Notas de Autora:

Si como lo leyeron, parte I jajajaja

Ya, ya pueden comenzar a odiarme U_U nunca volveré a poner un adelanto, una promesa, NADA. No puedo cumplir lo siento T^T jajajaajaja. No sé cómo le hice pero este Shaka x Mu se extendió DEMASIADO supongo que mucho tiene que ver que es mi OTP pero pues shhhh.

Este es un agradecimiento para todas aquellas personas que comenzaron a leer mis historias por esta bella pareja, que seguramente será mi ruina D:

Quienes leyeron el Saga x Kanon reconocerán la primera parte, tiene algunas (bastantes) variaciones y es más extensa, pero en esencia es lo mismo.

Disclaimer: Ninguno de los personajes de Saint Seiya me pertenece, si fuera así, haría el Shaka x Mu y el Milo x Camus canónico jajajaja, ténganlo por seguro.

Espero y les guste :D

…O…

Caballeros que sirven a Athena…

Escuchar la suave voz de su Diosa los hizo estremecer a todos por igual, estaban vivos nuevamente, la confusión que acompañaba el hecho los abandonó minutos atrás y ahora todos prestaban suma atención a las palabras de la deidad. Revivieron gracias a un enorme sacrificio de su parte, otorgando 10 años de su vida humana a los dioses para que estos perdonaran el pecado de sus fieles caballeros, y con una condición más: debían abandonar el santuario, para así garantizar que no volviesen a retarles.

El oponerse a su voluntad era sin lugar a dudas motivo suficiente para ellos de encerrar sus almas para siempre, impidiéndoles renacer. Sin embargo, Athena de ninguna manera permitiría que aquellos hombres que le sirvieron a costa de sus vidas tuvieran un final tan miserable, por lo que no vaciló en tomar la mencionada decisión, ofreciendo humildemente ese sacrificio, esperando que con él se saciara la ira de los dioses, quienes aceptaron complacidos.

Athena les decía todo esto a sus nobles caballeros con suma calma, mientras los jóvenes la escuchaban sin ninguna expresión en sus rostros, cosa que cambió cuando la deidad les confesó que, de cualquier modo, sus almas al momento de su muerte serian selladas, significando entonces que tan solo les concederían disfrutar de esta vida y después, se reducirían a nada. Los Dioses pretendían con ello dejar muy claro que quien osase retarlos no podría salir bien parado de ello y que su bondad, en verdad, no era tanta.

Saori esbozó una leve sonrisa antes de continuar hablando, mirando de a uno a sus santos dorados.-Es mi deseo que con esta nueva vida disfruten los tiempos de paz por los cuales sacrificaron tanto; hagan como se les indicó, abandonen el santuario y concédanme la dicha de verlos felices.-La mirada rebosante de afecto conmovió enormemente a los doce, quienes a pesar de todo el sufrimiento no podían negar que lo habían soportado gustosos por devoción.

Un silencio sepulcral invadió la sala, existía en ese momento un universo de emociones en cada uno de los corazones dorados: alegría, tristeza, gratitud, incertidumbre…

Milo y Camus voltearon a verse entre sí, este ultimo pudo adivinar de inmediato por la cara de desconcierto de su mejor amigo que se estaba preguntando "¿Y ahora qué?" y francamente, el acuario tenía la misma pregunta, aun que su gesto permanecía imperturbable.

Aldebarán se rascó la cabeza, intrigado por la misma cuestión. Lo único que él había conocido al igual que todos era el santuario, fueron traídos a entrenar muy niños y aunque parte de su formación también fue fuera de él, no poseían habilidad alguna más que el combate; quizá tenían uno que otro hobbie, pero nada que les ayudase a sobrevivir sin la protección de la Diosa, y por protección hablamos de financiera, ya que la que brinda una deidad como tal siempre la tendrían.

El tauro volteó a ver de reojo a Mu, quien como siempre se veía sereno, pensó que él era afortunado pues al ser artesano y alquimista no tenía por qué preocuparse por esas cuestiones, además de que probablemente podría vivir de reparar las armaduras del santuario, ayudando a Kiki quien aun era muy joven y no le vendría mal algo de apoyo…

Los pensamientos de todos fueron interrumpidos por el sonar de unos pasos, Shaka de Virgo se acercaba calmadamente a Athena mientras todos lo miraban curiosos. El rubio cabello ondeaba de un lado a otro a la par que caminaba, desprendiendo un agradable olor a incienso que ya era muy característico de él.

El joven rubio llegó ante su Diosa e hizo una reverencia y con la cabeza apuntando hacia el suelo le dijo fuerte y claro-Diosa Athena, le agradezco su sacrificio y me apena que haya tenido que tomar 10 años de su vida para ello; que una deidad cometa un acto tan abnegado por seres tan intrascendentes como nosotros…-El rubio apretó los puños ligeramente, invadido de pronto por una abrumadora culpa-…el mundo necesita sin duda más de usted, y aun así…-Al hindú se le hizo un nudo en la garganta, por lo que no pudo continuar hablando.

Athena, en su fuerte sentido de la empatía, pudo comprender de inmediato a Shaka y le sonrió ampliamente, pidiéndole con una seña de su mano que se levantara. El semidiós a pesar de ya no estar oficialmente a su servicio, no podía quitarse ese sentido de responsabilidad de tajo, así que obedeció dócilmente.

-Mi querido Shaka, hubiese dado mi vida entera de ser necesario…-Le dijo mirándolo con infinita dulzura, haciendo que el rubio abriera los ojos de golpe por la pura impresión de sus palabras-Soy quien protege a este mundo y ustedes, todos ustedes, también son parte de él y no duden un minuto que los protegeré hasta el final.

Todos se conmovieron fuertemente por sus palabras e incluso un par de lágrimas surcaron el rostro de los más sensibles. Ante estas palabras, Shaka no vaciló más y agradeció cordialmente a la joven ante él por su infinita bondad.

-De ser así, no permitiré que su sacrificio sea en vano. Partiré entonces de vuelta a la India a seguir con…-El rubio re pensó su enunciado, acababan de decirles que sus almas serian selladas, por lo que el alcanzar el nirvana había dejado de ser una posibilidad para él. Este pensamiento lo sintió como una lanza que lo atravesaba de la cabeza a los pies, pero aun así, permaneció impávido y continuó.-…con mi entrenamiento budista.-Finalizó, dándose la media vuelta para salir del santuario rumbo a Rodorio y después, a la India; sin embargo, una voz suave y serena le hizo detener su andar, esa voz le pertenecía a Mu de Aries.

-Shaka, si vas a la India ¿Me permitirías acompañarte?-Le dijo con una leve sonrisa.-Yo regresaré a Jamir, ambos lugares quedan relativamente cerca…

El rubio arqueó una ceja, Mu era un compañero con el cual había intercambiado un par de palabras alguna vez, por lo que le extraño enormemente que le llamase de ese modo tan familiar y aun más, que quisiera marcharse junto con él, siendo que claramente ninguno de los dos necesitaba del otro para llegar a sus respectivos destinos. No era que la idea en si le molestara, a pesar de conocerlo poco Mu le parecía un tipo bastante agradable, era que simplemente no le veía sentido.

-Caballero de Ar…-Se paró en seco, recordando que ya no estaban al servicio de Athena-Mu…-corrigió-Tu eres perfectamente capaz de teletransportarte a los Himalayas, así como yo puedo hacerlo a la India por mi cuenta…-Esto lo dijo con notable sorna, cuya intención fue captado tan solo por el tibetano.

El resto de los caballeros se mantenían en silencio, girando sus cabezas de un lado a otro dependiendo de quien hablaba, siguiendo la conversación con suma curiosidad.

El ariano, ignorando abismalmente la manera tan osca y cortante de responder del rubio, y captando que estaba parafraseándolo por la vez que él le dijo que podía teletransportarse solo en las doce casas, le dijo con una sonrisa socarrona-Hay algo mas, hay un caballero que me gustaría conocer…

Shaka, al igual que el resto (o un tanto mas) se quedó frío, sin embargo, después esbozó una sonrisa de lado, admirado por la agilidad mental del Aries, quien le había seguido el juego a la perfección despertando en él el mismo interés.

Mu le agradeció también a Athena e hizo una breve reverencia para después girarse y caminar hacia fuera del templo, dio un par de pasos al frente y después miró sobre su hombro a Shaka.- ¿Vienes?-le preguntó, sonriéndole. El ex caballero de la sexta casa asintió aun un tanto desconcertado y caminó rápidamente para alcanzarle.

Después de aquello el resto de los (asombrados y confundidos) dorados comenzó a hacer planes entre ellos, mientras Athena los veía complacida, su sacrificio se le hacía poca cosa si con él había logrado esa chispa que veía en los jóvenes ahora.

...O...

El bullicio de la feria dominical en Rodorio estaba taladrando los tímpanos del rubio, quien atesoraba la tranquilidad. La gente se aglomeraba en los puestos de comida y objetos diversos mientras regateaban o comentaban lo ofertado: risas, llantos, quejas, gritos…todo ello estaba ocasionándole al ex caballero de virgo una fuerte jaqueca, mas disimulaba su incomodidad a la perfección. Volteó a ver por el rabillo del ojo al ariano que caminaba a su lado, su largo cabello lila iba suelto cayendo desordenadamente sobre sus hombros y espalda, llevaba ropa de aprendiz al igual que él, pues al revivir era lo único que Athena había podido brindarle a todos. Su caminar tranquilo y su semblante sereno contrastaban con el caos de la aldea, y a diferencia de él, portaba una leve sonrisa que a estas alturas el hindú comenzaba a pensar que llevaba tatuada.

No habían cruzado palabra alguna desde que salieron del santuario y de cierto modo ese mutismo entre ellos estaba comenzando a calarle al semidiós, sobre todo porque desconocía que motivos habían llevado al oji verde a hacerle, a su ver, la descabellada solicitud de acompañarlo. Curioso como era, quería conocerlos, y por la manera tan natural que el tibetano estaba tomando todo pareciera que para él las explicaciones salían sobrando, así que mejor decidió que se lo preguntaría directamente, más el destino tenia para él otros planes…

Shaka de pronto sintió que chocó con algo, y al ir distraído pensando en su asunto con Mu su reacción fue un tanto más lenta de lo usual, por lo que sus pies se enredaron y apenas pudo meter las manos en su defensa antes de caer aparatosamente al suelo, haciendo que toda alma a su alrededor volteara hacia él, incluyendo a Mu quien no pudo hacer nada para evitar la caída.

-¡Shaka! ¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?-Le preguntó algo alarmado mientras se inclinaba para ayudarle, pero antes de que pudiera siquiera ponerle una mano encima, el rubio ya se había incorporado, sacudiéndose inmediatamente el polvo de sus ropas.

-Creo que me tropecé con algo.-Murmuró, a lo que el tibetano tan solo negó con la cabeza.

-Tal vez sería buena idea que abrieras los ojos, Shaka.-Mu le miró con picardía ante lo evidente, por lo menos para él ya que entenderlo al semidiós le costó una humillante caída. Al ver la cara de confusión de Shaka, quien jamás había necesitado de sus ojos para no tropezar, le preguntó-Dime, Shaka ¿Quién hacia las compras para virgo? ¿Tu?-El hindú negó con la cabeza.-Shiva y Agora bajaban al pueblo por la despensa, mientras yo continuaba con mis meditaciones-Contestó, confirmando las sospechas del ariano, quien no hizo esfuerzo alguno en ocultar su rostro triunfal.

-Ya veo lo que sucede. Me parece que rara vez te has visto rodeado de gente ordinaria, estimado Shaka-Aseveró el ariano, a lo que el rubio arqueó una ceja, tratando de recordar cuándo fue la última vez que salió de la sexta casa sin algún motivo relacionado con proteger a Athena, sin éxito.

-Estas personas no poseen un cosmos perceptible a nuestros sentidos, por ello te has tropezado.-Prosiguió hablándole Mu con seriedad, aunque su tono de voz en ningún momento dejaba de ser amable-Chocaste con un niño que pasó corriendo, por suerte no se hizo daño, aun que no puedo decir lo mismo de ti…

Acto seguido el peli lavanda le tomó de las muñecas, girándolas para exponer las palmas de sus manos, que tenían algunas heridas menores por la fricción. Shaka dio un respingo por el contacto, ya que no estaba acostumbrado lo más mínimo a que le tocasen y francamente, lo prefería así. El ariano notó esto pero decidió no darle importancia y envolvió las manos del hindú con las suyas para curarle.

El sentir el cálido cosmos de Mu sobre su piel le hizo abrir los ojos al virgo de par en par, y con ello pudo ver perfectamente como sus heridas se iban sanando, mas esto no le asombro, el conocía las habilidades del aries y había sido testigo de ellas varias ocasiones durante su servicio a Athena.

-Listo-dijo quedamente Mu, soltando las manos de Shaka al instante. Este las dejó caer a sus costados, quedándose inerte y de frente al lemuriano, quien también se paró derecho mirando al rubio fijamente. El tumulto de gente que se encontraba paseando comenzó a rodearlos para poder avanzar, esto duro varios segundos en los cuales ninguno despegaba la vista del otro, viéndose a los ojos fijamente como si con ello pudiesen hablarse, hasta que finalmente el hindú rompió el silencio.

-Gracias-dijo con voz firme y serena, sin retirarle al tibetano la mirada.

-No tienes por…-

-No Mu-le interrumpió, a lo que el mencionado arqueó una "ceja" por la manera tan abrupta en la que cortó su enunciado-Gracias…por todo-El tono de voz de Shaka se suavizó bastante, a lo que Mu frunció ligeramente el ceño, confundido. El hindú esbozó una leve sonrisa de lado, encontrando cómica la expresión de su compañero y prosiguió a explicarse.

-Lo que hiciste por mí en las batallas pasadas, nunca tuve oportunidad de agradecerte-Le dijo manteniendo la sonrisa en su rostro. El tibetano no se imaginó en ningún momento que el gesto de generosidad que tuvo hacia el hindú le había hecho caer en cuenta que siempre le había ayudado, ya sea que se lo pidiese o no, por lo que de pronto Shaka dejo de verlo con tanta seriedad, sintiendo el umbral de una amistad forjarse dentro de sí.

Se instauró entre ellos un profundo silencio. El lemuriano en ninguna de sus más alocadas cavilaciones pensó que escucharía a Shaka agradecerle algo, así que se quedó mudo por el gesto y el virgo estaba demasiado sumido en sus propios pensamientos sobre sus sentimientos hacia Mu como para estructurar palabra alguna.

Entonces, ambos seguían parados ahí, viéndose fijamente y estorbándole a la multitud, pero en ese momento nada ni nadie parecía importarles, era como si hubieran creado su propia atmosfera, una película nostálgica que no dejaba penetrar el bullicio de la aldea, todo con tan solo contemplarse directamente a los ojos.

-Shaka…-Se atrevió finalmente a romper el silencio Mu, quien recordó la guerra santa y sintió como inmediatamente se le agriaba la garganta. Haber dejado morir al virgo a conciencia era algo que hasta la fecha le pesaba, aun a sabiendas de que era su voluntad, tanto que ahora el orgulloso Shaka le estaba agradeciendo que lo hiciese.-…creo que estamos estorbando-dijo con un hilo de voz, oración que pensó era más apropiada a lo que tenía pensado decirle originalmente. Desvió la mirada hacia la izquierda, sonrojándose y caminando después en dirección a ningún lugar, rompiendo con ello aquella (extrañamente confortable) tensión que habían formado de manera inconsciente.

"Lo hice porque me importas"

Cerró los ojos con fuerza, como si su cuerpo le reprochara su cobardía, había perdido el precioso momento de explicarle su sentir, pero no le veía caso ¿Cómo podría un hombre como Shaka fijarse en un ser tan humilde como él? ¿Qué podía ofrecerle a alguien que por sí mismo ya lo tenía todo? Muchos más meritos debía hacer en la vida para que el virgo le dedicara otra mirada que no fuese de amable indiferencia.

O por lo menos eso creía él.

El ariano se había alejado con disimulada rapidez de Shaka, queriendo evitar con ello que notara las emociones que lo estaban embargando, pero su mente intranquila no se detenía y comenzaba a preguntarse si acompañar al oji azul había sido una buena idea después de todo, mas no podía soportar el hecho de que al ser liberados de su cargo, no lo volvería a ver…

-¡Mu! ¡Espera!-Le sacó Shaka de sus abstracciones, dándole alcance. Este último se detuvo y lo miró sobre su hombro, con una franca cara de confusión pues el rubio había medio gritado su nombre.

-Perdona Shaka, sin querer te he dejado atrás-mintió. Los verdes ojos del lemuriano se posaron de manera cálida sobre los azules del hindú, pero esto no le extraño en absoluto ya que era bien conocida esa manera de ver del aries, quien inspiraba confianza inmediatamente con ese sutil e involuntario gesto.

-Antes de que, bueno, tropezara…-Dijo el semidiós con un tinte de pena-Iba a hacerte una pregunta importante…

Shaka no se consideraba alguien que se turbara con facilidad, podía contar con los dedos de su mano las veces que se había sentido nervioso o inseguro, sin embargo, de pronto formular la verdadera pregunta que atormentaba su mente le estaba costando mucho más trabajo del que daba crédito, por lo que decidió dejar que el motivo surgiera sobre la marcha. Su repentina decisión le hizo cuestionarse si temía preguntar cosas cuya respuesta no estaba preparado para saber, y por ello otra abrumadora pregunta golpeó su mente con fuerza.

"¿Y tus motivos para aceptar cuales fueron, Shaka?"

-¿No crees que ya nos alejamos suficiente del santuario como para teletransportarnos a la India?

Shaka agradeció a Buda que su pregunta fuese coherente y sobre algo que en realidad le inquietaba, pues la había cambiado de último minuto ya que Mu pacientemente había estado esperando desde hace un buen rato por ella.

El mencionado no pudo evitar reír levemente, y más aun cuando vio la cara de desconcierto de Shaka, quien no entendía que tenia de graciosa su pregunta.

-No nos teletransportaremos, iremos como la gente común, a pie.

Shaka no pudo evitar ver a Mu como si acabara de decir la locura más grande sobre el Samsara, a lo que el ariano volvió a reír un poco por esa expresión poco peculiar en su compañero.

-Ya no somos guerreros de Athena, por lo que no necesitamos usar nuestro cosmo, esa vida la dejamos atrás cuando salimos del santuario…

-No estoy de acuerdo-replicó inmediatamente el hindú, interrumpiéndole-Nuestro cosmos forma parte de lo que somos, lo hemos tenido toda nuestra vida ¿Por qué habríamos de renunciar a él ahora?

Al ariano de pronto se le borró el semblante amable, cambiándolo por uno más serio, como si se tratara de un maestro que está a punto de enseñarles una valiosa lección a sus alumnos-Pienso, estimado Shaka, que nuestro cosmos debería ser utilizado solamente para proteger a los habitantes de este mundo, no para hacer nuestras vidas más sencillas. Ya que hemos sido destituidos como caballeros de Athena, no somos más que seres humanos comunes, por lo que pienso deberíamos vivir nuestras nuevas vidas y resolver nuestros problemas como tal ¿No crees?-Shaka seguía viéndolo incrédulo, a lo que Mu esbozó una sonrisa burlesca, viéndolo directamente-Creo que para ser practicantes budistas, no nos haría mal ser más humildes-dijo con sutil ironía, que a Shaka se le antojo más bien de osada, pues aunque habia hablado en plural era obvio que se estaba refiriendo solo a él.

Tenía razón, maldita sea que la tenía. El rubio suspiró de forma casi imperceptible y asintió con la cabeza, queriéndolo ver como una prueba más que su maestro le ofrecía. El ariano le puso una mano sobre el hombro delicadamente, como dándole a entender que todo estaría bien y al rubio le extraño lo reconfortante que fue aquello, estaba comenzando a acostumbrarse a la cercanía tanto emocional como física del aries con asombrosa rapidez…

…Y entonces, en un solo día, su mano había dejado de ser suficiente para contar sus turbaciones.

Contestando reviews

Elie G S

Aaaw linda tu :3 Muchas gracias por tus bellas palabras ;o; De acuerdo al universo que estaba planteando no había manera de que esos dos pobres tortolos terminaran juntos u.u a pesar de sus fuertes sentimientos que los llevaron a sostener una relación muy tortuosa, pero lo que mal empieza mal acaba y a veces el amor no es suficiente para mantener unidos a dos seres y es lo que le paso al pobre Mu, que a pesar de querer profundamente a Saga, lo hizo en el peor de sus momentos. Gracias por las felicitaciones enserio es muy valioso para mí que gusten mis locuras :3 nos estamos leyendo saludos!

Zooropa

Muchas gracias, la coherencia es algo que me obsesiona un poco jeje creo que por eso de pronto soy muy grafica o me extiendo mucho en mis historias (cosa que me paso con esta no manches osea, no han salido de Rodorio y tienen que llegar por tierra hasta India!) No pude sostenerte mi palabra nuevamente, soy de lo peor pero ooh no lo volveré a hacer, no pondré spoilers, no pondré proyectos futuros porque aa parece apropósito que termino destruyéndolo todo jajaja. Me gustó la idea de manejar la temprana esquizofrenia de Saga, cuando todavía podía controlar sus emociones y plantear como de a poco ese padecimiento fue consumiéndolo. Lo de las tumbas me falto ampliarlo, me di cuenta hasta que lo publiqué, pero básicamente los dieron por muertos porque nadie vio jamás volver a Saga, se teletransportó aprovechando que era el único que sabía que podía hacerlo y pensaron que se habían matado entre sí, lo siento se me paso poner todo eso :S fallé en mi coherencia diablos. Y Shaka aa *suspira* te dije que tendría un papel importante, precisamente el de intentar proteger a su querido hermano del alma, aunque al darse cuenta que era inútil desistió, no por ello dejaba de preocuparle. La frase yo me la robe de algún lado jajaja pero no tenia autor así que no pude citarla :/ No hay que esperar mucho la vida no nos esperara a nosotros, eso es seguro :) Muchisimas gracias por tu constante apoyo, nos estamos leyendo y perdona que me extendiera tanto con mi review como siempre jajaja saludos!