TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING
Hola de nuevo, os traigo un nuevo capítulo digamos de transición puesto que el equipo se encuentra preparando su viaje nuevamente hacia la zona sur.
BUENA LECTURA.
Frente a ti: Recuérdame
1° TEMPORADA
Capítulo Siete
"Volver al pasado III: El presente"
¿Cómo aceptar tal realidad? Sinceramente el pelirrojo se negaba a aceptar lo dicho por su mejor amigo y mucho menos a dejarlo por perdido, prometiéndose llegar hasta el final del asunto y buscar la verdad de aquel día; el día que supuestamente asesinaron a Hermione Potter. A pesar de la insistencia casi angustiosa del moreno prefirió hacer oídos sordos y continuar con el plan de intervenir en la zona sur, y para suerte suya, su hija había aceptado la orden sin chistar ni hacer comentarios, ella tampoco podía conformarse con las palabras de Harry.
Sólo hasta ayer por la tarde el ojiverde logro estabilizarse y dormir un poco para luego ser sometido a exámenes de rutina, querían asegurarse de su estado y comprobaron que todo estaba bien, no importaba el hechizo desmemorizador y lo mucho que permaneció en coma, ya los recuerdos habían regresado, y salvo por pequeñas lagunas de tipo cronológico, podía decirse que Harry Potter estaba sano. Al menos lo suficientemente lúcido para reñirle el asunto de Rafael y exigirle la incorporación al cuartel general de aurores.
-Debiste advertirme – Susurró el ojiverde con el ceño fruncido. Él permanecía de pie junto a la cama, ya todos se habían marchado pero su amigo le exigió quedarse – Tuviste dos malditos años para decirnos la verdad.
-Quise arreglarlo por mi cuenta
-Sí, lo hiciste muy bien – Masculló con rabia – Ahora está muerta…
-No es seguro…
-Lo vi – Aseguro mirándole fijamente – Vi apuntándole con una varita y lanzándole una maldición imperdonable, le vi caer muerta.
-Hubiésemos encontrado su cuerpo – Aclaró él intentando no imaginar nada. No por ahora – Han pasado dos meses y no tenemos pistas.
-Por algo será.
-No voy a discutir los procedimiento del cuartel – Negó – Será mejor que descanses.
-Discutirás los procedimientos, Ron – Acusó el hombre deteniendo las intenciones de marcharse del lugar – Porque regresaré al cuartel general.
-¿De qué hablas? – Preguntó alzando las cejas – Lo estás considerando
-Sí, voy a regresar.
Y para buscar venganza.
-Todo listo – Dijeron ingresando a la oficina del pelirrojo. Melissa avanzó hacia el escritorio para sentarse – Nos queda hora y media, pronto viajaremos.
-De acuerdo – Susurró el aludido – Has instruido al grupo de Rose.
-Sí – Asintió la mujer esbozando una sonrisa – Me ayudo Joshua.
-Están el hospital, cierto
-Es probable – Dijo en apenas un susurro – Sigues pensando en ello.
-Así es.
-Está viva – Aseguro la mujer incorporándose de la silla para luego dirigirse detrás del escritorio, junto a Ron – He revisado los testimonios una y otra vez, varios la identificaron con el grupo de niños.
-Está muy seguro – Dijo observando a la mujer sentarse ligeramente sobre el escritorio – Convencido sobre lo ocurrido.
-Sólo identificaron un cuerpo junto a Harry – Dijo la morena mujer – Y se trataba de una estudiante.
-Entonces…
-Escucha – Interrumpió Melissa – Encontraremos a Hermione, te lo prometo.
-Gracias.
-Has pensando en la proposición de Harry
-¿Sobre regresar? – Inquirió a lo que Melissa asintió. Suspiro – No hay mucho que pensar, negaré la solicitud.
-No deberías – Opino la mujer pensativa – Después de todo, éste asunto se volvió personal hace bastante tiempo, negarlo sólo agravara el asunto.
-Sería un problema – Suspiró el pelirrojo – Con dos Potter enfurecidos conmigo, sin mencionar a Rose, sólo sería un lío.
-Debes rodearte de personas de confianza, lo sabes
-Tengo suficiente.
-Vuelve a pensarlo – Insistió Melissa colocando una mano sobre el hombro del hombre – Te veré abajo.
-Gracias de nuevo.
-De nada – Sonrió saliendo de la oficina.
Observo la puerta cerrarse para luego quedarse solo en la oficina reconsiderando las palabras de Melissa y sobre la decisión de excluir al ojiverde del ministerio, después de todo, si él regresaba sería en plan de buscar venganza y conociéndole como llevaba haciéndolo hace años, sabía de las consecuencias y de la presión que ejercería Rafael hacia ellos. No quería colocar a todas las personas que quería en un mismo lugar, ya suficiente tenía con Rose, James y Joshua para ahora sumar al ojiverde.
Sintió la ansiedad apoderarse de él y mirar el reloj de pared con detenimiento; sólo restaba un hora y unos pocos minutos para regresar a ese lugar y enfrentarse al pasado, aquel que chocaba con el presente para recordarle todo el dolor que sintió hace años: el hermano de Henry había jugado como el mejor estratega, golpeándole a él por medio de Luna y luego sembrando el temor en todos por la afirmación del moreno, instaurando la incertidumbre sobre la sobrevivencia de la castaña.
-¿Estás ocupado? – Preguntaron desde la puerta. El pelirrojo salió de sus pensamientos para encontrarse con Joshua – Puedo regresar más tarde.
-Más tarde será imposible – Sonrió él observando de nuevo el reloj - ¿Cómo estás?
-Bien – Dijo sonriendo mientras ingresaba a la oficina pero manteniéndose cerca de la puerta – Vi a Melissa…
-Sí, platicábamos de los últimos detalles – Dijo incorporándose de la silla para luego mirar al chico. Frunció el ceño - ¿Qué sucede? ¿Por qué sigues parado allí?
-Eh… bueno, sólo vine a dejar a una persona – Confesó sin perder su sonrisa – No pude negarme y tuve que traerla, lo siento.
-¿De qué hablas? – Inquirió
-Mi madre… - Soltó haciendo una señal hacia la puerta – Quiere verte.
-Ya veo – Susurró Ronald revolviéndose el cabello – De acuerdo, hazle pasar.
-Bien.
Eres mi punto débil, Luna. Admitió hace poco cuando la rubia había recuperado la consciencia y le pedía una explicación ante la verdadera razón por la cual Rafael habría atacado el hospital – y aunque todo el mundo pensará sobre Harry – sólo pudo mencionar su nombre, porque su amiga había sido la razón y sólo para causar temor en él, consiguiéndolo por supuesto, porque quiso alejarla lo antes posible. Lo intento por varios minutos pero la rubia simplemente alegó por quedarse junto a él, no pudo rebatirle porque en el fondo la necesitaba como el aire.
-Os dejo solos – Soltó Joshua saliendo de la oficina. Ambos adultos se miraron
-No quiero molestar.
-No lo haces – Respondió Ron sin apartar la mirada de su amiga – Ya todo está listo, pronto partiremos.
-Rose y James se despiden de Harry – Informó Luna con preocupación – Insiste en salir del hospital pero sabemos contenerle, es difícil.
-Es normal – Suspiró él bajando la mirada – Si fuese el esposo de Hermione también iría tras el asesino.
-Lo han confirmado… - Inquirió sorprendida.
-No – Negó esbozando una ligera sonrisa – Hemos revisado toda la documentación y no hay indicios que estuviese muerta. Es posible que este siendo víctima de una treta de Rafael.
-Entiendo…
-Igual que yo – Confesó haciendo caso omiso a las palabras de su amiga – Cuando pensé que estabas muerta… todo se derrumbaba.
-Estoy viva. – Aseguro la mujer – Estaré bien.
-No puedo convencerte de irte – Admitió acercándose hacia la mujer para luego sujetarle por los hombros – Solo te pido que te cuides, regresaremos pronto.
-Cuídate… - Susurró Luna acariciando el rostro de su amigo. Observando el azul intenso de sus ojos, pretendiendo capturar ese brillo que pujaba por regresar pero decaía en pocos segundos – Buena suerte – Dijo besando la mejilla del hombre.
-Gracias.
Dejo de sentir el tacto de su amiga porque ya emprendía rumbo hacia la puerta de la oficina, su instinto luchaba contra la voluntad porque el primero le empujaba a sujetarle por la muñeca y besarle en los labios pero el segundo sentimiento lo reprimía y le instaba a mantenerse alejado. Aquel sentimiento florecía pero también le hacía temer por las consecuencias, la imagen de ella debatiéndose entre la vida y la muerte seguía dándole vueltas, prefería mil veces callar el sentimiento a perderla para siempre.
-Siento el lío del pensadero – Vocifero observando a la mujer girarse, trago saliva - No quería mentirle.
-Descuida, yo también lo habría hecho – Admitió sonriendo – Se sorprendió ver a Joshua.
-No es un niño – Acusó encogiéndose de hombros. Su amigo lanzó un suspiro mientras negaba - ¿Qué ocurre?
-Nada – Negó sin quitar su sonrisa – Cuídalo.
-Así lo haré.
Sin decir más, la rubia salió de la oficina dejando nuevamente solo al pelirrojo con la extraña sensación de estar haciendo lo incorrecto, y no por lo que sentía, sino por haber dejado escapar una oportunidad. Apretó los puños con fuerza intentando alejar esos sentimientos pero de solo pensar que sólo tenía una oportunidad, ya que la operación en la zona sur le ofrecía más incertidumbre que certezas, le hizo avanzar a grandes zancadas hacia la puerta y abrirla de golpe teniendo la esperanza de darle alcance a la mujer.
Apenas si alcanzó a cruzar el umbral de la puerta porque Melissa le empujó hacia interior, confundido le vio cerrar la puerta y devolverle mirada con molestia.
-Ya reprendí a Joshua y ahora vengo por ti – Susurró la mujer sin quitar su ceño fruncido – No puedes confiar en nadie ni exponerte de esa manera.
-¿De qué hablas? – Pregunta intrigado y molesto a la vez – Insinúas que Joshua o Luna…
-No para nada – Negó lanzando un suspiro – Habló del resto. Sabes perfectamente que estás vigilado por todos, y Rafael aprovechará cualquier distracción para atacar. Si vas ahora y confiesas lo sientes o la besas, expondrás aún más a Luna.
-¿Cómo sabías?
-No hay que ser muy inteligente para darse cuenta – Resolvió la mujer esbozando una sonrisa - Si quieres armar una escena, hazlo fuera.
-Sí, tienes razón – Dijo Ronald restregándose el rostro para buscar la cordura perdida de hace algunos minutos – No sé qué sucedió.
-Es normal – Dijo – Estás enamorado.
-No lo sé – Musito paseándose por la oficina
-Ya tendrás tiempo para pensarlo – Acusó abriendo la puerta – Te veo abajo.
-Gracias de nuevo.
La mujer hizo un gesto para quitarle importancia y salió de la oficina.
Faltaba menos de una hora
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-¿Qué pretendes? – Decía la mujer cruzada de brazos mientras observaba al hombre recoger sus cosas – No saldrás de ésta habitación y mucho menos para enfrentarte a él.
-No voy a quedarme de brazos cruzados – Susurró el aludido sin mirar a la chica – Debe pagar por todo lo que hizo.
-No eres parte del ministerio y mi padre no permitirá la incorporación – Insistió Rose ofuscada por la obstinación del hombre, ya podía comprender a su madre por el temperamento del ojiverde – Yo también quiero encontrarla pero jamás cometería una imprudencia como ésta.
-Es el asesino de Hermione.
-Eso piensas – Rebatió la mujer frunciendo el ceño – Ya has perdido la esperanza de encontrarla con vida. No me importan tus recuerdos, sé que está viva – Acusó Rose
-Es el recuerdo que tengo, punto – Masculló Harry ligeramente herido por las palabras de la muchacha – Si vais a la zona sur entonces iré con ustedes.
-No puedes regresar. – Se negó
-Ya tomé la decisión – Suspiro calzándose la túnica dispuesto a salir del hospital – No hay vuelta atrás.
-Papá… - Dijo en apenas un susurro mientras sujetaba al moreno por el brazo – Si te sucediese algo, James…
-Nunca… - Balbuceo Harry sosteniéndole la mirada a la chica – Nunca me habías llamado así.
-Te molesta… -
-No… - Sonrió él relajando la postura que llevaba. – Si te escuchará hablar así, estaría muerto. – Bromeo refiriéndose al pelirrojo, recordando la discusión que sostuvieron Hermione y Ron – Hace algunos años discutieron por ello.
-Lo sé – Suspiro la mujer – Cada quien ocupa un lugar en mi corazón y sé que mamá estaría triste si algo llegase a pasarte. Recién has logrado recuperar la memoria y de seguro Rafael usará alguna treta, y todos estamos expuestos: Mi padre, James, Joshua e incluso yo.
El ojiverde desvió la mirada hacia el suelo de la habitación para procesar las palabras de la chica, le conmovía saberse acreedor de un título que pertenecía a Ronald y más al estar a punto de ingresar a ese lugar tan peligroso. Su recuperación era reciente y de seguro apenas podría sostener un duelo de más de cinco minutos, sin embargo le movía un profundo sentimiento de venganza hacia el hombre que había asesinado a su esposa – porque todavía persistía en sus recuerdos – y aunque lo negará mil veces, el corazón le decía que ese recuerdo era verdad y no una ilusión.
Regresa la mirada hacia la mujer y ve reflejada la determinación de su madre, ya poco importaba su opinión, él no saldría de la habitación para ir a luchar sino para seguir con la recuperación. Se sintió impotente mientras la emoción le embargaba y la imagen de su esposa fallecer aparecía nuevamente, retrocedió unos pasos para sentarse sobre la cama y limpiar las lágrimas que amenazaban con caer, y para sorpresa suya, Rose le abrazó con fuerza.
-Se encuentra viva – Aseguró en susurros – Estoy segura de ello.
-Rose…
-Si la situación fuese al revés – Interrumpió deshaciendo levemente el abrazo – Desharía ese recuerdo y seguiría buscándote.
El moreno asintió sin emitir sonido alguno.
-¿Quieres dejarlo? – Dijeron de la puerta haciendo que Rose y Harry se alejaran. Observaron a Mike y James discutir – Le has convencido – Acusó Mike intentando sonreír pero el mosqueo que traía consigo ofusco tal acción.
-Me quedaré – Soltó Harry intercambiando una mirada con su sobrina – Por el momento.
-Excelente – Silbó el medimago cruzándose de brazos – Te colocaré en otra habitación. Rose puedes acompañarme – Pidió el chico recibiendo una mirada gélida de James.
-Claro – Asintió la auror intrigada por el enojo de su novio. A su lado, Harry se encogió de hombros – Regreso enseguida…
Ambos amigos abandonaron la habitación.
-¿Qué sucede? – Preguntó el ojiverde observando el semblante de su hijo.
-No es nada.
-Ya recuperé la memoria, no puedes engañarme – Dijo Harry alzando las cejas. Conocía a su hijo mayor y sin duda aquel semblante y pose daba indicios de otros sentimientos – James…
-Nada…
-Se relaciona con la discusión con Mike.
-No papá – Mascullo el auror desviando la mirada
-Se trata de Rose… - Comentó incorporándose de la cama para luego recoger el pensadero de Ronald. Su hijo le miraba detenidamente – Rose y Mike.
-¿Qué te dijo? – Soltó el chico provocando la sonrisa del ojiverde. Suspiró – De acuerdo, sí.
-Te escucho…
-No, ya llegamos tarde – Se negó el aludido observando el reloj de pared. Su padre le devolvió la mirada – No es importante.
-Sí lo es – Suspiró asintiendo – Sólo mírate – Señaló – Cualquiera diría que estás celoso.
-Claro que no.
-Entonces…
-No lo sé – Dijo finalmente para sentarse y posar la mirada sobre el suelo – Siento que está preocupada por algo pero no dice nada, cuando llegamos al hospital o Mike nos visita, platican solos y siempre parecen estar preocupados.
-Un segundo… - Interrumpió el ojiverde alzando las cejas – Insinúas que podrían estar…
-No lo sé – Negó el aludido incorporándose de la silla – Siento que algo anda mal.
-Vamos James – Harry se incorporó de la cama y sujeto a su hijo por el brazo – Hablamos de Rose; la mujer que te ama. Y Mike… es el novio de tu hermana, sois amigos.
-Acabo de hablar con él – Mascullo afligido – Le pregunte directamente y sólo respondió con evasivas.
-Escúchame – Habló el moreno buscando la mirada de su hijo – Lo peor que puedes hacer, es desconfiar de ella y Mike. Ronald lo hacía a diario…
-Tenía razón…. – Soltó el auror llevándose una mirada de su padre – Vale, lo siento – Se disculpó apenado – Quiero decir que…
-Olvídalo – Suspiró esbozando una pequeña sonrisa – Seguid mi consejo, confía.
-Y si…
-Si algún día se enamora de otro hombre – Dijo Harry alzando las cejas – Te lo dirá frente a ti.
-¿Cómo lo sabes? – Inquirió temeroso.
-Porque Hermione lo haría.
Una cuota de tranquilidad atravesó el corazón de James para luego asentir y quedar en silencio; después de la discusión con su amigo – quien había eludido sus preguntas – tenía los pensamientos a mil e imaginando cientos de situaciones, y es que la actitud de su novia y amigo le preocupaba, siempre platicando entre susurros y con una expresión de preocupación poco habitual en ambos. Había aguantado estoicamente hasta esa mañana, encontrando un pergamino del chico pidiéndole a su novia visitarle en el hospital para algo importante.
-Se nos hace tarde – Dijeron tras los hombres. – Debemos irnos.
-De acuerdo – Suspiró el chico enviándole una mirada a su padre – Te veré luego.
-Aquí estaré – Sonrió Harry para luego despedirse de la chica con un gesto – Cuídense, por favor.
-Lo haremos – Aseguro la castaña.
Ambos se despidieron de Mike – James menos afectuoso – para luego salir del lugar en completo silencio. El medimago se revolvió el cabello con inseguridad mientras se quedaba viendo la puerta por donde habían desaparecido sus amigos, después de todo, la pregunta – directa del auror – le había dejado con un mal sabor en la boca y la testarudez de la mujer sin duda le hacía perder la paciencia.
Conocía el temperamento del auror y más cuando se trataba de reclamar el amor de la mujer que amaba pero las conjeturas de él y afanosa necesidad de conocer la verdad le colocaron entre la espada y la pared. Sólo por un instante tuvo tentado a decirle la verdad pero se arrepintió en el último momento, después de todo, no podía transgredir un secreto profesional y más cuando se trataba de su mejor amiga.
-Según recordaba… - Habló Harry interrumpiendo los pensamientos del castaño. – Estabas enamorado de mi hija…. no, de mi sobrina.
-Perdón… - Susurró Mike girándose hacia el moreno quien alzaba las cejas – De qué hablas…
-James piensa…
-No es verdad – Negó frunciendo el ceño – Sólo estoy ayudándole, soy su médico.
-Su médico… - Inquirió frunciendo el ceño con preocupación. Mike trago saliva - ¿Qué sucede con Rose?
-Secreto profesional – Juro él sintiendo la mirada de Harry. Había hablado demás pero no confesaría nada.
-Es grave…
-No, para nada – Dijo esbozando una sonrisa – Se encuentra perfectamente.
-Mike…
-Si digo algo, saldrás corriendo de aquí – Acusó alzando las cejas – Te aseguro que está bien, tranquilo. Y por James… - Suspiró moviendo la cabeza – Se le pasará.
-Entonces no estás… - Insinúo el moreno
-¿Engañando a Natalie? – Preguntó ladeando la cabeza. Harry asintió – Amo a su hija, Harry. – Confesó sin dejar de sonreír.
El pelinegro relajó los hombros admitiendo como sincera la confesión del medimago y menos preocupado por las conjeturas de su hijo pero inquieto por la condición de Rose, después de todo, el castaño había admitido que algo ocurría y se trataba de un secreto profesional. Solo esperaba que no se tratase de algo grave y tuviese pronta solución.
Si digo algo, saldrás corriendo de aquí. Recordó las palabras del chico y volvió a fruncir el ceño mientras recogía las últimas pertenencias y le seguía por los pasillos del hospital. Si admitía algo así entonces la situación era grave, porque él saldría corriendo de ese lugar, acaso sería grave y por tanto no debería estar de camino hacia la zona sur, estaría relacionado con su magia o sólo estaba tomando las palabras del chico demasiado enserio.
-Veo que convencieron a Harry – Soltó Luna apareciendo por el pasillo. El moreno sonrió – Me alegra verte de pie.
-Gracias Luna – Dijo el aludido abrazando a su amiga. No había tenido la oportunidad de verle y mucho menos consciente – Es bueno verte de nuevo.
-Yo también – Asintió la mujer reiniciando la caminata – No estaba en mis planes verte inconsciente.
-No es el mejor reencuentro – Admitió sonriendo – Te ha llamado de emergencia.
-Ya pensaba regresar – Admitió pensativa – Después de la operación de Joshua, regresaríamos. No salió del todo bien y el ataque al castillo apresuró las cosas.
-Comprendo – El moreno recordaba la amistad de Luna y Ron. Después del fallecimiento de la pelirroja, el contacto entre ellos se hizo escaso – ¿Cómo les recibió? – Indago con curiosidad. Luna lanzó un suspiro – Ya veo…
-Al principio tuvo problemas con Joshua – Habló la rubia – Es difícil admitir el cambio de él y más cuando se trata de una persona que estima demasiado.
-Como un padre…
-Así es – Sonrió Luna – No comprende del todo el enorme peso que carga, y sobre todo, la implicancia de la zona sur. Casi pierde a su familia.
El moreno asintió sin dejar de observar el semblante la mujer, podía comprender entonces el amargo encuentro entre los amigos y sobre todo con Joshua. El muchacho consideraba al pelirrojo como un padre y después de todo el lío formado hace algunos años, sin duda ese vínculo se reforzaría.
A medida que avanzaban por el pasillo sentía disconformidad con su mejor amigo y sobre su actitud hacia las personas que amaba, porque el pelirrojo era capaz de dar la vida por ellos y no podía comprender el distanciamiento que había establecido. Cerrándose entonces a la posibilidad de rehacer su vida.
-Le sigues queriendo – Dijo en apenas un susurro y aprovechando que Mike estaba lejos. Su amiga le miro extrañada – Ya tengo todos mis recuerdos… - Canturreo esbozando una sonrisa.
-Idiota… - Dijo golpeando el pecho de Harry – No lo sé, es difícil.
-Oh vamos… - Continuo el ojiverde ingresando a la nueva habitación – Siguen siendo amigos y aunque parece que ha cambiado, sigue siendo el mismo. Además, no hay otra mujer mejor que tú.
-Olvídalo Potter – Luna señalando la cama – Recuéstate, vendré luego.
-No has respondido mi pregunta
-Nos vemos – Se despidió ante la sonrisa del moreno.
No todo estaba perdido, según Harry.
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¿Cuántas personas involucradas? Y a todas las amaba…
Primero su hija, la joven mujer estaba decidida a sumergirse en ese infierno y solo para encontrar a su madre, por el momento la opción de cobrar venganza no asomaba por su mirada y mucho menos por sus palabras y lo agradecía profundamente. No quería contemplar a su hija movida por el odio y menos por un sujeto peligroso, ya suficiente tenía con James Potter.
Su sobrino, el pelinegro prácticamente tenía en la mirilla a Rafael por la muerte de su madre y del ataque hacia su padre, podía comprender la anticipación del chico por encontrarse cara a cara con el responsable de todo. Él mismo sentía el mismo sentimiento, porque la operación hace bastante tiempo era de índole personal.
Observó a Joshua platicar con Rose; el muchacho prácticamente era su hijo y lo había tratado como a un desconocido, y sólo por su seguridad, levantando una barrera de frialdad. Aquel intento duro apenas unas horas porque el chico se encargó de recordarle cuán importante era para él, y lo agradecía profundamente, porque aquel sentimiento era reciproco y seguir aquella farsa sin duda le hubiese hecho demasiado daño.
Y finalmente estaban Remus, Teddy y Melissa, ésta última siendo un gran apoyo en el pasado y hoy asumiendo ese pilar nuevamente, parecía ser un secreto a voces pero todos sabían que la mujer era su mano derecha, y aunque permaneciera por largas jornadas fuera de Londres, siempre podría contar con su apoyo. Nunca tuvieron una relación formal – si estuvieron involucrados – pero sabían que no podrían funcionar en una, y lo aceptaba así.
Todos eran importantes para él y temía perderlas en aquel infierno.
-¿Cómo te sientes? – Preguntó Melissa observándole detenidamente – Nos quedan dos minutos.
-Estoy bien – Sonrió a medias – No pierdas de vista a nadie.
-Descuida – Dijo sujetándole la mano. A los lejos, Rose les miro – Saldrá bien.
Ambos aurores se miraron.
-Gracias por todo – Soltó besando la frente de la mujer
-No te despidas… - Regaño golpeándole ligeramente el pecho – Rose te matará por esto.
-Por un beso…
-¡Un minuto! – Exclamó Remus - ¡A posicionarse en los trasladadores!
-Hemos hecho cosas peores – Dijo en apenas un susurro provocando un sonrojo en la mujer
-Cállate… - Susurró – Y pensar que estuviste a punto de seguirle.
-Lo siento, estoy nervioso
-Si salimos de esto… - Apuntó sujetando el trasladador junto a otros aurores – Debes confesarle la verdad…
-No lo haré…
-¿A quién? – Dijeron un par de voces. Ron y Melissa observaron a James y Joshua
-¡Treinta segundos! –
-A Luna – Resolvió la morena posicionando todas las miradas hacia el pelirrojo
-No es cierto… - Negó el hombre sintiendo la sangre agolparse sobre las mejillas - ¿Quieres guardar silencio? – Regaño a su amiga quien sonreía.
-¡Quince segundos!
-Sólo digo la verdad…
-Te declararás a mi madre – Interrumpió Joshua sonriendo
-¡Cinco segundos!
-¡No estoy enamorado!
-¡Estás enamorado! – Exclamaron ambos chicos
Observando el alboroto del trasladador, Rose rodaba los ojos.
Hombres.
Continuará…
Un poco corto este capítulo, voy a subir otro en algunos días… mis vacaciones de invierno se terminan y necesito el fin de semana para organizar todo para el trabajo.
Con respecto a la historia, veremos el desenlace del viaje hacia la zona y ese infierno personal que persigue a Ron.
Hasta pronto
