Cap2: No es tan fácil no hacer nada…

Buenas! Ya tenemos otro capitulo más. No lo voy a negar, iba a tardar un poco más, pero me ha animado ver tantos favs en apenas tres días, veo que hay ganas de narushion por aquí. Hoy tenemos a Naruto ya más relajado que en el capítulo anterior, ya puedo ponerle un poco de humor, y comienza a aparecer la coprotagonista de esta historia. La iba a poner a aparecer en el siguiente, pero tuve una buena idea y me dije, ¿por que no? Espero que os guste, recordad dejar alguna review si os ha gustado o si creéis que debería de cambiar algo o tenéis una buena idea, todo es bienvenido. Un saludo!

Black998: gracias! Es algo nuevo para mí, me he propuesto eliminar la épica y poner todo más mundano y natural, todo lo contrario que Kitsune no Kibo (mi otra gran obra). Espero que te guste lo del capítulo de hoy, comienza a moverse todo, un saludo!


-aaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaaa- personaje pensando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.


-Shikamaru… tengo que admitirlo… eres un maldito genio.- declaró un totalmente relajado Naruto.

Cualquiera que viese la escena se pensaría que ambos shinobi estaban de vacaciones en una playa paradisíaca. Pero Naruto y Shikamaru solo se encontraban en la azotea de la academia, tumbados boca arriba, tomando el sol y viendo las nubes, vestidos con sus tradicionales trajes shinobi pero con el aderezo de unas gafas de sol negras que Kami sabría de donde las habrían sacado. Hasta kurama, en el paisaje mental de Naruto, se encontraba sentado en una tumbona con unas gafas de sol similares, conectado a lo que sentía su cachorro para experimentar el mismo relax. El sol en su cara, la brisa en su piel… definitivamente, no había tomado una mala opción al seguir el Fjaka. Su cuerpo había perdido esa tensión de la semana pasada, cuando todavía rumiaba el rechazo de Sakura, y ahora le permitía ver más allá. Liberarse. Puede también que tuviese algo que ver que la joven le evitase como la peste, pero, lejos de ofenderse, Naruto solo lo aprovechó para dedicarse a sí mismo. Y, de paso, preguntarse por qué no lo había hecho mucho antes…

-Mira, esa nube parece Chouji usando su jutsu de expansión.- declaró Naruto, señalando una nube redonda con cuatro pequeños salientes parecidos a brazos y piernas y uno con dos picos que simbolizaba la cabeza.

-Otra vez te me vuelves a adelantar… que problemático…- contestó el nara, mientras suspiraba y seguía disfrutando del tiempo libre.

-La verdad es que no sé cómo lo hago, siempre he tenido mucha imaginación supongo…

-Cierto gaki, el Orioke no jutsu pasará a la historia como el jutsu más creativo del mundo shinobi… espero que no lo enseñen en las academias como técnica de seducción.- le reconoció el bijuu, mientras bebía de un refresco con pajita. En serio, ¿de donde habían sacado todo eso?

-Recuerda no subestimarlo… ya viste cómo le fue a kaguya…

-Te envidio Naruto, no te haces una idea de lo bien que se vive de estudiante… exámenes un par de veces al año, y el resto a descansar… de ahí sale la imaginación, del tiempo libre…- le comentó el pelinegro

-¿tú qué ves en esas nubes?- preguntó con curiosidad el rubio, para luego dar un bostezo.

-En la de mi izquierda, a Temari echándome una bronca… en la de más arriba, a kakashi ordenándome algo… en la de la derecha, a Ino obligándome a llevar flores de su tienda…

-¿No te parece un poco raro que todas se correspondan con tus problemas?

-Ya, no lo había pensado…- suspiró Shikamaru.- pero es lo que me toca hacer, no lo que me apetece.

-¿Qué te apetece hacer? A parte de ver nubes digo…

-Te reirías…

-Prueba.- le reto el rubio.

-Como diga besarte, te lo estaré recordando hasta el día de tu muerte.- bromeó el Kitsune.

-Ser cajero en un supermercado.- Respondió el nara, arqueando las cejas Naruto por la sorpresa.- piénsalo: cero responsabilidad, solo pasar artículos por el lector de barras, decir el precio y cobrar…

-pensándolo así está bastante bien.- reconoció el rubio, arqueando ahora las cejas Shikamaru.

-Me sorprendes. Esperaba una de tus carcajadas estridentes y un "yo quiero ser mucho más, quiero ser hokage dattebayo"

-Ya ves… por el momento no aspiro a nada si te soy sincero, se vive mucho más tranquilo.- el pelinegro asintió como reconocimiento a que estaba en lo cierto.- es más, últimamente me está interesando mucho la jardinería.

-¿La jardinería? No te pega nada.

-Ya ves… año nuevo, vida nueva… me estoy aplicando mucho en el Fjaka.- reconoció orgulloso el ojiazul.

-¿te refieres a ese movimiento psicofisico en el que no aspiras ni haces nada? Yo lo intenté aplicar hace unos meses… Temari me dio con una sartén en la cabeza en cuanto me vio tumbado todo el día viendo nubes… ojalá hubiese un trabajo shinobi ideal para eso…

-¿Qué te parece de vigilantes de la entrada? A Izumo y Kotetsu se les ve muy bien, y supongo que algún día se jubilarán…- cuestionó el uzumaki, intentando ofrecer soluciones.

-Ya, les tengo mucha envidia… pero a ti y a mí jamás nos dejarían trabajar ahí… ¿te imaginas? De guardianes de la garita, el mayor estratega de konoha y heredero del clan nara, y el jinchuriki del kiuby y heredero del clan uzumaki. Sería un derroche de recursos…- Naruto maldijo por lo bajo, dandole la razón al genio nara… la vida era muy difícil cuando todo el mundo esperaba algo de ti sin preguntarte tu opinión. Un grito les despertó de su bello pasatiempo matutino.

-Por el amor de Kami… ¿Se puede saber qué estáis haciendo aquí?- preguntó un indignado Iruka.- Estoy consternado.

-Pues abríguese sensei, esta época es muy mala para los resfriados.- comentó un preocupado Naruto, mientras Iruka, Shikamaru, y hasta kurama, le miraban con los ojos abiertos y las cejas arqueadas por la incredulidad ante lo que acababan de oír.

-Emmm.- se intentó reponer el profesor.- ignoremos esto último… ¿No se supone que teníais clase de matemáticas?- abroncó el maestro, obteniendo un suspiro cansado del nara mientras Naruto seguía tomando el sol.

-Se supone, pero es que responde a todas las preguntas que le hago correctamente… ya hemos hecho todos los ejercicios de aquí a fin de año…

-¿Cómo? ¡Eso es imposible!- exclamó un incrédulo Iruka.- Conozco de sobra a Naruto, para él las matemáticas son un enemigo más peligroso que Madara Uchiha…

-Demuéstraselo Naruto…- contestó Shikamaru, mientras cerraba los ojos y seguía tomando el sol.

-El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos en un triángulo isósceles.- expuso el rubio despreocupadamente.

-Rectángulo…- corrigió el bijuu legendario también sin estresarse.

-Eso, un triángulo rectángulo.- declaró en voz alta el ojiazul, para luego seguir tomando el sol mientras Iruka lo miraba como si le hubiese salido una segunda cabeza. Veía imposible que Naruto dijese todo eso sin morirse de una apoplejía.

-Na… Naruto… pe… pero como…

-Está claro que le ayuda Kurama, Iruka san…- aportó Shikamaru, cuya afilada mente había deducido que el rubio recibía ayuda externa cuando pasó de sacar ceros en los exámenes de prueba a matrículas de un día para otro.

-Naruto, ¡eso es trampa! Debes de aprenderlo por ti mismo.- le reprendió un decepcionado Iruka. No se explicaba cómo Naruto había optado por la vía fácil, él siempre había sido un luchador, partidario de hacer las cosas bien aunque costase más. Esto era tomar un atajo,

-No sé que problema puede haber..,- se excusó el rubio, ya girándose y levantándose ligeramente para hablar con el instructor.- Kurama y yo estamos siempre juntos, solo podré separarme de él si me matan, y ninguna norma de los exámenes a chuunin impide recibir esta clase de ayuda.

-Pero, Naruto...- continuó con tono condescendiente el maestro, intentando hacerle razonar.- ¿no crees que se trata de que logres las cosas por ti mismo?

-Ya hago las cosas por mí mismo, Iruka sensei. Manejo técnicas de ninjutsu de nivel S, mi taijutsu está entre los mejores de la aldea, soy sennin y tengo un bijuu que me hace inmune al genjutsu y me otorga suficiente chakra como para reforzar el frente entero de una guerra, ¿no cree que ya soy un ninja válido? La historia, las matemáticas… no son mi fuerte, pero creo que con kurama las cubro de sobra.- expuso coherentemente Naruto, mientras Iruka lo miraba ya completamente confuso y rendido. No tenía argumentos contra eso, el chico tenía razón. Solo había accedido al plan de kakashi porque también consideraba una buena idea mantenerlo ocupado, pero su nueva actitud dificultaba mucho la tarea.

-Veo que no me dejas más opción…- contestó con severidad el profesor.- al despacho del hokage.

-¿En serio? ¿Seis años después me envías de vuelta al despacho del director? Tengo dieciocho años ya…

-Me es indiferente.- contestó Iruka, que ya tenía muchas tablas para tratar con uzumaki Naruto.- al despacho ahora mismo, y le cuentas todo lo que has hecho.

Naruto, buscando evitar la confrontación, decidió rendirse a tiempo y marcharse hacia la torre hokage, mientras Iruka negaba con la cabeza con decepción y Shikamaru seguía contemplando nubes. Y por el camino, el rubio pensó en su vida actual. Era cierto que su forma más relajada de ver el mundo le estaba ayudando mucho a sobrellevar el estrés actual, pero aún así todavía sentía que le faltaba algo. Se levantaba por la mañana y en serio se esforzaba por vaciar su mente de preocupaciones, pero se descubría al poco rato víctima de un mal muy extendido: el aburrimiento. Y acababa haciendo sus ejercicios de siempre, solicitando alguna misión, incluso limpiando su apartamento sin la ayuda de clones. Actualmente, se podía comer perfectamente en la taza del retrete de lo limpio que lo había dejado. Y estaba claro que eso no era aplicar bien el Fjaka, kurama se lo había dejado claro, el rubio todavía aspiraba a muchas cosas: aspiraba a que llegasen los exámenes chuunin ya para dejar de estudiar, a que Sakura apareciese de golpe y le confesase su amor, a que kakashi se jubilase de golpe y le nombrasen hokage de inmediato… estaba clara una cosa: con tantos factores externos, no es tan fácil no hacer nada…

-Cachorro, te noto distante.- interrumpió el zorro su debate mental, buscando ayudar a su jinchuriki.

-No es nada kurama… es sólo que no me siento pleno… no sé…

-¿Acaso no te gusta aplicar el Fjaka? Cuidado, una mierda de perro al lado de tu pie derecho.- advirtió kurama, viendo venir el error de su contenedor.

-Gracias kurama.- agradeció el rubio, esquivando la fatal trampa.- no es eso… en serio que estoy relajado, me está viniendo muy bien esta tranquilidad. Es sólo que siento que todavía falta algo, que estamos haciendo algo mal…- Naruto dio un potente salto con chakra, tomando en brazos a un descuidado niño que se había caído de cabeza de un árbol cercano, evitando el fatal desenlace. Lo posó en el suelo y lo miró con una sonrisa, mientras ese niño castaño de ojos marrones lo miraba con admiración.- ten cuidado, que te podrías haber hecho daño.- le aconsejó el rubio al infante, obteniendo un asentimiento del joven antes de que se marchase a seguir jugando con sus amigos.

-Joder mocoso, parece que tuvieses un imán para salvar vidas ajenas…- reconoció el bijuu, sorprendido porque siempre estuviese Naruto en el sitio adecuado y en el momento correcto. Y el ojiazul solo pudo asentir en reconocimiento: su lucha para salvar a Iruka, su combate contra haku, su batalla contra el Ichibi para salvar a Sakura, contra pain para salvar la aldea entera, su papel en la guerra para salvar el mundo entero… parecía tener un imán para los eventos importantes y para ser el héroe. Curioso, cuanto menos.- y, respondiendo a tus dudas, el problema es que estás aplicando mal el Fjaka.

-¿mal? Pues dime qué hacer, yo no tengo ni idea…

-Si te soy sincero cachorro, no tengo ni la idea de qué hacer, esto también es nuevo para mí. Yo sólo lo vi ya aplicado, cuando hagoromo me separó del juubi junto a mis hermanos… pero le pregunte cuando era pequeño por ello y sé dónde nos podrían ayudar: en el templo donde mi padre aprendió esa filosofía.

-¿Y donde está? ¿Está muy lejos?

-Curiosamente, ya has estado allí… fue en el actual país del demonio.

-Ammm, es verdad, ya estuve allí…- contestó el rubio mientras se tocaba el mentón con sus dedos índice y pulgar, recordando esa misión y a quien conoció allí. Era curioso, siempre que se acordaba de ella se animaba.- podríamos ir a preguntarles, y de paso saludo a Shion chan.

-¿Preguntarles? ¿Sin más? ¿No crees que quedaría raro aparecer y decir "hola, soy Naruto uzumaki, héroe de guerra, portador del grandioso, poderoso e impresionante kurama no Kitsune y vengo a que enseñéis a no hacer nada"? No creo que te dejen salir de aquí además…- cuestionó el zorro.

-A veces, para comer el ramen, hay que cocer los fideos.- kurama miró al rubio con una gota de sudor en la nuca por lo modificado del dicho popular y lo estúpido de ese "a veces", mientras el ojiazul llegaba a la puerta del despacho de kakashi.- tú déjamelo a mí, que tengo una idea…- declaró, para luego dirigirse al hokage.- Yo, Kakashi sensei.

-Naruto- contestó el peliplateado, asomando con su máscara entre una montaña de papeles.- ¿Qué te trae por aquí? ¿No deberías estar en matemáticas con Shikamaru?

-Ya, pero ya hice todos los ejercicios y al parecer a Iruka no le gustó verme descansando…

-¿Me estás diciendo que has adquirido los conocimientos de matemáticas de años de formación de golpe en una semana?

-Y los de historia, geografía, ciencia…

-¿Estas recurriendo a kurama no?- dedujo con rapidez el peliplateado. Ni Shikamaru había conseguido esa proeza, estaba claro que el rubio contaba con ayuda externa-interna.

-Si, pero es que también son mis conocimientos, yo estoy unido a mi bijuu. Sería como pedirle a alguien que aprendiese algo de nuevo ya sabiéndolo…

-Pero Naruto, ese no es el objetivo de esto, el objetivo no es solo que adquieras esos conocimientos necesarios para ser hokage, es que te esfuerces, trabajes duro…

-Sinceramente, kakashi sensei… creo que nadie ha trabajado más duro en esta aldea que yo.- declaró el rubio, pero justo en ese momento apareció tras el ventanal rock lee saltando de azotea en azotea con el cuerpo al revés y sosteniéndose únicamente con los brazos mientras hablaba de dar diez vueltas más a la aldea, mientras Naruto y kakashi lo miraban con dos gigantescas gotas de sudor en la nuca.- Bueno, lee puede ser, pero nadie más, dattebayo.

-¿y entonces qué hacemos Naruto?- preguntó el hokage, intentando hallar una solución. Los exámenes chuunin eran en unos meses, quizás pudiese asignarle un par de misiones sencillas para que aplicase esos conocimientos "adquiridos" y así tenerle ocupado. Notaba a su ex alumno disperso, como si tuviese su motivación en otra parte.

-Pues querría pedirle un favor…- comenzó a exponer el ojiazul, obteniendo la plena atención del hatake.- querría permiso para salir de la aldea unos meses.

-¿Cómo?- preguntó un aterrado kakashi. ¿Salir de la aldea unos meses, teniendo en cuenta que en esos momentos todas las naciones ninja querían reclutarlo? Provocaría un conflicto internacional: kages del consejo gokage enfrentándose, daimyos confabulando, y kakashi en medio de todo… una nueva guerra mundial shinobi… Eso sin contar el riesgo de deserción… como uzumaki Naruto se fuese durante su mandato, Tsunade sama le colgaría de las pelotas… Aún con todo, el ninja copia se imaginaba cuál era el motivo, ya le habían informado de la discusión entre sus dos ex alumnos.- ¿No tendrá esto que ver con Sakura verdad?

-No le voy a negar que ella ha sido el… deti… dete… detonante, eso, detonante.- comentó el rubio tras ser asistido por el Kitsune. El vocabulario elaborado era muy traicionero.- pero no es la causa. Kakashi sensei, quiero ver mundo, quiero alejarme de aquí un tiempo y encontrar una motivación. Y creo que en el país del demonio pueden ayudarme.

-Naruto… no puedo autorizarte una salida por tiempo indefinido…

-Pero al teme si, ¿no?- repuso sagazmente Naruto.

-Sabes que lo de Sasuke es diferente.- intentó excusarse el peliplateado.

-No lo es tanto: kakashi sensei, no estoy cómodo en esta aldea. La única diferencia entre él y yo, a parte del vestuario y de que a uno parece dársele todo lo que quiere sin reclamarle nada a cambio.- recriminó de forma velada el uzumaki, obteniendo silencio de kakashi. Era cierto que estaban siendo un tanto injustos con Naruto… la vida estaba siendo injusta realmente, toda su existencia batallando para verse ahora sin reconocimiento profesional, sin amor, y con todos sus amigos rehaciendo sus vidas sin él…- es que yo no estoy cómodo por mí mismo, no por odio al resto o razones perversas. Sólo necesito encontrarme, eso es todo, y creo que el país del demonio me pueden ayudar.- Naruto, viendo que el hokage estaba todavía reticente, decidió jugar su última carta.- Tengo entendido que los exámenes chuunin son en medio año ¿no? Hagamos una apuesta: deme permiso para ausentarme con cualquier misión absurda hasta esa fecha y cuando vuelva aprobaré todo con la mejor nota y todos los kage votaréis por unanimidad mi ascenso, sin paliativos.- el hokage se mantuvo pensativo, analizando la propuesta.

-¿y si no lo logras?

-Si no lo logro, estaré un año entero estudiando sin ausentarme jamás de las clases ni recurrir a kurama para nada. Y piense en esto: de paso podría comprarle la edición platino del libro de ero sennin que acaba de publicarse. Creo que solo la venden en las pequeñas naciones del este y usted no tiene tiempo para ir allí…- comentó el rubio, dando un respingo el hatake. Joder, necesitaba ese libro, venía con ilustraciones, comentarios del autor, entrevistas con las actrices que harían la película… se encontraba cada día batallando contra sí mismo para encontrar una excusa absurda y enviar a sus mejores anbu a conseguir ese libro, pero eso sería abusar de su cargo. No, necesitaba una misión como excusa, y ese jinchuriki había dado en el clavo.

-Está bien Naruto. Te asignaré una importantísima misión de clase S, adquirir un valioso tomo de sabiduría ancestral en el país del demonio, será una misión ultrasecreta de la que sólo me informarás a mi en persona.- declaró kakashi con una clara ansiedad.- y, cuando vuelvas y veas que el camino que has tomado en tu aprendizaje no es el correcto, estudiarás como debe de ser.- el hatake estaba confiado. Nadie, salvo Shikamaru y su padre, habían pasado esas pruebas con tales notas. Era imposible, había preguntas puestas a propósito para fallar sobre conocimientos que ni Sakura haruno había adquirido.

-O aprobaré y usted verá que me había subestimado… le recuerdo que nunca he perdido una apuesta.-repuso el rubio con una sonrisa zorruna.

Mientras, en el interior de un gran templo del país del demonio, una mujer de unos dieciocho años se entrevistaba con un hombre de unos treinta en una estancia privada. La belleza de la mujer era arrebatadora: un pelo rubio suave muy largo, hasta la parte baja de la espalda, peinado con un flequillo recto y recogido en una coleta baja; una túnica de color blanco con rebordes púrpuras y dorados que, aún por lo holgado, no era capaz de ocultar la hermosa figura de la joven, con unas hermosas curvas y grandes pechos; y unos ojos violeta con iris más oscuro acompañados de unos labios carnosos. Y esa parecía ser la causa por la cual ese hombre, un individuo elegante, vestido con un traje de fina confección de color azul marino con camisa blanca y corbata roja, pelo castaño muy oscuro y una cuidada y recortada barba, se entrevistaba con ella. Aoki kagawa, un importante político de Hi no kuni, había puesto sus ojos en la bella sacerdotisa, y tenía intención de desposarse con ella. Su belleza le había cautivado, aunque no iba a negar que esa habilidad para ver el futuro podía ser otra de las razones para desposarla: si pudiese adelantar cada jugada de sus enemigos, sería daimyo antes del invierno.

-Entonces, Shion sama… ¿qué le parece mi propuesta de matrimonio?- preguntó el hombre, mientras disimuladamente captaba el perfume de la fémina. Olía a incienso dulce, le gustaba.

-Kagawa sama, me siento muy halagada por su propuesta, y no voy a negar que el consejo de mi país ve con muy buenos ojos su donación al templo y a la nación.- expuso diplomáticamente la joven.- pero mi respuesta es no.- finalizó, con una suave sonrisa, mientras el hombre era incapaz de asimilar ese rechazo.

-¿Cómo dice?- preguntó con ira contenida el hombre. ¿Él, un importante e influyente consejero del daimyo del país del fuego, con cientos de conquistas a sus espaldas y una riqueza que tardaría diez vidas en gastar, rechazado como un vulgar vendedor? Esa sacerdotisa iba a aceptar esa propuesta, por lo civil o por lo criminal.- Le ruego que lo reconsidere y no me obligue a tomar medidas más drásticas, Shion sama. Es por todos bien sabido que su nación depende mucho del comercio con la nación del fuego, sería una lástima que se dictasen nuevos aranceles…- amenazó sutilmente, sutileza que fue captada de inmediato por la sacerdotisa, que a pesar de todo no borraba esa suave sonrisa.

-Sería una lástima si, como también lo sería que en el país del fuego se enterasen de sus negocios paralelos con esclavistas y tratantes de blancas, ¿no cree?- el hombre se quedo paralizado ante la revelación. ¿Cómo sabia…?- le recuerdo que soy adivina, Kagawa sama, mi trabajo es ver lo que otro no pueden ver. Pero no es solamente esa la razón de mi rechazo. También influye el que me vaya a poner los cuernos con más de un centenar de mujeres… Midori, Ayumi, Ai, Maiko, Nozomi… ¿sigo?- Aoki trago grueso, al reconocer nombres de varias de sus actuales amantes en esa lista, e incluso los de futuros objetivos.- Eso sin contar sus diez hijos ilegítimos que amenazaran el legado de nuestros hipotéticos hijos en común, su reiterado abandono de mi persona para irse de juerga con gente de dudosa reputación… incluso un par de veces me pegará cuando se lo recrimine. Le repito: lo sé todo. Así que haremos lo siguiente: el país del demonio le agradece su generosa contribución, que será destinada a los orfanatos de la nación, y hará como si esta conversación no hubiese tenido lugar, ¿le parece bien?- preguntó la rubia, sin borrar su sonrisa todavía, obteniendo un asentimiento atemorizado del hombre.- bien, uno de mis asistentes le acompañará a la salida, yo tengo que excusarme. Ha sido un placer, Kagawa sama.

El hombre, todavía aturdido por la tunda que le había dado una niña de dieciocho años, salió en silencio de la habitación, seguido de un diligente asistente del templo, mientras una mujer de la edad de Shion, castaña de pelo corto y con una túnica menos elaborada, ayudaba a la suma sacerdotisa a levantarse de esos incómodos asientos a ras de suelo. Esa túnica ceremonial era más una tortura que un símbolo de poder, parecía un gusano en su capullo a veces…

-Es una lástima… era un hombre muy guapo.- declaró la asistente, mientras Shion negaba con la cabeza.

-No me gusta ese color de pelo… ni esos ojos… y odio las barbas…- contestó, acordándose del auténtico dueño de su corazón sacándola del lago donde se cayó el día que se conocieron.

-Lo dicho, una lástima. ¿Quién iba a pensar que alguien aparentemente encantador pudiese ser… así?

-Desconfía de los animales pequeños Ran… son los más peligrosos.- aconsejó Shion, mientras se aproximaba a su escritorio para comenzar a trabajar.

Justo en ese momento, una visión atacó con fuerza a la suma sacerdotisa, cuyos ojos se iluminaron con figuras de rombos que giraban con fluidez en sus iris, revelando que el don ancestral de predecir el futuro estaba trabajando. Shion se encontró en la sala principal de su templo, solo que todo parecía mucho más antiguo. Frente a ella, una mujer rubia con sus mismos ojos, que identificó como una suma sacerdotisa de su orden por su vestimenta y la tiara que simbolizaba su cargo, se encontraba hablando con un extraño individuo. Sus ropas consistían en una túnica blanca con rebordes negros y capucha, y unas sandalias ajadas por el uso. Su piel tenía un tono grisáceo, que contrastaba con su cabello castaño y corto y su perilla del mismo color. Pero, lo más llamativo eran sus ojos: dos ojos púrpuras anillados, el famoso rinnegan. Como buena diplomática y suma sacerdotisa del templo del país del demonio, Shion pudo distinguir a su vístante más célebre hasta la fecha: Hagoromo ototsuki, el creador del ninshu. Era una visión del pasado, algo poco común.

-¿Y bien, joven viajero, qué se le ofrece?- preguntó la suma sacerdotisa de aquel entonces, su antepasado.

-Suma sacerdotisa de este templo, busco consejo…- declaró hagoromo.

-¿Consejo sobre tus técnicas, sobre una decisión política, sobre tu muerte…?

-No. Sólo busco consejo sobre mi vida… o sobre la forma de enfocarla más bien. He viajado por el mundo, ayudado a miles de personas, salvado incontables vidas… pero siento en mi un vacío, algo que me oprime, y quisiera encontrar el modo de arreglarlo…

-Entiendo…- contestó la sacerdotisa, mientras se levantaba de su trono y miraba al ototsuki más de cerca.- Deseas solventar tus propios problemas ahora que ya has solventado los de otros… siento en ti confusión, ira…

-Lógico, si se tiene en cuenta que tuve que encerrar a mi madre de por vida en la luna tras esta matar a mi padre, esclavizar a la humanidad e intentar matarme usando a mi hermano pequeño como un títere…

-Emmm, cierto, es lógico.- contestó con sorpresa la suma sacerdotisa. Joder, este hombre si que lo había tenido difícil.- pero lo que más noto en ti es cansancio, cansancio unido a desidia… estás cansado de sentir el mundo sobre tus hombros, y quieres cambiar eso.- Hagoromo asintió. Ahora el sorprendido era él.- bien, puede que tengamos una solución… ¿has oído hablar del Fjaka?

-Esto… no… ¿es una comida?

-No… no es una comida…- contestó con una gota de sudor en la nuca la sacerdotisa.- acompáñame y te lo explicaré.- añadió la mujer rubia, mientras tomaba el brazo del ototsuki con elegancia y se dirigía a los jardines del templo. Aunque, de pronto se frenó y miro detrás de ella, justo donde estaba Shion, con sus ojos exactamente iguales que los de la rubia joven. La estaba viendo, ella había enviado esa visión.- Pero antes de irnos, recuerda ayudar personalmente a quien te recuerde lo que acabas de ver.- finalizó la sacerdotisa mayor, asintiendo con sorpresa la joven ante esa orden. Mientras, hagoromo arqueó una ceja con extrañeza al ver a la rubia hablar con una pared.

-¿Sueles hablar sola a menudo?- preguntó, deshaciéndose la visión y retornando Shion a su habitación, con una preocupada Ran a su lado, atenta por si tenía que sujetarla.

-Mi señora, ¿Qué ha visto? ¿Debemos de prepararnos para un ataque?- preguntó atemorizada. La última vez que Shion había tenido una visión tan potente, Moryo, el demonio de mil cabezas, había atacado el país.

-No no, tranquila… es otra cosa…- se excusó la Sacerdotisa, tranquilizando a la joven.- Ran, cancela todas mis entrevistas privadas, solo hablaré con quien acceda a verse conmigo en la sala principal. Viene alguien importante…


Y final. Hala, ya están enfocadas ambas historias para encontrarse. Lo dicho, está historia será más minimalista, no tendrá complicadas tramas de conspiraciones o enemigos invencibles que obliguen al mundo a aliarse. Es sólo Naruto con una nueva filosofía de vida y lejos de konoha. Tengo que reconocer que también lo hago en clave de parodia de mi otra obra, si la habéis leído comenzaréis a reconocer patrones o personajes compartidos (todos secundarios, no os preocupéis, no es necesario leer Kitsune no Kibo para leer esto, solo quiero reírme un poco de mí mismo xD)

En cuanto al capítulo, espero haberos arrancado alguna risa. Tenéis esa conversación con Shikamaru (la conducta del nada está basada en la de Kevin Spacey en "American beauty"), la razon de kakashi para dejar al rubio salir de konoha (icha icha! Acaso esperabais otra razón de kakashi?) o esa habilidad de Shion de echar la bronca a sus posibles parejas por mujeres con las que ni tan siquiera se han acostado. Lo dicho, es humor y romance, y soy nuevo en esto, espero que os guste.

Como veis, mi enfoque de Naruto tb es diferente, mucho más inocente. Quiero hacer algo diferente a ese Naruto más maduro de KnK. Suerte que tiene a kurama para ayudar, ojalá tuviese yo a ese bijuu...

En el siguiente capítulo, comienza el viaje del rubio, con un encuentro cómico, una mala decisión y un encuentro final. Se llamara "Naruto... el país del demonio esta por allí..."