Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.
—Diálogos—
—Pensamientos—
"FlashBack"
0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario
(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.
Tema de hoy: Akane y Shindou se encuentran cuando Akane encuentra a la mascota perdida de Shindou.
(AU/Romance/FriendShip)
Aviso:
El capítulo de hoy estaba basado levemente en la historia del WebManga Horimiya, propiedad del mangaka HERO, sin embargo solo me baso en la trama base y los los primero capis, no tiene Spoiler alguno XD
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.:.:Fachadas:.:.
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Suspire frustrado dejándome caer sobre mi mullida cama, una cama normal como la que cualquier otro adolescente tendría, en una habitación normal, quizás solo un tanto más moderna y ordenada, pero dentro de cualquier entandar si es que existe algo similar para una dichosa habitación. Nada como lo que los ridículos rumores que corren sobre mí en mi escuela, solo por tener padres "famosos" automáticamente gano el estatus de ser de "clase alta" por lo que la gente se genera un preconcepto de mi persona.
Un chico rico, apuesto, atento y muy gentil, esto último gracias a mis nervios de no saber bien cómo actuar en mi primer año de preparatoria, además de seguro con una vida súper increíble y una mansión como hogar.
Nada más lejos de la realidad, si vivo en una casa grande pero solo superando a las estándares por poco, gracias a que mi madre es vicepresidenta de una compañía de electrónica que está iniciando su auge el estilo de la casa es muy moderno, aunque con bastante color, esto gracia a papa, el por otra parte es músico, antes simplemente trabajaba para varias empresas musicales interpretando las canciones de otros para grabarlas, sin embargo hace poco más de un año le dieron una oportunidad como cantautor y solista, siendo este su sueño desde hace bastante varias de las canciones que ha compuesto en piano y guitarra tomaron popularidad rápidamente, así que ahora se podría decir que se está volviendo muy conocido.
Si, mis padres son geniales, pero yo solo soy un adolescente común de 16 que se está asustando un poco por toda esta fachada que los demás están creando de mí, por lo menos tengo a mi mejor amigo desde primaria, no sé cómo agradecerle a los dioses que siga estudiando siempre en las mismas escuelas que él, por lo menos si tengo a alguien que me conoce y no me toma por un niño rico y mimado. Sinceramente creo que lo único increíble que tengo es poder tocar bastante bien el piano, cortesía de mi padre, aun así miles de personas más en el mundo pueden hacerlo, no es tan asombroso cuando lo piensas de ese modo…¡Ah! Y jugar al futbol bastante bien, de resto soy básicamente normal.
Gemí frustrado y asorado contra mi almohada, por la mañana el entrenamiento había sido mucho más agotador de lo normal, cortesía de los planes de entrenamiento espartanos que ideaba el entrenador Kido, luego las clases, que no es que me queje, mis notas suelen estar bastante bien, pero eso no quita que las materias sean lo más aburrido que podrían experimentar mis sentidos, aparte además, lo que más me agoto para mi vergüenza es que tuve que estar esquivando todo el día a las chicas de mi clase… Pueden llegar a ser excesivamente insistentes para pasar el rato conmigo por mucho que les repita que iría con Kirino por más que fuera una obvia excusa para escaparme.
Para rematar hace un par de días que mi gata se escapó de la casa, aunque la busque en cada lugar que se me ocurra no puedo encontrarle y realmente le tengo mucho apego, me la dieron mis padres al cumplir diez años.
Gruño frustrado contra mi almohada, en estos momentos realmente quiero golpear algo, aunque solo me limito a quedarme recostado como un niño haciendo berrinches, al menos es viernes y casi no tengo tareas que hacer.
—Podría ir a buscarla mañana — Planeo en silencio que hacer mañana, pues estoy dispuesto a pasar el resto de la tarde y noche tirado en mi cuarto hasta que tenga que hacer la cena, no recuerdo bien si mis padres van a volver hoy a casa o no, últimamente están mucho más ocupados, por mi está bien, ellos retrasaron sus metas profesionales por haberme tenido que criar a mí, ahora que estoy mayor y semi-independizado pueden concentrarse en sus trabajos.
De la nada el timbre de casa comienza a sonar, confundido me levanto sin ganas a abrir, quizás solo sea un repartidor, después de todo no espero a nadie. Me quedo sin voz una vez la puerta esta abierta, no por la persona enfrente de mí ni por su momentánea cara de impresión o terror al verme si no por lo que trae en brazos. Mi gata blanca maúlla en reconocimiento por el lugar, más sin embargo no parece en lo absoluto interesada en abandonar su lugar en los brazos ajenos.
—Bianca — Murmuro internamente feliz, aun sorprendido de que tan fácilmente estuviera en casa de nuevo, tras eso por fin me fijo bien en la persona que había recuperado a mi gata y las palabras de agradecimiento que estaba punto de vociferarle de atoran un poco en mi boca.
—Hola — Sonríe levemente una chica más bajita que yo, perdiendo aquella extraña reacción que tuvo al verme por primera vez, cabello castaño pálido y llamativos ojos lilas… Aunque no es lo único llamativo en ella, su cabello en un semi recogido se notaba más desordenado que peinado, e increíblemente aun con eso su cabello algo ondulado se veía genial, el recogido dejaba ver sus orejas, ambas con las perforaciones normales que se hacen las chicas pero además de ellas un par de piercings adicionales en una de ellas, la mayoría con pequeñas piedras brillantes aunque la más llamativa era sin duda la que conectaba una finísima cadena colgando del lóbulo de la oreja y una de las perforaciones en la parte superior, enmarcando a las demás y debajo colgar un diminuto dije en forma de luna creciente. A la altura de la ceja también lucia otra perforación, aunque no era más que un pequeño diamante incoloro.
La última de ellas –Al menos a mi vista- estaba a un costado del labio inferior, el primero que vi pues el pequeño aro de acero se movía cuando hablaba, atrayendo mi mirada inevitablemente, en un principio podía jurar que ella me sonaba de algo o que la había visto en algún otro lugar pero era imposible, no conozco a nadie con tantos piercings ni con ese estilo tan peculiar, pues los pantalones negros rasgados, la camiseta a rayas blanco y rojo demás de la chaqueta corta de cuero o un material similar no era algo que ver todos los días por la calle, menos en una chica tan bajita y… ¿Por que que no puedo admitirlo? Bastante adorable y hermosa.
Con todo eso, no puedo negar que luce genial, ese estilo tan fuerte junto con su carita de ángel hacen un contraste muy fuerte pero que a la vez, resulta, y muy bien. Ella pareció darse cuenta de todo lo que pensaba, pues solo una risita y comentó.
—Lo se… Demasiadas perforaciones para alguien tan pequeña — No solo su rostro era adorable, su voz también, ese pensamiento me cruzo en lo que ella se encargaba de acariciar las orejas de mi gata que lucía muy muy a gusto.
— ¿E-Eh? No es eso… lo siento — Me disculpo rápidamente algo avergonzado, pues me había quedado demasiado tiempo mirándola fijamente, ella solo sonrió y negó.
—Tranquilo me lo dicen mucho, ¿Es esta la dirección correcta? Estuve un poco perdida para intentar regresar a esta pequeña — Alza un poco su brazo mostrando más a mi gata, seguramente miro la dirección en el collar que cargaba.
—Sí, es mía — Ante mi respuesta positiva no duda en pasarme a la pequeña que paso a mis brazos sin problemas, más luego de unos segundos decidió bajarse y entrar en casa de nuevo como ama y señora del lugar, mi resoplido por su actitud al parecer hizo reír mas a la chica frene a mí — Muchas gracias por tomarte la molestia de traerla, iba a salir a buscarla pero se me complica un poco entre semana — No miento, mis entrenamientos para el club son de lo más agotadores.
—No fue nada, me la encontré ayer de camino a casa, estaba demasiado linda y limpia como para no tener dueño pero no la pude regresar de inmediato — Parece algo nerviosa rascando la parte trasera de su nuca — Debió ser un poco difícil para ti cuando estás tan ocupado con tu club de futbol y los entrenamientos ¿No? — Inconscientemente asiento y afirmo a la vez pues es la verdad, aunque solo unos momentos después caigo en cuenta de un detalle.
— ¿Cómo sabes que estoy en fútbol? — Pregunto sinceramente confundido, ella me mira al perecer con la misma confusión.
— ¿Eh? ¿Que no eres Shindou Takuto-san del 1-B?, estas en el Raimon — Su flequillo liso y algo desordenado se movió al ella ladear la cabeza, si tenía esa información solo podía tener una explicación lógica.
— ¿Estas en mi clase? — Intento con todas mis fuerzas distinguirla, en definitiva no hay una chica tan llamativa en mi clase, por más que sea un despistado me acordaría de ella, pero haciendo una corta lista mental de las pocas que no se me han pegado como garrapata, recordé a cierta chica bajita de trenzas que no llamaba para nada la atención, muy buena en clases y que siempre aprecia andar sola por los pasillos, pues no parecía gustarle tener compañía ni tener amigos cercanos, sin rastro de perforaciones o algo fuera de lo normal, salvo la manía de llevar siempre puesto el suéter color crema que está permitido para el uniforme de la preparatoria y medias oscuras de pierna completa, inclusive a pesar de estar en pleno verano con un calor insoportable a ella nunca le faltaban aquel par de prendas, repasando todo eso lo que me hizo confirmar que era ella fueron sus ojos, eran de ese mismo bonito color lila — Yamana-san — Reconozco con impresión… ¿Quién puede culparme? Uno en su sano juicio pensaría que una de las jóvenes más tímidas y retraídas de la clase tuviera semejante estilo en su día a día.
Vamos. Que puede vestirse como le dé la gana.
Pero cualquiera la tacharía de tener el típico estilo de niña a adorable por tener esa apariencia de angelito, sin lugar a dudas tenía una fachada bien construida en clases que nada parecía tener que ver con su personalidad, o con sus gustos por lo menos. Su cantarina risa me saco de nuevo de mis pensamientos, seguro parezco idiota por tener esta cara de sorprendido y haber tardado tanto en reconocerla si después de todo nos vemos casi a diario.
—Pensaba que me había reconocido en un principio — Enserio es extraño estar tan idiotizado por es brillante arete alrededor de su labio — Supongo que si luzco muy muy diferente.
—A-Ah, discúlpame es solo… Me sorprendí un poco, en clases siempre vas con trenzas y luces tan seria pero ado… — Me interrumpí a mí mismo antes de ponerme en vergüenza y admitir que me resulta tan adorable y atrayente en clase — Ta-Tan seria y madura que no me esperaba en lo absoluto algo así.
— ¿Seria? Creo que soy la persona más inmadura que existe — Negó en tono de broma aunque lo dijera con sinceridad, logrando casi de milagro que se olvide de lo que estuve a punto de decir. No pude evitar reír un poco hasta que recordé un pequeño detalle… Seguíamos en la puerta y un par de vecinos se nos quedaron viendo en lo que llegaban a sus casas.
—Lo olvide… Ven, pasa adelante — Me hago a un lado abriendo más la puerta para dejarle la vía libre, aunque ella parece sorprendida de repente.
—Oh, no es necesario que…
—Tranquila, quiero agradecerte por traer a Bianca a salvo, lo mínimo que puedo hacer es invitarte a comer, además podemos seguir hablando mejor adentro — Con todos esos motivos parece que le fue imposible negarse, sumándole al hecho de que llevábamos un buen rato hablando parados fuera. Aunque dudo un poco al final parece acceder murmurando un bajito "permiso" tras quitarse las botas que tenía y usar las pantuflas que había para invitados.
Ella quedo en la sala junto con la gata que acudió a su regazo una vez sentada en lo que yo preparaba te, pese que en un principio pensaba preparar algo de comer me pareció mejor idea pedir algo a domicilio, aunque ella me repitió más de lo esperado que no era necesario, termino cediendo al ver que yo no iba a ceder. Terminamos charlando un buen rato, hasta que por fin salió un tema que sinceramente, esperaba que tocara antes, en vista que yo también la prejuzgue un poco.
—Tu casa es genial — Admiro mientras miraba a todos los modernos cuadros que colgaban de una de las paredes — Así que esos rumores sí que eran una exageración, la verdad yo también te imaginaba en una de esas mansiones de estilo europeo, la imagen te queda — Rió por lo bajo ante el suspiro que deje escapar.
—No soy uno de esos niños ricos y superficies, me considero bastante normal — Más de una vez he querido decir eso en clases pero por una u otra razón pierdo las oportunidades.
—Debe ser duro, no te envidio — No sabía si agradecerle o sentirme molesto por la mueca de alivio que tenía en el rostro.
— ¿No es lo mismo para ti? También tienes una fachada para las clases — Señale sutilmente a sus aretes y a su peinado muy distinto al de siempre, ella sonrió y apoyo los codos sobre la mesa a la que estábamos sentados.
—Solo me peino distinto para que no se noten los agujeros de los piercings y evitarme algún sermón que ya he escuchados de los profesores — Rodó los ojos quizás recordando algunos de dichos regaños, aunque ahora que lo pienso, apenas estamos en primero de preparatoria, ¿Cuándo demonios se las hizo? ¿En secundaria estaba prohibido llevar piercings? Como jamás si quiera lo había considerado ni conocido a alguien que los llevara desconozco totalmente el tema — Ahh, y el suéter y las medias es para que no se den cuenta de los tatuajes, no es porque este loca y me encante estar abrigada en verano — Suspiro luciendo algo cansada, pensándolo así debe ser muy duro para ella… Esperen…
— ¿¡Tatuajes!? — Me sobresalto sin poder evitarlo… ¿Tatuajes? Esta chica no pasaba de… ¿Qué? ¿16 años, quizás un poquito más? Pese a que era una excelente alumna y fuera de lo más agradable en todo el rato que llevamos de plática comencé a cuestionarme seriamente que clase de amigos o influencias tenía para que fuera a parar con aquellas mancas permanentes en una época tan temprana. Pareció darle gracia y a la vez miedo mi reacción, pues parecía no decidirse entre riese o colocar cara de espanto, al final opto por reírse.
—Si… Tranquilo no son la gran cosa — Me mostró la parte interior de su antebrazo izquierdo en lo que levantaba la manga de su chaqueta, no era más que un pequeño diseño de una media luna enmarcando una estrella de seis puntas, pese a tener color era muy opaco así que lo que más se notaba era el negro de las líneas — Los nombres de mis abuelos maternos significaban luna y estrellas, murieron hace un tiempo y yo era muy cercana a ellos — Note como miraba con cierto cariño el pequeño logo — El otro es más pequeño, es el kanji de "amor" en la pierna, pero se notaría si solo llevo la falda de clases — Mire de nuevo el ligo de su brazo, en efecto no era excesivamente grande así que el otro tampoco debía serlo, pero aun así comencé a sentir un extraño y repentino respeto y admiración por mi compañera de clases. No cualquier adolescente es tan valiente o estúpido para tal cosa.
—Hmm… Sigo pensando que eres muy joven — No me importara que el comentario sonara a regaño o como las palabras de algún adulto aguafiestas.
—Jajaja lo mismo dijo mi papa — Estallo en risas quizás por mi expresión seria, al verla sonreír tanto no pude evitar reír también — Da igual, tenía el permiso de ambos para hacerlos, aparte no es que planee hacerme más — Se encogió de hombros dándome una extraña sensación de alivio — De momento — Que pareció esfumarse demasiado rápido.
Era extraño que conversáramos de temas tan personales –al menos para ella- con toda la naturalidad del mundo, igual y nos excusábamos un poco con el hecho de ser compañeros pese a no conocernos casi, además de que nos sentíamos ciertamente identificados uno con el otro, no éramos para nada lo que aparentábamos a otros en la escuela, ese día acabo haciéndome prometer que no le diría a nadie ni de los piercings ni los tatuajes, como no tenía razón alguna para negarme acepte, sin poder evitarlo por mi parte termine juntándome mucho con ella en la escuela, en parte por curiosidad por ella y en parte porque termino agradándome mucho.
Muchas personas terminaron muy sorprendidas por nuestra repentina amistad, en un principio Kirino también pero rápidamente termino siendo amigo de Akane también. Es tan amable y dulce que aún sigo sin creerme que le guste llevar aquel estilo tan rebelde y rockero que, siendo sincero al final del día también me gusta mucho en ella, pese a todo eso sigue encantándome cada cosa nueva que descubro.
De momento seguimos siendo solo buenos amigos, y me encanta estar con ella así, aunque no niego que estoy 100% abierto a la idea de que un futuro podamos llegar a otra cosa.
Después de todo ella parece considerarlo también.
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Me salió muy raro el final XD no sabía que ponerle no me culpen, es como tratar de darle un final al inicio del manga (? Después de todo con esto es que arranca mi obra de referencia.
Da igual, espero no haberme pasado de loca con la dulce waifu XD en un principio iba a tener más tatuajes pero lo reconsidere y la deje solo con dos cositas pequeñas, que tiene apenas 17 coño XD inclusive en el original el chico del que me inspire para hacer a Akane así tiene solo 2 tatuajes también XD
Dios amo a Miyamura –El prota chico del manga- :,v es la mierda más sexy y dulce existente, y si XD de alguna manera fascinante y perturbadora consiguieron hacer un personaje súper tierno y moja bragas a la vez :v LO AMO es mi nuevo Husbando definitivo-NoTrap (?
No me salió muy romántico pero juro que quería hacerlos en los lugares de esta otra pareja XD muy posiblemente más adelante escriba algún capi conectado a este cuando ya estos dos sean pareja.
Por ultimo 100% recomendado el manga de Horimiya C: no hay drama pero es súper graciosa, tierna, fangirleante y linda, y el ship es genial XD sin más, Ciao Ciao!
ATT: Maria Violet. Bye Bye ;D
