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LAS TORTUGAS NINJA
y
GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS
no me pertenecen,
mucho menos obtengo algún beneficio lucrativo
aprovechándome de la fama de estas dos magníficas series animadas.
Yo escribo por puro gusto y para hacer pasar un rato agradable a todo aquel que pase a leer.
Lo único que espero ganar son tus apreciados reviews.
) ) ¡ ( (
GUERREROS DE LA NOCHE
En una zona solitaria, en la que no hay ni siquiera vagabundos ni perros callejeros debido a que este lugar ha estado totalmente deshabitado desde hace mucho tiempo, sin embargo, por esas calles desiertas, camina una mujer, sola.
Es la agente Elisa Maza.
El conductor del taxi que ella abordó no quiso adentrarse más en ese barrio abandonado, y la dejó a varias calles antes de llegar a su destino. Elisa no tuvo otra opción que caminar.
El barrio está deshabitado y envuelto en la absoluta oscuridad pero, afortunadamente para la mujer, la luz de la Luna llena le brinda una muy buena iluminación.
Con una ansiedad creciente, no por hallarse sola, sino por las noticias que está por recibir al llegar a su destino, recorre su camino lo más aprisa que puede.
Después de varios minutos, Elisa llega a una enorme bodega abandonada. Queda frente a la cortina de metal, de la que cualquiera pensaría que no funciona por su estado deteriorado, pero la mujer fácilmente consigue levantarla a suficiente altura para que pueda entrar. En cuanto está adentro, y después de bajar la cortina, las luces se encienden automáticamente, lo que le permite ver el interior. Hay muchas cosas que para nada están llenas de polvo, pero también hay tres vehículos: un camión, del tipo que se utiliza para el transporte de valores (pero éste está modificado), y dos autos, uno color rojo y otro color azul, cuya peculiaridad es que flotan varios centímetros del suelo; la recién llegada los pasa por alto. De inmediato Elisa se aproxima a un singular objeto grande que tiene una curiosa forma de huevo. La mujer se acerca, un tipo de puerta se abre y ella entra, se cierra la puerta y el "huevo" desciende cual ascensor.
En poco tiempo, Elisa ya se encuentra en la Guarida de las tortugas, caminando hacia Goliath, quien permanece de pie, lejos del barullo de una discusión.
- Hola Elisa. – él la recibe con una actitud tranquila por la pregunta que va a hacerle - ¿Cómo está tu hermano? –
- Con algunas lesiones moderadas, pero mañana saldrá del hospital. Matt y el novio de Abril están en las mismas condiciones. –
- ¿Alguno de los tres pudo recordar algo? –
Ella niega con la cabeza.
- Sólo recuerdan una siniestra sombra y sus temibles ojos rojos. Los médicos supusieron que fue una pesadilla provocada por el "altercado". -
Aun cuando las noticias no son tan desalentadoras, Elisa parece molesta. Goliath intenta calmarla.
- Afortunadamente sólo pasaran una noche en el hospital. –
- Eso no me preocupa Goliath. – el enfado de Elisa se incrementa – Yo estaba en verdad asustada. Demona localizó a mi hermano tan fácil y lo obligó a enfrentarse a ustedes. No quiero pensar que puede obligarlo a hacerlo de nuevo, y resulté peor para él y para ti. -
- Ya pensaremos en algo para evitarlo. Ahora debemos enfocarnos con el asunto pendiente. -
Elisa, intentando dominar su enojo, por fin voltea a ver al grupo que se ha dedicado, ya desde un lapso relativamente largo, qué hacer con la gema. El grupo está conformado por Donatelo, Miguel Ángel, Lexington y los Neutrinos.
- ¿De qué me he perdido? – Elisa finalmente pregunta; también se percata de que hay algunos ausentes - ¿Y Broadway, Brooklyn y Rafa? -
- No te has perdido de mucho. Ellos tres prefirieron patrullar. No soportaron la idea de estar sin hacer nada. Los otros seis todavía no deciden si es seguro extraer la gema del contenedor o no. Es necesario sacarla para su análisis, pero existe la posibilidad de que, al dejarla adentro, sus efectos comiencen a desaparecer poco a poco. –
- Si no mal recuerdo, ya lleva más de un día guardada. Yo no siento ninguna diferencia. –
- Ese es el punto de Donatelo. –
En el grupo de debate…
- Fusión de dos dimensiones… - dice Zak pensando en la explicación que acaba de terminar de decirles Donatelo.
- Exacto. – responde Donatelo – O eso fue lo que dijo "esa chica". Y en cierta forma, su versión concuerda con ciertas "cosas" que han sucedido en las últimas semanas. -
- No pregunten – advierte Miguel Ángel – qué "cosas" son esas. Sus cabezas podrían estallar. La mía casi explota al tratar de entenderlo. -
- De cualquier modo, - dice Dash – lo que mis amigos y yo sí sabemos, es que es urgente detener la influencia que está ejerciendo la gema en este planeta. -
- Y no es tan sencillo – interviene Lexington – como destruirla y ya, ¿verdad? –
- No lo es, amiguito. – le responde Kala.
- Tal vez, destruirla sea posible, – opina Dash – pero podría empeorar las cosas, y esta es una posibilidad, que en lo personal, no quiero intentar. -
- En todo caso, - dice Donatelo – para averiguar si es perjudicial el efecto que está ejerciendo la gema en el planeta, hay que extraerla del contenedor. –
- O dejarla dentro, - refuta Zak - y monitorear su actividad en un lapso de cuarenta y ocho a setenta y dos horas. Si está comienza a disminuir… -
- Mi campo de acción – interrumpe Donatelo, impaciente – es la experimentación, no la espera. –
Goliath se percata que la discusión volvió al mismo punto de partida. Comienza a acercarse para recordarles que tomar una decisión es apremiante.
Elisa también se aproxima. Curiosamente sus ojos destellan, como si ella ya tuviese la respuesta.
- Si Leo estuviera aquí, - dice Miguel Ángel imitando la actitud seria de su líder - diría algo como: "No tiene caso permanecer con los brazos cruzados. Hay que actuar. En el camino improvisaremos." -
- Un muy buen consejo. – dice Kala con aprobación.
Dash tiene sus dudas.
- Después de vivir tantos años con él, creo que se me ha "pegado" algo de su sabiduría. -
- Leo – dice Donatelo en broma – también diría que "ya era hora". –
Miguel Ángel mira a Donatelo con un leve enojo.
- Calla. – le advierte - Arruinas mi imagen de sabio frente a Kala. –
Kala no puede evitar una pequeña risa, lo que le ayuda a sentirse más optimista sobre la presente situación.
- En nuestro clan, - dice Lexington – usamos el "gawi-bawi-bo". – levanta y cierra su puño derecho y lo vuelve a abrir – Es una forma que tenemos para poder tomar una decisión. Quien gana es quien decide. –
Donatelo y Dash le miran con extrañeza.
- ¡Oye! – dice Miguel Ángel – Se parece a un juego que jugamos acá: piedra, papel o tijeras. El que gana, se libra de hacer algo o le dice a los demás lo que deben hacer. –
- Nosotros – dice Zak – jugamos la chi-ri-mo-ya. –
Los tres chicos se miran y se les ilumina la cara.
- Esperen. – interviene Kala – ¿Están sugiriendo que juguemos chi-ri-mo-ya para decidir si extraemos la gema o la dejamos resguardada? –
Los tres asienten.
- Esto no es un juego. – Dash y Donatelo dicen al unísono.
- Si alguien tiene otra sugerencia. – se escuda Lexington.
Zak da un paso hacia al frente, dispuesto a continuar con la disputa, pero de repente, Elisa lo empuja a un lado para poder pasar.
- ¡Hey! -
- Yo agregaría – dice Elisa acercándose demasiado al contenedor - que podríamos hacer un buen uso de la gema. –
- ¿Un buen uso? – le cuestiona Dash, pero Elisa no le responde.
- Elisa… - Miguel Ángel se extraña de la actitud de la mujer.
- Podemos aprovechar – dice la agente - este poder para evitar que Demona continúe lastimando a inocentes. –
- Pero ni siquiera sabemos – se apresura a decir Donatelo - si es posible controlar o manipular… -
Elisa lo ignora y oprime el botón de apertura del contenedor.
- ¡Detente mujer! - Dash se apresura a apartar a Elisa porque el contenedor está abriéndose, pero se le adelanta Goliath.
Goliath toma la mano de Elisa.
- Elisa, no debiste… -
- No está. – dice ella con incredulidad.
Todos, al escuchar el desesperado anuncio, se agolpan para ver con sus propios ojos (Goliath se aparta a tiempo junto con Elisa).
- Sí depositamos la gema dentro del contenedor. – afirma Kala.
- Yo vi – dice Miguel Ángel – con mis ojitos cuando Kala dejó la gema en el contenedor. –
- No creo - dice Zak – que se haya vaporizado, ¿verdad? -
Dash aparta a los demás para poder pulsar algunas teclas del contenedor. La pantalla confirma que…
- La gema no se vaporizó. Fue extraída. -
- A mí que me esculquen. - Miguel Ángel levanta las manos como si fuese a ser arrestado.
- Relájate. – le pide Donatelo; Miguel Ángel baja sus brazos – La única que ha tenido a su alcance el contenedor, además de los Neutrinos, es… -
- ¿La chica que combatió a la creatura? – pregunta Zak.
- Ella. –
- ¡La novia de Leo! – dramatiza Miguel Ángel - ¡Sabía que no podíamos confiar en ella! -
- Actuó tan bien, – dice Dash con molestia – que nos hizo creer que, entre su huida y la pelea contra la creatura, no tuvo tiempo de extraerla. –
- Pero nosotros ya la conocemos. – dice Donatelo también molesto – No debimos dejarla ir así como así. –
- No importa ya. – dice Lexington con decepción – Ella debe estar muy lejos. –
- Pero tenemos los autos estelares. – dice Kala sin perder la esperanza – Podemos darle alcance. –
- Y – dice Zak – al traer consigo la gema, será sencillo rastrearla. -
- Además – dice Goliath – Rafael, Broadway y Brooklyn están en la ciudad. Ellos serán nuestra primera línea de contención. Alguno de ellos podrá interceptarla y detenerla hasta nuestro arribo. –
Todos se miran con optimismo.
- ¡Tenemos un plan! - Miguel Ángel se entusiasma.
- Kala, – ordena Dash – irás al norte en uno de los autos. Zak, irás al sur con Donatelo en su vehículo terrestre. Yo iré al este en el otro auto. -
Goliath se sorprende. Dash se comporta como si poseyera el grado de Teniente o General.
Este mundo le parecía inmenso y extraño, pero repleto de seres extraordinarios, y el cielo era hermoso, pero frío y vacío. Ahora resulta que el universo también está plagado de individuos extraordinarios.
- Yo iré al oeste. – se ofrece Goliath.
- Yo te acompaño, Dash. – se ofrece Lexington.
Dash asiente.
Miguel Ángel se acerca a la Neutrina.
- Yo iré con Kala. – dice con entusiasmo, pero antes de que Dash lo apruebe o no, toma la mano de la chica y se van juntos hacia el elevador.
Dash no tiene ningún inconveniente con el quelonio. Después de haber estado charlando varias horas con él, confía en Miguel Ángel.
- Antes de partir, - Dash agrega - vincularemos nuestros dispositivos móviles. Cualquier cosa que suceda, hay que informar de inmediato a los otros. Nada de enfrentamientos, ni con la humana ni con la creatura, hasta el arribo de los demás, como bien lo sugirió Goliath. -
Todos asienten y comienzan a dispersarse, pero Goliath permanece con Elisa.
- Quédate aquí. – le suplica a ella - No quiero correr el riesgo de que Demona esté planeando otro tipo de "distracción". Este es el lugar más seguro en el que puedas estar. –
Elisa se toma valiosos segundos para responder. Finalmente asiente.
En todo ese tiempo, Goliath no se ha atrevido a soltar la mano de Elisa, pero ahora debe hacerlo, y se aleja.
- Goliath. – le llama como si no fuese a verlo nunca más.
- Regresaré. – él voltea y le sonríe con mucha confianza, para enseguida proseguir con su camino.
Así permanece Elisa, quieta, gravando en su mente y en su corazón esa sonrisa tan tranquilizadora. Es por esa sonrisa por la que va a luchar.
Pero Elisa no es la única que está dispuesta a pelear.
Splinter está en su habitación, meditando.
Para un padre es sumamente difícil estar a la espera del regreso de sus hijos, sobre todo que regresen sanos y salvos, por eso, cuando Donatelo le llamó para avisarle que estaban en camino, se alegró mucho que sus cuatro muchachos estaban de vuelta en casa, pero su alegría se esfumó al darse cuenta de que sólo dos habían vuelto.
Después de que Donatelo le platicó lo sucedido, de inmediato se encerró en su habitación. Ya esperaba que "ella" se las ingeniaría para `salirse con la suya'; si no les advirtió a sus hijos fue porque es parte de su formación: jamás subestimar a un enemigo, sea grande, pequeño o una linda chica.
Durante un buen rato, Splinter ha intentado contactar a su hijo Leonardo por el celular para avisarle que ha sido traicionado nuevamente por esa chica, pero le ha sido imposible; debió apagar su celular para poder estar absolutamente enfocado en una sola cosa, o en alguien.
Splinter abre los ojos.
- Ella. – dice con enojo.
Hay un asunto que no ha conseguido comprender, y eso que no es la primera vez que sucede: ¿por qué su hijo, el más disciplinado y obediente, puede llegar a ser el más testarudo de los cuatro cuando se lo propone?
Splinter toma una gran bocanada de aire y la deja escapar lentamente para tranquilizarse.
De su maestro Yoshi habrá aprendido intrincadas técnicas de pelea, pero respecto a adolescentes, quizás debería hablar con un erudito sobre el tema.
- Me pregunto si Hudson-san le gustaría tomar una taza de té a estas horas. -
Va a marca al número de la gárgola mayor, pero primero le marca a su hijo; sólo desea intentarlo una vez más.
El celular suena "ocupado".
En verdad su hijo se ha 'encerrado en su caparazón'.
Inevitablemente, Splinter recuerda que, hace muchos años, su hijo estaba encerrado en su caparazón, hasta llegó a temer que jamás saldría de éste. El miedo era lo que le obligaba a encerrarse, y lentamente lo estaba consumiendo, pero él, como padre, en su desesperación, realizó un último intento igualmente desesperado por ayudarlo.
Y ahora, para este "otro asunto", también ha hecho lo posible porque vea la verdad más allá de una cara bonita, pero no lo ha conseguido.
Lo único que puede hacer es estar junto a su hijo para ayudarlo a ponerse de pie cuando caiga de esa nube tan alta a la que lo ha llevado un falso amor.
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Hola =)
Aprovechando la estadía en casa, he estado atenta con mis pendientes, pero el más difícil es escribir. Estando en casa es difícil escribir. Extraño la biblioteca. Sin embargo, estoy haciendo lo posible para seguir trabajando en este crossover.
Gracias por leer.
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