Disclaimer: Los personajes de Magic Knight Rayearth e Inuyasha no me pertenecen. El restó son mi creación. Muchas gracias por leer, me agradan los corazones y los comentarios así que no sean tacaños.


~~ Dolor. Part 2 ~~

La azabache acompañada por su hermana, observaba el pasillo por donde venía un muy serio Satoru acompañado por dos chicas de la edad de Hikaru. El Shidou mayor les habia explicado que eran amigas de la peli roja y que tal vez hablar con ellas le sentaría bien.

Y la azabache no tenia que ser vidente para saber porqué. Con solo verlas supo que el lazo que unía a esas tres era esa extraña energia que habia estado rodeando a Hikaru, antes de la excursión; la diferencia era que la de Hikaru habia sido una flama potente y abrasadora, la cual ahora solo era una flamita pequeña y agotada.

Esa chica a la izquierda era un pequeño arroyo sin fuerza de lo que deberia ser un mar misterioso e indomable. Y la de la derecha era una pequeña brisa seca y sin fuerza, de lo que debia ser un gran tornado fuerte y poderoso. Lo único en comun entre ellas era lo apagadas que estaban esas energías.

Y todas desde esa excursión.

Cuando las chicas llegaron frente a ellas, luego de que Satoru se marchara las chicas se presentaron como Umi Ryuzaki y Fuu Houoji. Kagome se tenso de repente al sentir como su reiki reaccionaba a ellas ¿Porque...?, tal peculiaridad no le paso desapercibida a su hermana.La cual observó a las menores con mas atención.

Estas niñas...

— ¿Higurashi-san? — la suave voz de la tubia llamo su atención, dandose cuenta que se habia quedado estatica en el pasillo.— ¿estas bien...?

— ¿Ehh?, si claro.— intento sonreir mientras volvia a caminar.— y diganme Kagome nee o otra cosa, es extraño que me digan Higurashi-san...— sacudio su cabeza por el escalofrío que recorrió su cuerpo. A su lado, las chicas no pudieron evitar curvear sus labios en una sonrisa un poco divertida; Kagome era muy parecida a Hikaru, solo que la mayor era un tanto más madura al hacer las cosas.

— Llegamos.— hablo por primera vez Mitsuha. La oji lila havia terminado su análisis por fin y apesar de que las menores tuvieran la misma extraña energía que Hikaru; estas parecian ser sinceras en su preocupación por ella. — pueden llamarme como gusten.— pronunció mirandolas. Los claros orbes de está les incómodo un poco, sentian que la mayor parecia estar leyendoles el alma con la mirada.— Hikaru, hay unas personas aqui que quieren verte.— espetó tocando la puerta de la habitación de la mencionada.

Por unos segundos solo recibieron un pesado silencio. luego escucharon unos pasos, pero la puerta no se abrió.

— ¿Quién...? — la voz ronca a causa del llanto, hizo que los corazones de las mayores se oprimieran.

— ¡Somos nosotras, Hikaru! ¡Fuu y Umi! — grito la oji verde, al entender la señas que le hizo Kagome.

— Dejanos entrar Hikaru...— pidio la oji azul.

Silenció...

Luego...

Crujir ...

Y la puerta del cuarto se abrió, mostrando la imagen de una palida y agotada Hikaru.

— Hikaru...

— Ustedes...de verdad estan aquí. — la peli roja tenia la mirada puesta en las figuras de las chicas y no parecia caer en cuenta que las mayores también estaban ahí.

— Somo amigas, jamás te abandonaremos no importa lo que pase. — musito la rubia.

—Si, no pensaste que te dejariamos sola ¿verdad?

La respuesta de Hikaru fue tirarseles encima en un abrazo acurrucandose entre ellas. Su pequeña figura se notaba tan frágil y delicada en estos momentos que las Higurashis decidieron dejarlas solas.

Solo ellas entendían entre si todo lo que habían pasado, lo que enfrentaron, lo que perdieron. Solo ellas podían ayudarse y encontrar la forma de sanar.

Ese sentimiento...

— Lo que más odió, es que el destino juegue con las personas con corazones tan nobles como los de ellas... Solo esperó que logren encontrar su arcoiris luego de la tormenta...

— Lo harán...deben hacerlo.