Kagura (神楽): Es una antigua ceremonia teatral japonesa, con danza y música, en honor a los dioses de la religión sintoísta. El evento consta de numerosos actos, divididos en dos partes principales. La primera, ritual, consiste en preparar el espacio, za (座), en el que el kami se manifestará. La segunda parte recoge la representación llevada a cabo por sacerdotes para el entretenimiento de la deidad y de la audiencia.
Estaba molesto, claro que lo estaba, frente a él estaba aquel chico por el que Katsuki amaba y para joderle la vida, le suplicaba que dejará a Katsuki.
—Por favor, se que lo que comentaron mis padres no es nada sencillo, pero porfavor déjale ir, ella no te ama y nunca lo hará...— ambos chicos estaban a las afueras del castillo de Tokio, Shōto había salido hecho una furia, dejando a Inasa con los emperadores, pensaba irse de regreso a Yokohama y dejar que aquellos, no pensaba dialogar con ellos pero el próximo emperador de Tokio le siguió, tratando de charlar tranquilamente ahora sin la interrumpió de sus padres pero Shōto no lo tomó de buena gana, encendiendo sus llamas en modo de amenaza, no íba a dejar que ellos decidieran más en su vida y la de Katsuki.
—¿Cómo demonios sabes que ella no me amá?
—Porque yo la conozco desde niños, se cada pequeño detalle de su vida, le amó con todo mi ser...
—Si eso fuera cierto no hubieras dejado que tus padres la enviarán como tratado de paz, hubieras invadido Yokohama por ella pero no lo hiciste... ¿creés que ella aún te ama?
Izuku soltó el brazo derecho del jóven para mirar al sueño, era cierto, él había dejado que Katsuki fuera la esposa de aquél joven y en ningún momento pensó en ir por él, ¿acaso no lo amaba? Claro que si... no. No debía mentirse, no le amaba, sólo le atraía como cuando tienes algo que los demás niños no tienen, si de verdad le amaba tanto como decía porque nunca pensó en interrumpir la boda e ir por él, aún sobre lo que Enji y los demás invitados le hicieran. Pero no fue así...
—Y-yo... prefiero que Kacchan me lo diga con sus propias palabras... mientras tanto no creeré nada de lo que dígas...— Ah, ¿Por qué decía eso? Era más que sencillo que Kacchan lo golpeará por a parecerse a que le dijera que lo amaba, si que era estúpido.
—Como usted deseé, mañana en la noche mis hombres y yo emprenderemos el viaje de regresaremos a Yokohama, usted deber de estar con su caballo y sus cosas a más tardar cuando los rayos de sol toquen el suelo, si usted no está tomaré eso como una rendida pacífica, ¿Queda claro emperador? — la mirada de Shōto era igual a la de su padre, estaba molestó y mucho pero aún así sabía controlarse.
—Si. Créame que no me rendiré tan fácil con Katsuki.
—Eso espero emperador, eso esperó...
Katsuki había salido del templo cuando la miko rubia entró a su habitación para invitarle a salir, le pareció una buena idea conocer los alrededores de Tokio y quien sabe, capaz se topaba con su esposo.
—Nee, Kats. ¿Qué se siente ser la heredera de Osaka? — preguntó con curiosidad mientras el de ojos carmín miraba con detenimiento la fuente donde habían peces koi.
—No lo se, nunca conocí Osaka, nací y me crié en Yokohama así que no sabría como contestarte. — levantó los hombros es un signó de poca importancia mientras la chica asentía para jalarle a una biblioteca donde varios pergaminos eran almacenados, un chico de ojos rasgados y cabello de un color morado saludó a la rubia para indicarle algo que él no logró escuchar.
—Vamos Kats, sígueme— le hizo un ademán con la mano mientras sacaba un pergamino de curioso color rojo, abriéndolo en una mesa mientras el rubio se acercaba. —tu familia es muy importante, siempre han sido parte importante de la historia militar de Edo, se sabe que los terrenos originales de tu familia son los de Shizouka pero gracias al apoyo que le brindaron a Tokio, la familia del emperador les hizo entrega de Osaka; según los rumores Osaka está lleno de barrios rojos, al parecer tu abuela era una sirvienta en estos lugares. — Bakugo le miró con sorpresa, un barrio rojo juntó a los Hanamashi aquellos lugares donde los soldados y demás hombre de Edo iban a tener relaciones sexuales con una geisha o maiko que podría ser un hombre o una mujer, en aquéllos lugares no importaban las orientaciones sólo el dinero que conseguían; se cree que los vástagos de estas mujeres deben de cumplir el mismo rol que los de su progenitora ya que según los dueños de los Hanamashi son creados para procrear y seducir.
—Eso es asqueroso...
—Si, lo és... sabes si no fuera por el capitán Hawks yo estaría trabajando en uno— aquél comentario hizo que Bakugo le mirará con atención, notando los labios temblorosos de la joven. —gracias a mi kirk, mis padres me vendieron a un Hanamashi, tenía apenas siete años que niña esperaría que sus padres le hiceran eso... viví sólo unos meses, el capitán me compró y me dijo que viviría en el templo desde ese momento me convertí en una miko...
—No lo sabía, lo lamento Camie.
—No tienes que lamentarse, sabes cada vez que pienso en eso agradezco haberme topado con el capitán en aquél jardín de flores y hasta la fecha le estoy agradecida.
—Suena como un buen hombre.
—Lo es, aunque es algo tonto; cuando empecé a vivir en el templo Yō me contaba que el capitán tenía anhelos de ser tan valiente como el emperador Enji, era gracioso verle hablar de él con esos brillos en los ojos. Kats, dime, ¿Quieres qué te continúe contando de tu familia?
Bakugo asintió viendo a la chica sonreír complacida mientras se levantaba a buscar más pergaminos mientras el chico de cabellos morados le regañaba por desordenarlos.
La copa de Sake que en algunos momentos estaba de pié ahora era estaba desperdigada por todo el suelo del templo mientras un chico rubio era amarrado de boca y brazos por un hombre pelirrojo, sus ojos estaban llenos de lágrimas, no podía dejar de temblar y llorar; ¿Dónde estaba su orgullo y sus ganas de luchar?... muertas, eso era lo que estaban, había tratado de borrar todo afecto al emperador Enji cuándo lo conoció por primera vez junto a producirle odió cada vez que le recordaba, pero le era imposible, aquél hombre había sido su figura a seguir y ahora aquél hombre le amarraba contra su voluntad míentras una de sus manos sujetaba sus alas con fuerza, como si quisiera arrancarlas.
—Tu y mi esposa son lo mismo, suciedad resultante de la mezcla impura de un linaje puro, ambos son descendites de una ramera que enamoró a un hombre importante, ambos son lo único de su familia y sobre todo ambos me son tan cautivantes— Enji jaló un poco la tela del kimono de Hawks, dejando al descubierto sus hombros pálidos, mordiéndole con fuerza logrando sacar un hilito de sangre, Hawk grito ahogadamente gracias a la mordaza en su boca mientras pataleaba con fuerza, tratando de golpear a su agresor. —pero sabés, olvidaré el hecho de que Natsu fue el maldito cotilleja que les confesó todo a su hermano y a mi esposa, olvidaré a mi hijo y todo lo qie conlleva darle la información de las joyas del imperio al samurai negro si tú, — ahora besó la herida del jóven que tembló atemorizado. — huyes conmigo a Nagasaki.
Hawks le miró con temor, con aquellos rubí empadados en miedo y terror, aquéllos ojos que le hacían recordar los tenues grises que le miraban con pavor y dulzura, tratando de ablandar su corazón con un amor que Enji nunca correspondió, no se arrepentía de ninguna de las cosas que le hizo a su esposa, todo fue para dejar que su descendencia fuera fuerte y capaz, los demás eran fallos; Fuyumi una chica débil con un kirk de hielo que le era difícil de controlar, Natsu un kirk poderoso de hielo pero poco liderazgo y fuerza, Touya una llama del mismo infierno, un chico con las capacidades aptas para ser un soldado pero muy dependiente con su madre como todos sus demás vástagos, hasta la llegada de Shōto, un híbrido con las capacidades mejoradas de ambos, emocional pero con su entrenamiento resultó ser el mejor soldado de todo Edo, un heredero dignó del gran Susanoo.
—Mi hijo siempre lloraba por su madre, tal vez por eso de fijó en alguien como tu; ambos son lo mismo. — le dió una patada en el estómago haciendo que el chico se encogiera del dolor. —. El último heredero directo de los legendarios guerreros Shizouka, es una pena que todos vean a tu familia como una moneda de cambio sin sentimientos, tu y tu sobrina sólo existen para crear alianzas y abrir las piernas como la zorra de la señora Shizouka, siempre atractiva y salvaje pero en realidad era una cualquiera, tu padre la compró por estas hermosas alas.
Que se callará, rogaba porque se callará. Su padre no era igual a él, nunca fué igual a él, su padre amaba a su madre con devoción aún si ella era cruel o despiadada con los sirvientes siempre le amó sobre la razón, la compró y la sacó de allí porque la amaba, nunca fue por su kirk, siempre por amor.
—Sabes, no me importa lo que pienses — le dió un golpe con fuerza al chico dejándolo inconsciente para poder levantarlo y cargalo sobre su hombro y salir de aquél lugar.
No se topó al chico azabache de hace unos minutos, pensando que tal vez habría escapado así que subió con a Hawks a una carroza mientras el conducía.
Para los que pensaron que la pregunta de fresa o chocolate déjenme decirles, que eso era random, otra cosa ¿Que piensan de lo sucedido en este capitulo?
Alana
