Teru:

Abro los ojos y apago la alarma justo un minuto antes de que suene, creo que es porque llevo despertándome a las seis y media todos los sábados desde hace años. Cuando era más joven pensaba que lo mejor para aprovechar el día era empezar desde temprano, aunque hoy en particular mis planes se reducen a solo existir. Sesión con la terapeuta, pagos, compras y cualquier otro mandado los hago una vez al mes y con lista en mano para evitar gastos innecesarios, porque no hay nada más relajante que una rutina bien organizada.

Me lavo los dientes, hago mi rutina de ejercicios, me preparo un desayuno balanceado y limpio un poco. A pesar de no pasar mucho en mi apartamento durante la semana, siempre hago limpieza, por lo que terminar con los quehaceres no me toma mucho tiempo.

Lo último en mi lista de la mañana es darme una ducha para poder pasar las siguientes dos horas viendo una serie que encontré hace poco. Luego comenzaré a preparar el almuerzo y mientras lo haga llamaré a mi madre como siempre lo hago y después podré volver al sofá, le hice una reservación para la tarde completa. Comencé a ver Lucifer hace poco, no es la mejor trama pero no me quejo de ver y sobre todo escuchar a Tom Ellis con ese acento británico-sexy que tiene. En fin, nada arruinará mi sábado perfecto.

oOo

Light:

Escucho a Mello caminar de un lado a otro por la habitación, sus pisadas son fuertes y su respiración agitada. No entiendo por qué lo que le dije lo alteró tanto pero prefiero mantenerme sentado en la orilla de la cama sin mover ni un solo músculo.

—Es que no es normal... hoy en día nadie se ofrece a conseguirle un libro a un desconocido.

¿Qué...? ¿El drama es por el señor Mikami?

—Pensé que te ibas a alegrar por mí...

—¿Por darle tu número telefónico a un viejo rabo verde?

Frunzo el ceño y entrecierro los ojos mientras volteo hacia donde él se encuentra.

—¿No crees que estás exagerando un poquito?

—Nop. Yo te podría haber conseguido los libros que quisieras —se sitúa frente a mí y me sujeta de los hombros, su rostro quedando muy cerca del mío—, no era necesario que le dieras tu número a un asesino serial.

—¡Mello!

—¡Es la verdad! Es más, espérame aquí...

Lo escucho camina hacia el buró y abrir un cajón, si no me equivoco es el segundo, ese en particular se traba un poco, Mello dice que tiene arreglo y que es fácil, pero de decirlo a hacerlo hay una gran diferencia.

—¿Para qué fuiste por tu laptop? —Le pregunto una vez se sienta a mi lado y lo escucho teclear.

—¿No es obvio? Hay que investigar al psicópata ese, ¿cómo se llama?

Suspiro meneando la cabeza, eso no impide que conteste. —Teru Mikami.

Éste no es Mello, es su alterego mejor conocido como Mellodramas, pero aún así me pego más a él con curiosidad porque a mí sí me cae bien el señor Mikami y quisiera que fuera mi amigo.

—Quién lo diría... Google dice que es abogado, su nombre sale relacionado a los resultados de una pequeña firma...

—¿En serio...? —Sonrío casi por inercia mientras me pego más a él, que el señor Mikami sea abogado me parece interesante, debe ser un hombre muy justo, sin mencionar que inteligente.

—Sí, sí pero ¿a quién le importa eso? ¡Sí! Lo que buscaba... El enlace de su perfil... —lo escucho clickear y de pronto suelta una carcajada que me hace dar un leve salto del susto— ¡Es un loser! ¡Solo tiene cuarenta y nueve seguidores! —y de pronto, su risa cesa— aunque... eso lo hace más extraño, ¿no crees? Seguro es uno de esos asesinos solitarios que...

—Creo que debes alejarte de las radionovelas un tiempo. —Le interrumpo.

—Ni creas que hoy me voy a quedar sin saber si Martha se regresa al pueblo creyendo que Luis Alfonso Rodríguez la engañó cuando todo fue plan de su gemela malvada.

Meneo la cabeza pero prefiero guardarme cualquier comentario mientras vuelvo a pegarme a él para continuar en lo que se supone que estamos haciendo, stalkear la vida del señor Mikami. Supongo que eso nos vuelve a nosotros en los verdaderos extraños.

—¿Y entonces qué hay en su perfil?

—Pues te digo que es un raro, no hay muchas fotos, en la mayoría está solo y en algunas sale una señora que me imagino es su mamá y... ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

—¿¡Qué!? ¿¡Qué!? ¿¡Qué!? —Casi salto de la cama al mismo tiempo que Mello, sin entender qué pasó pero se oye que es grave.

—¡Le acabó de dar like a una foto suya sin querer! —¿Qué? ¿Por eso todo el alboroto? —Ni modo tocará quemar la compu.

—Mello, cálmate, me asustaste, pensé que había pasado algo malo.

—¿Acaso no te parec... ¿Quéééé? ¡Acaba de seguirme! Es todo, bloqueado.

—¿Qué? ¡No! —intento arrebatarle la laptop, sin éxito— ¿Por qué lo bloqueas?

—Porque ahí tengo fotos contigo, seguro quiere analizar nuestros movimientos para aprender nuestra rutina. Lo peor es que sabe que lo estaba stalkeando, deberé irme del país y cambiar de identidad. ¿Crees que Roberto sea un buen nombre?

—¡Mello, ya! —Lo tomo de los hombros y lo situo frente a mí porque tanta paranoia está comenzando a afectarme.

—¡Es que piénsalo! Se llama Teru Mikami, con T de tortura y M de matar.

Es todo, debo alejar a Mello de las radionovelas por un tiempo.

oOo

Teru:

Frunzo el ceño cuando mi celular hace un ruido, había olvidado que lo dejé sobre mi pecho y tampoco sabía que podía hacer esa clase de sonidos, parecido a un silbido corto. Asumo que debe ser un mensaje de mi madre, lo cual es raro porque no es el ringtone que tengo asignado para mensajes, pero pensando que se le olvidó decirme algo le pongo pausa a la serie y lo desbloqueo.

Tal parece que ese es el sonido que hace cuando recibo una notificación. ¿Choco_Kheel12 acaba de darle like a una foto mía? Ah, se trata del muchacho rubio que trabaja en el café. Supongo que lo que se hace en estos casos es meterse al perfil de la persona y darle seguir.

Lo que mi lógica dice es que Light debe haberle contado a Mihael sobre lo sucedido ayer y que ahora el rubio quiere limar asperezas, como si no me ha visto con ojos asesinos todas las veces que he llegado a la cafetería. Cosa que recuerdo cuando buscando entre sus fotos encuentro una donde sale con Light, y al querer entrar para darle like la página me regresa y a un perfil que ahora aparece vacío donde el único mensaje que se lee es «usuario no encontrado».

¿Qué...?

Me incorporo en el sofá en un movimiento y con una mano me aparto los anteojos para tallarme los ojos, creyendo que debe tratarse de algún problema de visión.

A ver google, ¿qué significa usuario no encontrado? Y entre las razones que el internet me da, una llama mi atención y se me hace la más probable debido a mi suerte inexistente: El usuario te ha bloqueado.

¿¡Quéééé!? ¿¡Pero, por qué!? ¿¡Yo que le hice!? Ay no, ay no. Teru respira, respira. ¿Será que acaso Light le pidió que me bloqueara? Pero entonces, ¿por qué le dio like a mi foto?

Desesperado tecleo sobre la pantalla buscando la aplicación de mensajes cuando de pronto me detengo, ¿sería prudente escribirle a Light para preguntarle qué pasó? Quizá me vi como un tipo extraño al darle seguir demasiado rápido, cuando no había pasado ni un minuto. Sí, eso debe de ser, y si le pregunto a Light me veré más creepy aún.

Suspiro intentando relajarme, tal vez estoy pensando demasiado las cosas cuando a Mihael ni le caigo bien, si lo analizo con calma hasta puede ser que me haya dado like por error y por eso me bloqueó al instante. Sin embargo vuelvo a rascarme la coronilla con fuerza, porque no importa cuánto intente relajarme ni cuantas razones lógicas me dé mi cabeza, me conozco y sé que no podré dormir mientras no tenga la certeza de no haber sido bloqueado por algo que yo hice.

Supongo que hasta aquí llega mi sábado perfecto y le damos la bienvenida a la ansiedad.