¡A escena! El chico ¿o la chica? que siempre se pierde
Encima de un risco de donde se divisa un poblado se logra ver a un apuesto joven de larga cabellera castaña que lleva recogida en una coleta baja, con algunos mechones cortos cayendo en sus mejillas y un flequillo cubriendo su frente. El joven tiene unas facciones delicadas y muy apuestas. Esa mirada salvaje que muestran sus grandes ojos color marrones lo hacen ver más apuesto. Su tono de piel es claro y tiene una complexión delgada, además que no es de estatura muy alta. Viste un pantalón entubado color negro, encima una especie de blusa que parece un kimono, es de color azul con blanco, cruzando por la parte de enfrente tiene un cintillo en donde varias espátulas están acomodadas, encima de su vestimenta lleva una capucha color café, algo desgastada, aun así sobresale en su espalda una enorme espátula que lleva amarrada.
- No creo que este sea el lugar. –dice mirando el poblado. Su tono de voz es algo ronca, se escucha incluso algo forzada. –Aun así bajare. –dice con firmeza, saltando del risco.
El chico camina algo desubicado por el pueblo, mirando a todos lados, en eso ve a un señor acicalando el pelo de una vaca y se acerca a él.
- Oiga. –habla llamando su atención y el hombre voltea. – ¿Sabe donde esta la escuela Furikan? –al hombre le resbala una gota de sudor en la nuca.
- Eso es en Tokio ¿no? –el joven asintió. –Estamos en Osaka. –dice mirándolo con ojos entrecerrados y el joven ensancha los ojos.
- ¿Enserio? –pregunta sorprendido y el hombre asintió. – ¿Como llego a Tokio?
- Sigue ese camino, todo derecho. –dice apuntando la carretera.
El chico asintió y empezó a correr hacia la dirección dicha. Siguió corriendo hasta cuando diviso una curva mas adelante.
- Dijo que era derecho. –dice con decisión y él sigue corriendo en recto saliéndose de la carretera e internándose al bosque.
Ya el sol esta comenzando a ocultarse y se ve al mismo chico caminar todo cansado, incluso usa un palo como bastón para apoyarse. Sus ropas se ven algo sucias y en su expresión se denota el cansancio.
A unos metros frente a él divisa a un hombre regando los sembradíos que están ahí, así que se acerca a él.
- Disculpe. ¿Sabe si falta poco para llegar a Tokio?
El hombre voltea y se sorprende al ver al mismo chico de hace unas horas al igual que el chico se sorprendió al ver al mismo hombre de la vaca que le dijo por donde irse hace unas horas haciendo que caiga cansado al piso mientras el hombre lo mira como si fuera un retrasado mental.
Al día siguiente se logra ver nuevamente al mismo chico caminando cerca de una escuela justo a la hora que están saliendo algunos estudiantes.
- Tengo que estar cerca. Llevo toda la noche caminando. –dice con cansancio, en eso ve a un chico caminar frente a él y lo toma de las solapas asustándolo. –Dime donde esta la escuela Furikan. –dice en forma de orden.
- ¿Eh? –exclama mirándolo incrédulo.
- La escuela Furikan. ¿Dónde esta? –el chico apunta atrás de él haciendo que este lo suelte incrédulo volteando hacia atrás viendo el gran letrero que dice el nombre de la escuela. –¡!Finalmente la encontré! –exclama maravillado, con un aura brillante rodeándolo y mirando la escuela como si fuera el paraíso.
- Loco. –exclama el otro chico poniéndose de pie rápidamente y alejándose del loco temiendo que se le contagie su locura.
El chico voltea hacia la entrada viendo a Akane correr hacia la salida siendo seguida por un molesto Ranma.
Akane salta esquivando a un chico que iba delante de ella.
- ¡Akane prepárate!
La chica alza el rostro viendo a un chico ir directo a ella con una gran espátula en mano, como puede logra esquivarlo, y cae apoyando una mano en el suelo y el chico golpea con la espátula el suelo a unos pocos centímetros delante de ella.
Akane mira sorprendida la gran grieta que formo el ataque del chico en el suelo y salta hacia atrás quedando de pie a la vez que el chico se endereza. Ranma extrañado se detiene alado de Akane mirando con extrañeza el recién llegado al igual que los demás alumnos que se amontonaron alrededor.
- ¡Finalmente te tengo Tendo Akane! –dice triunfante el chico, mirándola retador. –sigues siendo muy buena para escabullirte Akane. –el nombre lo dice con algo de resentimiento.
- ¿Lo conoces? –pregunta Ranma, mirando a Akane.
- Hace mucho que llevo esperando este momento, incluso parece como si hubieran pasado siglos desde que te fuiste.
- (Eso sonó muy comprometedor, ¿acaso él tuvo algo con Akane?) –Ranma ensancho los ojos sorprendido al igual que los demás, aunque el pelinegro no supo porque sintió cierta molestia al pensar que esos dos tuvieron alguna clase de relación sentimental. – ¿Quién es Akane? –pregunta algo exigente y la chica se soba la barbilla dándole un aire pensativo.
- ¿Ahora vas a fingir que no me conoces? –pregunta molesto el castaño.
- ¡Oye! ¿Lo conoces si o no? –pregunta con fastidio Ranma.
- Mmmm… —Akane se sigue sobando la barbilla pensativa, intentando recordar a ese chico.
- ¿En verdad no puedes recordarme? –pregunta incrédulo y Akane niega una y otra vez con la cabeza haciendo que a todos les resbale una gota de sudor en la nuca.
- ¡Ah! –exclama tronando los dedos, como si lo acabara de recordar.
- ¿Ya me recuerdas? –pregunta inseguro el chico dando un paso acercándose a ella, pero Akane regresa a su mueca pensativa.
- Anda, tienes que hacer un esfuerzo. –dice con fastidio Ranma.
- No importa. –dice molesto. –Solo hay una cosa que quiero saber… ¿POR QUÉ SE FUERON SIN MI? –grita furioso.
- ¿Te fuiste sin él? –pregunta Ranma mirándola con ojos entrecerrados, en una forma de reproche.
- ¡Ah! –exclama Akane apuntándolo, como si acabara de recordar quien es.—Creo que ya te recordé. Fuimos compañeros en la escuela primaria… ¿o no? –dice dudosa.
- ¡Kuonji Ukyo! –dice entre dientes.
- ¡Ah si! Kuonji Ukyo. –dice nerviosa, medio acordándose de él. – ¡Si! ¡Ha pasado tiempo mi gran amigo! –dice de lo mas feliz abriendo sus brazos para darle un abrazo.
- Pues no el suficiente. –dice molesto, dándole un manotazo en los brazos para que no lo abrace y Akane lo mira extrañada. –Dime: ¿Por qué se fueron sin mí? –dice con reproche.
- ¿Sin ti? –pregunta extrañada.
- ¿Ya lo olvidaste? –dice mas ofendido y Akane asintió. –Cuando niños tu padre y él mío se hicieron muy amigos. Y tu padre le prometió al mío que a cambio de nuestro puesto de panes me llevarían con ustedes para entrenar y hacerme más fuerte.
- ¿Enserio eso prometió el viejo? –pregunta sorprendida y a Ranma le resbalo una gota de sudor en la nuca sabiendo a donde iba la cosa.
- ¡Sii! –exclama furioso.
- Haber. –Akane se soba la barbilla pensativa. –la verdad solo recuerdo que cuando niños eras un chico muy chillón, por todo llorabas, que por que te quitaba un pan, que porque rompía tu juguete, que porque me burlaba porque tenias muñecas…
- ¿Tenia muñecas? –pregunta Ranma incrédulo y el castaño se sonrojo todo ante esa revelación a la vez que sus ojos expresaban mas furia.
- Eso se me hacia raro. Tu siendo chico y jugando con muñecas cuando yo que siendo mujer ni las pelaba. –dice pensativa y un tic nervioso apareció en la ceja del castaño. –en fin eras un llorón que siempre me decía que me iba partir la cara y vengarse de mi, pero siempre que intentabas pegarme te vencía de un golpe, luego llego el día que nos fuimos y tu nos seguiste lloriqueando hasta que te caíste.
A Akane viene la escena de a su padre empujando un puesto de madera de panes con Akane encima de él diciéndole adiós al pequeño Ukyo que corres tras ellos pidiéndoles que regresen.
- Ahora que recuerdo si nos fuimos con el puesto de tu padre. –dice Akane nerviosa, sonriendo de forma forzada al ver el aura asesina del chico aumentar de tamaño.
- Los estafaron. –dice resignado Ranma a la vez que se golpea la frente.
- ¡Yo no lo hice! Fue el viejo, yo ni sabia nada de esa promesa de llevárselo a entrenar a cambio del puesto de panes… es mas, solo tenia diez años a lo mucho. –se defiende mirando al pelinegro, el cual suspira con pesadez.
- Dejando de lado tus insultos y humillaciones a mi persona, que siempre robabas los panes que vendía mi padre en el negocio, que tu padre y tú se aprovechaban de la amabilidad de mi padre quedándose de gorrones en mi casa. –ante cada palabra su furia aumentaba y eso lo dejaba ver su expresión y esa poderosa aura de batalla que lo rodeaba. Ranma miro con desaprobación a Akane la cual solo sonreía nerviosa mientras se rascaba la nuca. –Hay algo mucho peor que me has hecho por lo cual he venido a vengarme. –dice amenazante mirándola con furia.
- ¿Eh? –Akane lo mira sin entender ya que no recuerda haberle hecho algo tan malo como para que este así de furioso.
- ¿Qué te hizo Akane como para que la odies tanto? –pregunta curioso Ranma.
- ¡Todo es tu culpa Akane! ¡¿Por qué tenias que irte a China? –grita furioso, ignorando la pregunta de Ranma y mirando a la peli-azul con fuego en los ojos.
Ukyo corre hacia Akane intentando golpearla con uno de sus puños, pero esta se mueve con agilidad esquivándolo. Ranma se alejo un poco y mira con seriedad la batalla, dispuesto a meterse y ayudar a Akane por si se requiere, ya que aunque sabe que es fuerte, aun así pelea contra un chico, chico que se ve muy furioso y se nota a leguas que desea matarla, además que se ve que sabe pelear muy bien. En cuanto los demás alumnos que andaban viendo de chismosos, se alejaron un poco para seguir observando sin salir lastimados.
- ¡He vivido un infierno por tu culpa! –dice furioso Ukyo, al momento que le lanza un puñetazo a la altura del rostro.
- No entiendo de lo que hablas. –dice Akane en el momento que mueve su rostro a un lado para esquivar el golpe.
- ¡Por mas que te lo explicara jamás me entenderías! –grita mas furioso al momento que salta hacia atrás alejándose de la peli-azul, aprovechando la distancia para sacar unas cuantas espátulas y aventándoselas a Akane, la cual dio un largo salto haciendo que las espátulas se claven en el suelo. – ¡Esta vez te matare Tendo Akane! –grita comenzando a correr como loco.
Akane cae de pie y mira extrañada como Ukyo sigue corriendo atravesando las paredes de la escuela, y no es la única que lo mira raro sino también los demás.
- Esta loco. –dice Akane viéndolo alejarse.
- ¿Qué fue eso Akane? –pregunta extrañado Ranma, estando ya a su lado y mirando también por donde se aleja Ukyo.
- No tengo ni idea. –dice resignada a la vez que se encoge de hombros.
Soun convertido en panda esta barriendo la entrada del consultorio de Kazumi, al oír como si una estampida se acercara voltea viendo a un extraño chico correr con alzando una gran cortina de tierra atrás de él.
- ¿Dónde estas Akane? –gruñe Ukyo y por correr sin mirar al frente choco contra Soun panda. –No estorbes. –dice molesto alzando el rostro, pero se aleja intimidado al ver que es un enorme panda con cabellera larga con quien choco. –Lo… lo siento. –dice nervioso para después seguir corriendo, pasando alado del panda que miro extrañado por donde se alejaba el chico.
Parados en el patio de la escuela están Ranma y Akane mirando por donde se perdió de vista Ukyo. El viento sopla, dándoles de lleno y haciendo ondear sus cabellos.
- ¿Ahora donde estará?... Siempre es lo mismo. –dice Akane con cansancio.
- Ya todos se fueron. –dice Ranma soltando un profundo suspiro.
Ya han pasado un par de días desde el encuentro que tuvo Akane con Ukyo.
Es de noche y sentado en el pasillo que da hacia el estanque esta Akane convertida en chico, mirando hacia afuera y dándole la espalda al comedor en donde esta Ranma sentado en el piso, viendo la televisión, recargando su codo en la mesa y apoyando su barbilla en la mano.
Akane esta empapada, así que se quito la playera dejando ver ese torso masculino muy bien formado, y comienza a exprimir la playera para quitarle el exceso de agua.
- ¡Akane-chan! –llama una delicada y femenina voz haciendo que tanto Ranma como Akane volteen viendo a Nodoka caminar hacia ellos, sosteniendo un papel en sus manos.
La mujer al ver a Akane en su versión masculina estando semidesnudo y empapado haciendo que su cabello se le pegue al rostro detuvo su paso de golpe y la escaneo con la mirada haciendo que el par de adolecentes alcen una ceja extrañados.
- Akane-chan. –dice con seriedad. –Como hombre estás muy apuesto. Si en verdad fueras chico me divorcio y me caso contigo. –dice soñadora, tocándose sus sonrojadas mejillas y corazoncitos flotaron alrededor de ella.
- ¡Mamá! –exclama Ranma avergonzado y en forma de reproche.
Akane solo bajo la cabeza sintiéndose avergonzada e intentando ocultar el sonrojo en sus mejillas, la verdad la forma en que la mamá de Ranma la miro y lo que le dijo le dio algo de pavor, por eso rápidamente volvió a ponerse la camisa.
- ¿Qué? –dice mirando a su hijo. –Soy mujer y tengo ojos, es normal que la hormona se me alborote un poco al ver a un chico apuesto.
- Pero Akane es chica. –dice Ranma mas avergonzado, sintiendo pena ajena.
- Pero esta transformada en chico, por lo que su cuerpo es ahora el de un apuesto y sexy varón, de esos que le hacen tener a una sueños húmedos. –dice de forma pervertida.
- (Ya veo de donde saco Tatsuha lo pervertido) –a Ranma se le sombreo la frente de negro. –estas casada madre.
- ¿Y que? Me puedo divorciar. Además el estar a dieta no significa que no puedas ver el menú. –dice despreocupada, agitando una mano restándole importancia.
- ¿Qué me iba a decir tía Nodoka? –dice Akane avergonzada, no soportando seguir oyendo esas cosas y que la imagen que tenia de Nodoka se vaya completamente al caño. En cuanto Ranma miro agradecido a Akane porque desviara el tema.
- ¡Ah! –exclama recordándolo y extendiéndole el papel que tenia en manos. –Te llego una carta.
Akane extrañada la toma y Ranma sintiendo curiosidad, gatea hacia ella, colocándose atrás de la chica para mirar por sobre su hombro mientras Akane abre el sobre.
- Iré a calentar agua para que regreses a la normalidad Akane-chan. –dice amigable Nodoka, dando media vuelta para ir a hacer lo que dijo.
- Una carta de desafío –dice con tranquilidad al sacar la carta del sobre.
- Pero que obstinado es… Esto no es normal, algo malo debiste haberle echo Akane. —dice con seriedad, mirándola con algo de reproche.
- No recuerdo haberle hecho algo tan malo. –dice mirando la carta poniendo una expresión pensativa.
- ¿Ya viste? La cita era para ayer. –dice sorprendido.
- Si lo vi, pero el pobre es muy desorientado así que quien sabe cuando vaya a llegar. –dice despreocupada, agitando una mano restándole importancia.
Después de cinco días más, en la hora del receso finalmente llego Ukyo a la escuela Furikan, entrando por el patio trasero.
El pobre chico se ve todo mallugado y cansado, como si llevara días caminando sin descansar. La capucha que lleva encima esta más rasgada, además que usa un palo como bastón para apoyarse al caminar dejando mas que claro el cansancio que le costo llegar ahí.
- Al fin llegue. –su voz denota el cansancio que siente, pero se le ve feliz por finalmente haber llegado al lugar citado. –Si Akane, al fin serás victima de lo que yo he sufrido todo este tiempo. Tienes que pagar lo que me hiciste. –dice mostrando resentimiento y coraje. – ¿Crees que mi coraje es solo fue porque nos estafaron a mi y a mi padre? ¿O porque tenia coraje por tus burlas? –Ukyo comenzó a reír y poco a poco su risa fue aumentando hasta volverse algo psicópata.
- ¡CUIDADO! –se oye que grita un chico, pero a Ukyo no le dio tiempo de reaccionar cuando un balón se estampo contra su cara tirándolo al piso.
- ¿Estás bien? –pregunta preocupado un chico que jugaba futbol acercándose a él junto con sus demás compañeros, rodeando al castaño.
- Fue su culpa por estar parado en medio de la cancha. –dice uno de los chicos.
- ¿Se habrá muerto? –pregunta otro.
Ranma esta sentado en su pupitre comiendo su almuerzo en compañía de sus amigos, en eso su mirada se desvía hacia la ventana viendo a Ukyo.
- Akane. –llama volteando hacia donde está esta con sus amiga y ella voltea a verlo curiosa. –Ya llego. –dice con seriedad y Akane suspira con pesadez.
Casi todos los alumnos de la escuela Furikan están en el patio trasero queriendo ver la pelea. En medio del enorme campo deportivo están Akane y Ukyo, la primera se le nota tranquila mientras que el segundo intenta matar a su contrincante con la mirada.
- ¡Oigan amigos, con calma, tomen su turno, todos podrán apostar! –Tatsuha con megáfono dirige las apuestas que él mismo organizo.
- ¡Esta vez no escaparas de mí! –dice entre dientes Ukyo.
- Yo no escape, tu solito te fuiste cobarde. –dice con fastidio.
- ¡Cállate! –ordena furioso. – No sabes todo lo que he tenido que pasar para dar contigo y que llegue este momento. –dice de forma dramática mirando el horizonte con tristeza, dándole un aire heroico, al instante por la cabeza de Ukyo pasan todos los lugares por donde se perdió: estuvo en un desierto, en París, Italia, se le ve nadando cruzando el océano, entre muchos más. –pero llegue—dice firme, saliendo de sus pensamientos. – no sabes cuanto fue mi sufrimiento.
- Si, que desgracia. –dice con aburrimiento.
- ¿Te estas burlando de mi? –la furia del castaño aumento. – Siempre eres así Akane, te burlas del más débil, pero las cosas ya cambiaron. –dice con rencor.
- No es cierto, yo no me estoy burlando. –dice nerviosa.
- ¡A pelear! –dice a la vez que se pone en posición de pelea, para después correr hacia Akane dispuesto a atacarla con una serie de puñetazos.
- ¡Al menos dime que te hice! –dice intentando esquivar los golpes del castaño.
- Todos apostaron a favor de Tendo, Tatsuha. –dice con preocupación, uno de los amigos del pelinegro dejando de ver la pelea para ver al chico.
- Si Tendo pierde estaremos en problemas porque le apostamos a favor de Ukyo. –dice igual de preocupado otro de los amigos del pelinegro.
- No se preocupen, verán como las cosas saldrán bien, solo tengan fe. –diga arrogante Tatsuha y sonriendo de forma enigmática sin despegar su vista del combate.
De una ágil maniobra Ukyo logro esposar una de las manos de Akane y aprovechando la distracción de esta el castaño salto hacia atrás y alzo su mano mostrando como se pone el otro lado de la esposa en su muñeca, ambas esposas son unidas por una larga cuerda.
- ¿Por qué hiciste eso? –pregunta molesta Akane, dejando de ver su muñeca esposada para mirar a Ukyo.
- De esa forma ya no escaparas. –dice triunfante.
- Ya te he dicho que yo no he escapado y no lo pienso hacer nunca. No soy una cobarde. –dice con molestia.
- Si quieres la llave de esas esposas tienes que vencerme. –dice con burla, ignorando su comentario.
- ¡Eres un cabezón! –dice con fastidio comenzando a correr hacia Ukyo.
Ukyo lleva su mano libre hacia su espalda tomando la enorme espátula para colocarla enfrente y atacar con ella a Akane cuando estuvo cerca, pero Akane da una patada a la mano con la que Ukyo sostiene la espátula haciendo que esta la suelte y la espátula salga volando algunos metros.
Ranma observa la pelea con atención, no pudiendo evitar sentirse preocupado por Akane, después de todo esta peleando contra un hombre, uno muy fuerte por lo que esta viendo.
Akane corre hacia el castaño y unos centímetros antes de llegar a Ukyo, Akane se desliza como si fuera hacerle una barrida pasando por en medio de las piernas del castaño haciendo que la cuerda que los amarra también pase. Akane se pone de pie y jala haciendo que por culpa de la cuerda Ukyo caiga boca abajo al piso, y Akane se sienta en su espalda y le toma las piernas haciéndole una llave de lucha.
Ukyo frunce el entrecejo y usando una sola mano que apoyo en el suelo los alza a ambos, y se impulsa para dar un salto en el aire y así quitarse la posición en la que la peli-azul la tenia.
En el aire ambos maniobran para darse patadas y puñetazos como también para esquivar los golpes del contrincante.
Al caer al suelo ambos cayeron cerca de la espátula, la castaña se las ingenio para entre la pelea tomar su espátula y comenzar a atacar a Akane con ella, y esta se las ingenio para no ser golpeada con la espátula.
Entre golpes y saltos ambos se fueron alejando hasta saltar la maya de la escuela haciendo que los alumnos se las ingenien para seguirlos, pero como esos dos saltaban tejados se les adelantaron mucho.
- Akane. –susurra Ranma preocupado, por lo que sin pensarlo comienza a seguirlos, dando largos saltos para así darles alcance mas rápido.
Akane y Ukyo siguen con su combate en medio de las calles de la ciudad, no importándoles que en el proceso dañen las paredes de las casas que los rodean.
- ¡Deténganse!
Ambos peleadores dan una salto hacia atrás y miran extrañados hacia quien oso a interrumpirlos viendo a Tatsuha siendo acompañado por dos chicos de su salón. El Saotome camino hacia Ukyo y al ser él una cabeza más bajo que el pelinegro este se tuvo que inclinar para susurrarle algo cerca del oído ante la mirada curiosa de Akane.
- Ukyo nosotros estamos de tu parte. Tengo algo que te servirá. –dice mostrándole su mano derecha en donde tiene dos capsulas. –es un complemente vitamínico que aumentara mucho tu fuerza.
- ¿Enserio? –dice tomando las capsulas y el otro amigo de Tatsuha le pasa un vaso de agua.
- Vas a ser el hombre mas fuerte del mundo, nada podrá compararse con la fuerza que obtendrás. Podrás acabar con Akane con la fuerza de toro que obtendrás –dice a todo estilo lava cerebros. – ¡Anda, acaba con Akane!
Ukyo abre los ojos mostrándolos algo poseídos a la vez que deja caer el vaso en sus manos haciendo que se quiebre al chocar contra el piso.
- Siento la fuerza dentro de mí. –dice con un aura de batalla en color rojo rodeándolo a la vez que se voltea y abraza el enorme poster de luz que esta atrás de él y Tatsuha junto con sus amigos se alejan considerablemente.
El castaño usa su recién adquirida fuerza quitando el enorme poster del pavimento y volteando hacia Akane que lo mira algo asustada.
- Quieres tranquilizarte, puedes hacerte daño. –diga nerviosa y poniendo sus manos al frente como si fueran un escudo.
- ¡Llego tu hora Tendo! –dice corriendo hacia ella y Akane aun estando esposada se las ingenia para correr con Ukyo pisándole los talones.
Tatsuha que sonríe de forma torcida mira por donde esos dos se fueron, mientras que sus dos amigos miran sorprendidos la fuerza que de pronto obtuvo Ukyo.
- Oye Tatsuha ¿que fue lo que le distes?
- Más bien fue lo que le dijiste. –dice el otro chico y Tatsuha sonríe d forma enigmática.
Ahora Akane y Ukyo se encuentran peleando en medio de un parque, cerca de una fuente. El castaño aun carga el gran poster e intenta golpear a la peli-azul con él.
- ¡Ya me hartaste! –dice molesta Akane y se impulsa dándole una patada al poster, partiéndolo en pedazos.
Al salir volando los pedazos Ukyo se cubrió el rostro ya que todos se dispararon hacia él golpeándole en todo el cuerpo y rompiéndole un poco la ropa. El castaño al notar que la parte de su pecho de su camisa fue rasgada dejando ver su torso vendado, inconscientemente se abrazo a si mismo tapando su torso con sus brazos haciendo que Akane alce una ceja.
- ¡Has roto mi camisa! –exclama furioso, alzando su rostro permitiéndole a Akane ver el sonrojo en sus mejillas.
- Ukyo. –dice con seriedad Akane. –Siempre has sido algo afeminado, pero ya hasta reaccionas como una chica a la que le rompen la playera, incluso cubres tus inexistentes pechos... Eso me preocupa, ya ni yo reacciono así y eso que soy una chica. ¿No serás gay? –ante cada palabra no solo la furia del castaño aumentaba sino también su sonrojo. –No te preocupes si lo eres no se lo diré a nadie… ¡ah! –Akane hace una exclamación como si hubiera caído en cuenta de algo. – ¡Ya se porque me odias! –a Ukyo le broto un tic nervioso en su ceja derecha presintiendo que lo que iba a venir lo iba a enfurecer mas. –Siempre me has envidiado por ser mujer y por poseer una belleza enorme que hacen que los hombres caigan a mis pies, tú al ser gay siempre has deseado eso. –dice con emoción, mostrando una expresión como si hubiera descubierto que la tierra es redonda, no notando la vena hinchándose en la frente de Ukyo y el aura peligrosamente asesina que lo rodea.
- Ya me tienes hasta la coronilla Akane. –dice furioso.
- ¿Ah? –Akane lo mira sin entender.
Ukyo toma la cuerda que une las esposas de ambos y usando su fuerza la alza llevándose consigo a Akane, para después agitar la cuerda.
- ¿Qué haces? –dice comenzando a marearse.
El castaño no le contesto, en vez de eso uso el vuelo adquirido y lanzo la cuerda hacia la fuente estallando a Akane contra esta y por consecuencia rompiéndola con la cabezota dura de la peli-azul.
Ranma llego al parque justo en el momento que Akane es estrellada contra la fuente haciendo que sus ojos muestren furia.
- Oye bastardo, esa no es forma de tratar una mujer. –dice molesto caminando hacia Ukyo, la cual lo mira con fastidio. –Eres hombre, pelea contra uno. –dice retador.
- Este no es asunto tuyo, no te metas. –dice con indiferencia, mirándolo con superioridad.
- ¡Es mi asunto porque a quien acabas de golpear es a mi prometida!
- ¿Pro… prometida? –exclama sorprendido y Ranma al darse cuenta de lo que dijo se sonrojo todo, pero de igual forma asintió con firmeza.
- ¡Eso dolió!
Ambos voltean hacia la fuente al oír una voz ronca y masculina que Ranma reconoció muy bien, viendo a Akane convertido en chico salir de la fuente tocándose adolorido la cabeza mientras hace una mueca de dolor.
Ukyo mira extrañado al chico no sabiendo de donde salió, pero al fijarse mas detalladamente en él notando esa ropa que es igual a la que llevaba Akane, y el ver esos ojos color chocolate ensancho los ojos no creyéndose que sea lo que esta pensando.
- ¿Estas bien Akane? –Ranma corre hacia la chica, colocándose frente a ella y mirándola con preocupación, esperando que este bien y que no haya escuchado lo que segundos antes dijo. –Desde el principio debiste convertirte en chico, así adquieres mas fuerza y le puedes hacer frente a ese idiota. –dice con reproche.
- Mujer u hombre, lo venceré de igual forma. –dice con fastidio. –Se feliz Ranma ya no eres el único golpeador de mujeres. –dice con burla.
- Tarada y yo que me preocupo por ti. –dice molesto, fulminándola con la mirada.
- Pues nadie te lo pidió, como tampoco que grites lo del compromiso a los cuatro vientos. –dice de forma aniñada, para después sacarle la lengua.
Ranma la miro molesto e indignado sin saber como contrarrestarle el insulto, además que su rostro volvió a sonrojarse ante la vergüenza.
- ¡Espere, esperen! –dice Ukyo haciendo que ambos volteen a verlo, notando como este tiene una mirada llena de sorpresa. – ¿Eres Akane? –pregunta apuntándola.
- Si. Por culpa de los estanques encantado de Jusenkyo una maldición ha caído sobre mi y en esto me convierto cada que el agua fría me toca. –dice mártir, poniendo una expresión de completo sufrimiento.
- No es tan malo, al menos sigues siendo humano. – dice de forma sombría Ukyo en el momento que baja la cabeza.
- ¿Eh? –exclaman Ranma y Akane alzando una ceja sin entender.
Pero Akane ensancho los ojos sorprendida al igual que Ranma al ver que ya tenían a Ukyo muy cerca de ellos mirándolos furioso y manteniendo su espátula en alto lista para atacar a Akane sin importar llevarse en el camino a Ranma, por lo que Akane rápidamente lo empujo haciendo que este caiga al suelo en el momento que Akane pone su brazo derecho frente a su rostro, cubriéndolo del ataque por lo que la espátula lo golpeo.
Ranma molesto alzo la vista dispuesto a reclamarle a Akane por empujarlo, ya que él no necesita que una chica lo proteja, puede hacerlo solo, pero sus reclamos quedaron en su garganta al ver como Akane usa su brazo para forcejear contra la espátula de Ukyo.
- (Como chico Akane tiene mucha mas fuerza) –Ranma mira sorprendido como en el forcejeo Akane le va ganando a Ukyo, pero lo que mas le sorprende es ver que a Akane se le ve no estarse esforzando mucho, mientras que a Ukyo si.
Ukyo al sentir que en el forcejeo no podrá ganar salta hacia atrás trayéndose la espátula consigo.
- Oh no, no escaparas. Quiero terminar con esto rápido. –dice tétrica Akane a la vez que con facilidad rompe las esposas que las une y con rapidez toma la cuerda que los unía.
Ukyo da un par de pasos hacia atrás sintiéndose intimidada, y es que no solo la expresión tétrica de Akane la asusto sino también el verle esa aura de batalla demasiado poderosa rodeándola, además que como varón es mas intimidante porque no solo la complexión se ve mas fuerte que la de él mismo sino también el tamaño.
Akane va tomando la cuerda haciendo más corta la distancia y trayéndose consigo a Ukyo que hacia lo posible por no llegar a ella, incluso apoyaba más sus pies en el suelo, pero es inútil.
- (Viéndolos así ahora Ukyo parece la chica y Akane lógicamente el hombre. Hace un momento Akane se veía mas exquisita que Ukyo, pero ahora que Akane esta transformada en chico se ve mas tosca que Ukyo…) –Ranma se sobo la barbilla pensativo, en eso su mirada se poso en el torso de Ukyo viendo como la rasgadura de la camisa se había hecho mas grande mostrando mas de su torso, cuando distinguió la curvatura que esas muy apretadas vendas mostraban ensancho los ojos, luego alzo la mirada notando como Akane con un puño que es rodeado por energía esta en posición para golpear de una forma muy dolorosa a Ukyo. –(La golpeara siendo chico, seguro la matara) –los ojos de Ranma mostraron horror. –¡ESPERA AKANE, NO LA GOLPES! ¡ES UNA CHICA!
Akane detiene su puño a una milésima antes de chocar contra el rostro de Ukyo, la cual ya había cerrado los ojos esperando el golpe, el que Akane la haya intimidado en su forma masculina evito que reaccionara para que se defendiera.
En cuanto Akane bajo la vista hacia el pecho de Ukyo viendo también la curvatura que se ve aun con esas apretadas vendas, así que rápidamente con sus dos manos le baja las vendas dejando al descubierto los senos de la chica.
Ranma volteo el rostro sonrojado, pero ese pequeño derrame en su nariz dejo en claro que si alcanzo a verle los senos a la chica.
- ¡¿Qué haces? –exclama exaltada la castaña, abrazándose a si misma para taparse sus senos mientras su rostro se pone completamente colorado.
- ¿Eres chica? –dice Akane sin creérselo, manteniendo la mirada en los senos de Ukyo.
- No me mires así. –dice con molestia.
- ¿Acaso también caíste en Jusenkyo? –pregunta alzando el rostro para verla a la cara, notando como se tensaba. – ¡Lo hiciste! Entonces seguro sabes donde esta el estanque de la mujer ahogada, siendo así dímelo. –exige esperanzada. –Conociendo lo desorientado que eres seguro no lo recuerdas. –dice deprimiéndose, siendo rodeada por un aura triste.
- Akane te has puesto a pensar que si Ukyo hubiera caído a los estanques encantados , al estanque de la mujer ahogada específicamente no tendría que usar vendas para fajar su pecho, solo se echa agua caliente y ya esta. –dice Ranma mirándola con ojos entrecerrados y una gota de sudor resbalando por su frente.
- ¡Es verdad! –exclama Akane cayendo en cuenta de eso. – ¿Entonces siempre has sido chica? –pregunta curiosa.
- Si. –dice molesta, volteando su rostro.
- ¿Por qué ocultarlo? –pregunta curioso Ranma.
- Porque mi padre siempre quiso un hijo, pero mamá ya no pudo tener, así que me vestía como uno para hacer feliz a mi padre. –dice algo apenada.
- Babosadas. Mi viejo también siempre quiso un varón ¿y me vez fingiendo ser uno?
- No necesitas fingir, te sale solito. –dice con burla Ranma y Akane lo fulmina con la mirada mientras que Ukyo sonríe con burla. –Admítelo, eres más masculina que yo.
- Que tu cualquiera. –ahora es el turno de Ranma de fulminarla a ella con la mirada, así que ahora ambos están en una lucha de miradas en donde se lanzan rayitos a través de ellas haciendo que Ukyo los mire incrédula.
- ¡Tonta!
- ¡Estúpido!
- ¡Marimacho boba!
- ¡Niño mimado!
Akane y Ranma habían pegado sus frentes y se gruñían como perros rabiosos. Ukyo los mira teniendo un tic nervioso en su ceja derecha.
- (Maldita Akane, me vuelve a ignorar) –Ukyo es rodeada por un aura asesina. – ¡DEJEN DE PELEAR Y SIGAMOS CON LA PELEA AKANE!
- ¡NO MOLESTES! –gritan furiosos ambos mandando a volar a Ukyo de una patada.
- ¡ME LA VAS A PAGAR AKANE! –grita Ukyo desde los cielos, hasta perderse de vista y solo verse un puntito brillar en el cielo.
- ¡Marimacho fea! –Ranma regresa su mirada furiosa hacia Akane.
- ¡Tarado inmaduro! –Akane también regresa su vista furiosa hacia Ranma, y así ambos regresan a su pelea de insultos y miradas, gruñéndose como si perros rabiosos se tratara.
Continuara
y ya aparecio Ukyo, jajaja en ke se transformara ukyo? la vdd muero por escribir los celos de akane hacia la nueva mascota ke tendra ranma jojojojo
spero el kap les haya gustado
cuidense mucho
besos
GRACIAS POR SUS REVIEWS
KRISS
