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¡Hola!

Por fin puedo actualizar este fic.

En los últimos 5 años se me atravesaron demasiadas cosas, desde la pandemia, la pérdida de mi trabajo, hasta la pérdida de una amiga.

Hace algunos meses que empecé a poner orden en mi vida.

Eso incluye terminar este fic y mudarme de página por aquello de que ésta ha estado teniendo ciertos desperfectos.

Sin más, continuemos con esta aventura.

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LAS TORTUGAS NINJA 2003

y

GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS

no me pertenecen.

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GUERREROS DE LA NOCHE

La Oscuridad.

Ese siniestro lugar del que emergían monstruos que, cuando eras niño, te atormentaban todas las noches. Para alejarlos, podías dejar encendida una lamparita de noche, esto, o dormir con tus padres. Pero hay quienes no tienen ninguna de esas dos opciones.

Una chica camina apresuradamente hacia el lugar iluminado más próximo: el aeropuerto.

A decir verdad, la ninja está a escasos metros de ingresar al aeropuerto, y no está sola, hay bastante personas, sólo que la iluminación del exterior no es lo suficientemente potente como para alejar a los monstruos que la persiguen.

A cada paso que da, el alivio de sentirse a salvo también va aumentando, pero también va creciendo la inquietud de mirar hacia atrás y comprobar si la están siguiendo. Eso es… ¿miedo? ¿O sólo es ansiedad? Jamás le ha temido a nada, ni siquiera cuando en esas noches, de pequeña, en las que se quedaba completamente sola. Hace una profunda respiración para calmar la ansiedad, y lo consigue, o al menos aminorarla un poco. ¿Dónde quedó todo el entrenamiento con el que supuestamente mantenía sus emociones bajo control? Alegría y Dolor, Risa y Llanto, Esperanza y Desesperación… Últimamente se ha vuelto más complicado mantener sus emociones bajo control, sobre todo en momentos como éste, en los que hay una alta posibilidad de morir. Se infunde coraje. No puede morir. No puede romper la promesa que ha hecho.

Todos esos sentimientos se agolpan en su frágil alma, como un ciclón que va tomando más y más fuerza, al grado de que unas cálidas lágrimas se deslizan por sus mejillas. El agobio la empuja para entrar cuanto antes en la luz.

Una chica vestida con un vaporoso vestido blanco pasa por la puerta automática del aeropuerto.

Incluso a esas horas de la madrugada, el tráfico aéreo es intenso, y el tránsito de personas de igual manera.

Ella limpia sus mejillas lo más discretamente posible; no debe llamar la atención.

Ahí dentro sí que hay luz.

Enseguida comienza a caminar. Apenas si pudo llegar a tiempo para abordar el avión que va a llevarla a su país, claro, después de haber tenido que cancelar el vuelo de hace dos horas gracias a un "contratiempo". Por supuesto, el dinero es lo de menos, después de todo, ha ganado bastante "plata" gracias a los innumerables atracos por los que fue contratada.

Prefiriendo concentrarse en el presente y no en el pasado, sabe que sólo es cuestión de tiempo para que las Tortugas y sus aliados se den cuenta que los ha timado, una vez más.

Sin siquiera llevar equipaje, para agilizar su arribo, se apresura a llegar al acceso que la conducirá al avión. En cuanto éste despegue, estará a salvo, lo que va a ocurrir en aproximadamente quince minutos.

Estando a escasos metros del acceso, mete su mano en el bolsillo derecho de su vestido para sacar el boleto de avión y el pasaporte falso… es entonces que se da cuenta que también está aproximándose un grupo numeroso de ninjas del Pie.

Ella se detiene, sorprendida.

La sorpresa se debe, no porque ese clan haya sido el primero en localizarla (sospecha cómo lo hicieron); lo que le sorprende, es que hayan tomado una acción tan intrépida como el mostrarse abiertamente en un lugar tan concurrido de personas.

En un instante, la ninja tiene que plantearse otro plan: abordar el avión, entrar en la cabina y obligar a los pilotos a despegar. Obviamente estaría incurriendo en varios delitos, eso sin mencionar la posibilidad de las pérdidas humanas, porque el clan del Pie es un auténtico clan de asesinos, y matarán a cualquiera que se interponga en su camino. Pueden morir muchas personas ya que están en un lugar atestado de personas.

Los ninjas avanzan apresuradamente entre la multitud, y siendo un grupo numeroso, la gente se aparta.

El personal de vigilancia comienza a acercárseles ese grupo numeroso.

Los ninjas asen sus armas, pero no las desenfundan.

La ninja ha captado el mensaje silencioso del grupo que continúa aproximándose. Para que no haya ninguna muerte, debe quedarse en donde está. Su corazón se acelera. Nunca le había preocupado las consecuencias de sus acciones, ni mucho menos que sus acciones pudieran causarle daño a otros. Todo esto gracias a que su corazón ha dejado de ser una fría piedra dentro de su pecho. Todo por un chico.

Conteniendo una pequeña sonrisa, una curiosa luz blanca la rodea… ¡y da un espectacular salto!

La gente que está a su alrededor les asusta lo que acaban de ver.

La ninja "aterriza" justo en medio del grupo de ninjas del Pie.

A éstos sólo les toma un segundo enterarse de lo que ha pasado, y atacan a la ninja, o eso intentan, porque en un parpadeo, la ninja vuelve a usar esa extraña energía para empujarlos con ésta y derribarlos; en el siguiente instante, vuelve a dar un espectacular salto, y cae frente a un gran ventanal por el cual puede verse el arribo y despegue de los aviones.

Otro cambio de planes.

Si el clan del Pie la ha localizado, los otros clanes estarán tras ella en poco tiempo. La única alternativa es huir lo más lejos y rápidamente posible. Se lanza contra el vidrio del ventanal, que no se rompe, simplemente desaparece la porción de vidrio templado que la energía toca, formándose un hueco por el cual la ninja pasa.

A los espectadores les da la impresión que la extraña chica vuela a través de la ventana.

La ninja aterriza muchos metros más allá, la energía que la envuelve desaparece, y en cuanto sus pies tocan el suelo, corre hacia las pistas de aterrizaje. Ha logrado distanciarse bastante de sus perseguidores.

Ve a lo lejos un avión que está incorporándose a la pista para despegar, un coloso Airbus A380, pero de inmediato desecha la idea del secuestro. Con cierta desesperación, mira hacia todas partes. Al mirar hacia atrás, ve el grupo de ninjas que apenas está atravesando el ventanal. Al enfocarse de nuevo en su desesperada búsqueda, no muy lejos, ve una pequeña avioneta que está siendo acarreada hacia el hangar, así que corre hacia esa dirección, y de entre su ropa, saca una daga pequeña, la cual arroja hacia el camión que arrastra la avioneta…

El vehículo se zarandea.

- ¿Mmh? –

El conductor se desconcierta al perder repentinamente el control del vehículo y apaga el motor. Cuando desciende de éste, nota que hay un neumático ponchado. Al buscar a los otros empleados para pedirles ayuda, escucha un grito de alerta.

- ¡Hey! -

La avioneta está retrocediendo.

Los empleados miran, sin poder creer, que la avioneta fue desenganchada del vehículo sin que ninguno de ellos se diera cuenta.

En la cabina, la ninja maniobra el aeroplano como si fuese un piloto cuya experiencia abarcara muchas horas de vuelo; enfila la nave rumbo a la pista más cercana y vacía, al tiempo que se coloca el comunicador el cual utiliza para hablar con el personal de la torre de control.

- Torre de control. Aquí "avioneta en fuga" sin permiso para despegar. -

En la Torre de Control, quienes escuchan la transmisión, quedan desconcertados por el repentino mensaje; pero antes de que alguien pueda advertir al piloto sobre las consecuencias del repentino vuelo…

- "Avioneta en fuga" perfilándose a la pista más próxima. – el piloto advierte sobre su siguiente maniobra.

En la Torre de Control todos se desquician por lograr detener el tráfico aéreo antes de que suceda una catástrofe. Todos los operadores buscan entablar comunicación con los pilotos de todas las aeronaves que están a escasos minutos de arribar al aeropuerto, con las que están aterrizando y con las están a punto de despegar.

El piloto de "Avioneta en fuga" no puede perder más tiempo en dar la alarma. Apenas la avioneta está alineada con la pista, ésta comienza a acelerar.

Por todas partes, tanto en tierra como en el aire, se ven aviones de todo tipo y tamaño virando oportunamente para evitar chocar entre ellos.

Todo este ajetreo evita que el grupo de ninja pueda seguir a la fugitiva. Dejan la persecución y abandonan el lugar.

Gracias a la pericia de los operadores, ningún avión se interpone en el despegue de "Avioneta en Fuga".

La ninja verifica en los controles que no vaya a colisionar con alguna aeronave, y enseguida se cerciora de la cantidad de gasolina con el que dispone. El tanque de gasolina está medio lleno.

- Watashi no tsubasa ga yurusu kagiri tobudeshou [Volaré hasta donde me lo permita mis alas]. -

La aeronave se eleva.

En tierra, varias patrullas están por llegar al aeropuerto, pero es demasiado tarde.

La aeronave se dirige hacia el sur.

La ninja no pierde de vista los controles, porque en cualquier momento, puede activarse la señal de advertencia sobre una posible coalición. Para su suerte, transcurren varios minutos sin que haya alarma alguna…

… hasta que…

¡PLAST!

Algo ha golpeado la avioneta, sacudiéndola levemente, y antes de que la ninja pueda revisar los controles esperando la alerta de un posible daño, escucha a alguien.

- ¡Broadway! ¿Lo tienes? –

- ¡Lo tengo, Brooklyn! –

Broadway y Brooklyn han caído sobre las alas de la avioneta y aferrado a éstas.

- ¡Ponte trucha! –

Intuyendo lo que planean hacer las gárgolas, la ninja aumenta la velocidad de la avioneta…

- ¡Wooow! –

… para derribar a los polizontes, pero éstos están anclados firmemente gracias a sus poderosas garras.

- ¡Extiende tus alas! – es la orden del Segundo al Mando, pero la máquina es más poderosa, no pueden frenar su avance.

- ¡Y es cuando yo entro en acción! – se escucha una tercera voz - ¡Yiaa! -

¡PLOM!

Tras un fuerte golpe que hizo estruendo muy cerca de la hélice de la avioneta, ha caído una sombra. En segundos, el motor comienza a echar humo; la hélice deja de girar poco a poco.

Es cuando las gárgolas aprovechan para conducir la avioneta.

La ninja intenta dirigir la avioneta hacia la dirección que había planeado, pero ya no le es posible; el motor ha sido destruido.

- ¡Ja! –

Se escucha una exclamación de triunfo y algunos golpes leves sobre el fuselaje de la máquina; éstos cesan hasta que un rostro familiar se agolpa en el parabrisas.

- ¡No contabas con mi astucia! – es Rafael; se sostiene de la avioneta usando sus "garras ninja".

La ninja se hace hacia atrás, pero en realidad no puede ir a ninguna otra parte.

Rafael usa su mano izquierda para activar el auricular.

- Hemos atrapado a la golondrina. Repito. Golondrina atrapada. –

La avioneta vira hacia la derecha, al tiempo que va perdiendo altura, de regreso a la Ciudad de Nueva York. Con ese viro, la avioneta se inclina levemente, lo que le permite a la ninja ver, en el horizonte, el reflejo inequívoco del agua. Están por encima de la pequeña laguna que hay entre el aeropuerto y Long Beach; salvando éstos, se extiende el océano.

Entonces… ¡la ninja se desabrocha el cinturón, se lanza hacia la puerta y la abre!

- ¡Oye! – le advierte Rafael, aun sabiendo que la chica no se detendrá.

La ninja se arroja de cabeza al agua, desde una altura de un kilómetro.

Rafael se suelta de las "garras ninja" y también se arroja hacia el agua.

- ¡RAFAEEEL! – le grita Brooklyn porque, arrojarse desde esa altura, puede ser fatal - ¡SUÉLTALO!- le ordena a Broadway deshacerse del aeroplano.

Broadway y Brooklyn sueltan la avioneta, y mientras ésta cae, ellos de inmediato se tiran en picada para atrapar a Rafael y a la ninja antes de que se estrellen contra el agua, y… lo consiguen.

- ¡Hum! – Brooklyn atrapa a Rafael por el caparazón y extiende sus alas para descender despacio.

- ¡Oye! –

Broadway se lanza por la chica, y la atrapa; pero la chica voltea y consigue aferrarle las orejas...

- ¡Aayyy! –

… lo que a la pobre gárgola le provoca un terrible dolor, olvidando totalmente que debe extender las alas; siguen cayendo.

- ¡No! – Brooklyn enfurece, pero todo lo que puede hacer es ver.

De alguna manera, la ninja logra que la pesada gárgola dé una voltereta, consiguiendo que caiga de espaldas; en unos instantes, se estrella contra el agua.

Broadway golpea el agua, segundo en el que la ninja se para sobre la enorme barriga de él, y usando ésta como trampolín, se zambulle con seguridad en el agua.

Para esos momentos, Brooklyn está a escasos metros de la superficie de la laguna.

- ¡Aquí me bajo! – Rafael le propina un fuerte codazo al pectoral derecho del Brooklyn, obligándolo a soltarlo.

Rafael se sumerge sin mayor problema dentro del agua.

Brooklyn pliega sus alas para zambullirse y prestarle ayuda a su camarada.

Más que nadar, Rafael bucea en la laguna. La escasa claridad no es inconveniente para la tortuga. A pocos metros logra ver a la ninja que bucea con torpeza debido al vestido.

Estando en su elemento, Rafael nada rápidamente hacia la fugitiva.

No es mucha la profundidad en la que se encuentra, pero la ninja siente como si se estuviese hundiendo más y más hacia el gélido fondo, hacía un frío y solitario infierno. Hace lo posible por contener la respiración y llegar pronto a la orilla, pero por más brazadas que da, la orilla está muy lejos todavía, tan lejos como la posibilidad de cumplir con su misión. Desea decirle a Rafael que, lo que ella está haciendo, no es por dinero; lo que está haciendo es para ganarse el perdón por todos los crímenes que ha cometido.

En el demacrado clan en el que se crío, le habían inculcado las virtudes de la honestidad, la generosidad y la bondad, pero en el mundo real, esto no le fue de ayuda para poder sobrevivir día tras día. Nadie fue honesto con ella y nadie fue bondadoso con ella. A su corta edad, se dio cuenta que el dinero lo es todo, entonces decidió usar sus inverosímiles habilidades para su beneficio propio. Así actuó por bastante tiempo, acumulando dinero… pero ya no. Después de esa primera vez que visitó Nueva York, el cometer fechorías perdió sentido.

Los pulmones de la ninja comienzan a exigir el vital aire.

Pero sabe que nadie va a creerle que, el nuevo clan que le ha dado amparo, le ha encomendado recuperar varias reliquias que fueron robadas de otros clanes y que están esparcidas por todo el mundo; la gema es una de éstas. Debe de hallar cada una de las reliquias y retornarlas a sus verdaderos dueños, y su pago por su labor no será dinero, sino la satisfacción de estar haciendo algo bueno.

La chica siente que ya no puede seguir nadando. Sus ojos van cerrándose y apagándose al igual que su esperanza.

Comienza a hundirse lentamente hacia el fondo de la laguna.

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Gracias por leer.

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