Matsuri (祭り): son uno de los rituales más importantes de la sociedad japonesa, tienennel fin de celebrar conceptos básicos del ser humano aunque muchos surgieron del Japón rural y tienen un origen claramente agrícola, existen otros matsuri dedicados a recordar eventos históricos como grandes batallas o leyendas y mitos específicos de cada región.

Cuatro meses, cuatro largos e interminables en los que nadie podía encontrar a Hawks, muchas cosas ocurrieron en ese tiempo y entre ellas la modificación del palacio imperial de la familia Todoroki a Osaka juntó a que Izuku Yagi tomo el cargó de su padre Toshinori juntó a casarse junto a la campesina de Ochako Uraraka, además de que se esperá un futuro pleno para Edo.

Inasa y Tokoyami fueron los únicos samurai que no se han rendido, cada uno con un motivó; Inasa descubrió que Enji fué el que secuestro a Hawks y lo traería a Shōto para que su juicio fuera preparado mientras Tokoyami buscaba a quien era su señor y protector.

—Mis señores— era la voz cansada de Inasa, en su rostro se admiraba el cansancio que la busqueda plantaba en su ser, Shōto y Katsuki le miraron con preocupación, arrodillándose para ver al samurai. —Pudimos escuchar de unos campesinos que vieron a una mujer de bellas alas carmesí caminar juntó a un hombre de cabellos cobrizos y una horrible cicatriz en Nagoya.

—¿Mujer? Inasa, mi tío era hombre, no una mujer.

—Lo sabemos, pero puede que su cabello haya crecido y la hayan confundido así que no sabríamos si en realidad es él.

—No debemos perder más tiempo, conozco a mi padre y se que él es un monstruo, vayan a Nagoya y localicen a esos dos, traiganlos a Osaka para interrogarlos cuanto antes. — indicó Shōto mientras se levantaba juntó a Bakugo que le veía con duda.

—Si mi señor.

Inasa se levantó para volver a colocarse su cascó e ir a hablar con sus hombres; Bakugo se giró para ver a su esposo con duda, su rostro estaba maquillado al igual que una maiko juntó a tener el kimono de su abuela, aquél kimono oscuro que en las mangas tenia bordados que le hacian ver como largas alas oscuras. —¿Qué tramas Shōto?

—Nada dulzura, sólo pido que traigan a tu tío aquí, sólo te hago feliz. — beso la mano de su esposa que le miró molesta.

—No, Shōto dime la verdad, ¿Para que pides que traigan a unos campesinos inocentes?

Suspiró profundamente para ver nos carmesí molestos de Bakugo. —Algo adentro de mi me dice que ellos son Hawks y mi padre.

Pasaron dos meses más de búsquedas interminables y nada, Shōto decidió detener todo y explicarle a Katsuki. Asintió tranquilo, mirando la pluma carmesí que no habian encontrado junto al cadáver de Touya Todoroki; Shōto no mencionó nada sobre su hermano, pero supo que estaba devastado, su hermano seguía vivo todo el tiempo y le hizo pensar que estaba muerto, un golpe bajo a su corazón.

Algunas veces salían de la rutina, caminando tranquilos por las calles de Osaka, sólo que Katsuki debía estar maquillado como una maiko para hacer creer a la gente que era mujer y no sospecharan de él. Algunas veces Katsuki seguía a alguna persona que tenían cabellos rubios o alas de color carmesí, notando a veces que eran simples alas de murciélago y no de halcón como las de su tío. Eso fue hasta en la tarde, Shōto y él fueron a un templo cercano de un momento su esposo le pidió que esperará por él en el templo, asintió viendo la figura de Shōto correr sin dirección alguna.

—¡Esperé, deténgase ahora mismo! — gritó cuando aquél hombre de cabellos cobrizos cargaba en brazos un bebé de hermoso cabellos blancos que alzaba ligeramente su pecho en indicación de sueño.

—Shōto…

—¿Todo este tiempo te ocultaste aquí? ¿Por qué? — preguntó con la voz quebradiza mientras el pequeño bufaba en clara indicación de que planeaba llorar.

—No se de lo que habla, sólo soy un padre de familia con su hijo recién nacido. — Shōto gruñó molestó activando su kirk de hielo pero el hombre de cabellos cobrizos se lo detuvo y le miró molesto. —¿¡Estas loco?! Podrías dañar al bebé.

—¿Como si esa mierda te importará? Nos hiciste sufrir a todos por tu jodida mejora genética y planeas que te crea eso de que te preocupas por ÉL— habló con un ligero tono de molestia viendo como Enji bajaba la mirada para ver como el pequeño bebé sollozaba levemente.

—No es mi hijo, es de tu hermano y Hawks Shizouka.

—¿Qué?

—Hawks era hijo de una prostituta, una mujer de un barrió rojo, era de esperarse que ambos de sus hijos tuvieran la capacidad de engendrar, en los barrios rojos se obliga a sus trabajadores tener hijos con quien pagué más. Fui por él, sabía que tu hermano y él estaban juntos y me dió celos que lo mencionara, cuando me dí cuenta de lo que hice, Touya estaba gravemente herido y faltaba poco para que su vida se extinguiera, desde tu madre no puedo tener hijos, era claro que este pequeño era de tu hermano.

—¿Porqué huiste con él? ¿Porqué no simplemente lo amenzaste y huiste?

—Porque me llegué a enamorar a Hawks. Al momento en que dió a luz la fiebre le atacó y murió a los pocos segundos.

Ese comentario dejo a Shōto pasmado, nunca se espero escuchar eso de su padre, dirigió la mirada al pequeño, notando las marcas de los ojos de Hawks pero el cabello blanco de Touya.

—Lo cuidaré yo.

—¿De qué hablás?

—Eres un padre terrible, Katsuki estuvo preocupada en demasía por Hawks merece saber que sucedió con su tío. — Enji asintió entregando al pequeño niño que al momento que le fue entregado a Shōto una sonrisa diminuta se plasmó en su rostro infantil haciendo que Shōto sonriera de igual manera. —¿Qué haras ahora padre? — miró al hombre viendo como este se daba la media vuelta.

—No me vuelvas a buscar, ire a visitar a mis dos esposas. — Shōto entendía a lo que se refería, sabía que iría a Yokohama a la tumba de Rei y tal vez a la de Hawks. A los segundos imitó las acciones de su padre, yendo de regreso con Katsuki quien estaba a las afueras del templo con un gesto preocupado

—¿A dónde fuiste?… ¿y ese bebé?

—Es lo que buscábamos.

—¿De qué hablás?

—No quiero. — bufó un niño de cabellos blancos y pequeñas alas de un color carmesí que hacian juego con sus ojos agua marina.

—Me importa una mierda, debes maquillarte el rostro para ir a visitar a los Yagi. — contestó molestó Katsuki mientras pintaba el rostro de blanco y colocaba un polvo rosáceo en los párpados.

—¡A mi tampoco me importa! — gritó molesto para mover el rostro y pintarse demás haciendo gruñir a Katsuki.

—¡Maldito mocoso mal agradecido! — le dio un golpe en la cabeza haciendo que el pequeño le mirara con los ojos vidriosos. —¡No hagás esas jodidas muecas! ¡Es tu culpa por moverte!

—¿Por qué tanto grito? ¿Qué sucede aquí? — preguntó Shōto ataviado en sus prendas reales mientras veía a su hijo y a su esposa molestos.

—Es su culpa. — señaló Katsuki al niño que se cubría la cabeza en señal de defensa.

—Ustedes son incorregibles… — suspiró profundamente mientras ambos fruncían el seño al de cabellos bicolor.

Ambos pequeños corrían por el jardín real de Tokio, Izuku y Uraraka veían a su hijo correr con el pequeño de los Todoroki, los padres del último se habían alejado para hablar solos y pensar un poco.

Lejos de los pequeños dos personas se besaban bajó un árbol de cerezo, las manos de Shōto tenían manchas blancas mientras sus labios manchas de la pintura roja de Katsuki, ambos sonreían y se miraban con amor.

—Después de todo este tiempo me siento feliz y pleno, lo tengo todo. A tí y a nuestro hijo. — susurró Katsuki mientras Shōto sujetaba sus manos con fuerza.

—¿Qué haremos despues de esto? — Preguntó Shōto mientras sacaba la kusanagi de sus prendas.

—Depende de ti, es parte de tu familia, el último recuerdo de tu madre.

—Si, pero también gracias a este objetó fue todo su sufrimiento, no quiero que nuestro hijo sufra por esta estupidez, así que…

—Te apoyaré en todo momento.

Shōto se soltó para lanzar al arrolló aquella arma que en algún momento fue tallada por Susanoo, sabia que se perdería en el mar y nadie la podría recuperar pero valía el costo, aquéllo solo habia traído desgracias a su familia.

—¿Me seguirás amando aunque haya perdido lo que me hacia un dios? — susurró Shōto mientras su rostro era atraído por Katsuki.

—Claro que lo haré, ¿Qué clase de pregunta estúpida fue esa? — Shōto sonrió por sus palabras para alzarle mientras atacaba sus labios.

Siglo XXI

—Y aquí tenemos una pintura de la última familia real de Osaka, se sabe poco de ellos pero de lo que estamos seguros es que eran los familiares del dios Susanoo gracias a la katana y el kimono que portaban…— una rubia dió la media vuelta, le aburría aquéllo así que decidió salir siendo seguida por su compañero de clase.

—Bakugo, ¿Planeas ir a alguna parte?— la voz de Todoroki le hizo voltear con molestia.

—¿Te importa una mierda, no Invierano? — le contestó tajantemente mientras se burlaba de su kirk.

—Claro que si, después de todo, eres mi novia. — Se acercó a la chica que tomó un adorable tono carmesí.

—Eres un estúpido.

—Si, pero así me amas. — sonrió haciendo que su novia le girara el rostro. —Sabes te parecías a la chica de la pintura que habló la profesora Midnight.

—Bastardo idiota, si hubiera vivido en otra época no volvería a elegirte, ya en esta vida me causas problemas no me imagino en la otra. — Shōto sonrió, sabía que ella también lo notó y por eso se había salido.

—Bueno, si yo tuviera que elegir vivir una vida nueva perfecta pero sin conocerte, elegiría la horrible donde tu estés. — abrazo a la rubia que recargó su cabeza en el cuello de su novio.

—Yo también.

—Te amo Bakugo Katsuki.

—Y yo a tí, Todoroki Shōto.

Y aquí termina esta historia, estamos muy agradecidas por todo el apoyo que tuvimos, desde sus lecturas hasta sus comentarios, enserio se lo agradecemos. Si ustedes desean sera publicado un epílogo del cual sabremos que pasará con Bakugo y Shōto en el futuro pero eso tardará. En serio muchas gracias por todo, nos leemos en otra historia.

Erika Alana~