TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING
Con un poquito de atraso pero aquí estoy nuevamente, les dejó la continuación del capítulo anterior, repito… Hermione no está ciento por ciento recuperada porque falta gran parte de sus recuerdos.
Nos hago demoras y les dejó para leer. Nos vemos en unos pocos días, voy a actualizar un poco más temprano por compromisos. Un abrazo
BUENA LECTURA.
Frente a ti: Recuérdame
2° TEMPORADA
Capítulo Trece
"Viejos recuerdos"
Semi dormido abrió un ojo inspeccionando el lugar pero no encontró el origen del sonido, volvió a cerrar el ojo y se giró sobre la cama para buscar a su novia, se removieron juntos para seguir dormidos pero nuevamente aquel sonido les hizo abrir los ojos. El sonido ceso pero el estado de alerta de ambos aurores les hizo normalizar la respiración y estar pendiente de otro sonido, ya completamente despiertos lograron distinguir finalmente el sonido; risas por no decir carcajadas.
Se miraron incorporándose ligeramente de la cama sin comprender del todo, el chico miro de reojo el reloj – seis de la mañana – si bien era día laboral, la mayoría iniciaba sus actividades a las siete. Su novio entrecerró los ojos intentando conectar ciertas posibilidades, la primera de ellas atribuible a Natalie pero dudaba mucho que estuviese Mike en casa y la segunda posibilidad prácticamente se descartaba por si sola.
El recién nombrado jefe de aurores se incorporó por completo de la cama para luego sujetar su varita y caminar hacia la puerta pero apenas estuvo cerca, literalmente fue atropellado por la pelirroja.
-Natalie – Mascullo James sujetándose la rodilla - ¿Qué sucede? No habrás traído a Mike, cierto – Indico frunciendo el ceño.
-Si fuese así – Dijo entre susurros – Estaría en la habitación, no crees hermanito.
-Vale, vale – Se apresuró a decir. No quería detalles de la relación de su hermana menor – Contestarás mi pregunta.
-Oh bueno… - Sonrió la chica apoyándose en el marco de la puerta – Viene de la habitación de papá.
Confundidos, los aurores se miraron.
-Hablas de… - Dijeron al unísono sorprendidos. Natalie ensanchó la sonrisa – No es posible – Soltó James parpadeando
-Muy posible – Asintió la chica – Mi padre no tuvo reparos en decirle la verdad.
-Un segundo – Dijo Rose incorporándose de la cama – Ni siquiera sabemos si lo hizo. No porque estén… - Señalando la habitación de algunos metros – Significa lo que creemos que significa, podrían estar platicando.
-Son las seis de la mañana, cariño – Dijo el auror ocultando una sonrisa. Rose rodo los ojos – Sois mejores amigos, mi padre recuperó la memoria y tía Hermione recuerda haberse besado con él.
El trío de jóvenes se quedó en silencio sopesando las posibilidades, por remotas que fuesen, no podían obviar el hecho que mucho antes de ser pareja y esposos eran los mejores amigos. Nadie podía sacar aquel recuerdo ni bloquearlo, lo sucedido a raíz de la muerte de Ginny significo un cambio radical para todos y para su amistad implico poner a prueba cientos de emociones.
Casi por inercia esbozaron una tenue pero enigmática sonrisa, el temor de los meses anteriores parecía haber desaparecido, el ensordecedor silencio de aquellos días se quebraba con las risas de sus padres y su presencia como si simplemente todo el tormento hubiese sido un mal sueño. No podían cantar victoria, la castaña podía seguir sin memoria y Ronald seguía desaparecido, pero sin duda escuchar un poco de la felicidad de los mejores amigos era un bálsamo para el trío de jóvenes que había tomado las riendas de la situación.
-Voy a preparar el desayuno – Anunció Natalie moviendo la cabeza con diversión.
-Es temprano – Dijo James bostezando – No sueles madrugar.
-No, pero el par interrumpió mi sueño – Suspiro con fingida resignación – Además, hay que preparar la habitación de invitados para Draco y Gin.
-Solo debemos ampliarlo – Medito la castaña
-Podrán usar ambos – Acusó el chico camino hacia el baño – Dudo que Hermione duerma allí.
Apenas cerró la puerta pudo escuchar los reclamos de su novia, volvió a reír.
-Melissa Mills – Recordó James bajo la ducha. En aquel entonces intentando hilar los cabos sueltos sobre la extraña actitud de la castaña y la misión que la morena ejecuto con su padre, hoy tenía sentido y mucho – Linda chica.
-Tía Hermione debe estar preocupada – Decía Teddy. Vaya que estaba preocupada y no precisamente por el estado de la operación. Movió la muñeca derecha recordando la torre de pergaminos que tuvo que escribir.
-¿Cómo le seguiremos el rastro a Rafael? – Inquirió Rose apenas le vio aparecer en la habitación – Ya has decidido suspender la búsqueda…
-Intentaré comunicarme con él – Sostuvo pensativo – Cuando el asunto de la infiltración era recurrente, usaban mecanismos para una comunicación segura.
-Crees que sigan activas
-Es probable… - Suspiro colgándose la túnica – Sólo el personal conoce los mecanismos y los puntos de comunicación, preguntaré. No podemos levantar sospechas, si existe demasiado movimiento en la zona les pondría en alerta
-No entiendo porque tomó ese riesgo – Dijo la mujer preocupada por su padre – Con los recursos del ministerio podríamos haber tomado esa zona, el único riesgo era la presencia de mi madre.
-No lo sé – Dijo acercándose hacia su novia para abrazarle – Han sido años sintiéndose culpable y sumido en el pasado que optó por redimir eso. Su única compañía fue Melissa – Soltó esbozando una sonrisa mientras Rose rodaba los ojos – Me acompañará mientras guardas reposo.
-¿De qué hablas? – Inquirió la castaña alzando las cejas. Su novia esbozó una ladina sonrisa, nervioso – Crees que me quedaré aquí.
-Necesitas descansar – Argumentó dando unos pasos hacia atrás – Ayer te desmayaste.
-Ni pienses que te dejaré solo – Acusó entrecerrando los ojos – Más cuando necesitamos contactar a mi padre.
-Rose…
-Estaré bien – Aseguró sosteniéndole la mirada – Somos un equipo, James. Incluso siendo estudiantes hemos trabajado juntos.
-Vendrá por ti – Susurro acercándose hacia su novia. – Su treta sobre nuestros padres nos muestra cuán despiadado es, incluso quiso jugar con los sentimientos de Ron yendo por Luna, lo hace con Draco y su hija. No sabemos la situación de Ron y cuando sepa de la existencia de nuestro bebé…
-Seguirá siendo un secreto – Sonrió sujetando su rostro con ternura – No sucederá lo mismo, si somos cuidadosos no podrá enterarse.
Sus padres volvieron a reír mientras salían de la habitación y bajaban las escaleras para desayunar, el ambiente familiar y sereno había regresado de solo escucharles reír y relacionarse a como lo hacían hace algunos meses. Aquella seguridad había regresado a sus vidas pero todavía temían por el futuro tan incierto, el pelirrojo estaba desaparecido y la hija de este suplicaba internarse en una operación demasiada riesgosa, no sólo ella, sino por la pequeña criatura que crecía en el vientre de la mujer que amaba.
Ahora el jefe de aurores recordaba la fortaleza de su madre y su lucha incansable por la sobrevivencia de su pequeña niña antes de morir, resistiendo hasta el límite de sus posibilidades para que su bebé viviera. Su corazón se encogió de solo imaginar la posición de Draco, sufriendo por años la muerte de la mujer que amaba y supuestamente la muerte de su hija.
Y tenía miedo, miedo de perderlos o sufrieran las consecuencias de ese pasado inconcluso pero también tenía el coraje suficiente para afirmar que haría todo lo posible por resguardar la seguridad de su familia. Sin poder evitarlo sonrió y abrazo a su novia mientras aquel nuevo concepto le recorría de pies a cabeza: familia. Su propia familia.
-Siempre estarás a mi lado – Afirmó besando sus labios – Me acompañarás a todos lados.
-Claro que sí – Sonrió Rose sujetando la mano de su novio – O piensas que te dejaré solo con Mills.
Y siendo arrastrado por la castaña, salieron de la habitación.
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-¿Quién tuvo la idea? – Preguntaba Draco paseando la mirada por los aurores. El hombre lobo y Joshua suspiraron – Fue James.
-Así es – Dijo Remus – Ni siquiera el ministerio es seguro y definitivamente no puedes regresar al colegio. Serán vigilados por nuestra gente mientras la situación se calma.
-Se calmará cuando Rafael este muerto – Soltó frunciendo el ceño – De seguro estará esperando el momento para atacar y será cuando nos reunamos en esa casa.
-Estarán seguros – Acusó Joshua – Harry y Hermione están recuperados
-No es el mejor plan pero es el único – Suspiro el licantropodo paseándose por la oficina – Debes considerar la seguridad de Gin y además la posibilidad de que este lugar sea atacado.
-Lo sé – Musito bajando la mirada. No le agradaba la idea de compartir el mismo techo que Harry pero no tenía muchas opciones - ¿Cuándo nos trasladaremos?
-Algunas horas – Informó Joshua – Debemos levantar la seguridad. Voy con Teddy – Acuso dirigiéndose hacia Remus
-Melissa…
-Haremos algunos turnos
-Puedo acompañarte – Inquirió el rubio – Necesito hablar con Potter.
-Eh… sí – Balbuceo el castaño encaminándose hacia la puerta – Llevaras a Gin
-No – Negó el aludido – Vendré por ella.
-Draco… - Llamó Remus con un gesto de preocupación – Recuerda que Hermione sigue convaleciente.
A pesar de no existir temas pendientes entre Harry y Draco por sobre la relación de este último con Ginny, lo mejor era conversar y evitar malos entendidos, después de todo, la mayoría podía recordar la inseguridad del moreno cuando Hermione y Draco vivieron juntos el Italia. Ni siquiera el licantropodo lo dijo abiertamente pero parecía evidente que los fantasmas del pasado – en aquel entonces – habían regresado.
No obstante la única preocupación de todos estaba centrada en la reacción de la castaña, cuando vea nuevamente a Draco y a una pequeña niña tan parecida a Ginny podía desencadenar una serie de especulación que harían un flaco favor en su recuperación.
El antiguo profesor de Hogwarts esperaba equivocarse.
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Ninguno podía dejar de sonreír y de mirarse entre ellos de manera cómplice tal y como lo hicieron hace algunos años, cuando sus padres brindaban en la noche de navidad mientras sus miradas se encontraban de la manera que luego sería recurrente entre ellos. Esa particular mirada llena de amor y tranquilidad que les volvía a recordar de que todo estaría bien, sólo debían tener paciencia y la entereza de enfrentar ese duro camino.
El auror observó a su novia beber disimuladamente la poción enviada por Mike, el secreto del bebé debía esperar para la profesora de transformaciones y más cuando recién comenzaba a recordar su relación el ojiverde, y por supuesto, recordado la relación que tenía su hija con él. A pesar de poseer la ansias por recuperar a la castaña, saturar de información a la misma, podía ser perjudicial para ella y más cuando desconocían el hechizo que habían aplicado sobre ella, ni las consecuencias.
-Nos dirán qué ocurre – Soltó Natalie apoyando los brazos sobre la mesa. Ambos adultos volvieron la mirada hacia ellos – Papá…
-Creo que es evidente – Susurro Rose rodando los ojos – No pudo guardar silencio.
-Debí decir la coartada anoche – Suspiro James esbozando una sonrisa. Su padre entrecerró los ojos – Debería hablar con Mills, podría aparecer por la tarde y ocasionar un mal entendido.
-Pensé que habías hablado con Marcos – Siguió la pelirroja sin ocultar su sonrisa
-Era el plan B, hermanita.
-Vale, vale – Cortó el moreno frunciendo el ceño. El trío no pudo evitar reír – No había coartada… - Aclaró mirando de reojo a su esposa – Saben que no podría sostener una mentira, no sería justo para ninguno de los dos – Argumento sujetando la mano de la castaña.
-Ni para nosotros – Dijo James – Ninguno quería mentir pero la situación es compleja, son demasiados elementos a considerar. Con semanas o meses a cuestas podríamos haber sido directos pero son años y muchas cosas cambiaron, empezando por nosotros – Se señaló – Nos recuerdas siendo niños y hoy somos jóvenes adultos con vidas prácticamente hechas – Sonrió contagiando a su tía
-Sigues siendo un crío – Musito su hermana – Lo importante es que puedas sentirte cómoda, supongo que será más fácil ahora. No eres una invitada sino que eres parte de nuestra familia.
-Sin duda será más sencillo – Sostuvo la castaña emocionada. Aquella sensación de extravío había desaparecido hace algunas horas y hoy podía afirmar que pertenecía a ese y sólo a ese lugar. – Sigo desconociendo todos los detalles de estos años pero espero puedan ayudarme y no ocultarme cosas, por favor – Suplico mirando al trío de jóvenes quienes asintieron apenados.
-Así lo haremos, mamá – Afirmó Rose sujetando su mano – Avanzaremos en la recuperación de tus recuerdos, ya parte importante lo has hecho hoy.
-Por no decir anoche - Tosió el jefe de aurores. Iba a recibir un comentario del ojiverde pero el sonido de la chimenea les puso en alerta.
Rápidamente el auror llegó hasta el salón principal, logrando visualizar a los recién llegados.
-Esto se pone divertido – Susurró haciéndole señas a Joshua y Draco de seguirle – Descuiden es Joshua…
-Buenos días – Saludo el hijo de Luna con una sonrisa.
-Y Draco… - Termino de presentar quedándose parado junto a la puerta. Pudo observar a su hermana y novia hacer un gesto amistoso hacia Joshua, Hermione parecía acomodar sus recuerdos hacia el rubio y posiblemente hacia el pequeño niño que fue Joshua, y su padre, él simplemente clavo la mirada en el rubio
Se habían reencontrado en el hospital después del ataque a la zona sur e intercambiado palabras cordiales, siempre mantuvieron una relación de ese tipo y por lo general evitaban contactarse. De todos, el pelirrojo se había preocupado de ese aspecto y no era para menos, la hija del rubio era la único que poseían de su madre.
-Siento interrumpir – Soltó Joshua apenado – Vengo por la seguridad del lugar, reforzar algunos hechizos y verificar que todo esté en orden.
-No viene Remus – Dijo James intrigado por el cambio de planes
-Está ocupado – Informó el aludido – Le pedimos a Melissa venir pero se excusó, vendrá por la tarde, según entiendo – Dijo pensativo. Natalie y Rose sonrieron
-Eh… de acuerdo… - Balbuceo el chico observando el ligero pero amenazante cambio de miradas entre la pareja – No demores, hay trabajo que hacer.
-Descuida – Asintió el castaño - ¿Por dónde comienzo?
-Natalie podrías ayudar – Musito el auror colocándose la túnica. De reojo observó a su novia hacer lo mismo – Debemos ir al ministerio.
-Por supuesto – Sonrió la chica incorporándose de la mesa.
-Draco… - Susurró James frunciendo el ceño. El aludido le devolvió la mirada – Gin…
-Iré a buscarla – Dijo desviando la mirada hacia el moreno – Solo quería hablar con Potter.
El andar de la cocina se detuvo abruptamente y nuevamente los fantasmas de Harry Potter regresaron; el silencio se instaló en la medida que abandonaban la cocina. Hermione hizo el amago de incorporarse pero la mano de su esposo le detuvo con suavidad, pidiéndole quedarse en la conversación sin importar de que iba a tratar y el rubio pareció aceptarlo porque siguió guardando silencio.
-No había tenido la oportunidad para agradecer lo que hiciste – Soltó Harry rompiendo el silencio – Fue riesgoso infiltrarse pero podrían haber lastimado a Hermione. Gracias.
-Tenía pocas opciones… - Confesó él apoyándose en el umbral de la puerta – Pude dejarla en ese lugar e ir tras Rafael pero no podía haber sido complice de su muerte. – Lanzó un suspiro para luego continuar – He venido porque sé que esto será incómodo para ambos. Has recuperado tus recuerdos, estoy seguro que hay situaciones del pasado que deben estar frescas en la memoria.
-Muchas pero no vale la pena – Negó el moreno – Tu hija necesita protección y serán bienvenidos. Es mejor que permanecer en el ministerio o estar escapando.
-Sí, lo sé – Musito el rubio pensativo – Harry… - Susurró frunciendo ligeramente el ceño – M hija ya posee siete años y conoce la historia de su madre, de su otra familia. – Añadió bajando la mirada – Siempre ha tenido contacto con James y Natalie, los considera sus hermanos pero…
-Sé que no encajo en el puzle – Interrumpió el ojiverde bajando la mirada. Su esposa le sujetó la mano con cariño – Este lugar ha cambiado con los años pero sigue siendo el lugar donde vivió Ginny y puede significar una oportunidad para conocerla mejor. Estoy seguro que eso podrá gustarle a Gin.
-De acuerdo – Dijo Draco posando la mirada sobre la castaña – Me alegra que estén bien, Hermione.
-Gracias Draco – Sonrió sintiendose extraña por ser nombrada por el rubio y nombrarle por el suyo propio.
-Has comenzado a recordar – Inquirió alzando las cejas con curiosidad.
-Sólo un poco – Confesó observando a su esposo de reojo. El aludido relajo la postura para sostenerle la mirada al rubio.
-Es mi esposa – Soltó encogiéndose de hombros y sobre los labios del rubio tambaleo una sonrisa – Iremos avanzando poco a poco.
-Comprendo – Musito Draco cruzándose de brazos – Será interesante. – Añadió
Sin poder evitarlo, el moreno borró su sonrisa.
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-Han logrado contactar al tío – Inquirió Natalie caminando por el patio trasero junto a Joshua. Negó - ¿Qué sucederá ahora?
-Por ahora vigilar la zona – Susurró deteniéndose para agitar la varita y murmurar un hechizo de protección – Debemos ser discretos porque no queremos llamar la atención de los mortifagos, podrían sospechar que tramamos algo.
-Comprendo
-Me gustaría hacer algo más – Confesó bajando la mirada – Con el transcurso de los días será más difícil sacarlo de ese lugar.
-Lo quieres mucho, cierto – Sonrió Nat.
-Como un padre – Suspiro con tristeza – Desde pequeño recibí su preocupación y cariño, ayudó y apoyo a mi madre cuando se separó de mi padre biológico. – Dijo con amargura – Cuando regresé apenas logré reconocerlo. Ha cambiado mucho.
-Han sido años difíciles – Acusó la chica con nostalgia – Después de tanto dolor optó por encerrarse en sí mismo.
-Ojala hubiese regresado antes – Musito – Habría intentado devolver una miníma parte de lo que hizo por nosotros.
-¿Quién era él? – Preguntó con suavidad – Creo que nunca estuvo aquí.
-Se conoció con mi madre mientras estudiaban – Contesto volviendo a caminar hasta otro punto – Trabajaron juntos en el hospital por algún tiempo y luego prestó servicio en el ministerio de magia. Un hombre obsesivo y muy violento cuando perdía la paciencia – Lanzó un hechizo mientras fruncía el ceño – Temblaba como una hoja cuando llegaba ebrio…
Bajo la varita apretando los puños con excesiva fuerza intentando hacer a un lado aquellos recuerdos; los insultos y las discusiones se volvieron una rutina, los sollozos de su madre seguían estando presente en sus oídos como un zumbido constante.
Natalie sujetó su mano donde portaba la varita.
-Lo siento – Susurró buscando su mirada – No quise incomodarte ni hacerte recordar malos momentos.
-Descuida – Sonrió con tristeza – Ha pasado mucho tiempo… - Confesó pensativo – Siempre se mantuvo a raya conmigo pero cuando me golpeó… - Continuo – Mi madre no lo soportó más y a los dos minutos tenía a Ronald cargándome en brazos, prometiéndome que todo estaría bien. Nunca me había sentido más seguro.
-¿Qué sucedió con él? – Preguntó refiriéndose al padre. Joshua suspiro
-Siguió trabajando en el ministerio por algunos años – Dijo encogiéndose de hombros – Se trasladó Irlanda y es importante en su campo de medicina…
-Vaya… - Susurró con un gesto pensativo. Preguntándose tal vez si lo reconocía por su nombre o apellido pero luego recordó que Joshua poseía el apellido de su madre.
-Vi su rostro hace algunos años… - Comentó luego de unos segundos, sonriendo – Una portada de un diario internacional. No sólo lo reconocí por su nombre y prestigio sino por la cicatriz que tiene surca su mejilla izquierda. – Se inclino ligeramente hacia la chica, señalando una diminuta cicatriz en la mejilla izquierda y sólo perceptible desde cerca – Ronald le hizo pagar por esto. Ni todo su conocimiento en medicina le sirvió para borrar esa marca.
-Sólo un cobarde puede golpear a un niño – Musito la chica sin despegar la mirada de la mejilla de Joshua - ¿Cuál es su nombre?
-Eric Owens – Susurró Joshua observando como Nat entrecerraba los ojos. – De seguro has escuchado de él y no me sorprendería, es buen investigador.
-Sí pero un bastardo – Soltó la pelirroja frunciendo el ceño. Joshua sonrió – Y sí, creo haber leído o escuchado algo – Musito intentando hacer memoria – Me alegra saber que el tío le dio su merecido.
-A mi también – Rio él caminando de regreso – Desde aquel entonces nunca más volví a verle. No estoy cerca del círculo de sanadores pero mi madre – Soltó moviendo la cabeza – Se encuentran en congresos o charlas de su área; la última vez fue hace tres años. Siempre a la distancia pero sé que es incómodo para ella.
-Es difícil evitar esos eventos – Murmuro la chica.
-Sí, todavía intento convencerle que desista de ir – Sonrió ingresando a la casa por la cocina. No se encontraban los adultos y parecía ir en orden, suspiraron – Imagine que podría ser peor – Confesó.
-Yo también – Apoyó Natalie caminando hacia el comedor donde el rubio les esperaba – Mi padre…
-Subieron – Dijo el rubio sentado en el sofá – Todo en orden.
-Así es, podemos regresar – Acusó Josh observando a Draco incorporarse del sofá para acercarse hacia la chimenea, coger polvos flú y desaparecer entre las llamas verdes. – Vendré en algunas horas con Draco y Gin. Queda por cambiar la seguridad de la red flú pero es conveniente que estén todos – Informó a la pelirroja.
-De acuerdo – Asintió la chica – Siendo así debería estar activado por la noche.
-Sí, es probable – Medito él – Gracias por escucharme, te debía de la última conversación – Añadió jugando con su varita.
-De nada – Dijo Nat – A todos nos afecta la situación del tío Ron – Confesó – Y a ti particularmente porque es como un padre y con justa razón. Sé cuán difícil pudo ser reencontrarse con él y observar su cambio tan drástico pero también sabemos que puede regresar a como era antes.
-A veces pierdo la esperanza y más cuando supimos lo que sucedió mientras estuvo infiltrado – Mascullo con rabia contenida.
-No te ofendas pero hemos vuelto a verle… - Soltó ladeando la cabeza y sonriendo con cierta diversión – Cuando regresaron, en especial, la tía Luna.
El castaño lejos de sentirse ofendido, sonrió ampliamente. – Lo he notado.
Ambos volvieron a sonreír para luego abrazarse a modo de despedida mientras el estruendo de la chimenea les sorprendió. De entre las llamas, Mike se sacudía las cenizas de la túnica.
-Joshua… - Acusó el chico sorprendido de encontrarlo allí – Buenos días.
-Buenos días – Dijo el auror - ¿Qué temprano?
-Lo mismo digo – Musito el sanador – Vine por Hermione – Acusó posando la mirada sobre su novia – Revisión de rutina.
-Oh sí, voy por ella – Dijo la chica despidiéndose de nuevo del auror, besó su mejilla y salió disparada hacia las escaleras – Vengo enseguida.
-Debo regresar al ministerio – Soltó Joshua introduciéndose en la chimenea – El lugar estará asegurado para la noche, procura conseguir las claves de seguridad para mañana, de lo contrario, no podrás ingresar. – Informó.
-Así lo haré – Asintió el medimago observando al auror desaparecer
-Ya vienen – Acusó su novia bajando las escaleras para acercarse a él y besarle en los labios
-Esto se convertirá en una fortaleza – Bromeó él dejando la mochila sobre el sofá. Su novia le miro intrigada – Me dijo que consiga los hechizos de seguridad o sino no podría ingresar.
-Sabes que vivirán Draco y Gin – Suspiro Nat – Deben asegurar el lugar y él estará a cargo.
-Pensé que sería Remus – Inquirió con curiosidad
-Decisión de James – Acusó encogiéndose de hombros – Lo importante es protegernos y con esto del pequeño integrante de la familia pues está algo paranoico.
-Es normal – Suspiro escuchando las voces de Harry y Hermione - ¿Cómo ha estado todo? – Preguntó señalando las escaleras.
-Te sorprenderás.
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Hablar de aquel hombre siempre le producía malestar y un profundo sentimiento de rabia, y no era para menos, les había dañado de distintas maneras y hacerles sentir como verdaderos prisioneros de su propio hogar, si se podía denominar aquella casa donde vivieron por casi cinco años. Lleno de promesas los primeros años de convivencia – porque jamás llegaron a casarse – pero que pronto se convirtieron en palabras agrietadas por el egoísmo, la prepotencia y el maltrato al que fueron sometidos.
Fueron tres años donde terminaba durmiendo en el armario y vestido de la noche anterior por culpa de las discusiones, acalladas después de dos o tres minutos por medio de un hechizo y aunque no escuchaba nada siempre la evidencia de las ojeras de su madre y los rastros de lágrimas durante el desayuno le hacía imaginar un posible escenario.
Su único consuelo siempre había sido la presencia de su tío favorito, el amigo de su madre y el hombre que él comenzó a considerar como un padre, un verdadero padre. No obstante, el miedo que le embargaba le impedía hablar y las excusas de su madre simplemente sostuvieron una situación que nadie logro percatarse y mucho menos intervenir a tiempo, salvo por esa noche.
Su madre y tío favorito bajaban del segundo piso después de haberle arropado para dormir, cuando se encontraron con el medimago. A pesar de la mirada de preocupación del pelirrojo se marchó del lugar para luego dar paso al infierno y las recriminaciones hacia la rubia sanadora, acusándole de infiel y de traer a su amante.
Aquella noche el pequeño Joshua decidió no seguir ocultándose y bajo al primer piso donde se opuso a su padre pero su fuerza pudo más y obtuvo el mismo resultado de su madre. Prácticamente le arrastró de regreso hacia la habitación y luego de abofetearle por última vez – provocándole aquella cicatriz – volvió al primer piso dispuesto a continuar pero se encontró con la presencia del pelirrojo.
Escuchó los gritos y el alboroto hasta que todo quedo en silencio.
Volvió a escuchar las pisadas de la escaleras y alguien caminar hacia su habitación, tembló como cada noche haciéndose un ovillo. Soltó un sollozo apenas abrieron la puerta y cerró los ojos esperando nuevos golpes.
-Shh… no llores, Josh – Escuchó la voz de su tío. Abrió los ojos y pudo observar al pelirrojo con claros signos de haber peleado – Se acabó, no volverá a ponerte un dedo encima.
-Mi madre… - Sollozo como lo haría cualquier niño de cinco años - ¿Dónde está?
-Está abajo, tranquilo – Le devolvió la mirada sonriendo. Su tío tenía el labio roto pero su mirada estaba quebrada, fija sobre su mejilla amoratada y sangrando – Vamos…
-No, tengo miedo… - Confiesa intentando resguardarse en el pecho del hombre – Y si vuelve…
-No volverá – Aseguro devolviéndole el abrazo con la misma intensidad – Nadie volverá a hacerte daño
-Lo prometes – Balbuceo
-Te lo prometo. Te cuidaré incluso de mí mismo.
Y cumplió durante otros seis años antes de que su madre tomará la decisión de partir lejos de Londres, su vida transcurría normalmente pero no podían alejarse demasiado de ese hombre, después de todo, él seguía trabajando ya sea en el hospital o el ministerio de magia. Fueron seis años viviendo junto a madre y siendo visitado constantemente por el pelirrojo, visitaba regularmente su casa y la casa de Harry.
-Joshua… - Llamaron sacándole de sus pensamientos. No supo cómo pero había llegado hasta la oficina que compartían James y Rose - ¿estás de acuerdo?
-Disculpa… - Dijo moviendo la cabeza centrándose en la conversación. Del otro lado de la oficina, Melissa rodaba los ojos - ¿En qué debería estar de acuerdo?
-Supervisar la seguridad de nuestra casa – Complementó Rose – Por la mañana y luego por la noche, en el día podrá hacerse cargo Remus y Teddy.
-De cualquier tendrás que hacerlo – Suspiro Melissa – Tu magia protege la casa desde la mañana, podrás ingresar sin la necesidad de ejecutar hechizos de seguridad.
-No queremos que te sientas obligado – Argumentó James pensativo – Sé que deseas colaborar en sacar a Ron de la zona sur y está responsabilidad podría restar tiempo.
-Podríamos preguntar a Teddy – Medito la castaña recibiendo una mirada de James – Confió en él.
-No necesariamente puede ser un auror – Soltó la morena mujer cruzándose de brazos – Lo importante son las rondas, incluso el amigo suyo podría volver a hechizar la casa…
-¿De quién hablas? – Inquirió Rose entrecerrando los ojos – Mike…
-Es el médico de Hermione.
-No – Dijo Joshua acomodándose en la silla – Yo puedo hacerme cargo de la seguridad, sería irresponsable dejar los hechizos a cualquier persona.
James iba a protestar pero la morena auror interrumpió – Excelente.
-Durante la noche cerraremos los hechizos – Dijo Rose dirigiéndose hacia su amigo – Sólo personas de confianza podrán acceder a la casa, cualquier otro tipo de comunicación será por medio de cartas.
-Han pensado en Harry y Hermione – Musito la mujer con curiosidad – Al cabo de una semana querrán hacer su vida, volver al trabajo y esas cosas.
-Mi madre posee reposo, no podrá salir – Susurró la chica pensativa – Aunque dudo respete esa orden y Harry posiblemente desee ayudar en la búsqueda.
-No podemos arriesgarnos – Negó James – Rafael esperará el momento oportuno para atacar, usará cualquier artimaña.
-Debemos hablar con ellos – Recomendó la castaña con preocupación – Con Draco en casa podrían existir problemas, se infiltró con el objetivo de eliminar a Rafael, intentará llegar hasta él.
-Sí tienes razón – Asintió el auror, posó la mirada sobre Joshua para añadir – Los hechizos quedaron bien posicionados…
-Así es – Contesto Joshua tranquilamente – Volveré a la noche para concluir los hechizos.
-De acuerdo – Susurro – Ahora lo importante es contactarse con Ronald, crees que puedas conseguir información – Observando a Melissa.
-Conozco algunas fuentes, será sencillo – Sonrió la mujer con suficiencia – En sí, dependerá de la voluntad de Ronald por contactarse con nosotros, él conoce esos canales pero dudo que haga contacto pronto, y yo tampoco lo haría – Añadió entrecerrando los ojos – Si estuviera en su lugar, procuraría asegurar mi posición dentro de la zona sur, despejar sospechas y alejarme de posibles peligros.
-¿Cuánto tiempo tomará eso? – Preguntó Rose
-Depende del caso – Confesó pensativa – Dos a tres semanas.
-¿Semanas? – Vocifero Joshua alzando las cejas. James y Rose le imitaron – Podría suceder cualquier situación en tres semanas
-No hay muchas opciones – Suspiro con resignación – Si complejizamos la situación podríamos colocar en riesgo su vida.
-Debemos brindarle tiempo – Susurró James sujetando la mano de su novia – De cualquier manera es pertinente localizar los canales de comunicación y hacerle saber que están activos y abiertos para él.
-Quisiera ocuparme de eso – Soltó el castaño con seriedad.
-¿estás seguro? – Inquirió Melissa observándole detenidamente – Estarás a cargo de la seguridad de la casa Potter, cuando tengas que comunicarte con él, te alejarás por días.
-Cambiaremos la seguridad, podría ser Remus o Teddy – Aconsejo James con simplicidad – Además lo considero adecuado, estaré constamente vigilado y defintivamente no eres opción – Acusó dirigiéndose hacia su novia
El jefe de aurores se incorporó dando por cerrada la pequeña reunión y todos se dirigieron a cumplir con sus obligaciones del día. Joshua enfiló hacia la oficina donde le esperaban Draco y Gin, ya cargados con mochilas y baúles para vivir una temporada con Harry y Hermione.
El muchacho no podía dimensionar lo que sería vivir con el hombre que estuvo casado con la mujer que amabas y la madre de tu hija pero sin lugar a dudas no sería como un paseo por el campo. Podía percibir que quedaban muchos asuntos por resolver y puertas por cerrar, posiblemente la pequeña y desconocida conversación entre los hombres durante la mañana ayudaría a minimizar la tensión del ambiente o simplemente podía significar una tregua.
De cualquier modo, esperaba que la fiesta pudiese llevarse en paz y no se desatase la tercera guerra mundial.
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-Veo que recuperó a su esposa – Suspiro el sanador con un gesto de resignación pero sin dejar de sonreír. Desvió la mirada hacia la cocina donde provenían las risas de Harry y Hermione – Se llevará un buen sermón de Luna.
-Crees que le importará – Rio la pelirroja apoyada sobre el regazo de su novio – Era cuestión de tiempo, les conoces.
-Han conversado sobre Draco
-Estuvo aquí – Soltó incorporándose ligeramente del sofá – Vino junto a Joshua para hablar con Harry. Esto será incómodo para ellos.
-Será por un tiempo – Suspiro él restándole importancia – No debes preocuparte por ellos, estarán seguros aquí.
-Espero…
-Su seguridad será estricta, cierto – Indago alzando las cejas. Natalie se encogió de hombros – Joshua dijo que tendría que averiguar el hechizo de seguridad.
-Son cosas de aurores – Musito tranquilamente – No estaremos encerrados aquí, sólo resguardan la casa.
-Comprendo – Dijo pensativo observando a Harry y Hermione salir de la cocina – Sigo preguntándome si será necesario venir tan seguido – Acusó sonriendo – Te veo muy bien, Hermione.
-Me siento bien – Asintió la castaña sentandose junto a Natalie – Sólo me preocupa recuperar mis recuerdos.
-Debes tener paciencia – Aconsejo el muchacho – Ya conoces parte de tu vida, el proceso será un poco menos difícil. Podrían comenzar con situaciones simples como navidades o familiares.
-Como la relación de James y Rose – Susurró Nat sonriendo – O el trabajo en Hogwarts.
-Por ejemplo – Apoyó Mike dándole la razón a la pelirroja – Son muchos cambios pero es conveniente comenzar por algo familiar.
-De acuerdo – Asintió la castaña.
De pronto la chimenea volvió a prenderse y entre las llamas apareció Joshua.
-No quiero interrumpir – Acusó el muchacho – Vengo a dejar a Draco y Gin – Señalo a espaldas suyas al tiempo que Draco y su hija aparecían
Antes de que el silencio se hiciera presente; la pequeña niña corrió a los brazos de Natalie quien esbozó una amplia sonrisa.
Hasta el momento la convivencia de Harry y Draco comenzaba de buena manera.
Continuará…
