.

LAS TORTUGAS NINJA 2003

y

GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS

no me pertenecen.

) ) ¡ ( (

GUERREROS DE LA NOCHE

El agua es el elemento de una tortuga. Rafael se encuentra en su elemento. Nada con rapidez. Decide llegar por un costado de la ninja, sin confiarse en ningún momento. Ella se está hundiendo, pero puede tratarse de una treta para emboscarlo.

Rafael estira su mano para agarrar la muñeca de la chica y…

"Nadie en el mundo confía en mí, ni siquiera el clan que me crío. Esto no debería importar. Lo único importante es cumplir con cada una de mis misiones, en especial ésta."

… ¡la chica reacciona!

La ninja abre los ojos y con un manotazo, repele la mano de su atacante, lo golpea en el estómago para alejarlo de ella.

Para Rafael sólo fue un pequeño empujón. Se recupera y de inmediato vuelve a arremeter.

Al siguiente instante, se reprende a sí misma: ¡No debes lastimar a nadie!; pero comienza a creer que resultará imposible no lastimar a nadie, ni siquiera para defenderse, habiendo demasiados individuos que están al acecho. Si no es capaz de ganarse el perdón, no será digna de estar al lado de Leonardo.

Con un creciente escozor en los ojos y en los pulmones, la esperanza de la chica, para cambiar el rumbo de su vida, agoniza.

De repente, en su mente surge la imagen de Leonardo, que le sonríe.

Entonces… ¡emerge un resplandor desde lo más profundo de su ser!

Rafael se acerca a la ninja, pero un resplandor lo repele lejos.

- ¡Ah! -

El resplandor se expande hasta crear una burbuja que envuelve a la ninja, brindándole calidez y sobre todo aire.

Flotando dentro de la burbuja, la ninja se revisa a sí misma. Sorprendentemente, su ropa, su cabello… no hay rastro de humedad, pero lo mejor es que puede respirar.

La burbuja se mueve.

Conociéndose a sí misma, sabe que ella no es capaz de un milagro así, así que busca la gema en el bolsillo de su vestido. Al observarla, la gema brilla. La resguarda entre sus manos, como si con esto pudiese impedir que un inmenso poder brote de la piedra.

Los monjes le advirtieron de no utilizar el poder de la gema.

La gema puede activarse con el más pequeño de los anhelos, y cumplir cualquier deseo, pero su poder es un arma de doble filo. El deseo, por muy insignificante que sea, puede ser corrompido, convirtiéndose en la perdición de quien ha pedido el deseo, y de cuantos le rodean. Únicamente un corazón puro es capaz de no caer en su influencia y no sucumbir a la ambición.

- O… - se plantea una insignificante posibilidad – un corazón profundamente arrepentido. –

La ninja mira sus manos, pensando en que no quiere averiguar si será posible.

Una burbuja brillante emerge de las profundidades de la laguna, flota algunos centímetros sobre el agua, pasa una barrera artificial que divide el agua de la tierra, e instantes después, pasa sobre el asfalto, y tras unos pocos metros recorridos, la burbuja toca el piso y desaparece, revelando que en su interior resguardaba a una chica.

Es un lugar donde hay unos cuantos arboles esparcidos aquí y allá.

La ninja aún observa sus manos entrelazadas, entonces cierra sus ojos y sacude la cabeza.

No va a utilizar la gema para su beneficio.

Tras abrir los ojos, guarda la gema en su bolsillo, y echa a correr hacia la avenida que ha logrado ver no muy lejos. Pero para llegar a la avenida, debe cruzar un pequeño estacionamiento de un supermercado.

.

Broadway y Brooklyn están en la laguna nadando con dificultad.

Por la expresión de Broadway, Brooklyn sabe que su camarada no le agrada nadar.

- Pero ya te hacía falta un baño, ¿no? – le dice en tono de broma para alentar a su camarada, pero antes de que éste pueda decir alguna palabra…

- ¡Cof! – repentinamente Rafael sale de las profundidades - ¡Esa tipa sabe cómo usar la gema! – dice furioso.

- Vimos una burbuja muy rara salir del agua. – le responde Brooklyn.

- Era ella. -

- Se fue hacia allá. – Brooklyn señala hacia tierra firme, hacia un centro comercial que, para esas horas, estará cerrado.

Sin siquiera preguntarle a las gárgolas si están bien, Rafael se vuelve a sumergir en la oscura laguna.

.

La ninja ha llegado a la avenida; lee un señalamiento, y continúa corriendo sobre la avenida que se dirige hacia el sureste.

En ese lugar, no hay altos edificios ni casas. A cierta distancia, hay varias construcciones, como bodegas, no más de tres pisos.

La ninja voltea constantemente hacia atrás en espera de que pase algún vehículo y la lleve a cualquier parte, lejos de la ciudad; sólo que, no habiendo recorrido una gran distancia, tiene que elegir entre una bifurcación. Ella elije ir hacia la derecha porque hay extensos lotes de terreno, a ambos lados de la carreta, sin ningún tipo de construcción, y a unos quinientos metros más adelante, del lado izquierdo, hay otro estacionamiento aún más amplio, seguramente perteneciente a una extensa plaza comercial.

Pasa un auto, pero en la dirección contraria.

Continúa corriendo por varios minutos, sin divisar alguna persona o vehículo. Su única compañía es la luna llena, pero no se atreve a mirar su bello resplandor plateado para evitar caer en la tentación de suplicarle que le brinde valor y fuerza que le ayudarían a confrontar con esperanza esa difícil situación. Evita a toda costa que de su corazón emerja cualquier súplica de ayuda o confort; se concentra en continuar hacia adelante.

Cuando está a unos cuantos metros del estacionamiento, al voltear, por fin ve las luces delanteras de un vehículo. Se detiene a esperar. Debido a las luces del auto, cubre sus ojos con la sombra que proyecta su mano, y repentinamente, el auto es rebasado por otro. Por el exceso de velocidad, la chica descubre en unos instantes que el vehículo es una camioneta tipo Van.

La camioneta vira bruscamente, derrapa en un ángulo de ciento ochenta grados, frena, se abren las puertas traseras, y del interior, salen precipitadamente varios ninjas del Pie. El otro vehículo también derrapa y frena bruscamente.

La ninja no espera a ver si de la otra camioneta descienden más ninjas, corre hacia el extenso estacionamiento de la plaza comercial. Va a desatarse una batalla, y debe evitar que cualquier otro vehículo que transite quede en medio de la pelea.

Decenas de ninjas la persiguen.

Quedando lejos de la carretera, y aprovechando que es una zona comercial, la ninja se lanza contra la evidente desventaja.

Son tres ninjas los que se anticipan al resto.

La ninja empuña una daga y arremete contra el ninja de su izquierda; éste le ataca con una espada, ella la esquiva y apuñala la pierna desprotegida de su contrincante, pero en vez de brotar un líquido rojo y espeso, brotan algunas chispas, e inmediatamente la ninja le propina una patada al robopie enviándolo contra los otros dos, chocando y derribándose entre ellos; la ninja se apresura a arrebatarle dos espadas a un robopie y las usa para cortar en varios pedazos a los robots que intentan incorporarse, después ella se lanza contra más robopies que ya están próximos a ella, y entre giros, saltos y otras espectaculares acrobacias, va cortando brazos, piernas y cabezas, sobre todo las cabezas salen volando en todas direcciones porque es la manera más rápida de terminar con el enemigo. En un par de minutos, la ninja destroza la primer horda de soldados robóticos, pero no puede darse un descanso porque hay otro grupo de robopies. Para este combate, la ninja espera a que la ataquen; no debe esperar mucho. De igual manera, usando sus extraordinarias habilidades, la ninja se enfrenta al siguiente grupo de adversarios; para su desconcierto, los robots que les corta la cabeza no se desactivan, sino que continúan en pie y luchando, lo que implica un mayor esfuerzo al tener que cortarles más de una extremidad e ignorar la cabeza, buscando otro punto más efectivo para dejarlos fuera de combate. Pasan los minutos, y no ha conseguido eliminar ni la mitad. Justo en el momento en que piensa en que, de seguir así, va a cansarse demasiado pronto, al hacer la cabeza hacia atrás para evitar el corte de dos espadas enemigas, un curioso sonido pasa zumbado demasiado cerca, decide saltar para alejarse del grupo, y al instante pasa otro zumbido demasiado cerca; se da cuenta que son dardos tranquilizantes. Echa un vistazo rápido hacia la camioneta más cercana. Los dardos están siendo disparados por dos robots. De no ser por las acrobacias que realiza, para ellos les sería más sencillo dar en el blanco; entonces comprende. Los robots contra los que combate son sólo una mera distracción. Éstos buscan cansarla y, con cualquier pequeño descuido, un dardo tranquilizante se clavará en su piel. Así que, en cuanto un robopie la ataca, la ninja suelta una katana, con la otra le corta un brazo, toma el brazo robótico, salta muy alto para evitar a más atacantes, y arroja el brazo chispeante, enseguida lanza también una daga, los lanza hacia los francotiradores; el brazo robótico casi choca contra el arma lanzadardos, pero la daga, que va rotando y da un peculiar giro, se incrusta en el tanque de gasolina de la camioneta…

¡KAABOOOOMMMM!

La ninja va cayendo de vuelta al piso, pero ya hay muchos robopies esperándola, y al estar a su alcance, ella, de un solo tajo, consigue cortar varios brazos, enseguida, pone un pie sobre la cabeza de un robot, se impulsa con fuerza hacia el frente, da varios giros mortales para alejarse de las camionetas que se incendian (los francotiradores fueron destruidos) y de los robots; en cuanto sus pies tocan el piso, echa a correr.

Deja rápidamente detrás de sí la enorme llamarada de la explosión y a los robopies. Le sorprende no sentirse cansada, (comienza a sospechar que está obteniendo algo de ayuda de la gema aun sin desearlo). Corre hacia el centro comercial. Aprovecha ese pequeño respiro para enfocándose en un peculiar ruido.

El sonido va aproximándose.

La ninja corre tan rápido como puede para atravesar el estacionamiento y buscar refugio en alguno de los locales de la extensa plaza comercial; pero apenas ha avanzado algunos metros, un helicóptero llega desde el este.

Pocos instantes después, el helicóptero está sobrevolando el estacionamiento, se detiene en el aire, no tan lejos de la fugitiva, y de su interior, saltan algunos robots, pero son completamente diferentes a los primeros que atacaron a la chica ninja; éstos se parecen a ciertas creaturas con alas.

La ninja no deja de correr.

Los locales del centro comercial todavía están lejos, pero antes de que la ninja pueda elegir entre alguno como posible refugio, un robogárgola cae frente a ella, pero ella se alista para contratar, sólo que un roboninja le cae encima al robogárgola; la ninja rodea ambos contendientes y continúa corriendo; al mirar hacia atrás, ve que todos los robogárgolas van tras ella, pero de inmediato, los robots del Pie comienzan a combatir contra los robogárgolas. La ninja vuelve la mirada hacia el frente, sólo para darse cuenta que, metros más adelante, va acercándose un vehículo, un jeep; ella se detiene.

El jeep prosigue su marcha, y de esté saltan dos creaturas con apariencia de perros, pero su tamaño es más grande de lo normal.

Corriendo en cuatro patas, las dos creaturas van aproximándose, lo que le ayuda a la chica a darse cuenta que una de las creaturas parece un chacal y la otra es una hiena; ambas muestran sus afilados colmillos.

- ¡Finalmente algo de acción! – habla el chacal estando a un par de metros de la ninja.

La ninja permanece inmóvil, ni siquiera asume alguna posición de defensa, ni siquiera cuando el chacal se le va encima.

- ¡Aarggg! –

En un parpadeo, un robogárgola intercepta al chacal en pleno salto.

- ¡Jajajaja! – la estridente risa de la hiena estalla justo cuando se abalanza contra el robot que ataca a su compañero.

La ninja no necesita voltear para saber que algunas robogárgolas están detrás de ella.

Los robogárgolas van por la ninja, pero pasan a los lados de ella porque tres caninos más ya van en camino para atacar, los interceptan para que ninguno pueda llegar a la ninja, pero los caninos tampoco van a permitir a los robogárgolas la atrapen.

A pesar de la fiera confrontación, la ninja parece distinguir que los otros caninos son un lobo, un zorro y un dingo.

El jeep se ha detenido, pero de un momento a otro el piloto, que es un humano normal, debe hacer retroceder al vehículo porque un robogárgola va en su busca.

La ninja observa cómo se enfrentan las bestias con pelaje contra las bestias de metal.

Pareciera que los robogárgolas tuvieran la ventaja, pero los caninos están dando pelea a pesar de su reducido número. Son los robopies que están a punto de dar por finalizada su participación en la contienda.

La ninja deja de enfocarse en la contienda y observa a su alrededor.

Del tramo de avenida que alcanza a ver, pasa un auto compacto rumbo a Nueva York. El auto aumenta la velocidad. Probablemente el conductor no desea enterarse de lo que está sucediendo en la plaza comercial. Muy sabio de su parte.

La ninja se queda observando cómo el auto se aleja, reprimiendo su deseo por que ese auto fuese en dirección contraria; aunque después, escucha el ruido de más motores. Voltea. Otros vehículos van acercándose al estacionamiento. En poco tiempo llegarán más roboninjas, más robogárgolas y más bestias.

De repente, la ninja voltea y levanta rápidamente la katana hacia alguien que pretendía sorprenderla.

- ¡Bruja, devuelve la gema que robaste! -

Rafael, con las sais en sus puños, está a escasos centímetros del extremo filoso de la katana.

- Yo no he robado nada. – la ninja habla con cautela - Simplemente estoy devolviendo el objeto a su verdadero dueño. –

- A mí no me consta que lo que dices sea verdad. -

Como lo sospechaba. Cualquier cosa que ella diga, no va a creerle.

Rafael prosigue con el reclamo.

- El que sigas siendo una ladrona no me encanija tanto. Lo que verdaderamente me encanija, es que hayas vuelto a engañar a mi hermano. – la ninja baja la katana – No tienes idea de lo que él ha sufrido por ti, y justo cuando él había superado lo peor, te apareces de nuevo y le vuelves a hacer la misma jugarreta. – Rafael se prepara para atacar - ¡Ajustaré cuentas contigo aquí mismo! ¡Kya! - arremete contra la ninja.

Ella simplemente se aparta, y Rafael choca contra el lobo que iba a atacarla por la espalda.

- ¡Ah! –

De inmediato se escucha un grito de apoyo desde el cielo.

- ¡Rafa, resiste! – es Miguel Ángel que grita desde el auto estelar que conduce Kala.

Pocos segundos después se oye otra voz.

- ¡No puedo creerlo! – exclama Lexington - ¡Es la manada! -

La ninja mira hacia arriba. Hay dos autos voladores, además de una lejana sombra. De uno de los autos, una gárgola pretende saltar, pero el conductor lo detiene.

Rafael combate contra un lobo, pero logró escuchar el comentario de Lexington.

- ¿La Manada? – dice Rafael sorprendido mientras pelea con el lobo; logra contener una garra con sus sais.

- ¡Sí! – le responde el lobo mientras ejerce presión sobre las armas de la tortuga - ¡La Manada nueva y mejorada! -

Rafael mira rápidamente hacia los otros individuos que tiene apariencia de caninos, y efectivamente, logra reconocer a los integrantes de La Manada convertidos en mutantes, es más, convertidos en los animales que se suponía eran sus sobrenombres. Entonces, Rafael salta hacia atrás para alejarse del mutante sin poder evitar pensar que ha sido Bishop quien los ha mutado gracias a que él posee sangre de sus hermanos y de él.

Los autos voladores descienden al suelo, de éstos bajan Miguel Ángel y Lexington; los autos vuelven a elevarse.

Miguel Ángel y Lexington se apresuran a atrapar a la ninja, pero de repente, se dan cuenta que vienen acercándose rápidamente, de un lado, varios ninjas del Pie, y por el otro, varias gárgolas de metal. Ambos chicos se detienen en seco.

- ¿Ahora qué hacemos? – pregunta Miguel Ángel muy angustiado.

En ese momento, Dash conduce hacia las gárgolas de metal y Kala hacia los ninja.

- ¡Kala, a discreción! – es la orden de Dash.

De la parte frontal de cada auto emergen dos pequeñas metralletas, con las cuales comienzan a dispararles rayos láser a los robots.

Miguel Ángel y Lexington, tras mirarse, prosiguen su marcha porque sus amigos van a ocuparse de los estorbos, pero dos gárgolas metálicas les caen encima.

- ¡Ah! –

- Estas cosas – dice Lexington con esfuerzo y tratando de evitar que no le arranque la cabeza – jamás habían sido tan agiles. –

- ¡Es gracias a las mejoras de mi hermano Doni! – responde Miguel Ángel con emoción y orgullo.

Justo en ese momento, llega El Acorazado conducido por Donatelo; dos ganchos son disparados incrustándose en los robots que someten a Miguel Ángel y Lexington, y de un tirón, se los quita de encima.

- ¡Yiijaiii! – Zak, que acompaña a Donatelo, vitorea por la excelente puntería de la tortuga.

Miguel Ángel logra medio incorporarse y agita su mano derecha hacia el Acorazado a modo de darle las gracias a su hermano.

Zak toma asiento, y emerge por sobre el techo del Acorazado, asido a una enorme metralleta.

- Alguien que pueda informarme sobre la situación. – Donatelo activa el intercomunicador que lleva en el oído mientras rodea el área y Zak comienza a disparar a todos los enemigos.

- Complicada. – responde Dash.

- ¡Muy complicada! – confirma Miguel Ángel que está peleando contra un roboninja; se libra de su contrincante, pero debe enfrentarse a más.

- Por lo que veo, – dice Kala – son tres facciones que están en busca de mismo objetivo que nosotros. -

- Robopies, – informa Miguel Ángel entre su pelea – roboLexis y la Manada mutante. -

- No se parecen a mí. – protesta Lexington – Se parecen más a Goliath. –

- Pero me entendieron. -

- No me sorprende que todos coincidiéramos en el mismo lugar. – dice Donatelo – La gema, fuera del contenedor, parece un faro en medio de una borrasca. -

- Lo que me sorprende a mí – dice Dash – es que la facción de la… Manada; es muy reducida. –

- La Manada será un grupo reducido, – dice Donatelo - pero no podemos confiarnos. –

- Es una lucha de todos contra todos. – dice Dash - Los unos a los otros se 'ponen el pie' para evitar a toda costa que cualquiera logre llegar hasta el objetivo. –

- Y nuestro objetivo, - dice Donatelo mirando el radar – está en medio de la batalla campal... ¡Ja! – arrolla un roboninja - ¿Alguien tiene algún plan? -

El silencio es quien responde a la apremiante pregunta.


Me encantó ese epi porque hay peleas por todas partes, pero también me frustró mucho por pensar en cómo escribirlo.

Gracias por leer.

^.^