Hola, hola, Luna de Acero reportándose. Bueno, se me alargó un poquito, no van a ser 3 capítulos van a ser 4, en el próximo la conclusión y el final. Espero les guste esta entrega.


Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime.

Advertencias: Lime en varias partes (o lemon muy corto), contenido R18, lenguaje vulgar, palabras altisonantes y las situaciones se empiezan a complicar.


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"La mentira nunca vive hasta llegar a vieja".

Sócrates

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No había podido dormir apropiadamente, había entrado tarde a trabajar, salió a las 6, y a las 8 Eren pasaría por él. Si llegaba a poner la cabeza en la almohada se levantaría con los ojos inyectados en sangre, si es que se levantaba, no podía arriesgarse. También podría haberle dicho que no, pero ¡vamos! Eren se iba a de viaje, seguramente no lo volvería a ver hasta el fin de semana siguiente, ¿y a quién iba a mentirle? Se moría de ganas de verlo.

Pasó por un *kiosko y compró dos latas de *energizante Blue Alas. Sabía que eso no era lo más adecuado, pero si no quería quedarse dormido mientras con Eren cogían como animales en celo, es decir, como siempre, debía tomar ciertas medidas.

Tomó los *energizantes a las 7:30, luego de terminar de bañarse. Eren le había escrito hacía un rato diciéndole que a las 8 en punto pasaría por la puerta. Aún le ardía un poco el trasero, por lo que se tomó un ibuprofeno para que aminorara el resentimiento. Momento, ¿podía mezclar ibuprofeno con energizantes? Como fuera, ya lo había hecho.

Moría de hambre, porque la hora del almuerzo la había invertido durmiendo, solo había tomado unos cuantos cafés con un paquete de galletitas dulces. Pero estaba seguro que Eren lo llevaría a comer a algún lindo lugar y él le daría el espectáculo que el moreno quería.

Apenas subió al auto se besaron con intensidad, pensar que no lo veía desde el sábado, pero en verdad lo había extrañado, bueno, si obviamos el incidente del domingo claro.

—Tenía ganas de verte —le habló Eren sobre los labios todavía.

—Ah, yo también.

—Disculpá si no te respondí ayer a la mañana, Zeke se comió mi celular, ¿podés creer? Perro *pelotudo. Tuve que usar uno que tenía de respaldo, pero al final esta mañana fui a reponerlo, y ya que estaba pensé que a lo mejor a vos te iba a gustar renovarlo también —Eren extendió su brazo hasta el asiento de atrás para extenderle una bolsita de una casa de celulares.

—¿Pero qué? ¡No jodas, Eren!

—No, no es joda.

—Pero… ¡Pará, es un Iphone 9! —exclamó sacando el aparato del interior de la bolsa, Eren sonrió con suficiencia.

—Sí, es el último. Fue muy gracioso, porque a la *mina solo le quedaban dos, y había un tipo detrás de mí esperando para comprar uno, le trunqué el sueño, pobre.

—Eren, vos disculpá, yo me siento muy, MUY halagado de que quieras hacer esto, pero vos estás loco, la máquina ésta cuesta una fortuna, no, no puedo —Dijo colocando la cajita con mucho cuidado en la bolsa y regresándoselo.

—Sí, no es barato, ya sé, pero ¿y? Te lo quiero regalar y punto. Levi, creo que ya te diste cuenta que hay ciertas cosas que me puedo permitir, así que no te hagas el remilgado y aceptá.

—¿Puedo chillar como rata apretada por una puerta? —preguntó con los ojos brillando emocionados y Eren se rió.

—Gritá todo lo que quieras, bombón, que igual más tarde te voy a hacer gritar de nuevo.

Levi metió media cara dentro de la bolsa y gritó con muchísima alegría.

—Nunca me hicieron un regalo tan lindo, *posta.

—Bueno, me alegro que te haya gustado, está *re buena, después te muestro un par de funciones que te van a gustar. Cierto, ¿qué querés comer, comida china o hindú?

—Ah, *la puta. La comida china *medio la ubico, pero nunca comí hindú.

—¿Querés probar?

—Bueno, dale, ¿será muy picante? Porque medio que no tolero mucho las cosas picantes.

—Y… No importa, le vamos a pedir al mozo que nos dé un menú *tranqui.

—Dale. Che, Eren, gracias, en serio.

—No es nada —Levi se acercó y se besaron un par de minutos, luego se fueron al restaurante.

Eren pidió una degustación de platos, con lo cual les trajeron dos bandejas, una con varios platillos, con un poco de cada cosa, y otra con varias salsas.

Levi, precavidamente probó las salsas remojando un poquito en un pedacito de "chapati", que era un pan chato que se cocinaba sobre una sartén, para saber cuál convenía consumir y cual no. Estaba un poco incómodo porque estaban sentados en el piso, sobre unos almohadones que reposaban arriba de una tipo alfombra con arabescos o algo por el estilo. Una mesa chata de madera y muy bajita estaba en el suelo y allí reposaban las cosas. Fuera de eso, le gustó probar platillos nuevos.

Acompañaron con *lassi de mango, muy sabroso, mientras no escatimaba en tragar como desaforado después de un día tan agitado. Lo que más disfrutó fueron los "momos", unas especies de empanaditas pequeñas con carne de cerdo, luego comió un par de kati roll, que eran unas especies de burritos pero hindúes (el pan usado se llamaba paratha y estaba relleno de diversas cosas), para terminar con un arroz biryani con pedazos de pollo sin tantas especias. Pero eso no fue todo, de postre se mandó un buen par de "jalebis" (mezcla de masa remojada en almíbar, con su particular forma azarosa de anillo o similar a un pretzel y de color naranja que se cocina fritándola). Esa última cosa estaba de lujo. Suspiró largo cuando terminó el último bocado. Eren no le sacaba los ojos de encima.

—¿Estabas con hambre, bonito? —le susurró mientras le limpiaba la boca como a un crío.

Levi se dejó hacer, le gustaba que Eren lo consintiera, y era la primera vez que salía con alguien a quien no le molestaba que disfrutara de la comida. Su primer novio había sido un hombre mayor, que lo tenía cortito con salirse de las comidas establecidas. Muchas veces hizo dieta forzosa a su lado, entendía que se preocupaba por su salud, pero era el colmo de los colmos, ¡le había puesto un candado a la puerta de su heladera! Ese mismo día rompieron.

—Pasa que no almorcé bien —se sinceró—, pero vos no comiste mucho, ¿no te quedás con hambre?

—Mmm, estoy acostumbrado, mi *vieja siempre fue muy estricta con las comidas, yo disfruto más viéndote.

—Ah, sí, ya me di cuenta. Sos medio raro, ¿no? —lo codeó mirándolo pícaramente.

—¿Raro?

—¿Te ponés duro cuando me ves comer? —preguntó entre susurros, tomando otro jalebi y mordiéndolo con lentitud, el moreno sonrió pero no dijo nada—. ¿Viste? Sos un pervertido, Eren.

—Me atrapaste —aceptó de buena gana. A Levi le volvieron a brillar los ojos.

Pasó su lengua sugestivamente por el jalebi, mientras sin querer se manchaba la mejilla con el aceite del dulce. Eren se puso más serio y se sentó más erguido mientras hacía de cuenta que se acomodaba la ropa. Levi se le pegó a su costado mirando alrededor para cerciorarse de que no tenían miradas indiscretas sobre ellos. Deslizó una mano entre las hermosas, largas y torneadas piernas del empresario para estimular su *bulto sobre la ropa, mientras mordía el dulce y soltaba suaves exclamaciones de gusto.

Eren se mordió el labio inferior, su respiración se aceleró.

—Oh, se me terminó —anunció con un leve quejido—. Dame vos un poco, dale.

Eren tomó un jalebi y lo partió sobre su plato, para alcanzarle un bocado al de cabellos negros. Levi se lo metió a la boca y de inmediato le chupó los dedos con suavidad, mientras sus ojos no se despegaban de la cara del moreno. Eren entreabrió los labios para dejar salir un suspiro contenido. Su *bulto duro y pujante seguía siendo estimulado por la mano del analista.

—¿*Me das? —volvió a pedir sugestivamente.

—Hasta que el infierno se congele —respondió de inmediato Eren, arrancándole una risa leve al otro—. Levi, nos vamos, ya —ordenó con los ojos hambrientos de carne humana, carne de Levi para ser precisos.

Se levantaron y Eren pagó en la caja, estaba demasiado apurado como para pedir la cuenta y esperar. Una vez arriba del auto se besaron un poco desesperados, y el más bajo supo que esta vez iba a tomar ventaja de la situación, de todas las veces que se habían visto, era la primera vez que Eren le dejaba el control de la situación.

—¿Querés que te la chupe? —Le soltó casi en un ronroneo al oído cuando Eren había frenado en un semáforo.

—Creo que la respuesta es obvia, claro que quiero.

Levi le bajó la bragueta, sin desprender el cinto y metió sus dedos sutilmente para tocar mejor, Eren se removió en su asiento inquieto.

—No, es peligroso mientras manejás, lo dejemos para más tarde —concluyó subiéndole la bragueta de nuevo.

—Ah, sos bien *culeadito, ¿no? —se quejó Eren con la vena saltándole de la frente.

Levi se rió del sufrimiento del otro y puso algo de Madonna en el estéreo. Justo pasaban el tema "Sorry", y ambos se prendieron para disfrutarlo a todo volumen. Apenas llegaron al edificio de Eren, los manoseos no se hicieron esperar. En el estacionamiento estaba todo en penumbras, por lo que decidieron que podrían tener algo de placer antes de subir, y se fueron a los asientos de atrás directamente.

Levi se sentó a horcajadas de Eren, mientras se lengüeteaban por todas partes, pronto quedó sin pantalones, ni ropa interior. Se chupó algunos dedos para prepararse un poco, lo bueno de que le hubieran dado duro y parejo hacía unas horas es que ya tenía *"la pista" lista y no tuvo que hacer mucho esfuerzo.

—Dale, Eren, cogeme ya —le suplicó sobre el oído.

—Pará, no quiero lastimarte.

—Ya vine preparado, dale, te quiero bien profundo, carajo.

El más alto se puso el preservativo, Levi escupió encima para usar la saliva como lubricante, y efectivamente de un solo empujón se alojó perfectamente en el suave agujero. Levi le clavó los dedos en el hombro a Eren por la intromisión tan fuerte, pero así le gustaba, ¿para qué iba a mentir?

—¡Ah, *que rico que estás! —habló nublado por el deseo mientras atenazaba la cintura del otro con fuerza.

—¡No tan fuerte, me falta el aire! —pidió completamente rojo por la falta de oxígeno el analista, mientras apretaba con sus manos los brazos del empresario.

—Perdoná, es que me calentás demasiado —se excusó el otro aflojando un poco el agarre. Luego comenzó a bombear desde abajo aferrado a sus caderas, hasta que por su fuerza, hizo que la cabeza de Levi chocara contra el techo del auto, por lo que aminoró la marcha.

Coger dentro de un auto podía ser muy fogoso, pero muy poco práctico también, los movimientos estaban bastante limitados, aunque eso no impidió que Eren se la enterrara hasta la base incontables veces.

Levi manoteó los preservativos y a tiempo alcanzó a ponerse uno para no manchar el costoso tapizado. Se vino de una manera brutal justo cuando Eren estaba chupándole las tetillas, entre leves mordiscos mientras su verga golpeaba nuevamente en su punto más dulce. Al venirse comprimió todos sus músculos y se sorprendió cuando escuchó a Eren gruñir enardecido.

Ambos se relajaron luego de la intensa follada, resoplando con intensidad, algo transpirados y con la ropa completamente arrugada. Se arreglaron como pudieron, Levi había perdido tres botones de la camisa, por lo que se cerró la campera liviana que tenía para que no se viera ese detalle.

En el ascensor se dieron algunos besos más tranquilos entre sonrisas y *piropos estúpidos. Adentro del departamento de Eren volvieron a hacerlo con unas ganas únicas. Y el tercero llegó ya en la alcoba, por lo que se estuvieron durmiendo a eso de las tres y media de la mañana. Levi lo tomó como un logro desbloqueado, al fin el moreno se había venido mucho más rápido gracias a sus acciones, y con seguridad podría mejorar mucho más para la próxima vez. A pesar del cansancio su cabeza estaba maquinando nuevas tácticas para dejar ese precioso hombre fuera de combate mucho más rápido aún.

Le ardía un poco la retaguardia, y evidentemente había estado más sensible a los roces debido a su "desliz" en la madrugada. Se durmió plácidamente entre los brazos de Eren que no dejó de llenarlo de besos hasta que estuvo profundamente dormido.

Al otro día, el moreno lo despertó con otra lluvia de besos. Se bañó, lo acompañó hasta su departamento, lo esperó mientras se cambiaba y luego lo dejó en la puerta del trabajo. Recién entonces Levi pudo *chusmear el costoso celular que Eren le había regalado.

Bostezaba de a ratos y Mariano le preguntó si estaba bien, cosa que confirmó de inmediato. El aparato era una belleza, salía al menos dos veces su sueldo. No le gustaba que el precioso caribeño estuviera gastando tanto en regalos, incluso si podía permitirse esos gustos. De alguna manera quería que Eren supiera que a él le gustaba más allá del dinero… y de la hermosa *pija que tenía. No sabía explicarlo, pero estar con Eren le producía muchas cosas, agradables todas.

Se estuvo escribiendo con Eren casi todo el día. Cuando estaba saliendo Erwin le escribió también.

—Hey, Levi, ¿cómo estás? Disculpá que no te escribí antes. Llegó el camión de la mudanza y *estuve a full, no te das una idea el desastre que es esto. Como sea, mañana voy a estar mejor organizado, te parece que vayamos a comer algo rico?

"No, Levi, no", se regañó mentalmente mientras sus dedos se dirigían a la pantalla táctil para contestar.

—Bueno, dale, adonde me vas a llevar? Espero que sea bueno, tenés que resarcirte.

Se golpeó la frente con la palma de la mano. "No seas bobo", dijo su diablito interno, "Eren está de viaje, vuelve el sábado, tenés todos estos días libres. Si ya lo hiciste una vez que le hace *otra mancha más al tigre? Además… ¡cena gratis!".

Se mordió el dedo gordo de la mano con nerviosismo. Por un lado se sentía un poco mal, pero nuevamente recordó que no habían formalizado su situación. "Pero te hizo un regalo costoso", le recordó su angelito interno, "uno no le hace esos regalos a cualquiera, Eren te está tratando como si fueras una pareja".

"*Cortala *pelotudo", se metió de nuevo su diablo, "qué pareja, ni qué nada. El tipo lo busca para cogérselo hasta por las orejas, y después *si te he visto no me acuerdo".

"Es un caballero, lo despierta con besos, lo acompaña a la casa, lo lleva al trabajo, le hace buenos regalos. No hace falta aclarar nada, es obvio que están en una relación seria", saltó el ángel.

"Relación seria *la pindonga. Es obvio que tratás bien a la persona con la que cogés, y no lo trata como un novio, lo trata como una puta, ese celular es prácticamente una paga por habérselo cogido como quiso", sentenció el diablo ofuscado, "¿Ya te olvidaste de las fotos?".

"No hace falta, Eren es buena gente. Lo quiere como novio", sostuvo el ángel.

"¡Puta de turno!", el diablo.

"¡Novio!", el ángel.

"Que sea una hamburguesa doble, con papas con queso chedar y aros de cebolla fritos, yeah", se metió su *panza, y fue a la que Levi decidió hacerle caso.

"Oigan, manga de degenerados, ¡a ver si me dan un respiro!", habló el culo, pero nadie *le dio bola.

Se encontró con Erwin en el Titan´s Dinner, el bar donde había conocido a Eren. Podría haber buscado otro lugar, pero la comida ahí era la gloria. Efectivamente el rubio grandote se la pasó alabando la cocina de local. Una chica cantaba algunos covers de Amy Winehouse, atinándole bastante a los arreglos vocales, lo que hacía la velada muy agradable.

Erwin habló un poco más de sí mismo, sobre su vida en el exterior, a Levi le atraía mucho saber sobre culturas europeas, sus costumbres y afines, por lo que la charla le pareció de lo más interesante y estimulante.

Erwin le dejó la mitad de sus papitas, y a Levi le latió el corazón, o el estómago, pero para el caso era algo positivo. Hicieron una larga sobremesa, mientras Hanji le escribía y él contestaba disimuladamente.

—Enano puto, ¿qué carajo te pasa que andás desaparecido? ¿Te olvidaste de los almuerzos de los miércoles, eh? Mira que Eren está de viaje, así que no tenés excusa.

—Uh, sí, disculpá *boluda. Es que anduve con la cabeza en las nubes. Mañana almorcemos si querés.

—Moblit está en casa de los *viejos hoy, ¿querés que vaya a tu casa? Podemos comer sushi.

—Eh, no, hoy no *flaca, me siento un poco descompuesto.

Erwin carraspeó y Levi levantó la vista mientras se metía la última papa al *buche.

—Disculpá, es mi mejor amiga —le explicó—, se peleó con el novio y me está contando.

—¿Hanji?

—Claro, ella.

—Me gustaría conocerla alguna vez, seguro nos vamos a morir de risa con el malentendido de que era tu novia.

—Ah, claro, claro, si, ya vemos después de coordinar alguna *juntada.

Un alerta se disparó en Levi, ¿Erwin quería conocer a sus amigos? *No way.

—¿Querés postre? —preguntó el rubio, Levi guardó su celular después de leer los insultos de su amiga por dejarla en banda.

—No. Gracias. Estoy que exploto.

—Te invitaría a tomar un café a casa, pero realmente es un *quilombo todo, no es fácil mudarse.

—Ah, no, para nada.

—¿Querés que vayamos a tu departamento?

Un segundo alerta se disparó en su sistema, sin embargo esa mirada seductora de Erwin estaba minando en su resistencia.

—Bueno, dale, vamos —¿qué tan fácil podía ser?

Tres horas después Levi estaba boqueando sobre su almohada, pegajoso hasta en los dedos de los pies (no pregunten cómo llegó esperma hasta ese lugar), la cara roja por el esfuerzo reciente, y un muy dormido Erwin sobre la almohada de Rogue. El gatito lo miraba desde un sillón que había en una esquina del cuarto, bufando cada tanto y latigueando la cola.

—Perdón bebé, te juro que es la última vez, te jur… ¡ggsssaaaarrr! —el ronquido le ganó de mano.

A duras penas se levantó al otro día, ¡mierda que Erwin tenía el sueño pesado! Después de bañarse estuvo un buen rato intentando que se levantara. Cuando abrió los ojos parecía Adán recién bajado en el Edén. ¿Por qué mierda esos dos hombres se despertaban después de una noche de sexo duro como si los hubiera dado a luz la misma *Hera? No era justo.

—Buenos días, dormilón. Lamento interrumpir tu sueño, pero tengo que irme al *laburo.

—Ah, sí, ya me levanto.

Desayunaron y salieron juntos, Levi caminó estoicamente hasta su trabajo, aunque verdaderamente quería tomar un taxi, porque le ardía todo el cuerpo. Lo peor no era eso, sino que en el fragor de la batalla, Erwin le había hecho dos *chupones enormes, uno sobre el cuello cerca del hombro y otro sobre la clavícula. Tenía que comprar maquillaje urgente.

—Bueno, chau, Er, que tengas lindo día —se despidió evitando que lo besara o pasara algo más incómodo.

—Dale, te escribo después —respondió guiñándole un ojo.

Nuevamente le tocó otra agotadora jornada. Su compañero le preguntó qué le andaba pasando que venía casi todos los días agotado, cosa que no era común en su comportamiento. Levi le respondió que estaba viendo Game of Thrones y que estaba tan atrapado en la trama que se quedaba viéndola hasta tarde, fin del asunto.

Al menos el miércoles pudo descansar de sus dos amantes. Aunque se estuvo escribiendo con los dos. Erwin le mandó algunas selfies de cómo iba quedando la decoración de su nueva casa, y que estaba contento porque al fin le habían dado la camioneta que había comprado en la concesionaria, una flamante Toyota Hilux negra doble cabina con vidrios polarizados, una belleza.

Eren estaba en un viaje de negocios, haciendo reuniones y visitando otra empresa que le pertenecía en la ciudad vecina. Le contaba que estaba algo cansado, pero que un mes tendría sus vacaciones, que estaba deliberando si se iba a las plazas de Milo en Grecia o a Ko Similian en Tailandia, le mandó algunas imágenes para que lo ayudara a decidir.

El jueves cenó en casa de Erwin, aún había un montón de cajas sin abrir. La casa era impresionante, tenía siete cuartos, una cocina inmensa con los artefactos más sofisticados que Levi hubiera visto en su vida. Una piscina iluminada en el patio, junto a una pequeña cancha de fútbol cinco. A Erwin le gustaban los pájaros, tenía dos cacatúas, Romeo y Julieta, que tenían su propio vivero lleno de plantas exóticas. Le contó que había visitado la propiedad como dos veces antes de decidirse y que estaba muy conforme. Pidieron delivery porque aún los utensilios no estaban del todo desembalados, así que comieron unas riquísimas empanadas árabes con un vino que el rubio había traído del exterior que tenía aspecto de caro. Esa noche estrenaron el somier nuevo que Erwin había comprado esa mañana.

El vierneor la noche s Levi estaba en pijamas mirando "Historias de Ultratumba", como era su costumbre junto a Rogue cuando le sonó el timbre. Saltó de la cama como un resorte porque lo agarró desprevenido. Con el corazón en la boca fue a atender. Era Eren, le cayó con una caja enorme de chocolates finos con licor y un vino espumante.

—¿Te sorprendí, no? —le dijo mientras entraba y le comía la boca—. Llegué en avión hace media hora, pasé por el *depa a dejar la valija y me vine enseguida, quería verte cuanto antes.

—Que linda sorpresa —le soltó Levi melosamente mientras le echaba los brazos al cuello.

Esta vez Levi decidió lucirse un poco y cocinó. Hizo unos fideos de arroz salteados con verduras y salsa de soja, junto a unos palitos *Kanikama cortados en rodajas. Eren lo elogió muchísimo. Mientras conversaban y comían a gusto comenzó a sonar su celular. Miró de reojo, en la pantalla refulgía el nombre de "Erwin". Eren bebió de su copa y miró a Levi que parecía muy tranquilo.

—¿No vas a atender? —preguntó curioso.

—*Nah, *es un pesado, un ex compañero del secundario que vino a la ciudad hace poco y quiere que juntarnos a todos.

—¿Y te llama un viernes a las doce? —volvió a preguntar con el semblante serio.

—Y bueno, hay gente que es desubicada —soltó sin mostrar importancia, mientras cortaba la llamada—. Además ahora estoy en compañía más interesante —se acercó para dejarle un beso en los labios y el celular comenzó a sonar otra vez.

—Atendelo, capaz está en algún apuro.

—No, *ganas de joder nada más, acá tiene a la familia y otros amigos también —repitió mientras volvía a cortarlo—. Hey, ¿qué pasa?

—Levi, vos sos importante para mí, ¿lo sabés, no?

—Sí, obvio, vos también sos importante. ¿Qué pasa? ¿Estás celoso? —le sonrió ladinamente mientras rodeaba la mesa para sentarse en su falda. Eren no le contestó.

Se besaron un buen rato, mientras el más bajo se refregaba sugestivamente sobre su falda.

—Vamos a la cama —le pidió el moreno.

Esa noche tuvieron sexo lento y suave, Eren estaba extremadamente cansado, así que Levi lo montó y con movimientos sugestivos y calculados lo hizo gozar en grande.

A eso de las nueve de la mañana su celular comenzó a sonar con varios mensajes. A Dios gracias Levi se despertó antes que el empresario. Puso en silencio el aparato y leyó los mensajes. Era Erwin, preguntándole si estaba bien, que lo había extrañado la noche anterior. Que si quería lo buscaba para ir al campo, que tenía un equipo de pesca y tenía ganas de ir al dique, de paso le servía para *"asentar" la camioneta nueva.

Levi le respondió que tenía un compromiso ineludible, que en todo caso lo dejaran para el próximo finde. El rubio le dijo que serían unos días muy largos, que por favor le avisara cuando quedara libre.

Rogue lo miraba desde el sillón en el rincón, estaba increíblemente molesto con su dueño. Levi se dio cuenta que el asunto se le estaba saliendo de las manos, era hora de decidirse por alguno de una buena vez. Él no era así, nunca había salido con dos personas al mismo tiempo y por lo visto ambos estaban desarrollando sentimientos profundos… y él también.

Decidió preparar el desayuno, hizo unos wafles espectaculares con la ayuda de un tutorial de YouTube, junto a un licuado de frutillas y café. Muy orgulloso de su labor, fue a despertar a Eren. Se había colocado su camisa, que evidentemente le quedaba algo grande, recién entonces se percató que había perdido algo de peso, y bueno, después de tanta actividad era lo esperable.

Lo despertó llenándolo de besos, y al fin vio esas preciosas gemas aguamarinas que el moreno tenía por ojos abrirse, mientras le sonreía con pereza.

—Buenos días, bonito, hice un desayuno de película, ¿te lo traigo?

—Dale, pero antes —lo atrajo a sus brazos evitando besarlo en la boca, ante todo la higiene, pero permitiéndose algunos mimos—. Mi camisa te queda condenadamente sexy —le dijo con la voz ronca y Levi sintió escalofríos.

Luego de algunos *arrumacos pudieron despegarse un rato donde Eren fue a asearse al baño. Cuando regresó a la cama, la bandeja lo esperaba.

—¡Qué rico, muero de hambre! —exclamó antes de sacar una foto del suculento desayuno—. Uh, esto está mortal —halagó mientras cortaba otro pedazo de wafle con dulce de leche encima.

—Sí, la verdad me lucí, ja.

Eren lo miró y frunció el ceño, luego llevó la mano hasta uno de los *chupones sobre su clavícula que ya se veían menos marcados.

—¿Y eso? —le dijo serio.

—Un *chupón.

—Sí, me doy cuenta, ¿yo te hice eso?

—No, el *ratón Perez —dijo el otro rodando los ojos con tono sarcástico—. ¿Y? ¿Te gustó el licuado? No sabía si te gustaban las frutillas —trató de cambiar de tema intentando que no notara como se le había erizado la piel.

—Amo las frutillas, me encantó. Disculpá, no quise marcarte así.

—No importa, podés hacerme todas las marcas que quieras.

El más alto se relajó y siguió comiendo tranquilo.

—Tengo ganas de despabilarme un poco, ¿te gustaría que salgamos a dar una vuelta? —sugirió Eren mientras le ponía azúcar a su café—. Ir al dique, por ejemplo.

—¿Al dique? Mmm, no, mucho sol, me quemo fácil.

—Te ponés protector y listo, bobito. Sino… podemos ir a mi casa, de paso la conocés.

—¿La de Rhodes Rose? —Eren asintió—. Dale, me encantaría.

Después del desayuno se dieron una ducha juntos, lo que provocó que terminaran atrasándose y quedándose hasta el mediodía. El timbre del departamento sonó y a Levi se le erizó la piel del cuello. ¿Erwin habría ido a buscarlo?

Estaba semi desnudo sobre el cuerpo de Eren, por lo que en menos de 5 minutos estuvo completamente vestido y fue a atender. Gracias a Dios era Hanji.

—¡Por fin! —dijo la mujer entrando—. Está más difícil encontrarte a vos, anduviste perdido toda la semana, ¿qué on-

El hombre le tapó la boca porque su amiga hablaba a los gritos.

—Callate, *tarada, no estoy solo.

—¿Mmm?

—Eren se quedó a dormir.

Hanji sonrió pervertidamente y le levantó las cejas, Levi la codeó.

—Hola, Han —saludó Eren yendo a su encuentro, ya se había terminado de vestir.

—¡Eren! Disculpá, no sabía que estabas acá, pasa que si mi MEJOR amigo se dignara responderme los mensajes, no me habría *largado.

—Estuve ocupado, no pude revisar el celu —se defendió el más bajo—. ¿Y Moblit? ¿Sigue con los *viejos?

—Nop, su hermano se está mudando y fue a ayudarlo. Bueno ya fue, voy a llamar a Rico para ver qué planes tiene.

—Es un poco tarde, pero ¿querés almorzar con nosotros? —ofreció Eren—, además tengo pileta, podemos tomar algo de sol y nadar.

—Sí, espectacular, ¿puedo invitar a una amiga?

—Dale.

—Buenísimo.

Hanji marcó un número mientras Levi la miraba de reojo, solo esperaba que no se fuera de boca con nada. Llamó a una tal Nana, Levi recordaba muy lejanamente, que se la había nombrado en alguna conversación. O habían sido compañeras en la universidad, o era una vecina de su barrio, no estaba seguro.

—Hermoso, andá a buscar una maya para la pileta, tengo mucho protector solar en casa, y además una parte está cubierta, así podés estar dentro sin quemarte tanto —le pidió Eren, dejándole un beso en la cabeza.

Levi odiaba las piletas, odiaba el verano, y especialmente odiaba tener que mostrar su cuerpo, sobre todo ahora que no estaba tan en buena forma. Bueno, ya iba a inventar algo para no tener que meterse.

Salieron a la media hora, para entonces ya eran pasadas la una de la tarde. Buscaron a Nana, compraron unas empanadas para el almuerzo, y por último pasaron por la casa de Hanji para que preparara una mochila, las *ojotas y lo que fuera a necesitar. Al fin cerca de las tres estuvieron llegando a la mansión. A Levi casi se le desencaja la mandíbula. El coqueto country quedaba en el extremo sudeste de la ciudad, tenía seguridad privada, y la casa tenía al menos tres pisos, con la planta baja toda espejada en el frente y una pileta olímpica atrás. Tal como lo dijo Eren una parte estaba cubierta por una especie de puente que lo atravesaba. Adentro tenía un garaje enorme con una lancha, dos cuatriciclos y una especie de jeep.

Apenas ingresaron por un portón eléctrico, se le vinieron encima dos enormes perros con pelajes dorados, uno de pelo largo y otro de pelo corto. Eren estacionó y los perros lo arrinconaron.

—¡Zeke, Reiner, quietos!

—Aaaah, me muero, ¡que lindos! —dijo esta muchacha Nana mientras descendía y se lanzaba a toquetearlos con toda confianza.

—Tch, otra loca como vos —exclamó Levi mirando de reojo a su amiga, que solo se encogió de hombros.

—¿Te gustan los perros? —preguntó Eren mientras cerraba el vehículo una vez que todos bajaron.

—Uf, los amo. Son lo más lindo que hay —decía mientras las bestias le saltaban encima y le lamían la cara. Levi hizo una mueca de asco—. Te diría que me gustan más que las personas.

—Los gatos *too, *son lo más.

—Sí, yo también soy medio animalero. Bueno, vengan adentro que está más fresco.

Los recibió una señora de mediana edad que parecía ser la mucama, luego Levi se enteraría que era una de las tres que mantenían el lugar.

—Leti, te presento a mis amigos, Hanji, Nana y Levi, chicos cualquier cosa que necesiten le piden a Leti que es de mi completa confianza.

"Te lo dije, *pelotudo", le dijo su diablito interno al ángel que estaba mudo en un rincón, "frienzonado, excepto cuando quiere coger".

Comieron las empanadas en el quincho del lugar, había aire acondicionado y un televisor led gigante, Eren hizo *Campari con jugo de naranja e hielo. Levi se bajó el vaso *de un solo saque, estaba algo serio.

La presencia de esta chica Nana lo incomodaba. Primero *era linda a cagarse, tenía cabello corto con algo de flequillo, pelo oscuro, unos enormes ojos almendrados color marrón claro, una nariz respingada y bonita, labios color cereza natural, su musculosa le dejaba ver su bonita piel clara (no tan blanca como la suya) llena de intrigantes y coloridos tatuajes, piernas largas y estilizadas, y una altura envidiable (al menos para él), fácil tendría ¿1,70, 1,75? Era alta la hija de puta. Pero eso no era todo, tenía un magnetismo especial, ese aire de chica *badass que generaba intriga. Para colmo sus comentarios mordaces y directos opacaron por completo a sus opiniones durante la charla que venían manteniendo. Por lo que Levi se había llamado a silencio.

Eren parecía muy entretenido y la miraba por largos intervalos, lo que lo puso algo nervioso. Tal vez debería haber aceptado la salida con Erwin después de todo, en vez de estar ahí fingiendo ser el gran "amigo" de ese imbécil. Bueno, no podía quejarse, no tenía derecho y lo sabía, pero igual se sentía como la mierda. "Mirame a mí, la puta que te parió", pensó molesto.

Luego de un rato de conversar, escuchar música y hacer sobremesa, decidieron irse al agua. Levi dijo que estaba un poco cansado y si no le molestaba haría una pequeña siesta para reponerse.

—No, no hay problema, vení que te muestro donde podés dormir —dijo Eren, mientras las chicas se iban afuera a sacarse la ropa para mostrar sus bikinis.

Encima al lado de Hanji, que no era fea pero tampoco tan agraciada, la mina ésa parecía una modelo. Puta madre.

—Acá tenés una habitación de huéspedes —le dijo mientras le abría una puerta—. Este es el control del aire. ¿Querés que te despierte en una hora?

—No, ya pongo la alarma —le respondió bastante parco.

¿Habitación de huéspedes? ¿*Really? Su molestia escaló más alto. Eren se acercó y lo abrazó para besarlo, eso le disipó un poco la mufa.

—¿Estás bien? ¿Querés que me quede con vos?

—No, no, andá que te están esperando. No te preocupes, duermo un poco y voy.

—Bueno, dale, te espero —y se fue.

Se tiró a la cama y aprovechó para conversar un poco con Erwin. ¿Cómo podía ser tan bueno ese hombre? Le contó que cuando iba al dique al costado de la ruta se le quedó el auto a un señor y se detuvo para ayudarlos, al parecer se le había recalentado no sé qué cosa del motor, lo terminó remolcando al auto y llevándolos a un taller cercano. Y después lo invitaron a almorzar, así que estaba comiendo con esa familia. Le pasó unas selfies.

Después se puso a jugar una aplicación que era como una sopa de letras y cuando quiso acordar la hora había pasado.

—Ah, creo que nos hubiéramos divertido un montón, Levi. Esta noche cenamos?

Pesando en qué responderle, salió de la habitación, lo mejor sería no ser tan *ortiva y tratar de ponerle buena onda. Después de todo Eren no tenía ninguna obligación de presentarlo como pareja, y si era honesto él tampoco hab-…

Su línea de pensamientos se cortó de inmediato cuando vio a esta zorra (al menos en su cabeza), Nana, sosteniéndole la mano a Eren mientras se la refregaba y el otro idiota le sonreía bobamente. Ambos giraron su cabeza para mirarlo con curiosidad. Tenían el cuerpo lleno de gotitas de agua de lo que sería un reciente chapuzón en la piscina. Levi dio media vuelta de inmediato.

—¿Levi? —preguntó Eren.

—Voy al baño, ya vuelvo.

Tomó su celular y le contestó a Erwin.

—Sí, dale, nos veamos. Puedo ir a cocinar a tu casa, ¿te va?

—¿Ya te desocupaste?

—Sí, ya estoy libre, pero si estás ocupado…

—No, no, para nada, menos para vos. En realidad estoy re contento, pensé que no te iba a ver. Bueno, buenísimo, ¿te parece o a las ocho? —preguntó Erwin entusiasmado.

—Sí, hermoso, desde la ocho soy todo tuyo.

Luego de peinarse un poco, volvió al quincho. Eren se le acercó de inmediato.

—Che, Levi, ¿te hacés manicuría?

—¿Ah?

—Nana hace, ella te hace *service en las manos —comentó señalando sus dedos.

—No traje los elementos ahora, pero si quieren sacan un turno y yo voy a domicilio —habló la chica con la mejor onda. Levi se sintió un poco estúpido por sus pensamientos anteriores, con que la chica solo le estaba ofreciendo sus servicios de manicura.

Mucho más cuando Eren le levantó la barbilla y le dejó un *pico en los labios, todo delante de la chica que no se vio afectada en absoluto.

—Se los ve re lindos juntos, *posta —largó Nana con total naturalidad y Levi quería que se lo tragara la tierra, por arrebatado y *boludo.

—Hanji dice que según los astros nuestra combinación es perfecta —explicó Eren con mucho énfasis mientras le guiñaba un precioso ojo a Levi.

"¿Qué decías, *cajetudo?", se envalentonó el ángel interno mientras se arremangaba, el diablo se hizo humo.

La tarde fue amena. Eren y las chicas jugaron voleyball en la piscina, después compartieron algunas bebidas mientras descansaban en las reposeras y Levi se empezó a poner nervioso, ya eran casi las siete de la tarde.

—Eren —le habló por aparte cuando se levantó para buscar hielo—, disculpá pero tengo un compromiso a la noche, quedé en ir a comer a lo de mis *viejos.

La cara de decepción del empresario fue notable.

—Ah, pensé que te ibas a quedar esta noche, tenía planes para los dos. ¿No podés cenar y venirte?, o mejor, te voy a buscar —su cara de súplica era ineludible—. Dale, hacelo por mí.

Le acarició la quijada y depositó varios besos a lo largo de su cuello que lo hicieron estremecer.

—Bu-bueno, pero si voy a volver me voy ya, no puedo ir estar una hora y venirme, no los veo hace como dos semanas a los pobres.

—Está bien. Si querés te llevo, así llegás más rápido.

—Ah, ok, dale.

Las chicas aprovecharon para irse también. Pero primero Eren llevó a Levi a su casa, donde se bañó y se vistió en tiempo récord. Después se pidió un taxi y se fue a lo de Erwin, le mandó un mensajito diciéndole que estaba demorado.

Compró al paso unos ravioles de ricota y algunas cositas para hacer una buena salsa blanca con queso. Tenía que ser algo rápido, porque como tarde a eso de las doce tendría que estar en la esquina de la casa de sus padres de donde lo buscaría Eren.

—¡Levi! —Erwin lo abrazó apenas cerró la puerta, para besarlo con ganas, no le dio tiempo ni de responder—. ¡Ah, que rico olés! No te lo dije pero el olor a jabón sobre tu piel, uuf, me pone a mil.

—¿Ah, sí? Mirá traje para hacer unos raviol-

Erwin lo arrinconó contra la pared y le cubrió la boca con la suya, las bolsas cayeron al piso y a ninguno le importó en absoluto la cena. Erwin le bajó los pantalones con habilidad y lo giró con fuerza contra la puerta de entrada, para arrodillarse y comerle la cola con entusiasmo.

Levi se estremeció por completo quedando en puntas de pie, mientras el rubio lo atendía de una manera fenomenal. Su celular hacía ruidos de mensajes, pero era imposible concentrarse cuando tenía a este hombre con su lengua enterrada en sus entrañas. Erwin era muuuy bueno con la boca, ¿qué decía bueno? ¡Era fantástico! Lo que no se esperaba es que le pegara flor de mordisco a sus nalgas, haciéndolo chillar de sorpresa y dolor.

—¡Ah, estás tan bueno, Levi! —decía refregando su cara contra su trasero desnudo.

—¡No muerdas, *boludo! ¡Eso duele! —le recriminó un poco asustado, sin duda ese mordisco le iba a dejar una marca.

Se medio desnudaron a las apuradas, mientras Erwin escupía en su mano y le colaba un par de dedos, al cabo de unos minutos se puso un condón y con una facilidad asombrosa lo levantó entre sus poderosos brazos, Levi atenazó la cintura de Erwin con las piernas y así un poco en el aire se la metió despacio. Su espalda chocó contra la puerta incontables veces, mientras sus brazos a duras penas se afirmaban del venoso cuello del rubio, evitando venirse al piso.

Pero eso solo fue el comienzo. Levi nunca había visto a Erwin tan frenético, tan necesitado, convengamos en que tampoco se conocían desde hacía tanto, pero esta vez parecía realmente desaforado, absolutamente descontrolado. Le dio bastante duro, incluso por momentos Levi tenía que pedirle que bajara la intensidad, porque no podía aguantarle el ritmo.

A eso de las once al fin se tomó un respiro. ¿Acaso Erwin era un mutante? ¿Cómo carajos tenía tanta energía? Levi se sentía destruido. Decidieron pedir una pizza por delivery, y recién se acordó del celular. Tenía varios mensajes pendientes de Hanji y de Eren.

Su amiga decía:

"¿Cena en casa de tus viejos? ¿*Really? ¿En qué andás, enano puto? A mí no me engañás. Después vamos a hablar seriamente".

Y Eren:

"Precioso, avísame a qué hora paso y la dirección. Hanji me dijo que era por la plaza Hermógenes, puede ser? Tengo una sopresita para vos, esta noche no te pienso dejar dormir".

Levi miró a Erwin, que estaba sacando un champagne de la heladera. *Pispeó desde donde estaba para ver si tenía alguna latita de energizante.

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By Luna de Acero… vengativa…


GLOSARIO:

*Kiosko: Tienda donde se compran víveres, cigarrillos y golosinas.

*Energizante: Bebida co alto contenido de azúcar, es bastante nociva porque el uso en exceso proboca arritmias enel corazón.

*Pelotudo: Insulto fuerte, equivale a un idiota, imbécil, desgraciado, todo eso junto.

*Mina: Chica, mujer.

*Posta: Equivale a un "en serio, de verdad".

*Re buena: El "re" se usa para magnificar cualquier sustantivo, re buena, que estaba más que linda, por ejemplo.

*Ah, la puta: Es una expresión igual a decir "que impresionante o increíble".

*Medio la ubico: Que sabe de qué se trata.

*Tranqui: Tranquilo.

*Lassi de mango: Es un batido de mango con yogurt, bebida típica hindú.

*Vieja o Viejo: Se usa para llamar a los padres con mucha confianza, vieja: madre, viejo: padre, viejos: ambos.

*Bulto: Entrepierna masculina.

*Me das: Es un juego de palabras, significa si se lo follaría.

*Culeadito: Se refiere a una persona que es un desgraciado, en este caso porque lo dejó con las ganas.

*La pista: Se refiere a su retaguardia.

*Que rico: Es un halago, cuando se le dice a una persona que está rica, significa que es muy linda, hermosa.

*Piropo: Halago.

*Chusmear: Fisgonear.

*Pija: Verga, pene.

*Estar a full: Estar muy ocupado.

*Otra mancha más al tigre: Es una frase popular, significa que si ya lo hizo una vez puede hacerlo de nuevo.

*Cortala: Es una expresión para que alguien deje de hablar, es decir se calle.

*Si te he visto no me acuerdo: Es una expresión para decir que luego fácilmente te pueden olvidar o hacerse los tontos.

*La pindonga: Cualquier frase acompañada de esta expresión la minimiza, es como decir "no vale nada".

*Panza: Estómago.

*Darle bola: Darle importancia, si no te dan bola significa que a nadie le importás.

*Boluda: En un contexto amistodo no se toma como un insulto, sino como un apodo de confianza, similar a tontita, boba.

*Viejos: Padres

*Flaca: En este contexto es como decir "amiga".

*Buche: Es a la boca, hace referencia a la bolsa que tienen ciertos animales en la boca.

*Juntada: Reunión.

*No way: No hay manera.

*Quilombo: Lío, desorden.

*Hera: Esposa de Zeus, reina del Olimpo.

*Laburo: Trabajo.

*Chupones o chupón: Es un hematoma o hiperpigmentación causado cuando con la boca se realiza una fuerte succión sobre la piel.

*Depa: Departamento.

*Kanikama: Son bastones de pescado muy ricos.

*Nah: No.

*Es un pesado: Ser molesto.

*Ganas de joder: Ganas de molestar.

*Asentar un vehículo: Cuando un vehículo es nuevo se deben recorrer determinados kilometros para que el motor y la carrocería funcionen del todo bien.

*Arrumacos: Mimos, cariños.

*El ratón Pérez: En mi país es una figura popular que se encarga de llevarse los dientes que se le caen a los niños. Deben dejárselos debajo de la almohada y les deja dinero en compensación.

*Tarada: Insulto, idiota.

*Haberse largado: En este contexto significa haber caido a su casa.

*Ojotas: Calzado de plástico económico y fresco.

*Too: También.

*Ser lo más: Ser el número uno, los más queridos, los más apreciados.

*Pelotudo: Insulto muy fuerte.

*Campari: Es un aperitivo con fuerte graduación alcohólica de color rojo.

*De un solo saque: De un solo trago, de un solo movimiento.

*Linda a cagarse: Que era hermosa.

*Badass: Es una expresión en inglés, quiere decir algo como "chica mala" en este caso.

*Really: Realmente.

*Ortiva: mal llevado, de mal genio.

*Service: Servicio.

*Pico: Breve beso de labios, sin lengua.

*Posta: De verdad.

*Boludo: En este contexto significa tonto.

*Cajetudo: Es un insulto bastante vulgar, "cajeta" es una forma de decirle al órgano sexual femenino.

*Pispear: Mirar de reojo o con disimulo.