Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.
—Diálogos—
—Pensamientos—
"FlashBack"
0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario
(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.
Tema de hoy: A Shindou lo contratan para espiar a Akane.
(AU/Romance/¿Drama?No sé qué otro ponerle XD)
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.:.:Dama de Rojo:.:.
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El parloteo de toda esa gente junto con la muy tenue música de fondo comenzaba a marearlo un poco, aunque quizás también tenía mucho que ver las varias copas de vino que había ingerido. A su alrededor una típica fiesta de alta clase se desollaba, hombres de traje hablando de negocios por aquí, hermosas solteras de cuerpo operado buscando marido con buena cuenta de banco por allá. Lo típico como dije.
¿Qué esa mujer no tenía vida social o amigos para ir a divertirse en ese tipo de reuniones?
Un castaño cenizo con ojos rojizos de unos 24 años suspiro, diciendo por su bien y el de su auto no beber más por esa noche o terminaría en un accidente. Sin embargo por más ganas que tuviera no podía dejar su puesto.
Volvió fijarse en su objetivo con la mínima y absurda esperanza e que se levantara e hiciera algo de una maldita vez además de ver alrededor sentada desde su mesa, jugar con su copa y responder con monosílabos cada que alguien intentaba apiadarse de ella y entablarle conversación. Repaso mentalmente los datos que se había obligado a aprender de ella.
Yamana Akane, 22 años, fecha de nacimiento 20-04-XX(*), Tipo sanguíneo B+, estudiante universitaria cursando su último semestre para la carrera de fotografía, la rama artística, contextura pequeña, muy delgada y bajita para su edad, largo cabello castaño crema y ojos amatista, hija única de empresario multimillonario dueño de empresas Yamana, cadena productora y distribuidora de todo tipo de aparatos tecnológicos, desde teléfonos, computadoras, hasta electrodomésticos, cámaras profesionales, pantallas y equipo de sonido, cualquier cosa imaginable estaba en sus catálogos excepto quizás máquinas y aparatos para usos médicos. Sin duda alguna un magnate en aquellos años de avance tecnológico y la jovencita que vigilaba toda una dama de alta sociedad.
Aunque tenía claro en hora y media de vigilancia que era una asocial de primera, o simplemente no le gustaban ese tipo de reuniones, parecía tan o más fastidiada que él, parecía no tener nada que hacer más que jugar con el champán de su copa, el cual ni había probado, y acomodar sin necesidad la falda de su largo vestido de noche rojo brillante. Shindou pensó que se veía un tanto graciosa, hermosa también, no lo negaba, pero ese vestido apegado a sus caderas y sin mangas o tirantes de escote redondo gritaba a los cuatro vientos que, quien quiera que lo haya elegido quería hacerla lucir mucho mayor, puesto que el rostro y el cuerpo que gastaba la jovencita la hacía lucir de no más de 17, quizás menos, era adorable.
La noche transcurrió sin más contratiempo de un par de jóvenes adinerados que buscaban "relacionarse" con la mayoría de las jovencitas de la fiesta, ya fueran invitadas especiales, o familiares directos de los peces gordos en el lugar. Ni siquiera tuvo que intervenir pues hasta a el mismo se le heló a sangre de tan cortantes respuestas y una nada sutil ni disimulada mandada al demonio.
Menos mal que la tipa era hija del mayor sospechoso a líder de la mafia organizada de Japón, si no ya se hubiera hachado ella solita más enemigos que su propio padre y unas cuantas balas con su nombre escrito, o al menos esa era su humilde opinión.
Había sido asignado como investigador a la pequeña hija de su mayor sospechoso y que tanto dolores de cabeza daba a sus jefes de la Unidad de avanzada contra Crímenes Especiales, perteneciente a los servicios secretos de Japon, (**) por lo que llevaba unos buenos 2 meses siguiendo a la chica, no entendía el por qué, en ese tipo de "trabajos" no se suele incluir a las mujeres, casi siempre eran las descendencias masculinas las que tomaban partidos en las transacciones o negocios, de igual modo debían cerciorarse y en todo caso, reunir pruebas para exonerar a la chica de todo cargo una vez hallan apresado a su padre.
Dicho así hasta sonaba un poco duro ser la hija de un aparente magnate multimillonario, jefe de mafia a medio tiempo y crecer y vivir rodeada de todo lujo imaginable…. No, en realidad no.
Días después, fue notificado de un ligero cambio de planes, y pasaría a ser un "infiltrado" más bajo las órdenes del gobierno, su tarea: ser el guarda espaldas y la sombra misma de Akane. No tenía ni idea de cómo demonios sus jefes habían hecho para que el padre o quien quiera que fuese el encargado de la joven –porque apostaría su carísimo piano luego de más de dos meses de ver su actitud a que no lo contrato por voluntad propia- lo aceptara como guardián de la jovencita.
No quiso hacer más preguntas y dejando a un lado por un rato la identidad de Shindou Takuto, paso a ser Kuroiwa Keita, un miembro de honor en una de las compañías de seguridad más grandes del continente asiático. Aunque algo que le dolió un poco-Mucho- en el alma fue tener que recortar un poco su cabello, seguía siendo algo largo y con ligeros rizos visibles, pero no le rozaban la barbilla y tenía un toque más desordenado, en fin debía adaptarse. (***)
En cuanto empezó con su trabajo la chica protesto, como predijo ella no quería verlo ni en pintura, se rehusaba a estar quieta y continuamente se escapaba para molestarlo.
Suspiro al dar la tercera vuelta al jardín de la enorme mansión que aparentemente solo ocupaba ella, ¿Por qué tenía que ser aparte de una niña malcriada tremendamente escurridiza y pequeña? Podría esconderse en cualquier lado con su tamaño. Con ese pensamiento le vino una idea, quizá debía aplicar un poco el método de "pensar como niño" para tratar de interactuar con alguien que actuaba como uno.
Con pasos tranquilos se dirigió al punto más tentador para "jugar a las escondidas", el invernadero del lugar, y una vez dentro fue cuestión de tiempo y de buena observación encontrar a la chica hecha bolita en un rincón rodeada de helechos y todo tipo de plata exótica, en el rincón más oscuro del sitio.
—La e encontrado Ojou-san, he ganado — Dijo con el tono más paciente que tenía extendiéndole la mano para ayudarla a salir de allí, no podía evitar actuar como un hermano mayor exhausto de cuidar a su hermanita. No se esperó recibir un manotazo que apartaba a que le extendía.
—No te necesito — Murmuro obstinada mirándolo con rencor ¿Qué demonios le había hecho para que actuara así? — Me he cuidado sola toda mi vida, a estas alturas no necesito una niñera — Parpadeo un par de veces al comprender, ese resentimiento que expresaba en sus ojos no era dirigido a él, seguramente era a sus padres y familia por no tener el tiempo para estar con ella, intuyo que había pasado la mayoría de su infancia siendo cuidada por terceros y pasando noches solitarias, en ese momento si sintió verdadera pena por ella.
—No me veas como una niñera entonces… Puedo ser lo que tú quieras — Dijo en un tono más suave que el que realmente deseo, arrodillándose enfrente de ella extendiendo su mano nuevamente, la joven quedo mirándolo confundida, pero sin poder evitar sentirse un poco cohibida al tener en frente y tan cerca de ella al típico estereotipo de "príncipe" al menos en apariencia, vestido elegantemente de traje con el plus de unos guantes cortos de cuero o algo parecido, que cubrían sus dedos pero no al completos sus manos(****) — Puedo convertirme en tú mejor amigo, o en tu más fiel sirviente, lo que usted desee señorita, pero no puedo soportar verla sufriendo de este modo — Ok, eso si no supo de dónde demonios salió, pero al menos ese método estaba funcionando para poder acercarse a al achica sin que lo odiase.
Agradecía a los dioses que funcionara, pues su trabajo se había facilitado, acompañaba a todas partes a la jovencita, aunque mas que ser un guarda espaldas era su sirviente personal, la llevaba a sus clases en la universidad pues ahora se negaba a que fuera el chofer de siempre, se encargaba el mismo de servirle las comidas preparadas por los chefs de la casa, e incluso en más de una ocasión se había descolocado mucho cuando en casos de fiestas, reuniones o simplemente ir a clases al día siguiente la chica le consultaba por su guardarropa. Deseo profundamente no haber escupido jamás eso de "fiel sirviente", aunque debía agradecer que la "princesita" no lo obligara a vestirle también, eso ya sí que sería el colmo y algo ridículo, él era agente del servicio secreto, no niñera. Pero claro no podía echarle en cara eso a ella.
Suspiro contra la bocina de su celular haciendo el reporte matutino por teléfono en su hora de descanso, en 3 meses más que había estado atendiendo a la única hija de los Yamana no había encontrado evidencias que la ligaran con los crímenes de su familia, más bien era absurda la burbuja de protección en la cual la rodeaban, una cierta parte de él se alivió, una vez todo terminara la chica no tendría problemas ni deudas con las autoridades, y en su empeño por averiguar todo lo posible, descubrió de paso que tampoco tenía "precio por su cabeza" por así decirlo entre los enemigos de su padre, al menos había sido lo suficientemente sensatos como para respaldar a la joven con una vida tranquila por si llegaba a suceder algo, ya fuera un asesinato, o una condena.
Enserio quería ignorar esa sensación de alivio, no debía preocuparse de más por ella, pero el hecho de que fuera un alma inocente entre todo ese círculo de delincuencia y crueldad lo tocaba, más aún tras comprender que no era una niña caprichosa, solo alguien en busca del cariño que nunca tubo y que parece encontró en él, se sentía triste, ¿Qué pasaría cuando se enterase que era una persona que ayudaba a hacer caer a su padre? ¿Lo odiaría y no lo querría ver más? Sacudió su cabeza en busca de alejar ese tipo de pensamiento, por supuesto que no la iba a ver más, independientemente de todo, el ya no sería su sirviente una vez todo terminara y volvería a su trabajo con la siguiente misión... No la vería nunca más...
—Kei-sama — Llamo una dulce y tranquila voz que conocía bien, dejo de ver perdidamente su teléfono para ocultarlo y atender a la chica que lo miraba curiosa y semi oculta tras la puerta de su cuarto, pues el mismo había salido al pasillo para atender la llamada de sus superiores, sonrió sincero dispuesto a volver con ella.
—Ya le he dicho que no debería llamarme así, se supone que la dama de alta clase aquí es usted — Le dijo en un sube tono de regaño, desde que las sirvientas del lugar se dirigían a él como "Kuroiwa-sama" la chica se había empeñado en fastidiarlo haciéndolo también pero con un diminutivo de su nombre.
—Pero tú eres mi guardián y el profesional aquí así que es obvio que te trate con respeto — Dijo entre risillas, aunque sabía que en el fondo solo era por tener una manera de nombrarlo que solo ella usara, así se volvería especial para él, y así era. Aunque le daba mucha lástima que no fuera su nombre real.
— ¿Cómo me llamarías si lo supieras? — No pudo evitar que el pensamiento fugas cruzara por su mente, sonriendo de manera triste entrando de vuelta a la enorme habitación de la fotógrafa en formación.
— ¿Ha terminado ya sus deberes? — Pregunto siempre cortes, aunque con un claro tono de burla, siempre lo hacía en una broma privada con ella, debido a la gran cantidad de tareas que le ocasionaba la universidad y a que ella no quería hacerlas para nada, pero igual terminaba haciendo, ya fuera por deber –Aunque lo ocultara la castaña tenía un gran sentido de la responsabilidad- o por que él la obligaba.
—Eres maligno —Murmuro con el ceño fruncido hacia él viendo la enorme pila de tareas gracias a dios ya hechas en su escritorio, este solo le contesto con su sonrisa de niño ángel que no rompe un plato.
—Me alegra que terminara — Dijo en respuesta, no entendía como podía divertirse tanto cuando se supone que solo trabajaba — Es el último proyecto para graduarse ¿Cierto? — Hablo acercándose y tomando el gran libro empastado, pasando las páginas se podía ver que era un libro conceptual lleno en cada página de fotografías.
—Me costó una eternidad hacer el trabajo por escrito, pero por fin saldré de todo eso — Mientras el de traje seguía ojeando foto por foto ella se tiraba en uno de los sofás cercanos — Aunque, ahora todo será aburrido en mi vida… — Suspiro algo contrariada.
— ¿Qué quiere decir?
—No es como si pudiera ejercer mi carrera fuera cual fuera, por eso mis padres me dejaron estudiar algo como la fotografía, de ahora en adelante viviré aquí encerrada llena de lujos y sin poder hacer nada por mí misma — Hablaba más para si recostándose y mirando al techo, el dejo con cuidado el libro para verla.
— ¿No es tu decisión? Deberías hacer lo que quieras con tu vida, estoy más que seguro que no elegiste la fotografía porque si, realmente amas tomar fotos — Se sentó un tanto alejado de donde ella se recostaba, pero ignorando esto la chica fue a gatas para recostarse de sus piernas como un gato buscando mimos.
—Mi padre dirá que es innecesario que busque un empleo, aparte de la charla de lo peligroso que es porque podrían secuéstrame para matarme y bla bla bla… Las mismas patrañas de siempre — Utilizando sus piernas como almohada miraba hacia su cuerpo, lucia de nuevo esos ojos triste que ponía cuando hablaba de su familia.
—No deberías menospreciar tu seguridad, eres muy importante para ellos… — Trato de confortarla como siempre usando una mano para adormilarla acariciando su cabeza y cabello, recibió un bufido como respuesta.
—Podría ponerle a una de las sirvientas una peluca que fuera igual a mi cabello y ese viejo ni notaria la diferencia — Bufo con las mejillas hinchadas, él no pudo evitar sonreír, era bastante probable después de todo.
—En ese caso cambiare mi frase, eres muy importante para mi… — Se le escapo, no debería haber dicho eso, pero mirarla reposara sobre sus piernas tan tranquila y rebajada lo había llevado a el mismo a un estado adormecido. Trago grueso arrepintiéndose al sentirla tensarse y levantarse, para mirarlo fijamente con esos ojos lilas que lo mataban y el ligero sonrojo que siempre adoraba ver en ella por su causa… estaba tan jodido…
Sin darle tiempo a reclamar en un movimiento veloz y bien entrenado termino sentada sobre las piernas del castaño donde antes reposaba su cabeza, por la sorpresa e instintivamente para que no cayera de espaldas la rodeo con sus brazos, incuso ganando altura por estar sentada sobre él le faltaban un par de centímetros para pasarlo, pero era suficiente para estar cara a cara.
—Lo siento, yo… — Shindou tuvo que morderse la lengua, buscando alguna clase de castigo a si mismo por no poder reprimir aquello antes que saliera.
—Bésame…
Como si hubiera cortado el aire de un solo tajo, ambos retuvieron el aire, muriendo cualquier otra cosa que quisieran decir, el apretó su abrazo sonriéndole de manera cálida y amable, pero no hizo esfuerzo o movimiento algún para seguir u orden.
—Sabes que no puedo, no deberíamos…
—Cállate y solo hazlo como las otras veces — Lo corto antes de que le siguiera con sus discursos y excusas — Es tu culpa por decirme esas cosas —Murmuraba suavemente con las mejillas encendidas, era tan adorable verla así, no se imaginaba cuanto tenía que contenerse , sintió sus manos hacer puños sobre su pecho, estrujando parte de su camisa, poco le importaba, solo estaba consciente de la mirada de súplica que le mandaba, por más que intento no logro poner objeciones al momento en que ella disminuía las distancias y chocaba con sus labios, un roce superficial y suave, irreal, guiado por ella, tímidamente movía sus labios, no tenía que esperar mucho más luego de ese primer contacto, guió una de sus manos a detrás de su cuello, acercándola más, volviendo el beso más pasional y agresivo, sin dejar de lado las ansias y cariño que ambos demostraban, se auto obligo a parar al notar que había empezado a morder y llevar bastante más allá el húmedo beso.
—Eres mala para mi cordura — Murmuro contra sus labios en lo que ella soltaba un jadeo buscando aire — No puedo hacer esto… — Dijo más para sí mismo dejando caer la cabeza en el respaldo del sofá mirando al techo ¿Cuántas veces había caído en la misma situación? ¿Cuántas veces se había prometido que sería la última vez que pasara y aun así volvía a lo mismo? Gruño con desespero al sentirla acurrucarse sobre él, ¿Qué no entendía que no podía hacer eso?
No debía enamorarse, eso se repetía siempre, cada vez que la miraba, pero aun así no podía evitar sentir un vuelco en el corazón y buscara cada mínimo contacto, sabía que todo se iría al demonio cuando ella supiera quien realmente era, quizá incluso lo odiaría por hundir a su familia, aunque no es que ella fuera muy apegada a ellos, pero existía aun la posibilidad, y solo sufriría por ello, sin embargo no la quería hacer sufrir a ella, le había dejado en claro más de una vez que se había enamorado.
No sabía si reír o llorar, era correspondido pero aun así no estaba bien aceptarla por más que fuera reciproco, primero que todo había estado mintiéndole desde que la conoció, segundo no podía estar involucrado en una relación sentimental con alguien relacionado al caso en el que trabajaba. Valla mierda con todo.
Escogiera lo que escogiera terminaría lastimando a Akane y era lo menos que quería.
— ¿Por qué no me rechazas de una vez? — El lúgubre y entrecortado murmullo venia e ella, aferrada a su camisa encorvada sobre el buscando esconderse, no quería llorar, no quería parecer una niñita pero las emociones siempre le ganaban — Es obvio que no me quieres de esa forma…
—Es complicado, en primeras no debiste enamorarte de una farsa… — Murmuro en respuesta con cierto dolor — Igual que esta farsa no debió enamorarse de ti.
—Pero lo hice…— Levanto la vista cristalina con por las lágrimas, una respuesta que no esperaba —Porque sé que no eres una farsa, la persona amable que siempre está conmigo es real, aunque no sepa su nombre — Sonrió sutilmente ante la impresión del castaño, que solo con mirarla a los ojos pudo comprender, ella sabía algo, lo sabía.
—Tu… — Frunció el ceño cambiando de actitud — ¿De qué demonios hablas?
—Sé que nunca me has dicho tu nombre de verdad, sé que trabajas para alguien que va tras mi padre o mi familia, incluso tras de mí, no sé por qué, no sé para qué, pero viniste aquí por un motivo y cuidarme a mí fue la excusa perfecta — Sonrió al ver la mirada aturdida del castaño, había dado en el blanco a pesar de que en su mente pensaba que se estaba armado películas ella sola solo por haber escuchado un par de conversaciones — Escuche un par de ocasiones, por accidente cuando hablabas por teléfono.
—Esto no puede estar pasando — Gruño pasando las manos por su rostro hasta su cabello en gesto cansado — ¿Dijiste algo a alguien? — La chica negó casi de inmediato — Akane, tú y yo podemos estar en peligro ahora mismo si se lo dijiste a alguien, o si escribiste en cualquier lado sobre el tema o lo que sea — La tomo de los hombros para acercarla y hablar tan seriamente como cualquier padre riñendo a su hija, sus ojos demostraban nerviosismo y sobre todo miedo, ¿Cómo podría perdonarse si la ponía en peligro?
—Lo juro, nunca dije nada a nadie, más bien creí que yo estaba imaginando cosas por leer muchas novelas de misterio — Aseguro también un tanto asustada, incluso cuando no tenía ni idea de lo que sucedía ni porque alguien se hacía pasar por su empleado de su padre para averiguar cosas de el — Tu, ustedes… Van tras mi padre ¿Cierto? Tras mi familia — Murmuro mirando fijamente al hombre que tenía enfrente, aunque se derritió al sentir los brazos de este rodeándola, todo miedo la abandono en cuanto estuvo rodeada y protegida por él, se dio el lujo de descansar su rígido cuerpo y solo disfrutar del cálido contacto.
—Estarás bien, juro por mi vida que nada malo te pasara a ti — El corazón de las más pequeña brinco, ya que sonaba como si él se asegurara personalmente de cuidarla de verdad, no como parte de un trabajo o de una fachada, sonaba real.
—Entonces si es por mi familia — Dijo más para si como una afirmación, lo sintió tensarse en su abrazo.
—Lo siento… — Murmuro contra su hombro, entre avergonzado y culpable, no quería lastimar a la chica pero su familia había hecho cosas imperdonables, quitado vidas, dejado a niños sin padres y madres, arruinándole la vida a terceros inocentes, eso debía parar. Pero no encontraba como decirle todo eso a la joven.
—No es nada — La sintió negar, sorprendentemente tranquila.
—Son tus padres…
—Padres que no se molestaban ni una vez en venir a mis cumpleaños, a mis graduaciones, en las navidades solo eran puras reuniones y excusas para hacer negocios, seamos sinceros, si yo no les importo ellos tampoco a mí — Su voz sonaba un poco rota, pero decidida — Pero tu si eres importante para mí — Se separó para mirarlo, casi suplicante.
—Incluso después de que todo pase… Yo… — Debía decirle que no podían, no debería involucrarse con nadie relacionado a los casos que llevaba, pero aun así la queja, la quería tener junto a él y poder abrazarla todas las noches, verla al despertar a su lado, besarla todo lo que quisiera, ella quien vio la duda en su mirada no perdió tiempo en intentar borrar todo rastro de ella con sus labios, siendo correspondida luego de una fiera lucha interna del castaño.
—Odio que pienses tanto… — Mentira. Y ambos lo sabían, amaba todo de él, pero aun así en esa situación no se contuvo de susurra aquello contra sus labios.
—Yo odio que seas tan mala influencia para mí — Volvió a besarla, sabiendo bien que a esas altura había caído en las redes de es malcriada, terca, y molesta "dama de alta sociedad"
Ambos perdieron el liento más de una vez entre beso y beso, caricia a caricia, poco a poco varias cosas comenzaron a sobrar entre ellos. No querían pensar en el futuro, ya se las arreglarían luego de todo el enredo entre la familia de ella y el trabajo de él.
Por ahora la única preocupación de Shindou era buscar marcar discretamente la nívea piel de su cuello sin que ella lo notara en esos momentos.
Ah, y grabarse a fuego que en el futuro insistiera a la chica que usara mucho más seguido el color rojo en sus prendas.
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(*)Como ven me lo estoy inventando todo muy hard :v
(**) El nombre es real pero ni puta idea de si se hacen cargo de casos como esos XD en mi universo si :v (?
(***) Busquen imágenes de Dazai del anime Boungou Stray Dogs y ese es el peinado clavadito que le imagine Shindou para esta historia *se muere de una hemorragia nasal* -/u/-
(****) Busquen Imágenes de Miketsukami del anime Inu x Boku SS y ese es el traje que le describo, mas que todo esos guantes que no le cubren toda la mano que no se por que me parecen de lo mas sexy ò/ó
Me voy de la vida :,v /
El más largo con diferencia de todos XD No sé si quedo muy bien, pero sí que tarde más de 2 semanas en esta cosa, si, por estos fics largos me atraso porque me entra la weba ._.
Pero buee, que más queda XD
Nos vemos en el siguiente ;)
ATT:Maria Violet. Bye Bye ;D
