Notas de Autora:

Parece que llame al desastre al poner "Espero que a nadie le incomode" jajaja y bueno, después de una pesada marea de emociones que me ocasionó esta historia, me alegra por fin haberla concluido u.u

Notas importantes:

*Cuando las letras están así quiere decir que están pensando o están recordando

*Shaka y Mu un poco ooc, pero recordemos que aun son jóvenes, es por ello que tienen ciertas actitudes un tanto más…inmaduras y sensibles (culpen a las hormonas)

Enjoy :)

...O...

Tu siempre metiéndote en problemas, Mu…

El hindú rasgó su túnica ocre con rapidez mientras el tibetano sostenía su muñeca con fuerza para intentar detener su sangrado. Shaka tomó el pedazo de tela y comenzó a envolverlo alrededor de la herida, su cara de enojo era evidente y su tono bastante severo para un niño de 7 años.

-Shion te dijo claramente que no intentaras reparar armaduras por tu cuenta…esto es lo que obtienes por terco…

-Para ya Shaka, de nada sirve que me estés sermoneaaaaa…!-el ojiverde no pudo terminar su oración, pues el rubio a propósito le apretó el vendaje con fuerza.

-Y esto no es ni la mitad de lo que el patriarca seguramente piensa hacerte…-el oji azul suspiró audiblemente antes de continuar hablando-Mu, partiré a la India en una semana…-Shaka mantenía los ojos cerrados, pero alzó el rostro para encontrarse con los del muviano, quien a pesar de ello podía detectar en sus facciones la preocupación de su amigo- Prométeme que vas a cuidarte, mientras yo no puedo hacerlo…-le dijo con timidez y cabe recalcar, un enorme esfuerzo.

El peli lila lo miró contrariado por unos instantes, esas eran palabras demasiado cálidas para el frío e indiferente Shaka, quien se le figuraba más un hermano mayor que un amigo, aun que en teoría el mayor era él.

-Te lo prometo, querido Shaka-le dijo con una amplia y dulce sonrisa, la cual fue devuelta con una mas sutil.

Y ese era precisamente el sentir del hindú desde que forjaron una amistad., todo empezó cuando Mu supo que Shaka era budista como él, de ahí le insistió al rubio por días enteros intercambiar pensamientos y leer juntos, actividad que regularmente hacia con Saga pero este, además de que no lo comprendía, ahora tenía demasiados deberes en el santuario, por lo que lo había dejado un tanto solo.

Shaka al principio se mostró reacio, pero fue tanta la insistencia del peli lila que aceptó, encontrando después su compañía tolerable y mucho más tiempo después, necesaria.

Y así ambos niños forjaron un lazo al cual ellos claramente no describirían como amistad, iba más allá, sin quererlo habían encontrado en ellos una complicidad propia de los hermanos.

Y por ello cuando Shaka volvió de la India y su hermano no estaba para recibirlo, sintió que se le había arrebatado un trozo de su carne.

…O…

¿Estás dispuesto a abrir tu mente, escucharme y quizá…unirte a mi misión?

Saga apretó fuertemente los ojos ante el amargo recuerdo, aun que se felicitó a sí mismo en su mente por la actuación, pero inmediatamente después lo invadió la culpa, se sintió una basura…mintiéndole de esa manera a aquella carita que decía amar.

Se detuvo un par de segundos, aun con los ojos cerrados, para sentir como el suave soplar del viento helado rozaba su piel, sus cabellos azules se movían a todas direcciones y trato de concentrarse en aquello, para mitigar así un poco a su mente intranquila.

Ya no había marcha atrás, lo hecho hecho estaba, y él, poseído y cegado por el egoísmo mezclado con sus fuertes sentimientos, iba a mantener aquello que le provocaba un placer insospechado a toda costa.

Aun que eso significara agregar una más a todas sus mentiras…

-…Estaría dispuesto a hacer lo que sea, con tal de permanecer a tu lado, Mu.

Al muviano esta declaración en cualquier día normal se le haría fantasiosa, pero su juicio estaba nublado por el amor que tenia hacia el géminis y ahora todas sus palabras le parecían verdaderas.

El tibetano se puso serio y se reprendió a sí mismo en su mente porque siquiera se le cruzara la idea de pedirle a Saga que se alzaran juntos contra el santuario, pero no podía evitar sentir que si lo tenía de su lado hasta lo imposible podía materializarse, pensamientos propios de un amor joven a los que ni siquiera Mu estaba exento.

-Saga, no puedo pedirte lo que mi corazón anhela, si lo hiciera te sumiría conmigo en la deshonra, sin embargo…-El tibetano agachó la mirada, pensando con sumo cuidado en lo que iba a decirle. Su confianza en Saga no era una cosa nueva, había sembrado eso en él desde niño y no le había mostrado motivo alguno para cambiar de idea, el pobre ignoraba todo.

Mu después alzó la vista y miró a Saga fijamente, sus ojos se veían fieros y determinados-Quiero decírtelo, quiero que sepas el motivo por el cual me aleje del santuario, de nuestros compañeros y de ti…-su voz se apagó un poco ante el triste recuerdo, pero rápidamente se compuso y le dijo seriamente-Pero antes deberás prometerme, por ese sentimiento que me profesas, que has de escucharme solamente sin hacer algo al respecto… prométemelo Saga…

El griego puso cara de asombro una milésima de segundo y volvió rápidamente a verse sereno, asintiendo primero con la cabeza y prometiéndoselo después, con palabras.

Mu suspiró, el géminis no supo nunca si por alivio o porque lo que estaba a punto de decirle era algo muy delicado, y en realidad el Aries lo hizo por las dos cosas.

-…Algo en mi corazón me dice que aquel que domina ahora el santuario, no es mi maestro Shion, sino un impostor…-

En esta ocasión la cara de asombro del géminis duro más de una fracción de segundo, no se esperó en ningún momento que Mu fuera a hacerle esa declaración, saco compostura de donde pudo para no caer en pánico al saber que el motivo por el cual había desertado era precisamente su traición ¿De qué posible manera el podría haber notado semejante acontecimiento? ¿Cómo había llegado a esa-acertada-conclusión? Saga se contestó solo para no preguntarle y hacer con ello las cosas más complejas, después de todo, no debía olvidar que era el alumno de Shion, por lo que inevitablemente estaba más conectado al antiguo patriarca.

-¿Tu no… no has notado nada raro en el patriarca, Saga?-Mu preguntó esto como un murmullo, al notar el mutismo del géminis.

Saga no sabía que responderle, todas las opciones posibles pasaron por su mente a la velocidad de la luz, y no sabía cuál de todas era la más acertada, lo que si sabía es que debía escoger una pronto o su silencio solo haría que Mu diera por sentado que conocía algo y peor aún, que él estaba relacionado de algún modo. De pronto, algo hizo "click" en su cabeza, volteó a ver al ariano y lo tomó de la mano con suavidad, ocasionando que se sonrojara fuertemente.

-Mu, ahora veo que no lo sabes, pero…-Saga apretó delicadamente su mano y lo vio con un tinte de melancolía-Shion murió casi inmediatamente después de que tú te fuiste del santuario…

El muviano ni siquiera se inmutó, había pasado ese duelo hacía mucho tiempo. Saga se mantuvo impávido y al no ver reacción del Aries continuó-Por lo que Arles, quien era un hermano suyo, apareció al enterarse de la noticia y se auto-proclamó como nuestro nuevo patriarca.

La cabeza del tibetano comenzó a girar, lo que Saga le decía parecía ser cierto, en parte…pues él podría jurar que su querido maestro había sido asesinado. Solo se le ocurría una explicación lógica a todo esto: Arles engaño a todos en el santuario, incluyendo a Saga; y fue él mismo quien mató a Shion…comenzó a hilar todo y de pronto le pareció que tenía sentido, pensó que Saga probablemente no sabía que en realidad la vida del antiguo patriarca había sido arrebatada. Y francamente, siguiendo las indicaciones de Dohko, no se lo revelaría, aun no era momento de iniciar una guerra civil.

Estaba sumido en sus cavilaciones cuando los fuertes pero gentiles brazos de Saga lo envolvieron, el géminis colocó su barbilla sobre la cabeza de Mu, acercándola con ello a su pecho. Este simple gesto logró que después de años de encerrar todas esas emociones en una bóveda, el muviano cerrase fuertemente sus ojos y comenzara a llorar.

…O…

Mu se encontraba nuevamente solo en su torre, pero cada que recordaba lo acontecido hacia apenas unas horas atrás, una sonrisa surcaba su rostro y volteaba los ojos al techo, maravillado por los sentimientos que albergaba ahora su corazón. Como guerreros de Athena realmente del amor sabían muy poco, no habían tenido la oportunidad de presenciarlo de manera directa, quizá habían leído de él en los libros o matado las horas con alguna película donde pudiesen darse una idea, pero nada más.

Saga, quien era mayor, tenía un poco más claro el concepto, no así Mu, quien a sus 16 años ya de por si era muy joven para comprender ciertas cosas, aun siendo uno de los caballeros mas analíticos de los 12.

Por ello los simples afectos que le proporcionaba el géminis hacían a su joven corazón saltar, en lo que se había convertido en una bastante intensa y tortuosa primera relación, pues, aun con lagrimas en los ojos, había visto partir a Saga de vuelta al santuario con la promesa de que le ayudaría a averiguar si sus sospechas eran ciertas.

"Te espero como se espera lo que se sabe nunca llegará"

..O..

Mu…Mu de Aries…

La larga y lacia cabellera dorada del guardián de la sexta casa ondeaba suavemente, producto del despliegue de energía que emanaba su cuerpo durante la meditación.

El nombre del ariano se le había cruzado de pronto a la mente, cosa que le venía pasando muy a menudo desde que Saga volvió de su fallida misión, ese día Shaka había presionado a Saga hasta el límite, obteniendo de él justo lo que quería, y al enterarse de que Mu estaba bien, presionó un tanto más para confirmar su temor.

-Virgo

-Géminis-El rubio sintió una punzada en el abdomen al ver a Saga sin Mu, conocía el carácter del griego y el era capaz de asesinar a quien fuese si con ello lograba sus objetivos. A pesar de su proclamada bondad, Saga sabia separar muy bien el deber de los sentimientos, o al menos esa impresión había tenido del él siempre.

-Puedo notar que no traes contigo al caballero de Aries, acaso ¿perdió la vida?-Shaka preguntó esto lo mas serenamente que pudo, su etapa de amistad-hermandad con Mu había surgido gracias a que el mayor se mantenía muy ocupado, por lo que raramente si no es que nunca los había visto juntos y desconocía aquel lazo. Ante el mutismo del griego, Shaka comprendió la primera verdad: había sido incapaz de traerlo al santuario.

-Ya veo…Me parece que ya hemos tenido demasiada paciencia para con él, quizá sea momento de utilizar métodos más "eficaces" ¿no te parece?-presionó de nuevo, y la reacción que tuvo el gemelo después confirmo que la razón por la que no había regresado con Mu iba más allá del simple cariño que le tenía.

-Si sabes lo que te conviene, Shaka, te mantendrás al margen de mis asuntos.

Quizá para cualquiera, esta amenaza no hubiese pasado de una declaración de orgullo, pero Shaka pudo detectar de inmediato la sutil preocupación en el tono del géminis, pero aun así ¿Era esa preocupación, originada por algo mas allá?

-Hace tiempo que no salgo del santuario, quizá no me vendría nada mal tomar algo de aire fresco, en esta época del año los Himalayas tienen eso de sobra…-La amenaza directa, claramente le estaba declarando la guerra a Mu con ella, y si Saga no reaccionaba ante eso, entonces su teoría seria errónea, pero…

-Shaka… sabes que no puedes dar siquiera un paso fuera de este santuario sin la autorización del patriarca, así que deja de decir estupideces-Y con ello obtuvo más de lo que buscaba en un principio, y muchas de las cosas tuvieron entonces sentido en su mente. ¿Quién le garantizaba a Saga, que el patriarca no le autorizaría ahora ir tras Mu a él, si después de todo, había fracasado? La seguridad en su voz no dejaba lugar a dudas…

-¿Por qué es tan importante? ¿Es acaso que después de tantos años, sigues guardándole afecto a ese traidor?

-Aléjate de Jamir, Shaka…Mu es mi misión, no te atrevas a interferir.

Shaka era todo menos tonto, sabía que el caballero de géminis era perfectamente capaz de traer a Mu al santuario desde la primera vez que lo enfrentó. Y aunque Saga se pensaba muy discreto, el virgo había notado que tenía ya tiempo haciendo "misiones" cuya justificación a su gusto era muy vaga, por lo que estaba claro que había algo más y el rubio, siendo tan inteligente y perspicaz, entendió de inmediato que era.

Insensato, estás jugando con fuego, solo espero…

No, debo…

Debo evitar que llegue a quemarte…

…O…

-Sa...ga...

No estaba seguro de como habían terminado así, ni de como continuaría...en ese momento no estaba seguro ni de cual era su nombre...

Llevaban ya un par de semanas viéndose en secreto, cuando Mu cuestionó a Saga por ausentarse del santuario, este ultimo le dijo que le decía al patriarca que iba a misiones y siempre que intentaba indagar mas, el peli azul callaba aquella inquisitiva boca con un profundo beso, lo cual probablemente los había llevado hacia este punto en el que estaban.

Mu había preparado té y al parecer cuando se inclinó a servir la primera taza, hizo un gesto tan arrebatador para el géminis que sin dudarlo barrió con el brazo todo lo que había en la mesa (que fue salvado por la pronta reacción telequinética de Mu) y con un agarre carente de sutileza tomó al muviano recostándolo boca arriba sobre la misma, acostándose sobre de él y colándose como pudo entre sus piernas, este puso cara de susto inevitablemente a lo que Saga se sonrió por aquel semblante que se le antojaba de dulce e inocente, cualidades que amaba en ese bello ser.

-Sa...ga...-dijo entrecortadamente Mu al sentir como las manos del mencionado se deslizaban con suavidad por su pecho, pasando por sus caderas hasta colarse por debajo de su túnica. El géminis lo besó en los labios, primeramente con dulzura y después con voraz hambre, había deseado esto tanto tiempo atrás, pero este día llegó a su limite, no podía seguir aguardando, debía poseer aquella bella criatura, todos sus sentidos se lo venían gritando desde antes de que le perteneciera.

El ariano soltó un audible gemido cuando Saga comenzó a acariciar su muslo, subiendo su mano hasta acariciar su ingle sutilmente con los dedos en el proceso, torturando un poco aquella zona para así despertar en el muviano el deseo. Este ultimo aun permanecía quieto como un palo sobre la mesa, levemente aterrado por las sensaciones que el mayor estaba ocasionando en él.

No estaba listo...

Aun que lo deseaba, aun no se sentía preparado...

Era demasiado pronto...

Saga desabrochó la túnica con asombrosa habilidad, depositando besos en el níveo cuello del menor, quien giró el rostro a un costado, azotado por sus pensamientos.

En cuanto le cruzaron por la mente, había dejado de sentir placer.

Saga...-le llamó débilmente, pero este estaba tan embriagado en deseo que no le escuchó y continuó succionando y besando su cuello, a la par que acariciaba a manos llenas su torso por debajo de la túnica.

El tibetano se sentía cada vez mas incomodo, por lo cual le llamó un tanto más fuerte-Saga...-se revolvió un poco, para desagrado del géminis que empezó a fingir que no lo oía.

-Por favor, detente-llamó esta vez, estaba seguro que lo había dicho fuerte y claro, pero el mayor aun así no se detenía, incluso, para su terror, tomó con una de sus manos ambas de sus muñecas, subiéndolas hasta por encima de su cabeza y apretándolas tanto que el agarre empezó a lastimarle, en lo que claramente era una manera de sujetarlo para que no siguiera revolviéndose.

El tibetano alzó levemente la cabeza y aunque estaba consciente de que al que veía era Saga, de algún modo, no se veía como él...algo no andaba bien...

Mu, quien era pacifico pero no se dejaba de nadie, hizo uso de su fuerza para incorporarse a pesar de la sujeción de Saga, quien se sorprendió mucho por la acción.

-Te he dicho que te detengas ¿Acaso no me escuchaste?-le dijo de manera firme, mirándolo directo a los ojos.

-Pero...Mu, ¿Por qué?-la cara de Saga era de franco desconcierto, y ¿por qué no decirlo? también frustración.

-No necesito darte motivos, con que te lo pida debe ser más que suficiente...

Saga sintió que le hirvió la sangre ¿Qué clase de motivo era ese? ¿Acaso el mocoso no entendía que le pertenecía? Y como tal, podía tomarlo cuando se le antojase y como se le antojase...

Mu estaba sentado en el borde de la mesa, aun un tanto aturdido, por lo que cuando Saga lo besó nuevamente, abrió los ojos como platos y sintió una gota de sudor frío recorrer su frente hasta deslizarse por su nariz, situación que empeoró cuando en medio de todo, se encontraron sus ojos... ya no eran los mismos...Mu se alarmó al notar que su esclerótica estaba...enrojecida...

-Saga...-le llamó por la mente, algunas lagrimas estaban comenzando a mojar sus pestañas-Por favor...no hagas esto...

Las cálidas lágrimas de Mu comenzaron a mojar el rostro del griego, quien al sentirlas, volvió rápidamente en sí.

Oh no, ¿Que había hecho? Soltó al muviano y dio dos pasos atrás, aterrado al ver los ojos cristalizados por las lágrimas y el rostro empapado de ese ángel que se había atrevido a mancillar con sus impuros actos. Se llevó ambas manos al nacimiento de sus azules cabellos, los cuales se colaban entre sus dedos a medida que hundía sus manos en ellos, preso de un profundo arrepentimiento y desesperación.

Dioses Mu, Dioses...-repetía sin cesar, estaba en shock...

Saga...-el muviano, dejando de lado el miedo que sintió minutos atrás, sintió su corazón destruirse por la escena que tenia frente a sus ojos, aquel a quien quería con locura sumido en una horrible crisis. Importándole poco lo que había ocurrido y sintiéndose fuertemente conmovido por ver a Saga así, caminó hacia él y hundió la cabeza en su pecho, abrazándose de su cintura.

El géminis inevitablemente comenzó a llorar, conmovido por el corazón puro y noble de Mu, quien lo estaba reconfortando a él, cuando en realidad todo había sido culpa suya...

Se quedaron así sin decir ninguna palabra, y después de varios minutos, Saga tan solo le dio un beso en la frente y salió de la torre rumbo al santuario nuevamente.

Mu se quedó parado en el marco de la puerta, preguntándose que había sido todo aquello, y sintiendo dentro de si una incertidumbre que no había experimentado nunca.

...O...

El sentir una poderosa presencia acercarse a la torre había dejado de turbar al muviano hacia tiempo, sin embargo, al poner más cuidado pudo notar que no era la de Saga; asombrado, miró con cautela por una de las ventanas y al ver de quién se trataba no pudo evitar que un despliegue de adrenalina recorriera todo su cuerpo, acompañado de un vuelco en el estomago: Shaka de virgo se acercaba con su usual andar sereno pero firme hacia su torre, y a Mu le llamó poderosamente la atención que el semidiós no llevaba puesta su armadura.

El muviano podría ser muchas cosas pero no un cobarde, así que calmadamente salió a su encuentro, queriendo averiguar primeramente sus intenciones.

El rubio al verlo salir de la torre esbozó una leve sonrisa de lado.

-No has cambiado en nada-soltó de pronto, a lo que el Aries permaneció inmutable.

-¿A qué has venido hasta acá, Shaka?

-No te recordaba tan descortés Mu, al contrario, pensaría que al volver a los Himalayas tus costumbres tibetanas se exacerbarían-le dijo acompañado aun de la sonrisa.

El tibetano frunció el ceño-Deja detrás los juegos, tu y yo sabemos el porqué de mi actitud, eres un guerrero del santuario y yo un traidor, mi pregunta de pronto es un tanto retorica, ¿No te parece?

-Pues te equivocas-le cortó el rubio-Poco tiene que ver el santuario con mi presencia aquí…-la cara del virgo se serenó, y le ofreció a Mu una sonrisa un tanto más cálida.

-En realidad he venido a charlar contigo de algo importante…

Esto último tomó por sorpresa al peli lavanda, lo cual fue evidente por la amplitud de sus ojos, la que corrigió inmediatamente.

-Empieza a hacer algo de frío, lo mejor será que entremos…-le dijo dándole la espalda y adentrándose en la torre, como una invitación silenciosa a que lo siguiera.

Una vez dentro Mu apenas estaba dirigiéndose a la cocina para hervir agua cuando Shaka le dijo:

-Se lo tuyo con Saga.

El muviano se paró en seco, dándole la espalda aún, Shaka había tentado su suerte y al parecer le había funcionado, con ese simple gesto Mu confirmó su enunciado.

El tibetano conocía bien a Shaka y en base a ese conocimiento sabía que no tenia caso tratar de fingir demencia, miró al virgo sobre su hombro y esbozó una sonrisa socarrona.

-Y si eso fuera cierto ¿Cuál es el problema?

Shaka lo miro con seriedad, dándole a entender que no estaba para bromas.

-Mu, si no has notado que hay algo turbio en todo esto entonces, verdaderamente no eres quien yo creía.

Esas palabras calaron en el orgullo del tibetano, y su mente no pudo evitar traerle las imágenes del día anterior.

Se giró para ver al virgo directamente y su semblante de pronto se endureció-Lo que me parece bastante anormal, Shaka, es que hayas viajado hasta acá tan solo a sermonearme por un asunto que no veo porque te interesa.

El virgo ignoró la declaración del aries y le dijo-Pienso que corres peligro con Saga, tan solo quiero que seas prudente…tu sabes tan bien como yo que las emociones humanas a veces prevalecen sobre la verdad, dejándonos ver solo lo que queremos y no la complejidad del cuadro completo, Mu… -Shaka se quedó con la boca entre abierta, las palabras por un momento se atoraron en el fondo de su garganta.

-Tú me lo prometiste…-soltó finalmente, su tono de voz inconscientemente comenzó a disminuir-…prometiste que te cuidarías mientras yo no pudiera hacerlo-Sonrió, viéndolo de esa manera tan peculiar suya, cosa que Mu recordaba perfectamente y lo transportó de inmediato a cuando eran unos niños.

-Considero que estas faltando a tu promesa…Y es por ello, que he tenido que venir hasta Jamir…tu siempre metiéndote en problemas, Mu-el rubio sonrió levemente ante su vulnerabilidad-Como te dije, no has cambiado en nada…

A Mu se le hizo un nudo en la garganta y no solo por las palabras que Shaka le dijo, sino porque le cayó de golpe todo lo que lo había extrañado.

Caminó entonces hacia él, al principio con timidez, había pasado ya tanto tiempo…cuando estuvieron a escasos centímetros lo vio con dulzura y le dijo-Te agradezco que a pesar de todo, sigas preocupándote por mi bienestar, hermano…-le sonrió.

El rubio le devolvió una leve sonrisa-Pero aun así, no desistirás de tu idea, ¿cierto?

-No me has dado siquiera un motivo por el que deba hacerlo-Nuevamente su mente le mostró aquellas imágenes, que ni de chiste le haría saber al semidiós. Aun que estas eran motivo suficiente para emprender la huida, Shaka no lo sabía y le intrigaba que motivo podía ser tan serio como para que se presenciara en Jamir.

-El que yo te lo diga, ¿No debería de ser suficiente?

-Tú mejor que nadie sabe que yo no funciono así…

-Ya veo-el rubio se dio la media vuelta, dirigiéndose a la puerta-Espero estar equivocado entonces, aun que tu mejor que nadie sabe que rara vez me equivoco…-giró el rostro, dándole a Mu una buena vista de la sonrisa burlesca que llevaba-¿Sabes Mu? Antes de irme...-devolvió sus pasos y para sorpresa del ariano, tomó la parte de debajo de su túnica y la rasgó, arrancando un trozo grande de tela, después, tomo ambos de sus brazos por debajo de los codos, evidenciando con ello las marcas que le había dejado Saga por su agarre del día anterior ya que no llevaba puestos sus vendajes. Shaka volteó a verlo directamente a los ojos y ladeo un poco la cabeza, como burlándose de él por su descuido y Mu tan solo giró la suya a un lado, avergonzado.

El rubio decidió no decirle nada, no era necesario, con su intercambio de miradas había sido más que suficiente reprimenda. Comenzó a envolver sus muñecas con la tela, protegiéndolas. Mu cerró fuertemente un ojo sin poder ocultar el dolor que sentía y por lo cual no se había vendado los brazos el mismo.

-Si piensas decirme que esto no es ni la mitad de lo que Saga podría hacerme por favor ahórrate tus palabras...

El rubio soltó una sonora carcajada, a lo que Mu lo miró molesto.

-Fueron tuyas, no mías, querido Mu-le dijo con una sonrisa de lado mientras terminaba de atar el ultimo vendaje.

Shaka después alzo la vista y lo vio a los ojos un momento, pensó decirle que lo vería después, pero en su corazón sentía que eso era una promesa vacía, así que mejor no dijo nada y salió de la torre a paso apresurado, queriendo evitar con eso cometer una tontería. Pero no calculó que el muviano iría tras él…

Y ninguno de los dos tenía manera de saber tampoco que en ese mismo instante, llegaría Saga…

-¡Shaka espera!-gritó Mu, alcanzándolo y tomándole del brazo para que se girara frente a él-¿En verdad no piensas decirme el porqué de tu preocupación? No te entiendo, dices que quieres protegerme, pero aun así, te vas sin aclararme nada…

-No puedo hacer nada por ti-le interrumpió bruscamente-Estas cegado por tus sentimientos…Mira mi túnica, mira tus muñecas, no pienso gastar mi saliva en palabras que el viento se llevará-se soltó de su agarre-Con permiso, Mu…

El hindú estaba apenas girándose al lado contrario del ariano cuando alcanzó a ver por el rabillo del ojo a Saga frente a él, quien ostentaba una cara de pánico, producto de su última charla. El ver al semidiós ahí le altero inevitablemente los nervios.

-Mierda…-murmuró Shaka, maldiciendo su estupidez por no haber pensado en esa posibilidad.

-¡¿Qué carajos haces tú aquí?!-gritó Saga, furioso-¡Creí haberte dicho que te mantuvieras alejado de Jamir!

El rubio comprendió que de esto no había escapatoria, se paro firme y colocó sus palmas una contra la otra frente a su pecho, preparándose para lo peor.

-¡Respóndeme virgo!-Saga entonces se puso también en posición de ataque, para terror del muviano que los veía sudando frio y con los ojos abiertos de par en par.

-¡Saga!-gritó Mu, tratando de hacer entrar en razón al mayor-¡Shaka tan solo vino a verme! ¡Por favor, no cometas una tontería!... recuerda que las peleas personales están prohibidas por Athena…

El griego volteó a verlo y no pudo evita reírse del muviano, quizá de una forma un tanto cruel, sin intención-Eres el menos indicado para decirme la voluntad de nuestra Diosa, Mu. Apártate, no quiero que salgas herido…

Shaka, quien aun permanecía al lado de Mu, giró el rostro para verlo.

-Obedécele…-le dijo seriamente mientras se paraba frente de él, al notar que el muviano no se movía se volteó para gritarle pero Mu, quien esbozó una leve sonrisa, ni siquiera le dio oportunidad.

-Perdóname Shaka…-murmuró y con ello lo teletransportó al santuario.

…O…

Shaka se puso ambas manos en el rostro, recuperándose del mareo.

-¡Maldición Mu!-gritó y se dejó caer de rodillas al piso, golpeando con su puño el mármol debajo de él, su cuerpo temblaba por la ira y el inevitable temor que sentía.

El…se ha quedado solo con Saga…

Saga… demonios, estaba tan furioso…

¡Maldición maldición!

Shaka sabía que el único capaz de teletransportarlo de vuelta era Mu, solo él tenía el poder suficiente para romper la barrera de Jamir, por lo que estaba atado de manos.

…O…

El ariano tenía ambos brazos extendidos frente a él, su pecho subía y bajaba rápidamente en lo que intentaba recuperar el aire perdido por la fuerza que había usado para teletransportar al rubio fuera de los Himalayas.

Saga lo miró escéptico, si ya estaba furioso, ese acto le hizo perder toda la cordura.

-Tú me dijiste que no se podía viajar a través de las dimensiones, ni teletransportarse muy lejos en Jamir…-su tono de voz fue tan sombrío que a Mu se le heló la sangre-Entonces ¿Quieres explicarme que has hecho con Shaka, Mu?

El tibetano cerró los ojos y bajo la cabeza-Está claro que te mentí, aun que tan solo fue parcialmente; yo si puedo utilizar mis poderes en Jamir, ustedes no.

Saga le entre sonrió, y Mu contempló aterrado como su semblante se transformaba por completo ante sus ojos; sus escleróticas se habían inyectado de sangre y su cabello azul había pasado de a poco a una tonalidad grisácea.

-Saga…-murmuró, petrificado por entender finalmente que el géminis sufría de un trastorno de doble personalidad.

-No me importa que me hayas mentido, sería un hipócrita si eso me doliera…sin embargo, Mu, no puedo pasar por alto el hecho de que Shaka estaba aquí contigo como si nada…

El géminis comenzó a acercarse al tibetano de manera amenazante, sus pasos fuertes y decididos hacían eco en las colinas, pero el ariano se mantuvo erguido en su posición, mirándolo directamente.

-¿Acaso insinúas que Shaka y yo…?

-No te molestes siquiera en justificarte, Mu…no creeré una sola palabra que salga de tu boca…

El griego estaba probando en carne propia el engaño, la traición… y no se lo estaba tomando nada bien.

Aunque Mu en ningún momento cometió fallo alguno a su relación, el géminis no pudo evitar consumirse en celos al siquiera pensar que protegió a Shaka antes que a él, porque a sus ojos, eso era lo que había ocurrido.

-Dioses Saga, tu…

La voz se le quebró, sintiendo una profunda pena por el griego, quien sabe desde hace cuanto tenia con ese problema y todo lo que debía sufrir por ello, a pesar de todo, Mu lo quería y un sentimiento así no se arrancaba de tajo.

-…por favor, permíteme ayudarte…

Apenas había dicho esto último cuando Saga llegó finalmente hacia él, estaban a escasos centímetros el uno del otro. Mu alzó la vista con los ojos llenos de lágrimas, pero a Saga esto ya no le conmovía más…

Ya no era "ese" Saga…

Ese Saga que lo amaba con fervor…

…ya no estaba.

…O…

Gritó hasta que se vaciaron sus pulmones al llegar ahí, las lágrimas le nublaban la vista y las piernas le temblaban, por lo que iba dándose de tumbos por las columnas de la casa de géminis, manchando todas las paredes de sangre...

Su sangre…

Jamás olvidaría su cara de terror, el contraste de su tez blanca con el rojo carmesí, el cual era tan parecido al de la nieve manchada bajo sus pies.

No se defendió, tan solo bloqueó los golpes, los ataques…

Escuchó los insultos, se quedó como una torre firme a pesar de que las lágrimas no abandonaron jamás sus ojos.

Y suplicó, una y mil veces que se detuviera, que lo escuchara, que lo dejara ayudarle…

Sin ser escuchado…

Sin que el ataque cesara…

Sin embargo, cuando al fin logró derribar esa torre, cuando cayó estrepitosamente al suelo golpeando en la fría y dura nieve, aun así alzó la vista cargada de compasión y se encontró nuevamente con aquellos ojos rebosantes de furia.

-Perdóname Saga, perdóname porque no fui capaz de verlo antes…Porque no pude ayudarte...Perdóname…

La mirada del mayor cambio radicalmente, sus ojos se abrieron de par en par, como si el muviano hubiese encendido algo en su interior, algo que trajo del fondo de sus pensamientos aquel sentimiento que le guardaba.

Dio un par de pasos atrás, su cara se descompuso al comprender lo que había hecho. Bajó la vista para ver sus manos, estaban teñidas de sangre…tal como en aquella alucinación que había tenido.

-Dioses, Dioses…. ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?-se repetía sin cesar, enajenado, perdido…

-Saga…-le llamó Mu débilmente, haciéndolo volver en sí.

-¡Mu!-gritó, arrodillándose en el acto y tomando al ariano en brazos, las lágrimas no tardaron en aparecer en sus ojos, corriendo como un caudaloso río por sus mejillas.

-Perdóname, Dioses, perdóname…-le decía a la par que besaba sin cesar sus cabellos, el ariano sonrió suavemente y después, se desmayó.

Saga lo abrazó delicadamente a su cuerpo, llenándose de él mientras sollozaba, ya que sería la última vez que lo haría en su vida.

Se introdujo a la torre con el ariano en brazos y lo recostó en su cama, acto seguido comenzó a curarlo con su cosmos, notó la túnica envuelta alrededor de sus muñecas y sintió una profunda pena invadir su ser, no había hecho más que lastimarlo…él se creía incapaz de hacerlo, pero claramente su locura lo estaba rebasando…

Después de dejarlo en un mejor estado y con las heridas cerradas, le dio un beso en la frente y salió de aquella torre sin mirar atrás. Caminó lo suficiente para poder transportarse por las dimensiones al santuario, llegando así a la casa de géminis sin ser visto.

Nadie lo sabía, pero como Athena no se encontraba en el santuario como él les hacía creer, la barrera que impedía se teletransportaran no existía y eso era una ventaja que el géminis había utilizado para mantener su doble identidad.

Pero, después de todo esto, ya no le sería necesaria…

…O…

Aldebarán se encontraba ese día en el cementerio del santuario, sosteniendo un bonito y sencillo ramillete de flores mientras permanecía inclinado contemplando una lápida de delicado y brillante mármol. En ella se podía leer la leyenda "Aquí yace el ultimo guerrero de Jamir, guardián del primer templo, Mu de Aries"

Una sola lagrima surcó su rostro mientras esbozaba una leve sonrisa-Finalmente si volviste al santuario, viejo amigo-dijo en un susurro a la par que colocaba las flores sobre la tumba.

-Aun que para serte franco hubiese preferido no haberte vuelto a ver jamás-suspiró, volteó a su izquierda, en donde se encontraba una lapida del mismo material, en la que yacía descansando el cuerpo del caballero de géminis.

-Espero y no te moleste que tome algunas de tus flores para Saga, después de todo, tu siempre creíste en el perdón y la generosidad ¿no es verdad?-e hizo como le dijo, tomando un par de flores y colocándolas en la otra lápida.

Se sentó sobre el césped, el cual comenzó a bailar suavemente al compás del tenue viento que soplaba, lo acarició con sus dedos, hundiéndose con ello en una profunda melancolía.

-¿Por qué tuvo que terminar así? Se han perdido dos valiosos caballeros por una cosa absurda, una verdadera pena…

…O…

-Mu, Saga, Aioros… Tres lápidas, solo un cuerpo…

Musitó el rubio, quien entrada la noche había bajado al cementerio para ver lo que todos murmuraban con sus propios ojos (Por decirlo de algún modo).

Aunque para el eran solo eso, murmullos, pues era el único que lo sabía todo.

Hubiese querido ir a Jamir a ver a su hermano, asegurarse de que estaba bien, pero tuvo que conformarse con el-a su gusto breve y escueto-llamado telepático que este le dio, aun que el fuese incapaz de contestarle. De todos los lugares del mundo, tenía que estar en el único donde de nada le valía su poderoso cosmos.

De hecho, ni siquiera le había hablado para comentarle que se encontraba bien, sino más bien para preguntarle por Saga.

Ambos se habían reservado su información, Mu que el griego sufría un trastorno y Shaka que se encontraba en el santuario y no solo eso, sino que era quien había asesinado a su maestro y usurpado al patriarca ¿Qué curiosa es la vida, no?

Así que, cortesía de Saga, le había mentido por primera vez. Y mientras este último se mantuviera alejado del muviano, el no veía motivo alguno para enfrentársele.

Además, en su sensatez, entendía que había quienes le eran fieles a muerte en el santuario, ignorando la verdad, por lo que rebelarse contra él ahora no solo era osado sino estúpido.

El por su parte había hecho un buen trabajo mostrándole lealtad, y si Saga seguía ignorando que él conocía la verdad, no debía tener mayor problema.

Ya llegaría la hora de hacer justicia…

…O…

-...Ese hombre, no solo mató al maestro para gobernar el santuario, sino que también el mismo se convirtió en maestro, ademas, trató de matar al bebé Athena...

Cada uno de los caballeros dorados que habían sobrevivido la cruel batalla de las doce casas escuchaban con atención las palabras del antiguo maestro Dohko, quien después de 13 años les revelaba la verdad que, aunque tan solo eran sospechas para él , ese día había sido finalmente revelada.

-El nombre de ese hombre es Saga...

Cayó un estruendoso rayo en ese momento, y junto con él, un muviano al piso, siendo visto con preocupación por su pequeño discípulo.

-Maestro Mu!-el pequeño pelirrojo corrió para con su tutor, quien tenia la vista clavada en el piso mientras permanecía arrodillado y sujetándose del suelo con los puños, sentía que todo el templo le daba vueltas y el aire comenzaba a faltarle.

-¿Se encuentra bien maestro Mu?-Kiki lo sujeto con sus pequeños brazos del torso, haciendo que el peli lavanda reaccionara. Su rostro se ensombreció, no podía creerlo.

Sin poderlo evitar, sintió dentro de si mucha ira, pero mas que para con Saga, para si mismo...se sintió un estúpido, a pesar de que no había manera de que él lo supiese.

Se había enamorado del asesino de su maestro, lo había besado, estuvo a punto de entregársele en cuerpo y alma y lo que mas rabia le daba, era que Saga aun así... aun así había tenido la frialdad suficiente para verle a la cara...para enamorarlo, para acariciarle de esa manera, incluso para lastimarlo como había lastimado a tanta gente...

Las lagrimas de ira e impotencia no se hicieron esperar, mientras un preocupado Kiki no entendía nada de lo que estaba ocurriéndole a su maestro y viendo que no podía hacer nada, decidió que lo mas prudente era darle su espacio, y Mu se lo agradeció enormemente.

...O...

-Mu ¿Te encuentras bien?-preguntó el semidiós quedamente en lo que subían las escaleras hacia la sala del patriarca.

El ariano mantuvo la vista al frente y un mutismo que fue suficiente respuesta para Shaka, quien también giró su vista hacia las escaleras, sin decirle nada más.

...O...

Sonaron las campanas del santuario, y con cada una de ellas, Mu dejaba ir sus sentimientos por el géminis, transformándolos en algo sumamente distinto. Saga había muerto, el tan solo agradecía que finalmente en sus últimos segundos, volviese a ser el mismo Saga que alguna vez conoció.

Curiosamente, no lo odiaba, mas bien sentía una honda pena por él, pues en su infinita sabiduría entendía que incluso un corazón tan bondadoso como el de Saga no podía sobreponerse a un trastorno de esa índole; un par de lagrimas rodaron por sus mejillas ante la tristeza de que tuviese ese final, si tan solo le hubiese permitido ayudarle...

Pero después del incidente de ese día, jamas volvió a Jamir. Mu despertó solo y confundido, pero entendiendo lo que Saga había hecho, no le extraño que no volviese y de cierto modo, se lo agradeció.

Una suave y reconfortante mano sacó al ariano de sus cavilaciones, volteó para encontrarse con el rostro de Shaka, quien a pesar de no abrir los ojos, mostraba sincera preocupación por él, aun que se reservó todas sus palabras y tan solo mantuvo su mano ahí, haciéndole saber con ello a Mu que no estaba solo.

El ariano le sonrió levemente y con delicadeza, se soltó de su agarre y caminó escaleras abajo, de regreso a su templo.

Necesitaba estar solo.

Esa era la única manera que conocía de sanar heridas.

Fin

Contestando Reviews

BN-Eternal-Soul

Me hiciste soltar la carcajada con tu comentario jajaaja enserio, parecía loca en la oficina :B pero cuando leí el resto casi lloro ;o; muchísimas gracias, te pasa con Saga lo que a mí con Shaka, lo tengo casado con Mu y no lo quiero con nadie mas u.u y hasta ahora no ha llegado alguien que me convenza de lo contrario, por lo que hacer que te gustara esta historia me hace muy feliz n.n

Yo me apego al Saga del manga, que es bondadoso y es considerado como la encarnacion de un Dios, el del anime lo hicieron muchísimo más sádico tengo entendido, para este capitulo me fui totalmente al del anime, pobre Saga, lo hice terrible, pero pues, quería mostrar su evolución de poder manejar más o menos su doble personalidad hasta donde ya se da cuenta que ella está comenzando a manejarlo a él, por eso mientras aun tiene bondad, decide alejarse.

Muchas gracias por tu cumplido con Mu :3 es que aaa *suspira* estoy tan enamorada de él que escribir sobre mi ariano siempre es un gusto (grito de fangirl endemoniado) supongo que eso se nota un poquito :v

No te preocupes por extenderte en tus reviews, yo también siempre me extiendo en mis contestaciones xD a veces siento que hasta les da flojera leerlas jajaja, después del larguísimo fic todavía leer la larguísima contestación jajaja, entiendo totalmente lo de tu trabajo, me imagino que por lo mismo ni has subido algún otro capítulo de tu historia a la cual extraño :( espero y puedas tener tiempo pronto :)

Saludos y gracias nuevamente n.n

Elie G S

Si fue lol xD y tus suposiciones eran ciertas, el caos se avecinaba y nada ni nadie podía frenarlo u.u No había otra manera en la que esta historia acabara, pude haber hecho aun mas desmadre y pasarme (aun mas) por el arco del triunfo el canon pero ya era un abuso, supongo que no fue sorpresa para nadie el final. Aun así, Saga dentro de su locura lo amaba de verdad y es por ello que se apartó muy a tiempo, antes de ocasionarle más daño o incluso asesinarlo, ya que lo que yo quise plasmar era como poco a poco el lado malvado se volvía mas dominante, hasta que llegase a la situación de las doce casas, donde prevaleció hasta el final y ahora era el verdadero Saga la voz de su cabeza. Saga fue muy listo y pudo cubrir todas sus huellas, pero aun asi hubo alguien que jamás le compro la idea y ese fue Shaka, quien como comenté en el capitulo pasado, tendría una participación importante en la trama, pero no podía revelar la verdad hasta este capítulo porque si no lo echaría todo a perder :P

Te agradezco mucho tu bello review, espero y nos sigamos leyendo :) Saludos n.n

SpirstJungfrau

Oh querida, a mi me van a enterrar y mi lapida dirá "Aquí yace capricorn 87, Shakamuista hasta el fin de los tiempos" Que yo haya escrito estas historias, pensé que había quedado claro, fue por gratitud. No voy a mentirte, ni a ti ni a nadie, el Saga x Mu me parece tolerable pero en definitiva no es mi OTP, por otro lado, para mi ver a Shaka con alguien mas es…una blasfemia xD no lo tolero, es una de esas cosas en las que soy sumamamente hermética, pero en esta ocasión hice una excepción precisamente para una persona a quien estimo.

Siento que extendí tanto esta pareja precisamente porque quería llegar a este punto, no por el ship en sí. Siendo así, a mi me decepciona que pienses eso de mi u.u las shakamuistas debemos estar unidas ¿No crees? n.n Bueno, el próximo capítulo está dedicado a personas como tú que empezaron a leerme por mi OTP, el cual es un Shaka x Mu que ya MUERO por escribir ;o; mi alma y corazón me lo piden, espero verte ahí :) saludos.

Zooropa

Ouch, cuando puse que esperaba que no se sintieran, jamás creí que en realidad si se fuera a sentir alguien jajaja. Tu fic fue probablemente el que se llevó más de mi, quizá es el más corto, pero todo lo que tiene detrás me tomó mucho más trabajo que cualquiera de las otras entregas, precisamente porque iba totalmente en contra de lo que yo siento, pero repito, lo hice por gratitud y la verdad es que no me arrepiento ni te reprocho nada, de verdad y con el corazón en la mano te lo digo. Fue un reto interesante y te agradezco haberme tenido la confianza de pedírmelo, porque si lo hiciste , fue porque me creíste capaz de sacarlo adelante :) Pero no te voy a negar que a sabiendas de eso, me extraño que te sintieras, pero ya, no pasa nada ni es para tanto, solo quería decirte esto para que no pensaras que tu historia era menos importante que esta, en todas puse la misma gratitud, solo que mis capacidades dieron más para unas que para otras u.u sorry.

Shaka jamás podría ser un villano para mi, concuerdo contigo, podrá ser algo frío, seco o soberbio, pero tiene un corazón de oro incapaz de hacer el mal, mas bien le tenia planeado (aun que sea) un brOTP con Mu, son tan lindos como hermanitos también :3

Agradezco que sigas apoyándome y todas tus bellas palabras, eso es altamente valioso para mi enserio gracias! ;o; La historia no he tenido tiempo de leerla, en estos días a duras penas he podido escribir, y al fin después de mucho sufrir (porque créeme que sufrí con esto) pude terminar esta parte.

Bueno, en la próxima entrega al fin llega mi Shaka x Mu :3 mi verdadera motivación en la vida jajaja bueno, por lo menos en los fics :B Espero verte ahí también :)

Saludos :D

*Spoiler

Pienso desarrollar lo que paso cuando Shaka y Mu se fueron juntos rumbo a la India, que se deriva del Saga x Kanon, espero y les guste :D Gracias por leer n.n