En medio del bosque, totalmente sola, comenzaba a preguntarme si haberme tomado aquel juego tan en serio había sido una mala idea: vi sus huellas hacía aproximadamente un kilómetro atrás así que… sí, probablemente había sido una mala idea.

Empecé a irritarme mientras pasaban los minutos. Eso me ganaba por haber aceptado la estúpida invitación de una criatura a la que apenas conocía solo por la gran impresión que me causó el que no me temiera.

No habían pasado cinco minutos más cuando ya estaba molesta. Seguramente ya habría huido: entró en razón por fin y corrió lo más lejos que…

―¡Te atrapé!― Mi hilo de pensamiento se vio repentinamente quebrantado por un brusco empujón, seguido por mi figura impactando contra el suelo boca abajo y un ligero peso cayendo conmigo sobre mi espalda mientras reía sin parar.

―Cat, pero, ¿Qué…?― Jamás admitiría que me había tomado por sorpresa, así que quise fingir la molestia que se borró en cuanto escuché sus risillas.

―Lo hiciste bien para ser tu primera vez jugando, eres buena― Tomó mis hombros y me giró. ¿Cómo una criatura tan pequeña tenía tanta fuerza? ―Pero no lo suficiente, ¡Cat gana!― Rió de nuevo pero yo ni siquiera pude escuchar lo que dijo, pues gracias a la posición en que ella nos había puesto (yo tirada con la espalda en el suelo y ella sentada a horcajadas sobre mi abdomen) no podía registrar completamente la información.

―¿C-cómo hiciste eso?―Como no la veía con intenciones de moverse decidí abrir un tema para distraerme aunque fuera un poco y quise pensar que el tartamudeo era por la falta de aire que me causaba su (casi nulo) peso encima de mí.

―¿Hacer qué?― Ladeó su cabeza en un gesto tan infantil y adorable que por poco y olvido lo que le había preguntado.

―Ya sabes, ¿Cómo hiciste para atraparnos al conejo y a mí?― Leí un par de veces que los conejos eran muy escurridizos y veloces a la hora de ser perseguidos por depredadores (sin importar qué tan obesos sean) y yo tampoco estaba tan indefensa que digamos.

―Ah, jaja eso es fácil― Puso sus brazos en mi pecho a forma de almohada y recostó su mentón en ellos, mirándome con una expresión que intentaba ser engreída pero no lo conseguía, tenía más bien un efecto algo cómico; prácticamente estaba recostada encima de mí. ¿Qué acaso no poseía respeto alguno por el espacio personal? ―A ambos les dejé un no-rastro― Pienso que si no le hubiese pedido una aclaración no me la hubiese dado, pues para ella esa respuesta parecía ser demasiado obvia.

―¿Qué es un "no-rastro"?― Continúa haciéndola hablar y piensa en otra cosa… respira… ignora el hecho de que su rostro está a centímetros del tuyo… respira… Me repetía una y otra vez.

―Ay, Jade, eres la Bruja Del Oeste, deberías saberlo― Rió ligeramente. Su inocencia era tanta, que sabía que sus burlas no tenían maldad alguna ―Aunque bueno, esta vez te lo dejaré pasar porque fui yo quien lo inventó― Se removió un poco y temí y al mismo tiempo rogué que se acercara más ―¿Viste mis huellas allá atrás?― Asentí con la cabeza, no confiando en mi voz ―Verás, tú estás como "Pondré mis huellas aquí y me iré por otro lado, jaja", y cuando el otro jugador las vea pensará "Oh, Cat estuvo por aquí, así que iré por el otro lado, ¡pero qué fácil!" y entonces tú llegarás de sorpresa y ¡Bam! Le caes encima, lo atrapas y ganas― Hizo una voz graciosa para cada "jugador" y por ello al terminar comenzó a reír, pero yo solo la observaba impresionada.

―Pones un rastro de huellas falso para que el otro lo vea. Así dará por hecho que estás por ahí siendo que ya estás por delante de él, lo haces creer algo que no es para que haga lo que tú quieres― Aunque su explicación no fue del todo convencional eso fue lo que entendí, y me parecía…

―Ingenioso, ¿no?― Brillante.

―Bastante― Ahora sí su MUY amplia sonrisa mostraba triunfalmente un gran orgullo. Pero qué fascinante criatura. En un momento me miró directamente a los ojos y me perdí en los suyos. Pasaron varios minutos así y empezaba a acercarse más y más hasta que solo quedaban unos milímetros entre nuestros labios y…

―Wow― ¿Qué…? Cuando seguí su mirada, la cual se encontraba mirando de un lado al otro interrogante, me di cuenta de lo que pasaba: todo nuestro alrededor estaba cubierto por espinas. Largas, delgadas y afiladas espinas nos rodeaban y no dejaban ver el suelo ni los troncos de los árboles en los que se enroscaban gracias a lo numerosas y tupidas que eran y además por lo enredadas que estaban; emanando todas de la parte oculta de mi espalda. Fue en ese momento que algunas se nos acercaron (o mejor dicho a Cat, quien se levantó para quedar sentada sobre mi abdomen otra vez) asemejando el elegante movimiento de las serpientes. Se movieron hasta quedar a su altura, ahora sí luciendo igual que las cobras cuando están erguidas. Cat las miraba enajenada ―¿Qué son?, ¿Lo estás haciendo tú?― Preguntó sin despegar su vista de ellas admirándolas mientras las tocaba sutilmente con la punta de sus dedos.

―Son mis, ah… espinas, algo así como un… algo, para protegerme, pero, eh… bueno… yo no lo estoy provocando― Yo también las miraba boquiabierta y sin comprender por qué era que eso pasaba. Estaba segura de que si las espinas tuvieran rostro le estarían sonriendo embobadas.

―Creo que les agrado― Dijo entre risas mientras una le hacía cosquillas solo rozando la piel de su brazo con las puntas afiladas. Debió tener muchas ganas de tocarla si estaba haciendo eso con tanto cuidado de no dañarla.

―Sí… a ellas también― Murmuré eso ultimo para que no escuchara. Simplemente no podía ocultar mi embeleso hacia aquella escena: Cat, un hada tan pequeña, delicada e indefensa interactuando sin temor alguno con mi arma más letal y peligrosa. Debería estar asustada, petrificada y gritando con horror por la cercanía de mis espinas (y las libertades que se tomaban) con ella y sin embargo no lo estaba, todo lo contrario, mostraba una fascinación por ellas tan ingenua y hermosa que cualquiera pensaría que estaba jugando con conejitos y no con mortales punzones. Aunque sabía que mi estado de ánimo de alguna manera las influenciaba nunca se habían… descontrolado tanto, por decirlo así.

―Espera…― Se curvó un poco hacia un lado para recorrer con sus ojos todo el trayecto de una de las espinas y vio que este se perdía en mi espalda ―Oye, ¿no te lastima estar aplastándolas?― Me apoyé con mis antebrazos para levantarme un poco y volteé hacia atrás.

―¿Qué, esto? No, no las estoy aplastando, salen de mi espalda― Reí ligeramente e hice un gesto suave para que se levantara y apoyando mis rodillas en el suelo le di la espalda. Me quité la capa e hice que mi vestido se abriera para descubrirla.

―Wow…― Volví mi rostro para ver su expresión y me maravillé al ver que tenía un sutil matiz rosado en sus mejillas ―Es hermoso― Ahora era mi turno para sonrojarme pero eso no duró mucho, pues en cuanto su curiosa mano entró en contacto con la piel del centro de mi espalda se despidió una enorme ráfaga de luz que aun sin mirarla directamente me cegó por unos minutos.

No tengo realmente palabras para describirlo.

Fue intenso, asombroso, fantástico, extático. Sin ver vi colores, sin respirar aspiré aromas, sin nadar pude surcar los mares y sin moverme pude volar por los cielos. Fue algo así como una corriente de vitalidad danzando a través de mi cuerpo, y por alguna razón sé que ella también lo sintió.

Cuando terminó ambas nos miramos sin proferir palabra, tan asombradas como intrigadas, y cuando vi que ella bajaba su vista hacia donde su mano había tocado hice lo mismo y me encontré con algo inesperado: ahí, en el centro de mi espalda se encontraba la hermosa figura de una rosa con pétalos color rubí a la cual las espinas rodeaban, protectora y hasta me atrevería a decir que posesivamente.

―¿Es… estaba ahí antes?― Jadeó.

―No…―

Ninguna lo sabía, pero esa rosa representaba el sello de nuestros destinos…


Hooooooola :D

Bueno, no tengo mucho tiempo porque debo estudiar así que seré breve: espero que les haya gustado, me esforcé mucho, MIS PROBLEMAS SE ARREGLARON :D pero sigo teniendo exámenes y pues a estudiar :/

Las aclaraciones:

1.-Jade no es contorsionista, pero, oigan, es una Bruja, por Dios, ella si quiere de alguna manera puede ver su espalda xD.

2.-Cuando Cat recuesta su mentón en sus brazos sobre el pecho de Jade es casi como la escena de la película Conoce a Joe Black (aaaaaahhhhhhh, Brad Pitt) en la que Joe recarga su mentón en la cama del hospital donde se encuentra la mujer enferma; es demasiado tierna la carita que pone cuando la mujer le pregunta si está enamorado y él asiente, aaaaaaawwwwwwww... algo así es la cara que imagino en Cat, pero obvio más tierna y de niña XD

3.- Las espinas solo están rodeando la rosa pero no en forma de jaula, se ve más bien como una especie de barrera, cuna, por así decirlo; como un semi-círculo de cada lado de la rosa.

(Espero que todo se haya entendido y si no pues bueno, lo intenté xD)

Jaja se les quiere mucho, pequeños mortales, y nos seguimos leyendo.

¡Besos reales!