— ¡Hola a todos! —Saludo Summer con alegría.— No creo que les importe… pero actualizar dos días seguidos en Fanfiction afecto al clima… al menos aquí… se viene una tormenta… —Comenta con curiosidad. — ¡Bueno! ¡Disfruten el capítulo!
Épica Batalla de Rap
— ¿Cómo rayos encontraste este lugar? —Pregunto el azabache mientras seguía al rubio que estaba frente a él, liderando el camino. Observaba el panorama, el cual era una cueva submarina que se encontraba en una zona desolada de la playa. Las paredes de piedra cubiertas moho por culpa de la humedad, estaban llenas de símbolos como si de jeroglíficos se trataran.
El chico de ojos azules se encoje de hombros sin saber que responder. —No sabía que había una cueva submarina cerca de aquí. —Confeso Sabrina, contemplando el lugar, asombrada.
—Yo tampoco, pero, ¿Cómo se supone que podemos entrar a este lugar, si como dice el nombre es submarino? —Hablo la azabache, confundida, sin dejar de avanzar por la cueva, sintiendo como sus pies removía el agua que se interponía en su camino.
Lianna, se acercó a Allison, sonriendo amigable. —Debe ser por el cambio de marea. —Menciona la pelirroja. —Cuando hay luna llena o luna nueva, la marea aumenta; A esto se le llama Marea Viva. Mientras que cuando disminuye se le conoce como Marea Muerta; Ocurre cuando hay luna creciente o luna menguante. —Explica, sonriendo orgullosa, debido a que buscar información por adelantado sobre el océano, había servido para algo.
—Vaya… Al menos tu cerebro está capacitado para mantener información útil. —Ese comentario fue por parte del pelirrojo, que se mantenía a una distancia tontamente alejada del resto. Lianna volteo a ver al chico de mirada rojiza, que le dedico una mirada burlona y maliciosa, mientras que la pelirroja se mantuvo serena, sostuvo las miradas de ambos por varios segundos, tensando e impacientando al joven que no comprendía la razón de contener tanta calma ante su comentario hiriente cuando antes no aguantaba ni una milésima de segundo. Una sonrisa se asomó por la expresión de la chica. — ¿Eh? —Lianna dios unos pequeños brincos mientras se acercaba al chico, sonriéndole tranquilamente. — ¿Qué le pasa? Será que… —Sintió como un escalofrió recorrió por su espalda, recordando lo ocurrido anteriormente. — Oh…Oh…
La pelirroja dejo pasar unos segundos antes de comenzar a hablar. — ¿Por qué te caemos tan mal? —Pregunto Lianna sin una pizca de sutileza, llamando la atención de todos los integrantes del grupo.
— ¿Uh? —Soltó, aturdido por el comentario. —No es como si fuera el único. —Afirmo, causando un silencio incómodo. La chica de ojos rosados después de esa aclaración, se dedicó a mirar a todos sus compañeros con curiosidad, quienes detuvieron su andar, mientras desviaban las miradas, intentando evitar el contacto visual, sintiendo que así, no se delatarían tanto.
Lianna sintió como una pequeña molestia se instalaba en su pecho, en eso tenía razón, ellos no eran amigos, estaban obligados a convivir para finalizar el trabajo y volver a sus rutinas normales. —Yo realmente no los odios… —Hablo Sabrina, captando las miradas ajenas. —Yo… no tengo amigos. —Confeso, con la mirada azul, clavada en el agua que cubría sus pies. —Las personas que dicen serlo son unas farsantes que siempre se burlan por tener gustos extraños… —Comento Sabrina, apretando los puños con disgusto.
— ¿Gustos extraños? —Pregunto Cody, acercándose un poco a la ronda que se estaba formando a mitad del pasillo de la cueva. —Bueno… yo generalmente estoy solo porque duermo en clases y no soy muy sociable que digamos. —Explicó el rubio, sonriéndole amigablemente.
La azabache soltó un bufido, un poco avergonzada. —Pues… —Balbuceo, las miradas curiosas se clavaron en ella. —A mí me apuñalaron por la espalda cuando hicieron los grupos… —Comento desviando la mirada, disgustada. —Ellas decían que nunca estaba disponible cuando se juntaban, y por eso me excluyeron. —Explico Allison, con molestia.
—Bueno… ya que todos están confesando. —Hablo el azabache de ojos verdes. —Yo solo me aparte de mi grupo. —Comento. —No me gusta fingir con la gente, y detestaba las decisiones que estaban tomando, así que simplemente me alejé de ellos. —Exequiel, soltó un suspiro, resignado.
Lianna sonrió amigablemente. —Pues… yo tuve una pelea con una de mis amigas… y todas se pusieron en mi contra porque… no quería tener la misma opinión que ellas. —Confeso la pelirroja, y para finalizar todos voltearon a ver a Alexis, que se mantuvo callado y con los brazos cruzados mirando a todos con desconfianza. —Vamos, todos hemos hablado. —Animó Lianna, sonriendo.
—Adelante, Alexis. —Hablo Exequiel, captando la mirada rojiza del chico.
—No vamos a juzgarte. —Esta vez, hablo Cody, ambos sonriéndole con confianza.
Ante esos ánimos, el pelirrojo desvió la mirada, un poco más relajado. —Bueno… siempre que quieren juntarse conmigo es por mis calificaciones y siempre pretenden que haga los trabajos con ellos para aprobar la materia. —Explico. —Por eso, yo quería trabajar solo esta vez. —Este último comentario lo dijo, observando a la pelirroja que tenía frente a él, la cual se sorprendió brevemente.
—Oigan… —Hablo Lianna, observando a todos con una sonrisa amigable. —Creo que todos comenzamos con desconfianza, por las decepciones que tuvimos. —Hablo la pelirroja. —Pero creo…que… no sería una mala idea intentar darnos una oportunidad, ¿no creen? —Hablo con una pizca de esperanza.
Todos los presentes se observaron entre ellos, dudando un poco por la propuesta. — ¡Sí! —Saltó Sabrina, alegremente, pero al recibir las miradas de todos sobre ella, se avergonzó un poco. —Bueno… sí están todos de acuerdo. —Jugo con el agua que acariciaba la piel de sus pies, causando sonidos agradables.
Allison sonrió con confianza. — ¡Claro! ¿Por qué no? —Dijo, antes de borrar su sonrisa. —Por cierto… Discúlpenme por decir que no me importaban ustedes… —Se lamentó abrazándose un poco a ella misma.
—Yo también lo siento… —Esa disculpa causó sorpresa en todos los presentes, ya que provenía del chico de ojos rojizos. —Perdónenme por tratarlos tan mal, en especial a ti. —Fijo su mirada en Cody, que se sobresaltó un poco, confundido por la disculpa. —Ayer te llame idiota, lo siento. —Hablo con honestidad, consiguiendo una amplia sonrisa en el chico rubio, causando que Alexis sonriera de igual manera.
El rubio dio un pequeño brinco. — ¡Bien! —Todos voltean a verlo. — ¡Ya estamos llegando al final de la cueva! —Comienza a correr con pura euforia.
— ¡Oye! ¡Espera! —Grito Sabrina, comenzando a correr junto con la azabache.
Cody voltea a verlos un momento. — ¡Rápido! ¡Esto es genial! —Afirmo, consiguiendo que el resto empiece a correr, tratando de seguir el paso del rubio.
Un pedestal con varios símbolos decorados, era lo que se encontraba al final de la cueva, podía contemplarse como en la punta de la piedra, sostenía un cristal transparente. Los ecos de pisadas se hicieron escuchar por toda la cueva, junto con algunas respiraciones agitadas. — ¿Esto es lo que nos querías mostrar? —Pregunto Allison, mirando el pedestal que tenían frente a ellos.
— ¿Qué significarán todos estos símbolos? —Pregunta Lianna, contemplando los dibujos que seguían por toda las paredes de la cueva.
Alexis miro por un momento a la pelirroja, antes de voltear a observar los símbolos. —No estoy muy seguro… —Hablo, acercándose a la chica. —Pero varios de esos símbolos parecen ser representaciones de la luna… —Hablaba el chico de mirada escarlata, mientras señalaba los signos específicos. —El mar… y ¿Uh? ¿Sirenas? —Termino por decir confundido, Lianna dirigió su mirada al pelirrojo, sonriéndole tímidamente. Esta acción, causo que el chico desvíe la mirada, levemente avergonzado.
— ¡Cody, no toques nada! —La pareja, salió de la burbuja que habían creado, debido a la advertencia que se le había aclamado al rubio. —Es mejor que no te acerques mucho a esa piedra. —Era Exequiel, quien le estaba pidiendo al chico de ojos azules que se mantuviera alejado del pedestal.
Cody soltó un bufido molesto. — ¿Realmente crees que pasará algo si lo tocó? —Pregunto incrédulo. —Esto no es un templo o una tumba, y no soy Lara Croft, no ocurrirá nada de eso. —Hablo con un tono divertido.
— ¿Ese cristal podría ser una piedra preciosa? —Pregunta Sabrina, acercándose al rubio, contemplando el pedestal con más detalle.
Allison mira al azabache. — ¿Qué es lo que te inquieta? —Pregunta con curiosidad, al notar la mirada confusa y desconfiada.
El joven de ojos verdes soltó un suspiro, antes de hablar. — ¿No les parece extraño… que… un pedestal con un cristal impregnado este dentro de una cueva llena de símbolos extraños y que…?
—…Nadie en esta ciudad lo sepa. —Completo Alexis, quitándole las últimas palabras al Exequiel. —Sí, es muy extraño. —Apoyo el pelirrojo.
— ¡Cuidado! —La voz de angustiosa de Sabrina, sobresalto a todos, ya que el chico de ojos azules, tropezó con unas piedras, tambaleándose hasta recargarse bruscamente sobre el pedestal para no caer al agua.
Todos sueltas un pequeño grito, sobresaltados, la piedra de cristal se ilumino por unos segundos para luego causar unas ondas sonoras que fueron transportadas por el agua, y a la vez causando un extraño escalofrío en todos los presentes. — ¿¡Qué fue eso!? —Pregunto Allison de forma alterada.
—Eso fue muy extraño. —Hablo Lianna, sintiendo como una energía extraña recorría su cuerpo. Observo su cuerpo, buscando algún cambio que pueda haber generado aquel acontecimiento, sin encontrar nada fuera de lo normal. Una mano se posó sobre la de ella, entrelazándola. — ¿Uh? —Volteo a ver al responsable encontrándose con el joven de ojos del color de la sangre.
— ¡Es mejor irnos! —Ordeno Alexis, antes de comenzar a caminar rápidamente, llevándose a la pelirroja consigo, mientras los demás obedecían lo dicho, escapando de la escena del crimen.
Entre las olas, se divisaron algunas aletas salir a la superficie, para luego volver a desaparecer, dando paso a algunas cabezas que se asomaron desde el agua, las siluetas desconocidas vigilaron por breves segundos a los jóvenes que corrían por la playa, terminando por sumergir nuevamente al inmenso mar.
Cerró su libro, junto sus útiles y los guardo en su cartuchera, terminando por empacar todo en su mochila. —Ehm… —Soltó la chica a su lado, volteo a ver a la rubia de ojos azules. — ¿Hacemos un grupo en WhatsApp? —Pregunto Sabrina con timidez, escondiendo un poco su rostro con su celular.
— ¡Claro! —Responde Lianna, sacando su celular y comenzando a crear el dichoso grupo en la aplicación. Mientras cada uno levantaba sus cosas, para comenzar a caminar por la acera, observaban sus celulares donde tenían el siguiente mensaje:
¡Lianna te ha añadido al Grupo!
Alexis suelta una carcajada discreta. — ¿Es el mejor nombre que se te ocurrió? —Pregunto divertido, la pelirroja soltó una risa nerviosa. El sonido de notificación volvió a sonar.
¡Exequiel ha cambiado el nombre del grupo a: The Team!
—Uhm… bueno… esta mejor. —Balbuceo Sabrina, sonriendo compasiva. Se mirar0on entre todos sonriendo, aceptando el nombre del grupo, cuando el sonido de notificación, volvió a romper el silencio.
¡Cody ha cambiado el nombre del grupo a: The Team Z!
— ¿Y la Z por qué? —Preguntaron todos a la vez, mirando al rubio, el cual se encogió de hombros.
Cody sonrió divertido. —La Z le da un toque más creativo. —Explica ligeramente sin darle tantas vueltas al asunto. Olvidando completamente el tema, siguieron con su camino.
La pelirroja sonrió con entusiasmo al notar que la tensión que se sentía hace unas horas atrás, empezaba a disminuir drásticamente. Golpe. Retrocedió un paso por el impacto. — ¡Disculpa, no te vi! —Se lamentó Lianna, observando a la mujer pasar a su lado, ignorándola completamente, con la mirada perdida. — ¿Uh? —La señora siguió con su rumbo, caminando de una forma muy extraña, tambaleándose de vez en cuando y tarareando una canción a sus adentros.
— ¿Señora, se encuentra bien? —Pregunta Exequiel, mientras todas las miradas eran clavadas sobre la mujer, que no articulaba ni una sola palabra.
Mantuvieron un silencio sepulcral hasta que la mujer estuvo muy lejos de ellos. —Qué rarita. —Comento Cody, igual de confundido como el resto, ignorando completamente la escena de hace unos segundos atrás, continuaron con su conversación mientras se dirigían a la parada de colectivo para regresar a casa.
La mujer siguió caminando sin detener su andar a pesar de los varios tambaleos, debido a que sus piernas se enredaban entre sí constantemente. Caminaba sin dejar de tararear una canción.
…Ven conmigo, a descansar en paz…
…Ven conmigo, y el dolor abandonar…
…Ven que en la profundidad…
…La felicidad no se limitará…
La melodiosa voz, se adueñó de la mujer, atrayéndola al mar. Las pisadas por la madera del muelle sonaban con un dulce rechinar.
…Esta alma pura entregar…
…No te asustes que en buenas manos estará…
…Ven sin miedo debes llegar…
…Y la tristeza se esfumará…
Las olas chocaban contra la orilla del mar, mientras el viento golpeaba a la mujer con crueldad, pero ella no detenía su andar.
…Esta canción no debes olvidar…
…Ven a cantar…Ven conmigo al mar…
…Y dormir en un manto de coral…
Un chapuzón rompía con la canción que sonaba hace unos momentos atrás, y el muelle quedo en completo silencio.
Soltó un bostezo, mirando su camino que la conduciría hasta la escuela. — ¡Hola Ally! —Soltó un pequeño grito, dando un brinco a la vez, volteo a ver al azabache con molestia, el cual al recibir aquella expresión, soltó una risa divertida. — ¿Te asuste? —Pregunto Exequiel con incredulidad.
— ¿Tu qué crees? —La chica soltó un bufido. —Fue una buena idea crear el grupo. —Admitió intentando crear una conversación mientras no detenían su andar.
Exequiel sonrió como respuesta, asintiendo. —Sí, fue más sencillo hacer una video llamada y que cada uno lo haga en su casa. —Hablo. —Debo admitir que pensé que hacer este trabajo iba a ser una tortura. —Confeso, sintiendo un poco de vergüenza.
—Yo también, no te sientas culpable. —Dijo Allison amablemente. —Hoy tengo la tarde libre, así que podríamos juntarnos —Hablo, mirando al cielo pensativa.
El azabache se detuvo un momento, causando que la chica repita la misma acción, confundida. — ¿El Team Z o solo nosotros dos? —Pregunto el chico de ojos verdes, con una inocencia fingida.
Allison analizo las palabras del joven por unos segundos, tratando de no equivocarse en lo que había escuchado. — ¿Acaso tu…? —Balbuceo un poco, la chica de ojos verdosos.
Sonriendo con diversión, el joven colocó sus manos en su cadera, observándola con picardía. —Pues yo estoy disponible para lo que quieras. —Comento, antes de guiñarle un ojo, consiguiendo un sutil sonrojo por parte de la azabache.
Allison soltó una risa sarcástica. —Voy a pensarlo… —Balbuceo con un tono misterioso. Desvió la mirada, ocultando su entusiasmo, topándose con una tienda de electrónica que exhibía televisores. — ¿Uh? —Su sonrisa se desvaneció al notar el canal de noticias, informando sobre una serie de suicidios ocurridos el fin de semana. La azabache se sobresaltó al notar que esto ocurría en…
—Nosotros estuvimos ahí. —Recordó Exequiel, completamente sorprendido al igual que Allison, ambos no despegaban la vista de la pantalla.
Dejo caer su cabeza sobre el pupitre, con la intensión de dormir, no le importaban para nada los bullicios que causaban sus compañeros, utilizando sus brazos como almohadón, cerró lentamente sus ojos…
— ¡Cody! —El mencionado soltó un grito, despertando de repente. — ¿¡Viste las noticias!? —Cuando por fin su visión dejo de estar borrosa, divisó a la pelirroja frente a él, que se había sentado un pupitre adelante.
Soltó un suspiro, calmando los nervios. — ¡Casi me matas, Lianna! —Se quejó Cody, con molestia.
— ¡Esta por todos lados! —Balbuceo ignorando las quejas de su amigo, metió su mano en la mochila, buscando su celular.
Cody recargo sus brazos nuevamente sobre el pupitre. — ¿De qué rayos hablas? —Pregunto su acompañante sin comprender ni una sola palabra.
— ¡De los suicidios! —Aclaró, mostrándole la noticia en su celular. —Esto es muy malo. —Comento cuando el rubio sostuvo el aparato entre sus manos, leyendo en enlace de la noticia.
De un momento al otro el pelirrojo se sentó en el pupitre junto a Lianna. — ¿Se dieron cuenta? —Hablo haciendo presencia. —Todo esto comenzó cuando nosotros…
— ¿¡Será nuestra culpa!? —Pregunto Sabrina apareciendo de repente, con una expresión angustiada. La rubia se sentó junto a Cody, dejando su mochila colgada en la silla, esta acción la realizaba a la vez que Lianna comenzaba a excusar…
— ¡No te asustes, Sabrina! No necesariamente sería nuestra culpa… Puede ser una coincidencia. —Hablo la joven de ojos rosados, con una esperanza muy ausente. En ese momento los dos integrantes faltantes entraron al salón, y al encontrar a su grupo, caminaron directo hacia ellos.
La chica rubia volteo a verla con preocupación. —Escuchen. —Hablo Cody, captando la atención. —Según los testimonios, afirman escuchar una dulce voz que los atrae al mar. —Hace una pausa. — Hasta encontrar la solución a este problema, está estrictamente prohíbo acercarse a la playa. Todos los locales serán clausurados y las casas de familia serán trasladadas para mantener la zona completamente desolada y de esta manera evitar que se realicen más suicidios. —Finalizo. Los lloriqueos de Sabrina se hicieron presentes.
—Esto es nuestra culpa, todo esto comenzó cuando nosotros irrumpimos en aquella cueva. —Afirmo Sabrina con desesperación.
Allison apretó los puños con disgusto. — ¿Por qué piensas que es nuestra culpa? —Pregunto la azabache. La chica dio un giro en sí misma para buscar algo en su mochila, sacando una Tablet.
— ¿Qué haces con eso en la escuela? —La pregunta esta vez la hizo Alexis, aturdido observando el aparato.
La chica de ojos azulados, soltó una risa nerviosa. —Me gusta ver los desfiles de moda en alta definición, además de que capta mejor la señal de wi-fi. —Explica rápidamente. —Escuchen, cuando Alexis dijo que los símbolos en las paredes eran sobre la luna, el mar y las sirenas. —Hablo Sabrina. —Comencé a investigar un poco, y descubrí que aquella piedra en el pedestal es conocida como la Piedra Lunar. —Muestra una página donde había imágenes del pedestal que habían visto ayer. —Cuenta la leyenda que esta piedra tenía cautivo un poder que permitía controlar a las personas y obligarlas a cumplir sus comandos.
—Okey… —Balbuceo Cody. — ¿Y eso que tiene que ver con lo que está pasando? —Pregunto sin terminar de comprender la situación.
Sabrina, busca otra página. —A eso voy… —Mostró otra página donde hablaba de las sirenas. —Las noticias afirman que los suicidas escuchan una dulce voz que los guía hacia el mar. —Recuerda. —Estos hechos ocurrían muy seguido hace varios años atrás.
— ¡Es cierto! —Apoyo Allison. —En las leyendas de piratas. —Comento, comenzando a entender la explicación de Sabrina. —Las sirenas hipnotizaban a los tripulantes y los obligaban a…ahogarse en el agua… —Ahora las piezas comenzaban a encajar, armando el rompecabezas.
La chica de ojos azulados, asintió con energía. — ¿Ahora comprenden? Si mi hipótesis es real, la Piedra Lunar mantenía cautivo el poder hipnótico que las sirenas utilizaban para controlar a los humanos… —Explico con rapidez.
—Estas diciendo que nosotros… —Balbuceo Exequiel.
— ¡Es probable que nosotros liberamos ese poder por accidente! —Saltó Lianna, entrando en desesperación.
Alexis negó con la cabeza varias veces. — ¡Esperen! ¡Esos son cuentos para niños! —Intento recobrar la lógica. — ¿Realmente creen que eso es posible? —Todos quedaron pensativos, a decir verdad, era una teoría muy fantástica y demasiado apresurada. —Además, nosotros estuvimos toda la tarde en la playa, y no tenemos deseos suicidas… —Hizo una pausa no muy seguro de sus palabras. — ¿Cierto? —Pregunto, observando a cada uno de sus amigos.
— ¡Gente suicida! —Hablo una chica rubia, soltando una carcajada. — ¿Es una nueva tendencia o qué? —Comento con socarronería.
Los seis integrantes del Team Z, observaron a la chica ignorante con disgusto. — ¡Oye! ¿Tienes las neuronas apagadas o eres así de ignorante? —Pregunto el azabache, llamando la atención de la joven.
— ¿Disculpa? —Soltó ofendida. Mientras todo su grupo volteaba a ver al personaje que había desafiado a una de sus integrantes.
Uno de los chicos, de cabellera albina y ojos rojizos opacos, soltó una risa. —No le hagas caso, Amy. Él es un aburrido, no tiene la capacidad mental que nosotros tenemos. —Hablo con un tono burlesco.
Exequiel frunció el ceño molesto, cuando una mano se instaló en su hombro. —Deberías estar agradecido, Exe. —Comento Alexis, parado junto al azabache. —Se nota a kilómetros que esa capacidad mental es inferior a la nuestra. —Esa afirmación causo molestia en el grupo rival.
— ¿¡Ya se dieron cuenta!? —Hablo otro chico, su cabello era rojizo y sus ojos celestes. —El grupo de los sobrantes son amigos ahora. —Aclamó, sonriendo con burla.
Otra chica de ojos marrones y cabellera castaña larga, tomó la palabra. —Ya todos deberían saber, que solo ellos se pueden entender. —Hizo una rima que fue festejada por sus amigos.
—No te sientas la campeona, yo domino esta zona. —Esas palabras, fueron dichas por Lianna que se colocó junto a Alexis, sonriendo con confianza, mientras todos la observaban. —Las rimas son mi vida, las empeño todo el día. Si quieres una competencia, prepárate pues aquí tienes mi presencia. —Rimó con una dominación admirable, y esta vez fue el turno del Team Z en festejar esa victoria asegurada.
Amy se levantó de repente con enojo. —Adelante. —Aceptó el desafío propuesto de la joven pelirroja.
—Cuando quieras, Amy. —Dijo con un tono burlesco. La amiga de Amy, saco su celular y comenzó a buscar un instrumental para comenzar la competencia. La canción no se hizo esperar, mientras el Team Z se miraba entre ellos, preguntándose cómo habían terminado en aquella situación.
Lianna
Nivel fácil, eso te ofrezco.
Pues mi talento es perfecto.
Esperaron pacientes a que la rival responda con el mismo nivel de creatividad.
Amy
Muchas gracias, te diré.
Me hace reír, tu forma de ser.
No te preocupes porque moscas como tú.
Aplasto sin piedad con un simple push.
Lianna presiono los puños con enojo, mientras la rubia chocaba los cinco con cada uno de sus amigos.
Lianna
Huy pobrecita, esta criaturita.
Las neuronas no le activan.
Será mejor llevarla a un médico.
Ups, esperaba ese comentario más discreto.
Amy dio un paso adelante, con la intensión de responder, pero la pelirroja coloco su mano delante de ella.
Lianna
Te doy un stop.
Pues mi show no se acabó.
Como estoy de buen humor.
Puedo cantar como un triunfador.
La chica de cabellera castaña se levantó de repente y se enfrentó a la chica de ojos rosados.
Dimitra
Lo siento, si yo me entrometo.
Pero en tus reglas no concuerdo.
Mostrando el valor que no tienes
Solo para impresionar a los que no te quieren.
Lianna frunció el ceño enojada, pero esta vez saltó Sabrina, en su defensa.
Sabrina
Habla de impresionar.
Permíteme, te voy a iluminar.
Ellos nunca te van a apreciar.
Porque siempre se basan en falsedad.
Canto la chica de ojos azules, fijando una mirada fulminante en Dimitra quien se la devolvía con un odio profundo. Esta vez se interpuso el chico de cabellera albina.
Ryo
¡Lo dice la infantil!
Que a sus fantasías no pone fin.
Cody
Al menos no finge ser un rey estudiantil.
Cuando se puede ver que es un completo imbécil.
El chico restante del grupo rival hizo su aparición, quedando todos enfrentando al Team Z.
Danny
Ninguno de ustedes nos va a ganar.
Por el piso los vamos a dejar.
Alexis
¡Quiero ver eso! ¡Ven! ¡Inténtalo!
Pues estas rimas no se acabaron.
Exequiel
Todos quedaran asombrados.
Pues nadie podrá superarnos.
Dimitra
¡Ustedes son los engendros!
Y nadie podrá igualarlos.
Allison
¡Ups! Perdona si rompo tu burbuja.
Pues en este salón, eres la única bruja.
Amy
¡Cuidado con los insultos, muchacho!
Huy, perdona, te confundí, marimacho.
Allison
Estas jugando a la lotería.
Y acabas de ganar, ¡mi puñetazo, amiga!
Cody sostuvo a la azabache, que estaba a punto de lanzarse sobre la rubia de ojos rosados.
Danny
Este concurso ya es absurdo.
Vamos, chicos, ya hemos ganado.
Alexis
¿Acaso tu cerebro no ha funcionado?
¡Esta batalla no ha terminado!
Lianna
Hasta que no admitan que somos de lo mejor.
Su vergüenza haremos peor.
Confiesen que sus pensamientos son un error.
Y este show se acabó.
Dimitra
¡Ja ja ja! Me haces carcajear.
Por una razón, solos están.
Amy
Tú eres rarito, tú también.
Y cada uno se complementa muy bien.
Ryo
¡Atención a todos!
Los sobrantes han llegado.
Danny
¡Y ya han demostrado que son un fracaso!
Cody fue el primero en lanzarse directo hacia Danny, tirándolo contra el pupitre, con la intensión de golpearlo, en eso intervino Ryo, que fue en ayuda de su amigo, apartando bruscamente al rubio, consiguiendo que Exequiel y Alexis se entrometieran, mientras Amy agarro un cuaderno, sosteniéndolo con fuerza y acercándose al azabache, intentando golpearlo en la cabeza.
— ¿¡Qué crees que haces!? —Allison comenzó a tironear el cabello de Amy, alejándola del azabache, pero esta acción causo que Dimitra se entrometa para ayudar a su amiga, consiguiendo que Lianna y Sabrina fueran a socorrer a su amiga, terminando todos envueltos en una pelea.
Detención
Era la palabra que estaba escrita en la puerta, mientras los integrantes del Team Z, esperaban afuera sentados, completamente aburridos. —Admitan… —Hablo Cody, que estaba recostado en el suelo, mientras Sabrina estaba sentada en un banco, recargando su cabeza con sus manos, a su lado estaba Allison, sentada en canasta, mientras Exequiel recargaba su cabeza en las piernas de la azabache, sentado sobre el suelo. Lianna y Alexis estaban sentados junto al rubio. —Tienen que admitir… que se lo merecían. —Afirmo, escuchando las risas algo forzadas por el aburrimiento. — ¡No me arrepiento de nada! —Aclaro, levantando sus brazos con entusiasmo.
—Estamos esperando aquí, desde hace 30 minutos. —Recordó Allison.
El rubio deja caer bruscamente sus brazos contra el suelo en un bufido molesto. —Bueno… tal vez un poco.
Siguiente Capitulo
Teoría del Canto
Escucha los sonidos.
Que están emitidos.
A tu vida harán vibrar.
Esto acaba de comenzar.
¡Espero les haya gustado!
¡Nos leemos Luego!
¡Bye!
