FIC

de Historias de Albert y Candy

presenta

Nada Personal

Por Mayra Exitosa

Capítulo 13

Antes de que saliera O´Brien y su familia del castillo de Sutherland, llegaban carruajes de manera inesperada como si la misma reina estuviera por ingresar al castillo, con demasiados hombres, imposibles de contar, rodeando y subiendo acompañado y custodiando a solo dos hombres, por las escalinatas de la entrada principal del castillo, los señores Brown y Cornwall, con todo su sequito de guarda espaldas personales, ingresaban al saber que su familia había estado en problemas, la velada ya de por si era larga, el personal se encontraba a altas horas dando té y aperitivos, brindando atenciones a todas las personas que poco a poco se habían congregado en el salón de estancia, en la salas y en unas habitaciones que fungieron como atención médica, para tres damas. Dichas habitaciones eran usadas para adultos mayores o visitantes privilegiados, no eran las recamaras lujosas, sin embargo, se mantenían en la primera planta por si algunas personalidades que les visitaban no pudieran ser atendidas en las secciones del segundo piso, donde predominaban las habitaciones con más encanto y mayor decoro. Ahora la abuelita había sido amonestada por su mala influencia con sus familiares, a lo que Gordon defendía alegando que la familia debía ser en quien respaldarse y confiar, que ella había dado su confianza ciega a su familia, además eso no pasaba en todos lados, fue un caso particular.

De pronto Antón Brown quien era uno de los hombres que llegaba, entraba alzando su voz, y Cornwall el otro que era aún más serio, solo miraba de manera astuta, buscando a los suyos, - ¡Mi hijo! William, ¡Mi hijo! ¿se encuentra herido? Anthony al escucharlo respondía, - Padre, aquí estoy. Tranquilizaba el joven rubio, quien agregaba comentando casi de inmediato los detalles de cómo había llegado a esa situación, - Todo el tiempo estuve a solas con ella, la resguardé y la cubrí. Me hago responsable de ella, Padre, le pedí todos sus bailes y ella accedió, solo que no me di cuenta de que me separe un poco y cuando todo esto paso, me sentí muy mal, por no haberla estrechado y cubierto como debería.

O´Brien ya no se quería ir, por si surgía otro problema, pero el empresario Arthur Cornwall corría y abrazaba a sus hijos y comentaba - Su madre recibió noticias de que posiblemente uno de ustedes fue atacado. Alistar lo abrazaba y tranquilizaba, Archivald hacía lo mismo al verlos de pie, para luego el hombre alto, bigotón y delgado que era O´Brien, con su mirada desconfiada y su boca que expresaba enfado todo momento, observaba las insignias de sus escudos en oro, los emblemas que distinguía a los hombres recién llegados, símbolos de pertenecer a los industriales de las islas de Gran Bretaña. Robert Legan, otro que ya había llegado de manera más discreta, se encontraba ahí antes de ellos les confirmaba que nunca estuvieron en riesgo, que quien corrió con todos los detalles más peligrosos había sido William. - Arthur jamás ninguno de ellos, estuvo en riesgo, como lo estuvo la Lady de nuestro Laird.

Alistar presentaba a su padre con O´Brien quien asombrado notaba que el joven era el hijo mayor de ese hombre, ahora se sentía intimidado ante Cornwall padre, quien luego conocía a la dama de su hijo y besaba sus manos, orgulloso de cuan belleza tenía su hijo a bien elegir, saludaba a su madre con un respeto que el mismo padre de Patricia se sorprendía por las atenciones a su apenas presentada familia, Alistar agregaba que debían quedarse en Inglaterra para ir a visitar en unas horas a su familia, a lo que él asentía.

Brown abrazaba a Robert Legan y Arthur Cornwall emocionado también hacía lo mismo, preguntándole - ¿Estuviste ahí? - Llegue tarde, mi hijo cuidaba a su hermana, gracias al Duque de Grandchester, ella estuvo a salvo en todo momento, junto a tus hijos, Arthur.

Brown al notar que su hijo era realmente el que tenía problemas, se separaba al mirarlo preocupado, pedía ver de inmediato al médico que atendía a la dama de su hijo. El padre de Nicole, el Duque De Kent, se encontraba en la puerta de la antesala, junto a sus dos hijos varones que lo custodiaban. Así le respondía con notoria preocupación, - El medico la está atendiendo desde hace tiempo, su hijo me salvó a mi hija, señor. - Respondemos por ella, no se preocupe, si mi hijo estuvo a solas con ella, él sabe que cuenta con mi apoyo incondicional. Solo si usted nos lo permite, no quiero que se hable mal de la dama, cuando sé que mi hijo ya era oficialmente su pareja en el baile, ella lo había aceptado, - El atendió sus heridas, gracias a él mi hija dejo de sangrar, es muy valiente hombre tu hijo. Brown abrazaba al Duque De Kent, quien estaba muy preocupado, porque una de las damas de compañía sobrina del señor Gordon, no despertaba y la otra había sido golpeada y ahora se encontraba descansando.

Cornwall era invitado junto a todo el personal que recién llegaba, que fueran hospedados en el castillo, a lo que William bajaba de haber acompañado a su Lady a sus habitaciones y los encontraba a los tres que le hacían un saludo formal, dejando muy asombrados a los hombres ahí, ignorando que el Duque de Edimburgo era el Patriarca y socio de cada uno de ellos. - William, que gusto que hayas estado en el momento preciso. - Cuando amas a alguien no debes dejarla sola, bien me lo advertiste Cornwall, definitivamente, mi dama debe ser custodiada con mayor prioridad. - Me alegro tanto, mis hijos se encuentran bien. Solo espero que tu Lady no tenga ningún problema. - Solo tristeza, las cosas se han empeorado conforme se daban declaraciones y es mayor la desilusión de todo cuanto desconocía. Mi Lady ya fue entregada a mi legalmente, la reina desea oficializar nuestra unión y nos casaremos religiosamente en Escocia, como se debe.

Brown comentaba preocupado que podía traer un especialista para la dama de su hijo, pero Legan aseguraba haber traído a los mejores médicos de Inglaterra. El problema mayor era con la joven escocesa, sus padres eran del Clan Gordon y uno de los guardias la conocía desde niña, así que hay sentimientos que se encontraban visibles y la buena suerte es que William puede hacer un llamado a traer a su familia. - Todo depende de lo que diga el médico. Miren ya esta saliendo el doctor de la señorita De Kent.

El doctor comentaba que una de las venas principales había recibido el impacto de un zapato, que tuvo que cocer y por lo cual la herida sería dolorosa, pero estaría perfectamente bien. No podía ser movida por el momento, los golpes de la mano se pondrían aun mas inflamados, pero con el tónico que le había proporcionado para el dolor y la inflamación estaría cediendo en unos días, así que pedía se le diera hospedaje ahí, a lo cual ella y su padre, al igual que los hermanos que ya se encontraban ahí, habían traído cuatro de las damas de compañía de su hermana y su padre también se quedaba al no estar su madre presente, debido a las horas que eran, por la mañana estaría ahí cambiando en su lugar. Los hermanos de la joven se retiraban asegurando aceptar las formalidades de Brown, antes su hermana, sin ser obligación ni necesario, debido a la situación Anthony aseguraba ser él quien lo quisiera así y eso definitivamente enaltecía a los hombres De Kent. Sobre todo, al ver al grupo de hombres que respaldaban al joven Brown.

O´Brien por fin se marchaba y aseguraba presentarse por la mañana para saber como seguía la joven escocesa lastimada, deseando tener buenas noticias, confirmando que lo mejor era ver a los Cornwall ahí, en vez de recibir su visita al ver la situación de los heridos y el desenlace del atentado.

Gordon asignaba al personal para ser atendido y darles habitaciones a los señores, ya que la hora no permitiría la salida de ellos, ahí se quedaban todos los familiares de William, al confirmarse que era legalmente esposo de la duquesa de Sutherland y por ende propietario de ese castillo, por lo que podía disponer de su uso a voluntad.

En la mansión de Marlow, la madre reclamaba a la hija, que había sucedido, y ella avergonzada contaba como el hombre ese era un libertino, se le había echado encima, ella trataba de levantarse y el la bajaba tocándole sus partes y besándola, era asqueroso. Ella veía desde el salón una luz y sabía que ahí estaba el Duque de Grandchester, pero el molesto hombre, parecía aprovecharse de la situación, porque con sus manos tocaba todo su cuerpo, dejándola en una posición muy vergonzosa. - Mañana nuestro defensor, sacara a tu padre, el tenía los permisos de mi madre para manejar a su antojo y cobrar su trabajo, por lo que si le quitan o cobran lo que supuestamente de forma legal se le debe a mi sobrina, no habrá motivo para detenerlo. Hija, tu padre y yo nos iremos a América y la mejor manera que hemos encontrado para que todavía tengas un buen enlace, es que te unas en un par de días a tu abuela, diciéndole que te hemos abandonado. - ¡Mamá! - Mis joyas y nuestros bienes que ya tenemos escondidos tu padre y yo, no te darán una buena dote, pero si nos ayudaran a que tu padre haga algo mejor en américa. Escuchaste como mi madre nos despreció, pero ella también tiene culpa de todo esto y su conciencia no la dejara abandonarte. Ve con ella, no te dejara sola y con ese marido que tiene ahora, buscaran el mejor marido para ti

En la mansión de Marlow, su hijo confirmaba que Annie y el se casarían lo antes posible. Su padre bastante triste agregaba, - Hijo debemos irnos a nuestra casa en américa, allá la corona inglesa no influye como aquí, quedaremos relegados y destrozados si esto sale a la luz, mañana hablaré con mi socio, para hacer unos cambios y le daré los negocios de aquí, a cambio de los negocios de américa y nos iremos, tu mujer y tu estarán con nosotros por un tiempo, tu madre quería que te casaras con una mujer de clase social buen para ser tu esposa y a esa chica, la conocemos desde niña, siempre andaba junto a tu prima y es decente, solo guardemos las apariencias, ahora llévala contigo y salgan en el barco mañana después de que hable con su padre de la dote y manejemos el matrimonio a discreción, tendremos los boletos y en el mismo barco que el capitán sea quien los case, hablaré con Brighton y le propondré que si desea ver a su hija estará en américa para limpiar su nombre. Ya no podemos negociar una dote mejor, además, nuestro nombre es el que debe importar más. Invítala a dormir o como sea que quieras, tu madre a estas horas no sabrá nada y ya mañana levántate un poco tarde en lo que atiendo al padre de tu mujer. - Como usted ordene padre, siento mucho haberle echo caso a mi tío, pero como me prestó dinero en una ocasión, pensé que no sería nada riesgoso.

Así Annie, sin lujos, ni ceremonias, era tomada por su marido, durmiendo bajo su techo, y con él como su pareja de por vida. No era un Duque, ni un Conde, pero al menos era un caballero y la trato con respeto al ser su primera vez, para luego por la mañana, su padre había estado ahí dejando su dote, al igual firmar documentos y asegurando que él también se iría a américa. La madre de ella estaba siendo castigada, al no tener ni un solo empleado, todos fueron liquidados de la mansión y Brighton se hizo cargo de no contratar a nadie, ya que su viaje no llevaría personal a su nueva vida en américa.

En el castillo Sutherland, ya al medio día llegaba, O´Brien hablando de la dote de su hija, la cual era muy generosa, mucho más que lo que había en otras damas y compitiendo con las que poseía una mujer con título, por lo que Stear, no negociaba nada, el amaba a su hija y solo deseaba lo mejor para ella. La boda se llevaría a cabo en unos meses más. Ya que se hicieran las amonestaciones adecuadas y correctas para una boda formal.

Para Nicole, contar con Anthony como pretendiente oficial, había sido una bendición, era su primer baile al que iba y había estado nerviosa al ir sola con su padre, dejando a sus damas en casa para no llamar demasiado la atención apenas tenía una semana de haber sido presentada y él la apreciaba por su forma tan sencilla de ser, aun siendo una hija de un Duque, con sus damas y sus ostentosidades, ella era sencilla, después de varios días cuidándola cercanamente por fin salía a los jardines la paseaba por los caminos y las fuentes antes de que el invierno llegara, en una silla rodante, enamorado e ilusionado de que se casarían muy pronto, por haber sido vistos juntos y al haber estado a solas. El matrimonio de él fue concertado en dos semanas, con firmas y dote mayor como si fuera quien heredara un ducado, pero sin el título. Era algo inesperado para los Brown, quienes se llevaron a Nicole y Anthony quedándose en la mansión de Brown, muy cerca del mar de las islas entre Inglaterra y Escocia, ahí las oficinas de la naviera eran el trabajo importante de su padre y de él. - No te preocupes por nada, nos esperaremos un poco, Nicole, a que no estés muy nerviosa, déjame conquistarte y que sepas que seré un marido cuidadoso y amoroso, - Es que pensé que me tardaría mucho en casar, aun no me hago a la idea. - Descansa, ven, dejemos pasar esta noche y las noches que necesites, yo sé esperar, - Gracias, mi amor. Anthony enamoraba a su mujer y la cuidaba hasta que ella se considerada lista para entregarse, ya que nadie le había instruido en esa clase de cosas y Anthony estaba más que feliz de enseñarle lentamente, mientras no se perdía el amor que iba creciendo por ella, día a día.

Los hermanos de ella estaban más que complacidos, porque Nicole, tuvo mucha suerte, ya que el novio, no tenía ni hermanas, ni suegra. Solo una prima que curiosamente nunca estaba con ellos, debido a la forma tan defensiva que eran el padre y su hermano.

Para Candy y Albert la angustia de tener a Romina semi dormida, dándole comida liquida había sido preocupante, pero a los dos días mareada y sin recordar nada de la noche del intento de secuestro, despertaba viendo a su amigo de la infancia, uno de los guardias, quien lloraba feliz por verla abrir los ojos. - ¡Soren! - ¡Romina! ¡has despertado! El traslado de la pareja fue programado con el jefe Gordon y su esposa, quienes se irían a su nuevo hogar, ya que se temía una acción reprobatoria de la reina para con Danielle, al haber usado el titulo de duquesa, cuando le pertenecía a su nieta, aunque haya sido por precaución, por justificar su protección o por lo que se dijera, eso era un delito para la corona. Y era claro lo que había escuchado el señor O´Brien y el Duque de Grandchester. Así ya con unos días para salir de viaje a Escocia, recibía a su neta Susana con una carta, sin nada de valor, que decía que sus padres la habían abandonado y no tenía a quien acudir. La abuela, responsable le pedía ayuda a su marido y este la nombraba a su nieta Susy, quede claro ya no Susana, sería Susy a partir de que su abuelo se hacía cargo de ella, y enviaba dos guardias y una de las damas de compañía de su esposa, a una casa en el Clan Gordon, con damas mayores, para que esperara a su arribo, en cuanto estos llegaran se harían cargo de buscarle un buen marido y casarla como se debía.


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Un abrazo a la distancia

Mayra Exitosa