TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING
BUENA LECTURA.
Frente a ti: Recuérdame
2° TEMPORADA
Capítulo Veintiuno
"Lugar de emergencia"
-Prueben otros hechizos… - Sostuvo Owens en la cabecera de la mesa de reuniones, los sanadores asintieron sin cuestionar su orden, él tomaba las decisiones del lugar y todos lo respetaban – Si nuestra opción de encontrar o aislar la magia del responsable no da resultados, es mejor suspender y buscar otra solución.
A pesar del desacuerdo de la rubia, guarda silencio.
Su reunión había comenzado con quince minutos de retraso por culpa de Owens pero las decisiones rápidas del hombre, compensaron el retraso y agilizaron la discusión sobre el estado de Hermione. Sin duda, estaba en desacuerdo con el hombre porque pensaba que su opción era correcta pero tampoco quería tener un conflicto con él, prefería obviar las reuniones y trabajar por su cuenta en compañía de Mike. De reojo observó su reloj de pulsera, preocupada porque el chico no estuviese con ellos.
-Dame cinco minutos para intentarlo de nuevo – Había dicho regresando a la habitación de Hermione
Llevaba más de veinte minutos de retraso.
-A trabajar entonces – Finalizó Eric la reunión haciendo que todos se incorporarán de la mesa. Luna también lo hizo con intenciones de abandonar el lugar lo antes posible pero el hombre le retuvo – Necesito hablar contigo, por favor – Pidió en aquel tono dulce que algún amo pero luego identificó como manipulación
Con fingida sonrisa se despidió de sus compañeros de trabajo y un escalofrío recorrió su cuerpo apenas el último sanador cerró la puerta. Se giró hacia su ex esposo y su pulso se aceleró, y no precisamente por gusto, seguía mirándole con dulzura pero sus ojos mostraba sus intenciones
-¿Qué quieres? – Sostuvo observándole rodear la mesa principal con enorme tranquilidad.
-¿Qué crees tú? Me debes una explicación… - Dijo en apenas un susurro, sorteando la última silla hasta llegar a ella – No tienes vergüenza en correr a los brazos de él, siendo mi esposa – Expuso fingiendo estar molesto
-No estoy contigo… - Vociferó sosteniéndole la mirada. – Por tanto tampoco te debo explicaciones, Eric.
-Cuán equivocada estás… - Bufó delineando su rostro en una caricia tortuosa, la rubia hacía esfuerzos sobre humanos por no temblar – Sigues sin comprender que eres mía. – Con un rápido movimiento la encerró entre sus brazos, forcejeó por liberarse pero el hombre era más fuerte, siempre fuerte y violento – Sigues empeñada en coquetear con él y ser su tercer plato, conoces la historia de él y Melissa Mills, cierto – Indicó alzando las cejas con picardía – Estando fuera de Londres, se revolcaba con esa morena.
-¡Suéltame! – Gritó empujándolo con fuerza hacia atrás. Sentía las palabras hirientes del hombre, golpeándole en el pecho - ¡No vuelvas a tocarme! – Se apresura a decir haciendo espacio entre ellos, los recuerdos del pasado deambulan por su mente, puede presentir lo que sucedería, lo que siempre sucedía después de la discusión
-Cariño… - Dice esbozando una sonrisa para luego extender sus brazos hacia ella – Soy el padre de tu hijo y sin importar cuantas veces él intento separarnos, siempre regresabas a mis brazos – La rubia dio unos pasos hacia atrás – Te has olvidado de nuestras reconciliaciones….
-Sólo me causan náuseas… - Dijo frunciendo el ceño – Nunca volvería contigo, soy libre de estar con quien quiera y si es con él, lo haré. – Le desafió.
-Compartirás al imbécil con otra mujer – Inquirió alzando las cejas con crueldad. Sintió náuseas por la mirada que le dirigió, delineándola – Te encanta ser la amante verdad…
-Siempre lo hemos sido, o no. – Soltó con una sonrisa de autosuficiencia.
Siempre regresaba a lo mismo, lo supo apenas sintió la bofetada derribándola mientras escuchaba los insultos de su ex esposo
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Avanzó hacia la habitación del hijo de Luna para encontrarle riendo junto a Natalie, preguntó por la rubia pero recibió un gesto negativo. Sin preguntar de nuevo, cerró la puerta para avanzar hacia los pisos superiores pero el llamado de su mejor amigo le hizo detenerse, corrió hacia la habitación donde la castaña descansaba y en efecto, la castaña seguía dormida, pero el amigo de James y Rose permanecía tendido sobre el suelo. Ayudó al moreno a incorporar al chico y a devolverle la consciencia, pasaron breves segundos y el sanador pareció despertar de un largo sueño pero el golpe sobre las sienes les alertó del ataque sufrido.
-Mike… - Susurró Harry mientras el sanador pestañaba un par de veces - ¿Cómo estás? ¿Por qué estabas tendido sobre el suelo?
-Me atacaron… - Balbuceo sujetándose la cabeza con dolor – Fue Owens… - Sostuvo haciendo latir con fuerza el corazón del pelirrojo – Ahora debe estar reunido con los sanadores…
-Voy a buscar a Luna – Apremió incorporándose del suelo. Mike le detuvo
-Me atacó cuando hacía las pruebas de magia, es él – Aclaró intentando pararse del suelo, Harry le ayudó a sentarse sobre la silla – Su magia reacciono al hechizo, es él.
-¿Dónde está Luna? – Preguntó el pelirrojo
-Sala de reuniones, segundo piso – Dijo de carrerilla
-Refuerza los hechizos, Harry – Apresuro saliendo disparado de la habitación hacia el segundo piso, sintiendo el corazón latir tan a prisa que temía que saliese de su pecho.
Subió las escaleras de dos en dos sin poder evitar temblar de miedo, el sujeto que estaba junto a la mujer que amaba era el responsable del estado de Hermione, trabajaba con Rafael y por tanto era peor que hace cinco o diez años atrás. Un estruendo se escuchó desde la última puerta y apresurando el paso abrió la puerta de golpe, esperando encontrar la antigua escena del pasado y por la cual casi mató con sus propias manos al sanador.
Observa a Owens de rodillas con claros signos a haber sido aturdido por un hechizo, del otro extremo la rubia permanecía con la varita alzada y con signos de haber forcejeado con el hombre, respiró a medias, porque el hilo resbalando por su labio lo puso tenso. El temor se apagó y la adrenalina se concentró en sus músculos para luego acercarse hacia el sanador y propinarle una patada en el estómago dejándolo sin aire
-Ron… - Escuchó toser a la rubia. Volvió a golpear el rostro del sanador y luego acercarse hacia ella, arrodillado examino su rostro – Estoy bien…
-Te golpeó – Dijo temblando de ira, su respiración seguía agitada y sentía la necesidad de golpear al responsable – Luna… - Balbuceo
-Sí pero pude defenderme… - Aclaró rápidamente sujetándolo por la túnica, pidiéndole quedarse con ella. Impidiendo una locura y la espiral de violencia – Cariño, déjalo. – Sostuvo acercándolo hacia sus labios. Uniéndose en un desesperado beso.
-Fue él… - Dijo después de unos segundos. Desvió la mirada hacia Owens, el sanador intentaba recuperar el equilibrio después de la golpiza y él le siguió cubriendo con su cuerpo a la rubia – Eres el responsable de hechizar a Hermione.
-¿Qué dices? – Dijo la mujer incorporándose junto al hombre
-Atacó a Mike cuando realizaba el hechizo – Masculló mirándole de reojo – Lo confirmó hace poco.
El hombre les devolvió la mirada, suspiró – Finalmente estáis juntos, como siempre.
-No te muevas… - Susurra Ronald apuntándole con la varita – No saldrás de aquí hasta que reviertas el hechizo.
-Crees que lo haré… - Dijo soltando una carcajada – Acaso piensas que el hechizo puede solucionarse con un finite… - Sonrió con burla – Eres un imbécil, Weasley.
-Crees que saldrás vivo de aquí. – Dijo alzando las cejas.
-Mátame – Desafió dando un paso hacia adelante. Ronald apretó el mango de la varita – Deseaste de mí y quédate con está cualquiera. Al parecer está dispuesta a seguir siendo el segundo plato, después de Mills.
El brazo del pelirrojo tembló de indignación.
-Mátame… - Volvió a decir apoyando la punta de la varita del auror sobre su corazón – Hazlo y podrás quedarte con mi hijo, porque siempre lo has querido ¿eh?. Ocupar un lugar que jamás te correspondió. – Entrecerró los ojos mientras ensanchaba la sonrisa
-Tu pretendes ocupar ese lugar… - Dijeron detrás del sanador. De reojo, Joshua le apuntaba con la varita – Que siempre ocupó Ron.
-Joshua… - Susurra moviendo la cabeza – Veo que estás recuperado… - Observó a la pelirroja detrás del chico – O tal vez no.
Un rápido movimiento y usó al muchacho como escudo para luego empujar a Natalie con la varita del chico y salir de la sala de reuniones entre torpes hechizos del pelirrojo. Este último salió detrás del sanador para darle alcance, escuchaba los hechizos explotar debido a los escudos y las voces desesperadas de los sanadores y pacientes, el ataque de Rafael daba inicio y estaban en medio de esa guerra, sobreviviendo después de cinco años.
-¡Bombarda! – Escuchó provocando el sordo golpe del cuerpo de Eric sobre la pared
-¡Harry! – Observándolo pararse junto a Eric - ¡No espera! – Gritó impidiendo que lo matará. – Podríamos usar el imperius, por favor.
-Después de lo hizo con Luna y Joshua – Inquirió alzando las cejas. Ronald frunció el ceño – Lo mínimo es pagar con su vida.
-Lo sé – Suspiró intentando controlar su respiración – Pero también sería un regalo y lo sabes, merece pagar.
-Me parece conocido este dialogo… - Masculló sin dejar de empuñar su varita – Convenciste a Malfoy…
-Harry…
Con un movimiento de varita el cuerpo de Eric se levantó, usaba la maldición.
-Sino funciona… - Dijo en apenas un susurro – No tendré más opción que hacerlo, Ron.
-¿Por qué crees que regresó, verdaderamente? – Inquirió volviendo a escuchar los estruendos – Míralo, está obsesionado con Luna – Señaló – Ni siquiera es un contrincante digno, su mejor arma es pavonearse por los pasillos y acosar a Luna.
-Al parecer quería vengarse de ti – Murmuro ingresando a la habitación donde Mike les esperaba – Usando el hechizo pues la decisión sobre buscar a Luna, es obvia. Sumado al echo que tendría información privilegiada desde el cuartel.
El siguiente movimiento del moreno posiciono a Owens para ejecutar el hechizo hacia la castaña, rogó porque funcionará y no tuviesen que recurrir a una medida extrema, a pesar de todos los problemas y desearlo con todas sus fuerzas, no podía permitir que muriese en manos de Harry o incluso de él. Su amigo murmuro unas palabras seguido de eternos segundos, con precaución observaron al sanador usar su propia varita y lanzar un hechizo hacia la cama de la mujer que continuaba dormida. De reojo pudo observar a Mike monitorear la razón de la castaña, el golpe seguía patente sobre el costado de su cabeza pero recuperado del ataque.
Los feroces hechizos del exterior retumban con la muralla levantada por los aurores y contrastaban con el enorme silencio de la habitación, expectantes por la recuperación o no de la castaña, agotando la única posibilidad para despertarle sin la necesidad de tomar medidas mayores. El hechizo ejecutado por Eric rodeaba el cuerpo de la castaña, parecía acoplarse a cada centímetro de su piel pero su pálido rostro no presentaba mejorías.
El rostro del ojiverde comenzaba a impacientarse, recordando que estaban bajo ataque y el tiempo apremiaba para todos.
-Mike – Balbuceo Ron. El muchacho iba a comentar algo pero la llegada de Luna, Natalie, Joshua y por supuesto de Rose, llamó su atención – Hija, cómo estás – Inquirió
-Mejor – Repuso posando la mirada sobre su madre y luego sobre el sanador. Frunció el ceño – Fue él – Expuso
-Calma – Susurra abrazándole por los hombros. Observa a Luna acompañar a Mike en el monitoreo – Intentamos recuperarla sin la necesidad de matarlo.
-¿Cómo puedes estar tranquilo? – Pregunta sorprendida y sin ningún tipo de reproche en su voz – Después de todo lo que ha hecho.
-No lo estoy, créeme – Confiesa torciendo la sonrisa – Ni siquiera lo estuve cuando capturamos a Henry. Prefiero buscar otra opción para hacer justicia y evitar perder el control
-Lo hiciste con él – Dice señalando al sanador.
-Hace algunos años lo habría matado con mis propias manos, Harry lo evitó – Susurra apenado – Con tal de proteger a quienes amamos podemos cometer locuras, perder la racionalidad y ser peores que ellos.
-Sino funciona – Murmura preocupada. El rostro de Harry les preocupa
-No hay cambios – Acusa Luna desviando la mirada hacia Harry – Debe ser voluntario, el hechizo debe asegurar la protección del mago. Déjalo Harry.
El ojiverde obedece dejándolo en el suelo con poca sutileza.
-Hay otra opción – Suspira inquieto por la batalla del exterior
-Harry… - Murmura Luna paciencia. El ojiverde le devuelve la mirada pero lejos de tranquilizarle, se ofusca al percatarse del labio hinchado por el golpe del sanador – Apenas despierte lo volveremos a intentar.
-No debí detenerte – Dice mirando de reojo al pelirrojo – Sería más fácil.
-No perdamos la paciencia – Acota Mike – Si rompen los hechizos de seguridad estaremos en problemas.
-Podríamos escapar a Hogwarts – Dice el pelirrojo – Nos buscan a nosotros, si escapamos podremos engañarlos.
-Nos seguirían al colegio – Repuso Joshua con preocupación – Expondríamos a los alumnos, sería un desastre. A menos que usemos un hechizo o poción para camuflar nuestra magia o desviar la atención.
-Se puede… - Inquirió Ron observando a Luna. La mujer dudo por breves segundos pero asintió – Hay que hacerlo
-Ron.. –
-Podremos ocultar a Hermione – Expuso el moreno. Baja la mirada hacia Eric – No puede escapar.
-Podemos cuidar de ella – Aseguró Mike – Lo hicimos contigo – Sonrió
-Yo me encargó de Eric – Dijo el pelirrojo. Antes de caminar hacia el sanador se giró hacia Joshua – Con Rose y Natalie vayan a los límites de la zona sur, al bar donde nos encontramos.
-Papá…
-Con Harry debemos quedarnos – Repuso con gesto de preocupación. Levito al sanador llevándolo hacia la habitación continua, su hija le siguió de cerca – No voy a ponerte en riesgo.
-Al menos déjame regresar al ministerio….
-El ministerio está rodeado – Soltó bajando la mirada evitando la mirada con su hija – Logramos salir antes de los ataques, si te apareces podría ser peligroso.
-No puedo quedarme de brazos cruzados – Acusó frunciendo el ceño, preocupada por su novio – No me pidas huir cuando ustedes se quedarán aquí, arriesgando su vida.
Coloca hechizos de seguridad alrededor del sanador para después caminar hacia su hija, sujetarle por los hombros y lanzar un profundo suspiro. Siempre discutían por la vida del otro, pidiéndole ceder para estar juntos y ayudarse mutuamente, alejarse del otro parecía más riesgoso que quedarse en el mismo sitio, después de todo, el lugar que creía seguro también era frecuentado por los mortifagos y posiblemente estaría cercado por ellos.
-Ron… - Dijeron desde la puerta. Harry le devolvía la mirada con preocupación – No podemos salir, bloquearon todo.
-Maldición…
-Con el ministerio prácticamente rodeado, será difícil recibir ayuda – Musito Joshua – Posiblemente Rafael ingresará en cualquier momento.
De pronto un estallido hizo retumbar las paredes, seguida de exclamaciones de horror.
Habían roto la seguridad.
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Caminaba y respiraba con dificultad producto de la costilla rota por el hechizo que recibió a quemarropa, por lo menos había esquivado la muerte y seguía con vida después de la violenta irrupción de los mortifagos en el ministerio. Sentía la punta de la varita de su enemigo sobre la frente, dispuesto a matarle con la maldición imperdonable pero que jamás llegó a pronunciar producto de la abrupta desaparición de los magos, tan sorpresiva como su llegada. Su corazón se paralizó a la espera de las dos palabras que le quitarían la vida para siempre, pensó en su familia y en particular en su novia, en el hijo o hija que jamás llegaría a conocer pero el hechizo jamás llegó y le siguió el silencio.
Entre trompicones llegó hasta la pequeña enfermería dispuesta para atender a los heridos, las comunicaciones con los lugares críticos se cortó apenas el ataque inicio y recién comenzaban a reestablecer los canales de información, sentía la imperiosa necesidad de aparecerse en el hospital y averiguar sobre su familia pero se encontraba tan herido que una aparición podría ser peligroso. Apenas ingresó a la enfermería pudo visualizar al hombre lobo junto a Melissa.
-¿Cómo estás? – Preguntó el hombre apenas le vio – Ven siéntate.
-Estoy bien – Susurró haciendo una mueca de dolor – Necesitamos llegar al hospital.
-Primero bebe esto – Ofreció Melissa una poción – Segundo, Teddy intenta comunicarse con el hospital y tercero, estarán bien… - Aseguró – Harry y Ron pueden controlar cualquier situación, confía en ellos.
-¿Por qué desaparecieron de esa manera? – Se preguntó James sujetándose la cabeza – Prácticamente estábamos vencidos, estuvieron a punto de matarme.
-No éramos el objetivo – Negó Remus pensativo, deshaciendo el recuerdo de casi haber perdido al hijo de Harry – Es obvio que intentaban aislarnos del hospital.
-Entonces… - Habló el auror incorporándose de la silla con lentitud – Quieres decir que consiguieron el objetivo y por eso desaparecieron de esa manera.
-Posiblemente… - Musito Melissa con preocupación – Es la única explicación.
-Debo ir… -
-No, espera – Sujetó Remus al muchacho por el brazo. James hizo un gesto de dolor – Estás herido, esperemos a Teddy.
-Voy de cualquier manera.
-James – Dijeron los aurores
-Recibimos un patronus de Mike – Dijo Teddy ingresando a la enfermería para detener la discusión de los aurores. James se quedó expectante de la nueva información – Les costó unos quince minutos ingresar al hospital pero cuando lo hicieron asesinaron a muchas personas, buscaban a Harry y Ron – Suspiró preocupado todavía más a los magos – Rafael estaba en el lugar…
-¿Qué sucedió con ellos? – Inquirió Remus apresurando a su hijo. El aludido hizo una mueca – Teddy…
-Es mejor viajar al hospital… - Vociferó bajando la mirada.
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-No tuvimos muchas opciones – Aclaró Mike con pesar – Rafael amenazó a Harry con asesinar a Hermione… - Confesó haciendo temblar a los aurores. James paseaba la mirada por la habitación, claramente la irrupción había sido limpia y sin ningún destrozo – Ronald tampoco tuvo mucha opción.
Cerró los ojos intentando asimilar la escena que describía su mejor amigo; el lugar copado por mortifagos amenazando a su padre con asesinar a la mujer que amaba sino les acompañaba, de igual modo había sucedido con Ron Weasley y la sanadora del hospital, sin embargo ésta última también había sido llevada por Rafael.
-Se llevaron a Eric – Acusó el chico frunciendo el ceño – Conocíamos su participación en el ataque a Hogwarts, no permitirían que deshiciéramos el hechizo para traer de regreso a Hermione.
-Es verdad – Susurró James pensativo. El sanador resultó ser el responsable de la condición de la castaña y nuevamente Rafael había encontrado la manera de infiltrar a personas, seguía estando por delante de ellos. - ¿Cómo lograron escapar Joshua, Rose y Natalie? – Inquirió
-Cuando los hechizos de seguridad se quebraron…. – Comentó – Ronald tuvo el tiempo suficiente para crear un trasladador y ordenar a Joshua a sacar a las chicas del hospital, desaparecieron segundos antes de la llegada de Rafael.
-Comprendo – Suspiró aliviado por la idea del pelirrojo. Había observado la destrucción del lugar, temió porque su novia estuviese herida o algo peor. - ¿Dónde crees que estén?
-Menciono un bar… - Musito haciendo memoria – Cerca de la zona sur.
El auror rodó los ojos, el lugar no parecía ser el mejor.
-¿Cómo está Hermione? – Inquirió desviando la mirada hacia la castaña
-Está bien – Sonrió de lado – Con un poco de paciencia y podrá despertar pronto.
El jefe de aurores y Remus Lupin le devolvieron la mirada, sorprendidos.
-¿De qué hablas? – Preguntó James frunciendo el ceño – El hechizo de mi padre hacia Eric no había funcionado.
-No inmediatamente pero sí, funciono – Suspiró desviando la mirada hacia la castaña – Se rompió el hechizo de Eric.
James se restregó la cara con las manos con evidente alivio, sopesando la posibilidad de acabar con ese infierno de una vez por todas, lentamente comenzaban a posicionarse las piezas en el lugar que correspondían. Solo esperaba encontrar a su novia, hermana y amigo lo antes posible, y por supuesto, encontrar a su padre, tío y a Luna.
-Siendo así – Suspiró Remus interrumpiendo los pensamientos del auror – Es prudente encontrar a Joshua y al resto, lo antes posible. – Acusó ganándose una mirada del chico – Se encuentran muy cerca de la zona sur, si se enteran de lo sucedido con Ronald, Harry y Luna, buscarán la manera de ayudar.
-Es verdad – Musito James haciendo una mueca de desaprobación. Joshua, Natalie y Rose buscarían a sus padres – Debemos viajar hacia ese lugar.
-No, espera – Negó el hombre – Recuerda que ese lugar es visitado por mortifagos, ladrones y magos indeseables, si aparecemos de manera brusca podría ser peor.
-Dudó que envíen un mensaje para avisar su ubicación.
-Y yo también – Aclaró el licantropodo sonriendo – Nosotros enviaremos un mensaje, estoy seguro que Joshua podrá recibirlo y sabrá que es seguro regresar al ministerio o al hospital.
-De acuerdo – Asintió para luego observar a su amigo – Apenas despierte, hazme llamar.
-Descuida amigo – Sonrió el muchacho
Se despidió de su mejor amigo para después abandonar la habitación del hospital en compañía de Remus, más tranquilo sobre la situación de las personas que amaban pero con la presión constante de que pronto ese juego del gato y del ratón deberá terminar de una buena vez. Conocían lo suficiente a Rafael Lyon para apostar porque él daría su próximo golpe cuando pudiese reunir a todos sus enemigos en un mismo lugar, de lo contrario, cómo explicar que estuviese vivo cuando uno de los suyos tuvo la oportunidad de asesinarlo.
-Potter… - Dijeron detrás de él. Se giró encontrándose con Melissa caminar rápidamente hacia ellos y agitando un pedazo de diario – Hay un problema…
-¿Cuál? – Inquirió rodando los ojos
-Estás muerto… - Soltó extendiéndole el diario. Remus lo sujetó abrieron los ojos – Alguien soltó el rumor que fuiste asesinado por un mortifago.
-Bueno… casi – Balbuceo el auror mirando de reojo el titular donde detallaban su supuesta muerte – Eh… ¿Cuál sería el problema? Podemos desmentir a los medios de comunicación.
-Sería demasiado tarde – Musito Remus con preocupación, Melissa asiente – Si Joshua, Natalie y Rose están cerca de la zona sur y conocen la noticia sobre tu muerte, ¿Qué crees que harán?
-Súmalo al venenoso de Rafael con Harry y Ron – Suspiro la morena con resignación – Se expondrán…
-Si fuese al revés, tú lo harías.
Casi sin pensarlo el auror asintió.
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-Una semana… - Murmuro Rose alzando las cejas - ¿Cómo soportaste este lugar? Es asqueroso… - Opino dándole una segunda mirada al viejo bar donde su amigo había pasado una temporada mientras buscaba al pelirrojo
-No vine a un viaje de placer, Rosie – Aclara el aludido apoyándose sobre la mesa. Desvía la mirada hacia el bar, casi vacío – Y este tampoco lo será – Susurra inquieto por encontrarse en un lugar tan peligroso y muy cercano a la zona sur pero el ataque de Rafael les hizo tomar decisiones difíciles
-Podemos comunicarnos con el ministerio – Susurra Natalie junto al auror. Se habían aparecido hace unos veinte minutos, quedando desconectados del mundo y de lo que sucedía en el ministerio
-Será difícil – Musita pensativo – No sabemos la condición del ministerio, y si fuese buena, nos tardaríamos unos días en hacer contacto. Tampoco es prudente preguntar demasiado, la mayoría de los magos de aquí son prófugos o poseen problemas con el ministerio. – Comenta recordando las conversaciones que escuchaba entre los magos del lugar mientras estuvo a la espera del pelirrojo.
-De alguna manera hay que buscar información – Comentó Rose pensativa – Además de buscar un lugar donde quedarnos por esta noche
-Hay una posada cerca – Dice Joshua bebiendo una cerveza de mantequilla – Podríamos conseguir información desde allí, es más seguro.
-¿Qué me dices de ellas? – Inquirió la auror haciendo una señal con la cabeza, Joshua y Natalie siguieron la dirección
El chico se sonrojo y miro escandalizado a su castaña amiga, Rose se encogió de hombros restándole importancia.
-No hablarás enserio – Dijo con sorpresa con cierto temblor en la voz – Apenas me acerque colocarán algo en mi bebida, son… - El chico apretó los labios – Si fuese James le pedirías eso.
-No te pido que pases la noche con ellas – Repuso Rose rodando los ojos – Solo información del exterior, no estarás solo
-Crees que lo soltarán tan fácil – Acusó Natalie con un nudo en el estómago, la imagen de las palabras de Rose le sentaron mal.
-Con encanto, sí.
-De acuerdo – Soltó el chico ligeramente nervioso – No me pierdan de vista, por favor – Suplico
Bebe el último sorbo de cerveza de mantequilla para después incorporarse de la mesa que compartía con las chicas y caminar lentamente hacia el grupo de mujeres: vestidas ceñidamente con túnicas y faldas cortas, cuerpos esculturales y deseables para cualquier mago solitario que quisiese pasar un buen rato acompañado. El auror recordó los innumerables intentos por escapar de las garras de esas mujeres mientras estuvo de incognito y a la espera del pelirrojo, después de todo, de sólo placer no vivían y siempre buscaban algo más de sus pasajeros por voluntad o no propia de estos.
El chico esbozo su mejor sonrisa para captar la atención de las brujas y lo consiguió cuando el trío de mujeres acortó la distancia para interceptarlo, siendo rodeado por los hombros por dos de ellas y guiado por la tercera hasta una mesa del otro extremo del bar. Seguía sonriendo y riendo por los susurros de ambas mujeres, procurando aparentar comodidad y seguridad frente a ellas y sólo por esa vez se permitió sacar ese lado "encantador y seductor" que seguramente había heredado de su padre.
-Creo que nos hemos visto antes – Susurra una rubia mujer sentada sobre el muslo izquierdo del auror, éste hace un gesto de duda y vuelve a sonreír - ¿Qué necesitas? – Baja la voz cerca de su oído
-Dudó que compañía – Interrumpe una morena también sentada sobre las piernas del chico. – Vienes acompañado por esas chicas – Acusa señalando hacia la mesa donde Natalie y Rose miraban de reojo, Joshua traga saliva – No obstante, podría ser entretenido…. – Sonríe lascivamente para luego acariciarlo en el pecho – Conocemos un par de chicos que les vendrían bien.
Por poco y la sonrisa de Joshua se cae pero sigue el juego alzando las cejas.
-En realidad… - Dice acercándose hacia la mujer de la izquierda y susurrar junto a su oído – Estoy de paso y necesito un poco de información…. – Desvía la mirada hacia la otra chica, sonríe – Necesito moverme con seguridad, ya saben…
-Esto posee un costo, cariño – Suelta la rubia atrayendo su rostro, rozando sus labios - ¿Qué tienes para ofrecer? – Inquirió con una sonrisa coqueta
-No mucho… - Musita Joshua rogando porque el siguiente movimiento no le condene a ojos de Natalie. Coloca la mano sobre el muslo de la chica – He viajado desde lejos y necesito saber si es seguro regresar a Londres.
-Londres… - Susurra la tercera mujer haciéndose espacio y ocupar sitio en las piernas del hombre. Joshua asiente tranquilamente pero inquieto por dentro al recibir un pequeño vaso, wisky de fuego y posiblemente alguna poción para perder la razón, lo sostiene pero sin beberlo – Siendo así, sí o sí debes quedarte con nosotras y sin compromiso, ya entiendes – Guiña un ojo mientras le rodea el cuello, él vuelve a colocar una mano sobre el muslo.
-¿Por qué debería quedarme? – Pregunta alzando las cejas para luego bajar la mirada hacia el escote de la mujer – No están en guerra o sí… - Dice a modo de broma
-Más o menos… - Musita jugando con los botones de su camisa. Él alza las cejas – Dicen que… - Susurra acercándose hacia los labios del auror y depositar un beso en la comisura – Hubo una revuelta en el ministerio de magia y….
-¿Y? – Incita apretando ligeramente el muslo de la chica, sonríe
-El jefe de aurores murió. – Dice en un susurro ronco lleno de excitación pero poco efecto causa en Joshua. No sólo por estar desinteresado en la mujer sino por la magnitud de la noticia – No te sugiero que vayas a Londres, es un caos y con la nueva desaparición del niño que vivió, el pelirrojo amigo suyo y esa rubia del hospital.
-Comprendo… - Dice con la boca seca y con la cabeza dándole vueltas. Echa un vistazo hacia la mesa donde Natalie y Rose habían dejado la discreción hace bastante tiempo – Les comentaré su oferta a mis amigas, chicas – Indica incorporándose de la silla.
-Vuelve pronto.
Les guiña un ojo para luego simplemente beberse de golpe el wisky de fuego y sentir el brebaje mezclado con otra poción arrasar sobre su garganta, camina hacia la mesa de sus amigas para buscar refugio y evitar terminar en manos del trío de mujeres. Su respiración se agita con violencia, no sólo por la bebida, sino por la información recibida y sus implicaciones en el corto plazo para todos en el ministerio de magia, el núcleo central estaba desaparecido y posiblemente la muerte del jefe de aurores dejaba a todos desconcertados.
Su tambaleo de camino hacia la mesa de las chicas les alertó e hizo que fueran en su ayuda, sujetaron su peso entre ambas y ayudaron a sentarse nuevamente sobre la silla, apoyó los codos sobre la mesa y cerró los ojos intentando desaparecer el enorme mareo y calor naciendo de su vientre, sentía las mejillas calientes y las manos sudorosas.
-¿Qué bebiste? – Inquirió Rose con preocupación. El auror sostenía su cabeza y respiraba agitadamente – Josh…
-Poción de la verdad y… - Confesó atropellándose con las siguientes palabras. Rose y Natalie intercambiaron una mirada – Maldición…
-De acuerdo, vamos. – Aconsejó la auror incorporándose de la mesa. No quería tener esa conversación con esas mujeres dando vueltas y menos cuando su amigo estaba bajo el efecto de una poción de verdad – Ayúdame Nat.
-Claro – Dijo la pelirroja ayudando a sostener al chico. Claramente había sido un método para sacar información pero también para divertirse un rato con él, sentía los celos carcomer su ser pero también comprendía la situación. – Apóyate Josh.
-Gracias… - Balbuceo él arrastrando los pies – Nunca más sigo una orden tuya, Rose – Confesó en murmullos.
-Después hablamos – Dice empujando la puerta de entrada y salir al exterior de ese indeseable lugar. El último lugar en donde los aurores buscarían a un fugitivo o mortifago pero la opción obvia para todos.
Caminaron por la calle que lentamente comenzaba a repletarse de magos y brujas amparados por la proximidad de la noche. Arrastrando a Joshua consiguieron llegar hasta la posada mencionada por él, cubrieron la cabeza del chico con la capucha de túnica e ingresaron a la pequeña recepción del lugar entre trompicones, el efecto del wisky se hacía peor y no iban a esperar a que este cayera al suelo desmayado.
-Sujétalo mientras hablo con la mujer – Murmura Rose zafándose del brazo del auror. Natalie asiente abrazando al chico por la cintura – Dame dos minutos.
-Poción de deseo – Escucha Nat la voz pastosa de Joshua después de unos segundos en silencio – No es buena combinación con la poción de verdad.
-No hables más, es injusto – Acusa sintiendo al chico deslizarse de sus brazos y colocarse frente a ella – Cuidado, puedes caerte.
-No así – Musita él colocando sus manos en la cintura de la chica – Estoy mareada pero no ebrio, con efectos de pociones poderosas pero lo suficientemente cuerdo para pedirte perdón.
-¿De qué? – Pregunta sujetándole de la túnica. Este sonríe con las mejillas sonrojadas y ese odioso tono carmín muy cerca de sus labios.
-Por tocar a esa mujer y dejar que me besen – Susurra acercando más a la chica a su cuerpo – Nunca lo volveré a hacer, estoy enamorado de ti y sólo te pertenezco a ti.
-No hables tan fuerte – Dice sonrojada mirando por sobre el hombro del chico a Rose platicar con la dueña del lugar – Podría escucharte Rose.
-Te amo – Dice bajito para luego sorprender a la chica con un beso en los labios.
Sólo por breves segundos se resiste al beso de Joshua pero luego es inevitable no seguir ese peligroso camino y no porque estuviese bajo efecto de pociones sino porque realmente necesitaba sentirlo cerca, descomprimiendo los celos que sintió al observarlo coquetear y tocar a esas chicas tal mago dispuesto a pasar una noche de placer. Se obligó a tragar los celos y permanecer tranquila a ojos de la castaña, después de todo, el chico seguía estando soltero y no debía dar explicaciones por dicha situación.
-Quisiera…. – Suelta Joshua separándose ligeramente, mordiéndose los labios para evitar terminar la frase, niega haciendo uso de su autocontrol pero Natalie parece captar el mensaje porque sonríe con tímides – No…
-Yo también… - Susurra limpiando con vehemencia la comisura de los labios de Joshua – No digas más, nos descubrirán.
El chico iba a añadir algo más cuando un ligero carraspeo tras suyo les interrumpe.
-Esas pociones funcionan…
Rose Weasley les devuelve la mirada con sorpresa.
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-No digas nada, por favor – Dice Natalie sentada al borde de la cama. A su lado Joshua termina de beberse la poción para recuperarse del wisky o poción de las brujas – Mike sospecha y quiero decírselo apenas acabe esto.
-Con lo imprudente que sois – Musita Rose limpiando los calderos - ¿Quién lo sabe?
-Harry – Suspira Joshua recibiendo una mirada de reproche de la auror – Oh vamos… - Dice apoyando las manos sobre la cama, sonríe – Ya has olvidado que James fue tu amante en la escuela. Y Harry también con Hermione.
-Parece hereditario por ambas partes – Comentó Nat pensativa
-No me cambien el tema – Dice ligeramente sonrojada – Deben ser sinceros con Mike – Indica pensativa – Sois novios hace años, es justo – Mira hacia Nat quien asiente.
-Lo haré – Dice Natalie.
-No están engañando a alguien más, cierto – Alza la cejas en dirección a Joshua. El aludido niega rápidamente – Más vale.
-Tú lo dijiste – Musita encogiéndose de hombros – Soy el amante
Ambas chicas ruedan los ojos, Natalie golpea el hombro del chico con cariño y a cambio este le roba un beso.
-Compórtate quieres – Acusa Rose tirándole sobre la cabeza del chico un paño sucio. Este le mira con falsa ofensa – Que sepa su amorío no significa que puedan toquetearse a libertad. Mejor dinos qué conseguiste de esas chicas – Repuso haciendo desaparecer la sonrisa de Joshua - ¿Qué sucedió en el ministerio?
-No son buenas noticias – Articula después de unos minutos en silencio. Rose se sienta en otra cama – Efectivamente, el ministerio fue atacado por hombres de Rafael y como sabemos también el hospital. Apenas desaparecimos, capturaron a Harry, Ron y a mi madre.
Natalie sujeta la mano del auror.
-Y el ministerio – Acusa Rose con temor sobre su voz.
-Dicen que James murió.
Continuará…
Buenas buenas, hay varias situaciones que ocurren en el capítulo, siendo la primera, el ataque del ex esposo de Luna y el temor que sigue sintiendo hacia el mago a pesar de todos los años separados, a su vez la relación del hombre en el ataque a Hogwarts y su vinculación con Rafael.
Por otra parte, el escape de Joshua, Rose y Natalie hacia las cercanías de la zona sur. Veremos que cuál será la decisión de ellos
Queda al menos 3 capítulos escritos y trabajaré en un par días en el cierre de la historia de tal ve capítulos más
Espero publicar un capítulo más antes de finalizar el año
Nos vemos pronto
