Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.
—Diálogos—
—Pensamientos—
"FlashBack"
0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario
(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.
Tema de hoy: Shindo y Akane se esposaron juntos y perdieron la llave.
(Canon/Romance/FriendShip/Fluff)
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¿Cómo habían terminado en una situación tan vergonzosa? Por más que la afligida fotógrafa le diera vueltas al asunto en su cabeza buscando un culpable no había sido todo más que una desafortunada cadena de sucesos, quizás el universo o el destino sí que estaba empeñado en hacerla quedar como idiota frente a aquella persona tan especial que la hacía balbucear y olvidarse de que tenía que respirar entre palabras para no morir por falta de oxígeno.
Tiro de su mano derecha buscando esconder sus sonrosadas mejillas con las manos, pero resultaba ser que ni eso podría hacer para evitarse un poco la vergüenza, pues al tratar de mover su mano derecha el tintineo que las esposas y el peso extra que arrastraba con ella le recordaba que al otro extremo de esas esposas estaba la muñeca izquierda de uno de los mejores jugadores del equipo del Raimon, excapitán y para colmo, su Crush secreto. ¿Cómo demonios había accedido a ese estúpido juego?
Claro, en un principio no estaba tan nerviosa, después de todo durante el festival escolar del Raimon como en cualquier otro eran normales los juegos y atracciones que cada clase ingeniaba para atraer visitas, daba la enorme casualidad de que tanto Shindou, Kirino y ella tenían el descanso de su propia atracción de clase al mismo tiempo, el par de amigos al notar que también estaba libre la invitaron a vagar por el festival con ellos para poder admirar todo lo que las demás clases habían preparado, debido a su emoción por todas las actividades y a que realmente no estaría sola con el castaño accedió de buena gana.
No se puso a pensarlo mucho más, después de todo solo quería disfrutar del festival con sus amigos, los primeros objetivos fueron las clases de sus compañeros de club, primero los de su propio año, como Midori y Nishiki a quienes les había tocado disfrazarse con el estilo del periodo Edo pues al parecer su clase hacia dramatizaciones, la castaña pensaba que a ambos les quedaba muy bien el estilo Samurai-Ninja, no por nada siempre se la pasaban discutiendo de cuál de los dos artes era mejor, o Kurama, Hamano y Hallami cuya clase había montado un café con tema de cocina molecular. El pobre Hamano siempre terminaba enredado por los nombres científicos que tenían las órdenes para risa de todos los clientes y molestia del gruñón Kurama que no dejaba de reñirlo. Luego pasaron por las clases de los Kouhai de primer año, pasando un buen rato entre risas con todos, menos claro Tsurugi… Verlo reír es como querer ver llover dulces, gran decepción para muchos niños fantasiosos y para Akane misma.
Al caso, luego de su divertido recorrido y muchas exclamaciones de asombro por parte de la impresionable chica para enternecimiento de ambos jóvenes –Quizás un poco más de uno en específico- , el peli rosa pidió volver a la planta de segundo pues había prometido a una amiga de otra clase ir a su atracción, en vista de que no tenían ningún plan en concreto luego de visitar a sus amigos a sus clases y aun les quedaba bastante rato de descanso accedieron sin problema, algo que le pareció muy curioso al pianista fue ver a su amigo esbozar una sonrisa poco característica en él pero que sentía había visto en otro lado… ¿Se estaría haciendo ideas?
—Bienvenidos — Una chica de cabello lila en una trenza de lado y gafas los recibió con su amable sonrisa y adorable tono de voz, Akane juro que la había visto en otro lugar mas no conseguía recordar dónde ni cuándo. El defensa procedió a saludarla como si se conocieran de toda la vida entablando una corta conversación –Que a su amigo se le hizo de lo más curiosa, pues el oji cyan no solía ser muy apegado que se diga a las chicas- hasta que la joven ofreció que probaran su atracción, era el típico juego de búsqueda del tesoro, sin embargo la peculiaridad que tenía era ser un juego de parejas y que además, debían llevar por regla unas esposas o cuerdas o algo que les uniera de las muñecas para así dificultarles las búsquedas por el montón de estanterías repletas de un sinnúmero de objetos al azar que no tenían orden alguno. Akane accedió inmediatamente y de buena gana justo como lo esperaba y planeaba cierta persona.
Kirino se excusó en el número impar del grupo y el hecho de seguir hablando con la chica de obres ámbar para que sus amigos fueran juntos, ninguno puso pegas cuando las esposas fueron cerradas en torno a sus muñecas, en la derecha de ella y a la izquierda de él, todo fue alegría y felicidad hasta que terminaron el dichoso juego –Solo les falto conseguir 1 objeto de su lista pero su tiempo había acabado- cuando quisieron salir del aula para seguir con su recorrido por el festival se encontraron con un pelirosa con cara de preocupación, a la chica que los recibió con cara de molestia mientras regañaba al que parecía ser un compañero de clase suyo, que tenía cara de querer salir corriendo pues valoraba su vida.
— ¿Qué sucede? — Pregunto curioso al castaño a su amigo, alrededor de los tres amigos las otras parejas que había jugado al mismo tiempo que ellos comenzaban a deshacerse de las ataduras pues eran simples cuerdas o esposas de juguete, cosas el chico noto era distinto para ellos pues las que los apresaban parecía necesitar llave.
—Pues… — Comento con cierta duda, Akane podía jurar que por unos instantes el defensa se le quedó mirando con cara entre lastima y diversión. Su lucha por buscar que decirles se vio interrumpida por el sinnúmero de disculpas que vino de parte de la joven de gafas luciendo terriblemente avergonzada.
—Lo siento, lo siento, lo siento muchísimo — Cabe decir que la pareja no entendía nada y tal efusividad asusto un poco a la fotógrafa.
—T-Tranquilízate… ¿Por qué te disculpas? — La pobre castaña se estaba empezando a preocupar también.
—Es que… — Vieron la culpa en sus tímidos ojos cuando por fin dejo de hacer aquella exagerada reverencia hacia ellos — La llave de las esposas… Estaban en una caja de herramientas que teníamos pero alguien la presto a otra clase y pues… Parece ser que no la encuentran.
La cara de póker que tenía aquel par le dio a Kirino unas tremendas ganas de reír pero por su bienestar prefirió tragarse las carcajadas que quería vociferar, más aun al ver la mueca de pavor que se instaló en su pobre manager.
—E-Espera, ¿Qué no son de juguete? — Trato con todo lo que tenía de no alzar la voz o chillar mientras hablaba, si bien estaba un tanto alterada por el contante rozar de manos que había tenido con su crush en los últimos minutos eso parecía ser un juego al cambio brusco en el ritmo de su corazón al enterarse de tal hecho, se estaba volviendo una bola de nervios andante y eso no era una buena señal. El rostro de la pobre se volvió pálido cuando la de gafas negó con pena.
—Lo supuse, son muy pesadas para ser falsas — Suspiro Shindou viendo la plateada pieza de acero, más que escandalizarse no podía creer la mala suerte de que justo le tocara a ellos estar unidos por esposas reales y no simples cuerdas como a otros concursantes que había visto.
—Amane-san ¿No tienes un respaldo o algo así? — Un brote de esperanza pareció nacer en la cara de la más bajita ante el comentario del pelirosa que murió rápidamente por la nueva negación por parte de Amane.
—No lo tengo aquí conmigo, la chica que las trajo solo nos dejó una copia, podría pedir que trajeran el respaldo de su casa pero… — Miro avergonzada al par de victimas — Creo que se tardaría bastante.
—P-Pero tenemos que volver a ayudar en nuestra clase y… — Akane buscaba desesperadamente alguna solución… ¡Qué estaba pegada al centrocampista! ¡Al chico que la hace actuar como la persona más patosa del mundo!
—Creo que sería lo mejor — Intervino tranquilo Shindou — No es que tengamos muchas opciones y solo seremos un estorbo en clase si tratamos de ir así — Intento tranquilizar a su amiga, mas con la linda sonrisa que le brindaba no estaba cumpliendo muy bien con su labor.
Quedaron en ir a un lugar donde no llamara mucho la atención, pese ser el festival cultural sería raro ir por allí paseándose esposados, Kirino se largó pronto pues el sí que iba volver a la clase y excusarlos a ellos de paso.
Al final acabaron en la sala de reuniones del club de futbol pues el edificio no estaba siendo utilizado en lo más mínimo mientras el festival estaba vigente… Era de lo más raro para ambos estar sentaos solo en silencio sabiendo bien que aunque quisieran no podían separarse, aunque al final no paso mucho antes de que el chico se hartara del silencio y comenzara a conversar poco a poco con la chica que, bien tímida al principio, comenzó desenvolverse más a medida que los minutos corrían.
Se hizo la hora del almuerzo y ellos aún estaban con las esposas puestas aunque tras tanto rato no pareció afectarles mucho –Para empezar a Shindou no es que le molestara- así que decidieron pasar por donde había dejado sus cosas tomar los bentos y buscar otro lugar tranquilo para sentarse, esa vez siendo unas solitarias escaleras traseras, cabe mencionar que sí que atrajeron varias miradas curiosas a sus pasos pero al estar muchos con actividades y eventos seguro suponían que no era más que un juego de alguna de las clases.
—Al menos no llamamos demasiado la atención — Suspiro la chica para sí mientras tomaba asiento, ganado para su sorpresa la risilla de su compañero.
—Te preocupas demasiado por los demás — No lo decía en mal sentido ni echándoselo en cara, pero le parecía muy curioso que Akane quien parecía en clase que le daba igual lo que los demás pensaran en realidad se preocupara tanto por ello.
—No es eso… Solo… — En realidad no quería que el hecho de que vieran al fabuloso Shindou Takuto con alguien tan simplona como ella afectara la imagen del castaño, que vamos, a él no parecía importarle, pero ella en su vida se perdonaría si llegara a perjudicar de alguna manera a su primer amor. Ahora suerte encontrando una buena manera de explicarle eso sin revelar todo lo importante.
Shindou al ver que la pobre parecía contrariada suspiro dejando el tema por la paz, no había notado lo insegura que era su compañera con los demás, con las chicas del club siempre parecía sonreír y bromear cuando las miraba a lo lejos.
—Quizás porque son chicas — Reflexiono, ahora con la curiosidad de si Akane solo se sentía incomoda o intimidadas con los varones. No… ¿Para empezar por qué entonces se uniría al club de futbol donde la mayoría son chicos? Entre desvaríos mentales ambos había preparado todo para almorzar con algo de dificultad, después de todo las esposas entorpecían sus movimientos con uno de los brazos. El castaño al no encontrarle nada malo a la pregunta decidió expresarla — No sé si es mi imaginación pero, ¿Te incomoda estar con los chicos? — Noto que la pregunta la había descolocado por la expresión que le dio en respuesta — Es decir con Sorano y Seto pareces más abierta, pero en general te suelo ver muy tímida — Al menos con su persona.
— ¿E-Enserio? Realmente no es que me incomode nadie, quizás es solo porque tengo más confianza con ellas que son mis amigas — Y bueno, que él era un tema aparte, anda tu a ponerte a conversar como si nada con tu Crush y a ver si el corazón no te salta al menos un poco. Shindou solo asintió en compresión, al final resulto ser su primera sospecha, aun así le precia adorable la actitud tímida y penosa de ella, pues pese a todo no se frenaba de conversar con él, respondía abiertamente si preguntaba algo y era fácil conversar con ella, si fuera que se cerrara por completo solo por timidez inclusive quizás le molestaría, pero era todo lo contrario con Akane.
Continuaron conversando de temas irrelevantes hasta que el castaño noto como la pobre chica de trencitas tenía problemas buscando controlar los palillos con la mano izquierda que era la que tenía libre pues por obvias razones no usaría la que estaba atrapada con la suya, varias veces la comida terminaba resbalándose de los palillos antes de poder llegar a su destino, y aunque se le hicieran graciosos los pucheros o caras molestas y los malabares que intentaba hacer llego un punto en que no pudo evitar sus impulsos.
—Déjame — Sin pensarlo realmente dejo sus propios palillos robando los de ella, confundiéndola bastante de paso, y tomando como tarea el darle de comer, ante la acción y cuando por fin comprendió todo la pobre chica sintió la cara literalmente explotar en carmín y humo salirle de las orejas. ¡Tenía que negarse!
Sin embargo sopesando rápidamente la situación, en la jodida vida iba a tener otra oportunidad como esa, ni en sus sueños quizás, decidió dejar de pensar y simplemente abrir con timidez los labios comiendo aquel bocado de arroz con las mejillas bastante sonrosadas, no pudo ni con un milagro mirar a la cara al chico… ¿Qué acaso quieren que muera? Por qué un ataque al corazón era lo que iba a darle si se atrevía a ver la expresión del pianista.
Este por su parte también termino sonrojado pero muy levemente, más que todo al verla a ella tan roja, tras la adorable y dulce mueca de timidez con la que la vio masticar luego, admitía que quizás se sobre paso un poco con tal acción, es decir… Le estaba dando de comer, algo que podría considerarse intimo pues quizás solo las parejas lo harían, pero era solo porque en parte era su culpa que ella pasara por tantas dificultades y de paso… Culposamente le parecía extremadamente linda. Quería observarla más.
Tras unos momentos de silencio y en algo de tensión volvió a repetir la acción, en vista que ella había aceptado y no le ha reclamado pero tampoco dicho palabra alguna, esta vez un tanto más consiente, con un extraño sentimiento entre ternura y timidez volvió a disfrutar de la carita avergonzada de la chica mientras aceptaba y abrir los labios mientras ingería el alimento.
No muy lejos de allí…
Más bien más arriba en la misma escalera ocultos lo mejor que podían un par de ojos ámbar y otros cyan miraban con malévolas sonrisas satisfechas el fruto de su muy bien ejecutado plan… bueno más bien el del pelirosa, la otra solo había tenido que hacer la mayor parte del trabajo
— ¿Planeaste que saliera tan bien? — La peli lila no pudo evitar preguntar en un leve murmullo.
—Nop, pero no podemos quejarnos — Kirino sonreía de lo más entretenido viendo la graciosa estampa de esos dos avergonzados y sin idea de estar siendo observados… juntarse tanto con Kariya le estaba afectando. Mientras de paso, una pequeña y plateada peiza de metal jugueteaba entre sus manos.
— ¿Cuándo piensas darles la llave? — Kazumi acomodo sus lentes siguiendo al defensa, se había movido del sitio pues si seguían espiándolo muy posiblemente el castaño los descubriría por más "entretenido" que estuviera.
—Hmmm— Pareció sopesarlo, aunque luego se encogió de hombros — Dejemos que estén solos un poco más — La joven imito su desinterés riendo levemente.
Algún día se los agradecerían… Si es que se enteraban de su pequeña treta.
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¿Quién más ama a Kirino? No me lo nieguen :,v es la fantasía de todas nosotras (?
XD me quedo un poco sosa su interacción pero es que literal solo tenía planeada la parte de la comida y lo de Kirino al final, no me juzguen :,,v
Sin más que agregar realmente, me voyyy ciao!
PD: Actualizo super temprano 5 am, por qu creo que despues s me va a hacer muy dificil :''v disfruten su regalito mañanero :,D (?
ATT: Maria Violet. Bye Bye ;3
