Toda alma es una melodía que se trata de volver a ensamblar (Stéphane Mallarmé).
Personajes de Mizuki e Igarashi
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En ese instante sólo dos rostros se veían y eran los de Albert y Candy, alumbrados por la luz del linternero, ambos con la mirada se sintieron cómplices, regalándose una sonrisa:
―Señorita White, si gusta toma asiento a mi lado, le ayudaré con su bandeja― expresó Albert.
― Gracias― respondió Candy.
El linternero al notar que todo estaba en completo orden se retiró. Albert sin dejar de mirar la pantalla del cine aproximó sus labios al oído de Candy y le dijo: ―tu rostro es aún más hermoso con la luz de la linterna―. Candy se carcajeó. Alguien de la sala mandó hacer silencio. Albert de manera prudente le sugirió: ― mejor nos concentramos en la película― Candy asintió con la cabeza.
En ocasiones se rosaban la mano al coincidir con el porta vasos de la butaca del cine; Candy en un reflejo la retiraba velozmente; pero luego le rosaba ella la mano, él sonreía por la travesura. En el intermedio de la película a ella se le terminó la gaseosa, él al notarlo le ofreció su bebida, la ojiverde se sintió feliz al probar el pitillo de él, era como tener los labios de él en los de ella. Nuevamente Albert con el dedo le acariciaba el dorso del brazo ella volteaba en su dirección y él la retiraba y reía por la reacción de ella.
Al terminar el film esperaron que todos salieran:
― ¿Qué te pareció la película?― preguntó Albert.
―Genial, genial. Verdaderamente lloré cuando Wilson se alejó del Naufrago.
― Definitivamente Tom Hanks es un excelente actor, capaz de trasmitir las emociones con una mirada, con un silencio; así deben de ser las parejas en los momentos más íntimos, las palabras sobran― Albert, se paró frente a Candy e hizo su bufanda a un lado para poder articular mejor las palabras, la noche era fría por lo que Candy empezó a abrazarse por la baja temperatura, él en un acto de caballerosidad se quitó el abrigo y se lo colocó a Candy, quien dijo:
―Ja, ja, ja creo que me queda grande.
― Te ves hermosa.
― ¿En serio lo crees?
― No, realmente no lo creo, eres hermosa―. Candy se sonrojó por el cumplido.
― ¿Dónde vives?
― En la casa Magnolia queda a cinco cuadras de aquí.
― Te acompañaré.
― ¿Y usted, vive cerca?
― Un poco alejado de aquí, pero no importa pediré un taxi desde mi móvil.
Candy sonrío, iban conversando de todo un poco, ambos se dieron cuenta que tenían varias cosas en común, como la de oír el estilo musical bosanova mientras cenan un rico pavo con champiñones; al como salen un domingo en la tarde para apreciar el atardecer sentados en una banca, disfrutando del aire puro y tranquilo.
―Hemos llegado― comentó Candy a su ahora amigo.
― El taxi ya está cerca, nos veremos el lunes hermosa dama.
Albert le estrechó su delicada mano y le dio un corto beso en la mejilla acompañado de un ligero abrazo. Él abordó el taxi, y ella entró a su casa; así culminó un día más de estos dos eternos enamorados de la vida.
Transcurrió el fin de semana en total calma; llegado el lunes Candy, se sintió como pez en el agua, pues después de la conversa amistosa que tuvo con su joven profesor, se sentía más confiada; no tenía tanto temor de decir alguna estupidez, que generara la burla de sus compañeros.
― Hoy hablaremos de la música―, comunicaba Albert a su bien apreciada clase ― la música, que envuelve a dos almas que se aman sin restricciones, la melodía tiene el poder de hacernos vibrar, ella recorre nuestra piel, nos transporta a un mundo paralelo, donde sólo importan dos cuerpos desnudos el del hombre y el de la mujer, que se convierten en uno sólo―. Los alumnos no perdían detalle de cada palabra emitida por su joven profesor de sexología ―Candy pasa al frente, por favor― le pidió el profesor con amabilidad; ella encantada obedeció― baila conmigo, colocaré tus manos por encima de mi nuca, yo, tocaré tus caderas, nos veremos directo a los ojos y danzaremos al compas de la melodía, que a continuación escucharemos― de fondo musical Albert había puesto amor se escribe con A de Richard Clayderman, prosiguió con su explicación― es así como deben tratar a su compañero, amante. Candy imagina que estás bailando bajo la lluvia y cada gota que cae te hace ver más bella que nunca, desnuda tu alma, tu ser y entrega tu cuerpo a plenitud.
Continuará.
Gracias a todas por sus comentarios, valoramos cada uno de ellos, lo que nos inspira a seguir escribiendo.
Ana isela Hdz: Hermosa, gracias por apoyar la historia de los rubios consentidos Albert y Candy.
Lucy M: saludos vida linda; no entendimos lo de compartan, ja, ja, ja.
Invitado: la opinión nos gusta, porque es la forma en que medimos la aceptación de una historia o no ja, ja, ja si no la comentan, pasamos a otra que quizás tenga más éxito y nos reservamos el final para nosotros u otra página de lectura. Je, je, je. Postdata, no entendí lo de diva o mejor dicho no entendimos je, je, je.
Gabriela Infante: pregunta contestada, pues obvio que la consentida Candy. Ja, ja, ja.
Yagui fun gracias por lo de instructivo je, je, je.
Gues: Son almas gemelas, es la respuesta que da Richard.
Gues: actualizamos acorde a receptividad.
AnneNov: Richard dice que tranquis tendrás más je, je, je.
Gues: Richard dice de lo bueno poco. JA, JA, JA.
uNA COSA Richard, Pregunta SI LEEN HOMBRES JA, JA, JA YO, LE DIJE QUE SÓLO LEEN MUJERES, SERÁ CIERTO?
nOTA: ESCRIBO CON MAYÚSCULA, PORQUE NO SÉ QUE TIENE MI TECLADITO JE, JE, JE. bUENO dIOS NOS BENDIGA, HOY MAÑANA Y SIEMPRE. Amén.
