Kimono (着物): es el vestido tradicional japonés, que fue la prenda de uso común hasta los primeros años de la posguerra. El término japonés mono significa 'cosa' y ki proviene de kiru, 'vestir, llevar puesto'.
Si se hubiera enterado que terminaría de esa manera, nunca le hubiera pedido el favor al emperador y mejor hubiera mandado a algún infiltrado, pero no quería causarse problemas por invadir territorios ajenos al que su emperador le ofrecía; aunque tal vez esa hubiera sido la mejor idea ¿Cómo fué que su orgullo había sido magullado tan fácilmente?
Oh, claro, fue cuándo el emperador Enji rasgó sus prendas junto a quemó sus alas, casi olvidaba eso; "Qué listo eres Hawks" se regañó mentalmente mientras se acomodaba mejor aquélla yukata, cuantas ganas de romperla tenía pero no lo haría, no estaría desnudo por su cuenta en el palacio de Enji, claro que no. ¿Qué tan masculina debía ser la emperatriz Todoroki para que sus prendas le quedarán? ¿A caso él era muy femenino?… NO. Él era masculino, era el mejor capitán militar de todo Edo y quién se lo negará podría probar su kat. —¡Gyaaa! — un gritó para nada masculino salió de sus labios mientras su estudiante Tokoyami le veía desde el marcó de la puerta sorprendido. —¡¿Cuántas veces te he dicho que toques?! ¡Me darás un infarto un día de estos!
—Lo siento.
—Podría estár follando con alguna Maiko y sabes que no puedes interrumpir a un hombre que yace con una dama…— no sabía a qué trataba de llegar con aquélla estúpida escusa, pero parecía funcionar —olvida eso último y para la próxima toca, por favor. — el chico asintió mientras le pedía disculpas. —Bueno, dime ¿Qué necesitas Tokoyami?
—¡Señor, encontraron a Mitsuki! La traen en el carruaje, al parecer vivía en la casa de un sastre que murió hace años.
—Ya veo… muchas gracias Tokoyami, puedes irte a descansar, yo estaré bien — le regaló una sonrisa al chico que se sonrojó para salirse corriendo, Hawks sólo lo miró irse, conocía al chico y sabía que se preocupaba por él, era un buen chico tal vez a éste paso sería su mano derecha.
El cantó de las cigarras acontecía la noche y su tranquilidad inminente, a primera hora vería a su hermana mayor y podría hacer que está asuma su papel en la familia, podría romper el trató de Enji e informarle a su verdadero emperador de la situación de Yokohama; aquél pelirrojo no sabía lo que había provocado, enserio no lo sabía.
Dos chicos yacen tirados sobre un futon, recuperando el aliento tras una cercanía secreta a todos sus conocidos.
―El emperador quiere que haga una misión para detener la rivalidad entre él y los Todoroki.
El otro le mirá sorprendido pero espera a que siga hablando, en especial porque aún no entiende qué tiene eso que ver con la tristeza reciente de Hawks.
―Pero eso no se puede hacer así como así; no se puede acabar con un clan entero y esperar que la gente lo acepte, menos si es un emperador, tal vez no tenga el carisma pero su gente le quiere y le tiene lealtad. Así que su plan es simple: hacer un trató matrimonial con los Todoroki…
Aquél lo comprende antes de que el rubio lo ponga en palabras.
Despeina el cabello con una mano. Y le besa para callarlo.
Y sus labios son suaves, porque Hawks entero es suave, porque aunque a veces pretenda estar hecho de la más fina madera, no es más que una delicada tela de seda que abriga su cuerpo desnudo por las noches.
Yacen juntos toda la madrugada, sus manos nostálgicas y sus piernas enredadas.
A la mañana siguiente, Hawks Shizuoka abandona el futon dónde ambos yacían para ir en busca de la pieza importante de su misión.
— Ni siquiera el amor puede salvarme de quemarme en las llamas del infierno, cariñó lo lamento, pero soy una cualquiera que se dejó tocar por otra mano que no es la tuya…— susurró Hawks mientras volvía a colocar aquélla pipa sobre sus labios mientras cerraba los ojos, recordando las caricias de su amante, tratando de borrar las manos que se atrevieron a borrar las marcas de su amante.
"Por favor gran Susanoo, crea una tormenta y evita que llegué a mi destino"
Es un pensamiento simple, libre de dramas. Era una petición casi imposible de cumplirse fue lo que se dijo mientras mantenía la cabeza gacha dentro de aquél carruaje en dirección al palacio del emperador Todoroki, el que pronto será su verdugo.
Sería el de su madre si Izuku y él no hubiese jugado con los hilos del destino hasta enmarañarlos todos. Porque cuando tomó el lugar de su madre, definitivamente terminó de reclamar su parte en todo este enredó, pudo haber mostrado su kirk, atacar y tal vez estaría huyendo junto a su madre y los Midoriya en dirección a Tokio.
En medio de toda esa maraña, es él quien ha terminado vistiendo un kimono que antes era de su madre, la impecabilidad de la seda interrumpida solo por algunos patrones de sakura. Es él quien va a al palacio, y se promete a sí mismo que, si sobrevive a la noche y su «emperador» no descubre el engaño, vendrá personalmente al templo para pedir perdón por el sacrilegio que está cometiendo ante el dios de la muerte que estaba buscando a su madre.
El carroaje arriba en la entrada frontal del palacio imperial y la comitiva de sirvientes y doncellas le reciben juntó a su tío, el emperador y el hijo del último; Bakugo puede ver por primera vez al hijo del emperador, Shoto Todoroki: es alto, su cabello bicolor está pulcramente peinado, y sus ojos hacen juego con el color de éste. Su mirada es amable en un rostro que parece tallado a mano, pero hay algo en el interior de sus ojos que intimida a Bakugo; como si Shoto guardase un sinfín de secretos y penas, y que todos estos supusiesen a malas noticias para el único secreto que él guarda y atesora con su vida.
El secreto que protege la vida de su madre.
En medio de sus alucinaciones, Bakugo no advierte que Shoto le extiende una mano; lo hace tardíamente, y se apresura a entregar la suya, un verdadero contraste en tamaño. Su piel es cálida, y no entiende por qué le sorprende.
—Bienvenida. Es un placer conocer a la hija mayor de los Shizuoka. Esperó que se sienta aliviada de haber llegado.— sabe que no tiene caso sentir alivio: la primera parte de su suplicio ha pasado, mas esto solo significa que inicia su tortura.
Intento sonreír mientras asentía, evitando hablar y que su voz le defraudará, ante su gestó su tío se acerca a ambos chicos para tocar los hombros de la fémina. —Perdón por robartela un momento, creó que mi hermana tiene náuseas y no queremos que te vomité encima; con su permiso joven Todoroki— y se llevó a la chica a un punto lejano donde no les escucharán, a la vez que ambos Todoroki daban la media vuelta para ingresar al palacio. El rostro de Hawks se volvió sombrío para ver fijamente a quien portaba las vestimentas de su hermana.
—¿Quién diablos eres y dónde está mi hermana? — preguntó al chico que abrió los ojos a desmedida, ¿Cómo fue posible que le descubrieran? —Cariño, se lo que estás pensando y créeme, mi hermana no es tan jóven y tiene el cabello tan rebelde cómo el tuyo. ¿Dime quién eres y tendré la misericordia de matarte yo antes de que algúno de esos malditos te toqué?
Bakugo asintió para abrir la boca y suspirar. —Soy su hijo, Bakugo Katsuki, mi madre me dejó cuándo mi padre murió, no se si éste viva… pensé en tomar para tratar de ver si estaba con usted. — mintió, no dejaría saberle que su madre estaba viva y escapaba junto a Inko.
—Lo sabía, nadie que no sea un Shizuoka puede tener los orbes carmín, pero por qué mentir… diablos, esto me jode mi plan. ¿Katsuki sabés lo que acabás de joder?
El rubio negó levemente mientras en su cabeza sonaba una burla, al parecer su lado grosero era de familia. —Acabaste de joder una maniobra militar demasiado importante. Perfecto.
—Oye, que me vengas en cara por tu ineptitud no es mi culpa, es tuya ya que fuiste el idiota que no pensó en la posibilidad de que la anciana de su hermana estuviera muerta.
—¡Oye no le digas anciana a mi hermana! Pudiste nacer mujer y ayudarme, pero no, ahora cómo ire a Tokio, bastardito gritó— Bakugo guardó silencio, su madre íba a Tokio, no, ni de joda dejaría que la atraparan, debía pensar algo rápido.
—Mira, si eso es tan importante para tí, creó que te puedo ayudar.
—Con que no eres tan inútil como pareces.
—¡Cállate pajarraco!… cómo sea. Te propongo fingir ser una mujer, presentame como tu sobrina ante el emperador y cuéntale lo que te dije.
—Tentador. ¿Cuál es la trampa en esto?
—No vayas a Tokio hasta dentro de dos semanas, por favor. Sólo eso — Hawks lo pensó un poco pero no podía negarse, aquél mocoso era su familia pero sobre todo le estaba ayudando a cumplir su misión.
—Vale, me parece perfecto. Pero si la arruinas te cortaré el pene con mis propias garras— amenazó con la sonrisa sádica que su madre solía darle junto a esa frase, si que eran familia ésos dos.
Caminaron tranquilos hasta la puerta y ser recibidos por Tokoyami quien le entregó una carta a Hawks quién la leyó por todo el camino al trono del emperador. —Ésto debe ser una broma…— fingió sorprenderse y arrugar un poco la carta del extremó que la sujetaba.
—Capitán Hawk, ¿Por qué la demora, acaso Mitsuki trato de escaparse?
—No… Emperador, debo decirle algo. — miró al rubio que asintió antes de siquiera hablar, —. Ella no es mi hermana mayor; al parecer mi hermana y su satre tuvieron una hija pero estos murieron por una extraña enfermedad, ella al parecer es mi sobrina… — Bakugo miró al suelo fingiendo culpa a la vez que Hawks le cubría un poco con sus alas para evitar qie alzara la vista.
—Ya veo, debe ser una decepción haber viajado tanto para nada.
—En eso se equivoca, Tokoyami me entregó una carta del emperador Toshinori y si usted la lee podra saber que éste viaje no fue para nada— entregó la carta al pelirrojo quien se la retiró violentamente, leyendo rápidamente la caligrafía del emperador de Tokio. Gruñó violentamente mientras sus llamas se hacían más intensas, asustando a ambos rubios mientras Shoto le veía con astió.
—¡¿Qué diablos quiere ese mestizo?! ¡No puedo desposar a una menor de edad! — Hawks y Shoto le miraron molestos, sabían que el emperador Enji era capaz de hasta casarse con un animal por su kirk, pero prefirieron no decir nada. —¡No firmaré este tratado!
—Esperé mi señor, tal vez usted no, pero su hijo Shoto tiene la misma edad que mi sobrina, aparte es el siguiente en el trono, son perfectos para el tratado, no sabemos que vendrá depués, no podemos estar peleados y que los extranjeros se aprovechen de eso. Claro que no, Edo debe tener a sus emperadores en paz. — se acercó un poco al pelirrojo para murmurale al oído algo que sólo ambos pudieron escuchar.
—Está bien. Me parece perfecto, pero antes de ofrecer a Shoto, necesito saber: ¿Cuál es el kirk de ella? — giró sus orbes aguamarinas en dirección a la chica que miró de reojo a su tío quién le indicó que estaba bien hacerlo. Bakugo suspiró profundamente para extender su mano derecha y generar una explosión que le cubrió hasta el codo, temiendo por quemar el kimono de su madre.
—Al parecer su kirk es de explosiones, mi padre y Mitsuki tenían el kirk de nitroglicerina pero por lo que puede ver, el padre de mi dulce sobrina tenía el de pirotecnia o eso es lo que creó. Pero imagínese explosiones de hielo y fuego, ¿Qué tan poderoso puede ser para sus enemigos? — la sonrisa de Enji se ensanchó imaginándose a híbridos con la apariencia de Shoto pero con ese kirk tan único, sería capaz de atacar a Tokio y el estúpido del emperador Toshinori no podría contra él.
Se miró al espejo por sexta vez del día, no pudiendo creer que aquél maquillaje le había sido puesto por su propio tío quién trataba inútilmente de cubrir el labio rotó que tenía en aquéllos instantes; dos semanas, dos jodidas semanas le dió el emperador para tomarse su tiempo y terminara de a prender aquella ceremonia. Sus ojos carmines hicieron contactó con los contrarios, quien le sonrió de la misma manera que su madre le hizo cuando escapaba, con lástima.
—Te ves hermoso Katsuki, si tu abuela estuviera viva no dejaría de presumirte. — le comentó mientras terminaba de pintar los labios del rubio menor con un atractivo rojo.
—Gracias.
Es lo que alcanza a decir mientras piensa que en medio de toda esa maraña, es él quien ha terminado vistiendo un blanco kimono matrimonial. Es él quien va a casarse, y se promete a sí mismo que, si su marido no descubre el engaño durante su noche de bodas, no volverá a llamar anciana a su madre.
En medio de sus pensamientos, Bakugo no advierte que Hawks le extiende una mano; lo hace tardíamente, y se apresura a entregar la suya, —Debes de estar tranquilo y no perderte tanto en tus pensamientos, no queremos que Enji descruba el plan. — asiente lentamente tratando de alejar aquellos pensamientos, eliminar sus preocupaciones debía tener la cabeza fría.
En todo el camino su rostro reflejaba tristeza, cuando se lleva a cabo el ritual típico de beber las tres copas de sake que ha ensayado por dos semanas, luce como si fuera una estatua de mármol. Sabe que no tiene caso sentir alivio: la primera parte de su suplicio ha pasado, más esto solo significa que inicia la tortura permanente.
Mientras sonríe y saluda a todos aquellos que han asistido a la ceremonia, entre militares y damas de alcurnia, Bakugo piensa en Izuku. Él, por supuesto, no está invitado a la fiesta. Su deber es velar por la seguridad de su madre y la señora Inko. Lejos de él.
Pero ahora, Bakugo piensa un poco mientras acepta sus obsequios de boda con una enorme sonrisa y recuerda la figura menuda que le espera por él en su cuarto, no puede imaginar a Izuku en el cuerpo de Shoto, no pude hacerlo. Bebe el sake que le ofrece Shoto sin saborearlo verdaderamente.
Todo le sabe amargo ahora.
Alto allí rufián! Con que actualizando seguido, ¿Qué planean locas?… es lo que han de pensar, pero no planeamos nada, sólo nos dió por actualizar, solo eso. ¿Qué piensan de la actitud de Katsuki en la boda?… Pero bueno otra pregunta my child's: ¿Qué piensan ustedes del bullying hacía los escritores? Nosotras entendemos que pueden llegar a desesperarse muchos con los hiatus pero hacer eso, no esta bien my child's, muchas veces tenemos problemas fuertes y debemos parar todo para no joder otras cosas, pero diganme que piensan. Nos leemos en la siguiente, besos y abrazos.
Erika Alana~
