Hola! Ya he vuelto y estoy muy emocionada porque se acercan mis dos días favoritos del año (DIA DE MUERTOS) y es posible que haga un one-shot o algo de esa temática (quizá de Hetalia, aun no sé) Pero bueno. Los dejo con este nuevo capítulo con un par de advertencias: este capítulo es LEMMON y puede que no haya quedado muy bien porque hace tiempo que no escribo lemmon pero espero les guste; este capítulo es como un paso más a la relación de ambos, un paso para decir que su relación va en serio para ambos.
Este cap se desarrolla cuatro meses después de lo que pasó en el capítulo anterior.
Así que sin más demora… AAAACCIÓN!
CAPITULO 8: DESEO
Podría decirse que él y Thorin se encontraban en una relación semi-estable, donde parecían más casados que otra cosa. Cada uno cumplía con sus debidas obligaciones tanto en la casa como en sus pequeños trabajos dentro de la comarca; además de que cuidaban a Frodo muy seguido junto con sus amiguitos haciendo que dentro de Bolsón-Cerrado se respirara un aire hogareño muy distinto a cuando Bilbo vivía solo.
Todo estaba bien; tomaban todas sus comidas juntos, se recibían mutuamente con un cálido beso cada que uno arribaba a la puerta de la casa, se tomaban de la mano por los senderos de Hobbiton, y conversaban frente al fuego de la chimenea cada que tenían tiempo, disfrutaban del calor del otro cuando era hora de dormir… Era… Perfecto. Por ello el castaño no pudo evitar sentirse culpable al desear más.
Le gustaba todo eso pero deseaba más de Thorin, quería todo, sintiéndose demasiado egoísta por ello. Ya bastaba con que algunos los miraran raro por tener las manos juntas pero les ignoraban; ahora el que Bilbo deseara más sería como tomar su boleto de salida de la sociedad hobbit.
Se llevó los puños al rostro soltando un suspiro de frustración; no sabía que le pasaba, simplemente no podía dejar de ver al enano en la fragua de vez en cuando mientras revisaba sus mapas y libros; repasaba con la mirada cada musculo que se marcaba en la delgada camiseta, y las gotas que resbalaban por su cabello; se había sorprendido a si mismo viendo a Thorin salir de ducharse solo con una toalla en su cadera analizando cada cicatriz en su torso y espalda, lo fuerte que debería sentirse su pecho y abdomen que siempre ocultaba bajo su pesada ropa y armadura; si su piel sería tan caliente en su espalda como lo era la de sus manos y como sería sentir sus labios en su piel dejando a un lado sus labios.
De forma inesperada se dio una bofetada intentando evitar aquella sensación en sus pantalones "Por los Valar, Bilbo. No eres un hobbit puberto para pensar así, además quizá Thorin se sentiría asqueado de que pensaras de esa forma". Ese pensamiento le llegó como balde de agua fría ¿Thorin pensaría que es asqueroso por eso? Si él mismo lo pensaba, no sería raro que fuera lo mismo para el enano.
-Solo mantén algo de distancia, solo un poco y así no pasará nada –dijo abrazándose a si mismo siendo presa de temblores que le recorrían la columna solo de pensar que las manos del moreno fuesen las que lo tocaran de esa forma.
Esa misma tarde la pequeña banda de pequeños medianos fue a visitar Bolsón-Cerrado buscando divertirse.
-¡Tío! –exclamó Frodo abrazando al hobbit mayor seguido de los otros.
-Niños, es bueno verlos de nuevo ¿quieren comer algo? –
-No, gracias. Queríamos revisar en tu patio ¿podríamos? –
-¿Hm? –Se mostró extrañado -¿y que podría llamarles tanto la atención en mi jardín? –
-Buscamos elfos –dijo como si fuera un secreto –mamá dice que los elfos viven en el bosque pero como hemos revisado a lo lejos no hemos encontrado ninguno, quizás puedan estar en la comarca –Bilbo sonrió escondiendo su diversión por la explicación de los menores.
-Bien, pero no molesten a los vecinos ni a Thorin que está trabajando –los cuatro asintieron con decisión y se encaminaron a recorrer la zona buscando a sus ansiados elfos.
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Entregó la pica de jardín a la señora Ganapié quien le pagó al momento viendo como su herramienta era más ligera y tenía buen filo para aflojar la tierra de sus sembradíos.
-Gracias maese Thorin –dijo yéndose conforme con el trabajo, Thorin apenas asintió con una media sonrisa recibiendo las monedas de la señora. Había sido un largo día de trabajo pero al fin podría descansar, se giró hacia el hogar de Bilbo… aunque, técnicamente ahora era también su hogar. Es curioso que encontrara lo que buscaba en un agujero en la tierra y no en el interior de una montaña como acostumbraría.
Y el regocijo llenó su corazón pensando que ahí estaría Bilbo para esperarlo siempre, para darle compañía y para amarlo solo con pequeños roces de sus manos. Era feliz como no había sido nunca.
Desvió la mirada a la parte de atrás encontrándose a los aventureros hobbits de la Comarca enarcando una ceja al ver como revisaban entre las flores, hasta en los hoyos de pequeñas ratas de campo, e incluso Pippin se había subido a un árbol junto con Merry buscando entre las fuertes ramas de aquel sauce.
-¿Qué están haciendo, pequeños medianos? –dijo acercándose a los límites de Bolsón-Cerrado donde de la sorpresa Pippin trastabilló casi dando de golpe contra el suelo si no hubiera sido por el enano de barba recortada quien lo atrapó en sus brazos.
-¡Hola maese Thorin! –dijo Pippin algo avergonzado. Fue dejado en el suelo delicadamente por Thorin quien le revolvió el cabello.
-Estamos buscando elfos –dijo Sam metiendo una de sus regordetas manos en un agujero en el árbol recibiendo una picadura sacándolo al momento, esperaba algo peligroso pero era un pequeño pájaro carpintero quien se mostró molesto al ser irrumpida su morada.
-¿Elfos? –Dijo casi con asco –Aquí no hay elfos, niños. Los elfos viven en lugares estirados y carentes de alegría –dijo pero los niños se mostraron imperturbables.
-Puede que haya elfos, ¿Qué son lugares estirados? –
-Lugares demasiado sofisticados queriendo enaltecer su simpleza –pero los niños se vieron confundidos –en bosques, en los puertos, aunque tengo que decirles que los elfos que he conocido no han sido la mejor compañía –
-Yo creo que son geniales –dijo Sam golpeando directamente el ego del enano –son muy listos, y saben muchas cosas porque las vivieron, o eso ha dicho el señor Bilbo; y cantan, bailan y hacen ceremonias hermosas; ¡tocan instrumentos! –
-¿Sabes tocar alguno, pequeño Gamyi? –El menor se sonrojó negando con la cabeza –pues déjame decirte que los elfos no son los únicos, los hombres e incluso los enanos tenemos también esos atributos –su pecho se infló al ver las miradas emocionadas de los infantes.
-¿Qué instrumento toca, maese Thorin? –dijo Merry siendo extrañamente educado.
-El harpa –una exclamación de asombro soltaron los infantes.
-Pero luego les mostraré, ahora muero de hambre –y todos se condujeron al interior del agujero hobbit.
Al entrar el aroma a hierbas y pan recién horneado los llenó viéndose a Bilbo salir de la cocina para recibirlos.
-¡Qué bueno que ya entran! Lávense las manos que la comida está casi lista. Todos lo saludaron de nueva cuenta hasta que Thorin se acercó para besarlo, solo que en esa ocasión lo tomó de la cintura estremeciendo al mediano, luego de besarse Bilbo separó bruscamente su cuerpo de las manos de Escudo de Roble confundido por eso –n-no te has lavado las manos –
-Eso nunca había sido un impedimento para que te besara –el mediano se sintió cohibido pero no flaqueó.
-Ve a lavarte con los niños, que la cena ya casi está –salió casi corriendo a la cocina.
Nuevamente los niños y el enano arreglaron la mesa para comer para que Bilbo pudiera poner todo lo que comerían en ella. Había hecho un estofado de conejo con algo de pan de almendra para acompañarlo. Hubieran comido en silencio si no fuera por los niños pues ni Bilbo ni Thorin hablaban, solo se mandaban miradas: la de uno intentando descifrar los pensamientos de su pareja y la del otro para evitar que este notara lo que provocaba esa mirada en él.
Tras concluir la cena los niños se retiraron a sus casas sonrientes por ser recibidos. El castaño lavaba los trastes sintiendo de repente como unos brazos lo rodeaban por atrás, sintió el pecho del enano contra su espalda junto con una parte de su fisionomía que quería evitar a toda costa, sin embargo se sentía muy bien –eso le decía su cabeza –.
Giró apenas un poco la mirada viendo pequeñas gotas de agua resbalar por sus hebras azabaches debido al baño que acababa de tomar, no se giró más pues seguro solo traería la larga camiseta y unos pantalones cómodos que solía usar para dormir.
-¿Quieres descansar un rato frente a la chimenea? –le susurró contra su oído haciendo que el ojiverde reprimiera un gemido de satisfacción. Se dio cuenta de lo que sentía de nuevo y se separó con brusquedad de su pareja quien se notaba realmente perturbado.
-Es que… ya es tarde, y estoy cansado ¿nos vamos a dormir? –una sonrisa nerviosa surcó sus labios recibiendo apenas un asentimiento por parte del otro.
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Ya era completamente de noche y él no podía dormir; no sintiendo los brazos de Thorin a su alrededor mientras soltaba cálidos suspiros en su cuello. Con las mejillas rojas y el corazón a mil intentó separarse más del enano pero este al momento que sintió su desplazamiento lo apresó más fuerte. No podía seguir así, no con todas esas sensaciones dentro de él.
-¿Soy un juego para ti? –Escuchó la voz grave del mayor –No ha pasado ni cuatro meses desde que somos pareja ¿y ya te quieres alejar de mí? –
-N-No es eso… no lo entiendes –
-Ayúdame a entender –
-No puedo, no quiero que pienses mal de mí –dijo con nerviosismo.
-¿hay alguien más? –Bilbo se sentó de golpe para encarar al enano que aun reposaba sobre la almohada – ¿alguien más ocupa tu corazón que no sea yo?-
-¿Qué? ¡No! Claro que no, es que… pensarás que doy asco –abrazó sus piernas aun sentado sobre la cama evitando la mirada del enano.
-Yo nunca pensaría eso Bilbo –sentía como Thorin se sentaba ahora pasando su mano por la espalda del hobbit de rizos cobrizos quien tembló de nuevo "¡maldición! ¡Basta!"
-No quiero que me toques –dijo sacando de orbita al moreno, dejó de acariciar la espalda de Bilbo quien apretaba los puños poniendo sus nudillos blancos.
-Ya veo –
-Tus manos me… hacen temblar, y cuando me besas no quiero detenerme; siento que no es suficiente lo que ya tenemos y no quiero sentirme así. Tú has dado todo de ti para este lugar, para mí; yo simplemente… cuando me tocas quiero más –dijo haciéndose bolita no queriendo mirar al enano. Si lo hubiera visto habría admirado un logro que nadie había conseguido antes: sonrojar a Escudo de Roble.
-Bilbo… -le llamó haciendo que el hobbit levantara el rostro, la luz apenas entraba por la ventana, pero era suficiente para percibir aquel brillo en los ojos del moreno, un brillo de lujuria –también te deseo –acarició sus rizos y se inclinó para besar sus labios casi con hambre sin dar tregua al hobbit que claramente necesitaba oxígeno. Sintió la lengua de Thorin entrar a su boca sin darle tiempo a protestar luchando por un lugar en su propia boca.
Caliente. Así podría describir sus labios, su lengua y su destreza para hacerle ver estrellas solo con un beso profundo. Se recostaron nuevamente estando Thorin casi encima de Bilbo saboreando sus labios con poca delicadeza; el castaño no soportó más llevando sus manos al cuello de la camiseta del mayor acercándolo más a él; abrazó su cuello queriendo disminuir el espacio entre ellos enredando sus dedos en su largo cabello.
Con delicadeza Thorin se posicionó entre sus piernas introduciendo una mano bajo su ropa palpando la piel del mediano, era suave y acolchonada, estrujó su cintura entre sus dedos queriendo dejar sus dedos marcados en su piel. Separaron sus labios apenas unos segundos para poder quitar la ropa que cubría el torso de Bilbo sin objetar, después el mismo Bilbo ayudó a Thorin a quitarse la parte superior de la ropa.
Fueron solo unos segundos para admirarse mutuamente, el mediano sentía las manos de Thorin tocar desde su clavícula hasta su pelvis por donde sobresalían sutiles matas de pelo cobrizo que se dirigían hacia su pantalón.
-Thorin… -suspiró el menor cargado de todas las sensaciones que le hacía sentir aquel orgulloso, malhumorado, voluble y dulce enano. Conectaron sus ojos, se miraron transmitiendo sentimientos que las palabras no podrían explicar, zafiro contra esmeralda que a Thorin le recordaban las brillantes minas de Erebor. Tomó la mano del hobbit dirigiéndola a su pecho.
-Tócame –ordenó sin necesitar decirlo otra vez, Bilbo palpó aquella caliente piel confirmando sus sospechas, tocando cada marca o cicatriz, cada lunar y cada vello que cubría su torso con ambas manos repasando toda su piel. Tan concentrado estaba que se sobresaltó al sentir como Thorin presionaba sus pezones entre sus dedos soltando un gemido de sorpresa.
-¿Q-Que haces? –
-Lo mismo que tú, aprecio tu cuerpo –dijo inclinándose para darle alcance a sus pezones con su boca recibiendo una sinfonía de suspiros y gemidos mientras las manos de Bilbo se aferraban a los hombros de su pareja.
Con una mano en su pezón izquierdo y la boca en el derecho succionando, mordiendo y jugueteando, mientras la otra se deslizaba hacia el interior de los pantalones del mediano.
-¡Ah…ahmm… Tho-rin…! –pasó a enredar sus dedos en su cabello preso del placer carnal que nunca había sentido. Las callosas manos de su pareja apresaron su miembro comenzando un vaivén delicado casi con temor de lastimar a su pareja. Dejó de atender su pecho para prácticamente arrancar los pantalones de Bilbo teniendo más libertad de tocarlo -¡Ah… ha ah…! –sin poder formular una palabra coherente se limitó a disfrutar las atenciones que le daba.
-Bilbo… Taerin –decía a su oído sin dejar de mover su mano sobre su pene; mordió el lóbulo de su oreja bajando a su cuello rosando sus dientes con su piel. Un estremecimiento en el cuerpo de Bilbo le hizo ver que estaba a punto de terminar.
-Y-ya… no puedo… Thorin… -se abrazó a su cuerpo por debajo de sus brazos arañando la espalda del azabache siendo incapaz de formar una oración racional.
-Está bien, termina –un par de movimientos más consiguieron que con un grito de placer Bilbo soltara su escancia en la mano de Thorin quien no se mostró disgustado. Bilbo consiguió regular su respiración dándose cuenta que tenía los ojos cerrados, al abrirlos lo recibió la mirada del enano regalándole el amor de esta -¿te gustó? –Bilbo se sonrojó terriblemente asintiendo débilmente –me alegro… Porque apenas comenzamos –
Estimuló el miembro de su pareja por segunda vez notando como se levantaba pero en esta ocasión solo hizo eso, pasó su mano a los testículos del menor masajeándolos con sus dedos.
-Nmh… ¿qu… que vas a hacer? –
-Quiero demostrarte mi amor con mi cuerpo, amralimê –pasó de sus testículos llevando sus dedos a la boca del castaño –lame –aunque confundido no rechistó, repasó su lengua lo mejor que pudo entre sus dedos, y Thorin no pudo evitar preguntarse cómo se sentiría ver a su hermoso hobbit haciendo eso mismo pero con su miembro. Hasta ese instante sintió el dolor de su propia erección formando una mueca y soltando un gruñido. Sacó sus dedos de su boca para continuar.
Bilbo puso total atención a lo que hacía bajando su mano al pantalón de Thorin y así liberar su pene de los ahora apretados pantalones. Con dificultad los sacó de su lugar tocando delicadamente su miembro. Thorin gruñó deteniéndolo de la muñeca.
-No… lo hagas, no podré prepararte adecuadamente –quería mantener al menos un poco de cordura, pero su hobbit no le estaba haciendo las cosas muy sencillas.
-Quiero tocarte –dijo con la mirada brillosa casi nublada por el deseo. Thorin no aguantó más y con uno de sus dedos ya lubricados con la saliva del menor lo penetró en su entrada sintiendo el interior del mediano tensarse, la excitación se iba dando paso a un dolor que amenazaba con sacarle lágrimas.
-Aguanta un poco ghivashel, solo un poco… -susurraba intentando calmarlo, con movimientos profundos y lentos penetraba al hobbit quien mordía su labio inferior no queriendo mostrar el dolor que sentía. Haciendo lo posible por que el dolor pasara besó todo su rostro con dulzura, dándole especial atención a sus labios, con su mano libre estimulaba el pene de su pareja tocando igualmente sus testículos viendo como poco a poco el rostro de su amante se relajaba y ahora soltaba gemidos libremente empujando sus caderas hacia la mano del príncipe enano.
-Thorin… más… -un segundo dedo se hizo lugar en la estrecha entrada de Bilbo abrazando con fuerza a su amante arañando sin misericordia su espalda; pero eso no inmutaba al otro, ni lo distraía de su misión.
Cuando supuso que ya estaba lo suficientemente preparado, lo tomó de las caderas no sin antes lubricar su miembro con el pre-semen que salía de él. Entró de una estocada; los dedos del menor se tensaron aferrándose a las sábanas.
-¡Ah…! –fue lo que se escuchó al unísono por toda la casa. Después de que se quedara unos segundos de esa forma para que se acostumbrara las envestidas comenzaron certeras buscando el punto de placer del mediano.
Los movimientos se volvieron rápidos logrando que los dos perdieran completamente la cordura.
-¡AH! ¡Ahí…! ¡Ahí, más! –gritó Bilbo cuando todo su cuerpo vibró al llegar a un punto en su interior que le hizo ignorar todo menos a su amante.
-¿Aquí? –se burló el enano dando una nueva estocada al interior de su mediano, y los gritos de placer llenaron cada rincón de Bolsón Cerrado, incluso se hubieran escuchado por toda la Comarca.
Thorin lo cargó en sus brazos poniéndolo sobre sus piernas levantándolo para que con su peso se lograra empalar por sí mismo. Se mezclaron los gemidos y el obsceno sonido de sus pieles chocando entre sí; Bilbo aferrado a su espalda y jalando su cabello sin mucha fuerza mientras que Thorin succionaba cada espacio libre de su piel que le fuera alcanzable dejando rojizas marcas y moretones de sus propios dedos.
-Bilbo… estoy a punto… -no hicieron falta más palabras pues el mismo hobbit contrajo sus paredes de carne alrededor del miembro del contrario eyaculando entre sus cuerpos. Unas cuantas envestidas más bastaron para que Thorin hiciera lo mismo en el interior de Bilbo.
Cayeron rendidos a la cama. Thorin sacó con lentitud su miembro del cuerpo del menor viendo como su propia esencia salía de la entrada de su merlar.
-Thorin… -suspiró cansado el mediano al sentir vacío su interior; se abrazaron dejando un nulo espacio entre ellos, se limitaron a dedicarse un último beso carente de energía, con ternura –te amo –dijo de ultimo el hobbit siendo transportado en dos segundos al mundo de los sueños sin haber alcanzado a escuchar la respuesta del enano.
-También te amo, mucho más de lo que te imaginas–
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Removió los ojos intentando despertar, pero era reconfortante aquel calor que lo rodeaba y los mimos que recibía su cabello ¿Tenía algo importante ese día? Porque en realidad no tenía problema con quedarse ahí toda una semana si era necesario.
-Taerin, debemos levantarnos –escuchó en susurros a su oído sin dejar de sentir caricias en su cadera desnuda y sus rizos cobrizos. Arrugó la nariz inconforme recibiendo una leve carcajada divertida por parte de Escudo de Roble.
-Mhm… no quiero –dijo pegándose más al contrario.
-Ya va a ser hora del desayuno –
-Pero hay dos, no importa si perdemos uno –dijo no queriendo separarse de su almohada viviente. Abrió sus parpados apenas un hilo para alcanzar a ver a su amante sonriéndole amorosamente –quiero quedarme así siempre –
-Dijiste que arreglarías tu jardín, y yo tengo asuntos en la fragua –el menor hizo un berrinche para al fin sentarse en la cama frotándose los ojos. Recibió casi al instante un abrazo por la espalda esbozando media sonrisa cuando paso sus manos a los velludos brazos del contrario –estuviste increíble anoche givashel… -pasó a besar detrás de su oreja bajando hasta su cuello y nuca dejando visibles marcas de las que el hobbit era ignorante.
-Dijiste que debíamos levantarnos ya –mordió su labio evitando que saliera un vergonzoso gemido, había tenido suficiente con la noche anterior.
-Podemos levantarnos y tomar un baño, juntos ¿no crees? Amralimê –
-Podrías empezar diciéndome que es todo eso que me dijiste anoche, esas palabras extrañas… -
-Es khúzdul, el idioma de los enanos. Y… no puedo decirte –Bilbo soltó un gruñido al aire, inconforme.
-¿Por qué tanto misterio? –
-Tal vez algún día te diga, pero no hoy. Por ahora vamos a tomar un baño. Iré a prepararlo –vio salir a su pareja aun con un puchero en su cara; odiaba que Thorin le ocultara cosas tan simples que para él eran importantes. Solo quería saber más de su amante ¿eso era un problema? Pero se había prometido no presionarlo, así que tal como había pasado con sus pesadillas aguantaría lo necesario para que el enano se abriera a él dentro de su corazón.
Se levantó perezoso mirando las sábanas manchadas e incluso algo incómodo al sentir resbalar por su pierna el viscoso líquido que Thorin había inyectado en él. Se mostró incómodo al andar de esa forma junto con el dolor que se cargaba en las caderas, pero lo toleró hasta llegar al baño donde Thorin ya estaba vaciando la última bandeja de agua caliente en la tina.
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Había ido por algo de abono para sus plantas, pasando también a comprar algo del viejo Toby que seguramente podría disfrutar con Thorin esa tarde al terminar de trabajar. Pasando por las veredas de la Comarca se encontró curiosamente con su amigo y jardinero Ham.
-¡Buenos días, maese Bilbo! –
-Buenos días, el clima es perfecto para que florezcan algunas flores ¿no es así? –
-En efecto, es la perfecta época para los enamorados –soltó un suspiro –mi bella hobbit aceptó mi propuesta justo en esta temporada. Aunque prefiero la primavera, el verano realmente es buena época para la cosecha –
El jardinero lo acompañó hasta su morada pasando justo junto a la forja donde el hobbit Gamyi saludó bonachón a Escudo de Roble quien correspondió de manera más austera. Bilbo y Thorin no pudieron evitar lanzarse miradas cómplices sonriendo para sus adentros hasta que el otro hobbit sobresaltó al Bolsón.
-¿Qué tiene en el cuello? –
-¿Hm? ¿Dónde? –
-Cerca de la clavícula, y en la nuca –el contrario miró más de cerca haciendo que un rubor se apoderara de las mejillas de Bilbo quien se cubrió al momento esas marcas –se ven graves, debería tratarlas. Parecen mordidas de araña muy fuertes… o alergias -
-S-sí, las trataré después –respondió nervioso con una sonrisa solo para diversión del enano quien se burlaba sutil pero abiertamente de ese hecho. Definitivamente todos sabrían que Bilbo Bolsón era solo de él.
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Trataré de actualizar rápido la siguiente semana, puede que no lo logre porque tengo exámenes pero si no hay capitulo ya saben que habrá la siguiente semana :v
Los leo pronto, los amo por seguir leyendo esto.
Bais.
CaocHatsune.
