Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.

Diálogos—

Pensamientos

"FlashBack"

0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario

(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.

Tema de hoy: Shindou le da un regalo a Akane.

(Canon/Romance/Fluff/FriendShip)

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:-:-:

.:.:Amigo Secreto:.:.

:-:-:

¿Alguien por favor sabe cómo demonios escoger un regalo de navidad para una chica? Shindou, por su parte y con sus tempranos 14 años no lo sabe. Así que está en un dilema bastante gordo.

Tirado en su amplia cama solo podía mirar por largo tiempo el alto techo de su habitación. Le parecía divertido y todo el juego del amigo secreto que habían organizado Otonashi-Sensei y Natsumi-san, la esposa de su entrenador, pero de todos los nombres de los participantes nunca se esperó sacar el de una de las pocas chicas, y justamente había sido Akane. Debería ser la más fácil, compartían clase y el mismo club, pero admitía con toda vergüenza que jamás se había molestado en conocerla demasiado, solo sabía que le gustaba mucho fotografiar.

Primero pensó en comprarle algo así como una colección de discos musicales, pero no tenía ni idea de que géneros le interesaban, nunca la había visto usar accesorios, y para empezar él no es que fuera el mejor capacitado para escoger prendas femeninas… En esos momentos la verdad sí que deseaba tener una hermana mayor o algo así.

¿Qué más sabia de ella? Solo que era muy dulce y tímida, en clases no la había visto juntarse con muchas personas, solo algunas chicas pero más amistad parecía tener con las otras managers del equipo, era buena estudiante y su notas eran un poco más altas que el promedio aunque no fuera de los estudiantes estrella. Pese a que su objetivo principal era pensar en un simple regalo termino rememorando cada ocasión en que por corto tiempo hubieran interactuado, la verdad antes él no le prestaba tanta atención. Solo pocas veces en que la había notado tomando fotos a su persona y al equipo en los entrenamientos.

¿Sería demasiado regalarle una cámara nueva? Ciertamente notaba que ella le tenía cariño a su cámara rosa adornada con algunas pegatinas, quizás no le fuera útil una nueva si ya estaba tan acostumbrada a la suya. Pensó en algo como accesorios para la misma, o esos bolsos especiales para no dañarlas y transportarlas con cuidado, pero ella la llevaba a diario a clases, quizá se le hiciera algo engorroso cargar dichas cosas todos los días.

Volvió al punto de inicio… ¿Qué demonios podría regalarle a esa chica? Era sábado, si no se decidía pronto a comprarle algo no tendría tiempo, pues la fiesta navideña del club seria el próximo viernes tras acabar los exámenes que tendrían durante toda la semana. Suspiro decidido a salir y encontrar algo perfecto, quizás si vagaba un poco por el centro de la ciudad encontrara algo, se arregló y abrigo bien pues algo de nieve ya había por la ciudad debido a las fechas decembrinas. Anuncio su salida rechazando el ofrecimiento de ser llevado con el chofer de su hogar y en poco más de media hora entre caminar y un rápido viaje en autobús ya estaba caminado algo perdido mientras recorría una calle comercial llena de tiendas, en su mayoría de ropa, zapaterías, uno que otro restaurante, árcades etc…

En su camino se cruzó por lo que parecía una bisutería o algo por el estilo, tenían gran variedad de joyas hechas a mano con cuentas de colores, collares, cadenas, aretes, peluches, y además todo tipo de materiales para realizar en casa esas mismas cosas, pasando por el exhibidor que daba la calle se fijó más que todo en una pieza curiosa que aprecia ser el centro de la exhibición, una caja musical de color perla estaba abierta mostrando una bonita bailarina de cristal, el cristal se teñía de blanco en lo que eran las parte de su vestido y zapatillas mientras en el interior un espejo reflejaba lo que sería el movimiento de la misma una vez le hubieran dado cuerda, el suelo debajo los pies de la bailarina era cubierta por una suave capa de tela de peluche esponjosa color azul pastel, igual que algunos detales fuera de la caja, que parecía tener también pequeños compartimientos de almacenamiento, como si fuera un alhajero.

Era preciosa a simple vista y Shindou vio en ello su salida al dilema, pero… ¿Le gustaría? No es que fuera algo muy útil más allá de una pieza de decoración y para guardar cosas pequeñas, duro lo que el sintió una eternidad prendado viendo la pieza, hasta que noto como, por ironía de destino, un par de siluetas conocidas salían de la tienda de al lado, que era de discos de música. Solo atino a poner la capucha de su chaqueta blanca por sobre su cabeza y ocultar el rostro lo más posible fingiendo tratar de entrar en calor soplando el vaho de su aliento en sus manos, mientras el rezaba que no lo reconocieran Midori y Akane pasaban por detrás suyo conversando animadamente mientras parecían seguir sus compras.

¿Le gustaran? Sé que ya confirme que no los tiene pero quizás es porque no le agarrada esa banda — Pregunto la dulce vocecita de Akane tras él.

Para mí todas esas bandas de Rock suenan casi igual, si le gusta uno le gusta lo otro deja de preocuparte — Respondió Midori en vanos esfuerzos de tranquilizarla.

Si tú lo dices… — A Shindou le pareció que no sonaba convencida, estaba casi suspirando de alivio pues ellas ya estaba pasándolo de largo cuando sintió una presencia bajita y menuda a su lado, pudo confirmar gracias al reflejo del vidrio frente suyo que se trataba de su "amiga secreta" — Waaa, mira qué bonita tienda — Para su fortuna lucia tan concentrada en llamar a su amiga y el exhibidor en sí que no reparo en él.

¿Te gustan todas esas cosas rosas? Pensaba que odiabas llevar accesorios — Comento la pelirroja sin mucho interés, el por su parte estaba debatiéndose entre sí irse disimuladamente pues no lo reconocieron o quedarse a escuchar y poder decidirse por un estúpido regalo.

No me gustan mucho las pulseras ni los anillos, pero los peluches son adorables ¿A que chica no les gustan? — Shindou anotaba mentalmente — La caja es preciosa, pero debe costar una fortuna — Akane miro con los ojos brillosos al centro de la exhibición, el chico pudo ver claramente sus ojitos iluminados por el rabillo del ojo, aparto un poco la cara en dirección contraria para cerciorarse de no ser descubierto.

Demasiado elegante para mí, vamos ya, muero de frió y quiero un chocolate caliente de esa cafetería que abrieron hace tiempo, no he podido probar sus especiales de navidad — Midori era su heroína, tiro de la reacia chica lejos de la tienda pese a las adorables protestas de la más bajita, un vez se sintió fuera de peligro retiro la capucha de su chaqueta con un suspiro de alivio y se decidió por fin a entrar en la tienda.

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El esperado viernes por fin llego, y habían terminado todos los exámenes y casi todos los clubs iba a tener sus respectivas celebraciones, las de las clases vendrían el día de la ceremonia de cierre donde por fin iniciarían las vacaciones.

El club de fútbol siempre realizaba una fiesta en uno de los amplios salones de espera de su edificio, designaban un grupo de personas que ayudarían a las chicas a decorar, otros con los bocadillos y la comida y entre todos lograban montar una agradable fiesta, todos se estaban divirtiendo y conversando por aquí y por allá, habían incluso invitado a algunos amigos de su entrenador y viejo miembros del Inazuma leyenda, Kazemaru, Hiroto, Midorikawa y Sakuma estaba allí, todos se divertían hasta que Haruna nuncio que era el momento de los regalos, todos habían apilados sus presentes envueltos en una mesa, sin quererlo habían formado una buena pirámide que servía por si sola de decoración y centro focal en la sala.

La profesora decidió iniciar ella dando su regalo, el que lo recibiera daría el suyo luego y así seguirían, si luego tocaba alguien que ya había regalado solo elegirían a alguien al azar, vamos el típico juego de los regalos, La profesora paso a darle su obsequio a Kurama, este a Shinduke, el portero a Midori, está a Kirino y así sucesivamente hasta que Tenma quien había recibido su regalo de Hamano, se acercó a Shindou deseándole feliz navidad y entregándole una caja con su obsequio, le agradeció al risueño chico que volvía su anterior lugar para abrir su regalo, por su parte solo dejo el propio a un lado yendo a la mesa donde reposaba la caja color azul pastel aterciopelada con un brillante lazo lila un tanto oscuro… Repentinamente estaba bastante nervioso.

Fijo su atención en la chica que conversaba con sus amigas obre el regalo que había recibido la pelirroja, Akane estaba completamente distraída a diferencia de otros que prestaban atención a todo el intercambio de regalos. Lo más tranquilo que pudo aparentar se acercó a ella por fin llamando su atención recibiendo a cambio una adorable mirada confusa.

Feliz Navidad — La pobre pareció quedar algo shockeada en un inicio, no creyendo su suerte… ¿Cuáles eran las posibilidades de que a su amor secreto le haya salido su nombre por sorteo para el intercambio de regalos? Aun sorprendida pero por fin reaccionando recibió con manos temblorosas la caja, un poco pesada que contenía su regalo.

Gr-Gracias — Presto especial atención en sostenerlo bien con pavor a que pudiera caerse siendo quizás algo frágil, no tenía ni la más mínima idea de lo que pudiera contener, le tomo milagros, pero se armó de valor para preguntar — ¿Puedo abrirlo ahora? — Shindou tuvo que morder el interior de su labio para no reír levemente, era adorable con su carita levemente sonrojada y su inocente pregunta.

Por supuesto, es tuyo — Ya casi todo mundo había descubiertos sus regalos, sintiéndose ya algo incómodo por todas las miradas –Podría jurar que Kirino se estaba riendo internamente pero no entendía por qué- procedió a alejarse dela chica por más que quisiera ver su reacción de cerca y volver a su puesto, la chica conteniéndose de abrirlo lo más rápidamente posible dejo el paquete rosa en una mesa y busco el presente que le tocaba en la mesa de los regalos que poco a poco disminuían en cantidad. Tomo aire y se acercó nerviosamente hacia cierto delantero peli azul que la miro algo sorprendido pero rápidamente volvió a su expresión hermética.

Feliz Navidad Tsurugui-kun — Le entrego una bolsa con colores azules y morados oscuros mezclados en una nebulosa con diseño de galaxia bañada por numerosos puntitos de luz que eran estrellas. El chico le agradeció quedadamente, ella solo asintió y se alejó mas no dejo de prestarle atención al delantero, perecía ansiosa por ver su reacción con el regalo olvidando el paquete color pastel. Intento con todas sus fuerzas no lucir ofendido o decepcionado en lo que el mismo destapaba el regalo que le dio Tenma, una versión en pasta dura de un libro de misterio que había mencionado alguna vez que le gustaba, luego tendría que agradecerla al castaño de remolinos, Akane había esperado pacientemente a que el delantero hubiera entregado el presente a quien le correspondiera para que luego ante la insistente mirada lila que seguro sentía, abriera la bolsa encontrando por lo menos 3 discos nuevos de música que no identifico.

Fue sorprendentemente inusual ver a Tsurugui sonreír por más de un minuto en lo que ojeaba todas las cubiertas y las contraportadas, Akane lucio satisfecha y aliviada a la vez, se estaba asustando de lo seguido que hora pasaba por su cabeza el pensamiento de lo adorable que era su manager cuando sonreía de esa manera tan aniñada.

Deja de mirarla tanto que se dará cuenta — Reprendió su mejor amigo sentándose junto al castaño, recibiendo como respuesta una mirada no muy amigable.

No la miro —

Sí, lo haces — Refuto el pelirosa de lo más divertido — Como sea, ¿Qué te dieron? — No había estado prestando atención a cuando el pianista destapo su regalo.

Un libro en pasta dura de mi saga favorita — Le mostró el ejemplar — Me falta uno y completare una colección.

Genial, más libros para tu cuarto — Era en parte broma, pues siempre que iba de visita donde su amigo los libros eran casi lo único que tenía para entretenerse aparte del internet y la tv. Realmente tenía que invitar su amigo a hundirse un poco en el mundillo de los videojuegos — ¿Qué te dio Midori? — El defensa resoplo.

La muy graciosa me dio una bolsa llena de maquillaje — Rodo sus ojos cyan — Supongo que mi mamá y mi hermana estarán felices cuando se las de — El pobre se encogió de hombros y Shindou no pudo evitar soltar una leve carcajada, en parte sentía lastima por su amigo pero había sido demasiado gracioso esta vez como para contenerse, mientras mas protestaba él ofendido por su risa menos podía contenerse, eso hasta que un gritillo ahogado llamo su atención y la de varios más.

Akane había requerido cierto tiempo de preparación mental antes de dignare a abrir la mentada caja, ya gracias a la insistencia de sus amigas pudo conseguirlo al fin, quedando entre pasmada y maravillada nuevamente, la cubierta de madera brillante y barnizada en color perla fue la que recibió su primer vistazo, no reconoció en primea instancia el objeto, pro cuando salió de la caja y lo dejo reposar en la mesa no pudo evitar ahogar un patético gritillo asombrado al abrirla y descubrir que efectivamente era una caja de música que si bien recordaba había visto en su paseo de compras y que le había parecido tan bonita pero inalcanzable… Ahora estaba frente a ella reluciendo y brillando, no conforme con eso había sido un regalo del primer chico que había conquistado su corazón.

Casi se pone a llorar allí mismo de lo emocionada que estaba y de lo rápido que latía su corazón.

Es preciosa — Dijo casi sin voz admirándola más a detalle, dándose cuenta que sobre la superficie de peluche que estaba a los pies de la bailarina reposaba una larga pero fina cadena, al retirarla se dio cuenta que contenía la llave que daba cuerda la caja y otro pequeño dije de plata con la forma de teclas de piano. Tan en su mundo estaba que no notaba los chillidos emocionado de Aoi que le pedía darle cuerda… Su mente en modo automático obedeció buscando la ranura para la llave que estaba a un lado y comenzó a darle cuerda delicadamente, un par de vueltas bastaron y la delicada bailarina de cristal comenzó su debut acompañada de una suave melodía, el dulce sonido llamo la atención de muchos, pero Shindou solo podía mirar la expresión maravillada de esos ojitos lilas que miraba girar y girar a la bailarina de cristal.

Yo digo que le gusto — Comento Kirino medio en broma lo obvio, su amigo no le prestó atención pues seguía embobado viendo a la manager, mientras esta se colgaba en el cuello la larga cadena, los dijes colgaban tintineantes un poco más debajo de su pecho casi llegando al estómago, había hecho algo de trampa, pues eran dos regalos en uno, la cadena y el dije no venían con la caja de música, más cuando vio aquel dije no pudo evitar penar que le quedaría bien a su manager, había dicho que no a la pulseras y anillos, no había expresado desagarrado las cadenas, decidió aprovechar y enganchar la llave de la caja a la cadena para que pareciera que venía todo incluido — ¿Qué ven mis ojos? ¿Estas sonriendo embobado por una chica? Oh dios… Pronto habrá una turba de chicas enojadas protestando por aquí en el club — Dramatizo el defensa, consiguiendo por fin lago de atención de su amigo que lo fulmino molesto.

No, no la habrá porque no existe y no estaba embobado — Respondió en su defensa aunque sí que lo estuvo… Le había parecido demasiado adorable esa expresión como para no fijarse bien en ella.

Pobre de ti mi inocente amigo si no te tomas enserio a ese montón de chicas, un día acabaras en el hospital — Suspiro bromeando de nuevo — Ah, y deberías admitir de una vez que te gusta al menos un poco, si no te apuras otra persona inclusive más cerrada con esos temas comenzara a ganarte terreno — Hablo esta vez en voz más baja, señalando como cierto delantero se unía junto con Shinsuke y Tenma a donde estaban las managers aun admirando el regalo de la peli crema. ¿Eran imaginaciones suyas o Tsurugui parecía estar de muy buen humor? Había una casi imperceptible sonrisa en su rostro mientras veía como la de trenzas miraba embobada la caja de música con su mejilla apoyada en los brazos que reposaban en la mesa.

Ella. No. Me. Gusta — Mascullo en voz baja hacia su amigo y no supo que lo preocupo más, el ligero calor en sus mejillas, la sensación de que ni siquiera el mismo se tragaba sus palabras o la sensación de malestar al darse cuenta de que en efecto le molestaba aquel dato sobre el delantero estrella de su equipo y la manager.

Si claro, luego no digas que no te lo advertí — Su acompañante se encogió de hombros dejándolo solo con sus pensamientos confundidos, suspiro tratando de calmarse por el resto de la fiesta… Dios, el solo estaba feliz por haber encontrado el regalo perfecto para ella. Solo era eso. Aunque si lo meditaba bien, no entendía por que se había esforzado tanto por encontrar el mejor regalo posible, se planteó a si mismo buscando regalos para las otras os gerentes, y en definitiva quizás no hubiera imprimido la misma cantidad de esfuerzo y debate en buscar uno.

Entre sus desvarios mentales, la fiesta había llegado a su fin luego de comer todos juntos, todos se fueron retirando poco a poco, él ya estaba de camino a casa cuando una dulce vocecita lo llamo y altero a la vez, se giró encontrando el pequeño cuerpecito de Akane enfundada en un abrigo grueso y felpudo por dentro de color gris con blanco. Cargaba su mochila de clases con sumo cuidado, seguramente allí estaba la caja de música.

Shin-sama, muchísimas gracias por mi regalo, me ha encantado mucho — Esa sonrisa debería estar prohibida, es demasiado bonita y estaba haciendo que su ritmo cardíaco se alterara de manera anormal.

No es nada Akane — Él se lo estaba repitiendo mentalmente cual mantra. No es nada. Nada en lo absoluto. Nada de nada — Me alegra que te gustara.

Sé que no es nada, bueno, para usted pero… — No entendió muy bien que quiso decir, de repente había mirado al suelo cohibida y un tanto sonrojada… Seguro era el frió ¿Verdad? Akane sacudió la cabeza alejando las tonterías que de repente se le ocurrieron para decirle, en definitiva para el solo era un regalo, pero para ella era muy especial, su nuevo tesoro irremplazable — No es nada — En esos 5 minutos de valor que cogió al hablarle de nuevo, consiguió impulsar su cuerpo hacia el tomándolo por sorpresa en un abrazo, sus brazos reaccionaron más rápido que su mente acogiendo esa agradable y repentina fuente de calidez — Muchas gracias de nuevo — Antes de que comenzara a hundirse a sí misma en su propia vergüenza se separó del joven más sonrojada aun que hace unos instantes — Nos vemos.

Ella solo se despidió como si nada yéndose rápidamente y dejándolo allí solo, parado en medio de la calle con la mente en blanco total. Aun con los brazo en la posición que habían adquirido el sostenerla y con esa dulce calidez escapándosele de a poco, bajo la mirada ocultando un poco sus ojos con el fleco. Junto y froto los brazos en un intento por mantener dicho calor más tiempo pero fue imposible. Lo único que quedaba como evidencia de aquel abrazo fueron sus mejillas coloradas que poco a poco se fueron intensificando y el desbocado ritmo cardíaco que ahora se gastaba.

De camino a casa se discutía muy seriamente consigo mismo que regalo le había gustado más. Su auténtico regalo resguardado en su mochila.

La linda expresión de felicidad de su manager o el recuerdo de la calidez de ella entre sus brazos. Se tiró a su cama sin siquiera quitarse el uniforme viendo perdido al techo justo como cuando pensaba en un regalo hace poco menos de una semana. Solo que esta vez tratando de conseguir una razón lógica y no romántica para el anormal ritmo en su corazón y la extraña alegre que sentía cuando pensaba en Akane…

Estaba tan jodido.

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Jojojojo yo aquí aprovechando las fechas decembrinas :3 (?

FELIZ NAVIDAD A TODOS! X3

Esta madre se suponía iba a ser más corta pero me termine emocionando XD No sé! Me gustó mucho we! X3

Shindou es una ternurita cuando se pone tsundere XD lo voy a hacer así mas seguido ewe

Voy a buen ritmo escribiendo 1 capi por día, espero no cagarla x,D me despido que tengo sueño y son las 1 am :''v Ciaoo!

ATT: Maria Violet. Bye Bye ;3