Disclaimer: Los personajes de Magic Knight Rayearth e Inuyasha no me pertenecen. Los demas personajes son de mi creación. les agradezco no discriminación.

Me gustas que voten y comenten. Asi se, si les gusta o no.

En fin, que tengan una agradable lectura.


~~ Preludio ~~

— ¿Iras a la torre de Tokyo?...

— Hikaru, ¿de verdad estas dispuesta a hacerlo? — aunque no lo quisiera, la preocupación tiño el semblante de Kagome. Esa mañana al contarles su decisión mientras entrenaban con arco, casi causo que Kagome flechara a un desafortunado Kakeru. Asi que luego de disculparse y distraer al menor, las Higurashis habian arrastrado a Hikaru a la habitación de Mitsuha.

Y halli se encontraban, con Hikaru parada junto a la ventana mirandolas con seriedad.

— No creo que nunca olvidemos lo que ocurrió hallí. Y han pasado unos meses. Fuu, Umi y yo decidimos ir hallí de nuevo.

— ¿Porqué?

— ¿Eh? solo tenemos este presentimiento, no sé cómo explicarlo.— mencionó tocando su pecho.

Las mayores se miraron entre sí por unos segundos para luego hacerles una seña a la peli roja para que se sentará en el medio de ellas en la cama.

La peli roja miró confundida como Mitsuha sacaba una delicada cajita de la mesita de noche y la colocaba en su regazo.

— Escucha bien Hikaru.— le pidió Kagome llamando su atención.— tu nee-san no es muy fan del destino.— hizo una mueca.— pero si se que nosotros hacemos las oportunidades y de ellas nacen las decisiones que forman al tan famoso destino.— suspiró, para luego mirarla con seriedad.— somos nuestras decisiones pasadas, presentes y futuras. Eso debes tenerlo muy encuenta Hikaru-chan...

— Mis elecciones...— la peli roja meditó esto por unos segundos.

— Hikaru.— llamo ahora Mitsuha, recibiendo su atención.— las dudas siempre estarán presentes, pero recuerda que en el momento en que tu voluntad vacilé, confía en tu corazón y no te traicionaras a ti misma.— pronunció abriendo la cajita y sacando una bonito amuleto color rojo, el cuál tenia un delicado kanji de color dorado en todo el centro. Mismo que puso en sus manos.

— ¿Uh, que es esto? — interrogó pasando su manos sobre la escritura.

— Un amuleto de protección.— le contestó Kagome.— Mitsu-nee y yo decidimos hacerlo hace unos días para tí.— mencionó, mientras pasaba una elegante trenza por el orificio del amuleto, para luego colocarlo en el cuello de Hikaru.— al parecer ahora es el momento justo para dártelo.

— Esperamos que lo que sea que encuentres hallí, logres superarlo siendote fiel a ti misma.— le sonrió Mitsuha, admirando el amuleto en su cuello, y no pasando desapercibido el leve brillo que dio al entrar en contacto con la piel de Hikaru.

— Pensé que no les gustaba ser las sacerdotisas del templo.— musito jugando con el amuleto entre sus dedos.

— Oji-san nos hace aser cosas radiculas la mitad del año, así que obviamente nos negamos.— argumento Kagome rodando los ojos.— solo hacemos de miko oficiales en los festivales o celebraciones que si sabemos que existen.— bufó.

— Entiendo.— asintió la menor, recordando lo entusiasta que podia ser el anciano Higurashi.— es verdadera mente bonito.— mencionó mirando con agrado el amuleto.

— Ten Hikaru, éstos son para Fuu-chan y Umi-chan.— hablo oji lila, sacando dos amuletos más de la caja.

— ¿Eh? — la peli roja no tuvo que hacer la pregunta para que las mayores la entendieran.

— Este es nuestro agradecimiento por cuidarte, cuando ninguno de nosotros pudo estar ahí para tí.— contestó Kagome.

— Kagome-nee, Mitsu-nee ¡Muchas gracias! — exclamó abrazándolas, para luego salir corriendo de la habitación.

Las mayores la miraron perderse de la vista en silencio, para luego soltar un suspiro unánime.

— Mitsuha.

— ¿Si...?

— Detesto no poder ayudarla.

— Lo se...yo igual