no está; y después, el ir y venir sería una pérdida de tiempo, tiempo que es necesario mejor invertir en buscarlo en los otros probables sitios.

Se cruza de brazos y entrecierra los ojos en espera del plan B.

El plan B consiste en ir al los otros probables sitios.

Van al refugio de los Dragones Púrpura. Entran sigilosamente y la búsqueda la realizan del mismo modo. Después de varios minutos de revisar todos los rincones de la sede de los pandilleros, comprueban que Miguel Ángel no es prisionero de ellos.

De inmediato van al edificio del clan del Pie. Gracias a su inseparable bolsa (mochila, según Miguel Ángel), Donatelo crea pequeños escáneres portátiles, les entrega uno a cada quien, y recorren de arriba a abajo todo el edificio sin necesidad de correr el riesgo de adentrarse a las fauces del lobo; desde una muy prudente distancia, escanean y buscan cualquier forma de vida que pertenezca a la especie reptil, más específicamente, cualquier quelonio que pudiese estar en apuros. Miguel Ángel tampoco se encuentra ahí.

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El cielo va tornándose de un azul cada vez más claro.

Las tortugas y gárgolas van de regreso a la Torre del Reloj (las gárgolas van volando esta vez). Les llevó toda la noche buscar a la tortuga desaparecida, y no hallaron siquiera un pequeño indicio que le pudiera ayudar.

- Tendremos que – dice Goliath a sus camaradas – pasar el día fuera de casa. –

Está por amanecer y no han llegado a la Torre.

Deben descender.

Las tortugas los siguen.

Aterrizan en un edificio que no tiene acceso al techo.

- Sin moros en la costa. – dice Donatelo tras comprobar, con ayuda de su reloj, que no hay drones u otro espía electrónico acechándolos.

(Lexington suspira quedamente deseando tener un dispositivo de esa calidad y ser de más utilidad para su clan.)

- Nos hizo falta – les dice Goliath a las tortugas sin rodeos – escudriñar el castillo de un rufián. -

Rafael y Donatelo captan de inmediato las palabras de él.

- ¿Cómo puedes – dice Rafael con un sarcasmo melodramático – dudar de Xanatos, si es tan buena gente? –

- Xanatos tiene 'cola que le pisen', - dice Goliath con cierta seriedad - ¿o no, Leonardo? -

Los otros se extrañan que Goliath haya mencionado a la tortuga líder…

- Claro Goliath. –

… pero se llevan una sorpresa al oír hablar a la tortuga líder, y su sorpresa es mayor al voltear y comprobar que se trata de él, efectivamente.

- ¿Cómo…? – empieza a cuestionarlo Rafael.

- No es posible – dice Leonardo con un leve tono de desaprobación – que Goliath haya sido el único que se percató de mi presencia. – dice esto con una leve sonrisa al cerciorarse que sus hermanos y las gárgolas están bien, pero su sonrisa se borra al instante al darse cuenta que falta uno de sus hermanos.

El rostro de Leonardo refleja preocupación al tiempo que los rostros de Rafael y Donatelo muestran desagrado porque se han percatado que su hermano no ha ido solo.

Es la misma chica que ha estado acompañando a Leonardo durante ya varios días. Ella está ataviada con un atuendo ninja de color gris; mantiene una distancia prudente del grupo.

- "Una linda chiquilla." – piensa Goliath.

La niña de ojos azules que acompaña a Leonardo es bella, piensa Goliath, pero también piensa que a él podría estarle acompañando la hermosa mujer de quien cree estar enamorado.

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Gracias por leer.

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