TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING
BUENA LECTURA.
Frente a ti: Recuérdame
2° TEMPORADA
Capítulo Veintidós
"Búsqueda"
Escuchó con atención la explicación de James Potter mientras su mente comenzaba a trabajar para urgir un plan para salvar a las personas que amaba. Apenas la explicación finalizó se incorporó de la cama que la mantuvo por tanto tiempo inactiva, con renovadas energías después de recuperar todos y cada uno de sus recuerdos, y aunque seguía bajo observación médica, quedarse no era opción para ella. Ni Mike ni James reclamaron por su decisión, el ministerio y los aurores estaban a cargo de la búsqueda, pero serían ellos los encargados de ingresar a la zona sur.
-Fue él – Se dijo James recordando las palabras de Hermione. Owen había armado la treta, borrado los recuerdos de su padre y la castaña, él había esperado entre las sombras para atacarlos – Bastado…
-Debimos encerrarlo cuando tuvimos la oportunidad – Susurró la castaña cambiándose de ropa en una habitación continua – Lo que hizo… - Su voz se apaga y James espera las siguientes palabras – Pagará muy pronto
-Hermione – Observa a la castaña salir de la habitación y buscar sus pertenencias en la mesilla junto a la cama – Ron nos dijo lo sucedido… recordábamos un poco cuando éramos pequeños, cuando Joshua se quedó con nosotros un tiempo…
-Cuando trabajaba en el hospital – Dice Hermione pensativa – Asistí a muchas reuniones con otros hospitales, pude ver a Luna pero también Owen… un hombre que tenía encantado a medio mundo, nadie podía imaginar el monstruo detrás de esa sonrisa
-Así funciona… - Suspira el chico pensativo – Escucha… nos encontramos a contra tiempo pero no quiero arriesgar tu salud y más cuando Owen tiene trucos bajo la manga. Si sucede algo parecido contigo… nosotros no podríamos sopórtalo
-James…
-Sigues convaleciente… - Dice Mike ingresando a la habitación con el ceño fruncido – Necesitas permanecer en observación y asegurarnos que tu condición es permanente
-Puedo recordar hasta el mínimo detalle – Vocifero la castaña colocándose la túnica sobre los hombros – Lo más importante es encontrar a Rose, Natalie y Joshua, cuando sepan lo ocurrido en la zona sur y el rumor de la muerte de James, será imposible detenerlos hacia Rafael y sus trampas.
-Lo sabemos – Suspira Mike – Y qué harás, no eres auror y James no te involucrará – Girándose hacia amigo en busca de apoyo
-No me preocupa la zona sur – Comentó amarrándose el cabello en una coleta – Rafael quiere reunirnos a todos en ese lugar y si lo hacemos sólo por venganza o impulso podremos fracasar.
-¿Qué sugieres? – Pregunta preocupado. Su novia estaba con Joshua y Rose, les seguiría hasta el fin del mundo con tal de vengar a su hermano mayor – Viajar al bar y seguir su pista.
-Exacto.
-Hermione…
-También se trata de mi nieto – Musito intentando controlar sus emociones – Su magia presenta cambios y no podrá defenderse en un duelo, lo sabemos
-James… – Musita hacia amigo pidiendo su ayuda mientras seguía a la castaña hasta la puerta de la habitación– Elaboren un plan para traerlos de regreso pero no lo hagas sola.
-No hay tiempo que perder, Mike – Meditó abriendo la puerta dispuesta a salir del lugar. Apenas salió hacia el pasillo se encontró con Melissa. – No vas a convencerme– Dijo a la defensiva.
-No tengo órdenes para hacerlo – Soltó la mujer observando a James sonreír – Debería acompañarlos, están heridos
-Lo están – Soltó Mike colándose entre ambos magos. – Sé que es importante traer de vuelta a Rose, Natalie y Joshua pero es riesgoso.
-Yo dije lo mismo – Apoyó Melissa rodando los ojos
-Nos tomará un par de horas – Suspiro James observando a ambos magos – Nos dirigiremos a un punto de contacto con la zona sur, los buscaremos en el bar y la posada.
-Es peligroso – Acusa la morena preocupada – Ese sitio es refugio para muchos magos oscuros ¿Cómo pretendes conseguir información?
-Con encanto… - Vocifero encogiéndose de hombros. Mike frunció el ceño y Melissa hizo un gesto de rendición – Preparé un trasladador
-De acuerdo… - Dijo Hermione con decisión
-James… - Atajó la auror. El aludido le devolvió la mirada – Dos horas.
-Hecho – Asintió para luego mirar a la castaña y afirmar – Regresaremos pronto.
-Es peligroso ese lugar – Inquirió Mike con preocupación por sus amigos
-No es seguro – Suspiro – Son magos y brujas del bajo mundo, si quieres desaparecer del mapa por un tiempo y perder conciencia de quien eres, es un buen lugar.
-Comprendo. – Dijo pensativo - ¿Qué harán con Harry y el resto?
-No nos quedan muchas opciones – Dijo con cierta resignación en su voz – Volver a esperar un movimiento suyo sería absurdo, siempre estarán por delante de nosotros y si les atacamos directamente no hay diferencia, así es que…
-Atacarán… - Confirmo el sanador. La mujer asintió
Guarda silencio observando el pasillo por donde Hermione y James habían desaparecido para buscar a Natalie, Joshua y Rose, rogando porque ese trío de magos siguiera bajo la ignorancia de lo que sucedía en el ministerio y el hospital, porque la racionalidad ganará por sobre la indignación y regresarán sanos y a salvo de las garras de Rafael y su séquito de mortifagos. Conocía lo suficiente a Rose y Natalie para afirmar que harían hasta lo imposible por rescatar a sus seres queridos y cobrar una supuesta venganza en nombre de James Potter, y posiblemente Rafael también lo sabía, y no escatimaría recursos para extender el rumor hasta las chicas.
Sólo esperaba que James y Hermione llegasen a tiempo para detener esa locura.
O sumarse a ella.
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Sentía la suave caricia de Joshua sobre el brazo mientras descansaba sobre el pecho de él, asimilando durante la noche la información recibida del bar y de esas mujeres, buscando la lógica explicación para desmentir esa noticia y aferrarse a la posibilidad de que todo sea una mentira, un rumor mal intencionado o producto de la confusión del combate. No querían admitir que el hijo mayor de Harry Potter estaba muerto, porque todos en esa pequeña habitación conocían las habilidades del jefe de aurores y su capacidad de combate, no podía caer tan fácilmente y menos a manos de un mortifago.
La pelirroja desvió la mirada hacia la segunda cama de la habitación; Rose permanecía dormida después haber llorado durante horas, escéptica de la muerte del padre de su bebé y esperanzada porque todo fuese un error. A pesar del dolor seguían aferrándose a esa posibilidad y su principal motivo por el cual continuaban en ese lugar era por ellos. Los tres poseían el motor necesario para continuar y emprender marcha hacia la zona sur: Harry, Ronald y Luna había sido capturados por Rafael en el ataque al hospital, y aunque todo indicaba ser una trampa, no podían permanecer de brazos cruzados esperando a que alguien más actuará por ellos.
-Deberías regresar… - Susurra Joshua deteniendo la caricia. Natalie se acomoda sobre la cama pero no dice nada – Ese lugar es el infierno.
-Mi padre está allí – Dice con voz baja, no desea despertar a su prima – No podría soportar la idea de perderlo también. – Musita
-Quizás sea mentira – Vocifera después de unos segundos en silencio – Cuando ocurrió el ataque en el otro ministerio, todos pensaron que había muerto. Durante horas lo estuve para mis compañeros de trabajo.
-No me hagas recordar el ataque que tuviste – Dijo incorporándose ligeramente para mirarle a los ojos, estaban cansados. – Fue horrible pensar que estabas moribundo, luchando por sobrevivir.
-Mi magia se aferró a la tuya – Explicó esbozando una sonrisa. Con cariño acarició la mejilla de la pelirroja – Creo que haré ese hechizo con más frecuencia. – Bromeó recibiendo un golpe en el pecho – Regresa al ministerio…
-No puedo – Negó Natalie sosteniéndole la mirada al chico – Si realmente es un infierno entonces quiero ir contigo.
-Si algo te sucede…
-Estaré bien – Musita para después besar los labios del auror.
Estuvieron besándose por varios minutos hasta sentir que algo golpeaba sus cabezas, observaron una almohada tirada en el suelo para después desviar la mirada hacia la segunda cama de la habitación, Rose les devolvía la mirada alzado una ceja. Al igual que ellos, estaba cansada pero con la determinación brillando en sus ojos, después de haber escuchado el relato de Joshua, había sido la primera en proponer viajar hasta la zona sur para rescatar Harry, Ron y Luna.
-Pueden controlar sus hormonas, por favor – Acusa incorporándose de la cama. Natalie y Joshua sonríen – No puedo imaginar que hubiese pasado con ustedes dos, solos – Bufó yendo hacia la ventana y mirar hacia el exterior donde el pasaje comenzaba a moverse. - ¿Cómo llegaremos a la zona sur? – Preguntó desviando la mirada hacia Joshua.
-Si caminamos precisamente hacia el sur llegaremos hasta un río – Acotó sentado en el borde de la cama – Debemos cruzar pero nos toparemos inmediatamente con el escuadrón de aurores, hay hechizos de protección y como sabes, los puntos de aparición fueron desactivados hace meses.
Rose asiente para después volver hacia la ventana.
-¿Cómo Ron pudo salir de la zona sur? – Preguntó Natalie llamando la atención de la chica, se giró mirándola – Cuando se encontró contigo, qué hizo – Inquirió mirando a Josh
-Según entiendo hay puntos ciegos entre los hechizos de protección – Meditó cruzándose de brazos – Ronald los conocía porque era el jefe de aurores y sabía de memoria toda la seguridad del lugar.
-Visitan muchos mortifagos el bar – Inquirió la mujer sin mirar a sus amigos – Cuando viniste por primera vez….
-Un poco… - Dijo en apenas un susurro, temiendo porque la chica formulará un plan riesgoso para ellos – Regularmente…
-No estarás pensando sacar información de ellos – Vocifero Natalie escrudiñando con la mirada a su prima, ésta hizo una mueca – Rose…
-No hay muchas opciones – Susurró yendo hacia la cama para colocarse la túnica. Joshua y Natalie le imitaron – Un poco de poción de verdad podría funcionar.
-¿Cómo pretendes hacerlo? – Inquirió el chico entrecerrando los ojos
-Con encanto…
Ambos jóvenes parpadearon ante la confesión de la mujer.
-Espera… - Sonrió el auror con nerviosismo. – Estás pensando en hacer lo que hice ayer.
-¿Quieres hacerlo de nuevo? – Inquirió alzando las cejas mientras hechizaba un viejo caldero – No pensé que tu encanto alcanzará para hombres.
-No digas tonterías – Bufó el auror – Una cosa sois las brujas y otra son los asesinos.
-No soy novata en misiones en cubierta, sé lo que hago – Dijo colocando esencias en un pequeño frasco – Sólo necesito saber cuál su entrada
-Rose…
-Será sencillo, incluso Natalie puede acompañarme… - Vocifero sin mirar a la pareja.
Volvieron a intercambiar una mirada, Joshua negó con firmeza.
-O no…
-Por ningún motivo – Soltó el chico frunciendo el ceño – Son tipos asquerosos buscando compañía…
-Tú fingiste buscar compañía… - Aclaró Rose revolviendo el frasco con la tapa cerrada – Y resulto perfectamente bien, yo puedo hacer lo mismo.
-Creo que podría ayudar – Dijo Natalie
-No – Contesto el castaño con la mandíbula apretada – No voy a permitir que un sujeto comience a toquetearte.
-Lo hiciste con esas brujas, dos veces – Reclamo la pelirroja frunciendo el ceño
-Lo hice por información, ellos lo harán por otro motivo – Se defendió
-Entonces podría hacer lo mismo o no.
-Muy bien, suficiente – Aclaró Rose girándose hacia la pareja – Después arreglarán su problema de celos, vámonos al bar. – Ordeno caminando hacia la puerta
Caminaron detrás de la mujer enviándose miradas de reproche pero ligeramente divertidos con la situación, después de todo, les satisfacía saber que mutuamente sentían celos. No obstante, seguía preocupándole la exposición de la castaña y en dominios donde el enemigo podía estar en cualquier sitio, básicamente estaban en la boca del lobo y en cualquier momento podía tragarlos.
Salieron hacia el exterior cubriendo las cabezas con las túnicas para luego seguir el camino de regreso hacia el bar, a medida que acortaban distancia podían escuchar el murmullo y las estruendosas risas de quienes se divertían a esa hora de la mañana, muchos continuando la fiesta de la noche o recién comenzando la juerga de la madrugada. Sea como sea, el lugar se encontraba atestado de magos y brujas; oliendo a alcohol, comida en mal estado y quien sabe que más.
Rose tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no vomitar en ese lugar.
-Busquemos una mesa – Susurró Joshua abrazando a la pelirroja por sobre los hombros y arrastrando por la muñeca a Rose para ingresar entre la multitud. – Debemos observar el lugar por unos minutos.
-¿Qué buscamos? – Inquirió Natalie en apenas un susurro. Cogieron asiento prácticamente en la misma mesa del día anterior, obteniendo una visión amplia del lugar, la mayoría de las mesas estaba ocupada por magos ebrios.
-Grupos pequeños… - Dice el chico mirando de reojo – Uno a tres magos…
-Creo que lo tengo – Murmuro Rose señalando una mesa, ocupada por sólo un mago a espaldas de ellos – Acaba de quedar solo.
-No crees sea pronto – Indico el auror frunciendo el ceño – Esperemos unos minutos.
-Estoy segura – Soltó incorporándose de la silla. Joshua y Natalie intentaron retenerle pero fracasaron – Esperen en la barra.
-Maldición… - Bufó el chico observando a la chica caminar hacia la mesa del hombre – Debió esperar.
-Sabe lo que hace, vamos – Acusó arrastrando al chico a la barra. A pesar del lleno del lugar, la barra era ocupada por tres personas; dos viejos perdiendo lentamente el conocimiento y un tercer mago semi apoyado observado el lugar, sosteniendo una jarra de cerveza.
-¿Qué quieren? – Pregunta el cantinero con el ceño fruncido. Joshua hace un gesto con los dedos.
-¿Qué pediste? – Inquirió Natalie entre susurros
-Corto de wisky para hacerle pensar que estamos de paso y nos iremos pronto – Sonrió el chico recibiendo una mirada entrecerrada de la pelirroja
-Has aprendido mucho – Musito desviando la mirada hacia Rose.
Sorpresivamente se había sentado en las piernas del hombre, éste aprovecho la oportunidad y la abrazo por la cintura pero sin mirarla.
-Vaya que tiene experiencia en misiones.
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-Me quedaré en la barra – Vocifera Hermione cogiendo la cerveza para después incorporarse de la mesa – Eres el señuelo y deben verte solo. – Le sonrió a James quien rodó los ojos
-No me pierdas de vista – Pidió el jefe de aurores. Su tía entrecerró los ojos con burla – O seré presa fácil.
-Es la idea – Musito yéndose de la mesa.
El jefe de aurores echo un vistazo al lugar percatándose que demoraría unos minutos la búsqueda de información, la mayoría de las brujas estaba ocupada entreteniendo hombres ebrios y otras seguían divirtiéndose pero con pocas ganas de acercarse a las mesas. Su opción rápida era acercarse y ofrecer un par de rondas de licor mientras fingía estar ebrio o simplemente quedarse sentado a la espera que alguien se acercará hasta él.
Bebió unos sorbos de cerveza dispuesto a tomar la segunda opción, rogando porque la supuesta juerga terminará bien y logrará conseguir la información necesaria para encontrar a su novia, hermana y amigo. Comenzaba a incorporarse de la silla cuando de improviso alguien se sentó en sus piernas y pasaba su brazo por sobre los hombros, fingió estar acostumbrado a ese ambiente y siguió con la mirada fija sobre la mesa, la capucha de la túnica le cubría el rostro y continuo bebiendo sin mayores problemas.
-Estás solo… - Susurraron en su oído, el bullicio del lugar había aumentado y apenas podía entender. No dijo nada y continuo bebiendo – Puedo hacerte compañía…. – Siguió escuchando, sintiendo como una mano acariciaba su pecho por sobre la camisa. – Es un día… frío…
Había sujetado a la mujer por la cintura y mano libre sujetaba la cerveza, su regla de oro era jamás dejar abandonado aquel vaso sino quería terminar envenenado o drogado pero necesitaba entablar algún tipo de relación con la mujer. Soltó el vaso y coloco la mano en la rodilla, acariciándola en círculos insistentes.
-Eres de aquí… - Musita desabrochando el primer botón de su camisa y palpar su piel. Aprieta la mandíbula intentando controlar su nerviosismo.
-Más o menos… - Dice con voz ronca, lo cual la mujer malinterpreta porque desabrocha un segundo botón - ¿Y tú? Mucho tiempo aquí.- Acusa apartando la mano de la rodilla para sujetar nuevamente la bebida, sólo un sorbo y vuelve la mano a su posición original
-Más o menos… - Responde de la misma manera.
Suspira, sopesando la posibilidad de que esto sería más difícil.
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Siente la mano del hombre nuevamente en su rodilla pero controla el impulso por golpearle en el rostro tapado por la capucha de la túnica, parece cauteloso porque a pesar de la posición y haberlo acariciado – primero sobre la camisa y luego piel contra piel – no parece inmutarse por su presencia. Muerde su labio inferior con nerviosismo pensando que sería difícil que suelte prenda, salvo que es foráneo, no parece dispuesto a decir más.
Y no quiere extremar recursos para conseguirlo.
-Estoy algo ocupado pero puedo tomarme una hora – Suelta el hombre sacándole abruptamente de sus pensamientos, siente la mano subir un par de centímetros – Debo ocuparme de un asunto pero puede esperar – Musita viéndole mirar hacia el bar
-Un hombre ocupado… - Acusa acercándose hacia el cuello del hombre cubierto por la túnica, frunce el ceño sintiendo una fragancia conocida. Con un rápido movimiento se cambia de posición, tapándole la visión del vaso de cerveza, sentándose muy pegada al hombre – Creo que podemos hacer mucho en una hora.
El hombre intenta coger el vaso pero ella sujeta su mano, llevándola hacia su trasero, vuelve por el vaso con la poción de verdad para ofrecérselo personalmente cuando se percata se tienen compañía.
-Lo están disfrutando…
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-Esto se pone difícil – Musito Joshua observando la escena. El hombre parece renuente y Rose demasiado incómoda – Es mejor ayudar… - Dice haciendo el amague de caminar hacia la mesa pero Natalie le detiene
-Observa… - Susurra señalando a la mujer cambiarse de posición, con facilidad asombrosa coloca la poción en la cerveza de mantequilla - ¿Cuántas veces crees que lo ha hecho?
Joshua se encoge de hombros.
-Caerá pronto – Dice Natalie sonriendo, el auror rueda los ojos – Tú lo hiciste.
-No, soy un profesional – Acotó con suficiencia
-¿Quiénes son? – Pregunta la mujer observando por sobre el hombro del chico, el aludido se gira observando la mesa ocupada por dos hombres.
-Compañía… - Susurra dando un paso hacia adelante.
-Joshua… - Musita ligeramente más alto sujetándole por el brazo – Calma…
-¿Natalie, Joshua? – Dicen en apenas un susurro. Ambos desvían la mirada hacia persona con capucha, abren los ojos con sorpresa y alegría al mismo tiempo, Hermione Potter les devuelve la mirada sorprendida - ¿Qué hacen aquí?
-También nos preguntamos lo mismo – Acusa el castaño – Se supone que estabas…
-Estoy bien, el hechizo resultó – Acotó pasando la mirada por cada uno de los jóvenes – No respondieron a mi pregunta, qué hacen todavía aquí.
-Buscamos información – Dijo Natalie escuetamente - ¿Y tú? No deberías estar sola.
-No estoy sola, estoy con James – Dijo bajando la mirada. Ambos chicos observan alrededor suyo pero no captan al jefe de aurores – Está buscando información… - Suspira señalando hacia la mesa frente a la barra.
Natalie y Joshua se miran y regresan la mirada hacia la mesa, la misma donde Rose está buscando información.
-¿Dónde está Rose? – Pregunta ahora la castaña con preocupación
-Allí… - Señalan al unísono la mesa frente a la barra – Buscando información…
Los tres magos junto a la barra ruedan los ojos.
-¿Cómo demonios no se dieron cuenta? – Pregunta Natalie cruzándose de brazos.
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-¿Qué necesitan? – Pregunta el jefe de aurores sin mirar a la mujer sobre sus piernas – Estoy ocupado… - Expresa fingiendo molestia.
-Tranquilo… - Dice un hombre de cuarenta año, cabello rubio y sonrisa torcida – Sólo queremos hacerles una invitación – Señala la esquina del bar donde otro hombre les esperaba con varias chicas. – Sin compromiso, claro.
-¿Qué dicen? Acepta señorita… - Acusa el segundo hombre de pelo oscuro, ofreciéndole la mano
El jefe de aurores hace un mohín por la interrupción y la invitación recibida por los hombres, si la mujer sobre él acepta entonces tendrá que seguirla y aquello podía significar un problema mayor al tener poca privacidad. Y por primera vez desde que la tiene sentada en su regazo, la mira de reojo para calcular su reacción ante la invitación.
Su corazón palpita con fuerza y por instinto coloca una mano sobre el vientre de la mujer, causándole un respingo por el brusco movimiento. Vuelve la mirada hacia los hombres y hace un gesto negativo sin dejar de sonreír.
-Creo que la señorita y yo tenemos otros planes – Expresa alzando las cejas haciendo comprender a los hombres – O no… señorita… - Susurra obligándola a mirar hacia él.
Su mirada temerosa cambia y brilla al reconocerlo, sonríe.
-Sí, es verdad – Musita Rose reacomodándose con mayor confianza sobre su regazo – Lo siento.
-Descuiden… - Dice el pelinegro incorporándose de la mesa
-Si cambian de opinión, estaremos en ese lugar – Señalando el rincón – Aunque nos iremos en veinte o treinta minutos.
-Creo que nos demoraremos más – Vocifera James
Los hombres lanzan miradas traviesas y asienten.
-¿Qué haces aquí? – Pregunta James sorprendido.
Sin embargo, la única respuesta que recibe es un apasionado beso de su novia como sino se hubiesen visto en meses, no entiende porque todavía se encuentra en ese lugar lleno de magos asquerosos y lo que es peor, en plan de chica de bar recolectando información. Se aleja sutilmente de la chica y respira hondo mientras intenta entender porque está en ese lugar.
-En búsqueda de información… - Susurra entrecerrando los ojos, celoso porque su novia podría estar en brazos de otro hombre – Ro…
-Igual tú – Murmura esbozando una sonrisa – Eres pésimo seduciendo a chicas – Opina pasando el dedo índice por su pecho, sugerente – Casi extremo recursos pero estabas perdido. – El jefe de aurores iba a reclamar cuando añade – Pensé que estabas muerto – Confesó
-Un rumor… - Afirma él – Pensé lo peor cuando dijeron que habían ingresado al hospital…
-Estamos bien – Dijo Rose – Conseguimos información sobre el ministerio por la noche.
-¿Por qué no regresaron? – Inquirió con preocupación
Su novia tuerce el gesto intentando guardar silencio pero él acaricia su pierna.
-Idiota… - Vocifera golpeándole el pecho, sonríe – Sabemos lo ocurrido con nuestros padres – Murmura sorprendiéndole – Queríamos…
-Viajar a la zona sur… - Completa alzando una ceja – Los puntos ciegos, verdad. – Suspira
-No iba a quedarme de brazos cruzados
-Yo tampoco – Musita desviando la mirada hacia el otro extremo del bar – No conozco los puntos ciegos… - Dice volviendo la mirada su novia.
Se miran esbozando una sonrisa.
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Se incorporan de la mesa para tomar la dirección contraria a ellos, dirigiéndose hacia la esquina del bar donde un grupo de hombres era acompañado por brujas y toman asiento junto a ellos, específicamente, hacia el hombre con mayor signos de ebriedad. Amistosamente le ofrecieron la jarra de cerveza y este lo bebió sin ningún tipo de reparos mientras continuaba riendo y celebrando junto a la mujer a su lado.
-Son buenos actores… - Opino Natalie sorprendida por el despliegue de ambos aurores – Muy buenos a decir verdad.
No saben a ciencia cierta cuánto tiempo transcurrió pero de un momento a otro, James y Rose se incorporan del lugar fingiendo estar bebidos, abrazados caminan de regreso hacia la barra. El primero en reaccionar es Joshua quien incita a ambas mujeres a salir del lugar, lo hacen entre el tumulto de nuevas personas que ingresan y se quedan a la espera de sus amigos fuera del bar.
-Crees que James haya bebido alguna poción – Dice Joshua con preocupación. Natalie se encoge de hombros
-Aquí vienen – Acusa Hermione observando a su hija salir del bar.
Apenas madre e hija cruzaron mirada se abrazaron efusivamente por encontrarse de nuevo, aliviadas porque esa pesadilla comenzaba a terminar y podrían disfrutar de esa nueva oportunidad de estar juntas. Hermione beso la mejilla de su hija, sin dejar de sonreír y trasmitiéndole todo el amor de madre que podía, después de todo, seguía recordando y haciéndose la idea de que sería abuela.
-¿Qué haces aquí? – Dijo Rose en apenas un susurro – Pensamos…
-El intento de Harry funciono – Murmuró sonriendo – Se rompió el hechizo de Eric.
-Maldito imbécil – Susurro limpiándose una rebelde lágrima. Hermione dejó escapar una risilla - ¿Por qué estás aquí?
-Sabemos que removerían cielo y tierra para salvar a quienes están en la zona sur – Aclaró James enviándole una mirada a su hermana y luego a Joshua – No regresarían al ministerio sin sacarlos de ese lugar.
-Claro que no – Dijo Natalie frunciendo el ceño – Además, pensábamos que estabas…
-Un rumor… - Susurró él observando alrededor suyo. - ¿Estaban en la posada? – Inquirió a Joshua, asintió – Vamos, es peligroso estar aquí.
El auror comenzaba a caminar cuando se tambaleo peligrosamente hacia el suelo.
-Fue la poción de esa mujer… - Dice siendo ayudado por Joshua y Natalie
-¿Por qué bebiste? – Preguntó Nat con sorpresa.
-Sospecharían sino lo hacía y técnicamente lo hice por oferta de Rose – Masculló ganándose una mirada de su novia – Enserio estabas dispuesta a…. – Dejó la frase en el aire, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo
-Lo hacía contigo o no – Musito esquivando la mirada de su novio
-¿Por qué no lo hizo Joshua? – Inquirió alzando las cejas. El muchacho a su lado, tragó saliva y continuo caminando. – Ya habías hecho…
-Sí, y no resultó agradable – Confesó ligeramente sonrojado. – Tenía poción de la verdad y otro regalo.
-No estoy bajo el efecto de la poción de la verdad pero puedo comprender el segundo… - Masculló recibiendo un empujón de su hermana - ¿Qué?
-Compórtate – Repuso frunciendo el ceño. James iba a replicar pero Rose lanzó un suspiro de resignación – Rose…
-Ya llegamos… - Acusó evitando hacer comentario de la conversación de los hermanos, ingresó a la recepción para coger nuevamente una habitación por el día pero Natalie adelantó marcha – Natalie… - Susurro.
-Te toca – Soltó esbozando una sonrisa – Acompáñame Joshua…
-Bueno… - Dijo el auror
-Me perdí de algo – Musito James apoyándose en su novia
-No mucho…
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Noches enteras, por cinco años, había imaginado ese preciso momento donde tenía a sus enemigos bajo su mando, indefensos y desorientados de su próximo ataque, temerosos porque cualquier movimiento mal ejecutado podría desencadenar en la muerte de sus seres queridos. Conocía lo suficiente a su enemigo para apuntar directamente hacia su corazón, hacerlos trizas y darles el golpe de gracia tal y como lo hizo con Harry Potter y el asesinato de su esposa Ginny Weasley, removiendo la pieza que finalmente le dejó fuera del juego.
Intento hacerlo con Hermione Granger cuando apenas eran novios pero finalmente había sobrevivido al ataque y volvió a intentar cuando le arrebato sus recuerdos, volviéndolos locos y ansiosos por pensar que uno de ellos estaba muerto.
Después intento atacar el punto débil del pelirrojo jefe de aurores pero simplemente sirvió para unirle más ese joven auror y luego volcó sus energías hacia esa rubia sanadora, y aunque funciono por algún tiempo, jamás consiguió hacerle algún daño.
Muchos intentos fallidos pero finalmente cada uno colaboró para llegar ese punto sin retorno alguno, siempre y sin importar como, siempre terminaban en ese mítico lugar: la zona sur aguardaba sus movimientos y retenía a sus enemigos a la espera de que el jefe de aurores diera la señal de ataque. Sus sentidos estaban agudos ante el primer sonido de ser atacados, porque sería la señal perfecta para eliminar a cada uno de los magos que tenía frente a él: Harry Potter fruncía el ceño sin apartar la mirada de él, Ronald Weasley permanecía cerca y vigilante hacia la rubia y ésta última seguía apoyada del hombro del auror y con la mirada baja.
Cada uno de ellos atraía por sí mismo a distintos objetivos pero estrechamente vinculados: Potter lo hacía con su esposa e hijo, Weasley con su hija y Lovegood también con su propio hijo, y a partir de ellos, el resto de magos vinculados seguía creciendo hasta finalmente atraer a todo el cuartel de aurores hacia ese lugar.
Así Rafael Lyon pretendía destruir a los héroes del mundo mágico y al ministerio de magia.
Continuará…
Buenas buenas. Nos acercamos un poco más hacia el final de la historia, con el grupo unido van hacia la zona sur para encontrar a sus seres queridos. Asumiendo el riesgo de caer en la trampa de Rafael y Owen
Actualizaré de regreso de año nuevo, espero que puedan disfrutar en familia y en compañía de sus seres queridos, les deseo que el próximo año sea mejor que este y puedan cumplir sus deseos y metas
Abrazos