Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.
—Diálogos—
—Pensamientos—
"FlashBack"
0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario
(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.
Tema de hoy: Akane y Shindou juegan juntos un MMO. Akane es la espadachín y Shindou es el sanador.
(Semi-AU/Romance/Confort/Acción pero no más poquito(?)
Aviso: este capítulo está conectado con el cap 5 de esta misma historia, basado en el anime y novela ligera de Sword Art Online, no soy propietaria de ninguna ywy.
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.:.:Revenge:.:.
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El sonido de espadas y la banda sonara de fondo le traía muy malos recuerdos, hacia tiempo había estado en la misma situación, ese mismos monstruo digital frente a si, un grupo de asalto igualmente conformado por miembros de varios gremios importantes y que se dedicaban avanzar por el juego, muy competitivos pues quería llevarse cualquier drop extraño que soltara aquel Boss de piso.
Pero esta vez era distinto, muy personal, no dejaría que nadie le ganara, ese Boss iba a desaparecer al filo de su espada, su imagen era muy distinta a la del viejo Aincrad, donde estaba obligada a lucir igual que su yo real.
Esta Rosse era ahora un hada de raza Imp, con solo una trenza larga en olor índigo y ligera armadura purpura oscuro, aun con su tonalidad lavanda en su mirar gracias a que cierta personita había mencionado que amaba el color de sus ojos.
Espero pacifica a que los puntos en su barra de HP terminaran de subir gracias a una recién usada poción, era extraño estar en esas mismas mazmorras de Aincrad y no estar al pendiente de siempre tener cristales de tele transportación y de curación siempre a la mano por emergencias. El Boss ya estaba a punto de ser acabado, con solo un cuarto de vida de sus 4 barras de HP. Con todo y eso sería difícil llevar a cabo su misión pues esa cosa bajaba de vida muy lentamente aun con 4 personas atacando al mismo tiempo.
La vida del monstruo comenzó a bajar del 10% y la pequeña chica con vestimentas oscura dirigió su mirada a su único aliado en lo que sería esa misión, a su lado un joven Undine de piel pálida y cabellos azul marino le miro tranquilo, pero preparado, sabía que con solo una señal de ella se separarían se lo que era su escuadrón para aquel Boss e irían a matarlo en contra de todos aquellos jugadores que seguro los repudiarían por llevarse el golpe final cuando no era el turno de su Party atacar.
Había reglas no escritas de quien se llevaría aquellos objetos y de las más importantes era no meterse en el camino del escuadrón de turno… A ella poco le importaban los Drops, solo quería que su alma estuviera en paz consigo misma.
—Rouge… — Llamo dubitativa, quizás no era buena idea, quizá solo debía evitarse problemas a ella y a su compañero, superarlo de alguna otra manera, no estaban poniendo sus vida en riesgo de nuevo, mas sin embargo todo aquello le traía muy malos recuerdos a ambos… Tenían que ser muy masoquistas como para seguir jugando VRMMORPG's luego de todo lo que les ocurrió.
—Cuando tu estés lista — Sonrió el chico acariciando su mano con cariño, solo con eso consiguió calmarla un poco, el siempre estaría con ella fuera en lo que fuera, pero eso era algo que neceitaban ambos, que cargaban con el mismo peso, al verlo tan dispuesto con ella en un principio no dudo más, se puso de pie enseguida secundada por el joven con estoque y barita en mano, cuando los miembros de la Party en turno de atacar gritaron la orden para el cambio de grupo, los miembros de la Party que seguía quedaron estupefacto al ver un rápido borrón negro y purpura abalanzarse con velocidad al jefe.
Era una mazmorra en la que se prohibía el vuelo, así que de nada servirían sus alas negras similares a las de los murciélagos, la mayoría en Aincrad lo era desde que metieron aquel parche en ALO para jugar en los pisos de lo que alguna vez fue un castillo flotante del terror, ella lo prefería así, así tenía que ser. Comenzó a atacar sin piedad con la secuencia de skils de siempre, sintió apenas las luces y la reconfortante sensación de lo hechizos potenciadores que le lanzaba su compañero, no tardo en ver las señales de los Buffs junto a su barra de HP. Siguió envistiendo esta vez con su propio movimientos con la espada hasta que el monstruo logro frenar uno de sus golpes con el hacha, trastabillo hacia atrás gritando la orden de cambio.
Su compañero de armadura ligera entre blancos y azules, que con su propia espada freno un ataque que seguro podría haber acabado con ella, llevándose un bue Shock que ralentizaría sus movimientos, afortunadamente ambos eran de razas veloces, la chica no tardó en recomponerse de la ralentización tras los golpes y usar sus skills y volver para cambiar con el joven, entre ambos cambiándose fueron bajando la poca vida que le quedaba al ser digital. Tras una última secuencia de increíble trabajo en equipo que dejo a más de uno con la boca vierta, el chico se alejó algo agitado dejándole los últimos golpes a su compañera que lo veía todo rojo, solo pensaba en acabar con esa cosa que se llevó a alguien tan preciada de su lado.
Una estocada, un último giro, un zarpazo, su último ataque perforo todo el centro del Boss acabando mientras deslizaba todo el filo de su espada en el interior de la criatura, esta dio un espantoso chillido reventando en cientos de polígonos de color aguamarina, dejando entre el brillo a una cansada hadita. Esa batalla no había durado más de dos minutos, pero el agotamiento mental y físico fue enorme. Las trompetas de felicitaciones y los gritos enfadados los demás jugadores no se hicieron esperar. Ella solo se tomó un tiempo mirando al infinito agotada tras la actividad física y azorada por las emociones. Lo había conseguido, había logrado lo que no pudo en aquel momento por la desesperación, acabar con el que mato a una de sus mejores amigas. Puede que sonara ridículo, pero para ella pese a que otro había programado a esa criatura fueron ese y su propia incompetencia como líder el que Lilie muriera. Por fin logro sobreponerse a eso.
Antes que la horda de jugadores de la Party embaucada fueran a por ella enojados Rouge los detuvo intentando tranquilizarlos por unos momentos, cuando el grupo de jugadores estuvo a punto de ponerse agresivos el sonido de mátales y demás cosas chocando contra el piso llamo la atención de muchos. La chica aun agitada presionaba botones en su pantalla de ajustes tirando fuera de su inventario cualquier drop que hubiera recogido automáticamente. Su compañero viendo que por fin se habían calmado y que no atacarían a su amiga pronto comenzó a hacer lo mismo.
—No me interesa esto, quédenselo, pero mi pelea con esa cosa era personal, no iba a dejar que nadie más me arrebatara mi venganza y mi paz mental — Sentencio la chica en el silencio estupefacto que se había formado en toda la mazmorra. La cara seria y algo triste de aquella linda muchacha dejo sin alientos a muchos… Si ella y conocía a ese Boss solo podía ser por un razón, se consideraba Tabo hablar sobre los SAO Survival, estos mismos no solían revelar que estuvieron en aquel horrendo juego de vida o muerte por seguridad o por lo que fuera, a ella no le importaba siempre y cuando no la molestaran.
—Lamentamos mucho los inconvenientes — Se disculpó formalmente el peli azul con todos, con esos aires serios y principescos por los que era conocido ahora en ALO. Al resto aun mudos solo les salió asentir aceptando eso.
—Como sea, si me disculpan no estoy de muchos ánimos para ir a activar el portal del siguiente piso — Sin decir nada mas busco en su ventana de menú la opción de desconectarse, aun luego de tanto jugando ALO guardaba cierto temor a que aquel estúpido botón le diera por desaparecer de nuevo. Las luces y partículas que venían a su visión con la desconexión aparecieron, trasportando su conciencia de nuevo a su cuerpo real.
Con un suspiro cansado abrió los parpado viendo a tras vez del visor del AmuSphere el alto techo de una gran y lujosa habitación que no pertenecía a su hogar. Se retiró el aparato de la cabeza con facilidad, ciertamente era mucho más cómodo que el NervGear pese a que solo sintió la incomodidad de retirar este último solo 1 vez en su vida.
Se sentó mirando a la nada en la amplia cama, su cuerpo real no sentía cansancio alguno, solo su corazón se había alterado, el toque de la puerta no tardo en oírse y ella solo pudo abrazarse a sí misma y hacerse bolita. Cierto castaño de ojos castaño rojizos se disculpó con voz suave y tras cerrar la puerta de la habitación entro para acercarse y abrazar a esa bolita humana.
— ¿Estas bien? — Shindou acaricio los desordenado cabello crema de la pobre, a cualquiera le luciría descuidada siendo que solo vestía ropa cómoda para la inmersión, una sudadera, shorts de algodón, bien podría ser una pijama, pero a el no le interesaba en lo absoluto, para el lucia y luciría preciosa y adorable con lo que fuera que llevara puesto. Igual el tan solo iba con un pantalón de pijama y una camiseta negra.
La chica solo asintió pegándose a él y abrazándolo, solo necesitaba cariño y sentirse segura en esos instantes. El no se lo negó en lo absoluto, duraron un largo rato en un cómodo silencio solo sintiendo la agradable calidez del otro.
—Supongo que no nos llamaran en un buen rato para alguna caza de boss — Bromeo un poco la chica tras separarse, tenía las pestañas húmedas pero no quería llorar por ese asunto, ya lo había hecho mucho y sabía que su novio odiaba que llorara.
—No importa, igual no es que hallamos ido a muchas de todas formas — Se encogió de hombros el castaño, si bien jugaban con normalidad por todo Aincrad y les traían recuerdos, los peores eran en las salas de los jefes, pues eran donde más bajas habían, y pese a que no fueran personas cercanas preferían evitarse malos momentos. La de trenzas solo asintió.
—Te quedaras a dormir ¿Verdad? Ya es muy tarde no quiero que te vayas a estas horas — Pregunto preocupado el chico viendo por las enormes ventanas de esa habitación de invitados en su casa como el cielo ya estaba en un avanzado estado nocturno, se habían tardado más en el juego de lo que pensaron.
—Sí, avise que quizás dormiría aquí así que no hay de qué preocuparse Shin-sama— Akane sonrió aliviando al pobre chico, aunque luego nadie le quitaría la incomodidad del cuerpo cunado su madre le preguntara en casa si había ocurrido algo, pese a que sabía que su madre solo se preocupaba por su bien estar fue de lo más incómodo cuando empezó a darle toda esas chalas que venían junto con la adolescencia. Cuando empezaron de novios no fue muy difícil para sus padres aceptarlo, pues tras despertar de dos años de lo que fue literalmente un coma para su cuerpo, no tenía ánimos ni fuerzas para empezar su rehabilitación.
Estaba triste y desganada pues debido a la desconexión masiva y tan repentina se había separado de su mejor amigo sin saber absolutamente nada, sonaría ridículo pues cualquiera estaría feliz de haberse escapado de aquella pesadilla virtual, pero ella extrañaba horriblemente a su compañero, no tenía dato alguno de como encontrarlo en la vida real, para empezar no tenía ni idea de cómo se habían desconectado si aún faltaban 25 pisos por liberar. Tras días de depresión y de ver como sus padres la pasaban mal por su estado de ánimo y falta de colaboración en su rehabilitación recibió la noticia de que tendría una visita, nadie mas que su familia la había ido a visitar desde que despertó, se preguntó si era algún compañero de clases o algo así, no había sido muy cercana a nadie a decir verdad.
Sus padres lucían nerviosos cuando les pregunto el nombre. Shindou Takuto… No reconocía ese nombre de nada.
Como lloro de sorpresa, felicidad y un montón de emociones más tras ese día cuando un chico castaño un tanto pálido y delgado fu llevado a su habitación estando aun en silla de ruedas, los dos años de coma habían hecho estragos en los cuerpos de todos los jugadores.
Aun así el había hecho todo lo posible por encontrarla y aun seguía sin idea de como lo había logrado pero no le importaba mucho, gracias a el había continuado con su debilitación, había vuelto tener su ánimo típico e incluso era mucho más alegre, sus padres estaban más que agradecidos por que el joven le había devuelto la luz en los ojos a su pequeña.
Aunque Shindou mas bien sentía que había sido al revés, sintiéndose ambos tan desconectados del mundo real luego de no haber pertenecido a él por tanto tiempo, encontraron refugio en el otro, además por fin pudieron presentarse debidamente, tocarse y abrazare en verdad y sentir la calidez del otro. Shinou la estrujo de nuevo entre sus varazos gradeciendo al cielo cada sensación, por suerte o destino ambos habían vivido todas sus vidas en la misma ciudad sin conocerse hasta ese terrible incidente.
—Mejor ya descansa — Susurro el joven tomando las mejillas de su novia mirándola con dulzura y aprecio, la amaba demasiado, además que era adorable con ese sonroja de vergüenza en el rostro, decidió aumentarlo depositando un tierno e inocente beso en los labios ajenos. Pasaría mil veces por Aincrad nuevamente si eso era requisito para poder sentir la calidez de esos labios y la felicidad que en esos momentos tenía en el pecho.
Ella solo correspondió un tanto nerviosa como siempre y la sonrió tras separarse, deseándose buena noches mutuamente el joven volvió su propia habitación, dejando a la chica suspirando feliz.
Él siempre lograba de una u otra manea consolarla y hacer que olvidara todas sus penas.
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Haber, hoy escribí 2 capis y estoy que muero, esta cosa se suponía no pasaba de 1200 palabras :,,v pero paso de 2300 XD casi el doble joder :''v este 31 las voy a tener hasta la madre de Shindaka y de mi (?
Para no atosigarlos con mis comentarios qleros tratare de hacer los cortitos xD y la verdad ya me tengo que ir a dormir así que Ciao Ciao :,v
ATT: Maria Violet. Bye Bye owo
