RANMA SAOTOME

Los personajes de Ranma ½ le pertenece a Rumiko Takahashi, este fanfic es sin fines de lucro solo para entretenimiento y cualquier coincidencia con la vida real es pura casualidad

《DIALOGO》

~PENSAMIENTO~

Mi historia inicia en mi adolescencia, cuando a los 16 años todo lo que conocía cambio drásticamente. Antes solía vivir viajando de aquí para allá, en compañía de mis padres. Éramos nómadas, no solíamos quedarnos mucho tiempo en un solo lugar, disfrutábamos viajando por todo Japón y conociendo los lugares mas recónditos de ese maravilloso país.

Mi vida era simple y tranquila, el camino era nuestro hogar y nos proveía de lo necesario para sobrevivir. Hasta que un día para nuestra mala fortuna nos cruzamos con unas personas armadas, en ese instante no le dimos mucha importancia y nos alejamos de ellas dejándolas atrás no queriendo entrometernos en sus asuntos.

Pero al parecer en el plan de estas personas incluía que formáramos parte de su organización, por lo que nos prosiguieron sin que nos diéramos cuenta de ello y cuando menos lo esperábamos nos tendieron un trampa y nos capturaron.

Fuimos sus prisioneros una temporada, tiempo en el cual nos hacían avanzar a bases de latigazos, llevando a cuesta artillería pesada que dejaban marcas profundas. Pasábamos varios días sin probar alimentos y ni una pizca de agua que nos dieran fuerzas para continuar con esa horrorosa travesía.

Fue un día en la temporada alta de lluvias mientras avanzábamos por la costa buscando refugio ante un cielo encapotado que anunciaba una inminente tormenta, el Tifón mas fuerte de la historia toco tierra, impidiéndonos proseguir llevando las pesadas cargas en un suelo fangoso.

Entre la fuerte ventisca vimos la oportunidad perfecta de escapar y con un asentimiento de cabezas nos pusimos de acuerdo. Nos liberamos de las cargas con rapidez y al mismo tiempo, creando confusión entre nuestro captores que se acercaron a verificar que su artillería no hubiera sufrido daños. Provocamos tal distracción que nos dio pie a salir corriendo con todas nuestras fuerzas, pero no llegamos a recorrer 500 metros que oímos fuertes disparos.

Mis pasos se detuvieron cuando por el rabillo del ojo no pude ver a mis padres acompañarme en la huida, voltee para ver a mis progenitores tirados en el barro con rastros de sangre en sus cuerpos. Me acerque a ellos presuroso para ayudarlos pero me empujaron a escapar antes de tener en mismo destino que ellos. Me negué rotundamente pero en pocas palabras me dijeron que era un sacrificio de amor que por su parte ya habían tenido la dicha de vivir una vida plena y feliz, que era mi turno y que buscara mi destino.

Con lágrimas en los ojos y un profundo dolor en el pecho me despedí de ellos y salí corriendo sin mirar atrás, solo llevando en mi mente los buenos recuerdos de mi familia.

No recuerdo cuanto tiempo corrí sin detenerme mas que para tomar agua y dormir un poco, tal vez fueron días, semanas o inclusive meses, para mi el tiempo ya no tenia sentido, solo quería alejarme lo mas que pudiera de aquellas crueles personas y llegar al lugar de mi nacimiento, aquel paraíso que visitábamos todos los veranos, un valle escondido muy cercano al Monte Fuji donde crecía un rica vegetación, sabia que allí estaría a salvo de todo.

En medio de un boque en Nerima a mitad de mi camino hacia mi destino, mis fuerzas comenzaron a flaquear, al no haber comido nada en un largo tiempo. Me detuve sosteniéndome de un enorme y fuerte árbol a recuperar fuerzas, para poder continuar mi camino, cuando un canto de sirena me llamo la atención, busque la fuente con la mirada pero no había nadie a mi alrededor. La melodiosa voz se hizo mas fuertes al otro lado del tronco, por lo que sosteniéndome como pude le di la vuela y allí por primera vez vi a la dueña de mi corazón.

Una niña cantaba a todo pulmón mientras se acercaba saltando alegremente con una canasta entre sus manos hasta un arbusto para recoger las vayas que este otorgaba. Ella era una menuda muchacha de mi edad, de estatura media, vestida con un sencillo Kimono de color rosa pálido. Su rostro apenas se podía visualizarse, puesto que llevaba sobre su cabeza una capa roja que apenas dejaba escapar algunos largos mechones de cabellos negros azulados.

Atraído como una luciérnaga hacia la luz quise acercarme para verla mejor pero tal era mi debilidad que caí, haciéndola asustar.

《Quien anda ahí 》 gruño quitándose la parte superior de la capa para ver mejor a su alrededor

Sus ojos fijaron la mirada en mi y pude observar un rostro redondo de finas facciones, nariz pequeña y respingada, labios carnosos en una pequeña boca. Además de unos grandes ojos almendrados de color miel que batían unas frondosas pestañas. Sentí que el tiempo se detenía alrededor y mi corazón latía con fuerza, ese día conocí el amor a primera vista.

《Estas perdido》 hablo acercándose poco a poco extendiendo una mano para tocarme

Su acercamiento me genero pánico al recordar que unas manos extendidas anteriormente me provocaban daño, intente levantarme pero ya no podía, había perdido todas mis fuerzas. Cerré fuerte los ojos esperando sentir el punzante dolor de los golpes pero unas suaves caricias fueron lo que recibí sobre mi cabeza y entre mis azabaches cabellos, haciéndome abrir los ojos y observarla.

《Tranquilo no te hare daño》 dijo conciliadoramente mostrando una cálida sonrisa al percibir mi miedo hacia ella 《 Eres un hermoso corcel te pondrás bien 》aseguro colocando delante de mi la cesta llena de vallas que había recolectado para que las comiera.

No rechace su ofrecimiento y devoré todo en segundo, para luego recostarme a esperar que mis piernas reaccionaran. La muchacha se quedo largas horas a mi lado acariciando con extrema ternura mis cabellos hasta que el cielo mostro la primera estrella y tuvo que irse pero antes de partir se deshizo de su capa y me la coloco encima para cubrirme un poco del frio.