Eren abrió los ojos, su expresión era de miedo y decepción, miro el reloj adormilado y maldijo en voz baja. Era tarde.

-¿Aún no estás levantado?- pregunto Armin, ya vestido para el trabajo y acercándose desde la cocina muy bien equipada.-Creí que tenías esa entrevista esta mañana. Ya sabes... la que puede decidir tu futuro.

-Sí, es a las nueve.

-Vaya hoy sí que estas insoportable ¿Pesadillas otra vez?

-Hmp- Eren se incorporó y se sentó en el sofá. Le agradecía mucho a su amigo que lo hubiera acogido cuando Levi lo echo, como si fuese sido ayer, los recuerdos de Eren pasaron por su mente como cintas de película, él y el rubio llevaban su amistad desde los 9 años, Armin siempre le ha apoyado con lo que puede, y Eren le ha correspondido de la misma manera, más cuando Armin necesito consuelo cuando sus padres murieron en un accidente de avión. "Solo fueron a descansar un poco...", para Eren ver a su amigo de tal forma le hizo comprender cual importante era su amistad y por ello no lo dejo solo. De esa forma Armin, apoya a Eren con sumo cariño, en su decisión de tener al bebe y terminar su último año de universidad como Medico.

-Tienes un aspecto horrible- dijo el rubio- Creía que las náuseas matutinas duraban solo las primeras semanas.

-Eso tenía que pasar.-Eren se movió e inspiro lentamente, intentando controlar su estómago.

-Toma, sé que de cualquier manera iras corriendo al baño para sacarlo pero no es bueno que no comas nada, y más en estas horas.-Armin dejo un pequeño vaso de leche tibia en la mesita de madera, Eren agradeció el gesto y dispuso a tomar su desayuno.

-Que tengas suerte- le deseo, ya camino a la puerta.

-¿Quieres que compre algo de comida para otro momento?

-No es necesario, saldré tarde del trabajo y no creo que tenga ganas de comer

-Cuanto daría para tener tu inteligencia- el castaño tomo un sorbo de leche mientras veía como el rubio ponía una cara de espanto al ver que ya estaba muy retrasado y salía corriendo del departamento, al terminar la bebida Eren agradeció de manera interna que su mejor amigo allá terminado la universidad un año antes que él y trabajara en una empresa de nombre reconocida para así conocer a una de sus colegas que le recomendó la leche fresca para controlar las náuseas durante el embarazo. Cuarenta y cinco minutos después, Eren salió del apartamento ya aseado para asistir a una importante entrevista de trabajo, tomo el primer taxi que encontró y se dirigió a su destino.

Durante el trayecto no podía permitirse errores, después de todo, estaba en espera de un bebe y no podía darse el lujo de que Armin para todos los gastos, además de que en la escuela le habían dado permiso de asistir cuando quisiera, era un estudiante de excelentes calificaciones, con un excelente futuro... Uno que se vio truncado por el amor hacia un hombre que lo hecho a la calle sin remordimiento al saber de la existencia del nonato, pero no se vio en malas condiciones, quería darle un buen futuro a su hijo y eso iba a hacer, aunque le costara largas jornadas de trabajo no le importaba. Daria todo por ser feliz.

Hizo la parada al conductor y con tranquilidad bajo del vehículo y, parado en la acera londinense, miro el imponente edificio de acero y cristal que era sede de las empresas A&S. Era una compañía subsidiaria del imperio Ackerman, por un momento sintió su cuerpo tiritar de miedo al pensar que Rivaille pudiera estar dentro, pero si hubiera creído, ni siquiera un momento, que él podía estar cerca, no habría accedido a tener la oferta de empleo.

Tomo aire, aferrado al pequeño maletín que llevaba consigo, empezó a caminar hacia la entrada del edificio, sus mechones de cabello bailaban ante sus ojos, por falta de tiempo, se había conformado con peinarse de manera rápida, pero al parecer ya estaba dando índices de rebeldía, trato de acomodar su cabello pero sus intentos fueron inútiles, era importante tener éxito esta mañana y su peinado no le favorecía. Patético.

Anteriormente había trabajo en un puesto de informática, para pagarse los gastos de la universidad, y tenía conocimiento previo de alguno o que otro manejo de la tecnología en la empresa, pero a dispensas de Levi, termino renunciando para tener tiempo para el azabache. Intento volver a trabajar, pero su jefe Reiner Braun era muy tétrico y le negó toda oportunidad de trabajar de nuevo para él, más al enterarse de su estado.

"No quiero mocosos aquí". Esas fueron sus palabras

El castaño temía por su futuro, de no ser por una tierna chica de cabellos dorados que le recomendó lugares en donde estaba segura que le aceptarían, estaría en estado depresivo, todavía llevaba en su menta la conversación que había tenido con ella.

-¿Eren Jeager verdad?- pregunto la pequeña con una voz tranquila. Eren solo se limpiaba las lágrimas después de haber salido corriendo de la oficina de Reiner.

-Si vienes a búrlate...

-No vengo a eso- la muchacha solo sonrió- Vengo a ayudarte

-¿Tu a mí?- Eren frunció el ceño- ¿Acaso vienes a reírte como los demás lo hicieron hace unos momentos?

La mujer le hizo un ademan de que le dejara un espacio para sentarse, el castaño obedeció y miro como la joven limpiaba sus lágrimas con sus pulgares mientras le miraba tiernamente,-Hay una entrevista de empleo que tengo en unas semanas, es en una gran empresa, tómala.

-N-no puedo escuchar...-Eren se quedó mudo al ver que la mujer le daba un abrazo, estaba tieso como una piedra.

-No te estoy preguntando, te he dicho que la tomes, tú lo necesitas más que yo, además aquí está mi pareja y no quiere que me aparte de ella, creo que estará feliz al saber que me quedare aquí

-Muchas gracias- Eren de nueva cuenta soltaba lágrimas de alegría mientras correspondía el abrazo- Muchas gracias...

-Historia... Historia Reiss.

Gracias al apoyo de Historia allí estaba, entrando en las oficinas de una empresa de Rivaille Ackerman, el hombre que lo había echado a las calles de Venecia, como si fuera basura, por haber cometido el error de quedarse embarazado. Seis semanas habían pasado desde entonces, desde ese aciago día de marzo, pero Eren seguía dolido por como lo había tratado. Le había asombrado su suerte por estar con un hombre tan maravilloso y había creído que iba todo bien entre ellos, hasta descubrir de la peor manera, que era todo lo opuesto a lo que pensaba, lo había abandonado sin pensarlo en el momento en que necesito su apoyo.

Era un monstruo.

Hizo un esfuerzo por enterrar los recuerdos de Levi y de cómo lo había tratado. Se concentró en la tarea que tenía entre sus manos, fue al mostrador de recepción y dio sus datos, así había conseguido sobrevivir las últimas seis semanas, negándose a pensar en la brutal traición de Rivaille, hacia él y su bebe.

Aunque no le gustara la idea, no tenía opción, necesitaba mantener la cordura porque necesitaba un trabajo para crear un hogar para él y su bebe, y por supuesto, terminar su sueño de ser médico.

-Lo esperan- dijo la recepcionista sin sonreír, entregándole un pase de visitante.-Connie lo llevara a la sala de reuniones.

-Gracias- Eren sonrió y se puso la tarjeta en la solapa del traje de color negro. Vio que un joven de cara muy alegre, más o menos con expresiones de idiota se acercaba y supuso que era Connie, este con voz alegre le pidió que lo siguiera, a lo que el castaño miro extrañado, lo siguió hasta el ascensor, subieron a la planta ejecutiva y él lo llevo a la sala de reuniones, durante su trayecto, el joven le contaba a Eren como era su experiencia aquí, y que cuando llegara a tener el empleo lo llevaría a comer una deliciosa comida con su hermosa esposa. El castaño solo sonrió y pidió que lo dejara solo para poder prepararse mentalmente, Connie hizo caso y solo levanto el pulgar para desearle suerte a su nuevo amigo.

Al entrar al espacio, se quedó sin palabras al ver con sus propios ojos lo lujoso que era el lugar. Levi había descrito Empresas A&S como uno de sus negocios menores, pero la sala de paredes de cristal, con una enorme mesa con sobre de cristal ahumado y sillas de cuero negro no daba la impresión de que fuera algo menor. Acababa de acomodarse en la silla cuando oyó una voz.

-El joven Jeager ¿supongo?

Eren esbozo con una sonrisa nerviosa y giro para ver a una mujer alta y castaña, vestida con un hermoso vestido color negro que solo llegaba arriba de sus rodillas, la reconoció por su fotografía en los periódicos y revistas de fama: era la directora de Comunicaciones e Investigaciones

-Eren Jeager- dijo ofreciéndole la mano.-Encantado de conocerlo. Señora...

-Zoe. Hanji Zoe. Parece que han decidió echar al resto ¿eh?- sonrió Hanji, sujetando su mano más del tiempo estrictamente necesario.

-Podría decirse eso, supongo

-Veo que tienes talento, pero no sabes cómo aprovecharlo. ¿Qué te hizo venir a esta pequeña y humilde empresa?- expreso la castaño con una sonrisa mientras se acomodaba sin apartar la vista del castaño, algo que en el logro intimidar.

Eren respiro hondo para relajarse, estaba tenso, una de las reglas más importantes en las entrevistas de trabajo era aparentar una gran confianza, incluso si quien te la realiza te lanza una mirada muy acosadora, controlo el deseo de que la tierra se lo tragara por todo lo que tenía que aguantar- Empresas A&S es, potencialmente una fracción importante de la economía de la cuidad, quienes trabajan aquí son expertos y tienen mucha experiencia para el campo laboral, y yo tengo la experiencia necesaria para poder formar parte de este contexto.

-Hum- Hanji no parecía en absoluto convencida ni se diga impresionada ante las palabras del castaño.- Empecemos entonces- dijo, mientras poco a poco entraban a la sala de juntas varios funcionarios, al parecer pertenecían al área que la castaña manejaba, una mujer de cabello corto, que lucía unos tacones altísimos hablaba por el móvil con voz alta e insistente, tal vez regañando a quien llama. Otro joven de poco más de 26 años, se sentó, abrió el ordenador móvil que tenía consigo y empezó a consultar su correo electrónico.

Eren miro al grupo, preguntándose si debía dejar que la mujer concluyera su llamada antes de empezar. A simple vista era un grupo arrogante y había aprendido a no esperar mucha cortesía de ese tipo de gente, más al saber de su condición, si no captaba su atención rápidamente, pronto todos estarían en otros asuntos y no le darían la oportunidad de dar a conocer por qué debe tener el empleo.

-¿Qué esperas Jeager?- expreso Hanji con una sonrisa engreída- No tenemos todo el día.

Eren enderezo los hombros, sonrió y empezó su presentación. Sin saber que algo malo estaba por llegar a la puerta.