Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.

Diálogos—

Pensamientos

"FlashBack"

0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario

(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.

Tema de hoy: Shindou frustrado al perder un juego de mesa o un juego de cartas con Akane.

(AU/Romance/Drama/Hurt/Confort/Fluff)

NOTA IMPORTANTE: Este capítulo está conectado y ambientado en el mismo AU que en el capítulo 28, si, ese donde Akane se volvió rebelde y se llenó de Piercings y tatuajes :v (? AH y también contiene un poco de Spoiler de HoriMiya el manga en el que está basado el cap, pero no es gran cosa :,3

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.:.:Past:.:.

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Suspiro frustrado dejando de lado la mano de cartas que tenía, perdiendo nuevamente, él era increíblemente malo o ella preocupantemente buena en las cartas. Fuera lo que fuera ya había dejado de ser divertida la "inocente" sonrisa de su novia, pero aguantaría eso y más por seguir viéndola relajada y no con la mueca de tristeza que había tenido todo el camino hacia la casa del pianista.

Los chismes en clases ya le habían empezado a hartar, todo por su repentina cercanía hacia unos 5 meses y luego su noviazgo hace pocas semanas, todo el mundo opinaban que hacían una pareja fatal solo porque el fuera un chico "genial y decente" y Akane fuera más bien "sombría y extraña" más aun cuando por accidente la chica se había descuidado atando su cabello en un día de fuerte calor por el verano y muchos vieron los agujeros en sus orejas de los piercings, por supuesto pegaron el grito al cielo.

A Shindou poco le importaba, pero Akane por más que dijera que no les prestaría atención lucia triste e insegura cuando estaban juntos en clases, inclusive a veces trataba de esconderse o evitar que los vieran juntos, junto con Kirino y varios más que se había vuelto buenos amigos de la castaña trataban de convencerla que todos esos rumores eran estupideces.

Vio con desagrado como la chica parecía volver a perderse en sus pensamientos dejando de lado el juego de cartas, estaban solos en su casa como muchas otras veces, desde que recogió a su gata Bianca la primera vez que se vieron fuera de clases la había invitado nuevamente a su casa, casi siempre estaba solo y no era muy divertido que se diga, sí que rápidamente cogieron la costumbre de ir allí después de clases por lo menos tres veces a la semana, fuera día de cases o no, casi siempre hacían la tarea juntos o perdían el tiempo jugando videojuegos o viendo series –Se había tragado una buena cantidad de Anime gracias a ella, pero tenía que admitir que algunos le terminaron gustando- De tanto que acostumbraron estar en su casa fue inevitable que conociera a sus padres tarde o temprano en una de esas veces sorpresa en que volvían sin avisar, extrañamente y contrario a todos los miedos de la castaña no la tacharon de mala influencia por las perforaciones y los tatuajes. Se presentaron y conocieron de una formar normal y decente –Ella estando híper nerviosa- y acabaron simpatizando aterradoramente bien, más que todo con su padre con el tema de la música.

Cuando les había comentado el tema de su noviazgo no pudieron estar más felices, pues adoraban a la chica tanto como Shindou mismo. Aunque algo que odiaba es que se dejara llevar tanto por los comentarios ajenos.

Deja de pensar tanto en eso, ya te dije que no me importa — Dejo con pesadez las cartas comprendiendo que el juego no iba a ir a ningún lado, gateando esta vez junto a su novia para quedar ambos sentados en el suelo, frente a la mesita baja de té y usando el sofá como respaldo.

Ya… Pero no quiero pensar que por mi culpa tú puedas empezar a pasar lo que yo en secundaria, eso me aterra pero al mismo tiempo no puedo evitar querer seguir junto a ti —Hablo en murmullos sin esconder su tristeza, recostándose totalmente en el hombro de su novio y buscando entrelazar sus manos y dedos, el chico acepto rápidamente el contacto y reposo su mejilla en el cima del cabello castaño de su novia, afortunadamente los piercings no lo lastimaban pues llegaban del la escuela y ella no los usaba allí, de hecho ambos aún tenían los uniformes puestos.

¿Qué sucedió? — Pregunto con cautela — Siempre que tocamos el tema del pasado lo evitas o te interesas mas por lo que me paso a mí — La chica negó y pese a sus protestas se levantó de su sitio sobre su hombro.

Si te lo cuento acabaras llorando de nuevo — Bromeo la joven repentinamente recuperado el ánimo y restándole importancia al asunto.

No lo hare — Protesto levemente ofendido, la chica había tomado la extraña costumbre de molestarlo por ser tan sensible. Viendo que estaba evitando de nuevo el tema tomo su mano mirándola con cierta tristeza, realmente quería saberlo, notaba que fue una época dura e importante en su vida pero que no quería compartirla con nadie. Que no le tuviera la confianza para hablar de ello le dolía pero no quería presionarla.

La chica al ver la expresión de perrito regañado del castaño solo pudo suspirar, realmente tendría que contárselo en algún momento de todas formas, Y, no había otra persona en el mundo con la que tuviera más confianza, sabía que él no actuaria indiferente como el resto del mundo aunque tampoco es que quisiera preocuparlo.

¿Alguna vez te conté por qué razón me perfore las orejas? — Pregunto ya sabiendo la respuesta, le había contado sobre sus tatuajes pero no había profundizado más allá con los piercings aparte de decirle que le gustaban los accesorios. Como espero el chico negó en silencio. Tomo aire para seguir su historia, acomodándose un poco de lado para que estuvieran cara a cara.

Bueno, esta relacionado todo, por eso no te lo he dicho… Cuando iba a primaria no tenía prácticamente amigos, era en parte mi culpa pues no me esforzaba para nada en encajar, prefería estar sola leyendo libros, aunque el resto también ayudaba, en primera instancia sí que sufrí de algo de acoso, ya sabes, los típicos juegos estúpidos de los niños, esconder mis cuadernos o mi uniforme de deportes, poner cosas raras en mis zapatos o asiento… Lo típico — Contaba con suavidad y tranquilidad, aunque se notaba sus ojos vacíos mientras recordaba esos tiempos, intento relajar la mano tensa de su novio contra la suya propinándole sutiles caricias, ya sabía que se pondría así, quizás por eso evitaba tanto el tema. Intento pasar de su clara preocupación y pena para continuar.

Con lo meses cuando notaron que yo no me iba aponer a llorar como esperaban y que realmente no les prestaba atención dejaron de molestarme, quizás no se les hacía divertido que no reaccionara a sus estúpidas bromas, las niñas también dejaron de burlarse de mí en los baños, buenos al menos lo hacían menos cuando yo estaba presente, yo realmente trataba de mostrarles que no me importaba en lo absoluto — Rio un poco sin ganas, tras unos instantes de pausa siguió.

Pese a eso si me dolía un poco, pero me hacía creer a mí misma que no, por lo que continúe con es fachada de niña sin emociones durante toda la primaria, obviamente todos me evitaban y pocas veces entablaba conversaciones largas. Llegue a secundaria y mis compañeros no eran tan subnormales, pero viendo mi actitud desinteresada que había aprendido a adoptar desde pequeña comenzaron a ignorarme también, era tan solitaria y sombría que no querían tener nada que ver conmigo. Me molestaban mucho, me convertí en una persona arisca, cada que tocaban trabajos en grupo era como si no existiera, odiaba los festivales culturales y deportivos, odiaba las excursiones y actividades extracurriculares, odiaba prácticamente cada segundo de escuela que no se centrará en las clases — Shindou solo escuchaba y miraba estático como contaba su pasado de forma tan tranquila y sosegada, como si contra un lindo cuento para dormir… Nada más alejado de la realidad.

Ya en mí último año de secundaria estaba harta, estaba cansada y sobre todo estaba destrozada pues mis abuelos, que eran las únicas personas aparte de mis padres que me mostraba cariño y aprecio, habían muerto con muy poco tiempo de diferencia… Simplemente quería… Pensaba en por que no podía morir de una vez e irme con ellos — Bajo la voz cautelosa y algo avergonzada, preocupándose por la repentina tensión en el agarre de su mano — Después de todo nadie me extrañaría — Dios, como quería él refutarla, responderle, pero ella aun no había acabado su historia.

Los piercings… Las perforaciones constantes eran una mejor opción al dolor que… bueno, mis muñecas… No quería preocupar mama por las marcas, pero al menos quería tener algo que me distrajera del dolor de la soledad, cada que se cerraban los agujeros me los volvía a perforar — Toco distraídamente los orificios en una de sus orejas con la mano no ocupada. Recordando la sensación de dolor en la zona cundo los alfileres de seguridad esterilizados la perforaban, como la sangre cálida siempre resbalaba por el costado de su mejilla hasta el cuello, su madre mucha veces la regañaba por machar de sangre su ropa o las almohadas.

El chico hacia esfuerzos por recordarla a inicio de su primer año, pero no lo conseguía, eran meras imágenes borrosas pues en esos tiempos no le prestaba la más mínima atención a ella en clases… Sintió náuseas y culpabilidad casi al instante, pensado que mientras el no le prestaba atención la chica sufría en silencio y derramaba sangre en busca de pensar o sentir otra cosa.

Hey, está bien — Llamo le joven levantando su vista gacha y martirizada con su suave mano, consiguiendo que la mirara de nuevo — Todo está bien porque te conocí — La sincera y dulce sonrisa que le brindo logró calmarlo un poco — Pensaba que luego de vernos ese día me evitarías aún más en clases, pero te acercaste, me hablaste como a alguien normal, incluso me seguiste invitando aquí, nunca en mi vida me había sentido tan feliz, nerviosa y emocionada al mismo tiempo, tampoco me había divertido tanto con alguien — Bajo la vista sonrojada y avergonzada — Jure jamás admitírtelo, pero me sentía patética de lo rápido que termine enamorándome de ti… ni siquiera sabía si me gustabas realmente o era solo por que eras el único chico que me había tratado bien en toda mi vida, pero luego me junte más con Kirino, con tus amigos, con Aoi y Midori... Y tu seguías siendo diferente, el corazón solo se me aceleraba contigo, así que toda esa época de mi vida ya paso... — Volvió a mirarlo aun sonrojada pero sonriente — Gracias…

No pudo terminar muy bien porque fue jalada directo a los brazos del futbolista, que la acuno posesivamente en un apretado abrazo, casi como si lo necesita más él que ella, Akane sonrió contra su pecho y ese acomodo mejor, correspondiendo al abrazo y acunando el rostro de su novio que buscaba el hueco de su hombro como un gatito buscando calor.

Vamos… Te dije que no lloraras — Bromeo la de trenzas un tanto cohibida, le había costado más de lo esperado vomitarle todo de principio a fin, así que agradecía bastante el cariñoso abrazo, lo necesitaba, pero también quería aligerar un poco el ambiente deprimente que su historia había creado. El pobre negó levemente con la cabeza, sin planes de soltarla pronto.

No lo hago Que ganas no le faltan era otro cuento, pero por ahora estaba desesperado por mostrarle su cariño, que sí que era importante, al menos para él, que nunca más estaría sola, sin poderlo evitar dejo ligeros besitos en el cuello ajena para poco a poco subir y llenar esa linda carita de besos y mimos. Dejando a una sonrojada Akane a merced de sus atenciones, rió un poco pues sabía que intentaba hacerla sentir mejor y ver todo el cariño que él le tenía, llenando su pecho de una cálida sensación que nunca en la vida cambiaría por nada.

Te quiero — Murmuro el joven contra su frente deteniendo de momento sus atenciones, simplemente disfrutando de tenerla en brazos.

Yo también.

Cuanto hace que… La última vez que… — No quería ni completar la pregunta pero necesitaba saberlo.

Un mes y medio o algo así desde que comenzamos a ser amigos, estaba demasiado ocupada lidiando con las locuras de todos los chicos como para pensar en otra cosa — Contesto en broma para aligerar la conversación, sabía que el chico solo quería algo de paz mental y ella no se la negaría, un beso casto y prolongado sobre sus labios fue su repuesta, ella obviamente no se negó tampoco.

No lo hagas más… Por favor — Le valía mierda si sonaba egoísta, no permitiría nunca más que se hiciera daño.

¿Prometes estar conmigo? ¿Siempre? — Era una pregunta tonta, y pese a que se lo prometiera nunca se sabría que iba a pasar en el futuro, quizás rompieran, quizás él la dejara o ella a él, quizás la circunstancias los separaran, pero en esos momentos recibir esa promesa era todo lo que necesitaba y deseaba.

Lo juro — Respondió casi de inmediato, más serio de lo que le hubiera gustado, se había enamorado tanto de ella, de su forma de ser, le importaba poco lo que pasara a un futuro, el solo quería estar con ella, y se encargaría de cuidarla y protegerla desde ese mismo instante aunque ella no lo quiera.

También lo juro — Ella se encargó de unir sus meñiques, sellando también el juramento con un pequeño beso sobre sus dedos entrelazados, el por su parte se encargó de sellarlo con uno sobre sus labios, esta vez mas prolongado, y mucho más lento y húmedo. Dejando todo por entendido que también prometía no auto lesionarse más.

Tras mordisquear los labios ajenos y jugar un rato más con sus lenguas, Shindou fue cortando el beso pausadamente… Si no vallan ustedes a saber cómo terminarían. Tras regular sus respiraciones la chica sonrió inocentemente.

¿Quieres que siga dándote una paliza en las cartas o sugieres algo más? — Estaba haciendo su mejor esfuerzo por lucir calmada y no el apocalipsis mismo que era en su interior tras ese beso. Shindou solo atino a reír por el comentario.

¿Tu que prefieres? — Algo que no espero fue ver una gatuna sonrisa en el rostro de su novia… Juraba que lo obligaría a ver anime de nuevo. Mucho menos espero que las manos ajenas lo atrajeran de nuevo a su puesto anterior, con ella en brazos y devorando lentamente su boca.

Menos aún espero que la chica ignorara todos sus esfuerzos por detenerse en una concreta línea…

Quizás al final ella sí que era una mala influencia para el pobre e inocente pianista… al menos solo un poco.

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Hasta allí lo dejo que me emociono :''v (?

Algo sad pero bonito al final XD trato de evitar historias como estas porque siento que son muy clichés, pero lastimosamente pasan mucho en realidad y-y

Sigo repitiendo, amo mucho al chico del manga en el que me base x,D es tan bonito y apachuchable… y Sexy *Q* (? Ok paro X''D

Sin más que decir y para no segur lamiendo muy fuerte ese manga, me despido :3 Ciaouu!


PD: Perdonen la tardanza Dx! la costumbre de no actualizar los jueves qnq

ATT; Maria Violet. Bye Bye *3*