El apagó la lámpara de aceite, ella se acomodó de tal manera que la cabeza quedó en el pecho de él y subió su rodilla izquierda enredándola al muslo derecho de él, Albert sintió que una corriente eléctrica le corría por todo el cuerpo.
-Siento que me quemo por dentro!, ¡No puedo resistir más!-pensaba Albert quien a los 20 minutos escuchó la respiración profunda de Candy en señal que se había quedado dormida.
A la una de la mañana ella se estiró un poco y metió la mano bajo la pijama de él acariciando su pecho.
-¡Es tan fuerte!
Al amanecer, la luz del sol entró por el espacio entre las cortinas, él se despertó vio que Candy estaba atravesada en la cama, se fijó que uno de sus senos se asomaba a través de su camisón, el miembro de Albert reaccionó ante aquella visión y corrió al cuarto de baño, ni esperó que le llevaran agua caliente a la tina se desvistió y se sumergió en ella, tratando de apagar con el agua fría sus deseos. Candy se despertó y al no sentirlo a su lado rápidamente fue al baño y lo vio sumergido en el agua de jabón, cuando el salió percibió su presencia en el marco de la puerta.
-Pensé que te habías ido sin despedirte de mí, ya no quiero que te vayas sin despedirte, prométeme que aunque esté dormida me despertarás, mi corazón no resiste la angustia de no ver cuando partes.
-Es que no quiero interrumpir tus sueños
-No importa que los interrumpas sólo son sueños en cambio tú eres mi realidad.
Albert abrió la boca queriendo interpretar sus palabras
Ella reaccionó y cambió el tema: te pasaré una toalla, parece que sólo te levantaste de la cama y te sumergiste en la bañera no trajiste ropa limpia.
Candy pensó: De haber sabido me hubiese hecho la dormida, él tenía que salir del baño desnudo a buscar una toalla.
-¿Qué pasa por tu mente? Veo que sonríes
-Nada, sólo estaba recordando un chiste.
Candy le llevó una toalla y su ropa.
-Candy es mejor que salgas, pronto se despertaran los demás.
Ella blanqueó los ojos y se fue a su recámara, al llegar ya le tenían preparada la tina con el agua tibia.
En el desayuno ella se sentía triste pues él se iría.
Lo despidieron desde el arco de la entrada principal, ella lo acompañó hasta la puerta del coche y él se despidió con un beso en la frente.
Organizaron el evento, invitaron a todos los Andrew pero no dijeron de que se trataba, les darían la sorpresa en la misma fiesta. La invitación tenía un diseño de encaje.
Pasaron las semanas y por fin llegó ese día, Lakewood estaba lleno de flores, Annie lucía un vestido sencillo de color aguamarina, los invitados arribaron al recinto, todos se preguntaban en honor a que se celebraba esa fiesta, Archie y Annie entraron por el portal de Agua, dejándolos atónitos Albert estaba en la mesa principal del salón, , Candy se quedó atrás contemplando el paisaje, la embargó la melancolía, la clara luz, el olor del bosque, el resplandor del lago y el perfume de las rosas se le figuraba que Anthony estaba ahí sonriéndole, Albert se inquietó porque no la vio en el salón, se disculpó y fue a buscarla.
-Pequeña ¿Qué haces aquí? Te has perdido la cara de sorpresa que todos pusieron al ver a Archie y Annie entrar juntos, ella estaba de espaldas al voltearse Albert la miró y se quedó hipnotizado ante su belleza pues el vestido tenía un escote discreto pero sus hombros estaban descubiertos, la luz del sol hacía que sus rizos dorados brillaran, así como sus ojos verdes esmeraldas.
-¡Quisiera quedarme aquí contigo!-expresó Albert
-Usted es el tío abuelo y debe estar presente en la ceremonia.
-Ven conmigo te sentarás a mí lado, desde ahora ese será tu lugar.
Entraron del brazo eso les causó más sorpresa a los invitados, todos se pusieron nuevamente de pie él les hizo señas que se sentaran, comenzaron a servir los bocadillos, Candy se imaginó a Stear con la boca llena de crema pastelera.
-¿Todo bien pequeña? No has dicho ni una palabra, sueles ser muy parlanchina.
Candy vio que tenía crema de los pastelillos en los labios, ella pasó su dedo limpiando las migajitas y se lo chupó a lo lejos la miraban los ojos de los Leagan.
-¡Es una descarada! Sentarse a lado del tío abuelo- decía entre dientes Eliza junto con Sarah.
-Dentro de poco ya no soportaremos esto, recuerden que todo marcha bien en Florida-comentaba el Señor Leagan.
Albert se puso de pie tocó la copa y dijo: Hace algunos años el destino quiso que los caminos de Archivald Cornwell y la señorita Annie Brighton se cruzaran, Porque son el uno para el otro, sus corazones están unidos y se sienten preparados para comenzar una vida juntos, es por eso que me siento honrado en anunciar su compromiso, brindemos por la felicidad de los prometidos.
Albert alzó su copa y todos le siguieron.
-¿Apeteces bailar?
Candy iba a responder que sí pero la señora Elroy intervino diciendo, esta fiesta es en honor a Annie y Archie a ellos les corresponde abrir el baile.
-Después que ellos pasen podemos unirnos a la pista de baile-le dijo Albert a Candy, ella asintió.
La señora Elroy había discutido con Albert, no le había permitido usar su traje de escocés, pues decía que ese evento le parecía insignificante y que no ameritaba que se vistiera de gala, Albert si quería usarlo, de seguro Candy se daría cuenta que él era aquel chico que siempre había buscado, tenía tantas ganas de darse a conocer y ver su reacción, deseaba saber si para ella seguía siendo importante.
Terminaron de bailar Archie y Annie y las demás parejas se unieron en la pista, Albert se puso de pie y ayudó a Candy dándole la mano y la guió al centro del salón, ella se sentía inhibida pues sentía que todos los observaban Albert dejó poco espacio entre sus cuerpos, Candy levantó la mirada y le pareció ver a su príncipe de la colina, abrió los ojos al doble.
-¿Te pasa algo pequeña? Te siento cohibida
-Siento que todos nos miran- después de unos minutos Candy se sintió segura al estar c0n Albert y le comentó: Ya veo, están observando que estoy bailando con el patriarca de la familia Andrew, el bisabuelo William.
-¡Hey ya me pusiste otro grado! No me dices abuelo sino bisabuelo, esto me resulta cada vez más preocupante, luego dirás que soy tu ancestro, creo que me imaginas como una momia egipcia. Pequeña por favor no me llames más así.
Candy se recostó en su pecho, la señora Elroy apretaba los labios.
-William está haciendo un espectáculo ¡Todos saben que Candy es protegida de los Andrew.
Albert aspiraba la fragancia de Candy y se imaginaba que recorría a besos lo descubierto por ese escote.
La fiesta fue todo un éxito a Candy le pareció estar en un sueño del cual no quería despertar.
Cuando todos se retiraron Candy salió al jardín, Albert la alcanzó poniendo las manos en sus hombros
-¡Me asustaste! Casi me da un infarto
-Perdón pequeña, no quiero que te dé el frío nocturno, es mejor que entres.
-Fue una celebración maravillosa, sobre todo porque pude bailar con el…
Albert puso el dedo índice en sus labios para callarla- shhh-no lo digas más
Candy empezó a temblar por el frío y él se quitó el saco para cubrirla.
-Es mejor que entremos.
Candy entró a su habitación se preparó para dormir puso el saco de Albert encima de su almohada y se durmió oliendo su perfume.
Chicas les agradezco por seguirme en esta nueva aventura a Glenda, Stormaw, Yiyi 77, Yeneli, Yuleni, Lizita, Tania, Nathy Eli, Mary silenciosa, mary men, Chidamami, Maravilla 121, Adoradandrew, Gina Riquelme, Yadis 30, Mercedes, Nelly, Elen Erket, Ximena, Sandra casillas, Yagui,
Si me animan hago subo otra actualización jajaja
