Ella no contestó esperaba que el tomara la iniciativa y que le plantara un sabroso beso pero Albert sólo comentó: Es hora que nos retiremos
Al siguiente día los llegó a buscar Stewart Lux el chofer de los Legan, Candy lo miró sorprendida no se esperaba que todavía trabajara para ellos.
-¡Stewart me alegra verte! ¡Cuánto tiempo!
-Señorita Candy-dijo haciendo una reverencia-Señor Andrew he venido por ustedes para llevarlos al Miami Resort Inn Hotel
El subió las maletas de los rubios al auto, mientras iban en el camino, Candy recordó cuando Stewart la fue a buscar al hogar de Pony para llevarla a la casa de los Legan ella por un momento retrocedió en el tiempo y se puso melancólica
-Creo que los Legan tienen una deuda pendiente contigo- expresó Albert
-¿A qué te refieres?
-Lo sabrás esta noche en la fiesta.
Al llegar al hotel Candy notó que Stewart daba instrucciones a la recepcionista y al botones para que les dieran las mejores habitaciones a William y a ella, se quedó atónita al ver cómo le obedecían con premura
-Stewart es el jefe de recepción en el hotel- le comentó Albert al leerle el pensamiento
-¿Lo subieron de rango?
-Así es, ahora él tiene subordinados y falta que veas a la señorita Mary Darcy
Al avanzar un poco, vieron que Mary dirigía toda la organización del banquete, ella volteó y al ver a Candy no pudo simular la alegría y fue a abrazarla
-¡Candy! Me alegra verte-Se dio cuenta que Albert estaba presente-Digo Señorita Candy, Señor Andrew disculpe usted por ser tan confianzuda con su protegida, pero es que pensé que nunca más vería a la niña Candy.
Candy la abrazó, Albert sonrió al contemplar la escena
-Por mí no hay problema, ustedes se portaron muy bien con Candy en su estadía con los Legan y se los agradezco infinitamente.
Neal se acercó y dijo: Mary todavía hay mucho trabajo por hacer, por favor no te entretengas y no satures al tío abuelo William
Albert blanqueó los ojos pues no le agradaba que le nombraran con ese título
-Sí, señor Neal, con permiso de ustedes seguiré con mis labores.
Neal saludó a Albert y solamente miró fijamente a Candy haciendo que a ella le diera escalofríos
Albert y Candy tenían que actuar seriamente, disimular su complicidad, lo bien que se llevaban delante de los demás
Por suerte sus habitaciones quedaron juntas y el balcón podían saltarlo sin mayor complicación, desde ese momento Albert se desapareció pues tenía asuntos que arreglar.
Llegó una estilista que le contrataron a Candy para que le diera pedicura, manicure, maquillaje y peinado, el vestido que luciría se encontraba en el closet de la habitación.
Albert almorzó con los Legan y en una oportunidad habló con Sara poniéndola en un aprieto, a Candy le llevaron la comida a su recámara.
Después que quedó todo perfecto para la fiesta de inauguración, Mary se escabulló para acompañar a Candy, ahí le platicó sobre el jardinero que cuidaba el rosedal de Anthony y le dio su dirección, también la de Doug para que les escribiera.
Sara habló con la señora Elroy de lo que Albert conversó con ella y la tía decidió no asistir pues no quería estar presente para lo que la señora Legan tendría que decir delante de toda la familia Andrew.
Llegaron invitados sumamente importantes, el gobernador de Florida, el Alcalde de Miami, Albert y George los atendieron junto con Raymond y Neal Legan, Candy esperaba impaciente a que fueran por ella, nadie le había autorizado para que bajara ni le avisaron que la celebración se estaba llevando a cabo, la que se ofreció en decirle fue Eliza, pero como no quería que tenerla en la fiesta no se molestó en ir por ella, Albert miraba a todos lados y se inquietó porque no la vio , se abrió paso entre la gente para ir por su amada princesa.
Candy estaba a punto de llorar porque pensó que Albert se olvidó de ella.
-No llores pequeña, no quiero que se te arruine el maquillaje
Al escucharlo hablar ella fue hacia él y se arrojó en sus brazos
-¡Pensé que te habías arrepentido de traerme!
-Jamás, ¡Luces como toda una reina! ¡Me sentiré orgulloso de llevarte de mi brazo!
El vio que todavía estaba triste y acercó su rostro a ella para darle un beso fugaz en los labios
-Espero que este pequeño amuleto haga que se te quite la tristeza
Ella sonrió, bajaron a la fiesta y los fotógrafos fueron hacia ellos, se rompían los focos de las cámaras al emitir los flashes su luz.
Eliza le informaba a los reporteros: Si, ella es la hija adoptiva del Señor William Albert Andrew, es soltera y sin compromisos
Albert sonreía y posaba junto con Candy ante las cámaras pero se molestó al escuchar a Eliza, lo que menos quería que después del evento se acercaran jóvenes interesados en Candy a pedir su consentimiento para cortejarla.
El alcalde le pidió permiso a Albert para bailar con Candy, ella sentía que Albert la contemplaba a la distancia, claramente se veía su sonrisa forzada
También algunas jóvenes querían que las sacara a bailar pero él se alejaba de ellas para que no se viera comprometido en sacar a alguna, abundaba la champaña, el vino, el Brandy y diversos licores
Por fin cuando terminó aquella pieza musical Albert se posesionó de Candy y no la soltó en lo absoluto, bailó con ella, ambos estaban viviendo una hermosa fantasía, se imaginaban que no había nadie alrededor de ellos, por fin llegó el turno de tomarse las fotos.
Cuándo las celebridades se juntaron llamaron a Albert para que posara junto a ellos, la última foto sería con la familia Legan, Albert llamó a Candy, lo miró que estaba sonriente, pero se negó educadamente a posar con los Legan.
Sirvieron la cena después despidieron al gobernador, al alcalde y a algunos invitados hasta que quedaron los Andrew y los Legan solamente, Albert miró a Sarah y ella sabía que había llegado la hora de disculparse con Candy pero en vez de eso se puso de pie para decir delante de todos lo siguiente:
-Querida familia me dirijo a ustedes para desmentir cierto rumor que gira en torno a nuestra estimada Candice, ella en el tiempo que estuvo viviendo con nosotros los Legan siempre tuvo una conducta intachable, lo que se dijo que era una ladrona fue un juego de niños entre mis hijos y ella pero algunos pensaron que era verdad por eso hoy quiero decirles que la señorita Candice es una persona honrada y no tengo nada que reprochar de su proceder y carácter, ella no es una ladrona.
Albert sonrió por fin se quitó Candy ese estigma del que fue víctima por mucho tiempo por culpa de Eliza y Neal Legan.
Terminó la fiesta y se retiraron a sus habitaciones, eran las tres de la mañana cuando Albert sintió que jalaban sus sábanas
-Candy ¿Qué haces?
-Quería agradecerte por presionar a la señora Legan para que desmintiera que soy una ladrona.
-No tienes nada que agradecer, no quiero que nada empañe tu persona, me siento contento de que estés conmigo y quiero que todos te conozcan como la mujer virtuosa que eres. Candy ¿Cómo entraste?
-Me brinqué la barda del balcón
-Candy no hagas locuras como esa, estamos en el último piso, además vi que tomaste algo de licor
Candy pensó: Sólo tomé un sorbo, pero si el piensa que estoy tomada…
-Me siento tan cansada-Candy se dejó caer en la cama de Albert cómo una piedra se quedó estática
-Candy, nena despierta, temo que alguien te vea aquí y tu reputación quede manchada
Candy no abría los ojos, se hizo la dormida.
El suspiró y dijo: Te veías tan hermosa con ese atuendo y el maquillaje, pero no hay nada mejor que verte con los rizos sueltos y desaliñados-Albert acarició su rostro, y la besó.
Saludos a Mary silenciosa, espero que te mejores y que pronto puedas salir del hospital. Dios te cuide, te proteja e ilumine a los doctores para que te den el tratamiento adecuado.
Gracias por seguir el Fic a Elena Prez Garca, Chidamami, Gina Riquelme, chibiely, Maravilla 121, Jimena, Serenity Usagi, Odalis, Gaby amor, Kecs, Ana, kris Lluvia, Lolita V12, Fandcya, Adoradaandrew, Yuleni Paredes, Yagui Fun, Aly, Wendy, Jujo, Rebeca 16, Silvia, Alebeth y a todas las demás lectoras que me leen secretamente, ya ven me saludaron y eso me animó a actualizar fics.
