Capítulo 11

Bella 17 años

Pero la felicidad nunca permanece estática, siempre termina y para mi era muy esporádica. El día de mi cumpleaños llegó muy rápido y realmente lo pase mal, había imaginado que mi primer cumpleaños con Edward seria especial, que quizás me cantaría el feliz cumpleaños y me compraría un pastel, como hacía mi papá, pero no, el ni siquiera se acordó, no me llamo, no me envió ningún mensaje, una carta con Sue, nada, simplemente lo olvido ya que para él no era importante. Pase el día completamente sola, ya que le había dicho a Sue que estaría bien por mi cuenta, pero no era así, estaba en una casa extraña demasiado grande para mi sola, lloré todo el día, hasta que llegó Jacob.

—Bells— entró con una gran sonrisa, algo raro en esta casa— Feliz cumpleaños— me atrapo en un gran abrazo

—Jacke— no pude evitar llorar en su hombro nuevamente

—Calma, calma, preciosa, ya estoy aquí— trató de animarme y finalmente me convenció de salir de la llevó a la push, donde me esperaba una fiesta sorpresa en su jardín.

—¡Feliz cumpleaños Bella!— gritaron todos en cuanto me vieron, una gran ronda de abrazos comenzó, me conmovió mucho que se hubieran tomado tantas molestias por mi.

—Muchas gracia, chicos, chicas, de verdad no tienen idea de cuánto lo aprecio.

Comimos carne asada junto a la fogata, me cantaron feliz cumpleaños e inclusive me hornearon un pastel, nuevamente fui feliz, traté de aferrarme a ese sentimiento lo más que pude, pero tenía que volver, la casa de Jacke era muy pequeña, justa para su familia, no había una habitación de invitados y el sillón era muy pequeño incluso para mi.

Al llegar a casa, cómo de costumbre pregunté si había alguien, y cómo de costumbre el eco de mi voz resonó en todas las paredes recordándome mi soledad, subí rápidamente a mi habitación, necesitaba dormir, no porque estuviera cansada, si no por que ya no quería llorar y esa era una buena forma de evitarlo. Cuando ya me estaba quedando dormida, un mensaje me despertó completamente, era de Edward.

"feliz cumpleaños"

No había más, un saludo, alguna pregunta sobre cómo estaba, nada, simplemente 2 palabras tiradas al viento, se sintieron tan forzadas, que preferí que no me hubiera mandado nada, ya había aceptado el hecho que lo había olvidado. Esa noche al igual que la mayoría, lloré hasta el amanecer.

Y otra vez casi sin darme cuenta, se fue otra semana, esta vez sí tenía que regresar con Edward, ya no había excusas, estaba aterrada de volver, de tener que presenciar su rechazo de primera mano. Pero no esperaría a que él enviara a alguien por mí, yo no era un objeto que podía manejar a la distancia, me iría desde el jueves en la tarde con Jacob, ya que él se mudaría a Seattle con sus parientes. Además el viaje era un pretexto para estrenar mi nueva licencia de conducir y motocicleta, ambas cortesía de Jacke.

El jueves por la tarde partimos hacia Seattle, con la bendición de Sue, ella estaba muy preocupada por mi, no entendía por que, el viaje no era realmente largo, solo fueron 3 horas y media de camino. Conforme nos íbamos acercando al suburbio de Edward mis nervios aumentaban, ¿qué sucedía si Edward no me quería ver?¿si me enviaba de regreso al orfanato?¿ o un internado?¿ y si quizás estaba con alguien más? mi miedo de llegar a la casa y que nos recibiera la señora Cullen, regreso con más fuerza esta vez, no sabia si seria capaz de soportarlo, no después de haber casi estado en los brazos de Edward.

Negué con mi cabeza tratando de desechar esos pensamientos, me concentré en las mansiones que ahora conocía bien, gire en la esquina, rápidamente la mansión de mis pesadillas apareció frente a nosotros, el portero Phil salió a recibirnos.

—¿Les puedo ayudar en algo?—obviamente Phil no me reconoció con el casco, así que me lo quite

—Hola Phil— tenía que admitir que lo había extrañado a él y a Ely, ellos habían sido tan buenas personas conmigo.

—Hola señorita Bella, adelante— dijo mientras nos abría el portón.

Entre primero yo y Jacob me siguió, nos estacionamos en el lugar del volvo, esa era una buena señal Edward no estaba en casa, lo cual esperaba que por lo menos me diera unas horas para prepararme mentalmente. Entramos a la casa y fuimos recibidos por Ely.

—Hola Ely te extrañe mucho— dije mientras la abrazaba

—Mi niña— me devolvió el abrazo— yo también te he extrañado, ¿cómo estás?— me estudió con el ojo de madre— pero llegas antes, ¿El señor Edward, fue por ti?

—Estoy bien— ignore sus preguntas sobre Edward— viene con mi amigo Jacob— dije mientras señalaba a Jacob, que estaba ocupado impresionándose por la mansión

—Hola, un gusto— saludo con su característica sonrisa relajada

—Igualmente, joven Jacob, llámame Ely— nos estudió un minuto— pero debe tener hambre, vengan, quieren macarrones con queso o les puedo preparar lo que quieran— nos tomó de la mano y nos condujo hasta la cocina.

—Macarrones con queso mi favorito— dijo Jacob con una sonrisa infantil en el rostro, era contagiosa.

Estábamos a media comida riendo y compartiendo historias, cuando se escucharon unos gritos provenientes del estacionamiento.

—¿DE QUIÉN SON ESAS COSAS ?, ¿POR QUE ESTÁN EN MI CASA?, ¡PHIL!— Mierda Edward había llegado y no estaba de buen humor, trague en seco, tenía que enfrentarlo, tenía que ser fuerte, no me doblegaría ante él, me iría con la cara en alto. Seguía a Ely y a Jacke fuera, donde los gritos de Edward se escuchaban por toda la cuadra.

—¿Podrías dejar de gritar?— le pedí en cuanto salí al patio—son nuestras— dije mientras tomaba la mano de Jacob, sus ojos centelleaban bajo el brillo de la furia, jamás los había visto así, era algo tan nuevo.

—¿Cómo, que son de ustedes?¿que hacen aquí? mañana irían por ti— me miraba cómo si de pronto tuviera dos cabezas— Isabella, contesta— me pidió, estaba paralizada mi boca no se movía ni emitía ningún sonido, tomó un par de respiraciones para controlar su tono de voz, jamás lo había visto tan descontrolado— por favor no me digas que te subiste a una cosa de esas

—Relájese Señor Cullen— le pidió Jacke ante mi silencio— No es nada peligroso, yo mismo le he enseñado a manejar

—Si además no manejo nada mal—dije apoyando a Jake

—Ya Eddy— Una hermosa rubia escultural salió del volvo— son solo cosas de niños— rápidamente se colgó del brazo de Edward.

Oh no, mis peores pesadillas se habían cumplido, el había conseguido a alguien y no a alguien simple, a alguien mil veces mejor que yo, ella bien podría estar desfilando en París ahora mismo.

—Tanya querida— Edward tomó sus manos y cambió por completo su tono de voz, esa voz de paciencia y ternura infinitas, que ahora sentía por alguien más— no te entrometas en esto, espérame dentro en lo que terminó de hablar con Isabella— ella asintió cómo corderito

—Oh por mi no te preocupes— le dije a la tal Tanya— Edward y yo ya terminamos de hablar, ahora si nos disculpan tenemos maletas que desempacar— dije tomando a todos por sorpresa, incluyéndome, necesitaba salir de ahí, tome a Jacke de la mano y prácticamente lo arrastre hasta mi habitación.

En cuanto cerré la puerta, no pude aguantar más, me tiré a llorar a los brazos de Jacob. Realmente nunca le había contado todo lo que pasó entre Edward y yo, pero en este punto, no creo que sea necesario, quizás él ya lo sabe o mínimo sospecha algo.

—Shh tranquila— dijo Jacob mientras me mecía tratando de calmarme— ¿qué te parece si salimos?— asentí, necesitaba respirar aire que no estuviera intoxicado por Edward— vamos a visitar a tus amigos, apuesto que te echan de menos— propuso

—Yo no tengo amigos más que a ti— le dije entre jadeos

—Bueno contigo me basta— seco mis lagrimas—¿por que no me enseñas la ciudad?

—Si esta bien vamos— lo que sea era mejor que estar en la misma casa que Edward y su novia.

—Sí pero antes ve a lavarte esa hermosa carita— Bajamos las escaleras, no había nadie en la sala o el recibidor, gracias a dios.

—Isabella ¿a donde vas?—me preguntó Edward en cuanto abrí la puerta, ¿de donde había salido?

—Vamos a salir— le dije simplemente

—No tienes permiso y mucho menos si planeas hacerlo en esa cosa— Su postura era tan extraña, me estaba dando órdenes cómo lo hacía con sus empleados, ¿Quién se creía?

—Disculpa Edward pero no te estaba pidiendo permiso— tomé la mano de Jacob y camine al jardín con paso firme

Salimos de la casa escuchando los gritos y amenazas de Edward, pero estaba tan enojada con él que no me importó, primero me abandonaba, no me hablaba por 2 semanas, trataba de controlarme cómo un objeto, me daba ordenes y además había traído una mujer a la casa en donde vivíamos, sabía que era su casa, pero yo la habitaba también y si tendríamos invitados merecía saberlo por cortesía.

Le mostré a Jacob, todos mis lugares favoritos de la ciudad, oscureció demasiado rápido para mi gusto, pero no me importaba, dormir en el parque ahora sonaba cómo el paraíso.

—Bella— pero claro Jacob tenía otros planes— creo que debemos regresar, ya es tarde, debes de tener frío— suspire, sentía que la paz era algo que simplemente me había abandonado

—Esta bien vamos— Conduje tan lento cómo podía y aun así no era lo suficientemente lento, trataba de demorar lo más que podía la llegada a casa, Edward tenía un carácter fuerte, seguramente seguirá enojado, él era muy temperamental, lo sabía, pero jamás había experimentado las consecuencias de ese temperamento que todo el mundo temía.

—Milagro que te dignas a aparecer— me saludó amablemente Edward, en cuanto entramos a la propiedad— no esperaba que me concedieras el honor de tu presencia dado que pasa de la medianoche— ignore sus sarcásticas palabras, no quería que viera cuanto me afectaba su actitud, camine esquivándolo, quería correr—¿QUIEN TE CREES PARA IGNORARME?— genial, los gritos regresaron— POR SI NO LO RECUERDAS VIVES BAJO MI TECHO Y MIENTRAS ESTÉS EN EL ME RESPETAS— Ese había sido un golpe bajo

—Edward— lo confronte— por favor deja de gritarme, no estoy sorda

—Pues parece todo lo contrario— su voz era contenida, pero la furia seguía ahí— Jacob ¿ tu madre sabe que estás aquí?,¿ cuando planeas irte?— sus ojos eran dagas en el pecho de Jacke

—Oye deja a Jacob en paz el es mi invitado, así que yo decido cuándo es hora de que se vaya a casa.— Edward podría tratarme a mí cómo basura, porque lo era, pero no le permitiría que lo hiciera con él, él era mi único puerto seguro ahora y lo defendería con mi vida si fuera necesario.

—Bella creo que lo mejor es darles su espacio, necesita hablar. Esperaré arriba— no quería quedarme a solas con él, terminará derrumbándome y llorando en sus brazos.

—No hace falta Jacke— dije rápidamente— Edward y yo, no tenemos nada de que hablar— tome su mano.

—No me vas a dejar hablando solo otra vez— dijo por lo bajo, tomándome con fuerza del brazo, me asustaba mucho este nuevo Edward

—Señor Cullen suéltala— dijo Jacob con tanta rabia que por un momento me dio miedo que le hiciera algo a Edward— suéltala— repitió, Edward me soltó.

—Isabella te veo en mi estudio necesitamos hablar— dijo con tono autoritario, no me queda otra opción tenía que ir. Se dio la vuelta y con paso firme se fue a su estudio, mire a Jacke asustada.

—Recuerda que aquí estoy— dijo Jacob besando mi frente, solo asentí y entré al estudio con Edward.


Gracias a todes, por el apoyo y en especial a Wenday 14 y al guest por sus comentarios.

Nos leemos pronto :)

P.D. abra un capitulo sorpresa antes del domingo, estén pendientes ;)