FIC
de Historias de Albert y Candy
presenta
Nada Personal
Por Mayra Exitosa
Capítulo 5
En el salón las mujeres repetían una y otra vez, como la joven futura Lady, vestía un traje tradicional de tierras altas, similar al de los antepasados de los Andrew, lo que llamaba mucho la atención había sido no solo presentarse con ese traje o los guantes de fina seda, sino el baile ingles que nadie se sabía aun y que solo algunas de las parejas más selectas habían bailado, incluso el mismo Patriarca conocía la pieza musical, el vals que ya se bailaba en ya todos lados, era aceptable solo si se bailaba con su pareja exclusiva, no con las señoritas de buenas familias que daban sus bailes a los caballeros, solo a los hombres que tenían un serio compromiso no se les criticaba bailarlo, esta pieza sin embargo era en ocasiones tan atrevido como ese baile, solo que este era aun mas insinuante, al estar sus rostros tan juntos, imaginándose a una mujer soltera unir su cabeza a la de un hombre, y no cualquier hombre, sino el Patriarca escoces, ¡Por Dios! Era una tentación que estaba segura la futura Lady debía tener en mente hasta en sus sueños y lo bailaba perfectamente, lo consideraban muy atrevido por casi abrazarse tan unidas las parejas, él era todo un caballero conocedor y sabía tanto, por algo era el representante de todo Escocia ante los reyes de Inglaterra.
Candy entre más las escuchaba, más se sabía elegida y aun no era presentada en Inglaterra, como iba a enfrentar esa situación, si su familia inglesa no deseaba que se casara hasta haber logrado matrimonios importantes con sus primas, las damas de la familia de Sutherland.
Cuando por fin poco a poco todas se iban marchando a sus actividades, con lentitud y sin saber que decir, ella ingresaba al estudio solicitando permiso de su abuelo para entrar, él se encontraba de pie, cerca de los ventanales y notaba como su nieta cerraba bien la puerta y se acercaba hasta él.
- Abuelito, yo… - No vi cuando te pidió bailar, hija, te deje sola, es mi responsabilidad, si tu abuela se molesta, puedo apegarme a mi derecho y decir que la vida me dio la oportunidad de recuperarme del golpe bajo que recibí cuando fui obligado por la realeza inglesa a aceptar el matrimonio de mi hija y perderla después, habiendo tenido otras propuestas más generosas que la de tu padre, pero que no había aceptado por desear que mi hija se quedara en mi natal Escocia, cerca de mí, como lo hice con mis hermanas y mis sobrinas.
- ¡Abuelito! no fue su culpa, me había dado permiso de divertirme y yo estaba practicando para… cuando regresara poder bailar en la corte frente a la reina, que supieran que sabía los pasos y que, aunque para muchos ven con cierto desprecio la danza de Escocia, la he conocido gracias a ti, desde que era una niña, he bailado en tus brazos cada verano. Esa pieza la bailaba con mis damas de compañía en el aprendizaje y también bailo el vals con ellas. Candy se veía avergonzada y a penada por la situación en la que había metido a su abuelo, sentía ganas de llorar y a la vez cierta felicidad porque al menos estaría junto a él y no la dejaría sola - ¡Hija!
Alexander Gordon le acariciaba su mejilla con el torso, deseando que no brotaran sus lágrimas, no quería preocuparla, mucho menos hacerla quedar mal con la realeza - Abuelito, no imagine que fuera el Patriarca de Escocia, me has de creer que siento como si lo conociera de algún lado. - Todos están buscándote, siento que cuando te devolvió a mí, me reconoció de inmediato al enlazar nuestras miradas, si fuera por él, podía haber enviado una corte de guardias de su Clan, para custodiarte hasta su castillo, pero no lo ha hecho, no tiene prisa en venir por ti, o nos dará oportunidad de… presentarte y luego llevarte a que te dé su venia, tal vez hasta se dé tiempo de tratarte como su pareja, o quizás venga por ti y te lleve a su hogar para que te encuentres más segura a su lado, la realidad debe tener un plan, esperaré a que mueva la siguiente pieza, al final es el Patriarca y se le conoce por ser extremadamente inteligente, como pudo elegir de entre todas las damiselas, a la que vestía menos agraciada, con tal sencillez, que no había sido presentada, que aún no es común que sea mitad inglesa y mitad escocesa y más aún, la única mujer que no había pisado su castillo y estaba bailado con él por primera vez en su vida, bailaba con un hombre que no era su abuelo, al único varón al que podía abrazarla, cuando las hijas de los otros jefes llevaban vestidos de alta costura, elegantes y de diseños costosos y se desvivían por conquistarlo, en cambio mi nieta era la única que ni siquiera le había visto el rostro.
Candy meditaba que en escocia conocía varones, pero todos ayudaba de una u otra forma, no a caballeros, sus tíos y su primo siempre la evadían si podían, su abuelo era el único que la apreciaba y la quería como la única mujer en el mundo que era su descendiente.
- ¿Escondiste el disfraz, abuelito? - Si, nadie jamás podría encontrarlo, sería reconocido, fui un tonto, te di ese traje sin recordar que era de tierras altas y la figura del telar es de la familia de él. - ¿De los Andrew? - Si, debe haber alguien en nuestros antepasados que perteneció a su clan y se unió al nuestro en matrimonio, ese traje era de una de mis bisabuelas, lo tenían guardado en la habitación principal, era el único de tu talla, no teníamos que hacer saber a nadie que le diera ajustes, estaba ahí donde se vestía mi esposa, en el cielo debe estar sonriendo ante lo que nos ha ocurrido ahora, hijita mía. -¡Oh abuelito! Entonces ¿ya no podré volver a Inglaterra?
- Todo depende de lo que haga en estos días nuestro Patriarca, si no mueve sus piezas, no haré ningún movimiento, será muy inteligente, pero dos agujas no se pueden picar hija y él sabe que no haré nada que te lastime, mucho menos que le traicione mi lealtad a mi clan, pero algo si debes recordar hija, te llamó "Mi lady" y eso hija, significa que te eligió, solo que… lo mantendremos en secreto, no diremos nada, no fuiste presentada, nadie sabe que estuvimos ahí en el baile, nadie nos identificó y con nadie hice conversación que me dieran por descubierto. - ¡Abuelo! Será entonces nuestro secreto, hasta que él me reclame. - Así será hija. No puedo darle un golpe a tu abuelita, por muy inglesa que sea, te ama demasiado, y lo sé por cómo te procura y te protege desde que se hizo cargo de ti, quedamos en respetarnos. Ella siempre me ha dado mi lugar y sabe que soy muy exigente con el cuidado de tu persona, cada vez que te envía trae más guardias y más damas y no escatimaremos en protegerte de todos- Abuelo, ¿podrías ir a vernos y quedarte a nuestro lado? mientras sucede esto de que mueva piezas. - Sabes que soy el responsable de nuestro Clan, pero no habrá nada que me detenga cuando se trata de ti.
Candy se abrazaba y colocaba su cabeza en su pecho, ahora estaba comprometida de alguna manera misteriosa con el Patriarca de Escocia, pero tenía que guardar el secreto, por lo pronto los siguientes días no salía del castillo, no iba a los prados y no se encontraba con nadie, se sentaba por horas a tejer y bordar frente a su abuelo, creaba un tejido de lana con diseños de la familia como lo hacían las damas escocesas, la mayoría de las veces su abuelo no salía tampoco del castillo.
El día que tocaba la reunión de los clanes en el castillo Andrew, todos los jefes se reunirían, y el estaría frente a todos, ese día se relajaba y era acompañado por sus cuñados para la entrega de informes de los tratados y negocios que tenían para con el Patriarca.
Candy recibía y escribía cartas a su abuelita, quien al igual le respondía orgullosa de que sus nietas estaban siendo asediadas en los bailes y que esperaba una propuesta próximamente, de alguna de sus nietas. Sin embargo, a la fecha no se daba una confirmación de tales noticias.
En el castillo principal escoces, llegaban algunos grupos y salían otros conmocionados porque a pesar de haber elegido a su Lady, aun no sabían su nombre y parecía que solo el Patriarca la podía reconocer y encontrar, pero les estaba dando oportunidad a todos sus hombres al haberlo obligado a elegir, que fueran ellos quienes la encontraran.
Los hombres del Clan Gordon esperaban en la antesala y escuchaban los comentarios de grupos de hombres entre ellos las risas de los sobrinos del Patriarca, quienes charlaban bromistas por lo que Johnson había hecho para identificar a la futura Lady y ya a tres semanas, no la encontraba aún. Anthony, Archie y Stear salían burlándose y el rubio sobrino directo del Patriarca les confirmaba en su charla como estaba la situación, siendo los hombres que estaban en la antesala, oyentes de sus declaraciones,
- Imagínate Archie, el muy listo de Johnson mando poner la pieza musical tradicional de Escocia, mi tío baila con su Lady y luego le pone una pieza inglesa, ¡Una pieza inglesa! eso fue la prueba más descarada de Johnson para que la joven dejara de bailar, no iba a poder con esa pieza, ninguna mujer de todo Escocia podía con facilidad dominar un baile inglés, y para su mayor sorpresa, la elegida, ¡Lo bailo! Todos nos quedamos impactados, pero aun hoy, nadie la ha encontrado, pareciera una burla de nuestro tío William, y a su vez está castigando a George por haber tomado esas medidas y buscar delatar a su Lady frente a todos nosotros, y con ese baile tan cercano. Stear con una sonrisa le respondía,
- Pero se ha relajado mucho el ambiente, ahora todas las damas están disponibles, cuando antes solo estaban deseosas de ser la elegida de mi tío, ahora todas quieren ser tomadas en cuenta y listas para cualquier escoces, inglés, sueco o francés que desee bailar y visitar después a la dama, ya no tenemos a mi tío como competencia, ya no se encuentra disponible, el mismo se descartó al elegir a su Lady frente a todos los Clanes y no se echará atrás, solo que no les pondrá las cosas fáciles a nadie. Johnson ha ido tres ocasiones hasta las Highland para ver si alguien le confirma que se encuentra ahí la Lady elegida. Archie agregaba,
- Y aún mejor, traía el telar de los Andrew, nadie en su sano juicio usaría ese telar a menos que sea consanguíneo, cuantas damas del Clan Andrew se han casado con otros clanes para poseer en su haber dicho vestido antiguo y de nuestra familia. Anthony reía y le respondía,
- Ahora sé porque Johnson estaba con los libros de la familia, buscando donde podía estar una dama descendiente nuestra y a la vez que estuviera en otro Clan. ¡Mi tío es un genio! Si George no la encuentra, mi tío podría esperar meses sin reclamarla, pero deberá ser antes de su próximo cumpleaños, porque para entonces todos esperamos que ya se lleve a cabo el matrimonio. Stear bajaba la voz y agregaba, a lo que Gordon levantaba las cejas, estiraba el cuello y buscaba escuchar más de las declaraciones que hacían, - Creo que Johnson ofrecerá una recompensa a quien de informes con tal de ganarle a nuestro tío. Archie y Anthony sorprendidos alzaban su respuesta - ¡No! ¡No!
Salían de la antesala, dejando a todos los grupos de hombres en espera con la información actual de la situación, gracias a los tres sobrinos del Patriarca, pero de todos ellos nadie mostraba saber nada y Gordon, no se delataba en lo más mínimo, tomaba sus libros e ingresaba al salón principal con los cuñados de él a su lado.
- Buenas tardes, Larid. El Clan Gordon listo para entregar los libros e informar sobre nuestros negocios. El rostro compungido de Johnson era una notoria aclaración de su situación al verlos ingresar, ellos se sentaban frente al escritorio, donde William, clavaba su vista a los hombres, sin delatarse en lo más mínimo. Gordon esperaba alguna palabra que diera tema de su nieta, pero no lo hacía, él aun con los libros abiertos se concentraba en los reportes y las ganancias, para entregar las cuentas.
George se salía después de varias conversaciones, William se ponía de pie y notaba como ya se enfilaban en salir los hombres del Clan Gordon, a lo que este le hacía una seña al jefe de su Clan, de inmediato Gordon se acercaba hasta él y el Patriarca comentaba, - Salieron muy bien las cuentas, si requiere más capital, no dude en contar con ello, - Muchas gracias, Larid siempre es un placer hacer negocios con usted, respondía Alexander dudoso, mientras los cuñados estaban emocionados porque el Patriarca había ofrecido mayor inversión si lo requería y el Jefe del Clan, no aceptaba o confirmaba que podían recibir lo que les ofrecía, solo daba las gracias.
William agregaba - Me gusta como está llevando… todo, es usted muy honesto, creo que iremos haciendo mayores… negociaciones entre nosotros, por favor lo que requiera… no dude en avisarme, estaré de su lado. - Gracias, es usted muy generoso, espero honrarle con su confianza, estaré más que dispuesto a cuidar de sus… intereses. - Y yo… de lo suyo, puedo asegurarlo, estaré respaldándole. El abrazo entre ambos hombres dejaba a los cuñados impactados y muy sorprendidos, pero el regreso de George y ver como ambos hombres mirándose fijamente estaban frente a los ventanales y luego abrazados, con la vista de los hombres que estaban afuera, fue algo inesperado para todos. Entraban otro grupo de los Clanes, habiéndose despedido.
Gordon estaba serio y sus cuñados esperaban algún comentario, pero no decía absolutamente nada, ambos ya no lo preocupaban, pero algo había pasado en esa reunión que ni ellos sabían de qué se trataba o porque no le había dicho que si, que aceptaban mayor inversión de su parte para hacer crecer la producción actual. Gordon no les decía ninguna idea de porque habían llegado a ese abrazo tan fraternal. Pero para él fue la confirmación de todo cuanto los dos sabían y que el Laird no deseaba mover piezas aun, le gustaba las cosas como estaban y debían seguir así, pero era un hecho que su mirada estaba exigiendo que cuidara a su Lady, el muy listo no quería que nadie lo supiera, por lo que él tampoco diría nada y su nieta mucho menos no podía ofender la presentación de la reina, por lo que nadie movería piezas hasta que el diera el primer paso y Candy tenía que estar resguardada más que antes.
Pasaron las semanas, Candy por fin entre llantos y ciertas preocupaciones regresaba a Inglaterra, con el doble de guardias, no solo los enviados por su abuelita, ahora hombres contratados por su abuelo se unían con la encomienda especifica de no obedecer más que las ordenes de la joven heredera del Clan Gordon y su seguridad como prioridad ante todo, dos damas más de origen escoces agregaban sus maletas y recibían instrucciones de estar unidas a la señorita, con el objetivo de no dejarla en ningún momento, aun si fuera a eventos, serían sus damas de compañía enviadas para cuidarla de manera más cercana, siendo así ya seis damas al servicio de su nieta, y llegaban días después a su destino.
Es agradable tener la oportunidad de escribir de forma continua una historia, la inspiración llegó y no hay que dejarla ir,
por eso les agradezco enormemente sus comentarios a esta historia, deseando completarla lo antes posible y que todas gocemos de leerla
en Historias de Albert y Candy continuamos subiendo capítulos de lo que más nos gusta leer
Un abrazo a la distancia
Mayra Exitosa
