Minific titulado: La vecina, escrito por Yuleni Paredes, protagonizado por Candy y Albert (el verdadero príncipe de la colina), protagonistas de la serie animada Candy Candy.

Reto musical inspirado en la canción titulada: La vecina, interpretado por la banda musical Los Amigos invisibles. Género: Pop Rock.

―Albert, amigo, ¿qué tienes? ―le preguntó Archie, preocupado.

―Todas las mañanas cuando salgo de mi casa, me encuentro a mi vecina que sabe que esta divina. Tiene cabellos rubios y ojos verdes.

―¡Eso, sí, que está interesante! Cuenta más.

―Me mira de reojo, y enseguida me sonrojo. Se da una vueltecita y me deja una sonrisita. Su perfume delicado a rosas me atrapa y me consume. Además, se va por las escaleras como toda una princesa. Yo siento que de pronto, ella se desaparece.

―¡Estás clavadísimo con esa chica!

―Cuando veo a esa rubia, me quedo como un tonto; esperando a que regrese.

Archie, tras ver a Albert tan enamorado, se fue, dejándolo solo con sus pensamientos:

‹‹Anda mi linda vecina, yo sé que estás divina. Todo por ti yo hiciera. Si tú me lo pidieras (oh, sí, Candy). Quiero desde mi ventana saltar hasta tu cama, y que sin miedo y sin freno me entierres tu veneno››.

―Chicos, ¿qué le sucede a su tío? ―con voz severa indagó la tía abuela.

―Tía Elroy ―respondió Stair―. Mi tío se siente tan triste que no sale con sus amigos. En su corazón algo raro está pasando. Y es que de mi amiga Candy, quien es la vecina, se está enamorando.

Albert no dejaba de fantasear con la rubia de ojos verdes.

‹‹Anda mi linda Candy, yo sé que estás divina. Todo por ti yo hiciera si tú me lo pidieras. Quiero desde mi ventana saltar hasta tu cama y que sin miedo y sin freno me entierres tu veneno››.

Y así pasó semanas, días y noches en vela. No comía, ya no dormía, ya ni miraba televisión. Él solo quería conversar con ella para tenerla entre sus brazos. Albert pensaba que solo lo veía como un amigo, hasta que un día se armó de valor y le confesó su amor:

―Candy, tú me gustas. Ya no como, ni duermo, pensando solo en ti.

―Mi rubio adorado. Yo te amo desde que te miré por primera vez en el balcón. Vestías esa fina camisa negra que te hace ver más seductor. No sabía cómo decírtelo, pues pensaba que me veías como a una simple amiga. Me alegra que me hayas confesado tu amor.

Albert, de la emoción, la besó desenfrenadamente y la llevó hasta su cama.

Pasaron días, semanas y meses y al fin se casaron. La tía Elroy en un inicio no soportaba la presencia de Candy por ser tan escandalosa; pero gracias a la intervención de sus sobrinos, Stair y Archie, lograron que su tía la aceptara. Ahora, Candy es la esposa de William Albert Ardlay, quienes son el uno para el otro.

Fin.

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