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Disclaimer:
LAS TORTUGAS NINJA
no me pertenecen, más bien, mi corazón le pertenece a Leo.
GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS
tampoco me pertenecen.
Mucho menos obtengo algún beneficio lucrativo aprovechándome de la fama de estas dos magníficas series animadas.
Yo escribo por puro gusto y para hacer pasar un rato agradable a todo aquel que pase a leer.
Lo único que espero ganar son tus apreciados reviews.
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GUERREROS DE LA NOCHE
Ciertas calles de Nueva York están habitualmente invadidas por personas y vehículos. Es de esperarse de una ciudad cosmopolita, sobretodo en esa parte en donde se concentran los grandes corporativos, centros comerciales, locales pequeños e inclusive puestos ambulantes; y como sucede en los lugares donde bulle el comercio, los bolsillos de todos los tamaños se sienten bienvenidos.
Las calles apenas son lo suficientemente amplias para dar cabida a tanta gente y a tantos tipos de transporte, pero el humano siempre ha sido ingenioso, y se las ha arreglado para vivir en ese inhóspito hábitat de concreto y acero.
Y como en todo hábitat, el peligro acecha a los más desprevenidos.
En un cambio de luces, los vehículos avanzan y los peatones esperan a que sea su turno de cruzar la calle, es entonces, cuando a lo lejos comienza a escucharse un ruido, un ruido que no se parece en nada a los aturdidores chillidos de los cláxones, ni a los estrepitosos pasos de la muchedumbre que cruza la calle en la esquina contraria; es un ruido que ni siquiera se le puede comparar al aleteo de varias palomas que, estando en la banqueta picoteando un pedazo de hot dog, tuvieron que echar a volar en el preciso momento en el que el mar de gente ha cruzado desde la otra acera.
Prush, prush, prush.
El ruido cesa, pero ya varias personas se detienen al darse cuenta que muchas otras personas se han detenido porque se han enterado a través de sus celulares que algo inusual está ocurriendo; todos miran hacia la calle opuesta.
Sobre esa calle el altísimo edificio proyecta su sombra; es en esa calle que hay algo enorme detenido por el tránsito.
- ¡Es un robot! – alguien de voz joven se le escucha exclamar de entusiasmo.
No es el único que se ha dado cuenta que la cosa que está parada en medio de una transitada avenida, es en realidad un robot gigante, por eso muchas personas, a quienes les ha invadido la curiosidad e ignoran su instinto de supervivencia, es que han preferido a quedarse a observar en vez de huir; sólo algunos prefieren alejarse lo más rápidamente posible, y otros, la mayoría, comienzan a sacar fotos o a grabar con ayuda de sus celulares.
El robot de color negro, ha permanecido inmóvil por unos minutos, y como le es imposible seguir avanzando en la calle ya que está repleta de vehículos, se encamina hacia la acera.
- ¡Wow! –
Las personas se maravillan al ver que un robot de tres metros de alto se pasea por las calles de Nueva York, aunque no está teniendo el debido cuidado con los peatones.
- ¡Oye! –
Las personas deben hacerse a un lado o pueden ser aplastadas por el asombroso pero torpe robot.
En unas cuantas zancadas, el robot llega a la siguiente avenida y se detiene en la esquina. La avenida está iluminada por el sol, cuyos rayos se reflejan en la superficie cromada del robot, dándole un aspecto más impresionante.
El ocaso está por llegar, no así el motivo de la presencia del robot.
- ¿Será algún tipo de demostración pública? –
Es lo que la gente se pregunta pensando que alguna compañía importante ha hecho esa extraordinaria invención, y qué mejor que exhibirla en una avenida famosa de una de las ciudades más famosas del mundo.
Con ese pensamiento en mente, las personas que son testigos de quizás de un revolucionario invento, se atreven a no alejarse demasiado del titán de metal.
El robot tiene el aspecto típico que otros tantos robot que han emulado la apariencia física de un ser humano: dos brazos, dos manos, dos piernas, el tórax, y una la cabeza en la que se define un rostro casi humano, salvo que a diferencia de otros robots, este robot se desplaza con una autonomía bastante independiente, lo que es inquietante.
Él pareciera que examina los alrededores, pero de repente se para en medio de la avenida en la que continúa la circulación de los vehículos teniendo éstos que esquivarlo, y entonces…
¡PPPAAAFFF!
¡Con uno de sus enormes pies aplasta la parte frontal de un auto!
¡Es cuando la gente se da cuenta que no se trata de un robot amistoso, los transeúntes huyen despavoridos, y de los vehículos detenidos y de otros que se detienen, los conductores bajan y los abandonan!... aunque no falta quienes se quedan para seguir grabando y sacando fotos.
En el siguiente instante, el robot se inclina sobre el vehículo aplastado, clava sus dedos metálicos en el techo (o la parte que no quedó aplastada) y abre el automóvil como su estuviese abriendo la caja que contiene un estupendo regalo.
- ¡…! -
Los dos ocupantes miran atónitos, por el nuevo quemacocos, un par de ojos que destellan intensamente un color rojo.
- ¡Yiah! – Leonardo no espera que suceda algo más… ¡de una patada abre la puerta y salta a través de ésta, llevándose a Xanatos…
- ¡Ah! – … por el brazo!
Leonardo arrastra a Xanatos un par de metros antes de que él recupere el paso y pueda huir por sí mismo, es cuando Leonardo aprovecha y voltea, sin dejar de huir, para mirar qué es lo que les ha atacado: un robot gigante. Deduce que Xanatos y él son el objetivo del robot, así que no deja de correr esperando que los persiga para guiarlo hasta donde no haya personas que puedan resultar heridas, pero para su sorpresa, el robot permanece en donde está.
- LEONARDO. –
Y es mayor la sorpresa cuando el robot le llama.
Apenas consiguiendo alejarse varios metros, Leonardo debe detenerse porque la voz le es familiar, y voltea (Xanatos también se detiene, procurando quedar detrás de Leonardo), y mira algo que no le agrada en absoluto.
- LEONARDO, TÚ Y XANATOS REGRESEN, O… - el robot levanta su brazo derecho, y la mano se retrae dentro del mismo brazo, y de éste emerge un tipo de cañón laser del cual comienza a brotar un brillo – LO LAMENTARÁS EL RESTO DE TU VIDA. –
Leonardo se queda pasmado al descubrir a quién le pertenece el robot y cuáles son sus intenciones.
Gracias a que Xanatos es una figura pública, a Shredder no le fue difícil averiguar en dónde estaría el millonario, sólo fue cuestión de elegir el día y la hora para emboscarlo, además, no sólo está por atrapar a un pez gordo, porque si Leonardo no comienza a acercarse al robot, éste comenzará a disparar a la gente incauta que, en vez de huir, prefiere difundir el increíble acontecimiento por sus redes sociales.
Leonardo comienza a avanzar hacia el robot.
- ¡Leonardo, espera! – Xanatos le ordena.
Leonardo voltea hacia él sin detenerse.
- El robot lo ha enviado Shredder. –
- Ya me lo imaginaba. –
- Debemos hacer lo que pide, o matará a muchos humanos. – ahora se vuelve hacia el robot.
Xanatos da un vistazo rápido a los alrededores. Hay demasiados curiosos; luego le habla, furioso, a Leonardo, aunque ya le da la espalda.
- Yo no voy a obedecerlo porque sé que tú me protegerás. Me diste tu palabra de ser mi guardián… ¡mi Shisa! –
Leonardo aprieta sus puños. Llegó a creer que Xanatos era más que un excéntrico millonario, pero ahora comprueba que se ha equivocado.
Xanatos se queda en donde está sabiendo que tendrá que decir algo más convincente para evitar que Leonardo siga avanzando hacia el enemigo.
- Ese maldito conoce bien al chico. -
Leonardo está a escaso metro del robot.
- FINALMENTE, LEONARDO, – aun siendo una voz robotizada, se puede notar un claro regocijo – FINALMENTE SERÁS MI MANO DERECHA. -
Leonardo sólo piensa en que debe avanzar más deprisa, porque a lejos se escuchan las sirenas de la policía. Si la policía interviene, nada detendrá a Shredder en provocar una masacre, porque indudablemente, es necesario poner a prueba al robot para determinar si es un éxito o un fiasco, y qué mejor manera para ello que el campo de batalla.
Entonces… ¡Xanatos echa a correr y se interpone entre Leonardo y el robot!
- ¡…! – Leonardo se sorprende de la acción del humano que sólo ha conseguido exponerse al peligro.
- ¡Shredder! – grita Xanatos de modo desafiante - ¡Tú has venido por mí! ¡Llévame a mí y deja a Leonardo en paz! –
- ERES GENEROSO, XANATOS. –
- Si lo prefieres, puedes matarme aquí mismo, pero deja que Leonardo se vaya. -
- ES JUSTO LO QUE PRETENDÍA HACER, PERO NO TE MATARÉ, – el brazo derecho desciende, se retrae el rayo láser y emerge la mano, ahora levanta el brazo izquierdo, la mano se cierra en puño y de éste se extiende dos filosas hojas (emulando las dos dagas que usa Shredder en su mano izquierda), y la punta de una de las hojas queda apuntando demasiado cerca de la cara de Xanatos - SI LEONARDO ME JURA LEALTAD. –
Leonardo ya no debe preocuparse por que vayan a morir muchas personas, ahora sólo debe preocuparse por un solo individuo, justamente el individuo a quien prometió que protegería.
La gente que observa comienza a preguntarse si en realidad no estará filmando una película de ciencia ficción.
- Maldito cobarde. – dice Xanatos con profundo rencor - No serías capaz de vencerme en una pelea a puño limpio. -
Pero Shredder no está dispuesto a perder la ventaja que tiene.
- LEONARDO, MI PACIENCIA ES TAN FUGAZ COMO EL BRILLO DE UNA ESTRELLA QUE SE HA DESPRENDIDO DEL CIELO. -
Leonardo, con una expresión de resignación, se aparte de Xanatos, avanza un par de pasos más, se detiene y se inclina levemente ante el robot.
- ¡Leonardo, no! – le grita Xanatos - ¡Tú bien sabes que es más importante detener a Shredder! -
- Un amigo me dijo una vez que, - dice el chico tortuga de la bandana negra - toda vida es valiosa. -
Xanatos se queda anonadado.
Entonces, Leonardo inspira un poco de aire para decir el juramento, y…
¡RRRRROOOOAARRRRRFFFF!
¡Algo ruidoso y pequeño golpea al robot, pero el golpe no es lo suficientemente contundente! (la filosa daga corta la cara de Xanatos). El robot pierde el equilibrio y retrocede en un desesperado intento por no perder el equilibrio y caer.
Leonardo se yergue inmediatamente y mira cómo el robot va tambaleándose aplastando algunos vehículos, pero enseguida prefiere voltear a su costado izquierdo, y ve que una moto fue lo que impactó contra el robot, o para ser más precisos, la llanta delantera de ésta, y que gracias al mismo impacto del choque, el hábil conductor hace uso del impulso para realizar un impactante y mortal giro hacia atrás, evitando así ser lanzado lejos, procurando además que la moto aterrice en el pavimento sobre sus dos ruedas.
El motociclista trae casco, pero a Leonardo no le es difícil saber de quién se trata.
- ¡Rafael! – exclama de júbilo Leonardo apenas la impresionante y hermosa motocicleta aterriza sin mayores problemas a unos pasos de él.
Pero antes de que Leonardo pueda aproximarse a su hermano y que ambos se den cuenta que el robot ya ha recuperado el equilibrio, algo enorme cae frente a ellos, cimbrando el pavimento, haciendo que Rafael y Leonardo se tambaleen por unos segundos, tras los cuales ambos se percatan que es otro robot.
- "¡Donatelo!" – Leonardo piensa entusiasmado al ver, apenas en un vistazo, que ese robot tiene una cabina, y en la cabina está su otro hermano.
El robot que tripula Donatelo al instante se abalanza contra el robot negro, lo toma del brazo izquierdo, tira de éste derribándolo boca abajo contra el pavimento, e inmediatamente tomando el brazo izquierdo y la pierna derecha, los cruza sobre la espalda oprimiéndolos contra la misma para inmovilizarlo.
- Ooooohhhh. – los presentes exclaman sorprendidos porque, ya sea una película o una demostración pública, la curiosidad crece más y más.
Ese otro robot es de color gris aunque de menor tamaño que el que pertenece al clan del Pie.
Es cuando Leonardo aprovecha para acercarse a Rafael, pero es Rafael quien toma la palabra.
- Oye, - habla Rafael sin quitarse el casco - ¿por qué no me invitaste a tu fiesta? – le reprocha.
- Porque no sabía que iba a haber fiesta. – Leonardo responde evidentemente contento.
- Ha sido una fiesta sorpresa. – dice Xanatos al acercarse a las dos tortugas – Detesto las sorpresas. –
Leonardo se percata que él sangra de la mejilla, saca de su cinturón una pañoleta blanca y se la ofrece.
- Tome; - su felicidad se esfuma - oprima con fuerza. –
Xanatos acepta la pañoleta y sigue la indicación.
- Fue un pequeño roce. Espero que no deje cicatriz. –
Leonardo está por decirle a Xanatos que su padre conoce un remedio casero para curar heridas, y es tan bueno, que no deja…
- Leo, – Leonardo escucha por el auricular que lleva en su oído derecho; es Donatelo - lamento la demora. Hay demasiado tránsito. -
- Pero has llegado en buen momento, ototo [hermano menor]. – habla con una sonrisa.
- El robot – Donatelo, informa de inmediato a su hermano y líder – es conducido a distancia. –
Leonardo voltea hacia Xanatos.
- Doni informa que no hay nadie quien esté conduciendo al robot; está siendo manipulado por control remoto. -
- Es Doni – dice Rafael algo inquieto – quien tripula su robot. –
El robot construido por Donatelo tiene dos piernas y dos brazos (las muñecas tienen una curiosa forma redonda y de éstas brotan tres dedos) que están unidos a un tórax con forma ovalada, y no hay una cabeza unida al tórax, es en el tórax que está la cabina que es donde Donatelo está sentado y manejando al robot.
Si bien más de uno está impresionado por la aparición de otro robot, hay alguien quien no está para nada feliz.
- ¡Dr. Chaplin, – ruge furioso Shredder – qué demonios espera para destruir al enemigo! –
Lo que el robot negro ve con sus "ojos", es transmitido a una enorme pantalla, y Shredder ha visto que su plan de matar a Xanatos ha dado un giro inesperado.
- Esto iba a ser únicamente una misión de captura, no de combate. – dice el joven doctor pelirrojo, quien está dentro de un tipo de jaula giratoria además de traer puesto una extraña prenda en cada brazo y pie y que sus ojos están cubiertos por unas gruesas gafas.
Antes de que Shredder pueda continuar reprendiendo al Doctor Chaplin…
- La especialidad del Dr. Chaplin – Karai aboga por el Doctor – es en ingeniería robótica, no en artes marciales. -
Karai se apresura a entrar en la jaula y le quita el casco al doctor quien está por protestar porque nadie más puede conducir al robot, pero calla al percatarse que se trata de la bella hija de Shredder.
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- Muy impresionante Donatelo. – dice Xanatos procurando ser escuchado a través del auricular que lleva Leonardo - Me encanta mi robot. –
En la cabina, Donatelo aprieta con fuerza el mando con el que conduce al robot; le duele aceptar ese innegable hecho: él será el inventor del robot, pero en realidad, el robot le pertenece a Xanatos.
- Mantenlo inmóvil, Doni, – le dice Leonardo a Donatelo – mientras pensamos en cómo destruirlo sin provocar daños estructurales ni mucho menos que las personas… -
Sólo que la indicación es interrumpida.
Rafael, Leonardo y Xanatos miran cómo, con una fuerza descomunal, el robot negro logra levantarse un poco del suelo doblándose literalmente a la mitad porque el robot plateado continua sentado sobre él, además gira la cabeza completamente para poder observar a su opresor y…
¡PAF! –
- ¡OH! – las personas exclaman asombradas porque el robot negro ha estrellado con brutal fuerza su cabeza contra la cabina del otro robot.
- ¡Doni! – Rafael y Leonardo se angustian por su hermano, quien no responde.
Donatelo no responde porque está mirando directo a los ojos metálicos carentes de vida, aunque parecen brillar de rabia.
- Cualquier intento que hagas, no voy a soltarte. – le advierte el joven inventor al temible enemigo de metal.
- Doni, ¿estás bien? – Donatelo escucha a un inquieto Leonardo.
- Por el momento, sí. –
- Si pudieras interferir con la señal de control remoto… -
- En eso estaba pensando, salvo que... -
Calla porque el robot negro ha conseguido levantar su mano derecha la cual cambia a una ametralladora que apunta a Donatelo.
¡TATATATATATATATATATATATATATA!
En un parpadeo la ametralladora se acciona.
¡TATATATATATATATATATATATATATA!
¡El robot que conduce Donatelo se sacude por los impactos de los incontables disparos!
¡TATATATATATATATATATATATATATA!
- ¡Doni! – grita Rafael.
Pero no es el único grito.
- ¡AAAAAHHH! –
Los disparos son lo que verdaderamente consigue asustar a la muchedumbre y ésta huye despavorida incluyendo a varios conductores que habían salido de sus autos al haberse detenido el tránsito por completo.
Rafael ya está en camino en ayudar a Donatelo, y Leonardo está a punto de echar a correr para ayudar también a su hermano, pero se detiene al escuchar no los gritos, sino unos pasos que se alejan de él; al voltear, descubre que es Xanatos quien se da prisa por ayudar a una mujer que ha caído sobre el pavimento, llevando un bebé en brazos.
Los disparos cesan pero Rafael no se detiene; conduce la moto con destreza a través de los autos detenidos, pensando en usar otra vez la moto para impactar contra el robot, sólo que, en el justo momento en el que va a saltar sobre el techo de un auto para utilizarlo como trampolín… ¡la cabeza del robot gira completamente y de sus ojos se disparan rayos láser, Rafael logra esquivar el rayo, pero el rayo da contra un auto que estalla al instante!
¡BOOMM!
Las aterrorizadas personas huyen entre alaridos y empujones.
La moto derrapa un poco pero se detiene antes de chocar contra un mini Cooper.
- Doni, - Rafael utiliza su intercomunicador – por favor, dime que estás bien. –
El robot negro gira la cabeza para mirar a su opresor.
- Estoy bien. – se le escucha bien– Tortuga X resistió bastante bien el embate. -
- ¿Tortuga X? – en otras palabras, Rafael no puede creer que ese sea el nombre de la última creación de su hermano el genio - ¿Ese es el nombre de tu armatoste? –
-Mikey es el de los nombres, y él no está. No pude pensar en alguno mejor. – se le escucha desanimado.
Antes de que Rafael pueda reprocharse que en vez de estar ahí perdiendo el tiempo debería estar buscando a su hermano…
El robot negro enciende sus ojos y…
- Oh, oh. – dice Donatelo al vaticinar lo que esos ojos está a punto de disparar.
El robot negro dispara los rayos laser una vez más.
- ¡Ah! – Rafael ruge de rabia, abandona la moto, echa a correr, salta sobre el techo de un Mazda negro, el "trampolín" lo impulsa y cae sobre la cabeza del robot negro, el cual ya ha dejado de disparar los láser, pero aún así Rafael desenfunda sus sais y los incrusta con todas sus fuerzas dentro de los ojos del robot; al instante las chispas de electricidad brincan por todos lados, Rafael retira sus sais, salta y aterriza encima de la agujereada cabina de Tortuga X – Doni. – llama a su hermano al verlo inclinado sobre el panel de control.
- Estoy bien. – responde Donatelo al erguirse – Pude ladear un poco a Tortuga X; los rayos láser sólo consiguieron hacer una pequeña perforac…
– Rafa, - no logra escuchar lo que le dice Donatelo porque alguien le habla por el intercomunicador - regresa. Hay civiles heridos y necesitamos de toda la ayuda. -
- Pero Doni… -
- Doni sabe arreglárselas él solo. –
Rafael piensa en protestar con su líder por un largo rato, pero Donatelo...
- Va la mía. - … le advierte a su contrincante, lo que también sirve de advertencia para Rafael quien debe alejarse de un salto.
Donatelo acciona los láser de Tortuga X, que se disparan de la parte baja de la cabina de mando, cortando la mano derecha del robot.
Rafael está varios metros lejos de Tortuga X y ve cómo cae al suelo la mano mutilada del robot negro.
- Doni estará bien. - dice Leonardo a Rafael mientras entrega el bebé a un oficial (su cabeza cubierta con un pasamontañas y capucha negros) – Quienes nos necesitan son las personas. –
La policía ha acordonado la zona y las ambulancias atienden a los heridos.
Tortuga X va a hacer su siguiente movimiento, pero Rafael mira hacia las calles. Ya no hay tantas personas cerca, pero el pánico se ha apoderado de las personas a tal grado que se han empujado unos a otros, y son varias las personas que yacen en el suelo.
Mientras Xanatos lleva a la mujer a la ambulancia, Leonardo aguarda para escuchar la protesta de Rafael, pero sólo escucha un resoplido, y aunque quiere asegurarse que Rafael va a hacer lo que le ha pedido, alguien más necesita de su ayuda.
- Leonardo, vamos. – Xanatos le apremia para continuar ayudando con la evacuación de las calles.
Xanatos se adelanta. Leonardo lo sigue con la vista y ve cómo Xanatos pareciera ser engullido por las penumbras que lentamente van invadiendo las calles conforme el sol va ocultándose.
La opción que tiene Leonardo es confiar en sus hermanos.
Mientras tanto, Tortuga X sigue sometiendo al robot negro.
- Ya que el Robopie no está siendo tripulado por nadie, - se dice Donatelo – no debería preocuparme en contenerme en demostrar lo que puede hacer mi bebé. – dice muy seguro de sí mismo.
Sólo que…
¡PUM!
¡El robot negro golpea a Tortuga X con lo que le queda de brazo!
Tortuga X es arrojado varios metros hasta que se estrella contra la pared de un edificio.
El Robopie ajusta sus partes móviles para ponerse de pie; se levanta y camina hacia donde ha quedado Tortuga X. Al estar frente a Tortuga X, el Robopie eleva el brazo izquierdo ya que conserva la cuchilla de doble hoja, va a incrustarla en la cabina y atravesar a la tortuga mutante que…
¡Tortuga X se arroja de lleno contra el Robopie chocando su "cabeza" contra éste, el Robopie se va hacia atrás, pero antes de caer al pavimento, la cuchilla se retrae y logra apoyarse con la mano, y dándose empuje, da una voltereta consiguiendo caer de pie!, sólo que el Robopie no tiene tiempo para realizar el contraataque… ¡Tortuga X ya está frente a éste y comienza a golpearlo con su puño derecho y después con el izquierdo, una y otra y otra vez!
- ¡De prisa! – el comandante a través de las radios apremia a los otros policías - ¡qué la pelea entre ese par de gigantes ya ha comenzado! –
Los policías, Xanatos, Rafael y Leonardo se apresuran a llevar a las últimas personas hasta la cinta amarilla detrás de la cual espera la ayuda médica.
El Robopie recibe cada tremendo impacto sin inmutarse.
¡PAF!
¡PAF!
¡PAF!
- Tal como lo pensé. – se dice Donatelo – Han hecho un buen trabajo en tan poco tiempo… -
Donatelo no puede maravillarse del trabajo de otro inventor porque, ¡el Robopie le propina un golpe con la rodilla derecha con tal potencia que lo lanza lejos!
Pero Tortuga X posee habilidades… ¡consigue dar un par de vueltas hacia atrás y aterriza sobre el toldo de una pequeña camioneta!
- Estar dentro de un robot, no es impedimento para que utilice mis habilidades ninja. – dice Donatelo con orgullo, sólo que no puede sentirse a salvo ni por un momento.
El Robopie utiliza de nueva cuenta la ametralladora ahora del brazo izquierdo.
¡TATATATATATATATA!
Tortuga X salta a tiempo, pero los disparos perforan todo el chasis de la camioneta y también el tanque de gasolina.
¡BOOMM!
La avenida está repleta de vehículos abandonados, Tortuga X debe saltar de uno a otro porque la ráfaga de proyectiles no cesa…
¡TATATATATATATATA!
… provocando otra explosión…
¡BOOMM!
… y una más.
¡BOOMM!
¡Pero en el siguiente salto Tortuga X pasa por encima del Robopie cuyo asedio no cesa!
¡TATATATATATATATA!
¡Al tiempo que salta Tortuga X extiende una mano apuntando hacia el Robopie y los dedos se doblan y de los nudillos dispara pequeños pero potentes proyectiles!
¡PPPIIIUUFFFF!
Impactan en el objetivo.
¡BOM!
¡BOM!
Sucesivas y potentes explosiones denotan con efectividad.
¡BOM!
Tortuga X aterriza en el pavimento a una prudente distancia del fuego que se ha iniciado, y aguarda.
- ¡Doni! – Rafael y Leonardo llegan a ayudar.
- Aléjense. – les indica Donatelo a través del intercomunicador – Esto no ha terminado. –
Leonardo empuñando sus katanas y Rafael sus sais no se alejan de Tortuga X.
El humo de la explosión es denso y demora en despejarse, pero Donatelo permanece atento al tablero electrónico de Tortuga X por si se detecta alguna señal, y de repente, una lucecita del tablero comienza a parpadear, pero antes de que Donatelo advierta a sus hermanos… ¡de entre el humo gris salta el Robopie apuntándoles con un enorme cañón laser en el que se ha configurado el brazo izquierdo!
Las tortugas sólo tienen tiempo para una exhalación de asombro antes de ser convertidos en cenizas.
-… -
Entonces… ¡un objeto proyectado desde quién sabe dónde se impacta contra el brazo del robot, desviando oportunamente el letal rayo hacia el cielo!
- ¡Ja! – momento que aprovecha Donatelo para oprimir un botón.
¡Tortuga X levanta su brazo derecho y su antebrazo se desprende cual cohete, los dedos se comprimen conjuntándose en una puntiaguda daga, y la daga se incrusta en el pecho del robopie!
La pantalla que ve Shredder, en un parpadeo, se apaga.
Las chispas chisporrotean como una fuente de agua y el robot, inmóvil, se desploma en el pavimento.
- ¿Quién nos salvó el caparazón, - pregunta Rafael mirando para todos lados – esta vez? –
Se encuentra con que Xanatos va aproximándose hacia ellos.
- Cuando Donatelo – explica Xanatos - me dio la mochila-cohete pidiéndome que la mantuviera cerca para ocuparla si se presentaba alguna eventualidad imprevista, no creí que pudiera ser útil. –
- Un ninja debe estar preparado para lo inesperado. – explica Donatelo desde la cabina de mando de Tortuga X.
Xanatos tuerce su sonrisa, satisfecho por los resultados, pero enseguida se pone serio.
- Será mejor que se retiren, Rafael y Donatelo. Leonardo y yo tenemos que ocuparnos de la policía y la prensa. No estoy de ánimo para explicar el por qué dos de mis empleados tienen la piel de color verde. Con algo de suerte, nadie habrá notado que mi guardaespaldas también es verde. –
- ¿Nosotros vamos a ocuparnos de la policía y la prensa? – a Leonardo se le escucha nervioso ya que su rostro lo oculta el pasamontañas.
- Ya que yo fui el blanco de una emboscada, seré interrogado. –
- Y… yo también. –
- Leonardo, – Xanatos despreocupadamente pasa su brazo izquierdo por sobre los hombros de Leonardo y lo lleva hacia donde la policía y los reporteros los esperan – yo sé cómo manejar a la prensa y a la autoridad. Haz lo que yo, y no tendremos que pasar la noche en la comisaria. -
Leonardo contiene un suspiro de frustración pensando en que será una noche larga.
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N/A:
-El amigo que le dice a Leonardo que toda vida es valiosa, es Mortu el utrom. Fue en el capítulo en que los utrom por fin regresan a su planeta, no sin ciertas dificultades.
-En el último episodio de la quinta temporada de 2003, Tribunal Ninja, Karai y el Dr. Chaplin se toman de las manos y se van juntos. Durante la temporada jamás se vio que Karai y Chaplin comenzaran una relación, es sólo hasta el último capítulo que se revela que se enamoraron.
-En la sexta temporada de 2003, Fast Foward, Cody crea un robot basándose en el diseño de Donatelo, y lo llama Tortuga X, pero creo que nunca explicaron por qué se llama así.
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Y espero que no haberte causado una desilusión cuando descubriste que quien atacó a Xanatos y a Leonardo no era Demona. Si no mal recuerdo, Demona es de hacer planes, y claro que está elaborando un plan para conseguir la dichosa gema, aunque no estoy muy segura de cuándo va a aparecer, pero va a regresar.
Gracias por leer.
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