Cap5, el auténtico Fjaka
Hola buenas! Aquí tenemos un nuevo episodio de Fjaka. Tengo que aplaudiros a todos vosotros, porque me habéis sorprendido: nunca una historia mía había tenido tantas visitas en un día como las que tuvo el capítulo anterior, ni tan siquiera los mejores capítulos de KnK. Que más de 100 visitas en un día (visitors eh, no views) le parecerá poco a los grandes, pero a mí me parece muchísimo. Mil gracias! Hoy tenemos más narushion, y más comedia, esta vez a cargo de nuestro amigo peludo de nueve colas, que hoy estará unchained. Ah, y sorpresa final :D no digo más, mejor paso a los reviews:
EtheriasD: hola de nuevo! Hoy tienes más de narushion, para algo son los protagonistas, y encima hoy he podido desarrollar un poco más su... carácter. Y tienes razón, sin discutir, las dos tienen sus puntos malos, pero no se, veo al rubio con alguien con un poco más de... sangre en las venas. En cada historia que escribo sobre él es así, para mí una chica tan callada debería de acabar con un neji, un Shino o un Sasuke. Y ablo largo de la serie yo vi exactamente lo contrario que tú: hinata parecía la secundaria que buscaba hacer ver a Naruto atractivo, y Sakura iba evolucionando desde esa niña repelente que odiaba al rubio hasta una chica que a la legua se ve que le quiere... Naruto es fuego, y necesita leña para seguir ardiendo, en resumen. Y aquí Shion es esa leña, no lo dudes, ya en la peli se veía que la chica tenía carácter e iniciativa. Espero que te guste, un saludo!
Dafisrafafa1999: hola nuevo lector! Aquí lo tienes, con limoncete incluido ;) un saludo!
AliceUchihaLockwood: hola a ti tb nueva lectora! Me alegra que te haga gracia, ese es el objetivo xD. No esperes más, el Fjaka no me va a tener ocioso eternamente, disfruta del nuevo capítulo! Y muy buen final de review por cierto xD un saludo!
-aaaaaaaaa- personaje hablando
-aaaaaaaa- personaje pensando
-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando
-aaaaaaaa- ser sobrenatural pensando
Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.
Naruto reposó su cabeza cómodamente y cerró los ojos con felicidad. No podía tener mejor entorno: un soleado día primaveral en el país del demonio, con una agradable temperatura y una suave brisa que le hacían estar completamente a gusto con su camiseta naranja de manga corta con kanjis uzumaki en color negro y sus tradicionales pantalones anbu negros y holgados. A su alrededor, el jardín de su residencia temporal había dado paso a un pequeño bosque que otorgaba una pequeña privacidad pero no impedía que los rayos de sol iluminasen su cara. Pero, ante todo, no podía tener mejor almohada: unos firmes y cálidos muslos, junto con suave olor a incienso perfumado del templo. El regazo de Shion, el mejor lugar donde reposar su cabeza hueca y disfrutar un poco de la vida. La suave mano de la sacerdotisa jugueteaba con su cabello rubio, acariciándole de vez en cuando el rostro, mientras le leía el pasaje de un libro, uno sobre un hombre que llegaba a un lugar donde los simios mandaban sobre el ser humano. Una historia de aventuras de esas que encantaban al ojiazul, aunque algo en su mente no terminaba de cuadrar…
-Pero, no me lo explico…- comentó con un mohín de indignación y de confusión el rubio, arrancando una suave risa a la ojivioleta.- Son simios, simios listos además, ¿Por qué iban a esclavizarnos y librar esa guerra?
-Es curioso que te llame eso la atención, y no los monos que hablan o forman una sociedad…-repuso una divertida Shion.
-Prefieren ser llamados simios, que lo dice la novela.- corrigió Naruto con un tono respetuoso, provocando otra risa en Shion. Naruto parecería muy irreverente la mayoría del tiempo, pero cuando de verdad sabía que un comentario suyo podía tener ofender memorizaba nimiedades como esa perfectamente.- y eso no me llama la atención. Tengo un contrato de invocación con unos batracios parlantes y obsesionados con el sake, el ver a animales hablar no me sorprende. Pero no sé, he vivido mucho tiempo con ellos, y me parecen… diferentes… no piensan en la guerra, al menos no como nosotros…
-¿Y por qué no habrían de pensar en ello, Naruto kun? ¿Crees que el concepto de la guerra es únicamente humano?
-N… no… los sapos libran guerras contra otros clanes de invocación, como las serpientes. Lo que me llama la atención es que sean tan… estúpidos… supuestamente acababan de empezar su historia, no estaban atados por viejas rencillas, y tenían mucha inteligencia, pero… han caído en nuestros mismos errores, cuando lo más lógico era vivir y dejar vivir…- reflexionó el ojiazul, mientras en el rostro de Shion se dibujaba una gran sonrisa y no resistía la tentación de darle un beso a su novio, interrumpiendo su discurso.
-¿Te he dicho alguna vez lo guapo que estás cuando piensas?- preguntó la sacerdotisa, mientras el rubio le daba otro beso y se erguía.
-¿Insinúas que soy tonto y es una sorpresa verme pensar?- inquirió con un tono juguetón el rubio, mientras acariciaba la fina espalda de la fémina por debajo de su blusa, empezando a tomar un tono más pasional la situación. El bosque estaba apartado, y el rubio simplemente se dejó llevar por lo que el instinto le pedía… y, al parecer, la joven también lo hacía.
-insinúo que eres muy listo, tontorrón, por eso me pareces muy guapo siempre.- contestó Shion, para luego dar un beso más pasional a Naruto.-… Naruto kun… si… si sigues así…
-¿Si?- preguntó con picardía el rubio, para volver a besar a la ojivioleta, esta vez en el cuello, mientras intentaba hacer lo que Kurama llamaba "llegar a la segunda base". Pero algo tuvo que interrumpir…
(Flashback inicia)
-Cachorro, no sé si quiero hacer esto.- comentó el Kitsune legendario con un tono de… ¿miedo?
-Kurama, lo hemos hablado. Los dos queremos, y llevamos deseándolo mucho tiempo...-repuso el joven rubio con serenidad, mientras se preparaba a espaldas del biju.
-Pero… ¿me dolerá?
-No lo sé Kurama, nunca lo había hecho antes… ¿tú no?
-Tampoco… a mis anteriores jinchuriki no les iba eso… ¿Y si primero pruebo yo sólo, en la intimidad, y ya si eso…?
-Ah no, yo no me arriesgo, a ver si me vas a hacer tú daño a mi... Tú déjame a mí llevar la iniciativa y relájate, así será todo más fácil.- ordenó el ojiazul mientras se... ¿frotaba las manos?
-Pero ten cuidado eh…- se rindió el Kitsune, mientras se dejaba hacer.- Y cuidado con mis colas, por el amor de…
Naruto realizó una rápida secuencia de sellos y pego un pergamino con varios kanji en el lomo del kiuby, comenzando este a brillar con fuerza. En el exterior, un Naruto en posición de loto realizó los mismos sellos, y al grito de Kuchiyose no jutsu, una inmensa bola de humo se formó en el interior del cuarto que tenía asignado. Cuando se comenzó a disolver, nueve inmensas colas comenzaron a vislumbrarse, así como unos terroríficos y brillantes ojos rojos. Una carcajada de una voz gutural resonó en la habitación, mientras Naruto se levantaba lentamente tras el esfuerzo, no en vano acababa de convocar a un biju legendario en el mundo mortal. Tras siglos de cautiverio, y aunque fuese vinculado al mismo modo de una bestia de invocación, el terrible Kurama no youko, terror de konoha, biju de las nueve colas, destructor de naciones, sentía el aire libre, el aroma de la libertad… pero había un fallo, un fallo en el que cayó Kurama tras esa sonora carcajada.
-Gaki… ¿Cuánto se supone que mides?- preguntó extrañado el biju, para luego mirar a su alrededor con una mueca de confusión.- Dime que ahora los ningen (mortales) medís cientos de metros de altura y vuestras casas son como montañas…
-No, mido metro ochenta… ¿por?- preguntó con una sonrisa el ojiazul, oliéndose por dónde iba a salir el Kitsune.
-Entonces… ¿Por qué cojones te estoy mirando desde abajo?- inquirió un claramente enfadado Kurama.
-Kurama… ¿no tendrías pensado que te convocase con el tamaño de una puta montaña en medio del templo?
-¿Y por qué no? ¡protegería a la gente de todo daño con mi chakra cuando el edificio se derrumbase ante mi infinito poder!
-Creo que es de mal invitado derribar la casa de tu anfitrión invocando un zorro legendario inmenso...
-Pero imagina lo alucinante que quedaría este edificio de mármol y madera explotando entre mis llamas rojas mientras lanzo un rugido al viento, ¡Daría para el opening de esta historia!
-¿De qué historia hablas? ¿Te has dado un golpe o algo?- preguntó un totalmente perdido Naruto.- Kurama, lo prometiste: yo te convocaba en el mundo humano, y tú no cometías homicidios ni destruías países.
-Pero si eso es lo mejor de ser biju…- se quejó con un mohín de enfado el caprichoso zorro.
-Joder, por que no me sellaron a gyuki o a son goku…
-¡NO TE ATREVAS A DECIR ESO! ¡Yo soy el biju más molón, mi peluche es el más vendido de la gama de peluches biju!- amenazó el biju, pero entonces la puerta del cuarto se abrió de un golpe, entrando una aterrada Shion en la estancia, vestida con su traje de suma sacerdotisa y con una intensa luz plateada rodeándola.
-¡Naruto kun, he percibido un demonio en el recinto del templo! ¿Estás b…?- preguntó una acelerada Shion, que había percibido con su poder una potente entidad demoníaca manifestarse dentro del templo, y había puesto a toda su guardia en alerta, para luego reparar en ese zorro de medio metro y ojos rojos con nueve colas a su espalda.- ¡Por Kami! ¡Un demonio! Naruto kun, ponte detrás de mí, ¡yo te protegeré!- gritó la rubia, mientras ponía a un totalmente confundido Naruto tras de sí como si fuese un pelele… no llegaba a la fuerza de Sakura chan, pero joder… que la sacaba una cabeza y lo había movido como un muñeco… ¿Por qué le gustaban las mujeres tsundere?.- Demonio, ¡aléjate! ¡El poder de hikari, diosa del destino, te obliga!- gritó la ojivioleta, convocando una intensa llamarada plateada que casi se lleva por delante a un aterrado Kurama, que tuvo que rodar a un lado y esconderse tras un colchón.
-¿Pero qué haces loca?- chilló el Kitsune, mientras se agachaba para evitar otra llamarada que intentó decapitarlo a través del incendiado colchón.
-¡¿A quién llamas loca?!- preguntó una, ahora sí, enfadadísima Shion, mientras invocaba su forma sagrada. Durante toda su infancia, por culpa de sus visiones, la habían tildado de loca… y la cabreaba muchísimo, porque no lo estaba, a su puesto de adivina con fama mundial debía de remitirse. Su cuerpo brillo con fuerza, dibujándose en su piel numerosos kanji arcanos en forma de runas, y saliéndola en la espalda unas hebras plateadas con forma de alas y una brillante aureola dorada encima de su cabeza
-¡Shion chan!- intervino Naruto, viendo cómo un aterrado zorro era rodeado por decenas de hebras plateadas que salían del suelo y le amenazaban como si fuesen aguijones de un escorpión.- No le hagas nada, que es Kurama, es mi amigo.
-¿Kurama?- preguntó una impresionada Shion, aún con su forma sagrada activada.- ¿me estás diciendo que ese zorrito demoníaco de peluche de ahí es el kiuby?
-¡Eh eh!- ladró un ofendido Kurama.- ¡Un respeto, ningen insignificante! Soy el gran kurama no youko, kiuby, terror de la humanidad, debacle de la razón, azote de los hombres píos y destructor de mundos, ¡no un puto peluche! Cada niño del continente tiembla al pensar en mi, las mujeres lloran, los hombres huyen aterrados, ¡inclínate y ruega mi misericordia!- enunció con orgullo el Zorro, mientras Naruto negaba con la cabeza, viendo venir lo que iba a ocurrir…
-…- Shion se quedó mirándole en silencio, asimilando el discurso y esa falta de respeto final, para luego invocar sus flamas plateadas con aún más potencia.- Tú si que vas a rogar misericordia.
-¡Inténtalo loca!
-¡Que no me llames loca, demonio pulgoso!
Y así el recientemente convocado kurama y la suma sacerdotisa en su forma sagrada estuvieron luchando y persiguiéndose por todo el templo, ofreciendo un brutal y apocalíptico contraste entre rojo y plata, una demostración en directo de la lucha de un ángel plateado contra un demonio de fuego, como en los cuadros de ángeles y demonios que poblaban el edificio. Y todo mientras Naruto y sus clones procuraban poner a salvo a los confundidos transeúntes, que no se esperaban ver una batalla apocalíptica con torrentes de llamas rojas y plateadas enfrentándose a esa hora del día. Y así tuvo que estar Naruto hasta que ambos se cansaron y pudo hablarles con calma… y reparar todo el destrozo puesto que la culpa era suya en el fondo, todo había que decirlo… estaba claro que debía de haberlo invocando en el jardín…
(Flashback fin)
Las caricias de la pareja estaban ya subiendo de intensidad, con Naruto concentrándose en desabrochar el sostén de la ojivioleta mientras esta gemía dulcemente en su oído fruto de la excitación, cuando se vieron interrumpidos por un extraño sonido. Como de alguien respirando fuerte. Y sorbiendo con fuerza un refresco de una pajita. Solo conocían a una persona que bebiese así… o más bien un ser mitológico, como les reveló las nueve colas de tupido pelaje rojo que ondeaban tras un arbusto cercano. Shion pegó un grito y enrojeció varios tonos, mientras Naruto se daba la vuelta sobresaltado.
-Pero no os cortéis por mi.- pidió el zorro desde la espesura con esa voz gutural.- fingir que yo no estoy y expresaros vuestro amor ningen de manera íntima, venga cachorro, ¡dale duro al estilo Kitsune, tio kurama quiere sentirse orgulloso!
-Joder kurama, ¿Qué cojones haces ahí?- preguntó un MUY enfadado Naruto, mientras la fémina intentaba reponerse de la impresión.
-Venga gaki… llevo un siglo viendo esto desde la puta perspectiva de la mujer, ¡era muy violento!.- se quejó el biju, saliendo de su escondite con su refresco de soda sostenido por una de sus colas.- y eso que realmente no sé si tengo sexo… hagoromo fue muy ambiguo cuando nos explicó eso a mis hermanos y a mí… pero si es por no importunarme no os preocupéis eh, si te contara lo que les vi hacer a hashirama y mito… o a kushina y Minato… nunca pensé que a kushina le gustaría emplear esas cadenas de diamantina para…
-¡NO SIGAS!- exclamó el rubio, tapándose sus oídos para evitar el trauma. Tenía una buena imagen de sus padres, como para que ahora ese zorro pervertido se la arruinase contándole sus juegos de cama.
-Kurama…- comenzó a declarar Shion con una vena palpitando en su frente, intentando controlar su ira acumulada tras haber roto ese zorro entrometido su momento con su novio… porque le había prometido a Naruto no desterrar a esa entidad al makai y porque de su existencia dependía la supervivencia del rubio al ser su jinchuriki, que si no…- no puedes espiar a las parejas desde los arbustos, te lo he dicho ya… hemos recibido incluso varías quejas porque intentaste instalar cámaras en las habitaciones…
-Pero si es para ahorrar trabajo, es una lata esconderme debajo de las camas…- se excusó el biju, como si en lugar de intentar crear una especie de programa voyeur de veinticuatro horas en directo hubiese sugerido repintar las paredes.- a parte, Shion, también te iba a dejar verlo…
-Pe… pero… ¿a qué te refieres?- preguntó una totalmente abochornada e indignada Shion.
-Me refiero a que no soy el único pervertido aquí… Naruto, ¿Dónde dejaste el Icha Icha que le compraste a Kakashi?- Naruto se rascó la cabeza con confusión mientras el sonrojo de Shion subía hasta casi hacerla hervir.- Uuuuy, viendo esa reacción me parece que he dado en el clavo, Shion… no te preocupes, no te he espiado, simplemente he aplicado una máxima de experiencia: todos los sensei de Naruto, sin excepción, han sido unos pervertidos, y tú ahora eres su sensei en el arte del Fjaka, así que uní puntos…- explicó el zorro, rememorando la lista de Ero sensei de Naruto: Ebisu, Kakashi, Jiraiya… hasta al pobre fukasaku casi muere cuando su mujer le descubrió uno de esos libros naranjas en su mesilla de noche.
-Esto… no todos, Iruka sensei no lo parece al menos…- intentó excusar Naruto a su hermano mayor en todo menos en la sangre.
-Ya… pero queda con sus amigos para ir disfrazados al parque los domingos por la tarde y recrear sus escenas favoritas de películas de fantasía… yo creo que no lo es porque todavía no ha descubierto la obra de Jiraiya…- contestó el biju, mientras, en konoha, un Iruka vestido con una capa gris, un gran sombrero de pico también gris y una larga barba de pega blanca, blandiendo un bastón de madera, le gritaba a un amigo pintado de rojo y naranja "¡NOOOOO… PUEDEEEEES… PASAAAAAAAAR!". Y el resto de personas del parque les miraban con expresiones de bochorno, todo había que decirlo...- pero volvamos a lo que nos atañe: el amor adolescente. Tú no te cortes, que no os molestare a ti y a tu querida Ero Puriesuto (sacerdotisa pervertida)...
Antes de que Kurama pudiese dirigir su sonrisa más zorruna a la rubia, un agujero de color rosáceo se formó bajo sus pies, arrastrándole entre un grito de terror. Naruto se dio la vuelta sobresaltado, encontrándose a una arremangada y totalmente roja Shion con sus dedos índice y corazón puestos frente a su rostro en la pose de KAI. Respiraba con fuerza, y la vena de su frente parecía a punto de explotar en cualquier momento. Se notaba que el último apodo había colmado su paciencia.
-Shi… Shion chan… ¿no le habrás…?- preguntó un aterrado Naruto, temeroso de que la joven decidiese hacerle algo parecido a él si decía algo… inoportuno.
-¿Matado? No, te prometí que no lo haría.- Naruto emitió un suspiro de alivio.- Solo le he enviado a volar entre dimensiones en una caída que durará lo que yo quiera…
-Ah, bueno… mientras vuelva "recuperable" supongo que no habrá problema…- declaró Naruto, ahora más tranquilo, para luego caer en la cuenta de algo.- Shion chan, ¿Por qué tienes el libro de kakashi sensei en tu…?
-Mi estancia privada del templo para hacer meditación en cinco minutos, ¡VAMOS!- ordenó una nerviosa Shion con tal autoridad que Naruto salió disparado en esa dirección, mientras volvía al rostro de la fémina el fuerte sonrojo ante esa pregunta que le hizo el rubio.
Una vez en la estancia, y habiéndose puesto la sacerdotisa una sencilla camiseta de tirantes algo ceñida de color blanco y unos pantalones holgados rojos para estar las cómoda, Shion obligó a Naruto a meditar para ver si de una vez alcanzaba el Fjaka, o al menos entendía por dónde iban los tiros. Pero veía que no era el día tampoco hoy. Solo había que ver la pose de meditación de Naruto: lo que debería de ser una pose relajada, donde ningún músculo estuviese forzado, se presentaba como una pose tensa, con los músculos en posiciones forzadas, e incluso con la mandíbula apretada. Shion sabía la causa: realmente no estaba meditando. Su pose de meditación era algo contingente, una herramienta para su modo sennin, solo sabía usarla para acumular chakra natural. Resumiéndolo, tenía la herramienta, pero no sabía usarla. Lo observó en silencio, buscando una solución, y se decidió por una táctica más… directa.
-Naruto kun… te noto tenso todavía…- le dejo caer la ojivioleta.- ¿en qué estás pensando?
-En nada, dattebayo…- se excusó torpemente Naruto, calándole al instante la fémina. Lo dicho, Naruto era un mentiroso terrible.
-¿Seguro?
-Bueno… realmente me agobia un poco no lograrlo…- confesó con vergüenza el rubio.- es que vosotros lo hacéis parecer tan fácil… y yo, por mucho que me esfuerce, no logro hacerlo…
-Lo entiendo…- contestó la joven, con una enigmática sonrisa.- dime Naruto, ¿Qué es el Fjaka?
-Un movimiento psicofisico consistente en no hacer nada…- repitió mecánicamente el ojiazul.
-¿Y lo has entendido?
-No sé, dattebayo… yo me siento, medito, me concentro en vaciar mi mente, pero siempre aparece algo en lo que pensar, algo que hacer…
-No lo has entendido. Tu problema, Naruto kun, es que lo fuerzas. Meditas y piensas en que debes de meditar. Y así toda tu vida: te despiertas y piensas en lo que tienes que hacer, haces algo y piensas en lo que va después, te mueves mirando un reloj para asegurarte de no llegar tarde a las citas… siempre haces algo, y haces algo porque vives en el futuro cercano, no en el presente. ¿Cómo vas a no hacer nada si piensas continuamente en no hacer nada? No se trata de no hacer ni aspirar a nada, se trata de estar contento con lo que tienes y hacer lo que quieres. La vida es dura, y reclama lo mejor de nosotros cada día, y nuestras vidas se cruzan con otras, enredándose aún más. Es por eso que mi orden creó el Fjaka: al vaciar nuestra mente de aspiraciones, entramos limpios a ese enredo, y así podemos ver a donde va cada persona. Vemos el futuro porque queremos verlo, no porque podamos verlo.
-Esto… me he perdido…
-Te lo explicaré de otra manera…- contestó Shion, con un adorable sonrojo que confundió aún más al uzumaki.- Si yo viviese como tú, tendría miedo de que te apartases cuando hiciese esto.- con un gesto fluido, la joven beso los labios del rubio, un beso suave pero cargado de intención.- podría haber pensado "a lo mejor no quiere que le bese" o "a lo mejor le gusta otra". Si pensase en esas cosas, también tendría una voz en mi cabeza que me diría "¿Qué pensara de ti Naruto kun si haces esto?"- y acto seguido, acarició con sus cálidas manos el abdomen del ojiazul, mientras sus ojos violeta se clavaban con deseo en los azules del uzumaki, para luego quitarle la camiseta con soltura.
Cuando el rubio intentó volver a acercarse, la joven le detuvo mientras se mordía el labio. Ante ella veía un cuerpo atlético, musculado sin excederse, con unos abdominales bien definidos, unos pectorales fuertes y ese tatuaje del vientre que le daba un toque rebelde tremendamente efectivo para una suma sacerdotisa como Shion, que sabía lo que significaba. La fuerza para contener un chakra demoníaco infinito, ni tan siquiera ella podría. Pero lo que la desarmaba de verdad eran esos ojos azules y ese pelo rubio revuelto, junto con esas marcas zorrunas de las mejillas. Desde la primera vez que lo vio, y aunque lo disimulase brutalmente bien, la suma sacerdotisa no cambió su veredicto: Naruto era el hombre más guapo que había visto nunca. Y eso que ese ojiperla que lo acompañaba tampoco estaba mal…
-el Fjaka no es "no hacer nada". Es "no hacer nada que no quieras". No puedes hacerlo todo el día, todos tenemos que interactuar con el entorno y hacer cosas que no nos apetecen de vez en cuando, pero nunca está de más atender un poco a aquella persona que siempre ha estado y estará contigo… tú mismo. Y ahora dime, Naruto kun… ¿Qué te apetece hacer?- preguntó con un tono inocente la rubia, mientras se mordía coquetamente el índice y dibujaba una pícara sonrisa en su rostro. Y eso fue ya demasiado para la cordura de un ya completamente entregado rubio.
(Lemmon inicia)
Naruto se aproximó con decisión a la ojivioleta, y posó su mano en su cuello, acariciando con su pulgar su carnoso labio inferior. Sus zafiros azules se clavaron en los ojos de Shion, perdiéndose ambos al instante. Sus cuerpos hablaban por sí solos, ellos solo lo dejaban fluir. No hacían nada que no quisiesen, todo salía natural, cada caricia era la reacción perfecta a los estímulos del otro, como si no necesitasen palabras para transmitírselo. O a lo mejor es que nunca las necesitarían en esa situación, al fin y al cabo ambos se conocían a la perfección a pesar de haber estado separados tanto tiempo y llevar apenas un mes de relación. Eran almas afines, con una infancia similar, aspiraciones parecidas y personalidades compatibles a la perfección. Sin saber cómo, ambos ya estaban tumbados en la cama, con Naruto encima de Shion apoyado en su codo izquierdo, y acariciando con su mano derecha la cintura y espalda de la fémina, que ocupaba su mano izquierda en el rostro de su amado mientras su mano derecha luchaba por bajarle los pantalones. Sin dejar de besarse ni un segundo, el rubio le quitó a la ojivioleta la camiseta de tirantes, revelando lo que quería comprobar desde que entró en ese cuarto con ella: Shion tenía un cuerpo de infarto, curvilíneo, con algún que otro pequeño lunar en el lateral del vientre. Pero en particular le llamó la atención uno del seno izquierdo, que besó con ternura, arrancándole un gemido de excitación a la sacerdotisa por lo cerca que estaban esos labios de llegar a donde nadie salvo ella había llegado.
La joven se despojó de sus pantalones con las piernas y la mano libre, mientras Naruto seguía a lo suyo con los pechos de Shion y desabrochaba ese inoportuno sujetador, quedándose la fémina solo en una fina prenda interior cubriendo su intimidad. El ojiazul se tomó unos segundos para contemplar a la mujer: le había tocado la lotería. Shion era preciosa, con ese pelo largo rubio de color suave, esos ojos violetas con el iris más claro y esa novela piel que le llamaba cada segundo para que la siguiese acariciando. Y su belleza ganó aún más puntos cuando Shion se sonrojó ligeramente, al ver la mirada de adoración que la dedicaba el uzumaki. En un principio, aunque no lo mostrase, estaba insegura sobre si al ojiazul le gustaría su cuerpo. Realmente, ella nunca había estado con nadie, solo podía basarse en los halagos que le dirigían algunos pretendientes, pero ningún piropo podría igualar a lo que expresaban ese par de zafiros. Naruto era un mentiroso terrible, y lo era porque, si sabias leer esos zafiros azules correctamente, podías saber exactamente lo que pensaba el rubio cada segundo. Por eso le llamó la atención desde que entró en ese templo hace ya más de dos años… y por eso estaba enamorada de él.
-¿Te… te gusta lo que ves?- preguntó, deseando que el uzumaki acabase con cualquier duda para siempre. Y, como si la leyese la mente, el rubio contestó sin dudarlo.
-Te quiero, Shion chan…
Shion no pudo ni responder, simplemente tomó a Naruto del bóxer y lo puso debajo de ella. Esas palabras eran justo lo que necesitaba para acabar de entregarse, Naruto había dado en el clavo, como siempre hacía, y le iba a recompensar como se merecía. Ese zorro pulgoso había acertado cuando la acusó de haberse llevado el libro de Naruto y tenerlo escondido en su cuarto, pero no era por vicio. Era porque, desde que volvió Naruto a su vida, supo que él sería el primero, y el último, hombre en su vida, y no quería ser una niña inexperta, quería poder convertir esa experiencia en un momento inolvidable para ambos. Aunque tenía que admitir que agradecía que Naruto le hubiese ahorrado la vergüenza de enviar a una de sus asistentes a comprarlo… además de que le estaba tomando el gusto a esa lectura, para su confusión… Guiada por lo que había leído, la joven descendió por el musculoso torso del uzumaki, repartiendo besos entre los pectorales y abdominales, y arrancándole un gemido de sorpresa al ojiazul cuando jugueteo con uno de sus pezones empleando su lengua. Cuando llegó hasta el bóxer, lo retiró con cuidado, y no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa. Era… era enorme… ¿todo era de Naruto?
-Na.. Naruto kun… es enorme…- dijo, mirando como hipnotizada el miembro mientras lo acariciaba con sus suaves manos.- ¿Todo esto es para mí?
Naruto asintió, cerca de su limite. La imagen de Shion mirando su miembro con tal sorpresa le subió el ego hasta las nubes, y más aún cuando la sacerdotisa no pudo resistir la tentación de besarlo con los ojos cerrados. Tuvo incluso que cerrar los ojos el también para no acabar ahí mismo. Pero, aún así, sentía como esos labios carnosos envolvían su miembro, subiendo y bajando, enviándole a cada segundo más y más placer. Mientras, Shion no se reconocía. Se había atrevido a hacer eso que había leído, y a la primera… y lo más extraño de todo: la excitaba muchísimo. El notar el miembro de Naruto cada vez más duro en su boca, sus gemidos de placer… incluso su sabor no estaba mal. A pesar de no tener la más mínima experiencia, tenía claro que a Naruto le estaba encantando. Con un movimiento brusco, el rubio deshizo el momento, subiendo a la confundida sacerdotisa a su altura y reclamando de nuevo a sus labios, para luego darse la vuelta con ella en el colchón.
-Lo… lo siento…- dijo con un tono sumamente excitado.- pero… si seguías así, esto iba a acabar demasiado pronto…- la joven se sonrojó ligeramente y sonrió ante esa afirmación, para luego entreabrir los labios cuando sintió como la mano izquierda de Naruto le acariciaba su intimidad por encima de la ropa interior. Antes ya estaba "mojada", por decirlo de alguna manera, pero ahora… ahora el término correcto sería "empapada". Y más aún cuando el joven retiro la prenda de ropa interior con dulzura, ayudándole la fémina levantando su pierna izquierda, momento que aprovecho el rubio para acariciar esos firmes muslos mientras enfilaba con su miembro la flor de la joven, que tembló como una hoja.
-Na… Naruto kun… sé amable…- pidió con algo de temor Shion. Era su primera vez, y de seguro que el uzumaki ya había tenido alguna experiencia con alguna fémina antes, sin necesidad de citas… era guapo, amable, fuerte, un héroe mundial…
-No te preocupes Shion chan, también es mi primera vez.- confesó el ojiazul, sorprendiéndose la joven.- Te prometo que lo haremos a tu ritmo. No soportaría hacerte el más mínimo daño.- esa revelación emocionó a la ojivioleta, que volvió a besar los labios del rubio mientras notaba como su miembro comenzaba a penetrar en su intimidad. Era una sensación nueva, gratificante… notaba miles de pequeños espasmos de placer, era mucho mejor de lo que había leído. Pero pronto Naruto topó con esa barrera que todavía evitaba que fuese completamente una mujer adulta. El uzumaki se detuvo, mientras Shion volvía a besar sus labios, sabiendo lo que se iba a venir. Quería dar ese paso, quería hacerlo con él. Era el mejor regalo que podía hacerle.
-Te quiero, Naruto kun.- declaró la sacerdotisa, revelando que estaba lista.
-Y yo a ti, Shion chan.- contestó Naruto.
Y, con un tierno beso, Naruto empujó, acabando con la virginidad de la joven, que soltó un pequeño grito de dolor, apagado por los labios del uzumaki inmediatamente. Se concentró en ese beso para evadirse de esa sensación, pero pronto descubrió que el dolor era mucho más leve que antes, y que estaba siendo reemplazado por… placer. Mucho placer, más intenso que cualquier otra sensación que hubiese sentido antes. Se descubrió a si misma moviendo las caderas para aumentar la fricción, deseosa de más, y pronto la acompañó Naruto, dejándose llevar por el instinto. La fricción cada vez era más intensa, los movimientos más rápidos, y esa sensación de placer cada vez más brillante. ¿Cuánto llevaban así? Ni ellos lo sabían, solo podían gemir y pedir más al otro gritando su nombre. Pronto, ambos se notaron al limite, con mil sensaciones eléctricas recorriendo sus cuerpos.
-Shion… Shion chan… voy a…- declaró el rubio, avisando a la fémina para apartarse. Pero, ventajas de ver el futuro, Shion sabía que aún terminando dentro no la dejaría embarazada… esa vez.
-Dentro Naruto kun, no te preocupes, ¡lo quiero dentro!- le ordenó la fémina, para acto seguido ambos gemir con intensidad fruto de un intenso orgasmo.
Shion notaba cada músculo de su cuerpo relajarse, perdiéndose en ese mar de placer que le regaló el rubio, en esa cálida sensación en su interior, incapaz de defenderse de nada ni de borrar una inmensa sonrisa de su rostro. Y Naruto no estaba muy distinto: tenía los ojos cerrados, respiraba con dificultad, y de vez en cuando soltaba algún gemido cuando su ahora muy sensible miembro rozaba las paredes interiores de Shion. Ambos se volvieron a besar con ternura, regalándose una sonrisa enorme, grabando en sus memorias ese momento. Una primera vez… perfecta.
(Lemmon fin)
Naruto se separó con cuidado de la intimidad de Shion, que volvió a gemir ligeramente, y la quito un mechón de pelo de su sudado rostro, mientras ella se dejaba hacer con una sonrisa. Tras algunas caricias más, la joven decidió que era hora de ducharse un poco, así que recogió la sábana de la cama para taparse y se dirigió a la ducha con una sonrisa coqueta, para luego darse la vuelta.
-Ahí va, casi se me olvidaba.- declaró mientras Naruto se ponía sus bóxer y la miraba con confusión. En el techo del cuarto se dibujó un círculo rosáceo mientras la joven entraba en el baño con su ropa y cerraba el pestillo, oyéndose un grito cada vez más alto. De pronto, un aterrado zorro de nueve colas, con todo su pelaje revuelto, cayó al suelo desde ese agujero, para luego mirar alrededor con confusión.
-Joder, ¡llevo cayendo tres putas horas!- se quejó el Kitsune.- ¿Dónde estamos gaki? No te lo vas a creer, pero he visto cosas acojonantes, ACOJONANTES NARUTO. Mundos sin chakra y con máquinas voladoras hechas de metal, no pude fijarme mucho por eso de estar cayendo a cientos de kilómetros de velocidad, pero...- explicó el biju completamente emocionado, para luego olfatear el ambiente.- un momento… aquí huele a feromonas… y sexo… y es la habitación de la loca… ¡ESTOY ORGULLOSO DE TI CACHORRO!- declaró kurama tras unir rápido los hilos, mientras movía sus colas con energía como si fuese un perro al ver aparecer a su dueño por primera vez en casa.- Cuéntame, ¿Cómo lo hiciste? ¿La doblegaste al más puro estilo Kitsune? ¿La marcaste como tu hembra como te enseñé para evitar que otro macho reclame tu territorio? ¿De qué color tenía el…?- no pudo completar la última pregunta, puesto que un nuevo agujero rosáceo se abrió bajo sus pies, arrastrándole a una nueva caída entre gritos de pánico mientras Naruto negaba con la cabeza… a los pocos segundos, la regadera de la ducha comenzó a sonar, y la joven rubia a tararear despreocupadamente una canción.
-Ero Kitsune…- sentenció Naruto, mientras con una inmensa sonrisa se tumbaba en el colchón para rememorar los últimos acontecimientos. Y tenía que darle la razón a Kurama en algo: sus sensei solían ser unos pervertidos. Y el grandioso kyubi no dejaba de ser otro sensei suyo…
Mientras, en el oeste del país del demonio, una figura masculina, alta y ligeramente musculada, vestida con una capa negra algo sucia, unos pantalones anbu negros holgados y tapada con una capucha, observaba el horizonte de ese paraje montañoso, donde destacaba un viejo camino que llevaba a la capital de la nación. Llevaba viajando durante mucho tiempo, reuniendo los elementos necesarios para la ejecución de su plan, un plan maestro que le aseguraría la primacía mundial tanto a él como a sus descendientes. Y ahora había llegado a ese lugar, donde a unos días de marcha le esperaba una vidente reconocida a nivel mundial con un poder tan inmenso que había expulsado al poderoso demonio moryo. Ella le daría lo que buscaba, eso lo tenía claro, sobre todo teniendo en cuenta que era mujer, y lo habría hecho mucho antes si alguien no le hubiese retrasado…
-¿quieres moverte de una vez? Si fueses una kunoichi decente y no un estorbo, habríamos llegado hace un mes…- declaró con su tono frío de voz el encapuchado, mientras una joven encapuchada y enfundada en una larga capa marrón que la tapaba completamente le seguía a unos cuantos pasos de distancia, moviéndose con dificultad entre lo accidentado del terreno.
-Sa… Sasuke kun… sabes que moverse en este estado por este terreno es difícil… no es justo que lo compares a los tiempos en los que hacíamos equipo.- se excusó la fémina, mientras con algo de esfuerzo trataba de moverse de un saliente a otro del escarpado terreno, protegiendo su ligeramente abultado vientre. Estaba embarazada.
-Me da igual. Eres médico, y kunoichi, deberías de estar preparada para hacer esto. Y ahora vamos, que no tengo más tiempo que perder.- contestó fríamente el ojinegro, mientras se quitaba su capucha y dejaba que el viento hiciese ondear su largo cabello negro, asomándose entre los mechones el legendario rinnegan. Sasuke Uchiha, el gran vengador, había llegado al país del demonio. Al fin podía comenzar la segunda parte de su plan.
Y corten. Otro capítulo más, ya estamos justo en la mitad de la historia, y encima con mucha tela que cortar. Pero, lo primero...
DEBERES: poneros en YouTube la canción "Shooting stars" e imaginaros a Kurama volando en esos fondos tan chulos. Ya tenéis el ending del capítulo, y una imagen de donde estuvo Kurama esas tres horas xD y merecidamente, si me permitís añadirlo.
Sobre Shion y Naruto, su relación va viento en popa, lástima que cierto zorro pervertido no les haya dejado de espiar todo este Tiempo. Espero que os pareciese gracioso su convocación (como se te ocurre convocar al demonio de las nueve colas en medio de ese templo, Naruto? XD) y su momento de miron. Entendedle, ha estado muchísimo tiempo encerrado, ahora tiene las hormonas revueltas. Y resalto el detalle de que todos los sensei de Naruto son unos pervertidos, ya sea abiertamente (Jiraiya, kakashi) o de forma mal encubierta (ebisu, fukasaku). Sé que Iruka tb lo era, pero acabó de volver a verme el señor de los anillos y no me he podido aguantar a poner eso XD
En cuanto al lemmon... ya sabemos para qué quería el librito Shion... Naruto va a pasar a ser un adorador del icha icha al nivel de kakashi, que ahora está en konoha tirandose de los pelos porque no le llega su libro.
Y por último... aparece el "villano" de este fic... CHAN CHAN CHAAAAAN. A ver si os creéis que la imagen de la historia es casual, y como veis sigue igual de "agradable" que en la serie... cuál será su plan? Que tiene que ver Shion? Quién es la mujer embarazada? Y lo más importante... será capaz de ampliar su repertorio de frases además del "Hmpf" suyo tan característico? Todo eso y mucho más en el siguiente capítulo, "el zorro, la sacerdotisa y el vengador". Hasta la próxima!
