Hola, hola, Luna de Acero reportándose. Aquí el segundo cap como lo prometí. Besitos.
Disclaimer:Los personajes no me pertencen, son de Isayama Hajime.
Advertencias: Lemon R18, Eruri, vamos que no es tan malo, valdrá la pena para lo que se viene, ya verán.
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"La confianza de los inocentes,
es la más útil herramienta de los mentirosos".
Stephen King
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Se tiró en el sillón, y aunque no quiso se durmió un rato hasta que el timbre lo despertó. Refregándose los ojos y bostezando, se puso de pie, mascullando unos insultos se fue hasta la puerta porque le seguía doliendo el cuerpo, miró por el ojo de pez y vio la cara de alegría de su amiga, y le abrió.
—Pasá, ¿y las *medialunas?
—Acá —dijo mostrándole una bolsa de papel madera de una panadería conocida.
—Hacé café con leche —le pidió caprichosamente, mientras le quitaba la bolsa e iba a tirarse de nuevo al sillón.
De inmediato sacó una de *medialunas y se la metió en la boca con hambre. Rogue salió del dormitorio y vino a mirar a la intrusa que estaba ahora en la cocina. Hanji quiso acariciarle la cabeza pero el minino no se dejó tocar. Luego de un rato volvió al living con las tazas y la bebida. Para entonces ya eran cerca de las siete de la tarde.
—Bueno, príncipe Carlos —se mofó la castaña—, ahí tenés, tu café con leche, tus *medialunas, ahora contame todo, con lujo de detalles.
Levi todavía masticaba la tercera factura. Se sentó y bebió un trago de la taza.
—¡Ah! ¡Qué hambre, boluda! Bueno, a ver, por donde empiezo…
—Eren me escribió, apenas te dejó acá —Levi la miró sorprendido—. No, no te voy a mostrar lo que me puso, primero contame todo, yo quiero saber tu versión y de ahí te chusmeo lo que me dijo.
—No te vas a ir de acá si no me contás, sabelo. Bueno, a ver, después que vos y Moblit se fueron, nos quedamos charlando un poco más. Pedí un banana Split y lo compartimos, no sé si es mi impresión o qué, pero me parece que le gusta verme comer, o capaz que son ideas mías. Como sea, comimos el postre, y… le digo que tiene unos ojos lindos, porque es la verdad, entonces me dice: "bueno, te llevo a tu casa". Yo me puse medio mal porque pensé que, no sé, *la había cagado o algo, pero después nos fuimos a su auto y se me acercó a ponerme el cinturón de seguridad, o sea, ¡hello! Tengo dos manos, tranquilamente me lo puedo poner yo, pero parece que se me quería acercar, así que yo ahí dije, ahora o nunca, y le comí la boca de un *besazo.
—¡AAAAAHHH! —acalló un grito de fangirl su amiga contra uno de los almohadones de la sala, mientras su cara de felicidad era inmensa—. ¿Y? ¿YYYYYY?
—Pará, pará, tranquilízate. Bueno, la cosa es que después de besarnos como si fuera una lucha de sopapas, ya nos empezamos a *manotear un poco, yo menos porque con el cinturón estaba medio restringido con los movimientos, y ya como que nos calentamos bastante. Entonces me dice: "¿tu casa o la mía?", boluda me quedé sin palabras, o sea… —movió las manos en el aire dando a entender su punto—, pero ahí nomás me dijo: "mi casa", así como que él eligió, digamos.
—¿Se fueron hasta Rhodes Rose?
—No, tiene un depa acá en la zona oeste, cerca del club Reiss.
—Ah, cierto, si a veces se queda ahí. Bueno, ¿entonces?
—Nada, *estábamos re alzados, para qué te voy a mentir. Así que ahí nomás en el ascensor *chapamos como locos, hasta que subió un tipo, así que medio nos *quedamos piolas, y después llegamos a su piso. ¡Tiene un piso entero el *chabón!
—Ah, sí, tiene mucha, muchísima *guita.
—Ah, *re lindo todo, los muebles, así bien limpito, grande, lujoso. La cosa que llegamos, me invita a tomar vino, menos mal no me preguntó si prefería alguno porque le iba a decir "tinto", yo los veo así, blancos o tintos, el resto es una ciencia que no me entra en *el mate.
—Bueno, bueno, ¿pero que pasó, cogieron o no?
Levi suspiró, se cruzó de brazos y miró a su amiga que estaba expectante.
—Como monos en celo.
—¡AAAHHHH! ¡DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN!
Levi echó a reír con ganas mientras su amiga saltaba por todo el departamento revoleando el almohadón con una mano. Después que se calmó, medialuna de por medio, se sentó estilo indio en el sofá del costado y le pidió que continuara.
—Me duele todo, pero posta, no es por exagerar, pero habremos empezado… no sé, tipo 3 de la mañana, y eran las siete y media y el *chabón estaba meta *matraca-matraca. Yo ya no sabía qué más hacer, se la chupé como cinco veces, me agarró en todas las posiciones conocidas, desconocidas y por bautizar, y seguía con *el mástil firme como una estaca. ¡*Boluda! Te juro que casi me desmayo del agotamiento que tenía, me arde el culo mal.
—Qué linda sorpresita, ¿no?
—Uuuff, después de la cuarta mía, él por fin se vino, y caí fulminado en su cama, ¡ni siquiera me bañé, imaginate!
—¡Cuatro veces! ¿En serio?
—Como que me llamo Levi, te lo juro. Yo trataba de concentrarme, de aguantar, porque después de la segunda mía, él seguía con la *pija como roca, y uno tiene su orgullo también. Pero no, me tuve que tragar el orgullo. No sabés que *lomo, puta madre, qué *lomazo, tiene toda la panza cuadriculada el muy puto. Encima cómo se mueve, cómo te habla mientras *te la clava, sus ojos, aaaahhh… Es hermoso, por donde lo mirés. Encima, te despierta con besos en la espalda.
—¡Aaawww!
—Sí, boluda, posta, me empieza a besar así en plan super romántico, ¿no?, y yo tenía un lago de *baba sobre la almohada, ¡me quería morir! Ah, y me olvidé de contarte, cuando me subo al auto a la salida del bar, me abre la puerta, así re caballero, y-
—Te golpeaste *la marota contra el filo del techo —Hanji largó una carcajada tirándose sobre el sillón, después que su amigo asintiera.
—Bueno, igual, con la mayor dignidad posible me fui a bañar y después él trajo el almuerzo a la cama, unos sándwiches medio *fieritos, pero bueno, los había hecho él, así que para mí estaban fenomenales. Comimos y ya no daba quedarse, así que me fui a vestir.
—¿Seguían desnudos?
—Yo estaba con una bata que me alcanzó él cuando me bañé, y él tenía un bóxer azul. Ah, me acuerdo y me *pone los ratones a mil. Como sea, me ofreció traerme, así que vino hasta acá.
—¿Vino a tu *depa?
—No, no, me dejó en la entrada, pero igual nos besamos un montón, nos agendamos y chau. Me dijo que el lunes se iba de viaje y que volvía el miércoles, que entonces veamos de salir.
—¡AAAHHH! Voy a llorar de la emoción, Li. Te dije que son tal para cual, ¿ves? —se desquitó pegándole con el almohadón—. Y vos no me querías creer, enano puto.
—Pará, loca de mierda. Igual tampoco es que nos vamos a casar, tuvimos una química de la puta madre, pero hay que *ver qué onda. Eren es muy lindo, debe tener un millón de tipos detrás, y yo tengo lo mío pero no sé… es como que siento que está muy fuera de mi alcance.
—Callate, Li. Vos sos *re lindo, le atraés a un montón de gente, no te hagas el humilde. Además Eren no le *da bola a nadie, pero te lo juro, A NADIE. En la empresa no sabés, *las minitas se le tiran encima, y un par de tipos también lo invitaron, pero no sé si porque es el trabajo o qué, pero te juro, no le *da bola a nadie. Por eso me sorprendió, cuando me preguntó por vos. ¿Te acordás cuando nos sacamos esa selfie cuando salimos a La Plaza de las Almas?
—Cuando me obligaste, querrás decir.
—Bueno, estabas con una cara de culo imposible. El *tipo me pone like en la foto, así casual y después al otro día que vino al laboratorio, me preguntó por vos. Ahí yo hice las cartas astrales, y dije: estos dos tienen que estar juntos, tienen que estar juntos.
—Andá.
—Basta, dijiste que me ibas a dar la razón, dejate de joder y aceptá que yo en ésta* la pegué.
—Bueno, sí, tenías razón. Ahora contame que te dijo. Dale, no seas perra.
—Es *my friend también, así que no lo voy a *deschavar del todo.
—Sos MI mejor amiga, Han, no me vengas con *giladas.
—Mirá, vos *quédate tranqui, que a Eren le gustás muchísimo —su amigo no pudo evitar sonreír con suavidad ante esa confesión—, está muy interesado en vos.
—¿No le pareció mal que nos hayamos acostado así de una?
—Con respecto a eso, me dijo que se dio cuenta que no sos esa clase de persona que se da con cualquiera, y que lo que pasó, según sus propias palabras: "fue inevitable". Así que *no te hagas la cabeza *al pedo. Los dos la *pasaron bomba y listo.
—Bueno, ya tenés la info que buscabas, ahora dejá que me vaya a dormir porque no doy más.
—Mucha carne para ese culito, ¿eh?
—Uuufff, ni te imaginás.
Su amiga se fue, y al fin pudo ir a dormir para recuperarse.
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El lunes Eren le mandó un mensaje contándole que se estaba yendo a Trost (una ciudad a unos 500 kilómetros de ahí), y que seguro se iba a cocinar por el calor. Levi le dijo que gracias a que era un simple analista podía trabajar tranquilo con aire acondicionado y la música que *se le cantaba.
Más tarde Eren le compartió una selfie, sentado en un lindo restaurante, comiendo un sofisticado plato de faisán con salsa de ciruelas y puré de calabaza con papas noisette. Levi le mandó una foto, haciendo la misma pose de Eren, e imitando algunas cosas (como que Eren tenía una palmera enana detrás y Levi puso un plumero dentro de un vaso a su espalda), con un plato con una torre de papas fritas.
"El faisán te lo debo, se fue volando al ver el hacha con el que iba a acariciarlo".
Eren se rió como un cuarto de hora, hasta que le saltaron las lágrimas. Le encantaba esa frescura del analista, que fuera tan directo, sin adornos, sin falsedades… porque estaba harto de ese ambiente.
"*Me hacés bien" —fue la escueta respuesta del empresario, y Levi sintió que se le aceleraba el pulso.
—Vos también *me hacés bien.
Eren regresó el miércoles. Desde el mediodía que se estaban escribiendo, y quedó en buscarlo de su departamento a las once. Ambos estaban ansiosos. Los dos vestidos para matar, se fueron a un coqueto restaurante donde Levi aceptó comer algo mejor que una simple hamburguesa.
Se rieron muchísimo con anécdotas del trabajo más que nada, y lograron conocerse un poco más, aunque era notable que necesitaban estar en contacto, palmearse una rodilla, acariciarse los dedos, tocarse un mechón de pelo, era más fuerte que ellos.
—La cosa que el viejo me pidió que borrara ese video —confesaba Levi—, me ofreció un montón de *plata, estaba re mortificado el *vejete.
—¿Y vos que hiciste?
—*Nah, me negué, o sea, todo bien, yo puedo ser re buena onda, pero mi trabajo es mi trabajo, y no voy a estar quebrando lasa reglas porque el viejo no quería ser descubierto *falopeándose. Lo que está mal, está mal.
—Capaz no te ofreció suficiente.
El más bajo se puso serio y lo miró mal.
—No hago esas cosas, menos si tiene que ver con la credibilidad de la empresa.
—Disculpá, no quería ofenderte, sólo quería probarte un poco, normalmente la gente se deja convencer por la cantidad adecuada.
—No sé con qué clase de gente estarás acostumbrado a tratar, pero ciertamente a mí la *guita no me hace traicionar mis principios.
—Muy buena respuesta, ¿pedimos postre?
Hablaron un poco más sobre sus mascotas, Eren le contó algunas travesuras de sus perros que distendieron de nuevo el ambiente y los hicieron reír bastante.
—Estaba apurado, medio dormido, así que fui y metí el pie sin mirar.
—¡Ay, no! No me digas que te habían cagado el zapato.
—No, no, ellos no hicieron nada, pero parece que una "señora" araña creyó que ese era un buen lugar para esconderse.
—¡No, no, no, dejate de joder! ¡Qué horrible!
—No te imaginás. Bueno, pido la cuenta, ¿dale?
—Dale.
Veinte minutos después estaban besándose como si fuera la última vez que iban a verse, en la puerta del departamento de Levi. Le costó encontrar la llave y abrir la cerradura, pero finalmente entraron para dar rienda a toda la pasión que habían acumulado esos días sin verse.
Ni siquiera llegaron a la cama, sobre la mesada de la pequeña cocina (en comparación del piso de Eren), Levi estaba desnudo de la cintura para abajo y recibiendo todo el ímpetu con el que el empresario lo embestía.
Tres horas de lujuria pura y desmedida, que los dejaron completamente exhaustos.
Después de bañarse con las últimas fuerzas, se fueron a acostar. La verdad era que Eren podría haberse ido, pero estaba cansado y el más bajo le ofreció dormir abrazados, no había manera que rechazara esa oferta.
Desayunaron brevemente porque ambos se quedaron dormidos, de manera que Eren lo acercó hasta su trabajo, ambos sintiendo que les costaba despegarse para ir a cumplir con sus obligaciones, pero no había más remedio.
En la hora del almuerzo Levi se encontró con Hanji en el McDonalds.
—Boludo, mirate las ojeras, parecés un oso panda.
—Uufff, no sabés la paliza que me dieron anoche.
—A ustedes no los frena nada, ¿eh? Hay que mojarlos con agua helada me parece.
—Es que no se puede, nos vemos y es increíble, como una granada de éxtasis. Aaah…
—Bueno, pero, ¿y qué onda? ¿Ya son novios?
—No, pará, nos estamos conociendo todavía —Hanji lo miró como si estuviera loco—. Es así, podés tener un montón de química y matarte en la cama, pero después para tomar en serio las cosas hay muchos otros temas que ver primero.
—Bueno, pero si solo se encuentran para coger, mucho no van a poder hablar.
—Pero si no fue sólo para coger, cenamos, charlamos lo más bien como dos horas, estuvo fantástico. Eso sí, lo tengo que ver los fines de semana porque si no al otro día soy un zombie. No sé de qué está hecho te juro, pero *tiene un aguante que nunca había visto.
—¿Es algo para quejarse?
—No, no para nada. Ah, mirá —dijo mientras miraba su celular—, recibí una solicitud de amistad de Erwin Smith, no lo puedo creer.
—¿De quién? —dijo la mujer ajustando sus anteojos y *pispeando la pantalla.
—Éste rubio —habló, mientras aceptaba la misma—. ¿Te acordás que te conté de ese que era mi amor platónico en la secundaria? *Boluda, si te lo dije como tres veces —renegó al ver la cara fruncida de Hanji.
—¡Ah! ¿Ése que era el presidente del consejo de estudiantes, que le caía bien a los profes, y tenía cuerpo de super héroe?
—Sí, ése.
—A ver, déjame ver —dijo quitándole el celular y entrando a su perfil—. Ah, bueno, es un fisicoculturista, ¿qué onda? Está para partirlo en ocho como pizza.
—Sí, era re lindo, bah, sigue re lindo. Pero fuera de su físico me acuerdo que era un *pan de Dios, siempre te ayudaba, vivía haciendo cosas por todos, le colaboraba a los profes, todos los años siempre se ganaba el título de "mejor compañero". Era impecable.
—¿Y por qué te mandó una solicitud?
—Ni idea, hasta lo que sabía se había ido del país a estudiar, creo. Después de la graduación nunca más supe de él.
—¿Nunca le confesaste nada?
—*Nah, además creo que es hetero, no me acuerdo si al final salió o no con una chica del colegio. Nos llevábamos re bien, así que no iba a estar arruinando nuestra amistad.
—Bueno, después le voy a mandar una solicitud yo, capaz quiere ser mi "amiguito"—comentó elevando las cejas sugestivamente.
—Mandale, a ver qué pasa. Bueno, me voy, en media hora entro.
—Dale, yo también, manteneme al tanto de lo que pasa con Eren.
—Sí, sí, obvio. ¿Y esa pulsera?
—Esta me la regaló Moblit el otro día.
—¿Y, qué onda con Mo?
—No sé, ahí estamos, *tranqui. Me gusta estar con él, eso ya lo sabés, pero no estoy buscando nada serio por ahora.
—Bueno, no lo ilusiones entonces, *manejate con cuidado.
—Las cosas están claras, yo *puse las cartas sobre la mesa, así que él sabe. Igual ahora me estoy viendo sólo con él, la paso de diez, no me voy a quejar, ya después veremos en donde terminamos.
—Bueno, vos sabrás, nos vemos, chau.
—Dale, el sábado te escribo, parece que hay una pizzeada en lo de Jean.
—*Joya, nos hablamos.
Ese día fue agotador, tuvo mucho pero mucho trabajo junto a Mariano, su compañero, resolviendo y chequeando unos sistemas nuevos para una red de joyerías. Volvió fulminado. Eren estaba en una zona rural, le había avisado por la mañana, con lo cual no estuvo conectado el resto del día.
Se dio un baño, cenó ligero, y cuando estaba por dormirse escuchó un sonido proviniendo de su celular. Era una conversación de Messenger, de Erwin.
—Hola, Levi, ¡tanto tiempo!
—Hey, Erwin, *¿qué contás?
—Acá, regresando a los pagos. Hace como un año que volví al país, y en esta semana ya me estoy mudando a la ciudad de nuevo.
—Qué bien, bueno, bienvenido entonces.
—¿Sabés algo del grupo?
—Muy poco, perdí el contacto con casi todos, de vez en cuando me escribe Petra, se casó con Oluo, no sé si sabías. Erd andaba por España, se fue a vivir con el padre y hasta lo último que supe consiguió un buen *laburo. Ghunter se enfermó el año pasado y de ahí no tuve muchas novedades. Después creo que conversé un poco con Rico y con Marcos, pero del resto *ni idea.
—Ah, sí, yo también me hablo con Oluo y con Erd. Marcos me escribió hace unos días, quería que *hagamos una juntada, me pareció buena idea. La verdad que hace como una década que no los veo, y bueno ya que estoy aquí de vuelta, me gustaría que nos veamos un rato.
—Sí, dale, si me avisan con tiempo yo no tengo drama.
—Bueno, ¿me pasás tu celular así armo un grupo en whatsapp?
—Ok.
Luego se despidió porque ya no se aguantaba el sueño que tenía.
El viernes se encontró con Eren en el polideportivo de la ciudad, la Universidad de Sina se enfrentaba a la Universidad de Stonghess de la cual Eren era fanático, ya que había pertenecido a la hermandad y *la mar en coche.
El partido era de jockey sobre césped, la verdad fue bastante gente y aunque Levi no era de los eventos deportivos, ver a Eren gritando y aullando a todo pulmón, además de ir vestido como un jugador más, hizo que el rato que estuvieron allí fuera de lo más divertido. Afortunadamente Stonghess ganó, lo que devino en una euforia tremenda por parte de Eren que no cabía en sí mismo de la felicidad.
—Sos mi amuleto de la buena suerte —le soltó al analista en el auto, para después *comerle la boca a besos.
Esta vez decidieron ir a comer a un carrito al paso, al principio al empresario no le gustó del todo la idea, pero luego de *enchufarse dos choripanes, tuvo que admitir que fue de lo más acertado. Se sorprendieron de que en el parque todavía alquilaran botes, a decir por la hora (normalmente ya estaría cerrado), pero aprovecharon para salir en uno.
El parque tenía un pequeño lago artificial, lleno de peces koi, patos y algunos cisnes. Una hermosa fuente con luces de colores se lucía al centro, y algunas palmeras se destacaban en unos montículos al medio del mismo parecidos a islas. Levi no iba al parque desde pequeño, por lo que fue casi nostálgico. Eren agarró el remo derecho y él el izquierdo, pero después de morirse de risa porque no podían coordinar apropiadamente y daban vueltas como trompo, decidieron turnarse.
El moreno aprovechó para abrazar a Levi y tomó una selfie muy bonita de ellos con el lago de fondo. De inmediato la subió a su muro, "Una noche en la mejor compañía", fue el pie de foto que eligió. Levi le dio "me encanta" a la misma y le dejó un breve comentario: "Tal cual".
Sin apuro, ya que Levi no trabajaba al otro día y Eren parecía andar con algo de tiempo libre, compraron unas latas de bebidas y se fueron con el auto al mirador de la ciudad. Estaba un poco atestado de gente, pero encontraron un rincón para sentarse, fumar tranquilos y beber sin interrupciones. Charlaron y charlaron hasta que se percataron que eran casi las cuatro de la mañana, ya no había prácticamente nadie, excepto un guardia que estaba en la otra punta cabeceando debajo de un farol.
Se besaron bajo las estrellas, el firmamento estaba limpio de nubes, esta vez se tomaron el tiempo necesario, pero en pocos minutos Levi estuvo jadeando sobre la falda de Eren mientras los roces se volvían intensos. No hubo que decir mucho, el empresario lo llevó a su departamento y estuvieron cogiendo sin parar hasta las ocho de la mañana.
Esta vez Eren fue mucho más cuidadoso, si bien su energía seguía estando, se tomó el tiempo necesario para preparar adecuadamente a Levi, no dejó ningún resquicio de piel sin besar, o lamer, o morder. Tocarlo era como drogarse, siempre lo dejaba con ganas de más. Levi reunía todas esas cualidades tanto físicas como de personalidad, mente, y espíritu que tanto había buscado en alguien.
Desde joven, la educación y la alimentación de Eren habían sido sumamente estrictas. Su amorosa madre, rayaba en la obsesión cuando de estética se trataba. Las golosinas estaban prohibidas, todavía recuerda que una vez recibió tremenda paliza cuando le encontraron "un escondite" de chocolates debajo de la cama. Había un chef en su mansión que les preparaba al pie de la letra todos los menús que los nutricionistas les confeccionaban. Jugos naturales, agua mineral, gaseosas light, no había forma de escapar al sacrificado régimen.
Su itinerario era muy apretado, del colegio siempre *salía volando a sus clases de inglés, francés y alemán. Otros días iba a sus clases de violín y el resto a hacer fútbol. Así que era normal llegar muy cansado a su casa, sin tener casi tiempo para él mismo.
Recordaba a un compañerito al que la mayoría le hacía mucho bullying, se llamaba Reiner (de ahí el nombre de su actual mascota), el chico era algo gordito y callado. Rubio, de piel blanca y muy tímido, no solía defenderse mucho, y Eren siempre fue de las personas que no aceptaban las injusticias, por lo que solía enfrentarse a sus abusivos *sin pelos en la lengua. *Hicieron buenas migas rápidamente. Secretamente, Eren lo envidiaba un poco. El chico comía grandes cantidades de golosinas, sándwiches y bebidas azucaradas sin una pisca de remordimiento.
Eren no lo sabría en ese entonces, pero le producía cierta satisfacción ver comer a Reiner con tanto entusiasmo, ya que él mismo no podía, e incluso cuando decidía desobedecer y le aceptaba alguna cosa, inmediatamente se sentía culpable de haber comido algo que no era saludable. Así que disfrutaba a través de Reiner lo que él no podía. Se volvió una costumbre comprarle todo lo que el chico le pidiera, e incluso, en los pocos tiempos libres que le quedaban en la semana, el moreno lo invitaba a comer en algún McDonalds. Cuando empezó a percatarse que muchas cosas pasaban dentro de sus pantalones cuando veía las caras de satisfacción de Reiner al tener el estómago lleno, fue tarde. Su ahora "amigo", se había puesto de novio con una preciosa rubiecita de la clase contigua.
Eren se sintió defraudado, aunque el otro no tuviera la culpa de nada, y decidió no hablarle nunca más. Y ahora, después de tanto tiempo, había experimentado lo mismo, aunque a niveles mucho más profundos y complejos, cuando observaba a Levi. Verlo comer con tanto gusto era un placer del que no pensaba privarse en absoluto.
Levi volvió a su casa a eso de las ocho de la noche, doblemente cansado, ya que antes de volverse habían seguido con sus intensas actividades sexuales sobre el sillón de la sala de estar de Eren por al menos una hora. Se duchó de nuevo, y cayó duro sobre la cama. Ni siquiera los reclamos de Rogue lograron hacerlo reaccionar.
El domingo por la mañana Connie lo invitó a un partido de fútbol, pero le dolían demasiado las caderas y tuvo que declinar la oferta. Erwin le escribió de nuevo, y le preguntó si tendría tiempo para tomarse un café frente a la plaza, junto con Marcos y Oluo, por la tarde. No tenía muchas ganas de salir para ser honestos, pero en vista de que le había escrito a Eren y por alguna razón el moreno no había leído aún los mensajes (se fijó cuidadosamente además que no estuvo conectado en todo el día ni al Face, ni a Whattsapp), decidió que no estaría mal reactivar su vida social para variar. Ya se conocía, si dejaba que el "huracán Eren" acaparara toda su atención iba a ser nocivo.
Hanji le escribió al mediodía, estaba tirada en su casa en brazos de Moblit, Levi sonrió y se dijo que no faltaba nada para que ella aceptara formalizar la relación. Eso lo hizo reflexionar sobre su presente con el empresario. Era obvio que química sobraba, sus charlas era muy fluidas, casi no habían tenido ningún tipo de roce o choque, a pesar de que había cosas en las que pensaban totalmente diferente, entonces… ¿qué onda? Luego recordó la selfie que subió Eren a su muro de ellos dos juntos. ¿No era un poco pronto? Aunque ya habían salido tres veces y habían follado sus buenas horas, ninguno de los dos parecía demasiado apurado como para "rotular" la relación.
Se quedó mirando el techo con el celular sobre el pecho, Rogue se acercó y se tiró a su lado, dejando que le rascara la panza con suavidad. ¿Llegarían a ser novios formales con Eren? A él le había gustado mucho que el moreno subiera esa foto, de alguna manera era como ir "presentándolo" en sociedad, ¿o sólo sería su impresión? La verdad no se había metido mucho en el perfil de Eren, ¿debería hacerlo? Bueno, con mirar no le hacía mal a nadie, para eso eran los perfiles después de todo, ¿o no?
No se diga más. Se sentó en la cama y abrió su notebook que estaba cerca, se dirigió al perfil de Eren y comenzó a mirar las publicaciones. Notó con desaliento que para Eren era bastante común subir fotos con toda clase de gente. Había un rubio, que según las etiquetas se llamaba "Armin, la enciclopedia andante", que salía bastante seguido, y aparentemente no tenía problemas en invadir el espacio personal de Eren. Incluso en varias se los veía abrazados y sonrientes. Luego había una chica muy hermosa, muchísimo, de nombre Mikasa, que también aparecía en la mayoría de las capturas. "Acá con Mika en la muestra", rezaba una de las fotos. ¿Sería una amiga? ¿Sería otra amante? Sacudió la cabeza, no quería que sus pensamientos se desbocaran, además, si así fuera, Eren estaba en todo su derecho, porque en ningún momento hablaron de formalizar.
Bueno, ¿quién habla de formalizar a la tercera salida? Se mordió la uña del dedo gordo de la mano, mientras seguía stalkeando el perfil del hermoso hombre. Tan compenetrado estaba que no se percató que ya estaba en fotos del año anterior; entonces la vio. La primera foto donde Eren estaba besando con mucho ímpetu a una tal "Annie". Levantó una ceja. Aparentemente Eren había tenido una novia formal. Tenía lindo cuerpo, no lo iba a negar, pero la cara parecía de una matona, encima con una nariz prominente y ganchuda. Bueno, tal vez le estaban ganando un poco los celos ¡*Wait! ¿Celos? ¿*Really? ¿Celos?
Cerró la tapa de la computadora y decidió que mejor se ponía en marcha si no quería llegar tarde a la reunión de ex estudiantes. Para subir un poco su autoestima se *empilchó con lo mejor que tenía, se puso bastante perfume y se fue caminando tranquilo, después de todo le quedaba a unos veinte minutos a paso relajado. No se fue sin antes dejarle una lata de atún fresco a Rogue. El gatito le reclamaba su falta de presencia en la casa últimamente.
Cuando llegó, estaban Marcos y Erwin. Y… ¡Wow! Simplemente, wow. Erwin estaba alto, muchísimo más alto, le sacaba casi cabeza y media, llevaba una camisa negra y un pantalón de vestir color crema, se notaba a la legua todo su tonificado cuerpo. Levi apostaría que hasta tenía músculos en las cejas, que seguían grandes y tupidas como las recordaba. Marco en cambio parecía que un camión le había pasado por encima, barbudo y con profundas entradas en la frente, conservaba sus hoyuelos característicos.
Lo saludó con beso y cuando fue el turno de Erwin… mentiría si no dijera que había logrado acelerarle un poco el corazón, el rubio le sonrió y fue como si un reflector lo hubiera dejado ciego. ¡Qué fuerte que estaba el tipo! Sus ojos azul profundo tenían una mirada penetrante y severa, al parecer el paso de los años había endurecido ciertos aspectos de su personalidad, pero eso no hacía sino volverlo más atractivo.
—¡Levi! Se nota que te trata bien la vida, ¿eh? —habló Marcos mientras tomaban asiento—. Estás más gordito —señaló mordazmente, y aunque en su mente Levi le había reventado la cabeza con un bate de béisbol, con toda la diplomacia posible le contestó.
—Bueno, mejor gordito que calvo, al menos lo mío se cura con una dieta.
Erwin se largó a reír estruendosamente, Marcos lo acompañó aunque le lanzó una mirada filosa como una flecha al analista.
—Sos genial —lo alabó Erwin cuando se calmó un poco—, siempre me acordaba de esos comentarios tuyos tan precisos. No cambiaste nada, no tenés arrugas siquiera.
—Bueno, es más fácil mantenerse joven sin esposa e hijos, a las pruebas me remito —dijo Marcos señalándolos a ambos—. Yo creo que a este paso en poco tiempo me vuelvo gay.
—¿No te casaste? —preguntó a Erwin, con auténtica curiosidad.
—¡Qué se va a casar! —respondió Marcos adelantándose—. Si es más gay que Jeffree Star.
El más bajo abrió los ojos extremadamente asombrado.
—¿Qué te sorprendés, *boludo? Si vos también *te la comés —siguió Marcos que al parecer estaba disfrutando de la incómoda charla, capaz en venganza de sus dichos anteriores.
—No, nada, solo me agarró desprevenido, eso es todo.
—Sí, bueno, salí del clóset hace unos tres años —prosiguió el rubio—, no es cómo si hubiera sido algo fácil de manejar. Pero ahora estoy en el mejor momento de mi vida, te diría.
—¿Ah, sí? ¿Por? —siguió indagando Levi.
—Terminé hace un buen tiempo con una relación muy tóxica, me fue muy bien con algunas inversiones que estuve haciendo, y mi hermano está por ser papá dentro de dos meses, así que no puedo estar más feliz.
—Te odio, Erwin, en serio —le largó Marcos y los tres rieron un poco—. El hijo de puta tiene *guita, está libre, encima *tiene una pinta que hasta yo te *daría bola —los tres estallaron en carcajadas.
—Uh, Oluo dice que se le complicó, no puede venir —dijo Erwin revisando una notificación de su celular—. Bueno, igual yo les agradezco que hayan venido ustedes, hace poco que volví, no tenía idea lo mucho que había cambiado la ciudad, es bueno ver caras conocidas.
—¿Por qué no escribiste antes? —preguntó Levi.
—Bueno, es que tuve esta relación que les dije, muy tóxica, y para evitar problemas decidí no tener perfil en las redes sociales. Solo manejaba uno del estudio de abogados que dirigía en el exterior y nada más. Recién ahora me estoy empapando de todo esto. Pero bueno, la próxima organizo mejor, los invito a un asado en mi casa, jugamos a las cartas, *guitarreamos un poco y nos ponemos más al día.
—Sí, dale, yo me apunto —exclamó Marcos—, me viene bien un poco de relax.
—¿Mucho estrés? —preguntó Erwin.
—Bueno, hace tres meses perdí el laburo, ahora hace una semana empecé en una empresa, en la Cervecera Las Murallas, así que al menos eso ya está. Después Dora, mi mujer está embarazada —miró a ambos con mala cara—, de mellizos, ya tenemos *dos pibes, así que se multiplicó la cosa, y mi viejo está enfermo, parece que tiene demencia senil, así que…
—Bueno, los nacimientos no son malas noticias —trató de suavizar Levi—, y al menos estás con trabajo, peor sería que hubieras estado sin.
—¿Y vos enano? No dijiste nada.
—Si no me dieron tiempo. Igual, no tengo mucho para contar, después de la graduación me recibí de analista de sistemas a los tres o cuatro años, trabajé en algunas empresas de *medio pelo, hasta que entré en Pixis S.R.L. Estoy en el staff de desarrollo y prueba. Me gusta mucho lo que hago, la paso bien. Siempre viví acá, tengo un departamento que este año termino de pagar, y nada, eso.
—¿Estás en pareja?
—*No tenés chance, Marcos —le respondió Levi serio, de inmediato volvieron a reír los tres.
—¡Que enano, *pelotudo! Ya te dije, si llego a probar, prefiero mil veces al cejón.
—Igual no te daría chance *ni en pedo —le largó antes de aclarar su estado civil actual—. Estoy soltero, por ahora. O sea, nunca falta *un palo donde rascarse, pero nada oficial.
—Me corrijo, los odio a los dos.
Conversaron cerca de una hora más, donde no faltaron los recuerdos de las travesuras que cometían, las anécdotas, las nostalgias. Marcos se excusó, tenía que ir a cenar a su casa porque era el cumpleaños del suegro, pero les pidió que se mantuvieran en contacto, que iba a lograr reunir a la mayor cantidad posible para hacer el reencuentro como se debía.
—Éste Marcos es un loco —acotó Levi terminando su porción de torta selva negra.
—Me alegra un montón volver a verte —le dijo Erwin una vez que estuvieron solos, Levi lo miró sin entender mucho sus palabras.
—Ah, sí, está bueno reencontrarse. ¿Es increíble, no? Todo lo que te hace la vida en 10 años.
—Bueno, con vos se *portó fenómeno la vida —continuó Erwin. Levi comenzó si a preguntarse si era su idea o este hermoso hombre le estaba dando demasiados cumplidos.
¿No sería irónico? Que justo ahora Erwin viniera a fijarse en él, después que había estado tan enamorado en su juventud. ¿Qué hubiera pasado si se le hubiera confesado en ese entonces? Erwin dijo que había salido del clóset hacía unos tres años, así que era seguro que lo hubiera rechazado, hizo bien en cerrar la boca.
—Bueno, vos no te quejes, que *tenés pinta, título del exterior, todo. Me da curiosidad, ¿qué te hizo volver acá? Digo, ¿te fue mal allá afuera?
—No, la verdad me iba bárbaro, pero extrañaba la familia, mis padres siguen aquí, y también… no sé, quería volver, nostalgia supongo. Che, sé que se hizo medio tarde, ¿pero te *jode mucho si vamos a comer algo? Es que mis viejos están en un casamiento, y no tengo muchas ganas de comer solo. Bah, si no tenés algún compromiso.
Levi miró de reojo su celular, desde hacía una media hora atrás, refulgía el aviso de un mensaje de whatsapp pendiente, no quiso entrar a la aplicación para que el otro supiera que ya había visto su mensaje, por lo que desde afuera miró lo que podía leer.
Era Eren, que al fin se había dignado contestarle, tenía una explicación larga de vaya a saber uno qué, no tenía ganas de leerla ya mismo, si el moreno se tomó todo el tiempo del mundo (estaba esperando su respuesta desde la mañana) para escribirle, él también se tomaría todo el tiempo del mundo en contestar.
—Sí, dale, pero hagamos algo de tiempo porque recién terminé la torta y no tengo mucho hambre todavía.
—Bueno, vamos a caminar un poco, de paso me mostrás los cambios de la ciudad.
—Fantástico.
Pagaron a medias, ya que Marcos se fue sin abonar lo suyo, seguía *siendo un ratón con todas las letras. Caminaron mucho rato, tranquilos, conversando, mientras Levi fumaba y Erwin lo reprendía por ese vicio. Hablaron muchísimo, tanto que la ciudad pasó a un segundo plano.
Levi recordó porqué era que ese hombre le había gustado tanto, por esa forma tan tranquila de hablar, como si pudiera encontrarle una solución a todo, por su aplomo, su fe en la humanidad (él siempre tendía a ser un poco más pesimista), por su preciosa cabellera digna de una película de Hollywood, por esa mirada tan poderosa con la que parecía atravesarte, y bueno ni hablar de lo atractivo que era, más de uno se daba vuelta a mirarlo con la mandíbula desencajada.
—Te quedaste callado —le llamó la atención el rubio.
—Ah, sí, estaba pensando, me distraje, *sorry. ¿Me preguntaste algo?
—No, solo hablaba de lo diferente que está el parque. ¿Te estoy aburriendo?
—No, no, te juro que no me aburrís, soy yo, a veces *cuelgo, me desconecto —se rió nerviosamente y se pasó la mano por su nuca rapada y suave.
—¿Te jode si te confieso algo? Igual es de hace un millón de años, pero que se yo, estamos charlando tan a gusto que me parece que si no te lo digo ahora no te lo voy a decir nunca.
—¿Qué cosa?
Se detuvieron frente al lago, algunos patos se les arrimaron a ver si recibían pan o *pochoclos dulces.
—No te lo tomes a mal, es lo único que te pido, no tengo ninguna intención de hacerte sentir incómodo, ni nada. Pero el primer hombre que me gustó en la vida fuiste vos.
Levi abrió la boca sin poder creer esa confesión, con los ojos bastante grandes. Erwin se giró un poco avergonzado y metió las manos en los bolsillos de su perfecto pantalón de vestir, el cual le marcaba tremendo culo, sólo por si alguien quería saber. Levi carraspeó un poco y se cruzó de brazos y luego se echó a reír con verdaderas ganas, Erwin lo observó desconcertado.
—No lo puedo creer, en serio, esto es… hilarante. ¿Así que yo te gustaba a vos?
—Creo que decir "gustar" era poco, la verdad estaba medio enamorado. Pensé que no se notaba, hasta que Nile me lo dijo, es más me jodía y todo, así que yo intentaba no ser tan obvio, y estuve casi, casi a punto de decírtelo, pero justo te pusiste de novio con la chica esa de anteojos y pelo revuelto, la flaca alta que *hablaba hasta por los codos, así que no dio.
—¡¿Qué?! ¿Qué yo me puse de novio con una *mina?
—Sí, esa que estaba con vos, te venía a buscar a la puerta del colegio y todo, y a veces a la mañana venían juntos.
—¡No, no, no, noooo! —Levi se rió con más ganas y después aclaró—. Esa no era mi novia, Erwin, yo nunca tuve novias en mi vida, soy gay desde que tengo uso de razón, siempre la *tuve re clara con eso. Esa chica es Hanji, mi mejor amiga, es más, todavía nos seguimos juntando y todo, es casi, como una hermana te diría. Ella en ese tiempo tenía un problema con un *flaco que medio la acosaba, entonces nos íbamos juntos y yo la buscaba a la mañana como para cuidarla un poco y para que el otro boludo no la jodiera más. Pero eso es todo.
Erwin lo miró frunciendo las tupidas cejas dándole un aspecto que infundía respeto, y luego largó un hondo suspiro.
—¡Qué *pavote que fuí! —exclamó el rubio algo avergonzado—. Nunca se me ocurrió preguntar, te juro que todos estaban seguros de que era tu novia.
—Y bueno, cosas que pasan. Para que no te sientas mal, te digo que a mí también me gustabas un montón, pero yo pensaba que vos eras hetero, así que no se me cruzó por la cabeza hablarte.
Erwin dejó de reírse y lo miró con bastante intensidad.
—¿Estás hablando en serio? ¿Yo te gustaba también?
—Sí, por eso me reí tanto recién. No puedo creer que la situación con Hanji se haya malinterpretado así. En fin, ¡qué lástima!
—Ah, sí, que lástima… Bueno, ¿te parece si vamos a cenar? Yo te invito.
—Vamos, pero *dejate de joder, pagamos a medias.
Fueron a una trattoria y comieron unos suculentos platos de pastas. Erwin también era de *buen diente, así que se la pasaron elogiando a los chefs del lugar.
—Todavía tengo el álbum de fotos del *viaje de egresados —le contó Erwin.
—¡Qué tiempos! Yo no sé qué hice con las fotos, pero no tengo casi nada de ese entonces. Bah, solo las libretas de calificaciones y una que otra carpeta, fotos no recuerdo.
—Estamos cerca de mi hotel, si querés pasamos y lo vemos mientras tomamos un café.
Levi titubeó unos instantes antes de responder, ¿irse al hotel con Erwin para ver un álbum de fotos? ¿No era eso un poco sospechoso? Bueno, ni que lo fuera a violar, menos Erwin que era más bueno que Lassie atada. ¿Qué podía salir mal? Si se ponía incómodo o algo era tan simple como volverse a su casa y listo. Pero una vocecita interna le decía que eso estaba mal, que Eren estaba esperando su respuesta y que seguramente ver las fotos no iba a ser lo único que sucedería. Por algún extraña razón le vinieron a la mente las fotos del moreno con toda esa gente alrededor. ¿Ellos eran exclusivos? No lo sabía, lo que sí sabía es que no eran novios formales aún, así que no estaba cometiendo ningún pecado, ¿cierto? ¿Cierto?
—Si estás cansado, no importa, lo dejamos para otro día.
Miró la hora, las diez de la noche, tampoco era taaaan tarde, pero mañana trabajaba.
—No tengo nada para hacer, vamos si querés. La verdad tengo ganas de ver ese álbum.
Erwin pagó antes de que él pudiera sacar la billetera. Tomaron un taxi y en un cuarto de hora estaban frente al "Black Star", un lujoso hotel de la ciudad. Ciertamente Erwin debía tener un muy buen pasar económico como para costearse un cuarto en ese lugar. Ahora que lo pensaba mejor, ni siquiera le había preguntado a qué se dedicaba, tal vez porque más se la pasaron hablando del pasado que del presente.
Llegaron hasta la habitación 707. Era increíble, era una suite sin dudas, más de 100 metros cuadrados de puro derroche y fastuosidad por donde se lo mirara, la decoración, los muebles, el balcón, todo.
Erwin tenía varias maletas en un rincón, y todo muy bien ordenado, cosa que a Levi le agradó de entrada. Puso música suave, una selección de temas ochentosos en YouTube. Revolvió entre sus cosas y al fin sacó el álbum. Se sentaron en los bonitos sillones de una pequeña sala de estar, no sin antes abrir unas latas de cerveza del frigobar, por lo pronto el café podía esperar.
—¡Mirá esto! Es una reliquia —comentó el analista entusiasmado, mientras pasaba las hojas despacio, en verdad era como volver el tiempo atrás.
—Sí, tengo muchas más fotos, cuando venga el camión de la mudanza va a llegar una caja enorme, tengo que clasificarla, pero ahí debo tener fácil como 300 más.
—¡*Ta loco!
Levi notó que si bien todos sus ex compañeros salían en las imágenes, él estaba casi en todas, incluso había varias donde estaba solo.
—¿Cuándo me sacaste ésta? —dijo señalando una donde él estaba apoyado contra el marco de una de las ventanas mirando hacia afuera. Tenía el cabello un poco largo, en ese tiempo no se rapaba la nuca, y el *flequillo le cubría parte de los ojos, parecía una especie de emo a decir verdad.
—Bueno… yo solía tomarte muchas fotos, pero creo que no te dabas cuenta —el más bajo lo miró acusadoramente—. Disculpame, en serio, era un arrebato de juventud, ahora me doy cuenta que te estaba acosando un poquito.
—¿Un poquito? ¡Tenés un montón así! —medio chilló indignado.
—Te pido disculpas, en serio, es que sos, eras —se corrigió—, tan lindo, y me gustabas, así que…
—Bueno, ¡qué remedio! Yo en cambio no tengo ninguna de vos, o sea, así solo. Si revuelvo capaz consigo alguna del grupo en la cena o en el viaje, pero nada más. Mierda que creciste, ¿no? Digo, estás como más… grande.
—Ah, es que voy mucho al gimnasio, es una pasión y me ayuda a desestresarme. Igual si querés mi opinión, yo creo que ahora estás mucho mejor que en la secundaria.
Levi sopesó la situación, era más que evidente que Erwin le estaba *tirando los perros, y sabía que mientras más tiempo permaneciera ahí, más probabilidades había de que la cosa *se fuera de claro a oscuro. Una pequeña punzada de culpa le aguijoneó el estómago. ¿Culpa? ¿Por qué? Después de todo no estaba en una relación formal con nadie, tampoco era como si algo fuera a suceder con Erwin, ¿no? ¿No?
—Bueno, gracias. Después de todo creo que los dos mejoramos *un cacho, ¿eh?
Levantó la mirada y tropezó con la de Erwin, sus rostros estaban algo cerca, o mejor dicho el rubio se le estaba acercando, ¡help! ¿Qué hacer, qué ha…?
Sus labios se juntaron muy brevemente, Erwin sonrió con gusto y luego se alejó.
—Disculpá, en serio, es que… no sé, te vi hoy y es como que se me revolvieron todos esos recuerdos. No quiero propasarme, pero es que tenía que sacarme la duda.
—¿La duda de qué?
—De cómo sería besarte, me lo imaginé muchísimas veces.
Levi tragó en seco, él también se lo había imaginado *un montón, y ni hablar de las miles de *pajas que le había dedicado a su amor platónico en aquellos días.
—Bueno, nos saquemos las dudas entonces, total un beso no es para tanto —ni él se creyó lo que estaba diciendo.
Pero, ¡vamos! El rubio había sido una persona muy importante en su vida, ¿y cuántas veces tendría la posibilidad de besarlo a su antojo? Aunque más no fuera para sacarse las ganas de saber… de saber cómo hubiera sido.
Esta vez el beso fue más preciso, la boca de Erwin era grande en comparación con la suya, caliente, sus enormes manos prácticamente tenían su cabeza inmovilizada. Su lengua se deslizó suave y juguetona dentro de su boca, por lo que cerró los ojos para disfrutar los roces. Erwin iba lento, disfrutando, sin apuros, mostrando una técnica envidiable. Levi *no era de palo, su cuerpo empezaba a reaccionar muy rápido a los besos deliciosos del rubio.
Se acercó a su cuerpo, apretándolo tentadoramente con sus manos que habían bajado por su espalda hasta su cintura, ¿a qué dios debía agradecer por tanta suerte junta? Cuando se dio cuenta que ambos tenían la respiración acelerada, supo que si no se detenía definitivamente iba a terminar en la cama de ese fantástico espécimen. Pero ya no pensaba con demasiada claridad, se apoyó contra el fornido torso del de ojos azules y sus manos se estremecieron ante la dureza de unos perfectos y bien formados pectorales.
Sus dedos se deslizaron sutilmente sobre la fina camisa negra, sintiendo como esos músculos reaccionaban a sus roces. Volvió a unir sus bocas y sorbió la lengua del rubio con ganas, mientras los sonidos escalaban más y más alto. Erwin se alejó de repente, su aliento caliente salía de a bocanadas, tenía los labios brillantes de deseo e inflamados con la reciente pasión que se hacía lugar.
—Levi, si seguimos así… no me voy a contener.
—Bueno, entonces no te contengas.
Había cedido. ¿Cómo decirle que no a ese monumento al capitán américa? Era imposible.
Erwin sonrió tranquilo y con facilidad lo agarró de los brazos para traerlo hasta su regazo. "Sólo es una noche de locura y listo", se decía mentalmente, "además ni siquiera sé si Eren tiene otras personas con las que se ve. Me voy a dar un gusto y nada más".
Se siguieron besando, mientras Erwin levantaba su remera para poder acceder a más porciones de su cuerpo. Levi se sintió feo a su lado, insignificante, frente a esa muralla de cuerpo esculpido digno del dios Atlas. El rubio descendió rápidamente hasta sus tetillas, las comenzó a succionar con bastante fuerza y Levi tembló entre sus poderosos brazos.
Un poco tironeando y tratando de que no reventaran los botones, logró sacarle la camisa al fin. Largó un suspiro fuerte y Erwin lo miró desconcertado.
—¡*Qué bueno que estás! —largó sin poder evitarlo.
Levi se lanzó a devorar toda la carne que estuviera a su disposición, dejó la voz de su conciencia encerrada allá en el fondo y a lo lejos, para disfrutar sin prejuicios, ni escrúpulos.
Erwin apoyó su espalda contra el sofá, y se dejó explorar sin resistirse. De tanto en tanto atraía el rostro de Levi al suyo para besarlo con mucho sentimiento.
—Te juro que no lo puedo creer, estar así con vos —le dijo con voz grave—. Me lo imaginé muchas, muchas veces, pero ni cerca de la realidad. Gracias por quedarte.
Levi lo miró entusiasmado, y decidió que mejor dejaban las palabras de lado e iban a la acción. Ya estaba semi desnudo encima de Míster Olimpia, sintiendo lo bien que se sentía ser estrujado por sus fuertes manos. Se sentía como un muñeco de trapo, pero esa sensación no estaba para nada mal.
—¿Nos bañamos? —Invitó Erwin mientras seguía mordiendo el cuello blanco y tenso de Levi quien accedió asintiendo.
El baño era un espectáculo, Erwin reguló la temperatura y entre más besos, se terminaron de desnudar mutuamente. El más bajo miró sus reflejos en el espejo sobre la pared, antes de que el vapor del agua nublara su superficie. Se sintió en verdad muy poca cosa comparado con el otro. Le hubiera gustado encontrarle algún defecto, alguna mancha, alguna verruga peluda, un grano, una cicatriz fea, un "algo" de lo que pudiera mofarse o sentirse superior, pero no, el desgraciado era perfecto, tan perfecto que… ¡wow! Sus ojos se abrieron como el *dos de oro.
Estaba bastante seguro que en toda su vida no había visto algo como eso, *face to face, aclaremos. Porque vergas en las porno había visto cosas descomunales, pero detrás de una pantalla era una cosa y tenerlo ahí en frente era otra cosa completamente diferente. La tenía grande, y eso que solo estaba semi erecto. Erwin se dio cuenta que le estaba mirando la entrepierna con algo de temor, por lo que se acercó, lo abrazó y volvió a besarlo suave, despacio, de una manera que pronto los puso a jadear, a la vez que sus manos se deleitaban con la anatomía del más bajo.
—No te preocupes, no te voy a hacer nada que no te guste —le avisó para que se relajara.
Lo que hicieron dentro de la bañera, debajo del fuerte chorro de la ducha, fue de todo menos un baño. Erwin tomó una esponja que había comprado recientemente, la llenó de jabón líquido con olor a melón, y se dio el gusto de embadurnar el cuerpo de Levi por todas partes. El analista no se quedó atrás, aprovechó para tallarle la espalda, los brazos, el pecho, las caderas y la entrepierna. Erwin, a diferencia de Eren que era lampiño prácticamente (¿o se haría depilar?), tenía una buena cantidad de cabellos en el cuerpo, y otro tanto en la entrepierna, aunque se notaba que se los recortaba.
Su falo estaba erecto por completo, después de que Levi se encargara de friccionarlo con ambas manos y el jabón líquido "para que quedara limpio", sí, claro. Había que tener cuidado con esa *anaconda. Incluso era complicado manejar el de Eren, aunque no era tan grueso, ya no estaba tan seguro si podría afrontar tamaño desafío. ¿Y qué hacía pensando en el pene de Eren cuando tenía sus manos en la entrepierna de otra persona?
Erwin le devolvió las atenciones, una vez que se enjuagó bien el cuerpo. El de cabello negro estaba con las palmas apoyadas en una de las paredes y en puntas de pie, mientras el rubio besaba su nuca y sin ningún pudor masajeaba su entrada con algo de jabón en sus manos, una escarbando en su retaguardia y otra masturbándolo exquisitamente. A pesar de que parecía lo contrario, Erwin no era bruto, iba suave, probando y esperando las reacciones de Levi. El más bajo estaba gimiendo bajito contra la pared, disfrutando completamente de las atenciones recibidas.
Con delicadeza le deslizó un dedo adentro, Levi arqueó la espalda gruñendo de una forma que casi era un ronroneo. Los dedos de Erwin eran gruesos, en cambio los de Eren… ¡Bueno, basta con Eren!
—¿Estás bien? —preguntó el rubio resoplando excitado sobre su oído.
—Mñnmm… —respondió sin poder articular palabra.
Se tomaron su tiempo pero no demasiado, el jabón no era el lubricante ideal, podía dejar demasiado sensible la piel o bien escaldarla. Por lo que Erwin le sacó los dos dedos que ya tenía adentro y lo enjuagó bien.
Se secaron mutuamente, entre jadeos, risas y miradas lascivas, para ir a tirarse un poco mojados todavía en la enorme cama del lugar. Fácil tendría tres plazas si no se quedaba corto. Ahí Erwin lo giró con rapidez y enterró su cara entre sus pálidas nalgas, logrando que soltara un jadeo erótico. Levi se abrazó a una de las almohadas para no permitir que más ruidos vergonzosos se le escaparan de la garganta, y dejó que el más alto impregnara toda su entrada con su espesa y pegajosa saliva.
Le encantaba sentir a esa poderosa lengua tratando de invadir su cuerpo, embistiéndolo y lubricando ese sector tan sensible. Lo volvió a girar para dejarlo de espaldas, y ni lerdo ni perezoso Erwin comenzó a darle un buena mamada, mientras volvía a intentar colar sus dedos.
Levi gruñó abriendo más sus piernas, al sentir ese familiar cosquilleo en sus partes bajas. Demasiada estimulación. Miró hacia Erwin, pudo apreciar su enorme espalda, los músculos tensos de sus brazos, su perfecto abdomen, sus ojos penetrantes mientras engullía su sensibilizada carne. Movió las caderas sin poder evitarlo, su propio instinto pulsando por manifestarse. Lanzó un corto pero potente grito, y todo su cuerpo se tensó cuando las falanges de Erwin encontraron su próstata.
Con mucha experticia lo estimuló suavemente en ese delicado punto, mientras no dejaba de chupársela con algo de fuerza.
—¡Pará, Er-win! ¡Acabo, ah! ¡Acabo!
A tiempo lo sacó de su boca, pero le terminó manchando parte de la mejilla, mientras se retorcía en agónico gozo. Al rubio no le molestó tener la corrida en su cara, buscó un pañuelo descartable de uno de sus bolsos y se limpió rápidamente.
Levi sintió un poco de frío cuando le volvió algo de lucidez después del intenso orgasmo, pero pronto regresó cuando Erwin volvió a posicionarse arriba suyo. Los besos volvieron, por lo vista al rubio le gustaba mucho la estimulación bucal, y él no se iba a quejar, para nada. Juntó ambos miembros y los acarició entre sus manos, arrancándole jadeos al más grande. Así juntos en sus manos, era bastante notable la diferencia de tamaños. No es como si eso lo acomplejara, para nada.
Erwin ahora sí aprovechó para manosearlo en todo el sentido de la palabra, Levi se estremecía ante el tratamiento un poco rudo por momentos. Erwin movía rítmicamente su cadera provocando más fricción y mayor placer.
Finalmente revolvió entre sus pantalones y sacó un condón, Levi lo ayudó a colocárselo, y luego de algunos besos más, escupió en su entrada que ya estaba bastante suave y algo dilatada. Levi inspiró profundo, relajó las caderas y cerró los ojos para lograr que todo saliera bien.
Erwin fue muy meticuloso, se tomó el tiempo adecuado para ir penetrándolo muy suave. Empujaba un poco, lo masturbaba, esperaba que la estrecha entrada se adaptara y nuevamente empujaba un poco más. Costó bastante, pero con su paciencia y toda la colaboración de ambos, pronto estuvo metiendo casi toda su hermosa herramienta en ese agujero cálido y adorable.
Sus estocadas eran lentas, y pronto dejó de doler, Erwin llegaba más que bien a su próstata, haciendo que el deleite lo poseyera de inmediato. El resultado de tanto cuidado y dedicación, fue que tuvieron un polvo de ensueño. Levi nunca se había sentido tan lleno, ni tan mimado, parecía que Erwin se deshacía en atenciones para con él, y eso era bastante agradable.
El grandote tenía mucha resistencia, casi como la de Eren, por lo cual estuvieron dándose cariño por otras dos buenas horas. Cuando el rubio estaba por vaciarse, se sacaba el preservativo y lo hacía sobre la cola del más bajo quien se sorprendía por la abundante cantidad de semen que salía de ese hermoso hombre. Erwin tuvo dos orgasmos fantásticos y él tres. Sin preguntarle lo abrazó contra su pecho y el rubio cayó dormido cerca de la cuatro de la mañana. Levi quiso ir a bañarse, pero no tenía más fuerzas por lo que se dejó arrastrar por el sueño.
La alarma de su celular resonaba sin parar, cuando fue a revisarla las piernas le temblequeaban, sin exagerar. No dolía tanto su ano, pero sus caderas sí. Debía medirse un poco a la hora del sexo definitivamente. Tomó el aparato y casi se muere, ¡las ocho de la mañana! Entraba a trabajar en una hora, si no se iba de inmediato no haría tiempo.
Se vistió en tiempo récord y desde el teléfono de la habitación pidió que le llamaran un taxi urgente. Erwin comenzó a despabilarse y lo llamó cuando estaba abriendo el pomo de la puerta.
—¿Levi?
—Buenos días, disculpá pero llego tarde al *laburo, después te escribo, ¿dale? Chau.
Y se perdió por los pasillos un poco desorientado y sintiendo como si lo hubieran apaleado por todo el cuerpo. ¡Ah! Había estado fantástico, todavía sentía las manos, las caricias, los besos de Erwin pulsar por todas partes en su cuerpo. Tomó el taxi para ir a su casa a ponerse el uniforme, y escuchar los reclamos de Rogue, seguramente. Con algo de culpa abrió las charlas de whatsapp.
Lila le contaba sobre las nuevas frutas que había descubierto en uno de los tantos pueblitos donde estaba de paso, Hanji estaba enfurecida preguntándole qué le pasaba que no respondía a sus mensajes, y Eren… Tenía al menos unos 20 mensajes de Eren.
El moreno apenas lo vio conectado lo llamó de inmediato. Dudó en atenderlo, pero no tenía chance, lo tenía que atender o sería muy extraño.
—¿Hola? ¿Levi?
—Hola, sí, Eren, ¿cómo estás?
—¿Qué te pasó? Estaba muy preocupado, te llamé, te escribí pero no contestabas, ni siquiera le respondiste a Hanji.
—Uy, si, pasa que me mandé una macana con el celu, le estaba instalando una aplicación y lo restablecí de fábrica sin querer, me quedé sin señal un rato, lo tuve que reiniciar, y hasta anoche parecía que iba a tener que comprar uno nuevo, pero ahora lo apagué y lo prendí y volvió a tomar señal otra vez. Recién veo tus mensajes y los de Han. Mil disculpas, en serio.
—Ah, ¡qué susto! Bueno, menos mal. Pensé que te había pasado algo, estaba yendo a tu casa justo ahora.
—¿A mi c-casa? No, no te *cogotees hasta allá, yo ya estoy yendo al trabajo.
—Ah, bueno. No me vuelvas a asustar, por favor, al menos conéctate desde la PC y avísame.
—Sí, sí, tenés razón.
—Bueno, ahora me quedo más tranquilo. ¿Nos vemos a la noche?
—Eh…
—Si tenés otro compromiso no importa, pasa que me voy de viaje mañana y bueno, quería verte antes.
—Sí, sí, dale, me parece bien.
—¿Te paso a buscar de la oficina?
—Bueno, dale, genial.
—¿Seguro estás bien?
—Sí, es que dormí poco por estar viendo *huevadas en Netflix, nada que un buen café no arregle. Yo también te quiero ver.
—Fantástico, te veo a la noche, bonito. Si necesitás algo avísame.
—Dale, nos vemos, chau.
Se bajó como relámpago para ir a su departamento, ponerse el uniforme y dirigirse a la oficina, iba a llegar diez minutos tarde, algo que considerable detestable, pero ya no había remedio. ¿Si necesitaba algo? Sí, necesitaba oxígeno y una buena *tunda para que se dejara de joder con complicarse la vida. Bueno, lo de Erwin había sido un desliz, no era para tanto, ¿cierto?
.
By Luna de Acero… divertida…
GLOSARIO:
*Medialunas: un panificado dulce elaborado para comer en el desayuno o la merienda, también llamado croissant.
*Besazo: Gran beso, beso intenso.
*Estar alzado: Estar caliente, excitado.
*Chapar: besar.
*Quedarse piola: Quedarse tranquilo.
*Chabón: Tipo, hombre, muchacho.
*Guita: Dinero.
*El mate: La cabeza.
*Matraca-matraca: Dale que dale, que seguía dándole duro.
*El mástil: Se refiere al pene.
*Lomo, lomazo: Porte, anatomía, que es alguien con un cuerpo muy hermoso.
*Te la clava: Mientras tiene sexo, mientras la mete.
*Baba: Saliva.
*La marota: La cabeza.
*Fieritos, fiero: Algo que no es muy agradable o que es feo.
*Poner los ratones a mil: Que se excita, cuando se habla de ratones en la cabeza hace referencia a algo que es muy erótico.
*Depa: Departamento.
*Ver qué onda: Ver que pasa.
*Dar bola: Prestar atención, atender, interesarse por algo o alguien.
*Las minitas: Las mujeres, las jóvenes, es un diminutivo algo despectivo.
*La pegué/la pegó: Que acertó, que tenía razón.
*My Friend: Mi amigo en idioma inglés.
*Deschavar: Dar a conocer algo de una persona que no debía decirse por discreción o por ser un secreto.
*Giladas: Tonterías.
*Quedarse tranqui: Quedarse tranquilo.
*No te hagas la cabeza: Que no le de vueltas al asunto, que no se complique.
*Al pedo: Al vicio.
*Pasarla bomba: Que la pasaron genial, que se divirtieron/disfrutaron.
*Que se le canta: Quiere decir que es algo que uno elige sin importar lo que otros opinen.
*Me hacés bien: Quiere decir que es una persona con la que se siente a gusto, que lo hace sentir cómodo.
*Plata: Dinero.
*Vejete: Viejo.
*Falopa: Droga - Falopearse: Drogarse.
*Guita: Dinero.
*Tener aguante: Que tiene mucha resistencia, física en este caso.
*Pispear: Mirar de reojo.
*Boluda: Tonta, pero de una manera amistosa.
*Pan de Dios: Se les dice así a las buenas personas.
*Nah: No.
*Tranqui: Que va despacio, tranquila.
*Manejate con cuidado: Que tenga cuidado.
*Poner las cartas sobre la mesa: Decir la verdad, no esconder las cosas.
*Joya: Que está de acuerdo.
*¿Que contás?: ¿Qué hay de nuevo?
*Laburo: Empleo/trabajo.
*No tener idea: No saber nada.
*Hacer una juntada: Reunirse.
*La mar en coche: Todo lo relacionado al tema.
*Comerle la boca: Besar con intensidad.
*Enchufarse: En el contexto, hace referencia a comerse.
*Salir volando: Ir muy rápido.
*Sin pelos en la lengua: Sin filtros, sin contenerse.
*Hacer buenas migas: Trabar amistad, llevarse bien.
*Wait: Esperen (es un giro idiomático, no tiene significado literal sino figurativo).
*¿Really?: ¿En serio?
*Empilcharse: Ponerse la mejor ropa.
*Boludo: Tonto, en un contexto amistoso.
*Te la comés: Significa figurativamente que "come penes", que es homosexual.
*Tener pinta: Que es atractivo.
*Dar bola: Que le prestaría atención, que saldría con él.
*Guitarrear: Tocar la guitarra y cantar.
*Dos pibes: Que tiene dos hijos.
*Medio pelo: Poco Prestigio.
*No tenés chance: Que no tiene oportunidad.
*Pelotudo: Es un insulto fuerte, idiota, estúpido.
*Ni en pedo: Ni de casualidad.
*Un palo donde rascarse: Se refiere a tener algún amante ocasional.
*Portarse fenómeno: Que lo trató bien, que fue favorable.
*Te jode mucho: Se refiere a si le molesta.
*Ser un ratón: Ser tacaño.
*Sorry: Perdón.
*Colgarse: Tildarse, distraerse.
*Pochoclos: Palomitas de maíz.
*Hablar hasta por los codos: Alguien que habla demasiado, que aturde.
*Mina: Mujer.
*Tenerla clara: Estar seguro.
*Flaco: Hombre, muchacho.
*Pavote: Persona inmadura.
*Dejate de joder: Que no se ponga pesado, que no moleste.
*Ser de buen diente: Comer mucho/bastante.
*Viaje de egresados: En Argentina se acostumbra que en el último año del secundario todo el curso haga un viaje para celebrar el fin de esa etapa educativa, por lo general los chicos se van una o dos semanas.
*Ta loco: Es una expresión de asombro.
*Flequillo: Fleco, cabello que cae sobre el rostro cubriendo la frente.
*Tirar los perros: Coquetear, mostrar interés sexual por otra persona.
*Irse de claro a oscuro: Que las cosas se pongan turbias.
*Un cacho: Un poco.
*Un montón: Mucho.
*Pajas: Aquí hace referencia a masturbarse.
*No ser de palo: Que no le es indiferente lo que sucede, que le provoca cosas.
*Estar bueno: Ser lindo, atractivo.
*Como el dos de oro: Se refiere a la baraja de cartas españolas, que los ojos se abren mucho.
*Face to face: Cara a cara, quiere decir en ivo y en directo.
*Anaconda: hace referencia a un miembro masculino de tamaño grande.
*Laburo: Trabajo
*Cogotearse: Se refiere a tener que ir de una punta a la otra de la ciudad o lugar donde uno se encuentre.
*Huevadas: Tonterías.
