Agradecimientos a:
*Goten Trunks5: Gracias a ti por siempre estar pendiente de este fic. Te adelanto que nada es lo que parece.
*Lilyth369: Gracias por tus lindas palabras. Me hiciste el día. :D Este capítulo te lo dedico a ti y a Goten.
ENGAÑO
.
.
MASCARA
.
.
By Yelmar Doker
.
.
.
—¿Te gusta ésta?
—Es muy chillona. —hizo un gesto de desaprobación y alzo otra que le llamo la atención. Era de color azul marino.—Esto es lo ideal.
Naruto le miró incrédulo.
—¿¡Que!? ¡Ni pienses que voy a ponerle "eso" a mi bebe!
—¿Que tiene de malo?—replico, colocando el paquete sobre el carrito de supermercado. — Es mejor que todos esos colores chillones que escogiste.
—¡Hum! ¡Sobre mi cadaver, teme! —como pudo se deshizo del paquete, ante la atonita mirada del moreno. —¡Quiero que el bebé sea un niño alegre. Con estos colores solo vas a convertirlo en vampiro! — Se sacudió las manos, orgulloso por el trabajo ya hecho.
Uchiha solo rodó los ojos y bufo:
—Dobe.
Naruto le sacó la lengua traviesamente, miéntras se cruzaba los brazos sobre el pecho, en una pose ganadora. Se volvió a un costado para ir buscando mas ropa apropiada para el bebé que venia en camino. Habían tantas cosas que le gustaría poder comprar. Zapatitos, gorritos, poleritas, biberones, chupones, sonajas... ¡Y todo estaba con descuento!
Solto una risa divertida. Ya quería ver la cara que pondria Sasuke cuando viera los números rojos en su tarjeta de crédito. Seguro que se enojaria, pero que importaba. Al fin de cuentas, el teme tenia toda una cuenta bancaria que no se acabaria hasta dentro de cincuenta años mas.
Sasuke por otro lado, trataba de verle el lado bueno a todo eso. Ir de compras con Naruto no era del todo malo. Solo que aún creía que era demasiado pronto para comprar la ropa del bebe, pues el rubio a penas iba en su tercer mes de embarazo. Y ni siquiera sabían el sexo del bebe.
Pero ése Dobe había insistido tanto en ése tema, que al final terminó cediendo. Sin dudas, estaba muy emocionado y alterado por la hormonas. Tipico en los embarazos.
Aunque el también lo estaba, debía reconocerlo. Después de todo, iba a ser padre primerizo.
—¿Ya pensaste en un nombre? —Uzumaki preguntó luego, cuando salieron del supermercado y ya estaban subiendo las compras en la cajuela del vehiculo. No les quedo de otra más que bajar los asientos del fondo para tener mas espacio para las bolsas y la cuna.
—No. Pero ahora que lo mencionas. Me gustaría que, si es niña, se llame como mi madre.
—¡Ah! ¡Mikoto es un lindo nombre!—aduló, abrieron la puerta del copiloto y sentandose en el asiento. Sasuke terminó de cerrar la capota de atras y abrió la otra puerta, ocupando el lugar del conductor.
Se puso el cinturón de seguridad, antes de preguntar:
—¿Y tu ya pensaste en un nombre?
Naruto asintió con una sonrisa melancólica. Miro al frente, cuando Sasuke ya arrancaba el auto. Torcio el cuello y miro por el retrovisor, cuando Sasuke empezó a salir del estacionamiento, para posteriormente internarse en la autopista.
—Menma. —contesto Naruto.
—No esta mal. —Uchiha sonrió levemente, al tiempo que daba vuelta en una esquina. El rubio trató de acomodarse mejor el asiento, mientras tarareaba una canción desconocida.
.
.
.
.
No supo cuanto tiempo paso, ni que hora era. Solo que corrió con todas sus fuerzas para llegar a su departamento lo antes posible, el cual, desgraciadamente, estaba custodiado por un par de policias en la entrada.
Su intención había sido entrar para sacar algo de ropa limpia y, de paso, darse una ducha fria para quitarse ese desagradable olor a alcohol
No podía ir así al hospital. Pero tampoco tuvo muchas opciones. Con esos dos policias vigilando la entrada del edificio, seria muy dificil siquiera sacar algo de ropa.
Chasqueó la lengua.
Hace tan solo unos minutos había recibido una llamada que en parte resulto ser desagradable. Apreto los puños, respirando lenta y pausadamente para intentar calmarse.
Sakura era sin dudas la responsable de todo. Era mas que obvio que ella fue quien le mando esas "fotografias" a Naruto. Seguramente para crear un conflicto en su matrimonio. Y no sabia que demonios estaba pasando. Pero ya se las pagaria. Hablaria muy seriamente con ella y le dejaría en claro una sola cosa.
"Nunca debiste meterte con la persona que amo."
Naruto podía pensar que le fue infiel, pero eso no era del todo cierto. Jamas tuvo una relacion sentimental con su secretaria. Mucho menos planeó que Naruto lo descubriera de esa forma.
Se apoyó en una pared con una mano. Y cerro los ojos un momento.
Si tan solo no fuera tan orgulloso, nada de ésto habría pasado. Era el culpable, y pagaria su culpa. Pero antes necesitaba hablar con Naruto. Explicarle lo que en realidad pasó.
Pero incluso la verdad era mas temible que la infidelidad en si.
Ahora que sabia que no había matado a Naruto, no permitiría que esa mujerzuela le echara en cara todas las infidelidades que, lo admitia, cometió a sus espaldas.
¡Demonios! ¡Se suponía que tenían un pacto!
Sabia de antemano que Naruto jamas le perdonaria. El dobe no era rencoroso, pero si que tenia su dignidad y orgullo, y si en realidad estaba en el hospital, entonces haría todo lo posible para conseguir hablar con el.
Y contarle la verdad.
No importaba cuanto lo odiara en estos momentos. Naruto tenia que saber lo que lo llevó a hacer eso.
A estas alturas, casi se había dado por vencido. Tenia que reconocer que si no hubiera sido por la puta ésa, a estas alturas ya estaría muerto.
Puesto que su conciencia y el dolor de la perdida que lo embargaron hace poco, lo orillaron hasta el pozo profundo de la muerte.
En otras palabras: intentó suicidarse.
Estuvo tan ausente y deprimido que no vio más salida a su tortuoso remordimiento. Era increible que estuviera a tan solo unos segundos de lanzarse por la carretera, por donde varios vehiculos pasaban diariamente y a todas horas.
Pero esa llamada...
"Su... su esposo esta hospitalizado"
Parecia mentira que fuese Sakura precisamente, quien le llamara para decirle eso. De todas las personas que conocía. Era una verdadera ironía.
"Tengo que hablar con él"
Eso era lo promordial en este momento. Hablar, explicarse, y si Naruto lo permitia, redimirse.
Que él permaneciera con vida lo valia todo. Todo.
Asi que tuvo una idea ni bien decidió que lo mas prudente era no entrar al edificio. Y menos aun a su departamento, que seguramente estaria vigilado por mas policias.
Le envío un corto mensaje a un amigo que en muchas ocasiones hacia los trabajos sucios para él, para que lo viniera a recoger en diez minutos. O lo mas pronto posible.
Se dio media vuelta, intentando alejarse lo mas posible de ese lugar. No fuera que un policia lo viera y lo reconociera.
.
.
.
.
Sakura, Itachi y Kushina se enfrascaron en una triste conversación, luego de que ésta ultima llegara hace tan solo un instante.
Ambas mujeres hablaron sobre la capacidad de Naruto en recuperarse. Y de la fortaleza que le caracterizaba. Y que la perdida del bebe le traeria mucho sufrimiento, pero que Naruto seria capaz de superarlo. Sakura vio con cierta pena como Kushina se deshacia en dolorosos gimoteos. Y lagrimas que derramaba de cuanto en cuanto.
Tanto ella como Itachi ya se habían enterado de la perdida de memoria del rubio. Lo cual se les hizo demasiado impactante y penosa al mismo tiempo. Puesto que ahora seria el doble de dificil encontrar a los culpables.
Itachi, por otro lado, prefirió no hacer comentarios al respecto, debido a que estuvo mas preocupado por su hermano. Dado que los minutos pasaban y el aún no llegaba. Aunque confiaba en que en cualquier momento apareceria por el pasillo.
Soltó un pequeño suspiro.
Sinceramente, había algo más que le inquietaba de todo aquello.
Empezando, claro esta, por la agresión física que sufrió Naruto.
En realidad, ese asunto se le hacia sumamente familiar. Era como regresar al pasado, y repetir las mismas escenas de cuando su madre iba a parar al hospital, luego de que su padre se sobrepasara con los golpes.
Ya lo había sopesado. Hace unas horas cuando recibió la noticia. Y conversó un poco con Minato y Kushina, respecto al tratamiento que estaba recibiendo Naruto.
Siempre había sido mas suspicaz que los demás. Y una voz demasiado insistente, en el fondo de su cabeza, le orillaba a pensar muy mal.
Quería creer que en realidad estaba equivocado. Que solo eran exageraciones suyas. Pero todo era tan malditamente parecido.
Y Sasuke que no aparecía...
Rogaba a cualquier dios porque no haya tenido nada que ver con la situación.
"Hermano tonto, ¿En donde te metiste?"
Esperaba, por el bien de todos, que su hermano no haya sido capaz de hacer semejante atrocidad. Y menos aun en contra de Naruto.
Porque sino...
"No sé que voy a hacer"
.
.
.
.
El hombre que ahora se ocultaba tras una mascara, dejó algunas colillas de cigarrillo sobre el cenicero, al mismo tiempo que un segundo hombre servia un poco de vino dentro de su copa.
—Todo esto esta saliendo mejor de lo que planeamos.
—Sin dudas. —corroboró el hombre enmascarado, saboreando el dulzor de su vino predilecto. —Me gustaría ver la cara que pondrá el mocoso cuando se entere de que su bastardito se nos fue.
Una risa estridente le siguió a ese comentario.
—Y yo supongo que no será necesario eliminarlo de nuestro camino, ¿Verdad, jefe?
El hombre moreno cerró los ojos y fruncio el ceño dentro de la mascara. Dirigiendose ahora a la única mujer que estaba presente en esa sala.
—Por supuesto, querida. Ya hemos logrado nuestro objetivo. Solo nos queda esperar los resultados.
La castaña, que estaba parada frente a una ventana, asintió.
—Eso espero. Pero de todas formas recuerda nuestro trato. Si le haces daño, a él o a su hermano...
—No tienes nada porque preocuparte, Izumi.—el mayor interrumpió su inefectiva advertencia. —Lo único que debes hacer, es mantener la boca cerrada.
Izumi le dio una mirada altanera, como si la amenaza de ese hombre no le afectará en nada.
—No hace falta que me lo repitas. Ya conozco las represalias.
El hombre no dijo nada. Se levantó de su sitio y fue caminando unos pasos hasta estar frente a la mujer. Dejó salir el humo a tan solo unos centímetros de su rostro.
—Buena chica.—uso una voz de falsa amabilidad, tocando su mejilla y disfrutando del estremecimiento que sintió ella.—Ahora querida, si me haces el favor, vete yendo de aquí.
Izumi no esperó a que se lo repitiera dos veces. Se agachó un poco y levanto su bolso, que hasta ese momento había permanecido en el piso.
—¿Que haras con ella? —preguntó el otro hombre, luego de que se oyera el sonido de la puerta al haber sido azotada.
—Todo en su momento. —replicó y se sentó nuevamente sobre el sillón. Alzo un pequeño libro que tenia impresa en la tapa el logotipo de la empresa Uchiha. —Dejara de ser útil en cualquier momento. Cuando eso pase, ya sabes que hacer.
El sujeto asintió:
—Sacarla del camino.
—Exacto.
.
.
.
.
Continuará...
