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LAS TORTUGAS NINJA 2003

y

GÁRGOLAS, HÉROES GÓTICOS

no me pertenecen.

) ) ¡ ( (

GUERREROS DE LA NOCHE

Sin ningún tipo de construcción, por varias hectáreas, sólo unos cuantos arboles esparcidos aquí y allá, en el extenso terreno no hay obstáculos que impidan apreciar el majestuoso cielo oscuro y a la delicada Luna llena.

Esto, aunado a la inigualable sensación que se produce al conducir por una desolada carretera, pero a sabiendas de que pronto se estará con un ser querido… hay alguien que olvida por completo que su vida está en riesgo.

La ninja conduce la motocicleta mirando hacia la hermosa vista que le regala la noche, una vista que es sólo para ella. Entonces, vuelve la cabeza hacia otro lado, y puede apreciar, no muy lejos, los altos rascacielos que, con sus luces artificiales, quisieran competir con el brillo del astro natural.

La carretera sobre la que conduce, la está llevando hacia la ciudad.

Parpadea, confundida.

Está conduciendo de vuelta hacia la ciudad.

En cuanto tomó el volante de la motocicleta, pensó en seguir su plan: irse de la ciudad. Pero, apenas ha conducido por algunos minutos, y está yendo hacia la ciudad.

¿Estaba tan absorta contemplando la belleza de la noche, que no se dio cuenta hacia dónde iba?

¿O ha sido la voluntad de la gema?

¿Así de sutil es su poder?

Vira el volante para cambiar su rumbo.

Deja la avenida para conducir sobre el extenso terreno.

Es un atajo para regresar a la avenida que la llevará afueras de la ciudad.

Destruido el medio de transporte de las tortugas, y sin edificios altos a los que las gárgolas pudiesen subir para emprender el vuelo, ha ganado algo de tiempo, pero no puede confiarse. Sus perseguidores no demoraran en reagruparse y prepararse para el siguiente asalto.

Son muchos quienes desean obtener la gema.

Ella está sola contra muchos enemigos.

De nueva cuenta, la horrible sensación de la soledad embarga su alma.

Por eso iba de vuelta a la ciudad. La gema la guiaba para pedir ayuda al único ser sobre la Tierra en quien confía.

Pero no debe. No quiere acarrearle más problemas de los que ya tiene.

Suspira profundamente, tratando de mantenerse alerta.

Pudo burlar a todos sus enemigos pero, para la siguiente afrenta, regresaran armados hasta los dientes…

Justamente, cuando la ninja está pensando en estar alerta… ¡tras un pequeño brinco, rápidamente se para sobre el asiento de la motocicleta, y salta hacia arriba, muy alto!

Desde lo alto, escudriña los alrededores, pero no divisa nada; sólo ve la moto que se ha estrellado contra un árbol; al ir descendiendo, algo pasa demasiado cerca de ella, entonces, decide girar sobre su propio eje para evitar, lo mejor posible, ser un blanco fácil; y mientras cae y continúa girando, de nueva cuenta, algo pasa demasiado cerca y, tras el último giro, antes de caer sobre el suelo, una red la atrapa y aprisiona sus brazos; trabajosamente, cuando sus pies tocan el suelo, consigue mantener el equilibro y no se desploma.

De inmediato se yergue para ver quién o quiénes han sido sus captores.

Por un lado se aproxima Lobo que lleva un tipo de bazuca.

- Bien dicen que, quien ríe al último, ríe mejor. – tuerce una sonrisa de satisfacción.

Por el otro costado, llegan Hiena y Chacal, también cargando una bazuca cada uno.

- ¡Sí! – dice Hiena y ríe a carcajadas - ¡Jajajajaja! –

Dingo llega desde sus espaldas trayendo el arma consigo.

Aparentemente, la Manada había emprendido la retirada. En realidad, esperaron a que ella prosiguiera la huida. La siguieron desde diferentes direcciones, y no se percató.

A la ninja le sorprende lo bien que usaron sus habilidades de bestia que ahora poseen, como el sigilo de cazador, por eso no los escuchó, y el pelaje que le sirvió de camuflaje, por eso no los vio.

Dingo se aproxima a la cautiva, con precaución.

- Muy buen trabajo, Manada, pero esta chica no es ordinaria. – arroja la bazuca, y de su bolsillo, saca un tipo de atomizador pequeño – Hay que ponerla a dormir antes de que intente alguno de sus trucos. –

Es precisamente lo que la ninja pretende. En cuanto su captor intente rociarle en la cara el tranquilizante…

¡Aaarrgggg!

Un gruñido se escucha de repente, y Dingo es derribado por Lexington.

Lobo, Chacal y Hiena se sorprenden por el repentino ataque de la gárgola, e inmediatamente voltean hacia todos lados en espera de más atacantes.

¡Aaarrgggg!

Ahora es Hiena quien es derribada.

- ¡Jajajaja! – Hiena ríe – Buena maniobra para sorprenderme, Zorra. –

La ninja deduce que la Manada no fue la única en utilizar tácticas de asecho. Zorra y Lexington se quedaron atrás, a la espera de la siguiente oportunidad en caso de que los otros no lograran su cometido. Por eso no los vio con Goliath y los demás.

Chacal y Lobo dejan que sus compañeros se encarguen de los intrusos, ellos se dan prisa por capturar a la chica.

La ninja comienza a retroceder apresuradamente.

Zorra y Lexington dejan a sus oponentes para atacar a los otros dos.

La ninja sabe que dos oponentes contra cuatro llevan las de perder, pero Lexington y Zorra harán lo posible para ganar tiempo. Al mirar hacia la avenida, escucha, a lo lejos, el inconfundible motor de un auto volador.

Kala conduce su auto estelar. Dash y Zak se han quedado a intentar reparar el auto dañado, prometiendo alcanzar a sus amigos en cuanto sea posible.

El auto de Kala lleva a Goliath, Brooklyn, Lexington, Broadway, Miguel Ángel, Donatelo y a Rafael. Debido al peso excesivo, el auto no avanza tan rápido como todos esperarían.

- ¡Yo puedo correr más rápido que está chatarra! – Rafael se queja por lo lento del avance; él va sentado en el asiento del copiloto, junto a sus hermanos Donatelo y Miguel Ángel.

Las gárgolas van en el asiento de atrás.

- Rafael, - Goliath le habla con su característica serenidad – debemos ahorrar fuerzas para el siguiente combate. –

- Pero esto es ridículamente demasiado.

- Afortunadamente, - dice Kala – el objetivo ha sido interceptado. –

Todos voltean a mirar.

Lexington y la nueva aliada están teniendo dificultades para contener a los cuatro integrantes de la Manada. No muy lejos de ellos, el objetivo prosigue su huida.

- ¡Se nos va, otra vez! – apremia Rafael.

- De acuerdo. – habla Kala decididamente - ¡Agárrense de donde puedan! –

Todos los ocupantes hacen caso, aunque Miguel Ángel prefiere abrazar a Donatelo.

- ¿Qué piensas hacer? – sin tiempo ni ánimos para cuestionarle a su hermano sobre sus ocurrencias, Donatelo le pregunta a Kala.

- Usar la velocidad turbo. - Kala oprime un enorme botón rojo.

- El turb… ¡Aahhh! -

El auto incrementa su velocidad en un santiamén.

- ¡Aaaahh- todos son presa de la potencia del vehículo.

- ¡Por el peso, el motor se sobrecalentará y explotará! - explica Kala

- ¡¿Explotaremos?! – pregunta Miguel Ángel evidentemente asustado.

- ¡En cuanto escuchen un extraño ruido, deben saltar! – les indica Kala, que procura conducir exactamente hacia donde deben ir.

- ¡¿Saltar?! – Miguel Ángel se asegura que escuchó bien todas las indicaciones de la neutrina.

La ninja corre hacia donde vio que se estrelló la motocicleta, pensando en ésta como su único medio de escape, sin deseos de mirar hacia atrás, donde Zorra combate contra sus propios compañeros.

Zorra a noqueado a Lobo, ahora forcejea con Dingo y lo derriba, pero Dingo consigue poner su pie sobre el estómago de Zorra, y le da un fuerte empujón para apartarla de él, y da un pequeño salto para alejarse de la agresiva Zorra, pero Zorra le cae encima, Dingo se voltea para encararla, y con algo que agarró con su mano tras haberse lanzado, le rocía un líquido en la cara. Zorra suelta a Dingo y él enseguida de levanta. Zorra comienza a sentirse mareada, pero logra ponerse de pie. Con vista borrosa, logra ver que Dingo corre tras la chica, y que Lexington forcejea, en el suelo, con Chacal, mientras estrangula, con su cola, a Hiena. Zorra ya no logra ver que Lobo se pone de pie al recuperarse del golpe tremendo que ella le propinó en la quijada, ni cómo va aproximándose velozmente uno de los autos voladores.

La ninja consigue cortar la red con ayuda de una pequeña daga, se despoja de la red, guarda la daga en su espalda, y forza a sus piernas a correr más rápido. Mientras corre, aparentemente sin esfuerzo alguno, en su mente persiste una nueva idea: usar el poder para transportarse inmediatamente al distante lugar donde el clan, que le encomendó una valiosa misión, le está esperando. Así de fácil terminaría con sus preocupaciones, pero sobre todo, terminarían los problemas que ha ocasionado.

Sacude la cabeza.

Debió haber dicho la verdad. Las tortugas y su maestro tienen buen corazón. Le hubieran creído, le hubieran ayudado, le hubiesen ayudado…

Vuelve a sacudir la cabeza.

El torbellino de sus emociones quiere emerger para envolverla y asfixiarla, y obligarla a sentir que la única alternativa que tiene, es usar la gema.

No debe pensar en lo que hubiera hecho. Debe concentrarse en el ahora.

Ahora es cuando alguien se interpone en su camino.

Un cuadrúpedo aparece de un salto frente a la ninja; cae agazapado al suelo, pero se yergue de manera intimidatoria.

Lobo hurga en su bolsillo.

- Dulce sueños, mocosa. –

Cuando está por extraer el pequeño atomizador, un estruendo emerge repentinamente, y al voltear Lobo, le caen encima Brooklyn y Broadway.

- ¡Aah! –

También saltan del auto volador Goliath, Rafael y Donatelo.

Kala permanece en el auto para guiarlo a un lugar donde no provoque daños al estallar, aunque le es difícil controlar el vehículo, pero no está sola.

- ¡Miguel, debes saltar! –

- ¡Yo salto si tú saltas! –

- ¡No voy a saltar! –

Entonces, Miguel Ángel le planta un sutil y efímero beso a la neutrina en sus labios, y al tiempo que ella se sonroja, él le ayuda a sujetar el volante del auto.

Lexington se ha reunido con sus colegas, y entre todos ellos, están consiguiendo hacer retroceder a la Manada.

Tras asegurarse que el auto estelar aparcó, después de derrapar y dar un par de giros, pero no estalló, Donatelo y Rafael se encamina hacia la ninja.

- No tienes a donde huir. – sentencia Rafael preparándose a arrojarle una granada de humo para desorientarla y atraparla en ese momento.

Ella ya ha tomado una decisión. Dejará de dar rodeos: aceptará el poder de la gema y lo usará, sin tener miedo sobre las consecuencias que esto pudiera acarrearle. Así llegará, en un parpadeo, al distante lugar donde debe entregar la gema, dando fin a…

De repente desecha la idea, porque percibe una presencia familiar que viene acercándose.

En un instante, una ráfaga de luz color azul, cae sobre la ninja.

Los combatientes paran en seco porque ni siquiera hay nubes en el cielo como para que haya caído un rayo.

El resplandor desaparece pronto, es cuando logran ver que hay alguien con la ninja. Alguien está con la ninja dejándola a ella a sus espaldas, quedando entre ella y sus perseguidores, protegiéndola.

Fue tan brutal la aparición de ese alguien, que nadie pronuncia su nombre porque no están seguros que sea real.

También la chica está sorprendida, pero tenerle tan cerca, sabe que es real.

- Leo… -

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Gracias por leer.

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