Es curioso, ¿no lo creen? La manera en la que las emociones influyen tanto en nuestra conducta, al igual que los sentimientos. Por esa razón es que siempre se recomienda pensar con la cabeza fría, sin embargo casi nadie lo hace, y existen situaciones en las que no nos podemos dar el lujo de tomarnos el tiempo para enfriarnos.
Como aquella vez en la celebración del inicio de la primavera, cuando escuché la voz de Cat, llegué hasta ella y su sangre escurrió. Cuando volteé para verla vi que caía al suelo, sujetando su brazo herido y chorreante, con lágrimas saliendo de sus ojos.
Esa ocasión me descontrolé.
Fue la única vez (hasta ese momento) en que me deshice de la maldad tan rápida y sádicamente: el clima de pronto se tornó helado y el cielo se nubló mientras el viento soplaba ferozmente, anunciando la tormenta que saldría no de las nubes sino de mí. De lo profundo de mi garganta emergió un estruendoso y ensordecedor rugido, propio de una bestia recién despertada y mientras sentía la ira hirviendo en mis entrañas mi cuerpo se encendió en llamas, no me lastimaban pero estoy segura de que eran bastante letales, sin embargo eso no fue lo más sorprendente, sino lo que vino después.
De mi boca rugiendo salieron espinas.
Grandes, filosas y totalmente inesperadas. Tal como cuando venían de mis manos, estas espinas se materializaban justo al momento de salir, y sin ninguna espera alcanzaron al mal atravesándolo por la mitad, enrollando su forma por completo, metiéndose en cada rincón de aquella masa gaseosa asegurándome de no acabar con él hasta haberlo hecho sufrir lo suficiente mientras éste profería los alaridos de dolor y agonía más bulliciosos que jamás había escuchado.
De repente, como si de una señal se tratara escuché uno de los quejidos de Cat y mi estado de ánimo cambió por completo, pues ahora mi preocupación desmedida estaba muy por encima de aquella enorme rabia cegadora, por lo que en un parpadeo (sin molestarme en hacerlo menos doloroso) las espinas se tensaron y halaron cada parte que tenían sujeta de la maldad, partiéndola en mil pedazos mientras que resonaba su último grito desgarrador antes de reducirse a cenizas.
El fuego se apagó y el clima volvió su anterior estado pacífico de cálida noche de primavera.
―¡Espíritus!― Gimió Cat, adolorida. Rápidamente me arrodillé frente a ella y removí su mano del lugar donde estaba la herida en su brazo. Por los mares que sangraba mucho, y cómo no, si fue uno de los grandes picos que lanzó la maldad lo que hirió profundamente su brazo derecho.
―Calma, calma. Yo te curaré― Me acerqué a la todavía sangrante, profunda y bastante alargada herida (podrían haber sido unos 10 o 12 centímetros de largo y tal vez unos dos de profundidad, lo cual para alguien con una figura tan delgada era mucho, tal vez demasiado) y la cubrí con mis manos. En ese momento una gran luz roja irradió del lugar donde estaba tocando su piel. Mis espinas volvieron a salir pero esta vez para rodear la herida por sobre mis manos, de alguna manera sin lastimarla. Ahí la luz fue demasiado fuerte y nos cegó a todos por un momento.
Cuando abrimos los ojos retiré mis manos y observé la pequeña y sutil línea que quedó en el brazo de Cat.
―Cat, en verdad lo siento, este-este tipo de heridas son diferentes y no-no pueden ser curadas totalmente, de-de hecho esto fue un logro, casi no se nota nada, pero… Espíritus, perdón― Tartamudeé nerviosa ante la que podría ser su reacción. Todo por mi incompetencia. De haber sido lo suficientemente rápida su brazo no habría quedado marcado con una cicatriz que al verla le recordaría la traumática experiencia.
Queriendo ahorcarme yo misma me levanté y le ofrecí la mano a Cat para ayudarla a incorporarse de igual manera, mientras que alcé mi mano libre para que mi báculo viniera hacia mí y golpeándolo contra el suelo la destrucción en el entorno se desvaneció, todas mis espinas se retrajeron y el muro cayó.
―Bueno, creo que eso…― Cuando mi mirada se conectó con la suya, pude apreciar algo que me dejó tan horrorizada que aún tengo pesadillas con eso: su miedo.
―Jade…― Sus ojos estaban abiertos como platos y balbuceaba palabras incoherentes mientras soltaba mi mano y se alejaba de mí mirando en todas direcciones, abrumada ―Esto no…― Todos empezaron a acercarse y aunque el terror de nuevo instalándose en sus rostros me removió el estómago mi total atención estaba centrada en la única criatura de la cual no podría soportar esa expresión tan horrible ―T-tú… es…― Tomó su cabeza en un gesto de confusión.
―Cat, por favor…― Yo estaba al borde del colapso (incluso más que ella). Quería cerrar los ojos para que al abrirlos todo fuese un sueño y por consiguiente en su rostro jamás hubiese estado ese horror dirigido hacia mí ―Por favor, sabes que yo…― Justo antes de que las patéticas lágrimas salieran de mis ojos lo siguiente me dejó todavía más con la boca abierta: Cat estaba estrujándome en un enorme abrazo.
―¡Por los Espíritus!― Se aferraba a mí como si su vida dependiera de ello, aparentemente no consciente de la sorpresa en los rostros de todos ―¿Te imaginas que habría pasado si no hubieras estado aquí? ¡Todos habríamos muerto! ¡Tú nos salvaste!― Se separó solo lo suficiente para encararme ―¡Nos salvaste a todos! ¡Salvaste mi vida!― Entonces comprendí que el miedo en su mirada era en realidad el gran golpe que causa una verdad tan repentina como la conclusión a la que ella acababa de llegar, que para alguien que se guiaba por sentimiento antes que por razonamiento debió ser total y completamente abrumador ―¡Gracias, Jadey! ¡En verdad muchas gracias!― Lentamente mis brazos la rodearon también mientras que me volvía el alma al cuerpo. ¡Por todas las criaturas! Si ella en verdad hubiese estado asustada de mí yo realmente no habría sabido qué hacer. Estampó sus labios contra los míos rápidamente repetidas veces, por poco y tumbándome al suelo de nuevo ―Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias…― Me dijo al oído una y otra vez; sus brazos estaban alrededor de mi cuello en un agarre casi doloroso y mi pierna punzaba por no haber curado correctamente la herida pero no importaba, pues su alegría de poder seguir con vida luego de semejante suceso y el alivio de que nada hubiese cambiado entre nosotras fueron cosas tan hermosas de apreciar. Su agradecimiento hacia que le hubiese salvado la vida, su desinterés hacia las acciones aterradoras que pude haber realizado en el proceso, sus palabras e incluso el hecho de que estas a juzgar por las expresiones de duelo de las criaturas las estaban haciendo reflexionar hicieron crecer el gran amor y admiración que sentía hacia esta pequeña e inocente hada ―No sabes cuánto te lo agradezco, hasta te hirieron, yo…―
―Oh, para― Me miró interrogante, a lo que yo solo sonreí ―No tienes nada que agradecer pues yo no me arrepiento de nada, volvería a hacerlo sin pensar― Qué radiante y sublime sonrisa fue la que me dedicó en ese momento, hasta que se desvaneció en una mueca de asustada.
―¡Es cierto, tu pierna!― Señaló a mi muslo lastimado ―¡Tienes que descansar para que se cure más rápido!― Reí un poco ante su preocupación tan tierna.
―Cat, estoy bien― Le aseguré ―Además ya te dije que este tipo de heridas no…―
―¡No, no, no, deja de hablar, eso requiere esfuerzo!― Me interrumpió ―Vamos al castillo, ahí yo te cuidaré, es lo menos que puedo hacer― ¿Acaso se podía ser más adorable?
―Pero, Cat…―
―¡Shhhhh! Andando― Sin darme tiempo para replicar puso mi brazo sobre sus hombros para que me apoyara y nos encaminó hacia la salida, rumbo al castillo, mientras que yo apenas y podía contener la risa y todos se quedaban estupefactos ante tan rara escena: una de las criaturas más poderosas y atemorizantes de la tierra siendo silenciada y arrastrada por una pequeña, tierna e indefensa hada de actitud aniñada. Sin duda debieron darse cuenta de lo mismo que yo el día que la conocí: esa criatura en verdad que era especial.
HOOOOOOOOOOOOLA :D
¡HE VUELTO A ESTA HISTORIA!
En serio, mil perdones por la actualización tan tardía, y todavía más si ésta además de ir tarde es tan corta :'c pero es que anduve muy hormonal (sin contar que a fanfiction se le ocurrió entrar en mantenimiento) :/ y la verdad no tenía nada de ganas de escribir, pero como se los debía me forcé a mí misma a terminar el capítulo y subirlo (¿ven qué tanto los amo?) c:
Como estoy empezando con la escuela pues realmente no sé cómo me vaya a acomodar con los horarios, por lo que si hay algún cambio con la regularidad de las actualizaciones se los haré saber. A ver si tardándome más tiempo es como consigo que comenten x'c
No creo que ocupemos más aclaraciones así que hasta aquí le dejamos, ya es tarde además xD
¡Gracias por leer! Y por dejarme un comentario con tu opinión c: sé que quieres hacerlo, lo deseas, o sea, mira a ese botón que dice "Dejar comentario", es sensual, ¿no crees? c:
¡Besos reales!
