Una cita con Ukyo

Se logra ver el patio delantero de la escuela por donde se ven salir los estudiantes en compañía de sus amigos para así irse a sus hogares.

- ¡AKANE!

Ukyo con espátula en mano corre adentrándose al patio y abriéndose paso entre los estudiantes. La expresión de la castaña muestra furia y sus ojos llamean.

Akane que va caminando tranquilamente por el patio en compañía de Ranma mientras conversan, detienen su paso y voltean al frente al sentir el piso vibrar como si una estampida se acercara.

- ¡TE HARE PAGAR AKANE!

Se ve a Ukyo saltar haciendo que todos alcen la mirada y solo vean la silueta de la chica debido al sol que los hizo entrecerrar los ojos por la molestia.

Ukyo tomando su espátula con ambas manos la estampo en el piso, justo donde antes estaba Akane y esta para esquivarla dio un largo salto en el aire y a los pocos segundos cayo de pie sobre la espátula.

- ¡Hola Ukyo!... tiempo sin verte. –Akane se pone en cuclillas para quedar a la altura de la castaña que tiene su cuerpo flexionado.

Ukyo alza su mirada furiosa hacia la peli-azul, enojándose más al verla sonreír amigable.

- ¡Eres una desvergonzada! ¡Ya me entere! –exclama exaltada haciendo que Akane y Ranma la miren curiosos.

- ¿De qué te enteraste?

- ¡No puedo creer que seas tan cínica!... ¡Me he enterado que tienes otro prometido! –grita a todo pulmón alzándose y alzando la pala haciendo que Akane de una voltereta hacia atrás, cayendo de pie al suelo. – ¡Eres una desgraciada! ¡No entiendo cómo puedes hacerle esto a Ranma-san!

- U-chan te agradezco que te preocupes por mí, pero en verdad no tienes que ponerte así… Akane y yo estamos comprometidos por culpa de nuestros padres, lo que ella haga con su vida no me importa. –Ranma hace un intento de sonrisa hacia Ukyo que se vio falsa y esta al voltear y verlo puso expresión bobalicona, por otro lado Akane chasqueo la lengua a la vez que frunce el seño.

Ukyo dejo de mirar como pendeja a Ranma y puso expresión de circunstancia.

- Ranma-san tan noble y bueno. –dice conmovida haciendo sonrojar al pelinegro y que Akane bufe. –Sé que tú no eres capaz de odiar y por eso esta aprovechada abusa de tu amabilidad y yo no voy a dejar que te humille así. –Ukyo posa su mirada furiosa hacia Akane que la mira con aburrimiento.

- Te agradezco U-chan, pero…

- ¡Te matare Akane! –Ukyo se lanza hacia Akane no oyendo los inútiles intentos de Ranma por hacerla entrar en razón.

- Inténtalo. –Akane sonríe de forma torcida mientras se pone en posición de pelea, esperándola provocando que Saotome suspire con pesadez, mostrando resignación.

Cuando Ukyo está por estampar su espátula contra Akane que está más que lista para bloquear el ataque con una patada, el ataque es bloqueado por una sombrilla roja.

La peli-azul alza la mirada viendo la espalda de un chico muy conocido para ella, esa bandana lo delata completamente. En cuanto Ukyo alza la mirada para ver molesta el rostro de quien oso a interrumpir su combate viendo el rostro de ese apuesto chico que usa el mismo uniforme que Ranma.

- ¿Quién demonios eres? –Ukyo emplea fuerza a su espátula y Ryoga hace lo mismo con su sombrilla, frunciendo el seño y dejando ver sus sobresalientes colmillos.

- Hibiki Ryoga, prometido de A-chan, por lo que sus enemigos son mis enemigos. –dice serio.

Ranma roda los ojos con molestia y a Akane le resbala una gota de sudor en la nuca mientras que Ukyo muestra algo de sorpresa.

- Si no te quitas de en medio te matare. –dice con advertencia la castaña.

- Solo inténtalo. –Ryoga sonríe con altanería haciendo enojar a la castaña.

- Espera Ryoga. No pelees contra U-chan, ella es…

Ranma intenta detenerlo pero ambos saltaron comenzando un combate en el aire. El pelinegro voltea hacia su prometida viéndola mirar hacia donde esos dos comenzaron a pelear de lo más tranquila.

- ¿No piensas detenerlos? –Pregunta indignado.

- ¿Para qué?

- U-chan es una chica y Ryoga un chico, uno muy violento por cierto. Si pelea contra ella pensando que es una chica la va a lastimar.

- Ukyo no es una damisela en peligro, sabe pelear y muy bien. –Akane muestra molestia, no le gusto en nada que defienda a Ukyo.

- Pero sigue siendo mujer. No todas las mujeres son unas marimachos violentas como tú. –dice con obviedad y Akane frunce más el seño.

- Si tanto te interesa Ukyo ve y sálvala de Ryoga tú. –Akane cruza sus brazos a la altura de su pecho y voltea su rostro a un costado.

- ¿Sabes? –Ranma sonríe mostrando diversión. –Si no te conociera diría que estas celosa.

- ¿Celosa yo? –exclama alterada y ofendida. –Ya quisieras. Jamás sentiría celos por un chico poco varonil como tú. –Akane lo mira con burla y ahora es Ranma quien frunce el seño mostrándose furioso.

Ranma está por contestarle pero el gemido de dolor femenino siendo acompañado por la exclamación de sorpresa de los fisgones hacen que ambos volteen viendo a Ukyo caer al suelo ante la patada en el estomago que Ryoga le dio. No conforme con eso el pelinegro esta por lanzarle la sombrilla dándole el golpe final, pero Ranma fue rápido y desvió la sombrilla de una patada mientras que Akane se coloca frente a Ukyo protegiéndola con su cuerpo.

- ¿Qué pasa A-chan? ¿Por qué lo proteges? Él quería matarte. –Ryoga la mira extrañado mientras cae de pie enfrente de la peli-azul.

- Ella siempre dice eso, pero siempre le gano. Así nos llevamos. —Akane sonríe de forma torcida.

- ¿Ella? –Ryoga alza ambas cejas extrañado.

- Si, ella. Ukyo es chica pero le gusta vestirse como chico.

Akane se hace a un lado para que Ryoga mire a Ukyo que esta inconsciente en el suelo dejando ver las vendas que fajan su pecho, esas que ya se ven debido a que él le rompió la blusa con una de sus bandanas, ahora entiende porque se cubría el pecho después de ese ataque. Ahora Hibiki tiene los ojos muy abiertos mostrando sorpresa.


Ukyo va abriendo los ojos poco a poco, topándose con el blanco techo.

- ¿Te sientes mejor?

La escena se amplía dejando ver a Ukyo acostada en una cama de la enfermería, teniendo una compresa fría en la frente y con una sábana blanca tapándole el cuerpo. Sentado en una silla al costado de la cama se encuentra Ranma quien la mira preocupado.

- ¿Qué me paso? –Ukyo se sienta en la cama, haciendo que la sabana caiga y dejando ver su torso que es cubierto por las vendas.

- Perdiste la conciencia ante el golpe que te dio Ryoga.

Ukyo aprieta los puños encerrando en ellos la sabana y baja la cabeza sintiéndose frustrada al recordar el combate.

- U-chan te agradezco que te preocupes por mí, pero soy hombre y se defenderme solo… no me lo tomes a mal pero tú eres una chica y no está bien que te pongas a pelear contra chicos. Te podrían lastimar de gravedad.

- ¿Qué es esto? ¿Acaso oigo preocupación de parte de él? –Ukyo pone expresión bobalicona y un aura brillante la rodea. – ¡Ranma-san! –exclama al momento de voltear hacia él tomándolo de las manos.

- ¿Si?—dice melosa Akane que fue a quien tomo de las manos.

- ¡Ah! –Ukyo la suelta asustada mientras que Akane parpadea con inocencia y Ranma que esta atrás de ella entrecierra la mirada.

- ¡Deja de molestarla! –Ranma se pone de pie y la toma del cuello de la camisa, como si fuera un gato, aventándola al otro lado de la cortina donde esta Ryoga sentado en una silla teniendo los brazos y piernas cruzadas, mirando incrédulo a Akane. –No le hagas caso U-chan, ya la conoces. Es una pesada. –Ranma cierra la cortina y se vuelve a sentar en la silla.

- Si. Ya la conozco. –dice con rencor mirando con recelo hacia la cortina.

- U-chan, tómalo como un consejo. –Ranma la mira serio y le palmea un hombro haciendo que la castaña lo mire embobada. – No pelees contra chicos, menos cuando usas disfraz de chico porque eso hace que no se contengan porque no saben que en verdad eres chica y puede llegar un día en el que te lastimen de gravedad.

- ¡Ranma-san! –Ukyo toma las manos de Ranma entre las suyas y lo mira conmovida. – ¿Te preocupas por mi?

- Claro que lo hago. Eres una gran amiga.— Ranma le sonríe amigable y Ukyo sonríe de forma bobalicona, sintiéndose en el paraíso.

Del otro lado de la cortina, espiándolos se encuentran Akane y Ryoga, la primera tiene el seño fruncido y sus ojos muestran furia, mientras que el segundo sonríe de forma insinuante.


Acaba de amanecer y se ve a Ryoga solo vistiendo un pantalón deportivo y una playera color blanca. El pelinegro sostiene en su mano derecha una bolsa de plástico llena de basura mientras que en la izquierda se talla uno de sus ojos, mostrándose adormilado.

El chico camina hacia la puerta, al llegar la abrió y salió de su departamento, bajo las escaleras del edificio donde vive y se sorprende al ver en la entrada de este a Ukyo tirada boca abajo completamente mallugada, con la ropa llena de tierra y el alma saliéndosele del cuerpo, atrás de ella está un pequeño puesto ambulante de panes.


Ukyo ya mas refrescada y limpia está haciendo un okonomiyaki mientras que Ryoga está sentado del otro lado donde esta ella, siendo separado por la parrilla.

- Así que tienes un puesto ambulante de okonomiyaki ¿Y dónde te pones comúnmente?

- Ando de aquí haya vendiendo mis okonomiyaki —Ukyo con maestría y agilidad pone la salsa en el okonomiyaki.

- Entiendo.

- Toma. –Ukyo le sirve un delicioso okonomiyaki de camarones al pelinegro, colocándoselo frente a él y este toma unos palillos los cuales separa. –A cuenta de la casa en agradecimiento por haberme dejado darme una ducha en tu departamento. Estaba tan cansada de ir caminando. –la castaña le sonríe amigable.

- ¿Y porque estabas en esas condiciones cuando te encontré?

- Es que me perdí. —apenada se rasca la nuca mientras sonríe. –Desde ayer en la tarde ando buscando la preparatoria Furikan para poner ahí mi puesto. Se vende mucho cuando los chicos salen de la escuela, además quería llevarle un okonomiyaki a Ranma-san. –las mejillas de la chica se sonrojan y Ryoga que tiene la punta de los palillos en su boca la mira incrédulo.

- ¿Sabías que la preparatoria esta atrás del edificio donde vivo? –el chico apunta hacia atrás y la castaña alza la mirada, provocando que una gota de sudor resbale por su nuca al ver el gran edificio de la escuela atrás del edificio donde vive Ryoga.

- ¿Cómo no la vi? Estoy segura de haberle dado varias vueltas al edificio donde vive Ryoga.

- Cambiando de tema… —Ryoga le sonríe insinuante. –A ti te gusta mucho Ranma ¿verdad?

- ¿Por qué dices esas cosas? – dice nerviosa, sonrojándose toda y comenzando a pasar la brocha de la salsa a lo loco por un okonomiyaki.

- Por eso. –Ryoga apunta el okonomiyaki haciendo que Ukyo baje la mirada y se sonroja más al ver que escribió el nombre de Ranma dentro de un corazón. – ¿Qué dices si te ayudo a tener una cita con él?

- ¿Yo? ¿Una cita con Ranma-san? –Ukyo comienza a imaginarse a ella y a Ranma corriendo por un prado lleno de flores tomados de las manos mientras sonríen como dos locos enamorados.

Ukyo comenzó a reír como pendeja y Ryoga la miro como si estuviera descerebrada.

- ¿Aceptas mi ayuda o no?

Ukyo parpadea saliendo de bobolandia y entrecierra su mirada hacia él.

- ¿Por qué me ayudarías?

- Porque me conviene. –el pelinegro agita una mano restándole importancia. —Tú te quedas con Ranma entonces A-chan será librada del compromiso que tiene con él y así podremos casarnos.

- Una explicación lógica y justa. Acepto tu ayuda. –Ukyo extiende su mano hacia él y Ryoga hace lo mismo, ambos toman sus manos y sonríen de forma cómplice.


Llegando al dojo Saotome se ve a Ryoga que apenas y puede caminar, esta despeinado y aterrado, además que en su expresión denota el cansancio que siente.

- Esa Ukyo es una desorientada. No sabe dar una dirección. –cansado Ryoga se deja caer de rodillas.

- ¡Ryoga!

El mencionado alza la cabeza viendo a Ranma a su lado vistiendo su aori blanco mientras trota en el mismo lugar. Se le ve sudado y algo agitado dejando ver que estaba corriendo antes de topárselo.

- ¿Qué haces aquí?

- Toma. —Ryoga le extiende la carta que saco de entre sus ropas.

Ranma la toma extrañado mientras Ryoga se pone de pie y comienza a caminar de regreso a su casa a descansar, seguro no regresara por el mismo camino por el que le indico la castaña, siendo que sabe que no tiene que rodear tanto para llegar ahí.

- ¿Qué es esto? –Ranma alza la mirada para ver la espalda de Ryoga.

- Tu solo léela. –dice con fastidio sin dejar de caminar.

Ranma se encoge de hombros restándole importancia y saca la carta del sobre, se extraño al verla adornada de varios corazones y ser escrita con tinta rosa.

- Seguro Ryoga es afeminado. –Ranma se encoge de hombros restándole importancia.

"Te veo en el parque central a las cuatro de la tarde. No faltes, te estaré esperando con ansias"

- ¿Un desafío? –Ranma frunció el seño y apretó la carta en sus puños.


En la azotea del edificio donde vive Ryoga se encuentra este sentado estilo indio y frente a él Akane.

- ¿Dices que Ukyo le pidió una cita Ranma? –Akane ensancha los ojos sorprendida.

- Si. –Ryoga asiente una y otra vez con la cabeza sin borrar su sonrisa.

Akane parpadea un par de veces mostrándose incrédula para después soltar la carcajada extrañando a su amigo.

- ¿Qué pasa A-chan? ¿Cuál es la gracia?

- Pues veras… —Akane deja de reír y se limpia las lagrimas que la risa le saco. –Ranma es el chico menos romántico que he conocido en mi vida, sin contar que tiene de caballero lo que yo tengo de rubia. –dice burlona y Ryoga la mira sorprendido. –Ranma no sabe tratar a una chica, es grosero, tosco, pedante, le gusta golpear chicas y no conoce lo que es ser galante, sin contar que es un mimado.

- ¿Hablas enserio? –Ryoga ensancha los ojos sorprendido y Akane asintió divertida. –No conté con eso. –Ryoga se soba la barbilla pensativo.

- Ha vivido huyendo de las chicas. Te aseguro que no irá a la cita. –dice con seguridad y Ryoga ensancha los ojos sorprendido.

- Pobre Ukyo, la dejaran plantada… igual iré a espiar las cosas para ver que pasa y si la dejan plantada evitar que se suicide, la creo muy capaz de eso.

- Suerte. –Akane se pone de pie dispuesta a irse.

- ¿No quieres acompañarme?

- Tengo mejores cosas que hacer. –Akane alza una mano en son de despido y salta al otro tejado, para irse saltando de tejado en tejado.


Tofu está sentado en el pasillo que conduce el salón de té al patio trasero. Lee con tranquilidad un libro.

- Tofu.

Tofu alza la mirada del libro y voltea viendo a Akane de pie a su lado.

- ¿Has visto a Ranma? Llevo buscándolo desde hace rato.

- Salió hace un momento. Se le veía muy entusiasmado y ansioso. –Tofu se soba la barbilla pensativo y Akane ensancha los ojos sorprendida.

- Él no habrá… —Akane da media vuelta y sale corriendo de ahí ante la mirada extrañada del castaño.


- ¿Dónde demonios esta esa chica? ¿Cómo puede llegar tarde a su cita?—Ryoga suspira resignado mientras está escondido tras unos arbustos, mirando hacia donde se supone le había dicho que esperara a Ranma.

- Ryoga.

El mencionado se sobresalta y voltea viendo a Ranma de pie atrás de él. El pelinegro lo mira de arriba abajo, para después ponerse de pie.

- A-chan tenía razón. No eres nada galante, ni siquiera te tomaste la molestia de ponerte algo decente. –dice resignado.

- ¿Qué tiene de malo esto? Es común ponerse esta ropa para estos encuentros. –Ranma mira extrañado su aori.

- Es peor de lo que dijo A-chan… pero ni modo, ya estás aquí y así, no se puede hacer nada. –Ryoga vuelve a suspirar con pesadez.

- ¿De qué demonios hablas? ¿Qué no vamos a pelear?

- ¿Pelear? –Ryoga lo mira como si estuviera loco.

- ¡Al fin llegó!

Ambos voltean viendo a Ukyo apoyarse con un bastón para caminar, se le ve cansada y ese hermosa vestido color rosa que es caído y ceñido del pecho está sucio y lleno de ramas, además que su cabello lo soltó, solo amarrándose una coleta media, pero en este momento lo trae alborotado.

- ¡U-chan! –exclama preocupado Ranma corriendo a ella para auxiliarla, siendo seguido por Ryoga.

- ¿Qué te paso mujer? –pregunta sorprendido Ryoga al llegar a ella mientras que Ranma se arrodillo para alzarla un poco.

Ukyo comienza a balbucear incoherencias, así que Ryoga desesperado la toma de las solapas y le comienza a dar un par de bofetadas.

- Reacciona chica que estas quedando mal en tu cita.

- ¿Qué cita? –Ranma entrecierra la mirada, pero esas cachetadas sirvieron ya que Ukyo recobro la compostura y volteo hacia Ranma asuntándolo un poco.

- ¡Siento llegar tarde a nuestra cita Ranma-san! –Ukyo toma las manos de Ranma entre las suyas, sorprendiéndolo por lo dicho.

- ¿Cita?

- ¡Ahí estas!

Los tres voltean viendo a un apuesto chico de cuerpo marcado, pero sin verse exagerado, tiene el cabello castaño rojizo cortado en cortas capas llegándole debajo de la nuca, su piel es clara y tiene grandes ojos color chocolate, y sobre ellos lleva unos lentes de armazón de pasta que lo hacen ver intelectual. El chico lleva puesto unos jeans desgastados y una playera sin mangas color azul que le queda ceñida al cuerpo.

Ranma al verlo entrecerró los ojos mostrando recelo mientras que los demás lo miran curiosos, más al verlo reflejar furia hacia Ukyo.

- ¡Al fin te encuentro Ukyo! –el chico corre hacia Ukyo y la abraza haciéndola sonrojar.

- ¿Quién eres? –Ukyo posa sus manos en el pecho de él y lo separa de ella, dejándole ver la mueca de sufrimiento que puso el chico.

- ¿Cómo es posible que no recuerdes a tu prometido? –dice dolido, llevando una mano a su pecho.

- ¡Prometido! –Ukyo y Ryoga ensanchan los ojos sorprendidos y Ranma entrecierra más la mirada.

- Si; prometido. Nuestros padres nos comprometieron al nacer.—dice de forma poética.

- ¡Tengo un prometido! –Ukyo posa sus manos en sus mejillas y abre su boca formando una perfecta "O" con ella.

- ¡Alto ahí! –Ryoga camina hacia el chico y lo toma de las solapas, acercando su rostro a él y el castaño lo aleja mostrándose nervioso.— ¿Por qué se me hace que ya te he visto antes?

- No sé dé que hablas, yo no te conozco. –nervioso el castaño desvía su mirada y Ryoga entrecierra más su mirada.

- Ukyo.— el castaño empuja a Ryoga, quitándoselo de encima y se acerca a Ukyo. –No dejare que me dejes por otro. –el castaño la toma de la mano y sale corriendo, llevándosela consigo, la pobre de Ukyo no pudo reaccionar debido a que sigue en shock ante la noticia de tener un prometido.

- ¡A no loco! ¡No dejare que interfieras entre Ranma y Ukyo! –Ryoga corre atrás de ellos para darles alcance.

- A mí no me engañas Akane. –murmura Ranma corriendo también atrás de ellos.


Escondidos en unos arbustos esta el castaño tapándole la boca a Ukyo. Ambos miran como frente a los arbustos donde están escondidos pasan corriendo Ranma y Ryoga, por lo que el castaño suspira aliviado al verlos pasar y le destapa la boca a Ukyo.

- Oye no sabía lo del compromiso, pero lamento decirte que yo no puedo corresponderte. Mi corazón le pertenece a otro. –dice seria Ukyo.

- Lo sé.—el castaño la toma de las solapas. –Se que amas a otro, pero no me importa. –Ukyo lo mira sorprendido. –Y tampoco me importa que te conviertas en cerdita.

- ¿Cómo lo sabes? –exclama sorprendida.

- Yo lo sé todo de ti Ukyo, después de todo soy tu prometido. –dice coqueto haciéndola sonrojar.

- ¿Y dices que no te importa que me convierta en cerda? –dice conmovida.

- No.

Los ojos de la castaña lagrimean y el castaño le resbala una gota de sudor en la nuca.

- ¿Qué más puedo pedir? ¡Si no te importa que ame a otro y mucho menos que me convierta en cerda mereces un poco de mí! –Ukyo se echa encima del castaño que no se lo esperaba por lo que cayó de lleno al suelo con Ukyo encima de él.

- Espera Ukyo, tranquilízate. –dice asustado el castaño intentando alejar el rostro de la castaña que intentan besarlo y lo manosea.

- ¡Somos prometidos, podemos hacer esto y más! –Ukyo para más las trompas intentando besarlo.

El castaño más asustado le golpea el rostro hundiéndoselo, para después agarrarla a golpes hasta dejarla noquearla y dejarla llena de chichones y heridas que sangran. El castaño respira agitado estando de pie alado del cuerpo de Ukyo.

- ¡Estás loca!

- ¡Tú lo estas más!

El castaño se tensa y mira de reojo hacia atrás viendo a Ranma siendo rodeado por un aura tétrica y teniendo expresión sombría mientras a su lado esta Ryoga quien tiene los brazos cruzados.

- Así que tú y Ryoga planearon hacer que tenga una cita con Ukyo. –dice tétrico y Akane voltea hacia él negando varias veces con la cabeza de forma exagerada.

- ¿De qué hablas?, yo ni lo conozco. —Ryoga mira extrañado a Ranma que no quita su mirada furiosa de Akane.

- ¡Si querías que saliera con Ukyo te complaceré! –Ranma le da una patada a Akane mandándola a volar para después lanzarle una tetera con agua caliente la cual le dio en la cara a su prometida, y así desapareció en el cielo Akane. – ¡Jum! –Ranma toma de las solapas a Ukyo y comienza a caminar llevándosela a rastras de ahí, ante la mirada incrédula de Ryoga.

- No pues A-chan tenía razón al decir que Ranma no es nada caballeroso. –Ryoga mira incrédulo como Ranma se lleva a la inconsciente Ukyo.


De un bote de basura se ve medio cuerpo de Akane convertida en chica sosteniendo en su mano derecha una peluca de cabello corto y castaño rojizo, con los lentes chuecos y con humito saliéndole del cuerpo.

- Ese Ranma tan menopáusico como siempre… ni crea que lo dejare a solas con Ukyo sabiendo lo mañosa que es. –dice tétrica para después reír como maniática haciendo que la gente que está en el parque la mire como la loca que es y se aleje asustado.


Fuera de la casa de la familia Saotome se encuentra Ukyo recargada en la pared mirando hacia el cielo con tranquilidad.

- Lamento hacerte esperar, es solo que la ropa que llevaba puesta no va acorde a una cita.

Ukyo voltea y queda embobada al ver a su amado llevando puesto unos jeans grises, una playera ceñida de color roja y encima una chaqueta de mezclilla del mismo color que los jeans que le llega a media espalda y la lleva abierta.

- ¿Lista? –Ranma le sonríe amigable.

- Solo espera un segundo.

Ranma borra su sonrisa y muestra sorpresa al ver a Ukyo comenzar a darse de topes contra la pared al grado de agrietarla haciendo que las personas que pasan por ahí la miren asustados.

- No. No es un sueño. –Ukyo deja de golpearse contra la pared y voltea hacia Ranma sonriéndole bobalicona y dejando ver la montaña de chichones que sangran que tiene en su cabeza.

Ranma sonríe nervioso pero al oír cuchicheos mira de reojo a su alrededor notando como varias personas miran con miedo a la castaña mientras murmuran.

- ¡Vámonos! –Ranma avergonzado toma de la mano a Ukyo y comienza a correr con ella para salir rápida de esa bochornosa situación.

Escondido al doblar la esquina esta Ryoga quien sonríe complacido.

- La verdadera cita comienza… en verdad hacen una linda pareja. –dice mostrándose satisfecho.

- Divina. –dice con sarcasmo una voz femenina atrás de él.

- ¡A-chan! –Ryoga voltea sorprendido hacia atrás viendo a la peli-azul vistiendo ropas masculinas iguales a las del chico castaño de hace un momento solo que a la chica le quedan holgadas, además sostiene en su mano derecha una peluca y unos lentes, sin contar que tiene basura en la cabeza. – ¿Por qué vienes así?

- Tuve contratiempos. –dice entre dientes y su expresión se vuelve sombría.

Ryoga alza ambas cejas mostrándose extrañado, pero se encoge de hombros restándole importancia y le sonríe amigable.

- ¿Qué dices si tú y yo tenemos una cita?

- ¿Cita? –Akane lo mira para después sonreír de forma tétrica.— ¡Claro Ryo-chan! ¡Tengamos una cita! –Ryoga amplía su sonrisa mostrándose más emocionado.


Sobre una balsa que flota en el agua de un lago se ve a Ranma sentado sosteniendo los remos con los que mueve el bote. Frente a él esta Ukyo algo cohibida y muy sonrojada.

- Estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san, estoy teniendo una cita con Ranma-san…

- Lamento que te hayas visto involucrada en esto.

- ¿Ah? –Ukyo no alcanzo a escuchar lo que dijo por estar en sus extraños pensamientos. — ¡Oh no! por andar bobeando me perdí de las maravillosas palabras de mi amado. –Ukyo muestra horror en su rostro, capaz se le declaro y por andar en la luna no lo oyó.

- Dije que lamento mucho que te veas involucrada en las artimañas de Akane y su prometido. –dice con desagrado.

- No te preocupes Ranma-san, para mí es un honor estar aquí contigo. –Ukyo apenada se rasca la nuca y sonríe nerviosa mientras sus mejillas se pintan de rojo.

- Eres una gran amiga Ukyo. –Ranma le sonríe amigable y Ukyo se sonroja más.

- ¡Ko-ko-ko-kohi-channn es una cerdita barrigona~! –canta Akane que está sentada sobre la balsa que conduce Ryoga, la cual va pasando alado de la de ellos.

Akane vuelve a vestir sus tradicionales ropas chinas y mira con burla a esos dos. En cuanto Ranma aprieta los puños con fuerza y Ukyo lo fulmina con la mirada.

- ¡Deja de molestar Akane! –grita furiosa Ukyo.

- Ranma ¿no extrañas a Kohi-chan? –pregunta la peli-azul como quien no quiere la cosa aumentando la furia de Ukyo.

- Claro que sí, tengo mucho sin verla, pero no veo la razón para que saques a mi mascota al tema. –Ranma entrecierra sus ojos hacia Akane.

- Pues ya no la extrañes, la tienes muy cerca de ti. –Akane sonríe de forma insinuante.

- ¿Dónde? ¿Acaso sabes algo de Kohi-chan? –Ranma la mira ansioso.

- Ella esta justamente…

- ¿Quieres callarte? –Ukyo furiosa toma uno de los remos que sostiene Ranma y se lo avienta a Akane, pero es desviado por uno de los remos que sostiene Ryoga el cual lo interpuso en el camino de ese remo para que no golpee a su prometida.

- Relájense. –Ryoga sonríe con altanería. –Y disfruten su cita. Nosotros también estamos en una cita así que hagan como que nosotros nos estamos.

- Así que en una cita. —dice de forma tétrica Ranma que ha inclinado hacia abajo su cabeza y aprieta con fuerza el remo que sostiene.

- Si. –afirma con arrogancia Ryoga mientras que Akane sonríe nerviosa.

- ¡Entonces vayan a tener su cita lejos de la nuestra! –exclama furioso, usando el remo para voltear el bote donde está la otra pareja.

Ryoga alcanzo a saltar quedando de pie en la orilla del bote de Ranma, justo atrás de Ukyo, pero Akane se le había atorado la ropa con la madera del bote así que no alcanzo a escapar.

- ¡Akane! –Ryoga mira preocupado hacia donde se hundió su prometida, esta por aventarse a salvarla pero se detiene al ver salir del agua al mismo chico castaño de hace un momento, el cual tiene la cabeza llena de algas y mira de forma tétrica a Ukyo que también se asusto al verlo. – ¿Otra vez tu?

- Ukyo. –el chico salta hacia el bote colocándose frente la castaña mientras que Ranma atrás de él aprieta con fuerza el remo y cierra sus parpados, apretándolos. –Aun mi cuerpo recuerda como lo acariciabas y todavía siento tu aliento sobre mi cara cuando intentabas besarme. –dice tétrica.

- No se dé que me hablas. –dice nerviosa desviando su mirada hacia donde esta Ranma mientras que Ryoga entrecierra sus ojos hacia Ukyo.

- ¿Ya olvidaste como te me echaste encima y querías tomarme? –pregunta tétrico mientras se inclina para dejar su rostro cerca de la nerviosa Ukyo.—Pero no me importa que me niegues y mucho menos me importa que te transformes en cerdita. —susurra cerca de su cara.

- Este hombre me ama y acepta tal como soy… ¡No puedo desaprovechar esta oportunidad de ser amada! –Ukyo está por echársele en sus brazos nuevamente, pero se ve deteniendo cuando Ranma quita la peluca de la cabeza de Akane dejando ver su largo cabello negro que posee al convertirse en chico.

- Ya deja de molestar a la pobre de Ukyo… Akane. –dice con molestia Ranma y Ukyo desencajo la mandíbula.

- ¿Tú eres Akane? –Ryoga apunta sorprendido a su prometida que ahora es chico.

- Si.— Akane se rasca la nuca mientras sonríe nerviosa.

- ¡A-ka-ne! –Ukyo se pone de pie siendo rodeada por una potente aura de batalla, ha apretado sus puños e inclino su cabeza hacia abajo.

- ¿Dime? –Akane pone su mejor mueca de lindura y mirada de inocencia.

- ¡Te odio! –Ukyo alza su mirada sorprendiendo a los demás al verle los ojos llorosos.

La castaña salta hacia los demás botes, acercándose a la orilla saltando de bote en bote. Akane está sorprendida se esperaba un golpe no eso.

- ¿Vez lo que haces Akane? Heriste sus sentimientos… ¡ahora ve y discúlpate! –ordena furioso Ranma.

Akane asintió y comenzó a saltar de bote en bote también, tomando el mismo camino que Ukyo siendo seguida por los otros dos chicos.


Ukyo llego a la orilla sin mojarse ni un poquito y comienza a correr, alejándose del lago.

- Maldita Akane siempre engañándome. Y lo peor de todo es que estuve a punto de irme con otro ante los ojos de mi Ranma-san… no merezco estar con él. –lagrimas salen de los ojos de Ukyo al imaginarse el rostro de su amado.

- ¡Espera Ukyo! –Akane logro alcanzarla y la toma del brazo para detenerla.

- ¡Déjame Akane! –exclama furiosa, intentando zafarse del agarre.

- Exageras mujer, solo fue una pequeña bromita. –Akane sonríe nerviosa.

- Tu engaño es lo de menos. Lo que importa es mi acción… no soy merecedora del amor de mi Ranma-san. Lo mejor es que me vaya lejos y no regrese nunca. –Ukyo se suelta del agarre de Akane y brinca hacia los grandes arbustos que están ahí.

Akane se quedo paralizada, no pensó que lo que hizo fuera afectar tanto a la sensible castaña.

- ¿La alcanzaste?

Ranma y Ryoga llegan a donde esta Akane, colocándose a su lado.

- Se fue. –Akane suspira resignada.

- Pobre chica, siempre te la pasas molestándola. –Ranma la mira con reproche, pero los tres alzan la mirada al oír los arbustos removerse y después oír el chillido de un cerdo.

Los tres se asoman y a Akane le resbala una gota de sudor en la nuca al ver a una mojada Kohi entre las ropas de Ukyo, y alado de ella un regador de jardín.

- ¡Kohi-chan! –exclama Ranma inclinándose para cargar a su mascota.

- Regresaste más pronto de lo que pensé. –Akane entrecierra más la mirada hacia la cerda que ahora está en los brazos de Ranma.

- Akane quiero que me expliques esto. –dice firme Ryoga apuntándole su cuerpo y Akane suspira con pesadez.


Es de noche y en el pasillo que separa el estanque de la casa se encuentra sentado Ranma teniendo en sus piernas a Kohi. Frente a ellos esta Akane en cuclillas mirando con reproche al cerdo.

- Y cuando veas a U-chan quiero que te disculpes con ella, es tu amiga y no debes jugarle esas bromas. –dice con firmeza Ranma y la cerdita asintió.

- Si. –dice entre dientes Akane justo cuando le cae agua fría en la cabeza y se convierte en chico.

- Ukyo es una chica de corazón muy noble, no una marimacho como tú. No debe ser tratada como la tratas. –Kohi asintió con firmeza y a Akane se le hincho una vena en la cabeza justo cuando le cae agua caliente encima de la cabeza convirtiéndola en chica.

- ¡Esto es tan divertido! –exclama emocionado Ryoga sosteniendo una cubeta de agua fría que se la hecho en la cabeza a Akane volviéndola a convertir en chico, para después tomar una tetera con agua caliente y volvérsela a echar al chico convirtiéndolo en chica, una chica muy furiosa que aprieta con fuerza los puños.

- Oye, oye… ¡No soy un puto juguete, así que deja de jugar con mi maldición! –exclama furiosa hacia Ryoga que sonríe nervioso.

Continuará

jajajjaja la vdd no me pude resistir al poner ste kap, el como ranma engañaba a ryoga siempre me ha gustado y echo reir, asi ke lo kise poner aki con akane engañando a ukyo, jajajaja ademas ke ryoga tenia ke enterarse como akane tiene la maldicion XD

espero les haya gustado

muchas gracias por sus reviews

cuidense

besos

sayo

kriss