FIC
de Historias de Albert y Candy
presenta
Nada Personal
Por Mayra Exitosa
Capítulo 17
La sorpresa en el Clan Gordon dejo al jefe asombrado, su mujer estaba en cinta después de tres meses separados ya contaba con seis de embarazo y por poco llega cuando estaba por nacer, la primavera sería la fecha y ella estaba tan emocionada, porque tampoco se lo esperaba. El Clan Gordon tendría un heredero o heredera de nuevo de la línea principal, cuando el pensaba que en unos años tendría que asignar a quien iba su puesto a dejar, ahora resultaba que su mujer lo haría padre de nuevo, al tener una nieta recién casada, y su abuelita emocionada se negaba a ir a su boda, porque no podía correr ningún riesgo ahora que estaba embarazada. - No te preocupes querida, esto es la mejor sorpresa de toda mi vida. Ni mi hermana puede cerrar la boca, ya se lo contó a todo el mundo, todo Escocia ya sabe que seré de nuevo padre. - Me alegro mucho, es un regalo inesperado para mí, tantos años que estuve sola y preocupada, jamás pensé que una bendición de estas esperaría a mi edad, me dijo la medica ( curandera, que ella aseguraba sabía mucho) que no me expusiera a nada para que nuestro hijo o hija tuviera una posibilidad, le juro mi señor que eso no lo dude nunca, si por mi fuera le daría mi vida a este bebe, con la posibilidad de que sea un gran ser humano y que usted lo guíe como debe ser. Gordon casi se cae de espaldas, a suerte ella jamás se enteraría de que se había hurgado en su pasado, el sufrimiento que su familia desde Francia le había impuesto al enviarle un soldado que supuestamente fungía como guardia y al matar a su marido y a su hijo por el maldito dinero para armamento.
Ahora estaba radiante, rejuvenecida y muy feliz, porque a su edad y a la de él tendrían un hijo y en todo el universo jamás hubiera esperado como premio algo similar a esto. - No sabe lo que usted hace con sus palabras, mi preciosa señora, me enaltece y me dice que soy su esclavo, no permitiré que ni el viento ni el frío le den por ningún lado, si es preciso la esconderé y seré su cuidador principal, ¿le gusta esta habitación? - Desde que llegue imagine que la había elegido para mí, con esos detalles ingleses y franceses en las paredes y en la cobertura de elegancia, juraba que la había elegido para que estuviéramos los dos aquí. Además, con la llegada de nuestro hijo, podría adaptarse aquí también la camita, para cuidarlo y abrazarlo todo el tiempo que sea necesario, verá que seré la mejor madre del mundo, aunque para mi hijo me considere muy vieja, buscaré ser la mejor con tal de que no le haga falta nada. - Le llevo a usted cinco años, que me deja al ser padre ahora, peor será cuando se entere nuestra nieta. - Sabe me llegó una carta de Susy Mc Cabe, me pide que no le diga donde se encuentra ni nada a sus padres, que ella es muy feliz, su marido la ama con locura y aunque esta aprendiendo el idioma, su suegra, esta siempre a su lado, y corre a todo el que se le quede mirando, al parecer la consideran hermosa en su Clan. - Lo es, tiene una abuela preciosa, era seguro que ese Marlow, no le heredaría nada bueno, pero usted le dio un matrimonio colmado de amor y a ella la tendrán en alta estima, me aseguraron que gracias a su matrimonio el puesto de su esposo fue mejorado y ahora es jefe de los guerreros del Clan McCabe. - Debe ser muy bueno.
Por la noche, el medico oficial del Clan Andrew revisaba a la Duquesa de Edimburgo y Sutherland, quien a discreción pedía no informara a nadie de su condición, orgulloso el doctor aseguraba un embarazo fuerte y sano que, al decírselo a ella, su marido ingresaba en esos momentos y asustado confirmaba, - ¿Eso es cierto, doctor? - Mi Laird, por supuesto, su dama no quiere que nadie se entere debido a su próxima boda, pero nuestra Lady ya cuenta con un embarazo inicial y por eso el camino tuvo malestares, mismos que su dama cubría para que nadie la viera. Albert besaba las manos de su esposa y el medico orgulloso salía tratando de no mostrar a nadie la sonrisa de la noticia, pues no podía informar que el Laird ya estaba mas que adelantado con su mujer como todo buen escoces, debía habérsela robado, que esperar a tanto mal tiempo con la nevada y el hielo cubierto por todos lados, ahora comprendía "que el frío si que enfría" y que mejor que el calor de su mujer para procurarlo y mantenerlo en buen estado.
Afuera Artemisa y George muy preocupados preguntaban por la salud de su Lady a lo que el medico bajaba la cabeza y negaba, dejando en shock a la pareja que ahora se abrazaba. - Tenemos que cuidarla mucho, Artemisa. - Si Señor Johnson, le juro que no me separaré ningún instante, le di guerra a los malditos que intentaron secuestrarla y que lastimaron a Romina en el intento. - ¿Secuestrarla? ¿A mi Lady? - Si, pero nuestro Laird la salvó y la escondió, es un hombre muy fuerte, le dio a todos los que intentaron quitársela. Ahora están en la cárcel incluso el hombre que ataco a Romina y el otro que em dio una santa golpiza -No estaba enterado de eso, Artemisa, usted desde hoy será mi compañera, manténgame informado de todo cuanto usted o mi Lady requieran, le juro que si puedo no permitiré que el falten guardias y mucho menos que alguien intente lastimarla, antes bien daría mi vida por que usted no saliera herida. Artemisa miraba como la tenía estrechada y si Romina se había quedado casada con el guardia conocido de ella, ahora que continuaba con su Lady, podía irle mejor con el administrador- ¡Señor Johnson! ¡Qué lindo es usted! - Y usted muy valiente, mire que darse de golpes con secuestradores, tiene usted mi más ferviente admiración, no hay dama que la tenga, se lo digo de corazón. - Que es lo que tendrá nuestra Lady, me preocupa mucho. - Le juro que en cuanto lo averigüe, usted será la primera en saberlo. - Muchas gracias, ¿quiere que le traiga algo de cenar? ¿algún te o una copa? - Lo que desee traerme, puede compartirlo en mi salón privado, ahí la veré cuando usted lo considere apropiado. - ¡Sr. Johnson! - Solo si esta usted de mi lado, puedo confiar ciegamente en quien comparta todo conmigo. - Entonces estaré en unos minutos, se lo juro, puede confiar plenamente en mí. - Y usted en mí, le doy mi palabra de que, a mi lado nada le va a faltar. - Solo recuerde que soy del Clan Gordon y mi padre es el jefe de los guardias. - Y le puedo asegurar que puedo pedir su mano si usted me acepta y se queda conmigo, antes le solicitaría la venia de nuestro Laird conseguiría si usted toma una copa en mis aposentos. Ella le sonreía y en vez de té, le trajo una botella de Wiski la atrevida de Artemisa.
En la habitación de los Duques, todo era miel sobre hojuelas, conservarían el secreto entre ellos, porque esos esfuerzos en Inglaterra ya daban frutos, ella necesitaba aun más de esos detalles, ahora que sabía que su amor tendría pronto una distancia prolongada, ambos encerrados se entregaban demostrando que si su vientre crecía él la cuidaría y le daría todo su amor, si su salud se lo permitía. - Me dijo el medico que solo son los efectos del comienzo de nuestro embarazo, un poco de nauseas matutinas, mareos inesperados, debo comer mejor, más sano y me dijo que estaba muy fuerte y que podía continuar atendiéndolo solo si no tenía ningún dolor o sensación de malestar que sintiera que podía dañarme, pero usted… me hace mucho bien. -¿De verdad? - Extrañe que nos viniéramos en separados, usted a caballo peligrado que alguien le hiciera daño. - ¿Se angustió por mí? - ¡Mucho! -No le daré más angustias, se lo prometo, esteremos aquí una temporada, luego la llevaré a la mansión de Edimburgo y otra temporada en el castillo de Sutherland, así podremos cuidar de nuestros lugares y que a futuro nuestros hijos tengan buen patrimonio. - Me gustaría una familia grande y numerosa. - ¡Grande y numerosa! - Si, es que ser hija única, no me era agradable, quería tener con quien conversar y que me amara por ser mi familia. - ¡Mi vida! Eres ahora mi familia y nadie te hará sentir menos, además estoy seguro de que aquí gozaras de más libertad para tener a nuestro hijo. - Si, también lo creo, no quiero viajar ni exponerme en este embarazo, no sabiendo que mis padres murieron al tratar de salvar a mi madre. - Pues no se diga más, estoy tan feliz que Dios nos haya bendecido tan de agradable manera, en nuestra boda, solo tendremos un solo baile, para estar aquí juntos así consentirla y cuidarla mucho, mucho, mucho.
Los días siguientes, Artemisa continuaba preocupada, dándole los alimentos más frescos y ella continuaba un poco desmejorada por las mañanas y el pan le hacía mejor al comienzo, estaba radiante y feliz por las tardes. Para George, que su Laird le dijera que solo su Lady bailaría una pieza era porque estaba gravemente enferma, a lo que ayudaba en todo a su Laird para que estuviera con su Lady todo el tiempo que se pudiera, ocupándose él de cualquier contingencia que se ofreciera. La dama era preciosa, pero como la suerte de los Andrew siempre iba de más a menos, como era posible que apenas estaba contrayendo matrimonio y ella enfermara, sería el clima, o tal vez cuando llegara la primavera podía mejorar, lo seguro es que no iba a permitir que nadie la incomodara, las ordenes, es que no podía beber, solo tomaba agua hervida y te. Frutas frescas y carnes magras.
Para Escocia llevarse a cabo una boda, cuando ya estaba deshielando, tenía mucho significado, era como si los problemas se acabaran y solo se esperará lo mejor. El festejo fue elegante, los invitados asistieron más que contentos, tenían tiempo estar encerrados por el invierno que el festejo era lo más apropiado. La novia preciosa, del Clan Gordon, una belleza que se notaba en el Patriarca, felicidad y excelente elección.
Para los Mc Cabe, estaban muy complacidos al saber que la princesa que le robaron al Clan Gordon era prima de la Lady escocesa, a quien al igual que le belleza que ahora poseían los Mc Cabe, la dama también se lucía con una hermosa mirada que combinaba con la elegancia, un detalle es que ella si sabía el idioma Gaélico escoces, mientras que el pobre mujer de Evan Mc Cabe, ahora estaba agonizante, escondía a su mujer hermosa, que aun no dominaba el lenguaje gaélico de su suegra, y solo podía hablar con su marido, algunos que hablaban inglés. La dama ya estaba preñada y no había asistido al matrimonio de su prima. La boda fue más que felicidad, muchos se embriagaron y otros tantos se quedaron en el castillo Andrew, festejando por su Laird, más él estaba dichoso, porque ella lo haría padre, estaba preciosa y orgullosa de portar el tartán, las costumbres escocesas las conocía y saludaba cuan dama de muchos años a todos con una sonrisa, cautivando hasta los más viejos, como a los jóvenes de todos los clanes, no faltaron sus sobrinos ahora ya comprometidos solicitando su venia. Archivald se casaría con una duquesa y Niel con una condesa, misma que fueron al evento acompañadas de sus damas, para que conocieran a la familia, a la que estaban más que gustosas de pertenecer.
Muy lejos de ahí en América, comenzar desde cero fue difícil, y a su edad un poco peor, Marlow, estaba como empleado de administración de una central de comercio, ganaba poco y sobrevivía, su mujer ahora no era nada de la que fue, tenían un hogar y eran personas respetables, no estaban en la zona más rica, pero no les faltaba comida y sustento, la pareja ahí seguía buscando una oportunidad para salir adelante, daban dos pasos y regresaban uno, no se avanzaba como antes lo hacían, pero al menos ahí se quedarían.
Los Brighton, fue un poco diferente, pues la vida fue muy sencilla y el jefe de familia ahora tenía una mujer a parte, quien le daba un hijo, ya que su mujer se había cuidado tanto con solo su hija Annie. Su nuevo hijo no era de su matrimonio, pero lo registraba como suyo y mantenía al niño, con una mujer sencilla, su hija estaba bien y ya no la frecuentaba, su mujer gozaba de todo, menos de empleados, no le faltaba nada, más no había salidas, paseos, o dedicación amorosa, como la había tenido en otros años. Annie y Maximus, tuvieron dos hijos, ambos varones, ella no fue muy respetada, pero saco adelante a su familia, y no se volvió a comunicar jamás con sus parientes de Inglaterra.
Susana era muy lista, aun aprendiendo el idioma, se hacía la que no entendía, no deseaba hacer quehaceres, lavar o limpiar todo el día, así que para que su suegra la cubriera, se la pasaba preñada, cada año y medio, estaba de nuevo embarazada, en toda su vida tuvo seis hijas hermosas el menor fue varón, bastante fuerte y grande, tenía tres años, cuando tuvo un accidente y murió de una caía inesperada. Su marido se volvió a casar, pero amaba tanto a sus hijas, eran hermosas y fueron muy peleadas por los Mc Cabe, dicen que el que roba, suele ser robado, las hijas tuvieron a Evan muy encadenado, desde que su madre murió, se la pasaba custodiando a sus hijas, un guerrero implacable, un hijo pequeño, que aun no le podía ayudar y una mujer que fungía como su segunda esposa, dichosa por tener marido, cuidar de tantas hijas fue difícil, sobre todo que heredaran la belleza de la que fuera su madre.
La abuela Daniel dio a luz a un niño enorme y sano, rubio, fuerte y de mirada inquisidora, como su madre, tenía enamoradas a todas las tías, las sobrinas y todas las que adoraban al jefecito del Clan Gordon, su padre estaba orgulloso de su hijo, no podía haber heredado mejores genes, ambos vivieron muchos años, fueron testigos de la toma como jefe del Clan de su hijo, de casarlo y de ver a los hijos de Candy y el Patriarca, crecer junto a su hijo que resultaba ser el tío de los niños descendientes del Clan Andrew.
Candy y Albert como si la historia lo repitiera tuvieron un par de mellizos encantadores, Recordando a los anteriores mellizos Andrew nacidos hacía más de cien años atrás, estos nacieron grandes y sanos, William Alexander y Ariadne fueron los nombres de los primeros hijos, ella estaba ilusionada y tardaron tres años en traer un hijo más Wallace Albert Andrew fue el tercer hijo y tan amado por sus padres, siguieron los gemelos Walter Daniel y Warren Kendrick, llegaron tres niñas más con dos años de separación entre ellas, Katherine, Alessia y Rosemary. Fueron bendecidos con una hermosa y gran familia, la pareja se la pasaba viajando con ellos, segura de que conocieran todos sus bienes. Como heredero William Alexander fue el Patriarca y su hermano Wallace Duque de Edimburgo, Walter fue el Duque de Sutherland y Warren heredaría el Ducado de Westminster que se obtendría con el paso de los años. Quedando así el apellido Andrew como sus antepasados deseaban cubiertos con el suficiente patrimonio para cubrir a sus descendientes.
Al igual que los abuelos, Albert y Candy tuvieron muchos nietos, vivieron muchos años y sus descendientes no solo crecieron en Europa, sino se unieron a los bienes de la familia que dieron camino a la nueva era de américa, Australia, Alemania y de su crecimiento en la fortuna.
Las hermosas Mc Cabe, fueron peleadas por muchos años, los guerreros Mc Cabe codiciaban tener el corazón de las bellezas, se robaron a todas las hijas de Evan y Susy Mc Cabe, se casaron bien, el hermano fue feliz hasta que se quedo sin ellas. Mientras que las Andrew que también fueron cuatro bellezas, se quedaron casadas con hombres muy importantes, ellas deseaban quedarse cerca de sus padres, pero la vida les dio oportunidad de viajar como lo hicieron sus hermanos y algunos primos lejanos, familiares de muy buen nivel, se ganaron sus corazones, más que por interés, el amor fue lo que guío la principal razón de que un Andrew se casara, siempre fue por el corazón.
FIN
Gracias por sus comentarios, por su amistad y por leer
Historias de Albert y Candy
Un abrazo a la distancia
Mayra Exitosa
