Cap8, ella también es uzumaki

Buenas! Aquí un nuevo capitulo en el que ni buscamos ni aspiramos a nada, bienvenidos a Fjaka! Si, diréis "joder, cuanto has tardado!" Y yo tengo dos excusas: la primera es que Kitsune no Kibo está en su mejor parte, y me dedico a ella a tiempo casi completo. Supuestamente debería de acabarla la segunda semana de mayo a mi ritmo normal, y una vez que acabe Fjaka (mi querido narushion) y Pasión y color (mi amado narusaku) serán mis prioridades, junto con alguna sorpresa más (tengo un narukarin en mente, por ejemplo). Y la segunda excusa os gustara: sufro de exceso de inspiración. Se me ocurren veintemil ideas para ampliar a medida que escribo, así que esta obra durara más que esos diez capítulos inicialmente previstos y tendrán más contenido.

En un principio, tenía pensado hacer una historia al uso: prota simpatico, novia siempre sonriente sin ningún problema, malo malvado sin más desarrollo y final. Pero, lo dicho, "sufro" de exceso de inspiración, así que Sasuke tendrá mucho desarrollo a partir del siguiente capítulo (veremos cómo va su plan de conquista mundial mediante el sexo) y Shion tb. No quiero que la rubia sea una Hinata 2.0, que sólo sonríe y dice Naruto kun, así que tendrá sus conflictos, sobre todo con quien vosotros ya os imagináis :P no os alarméis, el pairing de la descripción está como está por algo, pero quiero desarrollar tb la historia amorosa de los protagonistas con un poco de conflicto, que nunca está de más.

bueno, disfrutad de lo de hoy, yo paso a las reviews:

Marcos. a. Sepulveda: hola! Me alegra que te gustase, ya tenía yo miedo de ser el único que se riese con esta historia XD y si, Sasuke se lo merece por teme, si lo piensas es una consecuencia lógica por ser un egolatra, pero te equivocas si crees que todo ha acabado ahí. Pienso desarrollar su malvado plan, sobre todo para hacer una crítica a esos fics de harem masivos, será divertido xD hoy no le tendrás por aquí, pero en el siguiente... más teme!

Y hoy tendrás tb bastante de lo demás que has comentado, es la llegada de la pareja protagonista a Konoha. No quiero adelantarte nada, pero digamos que Shion vera que el más normal del equipo 7 es Naruto... xD te dejo con el capítulo, disfrútalo! Un saludo!

EtheriasD: bienvenida de nuevo! Pues si, kurama no iba a parar hasta lograrlo, incluso estaba dispuesto a poner las nueve colas de poder que posee a trabajar para verles "expresando su amor ningen" xD el castigo era MERECIDISIMO, a pesar de que casi acaba devorado por unos cuervos... Kuramelo tiene muchas posibilidades, y Shion ya está pensando nuevas, como Kiuwy o cosas así :P y, con lo que tiene planeado y que verás a partir del siguiente... se merece lo peor XD

Sasuke en la serie me ha parecido un quiero y no puedo. Quiero ser el icono de la serie, pero esta Naruto. Quiero ser el mejor shinobi, pero esta Naruto. Quiero ser el mentor de Boruto, pero interesa tan poco que casi nadie lo ve. A ver, cada uno lo plantea como quiere, pero a mí no me gustó ese desarrollo, y lo pienso "arreglar" aquí. Básicamente, verás cómo se desarrolla su plan y cómo va cambiando poco a pocoese tono engreído suyo... Sasuke debe de aprender a respetar a las mujeres, eso es obvio, y sobre todo si tiene pensado montarse un harem de cincuenta o más xD lo de Ino... alguien tenía que avisar a Sakura, la pobre fue una heroína más en esta historia, y debería de agradecer que sólo haya sido eso y se encontrase con karin antes de quedar embarazada tb y no poder escapar...

y si, he salvado a Sakura, y habrá momentos con Naruto en un futuro, pero ten fe, el pairing no va a cambiar. Odio los multipairing, ninguna de mis historias lo tiene (en Kitsune no Kibo empieza como narusaku, cambia a narushion y luego vuelve a narusaku, por ejemplo), sólo tengo una con multipairing en mente y falta todavía para ella. Como ya dije, este fic es 100% narushion, pero no es plan que no tengan conflictos... ¿como se tomará Shion la amistad de estos dos? ¿Sakura puede haber desarrollado algún interés en el? ¿Como será el choque de trenes? Kurama está ansioso por verlo!

Un saludo y disfruta del capítulo!

Guest: hola buenas! Te diré que si tienes razón... si hablamos sólo de la Sakura de los primeros capítulos de la serie. Creo que no hay nadie que defienda a esa niñata caprichosa... pero su diferencia con el caso de Sasuke es sencilla: el propósito de enmienda a tiempo. Mientras que Sasuke empieza mal con su trato a ella Y VA A MUCHÍSIMO PEOR, hasta llegar al intento de asesinato a sangre fría y por la espalda, o a traicionarla y despreciarla antes de su batalla con Naruto; Sakura empieza mal Y LUEGO MEJORA. Yo lo situaría a partir de la lucha de Naruto contra Shukaku, creo que es el momento en que Sakura comienza a ver a Naruto como alguien digno de respeto (aunque antes ya tiene algún momento tb). Y luego esa visión evoluciona tanto que incluso pone en riesgo su vida por salvarle, incluso sufre por el y hará cualquier cosa por hacerle feliz y tenerle a salvo. No quiero entrar en polémicas, pero es innegable que esos dos tienen un desarrollo romántico. El narusaku tiene base, el SasuSaku, desde el episodio de violencia de género del puente, no.

Espero que no te haya cansado la parrafada XD disfruta del episodio, que aquí somos todos narushion. Un saludo!

AliceUchihaLockwood: hola de nuevo! Me alegra que te hiciese reír, ese era el objetivo de Naruto-Moisés xD y traerá cola, ahora los clones han visto que sus creencias religiosas están equivocadas, y se preguntan (o mejor dicho, preguntan al rubio): ¿A donde vamos? ¿De donde vienen los clones? ¿El creador tiene una madre virgen, como insinúa el clon torpe? Muchas dudas existencialistas XD

A ver, yo a Sasuke en si no lo odio tampoco, su diseño (quitando la camisa escotada) es chulo, y sus técnicas son muy llamativas (el Kirin es mi favorita), lo que no me gusta de él es esa faceta de chico malo forzada y luego el que los escritores le regalen todo (vamos, traiciona a la aldea, intenta matar a sus amigos, intenta asesinar a los kages... y al final tiene a la mujer más guapa de la aldea de ama de casa, a una uzumaki en reserva sin que nadie la toque por si acaso, una hija con mil habilidades y al pagafantas de Naruto cuidándolas... es MUY injusto). Sin contar su trato a la mujer, que no se a ti, pero a mí me cabrea que pongan a todas las mujeres de la serie como uteros andantes que entre medias son ninjas... en mis obras intentó corregir eso. Pero te alegrará saber que voy a desarrollar más a Sasuke, que no se va a quedar en un malo al uso. Tendremos momentos que serán sólo suyos, sin Naruto, y veremos cómo se desarrolla su "akatsuki sexual". Será algo más que un meme andante, he tenido una idea brutal para el XD

y si, no hay que meterse con Shion. En este capítulo se contiene por eso de que es nueva en Konoha y no quiere causar mala impresión, pero van a poner su paciencia al limite, ya veras XD y las drogas malas? Si escribo esta historia sin ellas, imagínate tomándolas, que podría salir... xD un saludo, disfruta de Kurama hoy!

Kirito720: hola, bienvenido! Me alegra que te enganche, intento hacerla natural dentro de esos momentos de humor absurdo que me gusta meter XD en el fondo es una sátira a otros fics tb, así que estate atento a las referencias! Espero que te guste lo de hoy, un saludo y nos leemos!


-aaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaa- personaje pensando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

-aaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.


-Y esto, Shion chan, es Konoha.- declaró Naruto con un tono de felicidad, vestido con su característico chandal naranja sólo que con pantalones piratas, y Kuramelo colgando de su cinturón en una red, mientras la ex sacerdotisa contemplaba la aldea con una mueca de asombro.

-Waw… si que es grande…- sólo pudo decir la ojivioleta, vestida con un short de color rojo y una camiseta blanca de tirantes que marcaba claramente sus atributos femeninos.

Lo cierto es que en ese momento la rubia se sentía pequeña e ignorante. Durante toda su vida había vivido en un único lugar, en el país del demonio, un país de una extensión reducida, una orografía montañosa y un clima poco agradable, un país donde era bastante complicado prosperar al nivel de la nación del fuego. Como resultado, en el país del demonio abundaban los pequeños núcleos urbanos, siendo el más grande el que rodeaba el centro neurálgico de la nación, el templo de Hikari, su antiguo lugar de trabajo. Y esa ciudad, ni por asomo, se aproximaba al tamaño de la aldea de la hoja. Como mucho podría abarcar la mitad de esa urbe, y estaba siendo generosa. Y no sólo era el tamaño, era también el aspecto. En el país del demonio, el edificio más alto era su templo, una construcción de cinco plantas, pero allí ya podía ver edificios de las barriadas humildes que fácilmente superaban esa altura. Y, no sabía si era por ser verano, pero también estaban todas esas luces, ese movimiento, esa gente… Shion se descubrió observando todo desde la puerta de la muralla con un gesto de asombro, ansiosa por explorar la ciudad, por descubrir este nuevo mundo. Era irónico que Shion, la máxima autoridad del país del demonio, nunca hubiese podido salir de su nación, pero era lógico… ¿quién defendería a los fieles y leería el futuro su ella estaba fuera?

-Buenas chicos.- saludó Naruto a los dos guardias de la garita de entrada, mientras Shion seguía observando el lugar. Los guardias, para sorpresa de la sacerdotisa, estaban roncando… y a pierna suelta. Fue necesario que el uzumaki les levantase sacudiéndolos… no quería ni pensar en la cantidad de personas que se habrían colado en la ciudad por su culpa.

-¡Naruto! Menos mal que apareces, ya creíamos que no llegabas al examen…- le dijo Kotetsu, con una gran sonrisa tras bostezar, mientras el uzumaki se rascaba la nuca.

-Si, bueno… surgieron… imprevistos en el camino de vuelta dattebayo…- se excusó el ojiazul, mientras Shion reprimía una risa. Llamar imprevisto a perderse en medio del desierto tras usar mal una técnica espacio tiempo y luego seguir a un clon con complejo de mesías era un tanto… curioso.

-En la aldea sólo se habla de ti desde que trajiste a orochimaru, se te echaba de menos… por cierto, ¿Quién es ella?- preguntó Izumo, dirigiéndose a Shion, que rápidamente procedió a presentarse.

-Buenos días, mi nombre es Shion.

-Viene conmigo chicos.- anunció Naruto con su característica sonrisa, mientras los guardias se tensaban.

-Naruto, salvo que sea familiar debe de rellenar un formulario y recibir escolta anbu… son las normas.

-Venga, no me seáis burócratas, viene conmigo….- contestó el uzumaki, para luego mirar de reojo a la rubia y sonrojarse ligeramente. No quería gastar la mañana entera rellenando documentos, tenía intención de ir con Shion al Ichiraku para presentarla a Ayame y Teuchi y enseñarla el complejo uzumaki, y se le había ocurrido la idea perfecta para evitarlo.- Apuntarla como Shion uzumaki y entonces no habrá problema.- ante esta revelación, no sólo los dos guardas saltaron como un resorte, sino también Shion, que se sonrojó hasta la raíz del cabello mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

-E… es… ¿su prima o algo, uzumaki sama?- preguntó completamente cohibido Izumo, mientras kotetsu se frotaba las manos… la cantidad de chismes que habría por Konoha después de esto. Era un secreto a voces que la principal fuente de información para las cotillas de la aldea eran esos dos.

-Ya sabes lo que es.- repuso Naruto con una sonrisa zorruna.

Tras recibir la clásica bienvenida, Naruto firmó el formulario de la rubia y continuó su entrada tras tomarla de la mano, todo mientras los guardas comenzaban a chismorrear entre ellos. No todos los días te enterabas de que el gran héroe del mundo shinobi tenía novia… y una tan guapa encima. La pareja anduvo de la mano entre los tenderetes comerciales, disfrutando de la mañana y de la compañía. A Shion le sobrepasaba la información, y no sólo porque ese lugar era aún más grande y vivo de lo que creía, sino por la recepción que el pueblo brindó a su uzumaki. Tras oír la historia de su infancia, la sacerdotisa no iba a negar que tenía una opinión negativa de esa gente, les imaginaba como un grupo de borrachos y maltratadores de niños, pero ahora que veía a todas esas personas saludando efusivamente al rubio, admirándolo e incluso abrazándolo, no pudo evitar sentirse orgullosa de su novio. Naruto uzumaki, una persona a la que con cinco años cualquier habitante de Konoha habría desterrado gustoso, y que ahora era tan querida por el pueblo que seis meses sin él se hacían insoportables. Y a su ya afamado historial de rescates de la aldea (Shukaku, Pain, el juubi, kaguya…) había que unir la reciente captura por el uzumaki del sennin traidor, la mayor amenaza para la paz de la aldea. Aunque no iba a negar que se sentía algo incomoda: todos la miraban, los hombres de arriba abajo para luego asentir en dirección al rubio, las mujeres con envidia. No es que no pudiese acostumbrarse, pero le indicaba que allí no se iba a aburrir.

-¡Naruto!- les llamó la atención un shinobi a su derecha. Se trataba de un hombre de la edad de Naruto, de pelo castaño, con unas extrañas marcas rojas en las mejillas y acompañado del perro más grande que había visto la sacerdotisa en su vida, un gigantesco can blanco con orejas grises que se lanzó como un poseso a oler a Naruto para luego ladrar moviendo el rabo.

-¡Kiba! Me alegro de verte, ¿Cómo te va todo?- preguntó un alegre Naruto, para ser interrumpido por una voz cercana

-Yo también estoy aquí, Naruto…- le dijo otro hombre vestido con una chaqueta que le tapaba la mayoría del rostro y el cabello al que la sacerdotisa, al igual que el rubio, también acababa de ver. Joder, si que era sigiloso… la sacerdotisa se detuvo a observar a su alrededor, buscando más posibles amigos del rubio que hubiese pasado por alto. No quería ser maleducada. Y entonces su vista se fijó en una persona en concreto, tanto que incluso dejó de lado la conversación de su novio.

-¡Shino! Siempre consigues sorprenderme, dattebayo…- se disculpó el rubio mientras se rascaba la nuca.

-Al menos será vez te acuerdas de cómo me llamo…- acusó veladamente el Aburame.

-No empieces Shino, que acaba de llegar… Disculpa Naruto, es que estamos finalizando nuestra patrulla como equipo y estamos un poco cansados.- comentó el inuzuka, obteniendo el asentimiento de Naruto.- te lo quería preguntar desde que me enteré, ¿es cierto que fuiste tú el que capturó a Orochimaru?- Naruto asintió con una carcajada, obteniendo una mueca de asombro de sus interlocutores. Hasta Shino se hallaba sorprendido.- Joder, es increíble. Cuéntame, ¿Cómo fue la pelea? ¿Usaste alguna técnica alucinante?

-Realmente fue un poco decepcionante… me tiró su neceser de baño a la cara y se pasó corriendo conmigo detrás por la base treinta minutos mientras me insultaba y me tiraba muebles y cubertería… al final le conseguí placar con mis clones antes de que se escurriese por un conducto de ventilación…- Shino y Kiba arquearon las cejas, sorprendidos. La gente hablaba de un duelo épico, de como un gran zorro naranja de puro chakra luchó contra una serpiente albina gigante entre géiseres de chakra y técnicas apocalípticas. Saber que realmente había sido una patética pelea entre un shinobi que había entrado en la guarida más buscada sin saberlo y un sannin descubierto en albornoz después de su baño semanal fue… algo triste.

De pronto, todos repararon en que había alguien que no había hablado desde entonces. ¿Dónde estaba hinata? Y entonces, los tres hombres se giraron y los miembros del equipo ocho tuvieron que hacer un esfuerzo para evitar que sus mandíbulas cayesen al suelo. Joder, ¿estaban viendo doble? Frente a ellos, una cohibida Hinata, vestida con su uniforme jounin, hablaba con una jodida versión alternativa de ella, al menos en lo físico; porque en el carácter, viendo que esa mujer parecía hablar con ella completamente desinhibida y que vestía una ropa mucho más, si le permitían al inuzuka decirlo, favorecedora, estaba claro que eran completamente distintas. Pero si obviaban el pelo negro con brillos morados de una y el pelo rubio muy suave de la otra; y que la hyuuga tenía los ojos un tono más claros, eran como dos gotas de agua. Hasta en la delantera rivalizaban. Las féminas finalizaron su conversación cuando notaron a los dos miembros del equipo ocho mirándolas como si estuviesen viendo un fantasma, aunque era comprensible teniendo en cuenta que era la primera vez que se podían hacer una idea del cuerpo de la hyuuga sin mil capas de ropa, llevando un atuendo mucho más normal, mientras el rubio miraba a sus amigos con confusión. ¿Qué les pasaba? ¿Habían visto algo raro? Estaba claro que el rubio no era el más avispado de esa aldea y no se había dado cuenta de ese curioso parecido…

-Naruto kun… no nos has presentado.- le informó Shion, intentando romper el tenso silencio que se había formado, mientras dirigía una mirada de muerte al inuzuka, que no podía apartar su mirada de ella con un extraño brillo en los ojos.

-Ah, lo siento Shion chan. Shion, ellos son Kiba inuzuka… ¡Chucho! ¡Los ojos de ella están más arriba!- abroncó un celoso Naruto a su amigo, que sacudió la cabeza y saludó como pudo a la rubia.- el perro es Akamaru.- el can ladró en señal de saludo.- él es Shino.- el aburame asintió ligeramente, intentando ocultar el hilo de sangre de su nariz.- y ella es Hinata chan.- finalizó, presentando a la hyuuga, que le dirigió al ojiazul una ligera sonrisa con un enorme sonrojo mientras chocaba sus dedos índices en un gesto que extrañó a la ojivioleta. Aunque tras pensarlo un poco, cayó en la cuenta de la razón de esa forma de actuar con Naruto, y maldijo por lo bajo… otra mujer de la que cuidarse… y encima bastante… familiar.- Chicos, ella es Shion chan… mi novia.- declaró, saltando como un resorte todos los miembros del equipo ocho. Naruto… ¿novia? ¿En serio? La única que no pareció reaccionar fue Hinata, que se quedó mirando a la sacerdotisa de arriba abajo.

-Mu… mucho gusto.- contestaron los dos hombres al unísono tras reponerse de la impresión, para luego hablar kiba.- Na… Naruto… ahora que lo recuerdo… el hokage quería verte, era urgente.

-¡Ahí va, el libro!- exclamó el rubio, tomando de la mano a Shion.- ¡Me tengo que ir chicos, luego nos vemos y os invito a algo!- anunció Naruto, mientras ponía dirección a la torre hokage junto a la ojivioleta y el equipo kurenai les despedía con un gesto confuso. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Shion le miró de reojo y decidió cerciorarse de una cosa.

-Naruto kun, muy majos tus amigos… sobre todo esa chica… ¿no es una de tus admiradoras?

-¿Hinata? No, que va… vamos, es sólo una amiga, nada más. No te negaré que es guapísima, pero no puedo verla como otra cosa.- aclaró inocentemente el rubio, mientras la ojivioleta asentía complacida. Decir que hinata era guapísima era indirectamente halagarla a ella visto el parecido, así que no se le ocurría una respuesta mejor, punto para su Naruto kun. Mientras, el equipo ocho continuó su patrulla en un tenso silencio, hasta que la hyuuga decidió preguntar algo que llevaba dando vueltas desde que supo que Shion era la novia de su Naruto kun.

-Chicos… ¿Cre… Creéis que debería de teñirme de rubio?- preguntó mientras se tomaba el pelo. Tras tragar grueso los dos hombres al entender el trasfondo de esa consulta, se apresuraron a aclararla que su tono de pelo era perfecto y a obviar el tema. Los momentos extraños, mejor de uno en uno…

Mientras, Shion y Naruto lograron llegar a la torre hokage. Lo cierto es que el rubio tenía intención de llegar primero a su piso y ver si seguía en pie, sobre todo porque se había encontrado con Ebisu sensei por el camino y le había dicho que llevaba un tiempo sin saber de sus tres antiguos alumnos, que se habían tomado sus vacaciones toda esa semana. Sospechoso, cuanto menos… pero el deber era el deber. Naruto ascendió las escaleras del edificio acompañado de Shion, hasta llegar al despacho del hokage. No iba a negar que estaba ligeramente nervioso, supuestamente debía de enviar su libro nada más comprarlo, hace unos tres meses, pero se relajó pensando lo obvio. Kakashi sensei era una persona inteligente y comedida, el líder de la nación shinobi más poderosa, un ejemplo de razón y de saber estar. Seguro que comprendería la tardanza y le sonreiría desde detrás de su máscara, para luego hablar de trivialidades y dejarle ir a comprobar si Konohamaru seguía vivo y no había abierto una puerta al makai en su casa por error… Entró en la oficina y se encontró al hokage rodeado de una montaña de papeles, y para su sorpresa acompañado de Sakura, que le sonrió nada más verle.

-Kakashi sensei, ya he...

-¡ANBU!- gritó el peligris con rabia, apareciendo de golpe diez anbu, que rodearon al uzumaki con sus katanas desenvainadas mientras Shion emitía un grito ahogado y Sakura retrocedía con una mueca de asombro. A pesar de sus máscaras, Naruto pudo percibir la confusión y la tensión en sus compatriotas anbu, que no sabían por qué les había convocado su líder contra Naruto. Pero órdenes son órdenes. El hatake, con un semblante frío y despiadado, se levantó de su silla, y se acercó poco a poco al uzumaki mientras hablaba.- Uzumaki Naruto, gennin de la aldea de la hoja, has cometido mil y una maldades que se te han perdonado. Esta administración ha pasado por alto el que pintases bigotes y gafas a las efigies de nuestros amados líderes del monte hokage, que liberases por la aldea a una decenas de clones con el orioke que provocaron pérdidas de sangre masivas en la población… incluso cuando mezclaste laxantes con el ponche de la reunión de jounin anual…- esto último lo dijo con aún más rabia si cabe, mientras el rubio reprimía una risa y Shion le miraba con una ceja arqueada. Esa parte de su pasado no se la había contado...- pero tu estrepitosa dejadez en tu última misión, una misión de rango triple S ultra secreta con reserva de sumario y licencia para matar y aniquilar, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Serás acusado de alta traición, rebelión, sedición, deslealtad y de todos los cargos que se me ocurran, y recluido de por vida en la prisión de sangre del castillo Hozuki… y si, esta vez no es una broma…- aclaró con rencor en sus palabras el dirigente, mientras Naruto tragaba grueso.

-Ho… hokage sama…- intervino una ansiosa Sakura, temerosa del destino que esperaba al rubio. ¿Qué crimen había cometido? ¿Habría desertado? ¿matado a un dirigente? ¿Usado el edo tensei para liberar a madara y kaguya y condenado al mundo? Sólo todo eso, y a la vez, explicaría la reacción de su líder…- ¿se puede saber que ha hecho exactamente el baka?

-Ha cometido el crimen más vil e imperdonable de todos…- contestó el hatake con una mueca de absoluta desolación en su rostro.- ha jugado con las ilusiones y sentimientos del líder de la nación del fuego y privado a la aldea de la sabiduría ancestral más importante del mundo…

-Kakashi sensei… lo… lo tengo aquí…- anunció el rubio mientras metía la mano en su bolsillo interior de la chaqueta. Los anbu empuñaron sus armas con nerviosismo, ¿Qué sacaría? ¿Un pergamino con técnicas prohibidas? ¿Un arma ancestral con algún gran demonio del chakra sellado? Todos, incluida Sakura, se cayeron de espaldas cuando en la mano del uzumaki vieron la edición platino del icha icha…

-AHHHGGHGHH- gritó el hokage mientras se lanzaba a por el libro a una velocidad imposible, como si fuese un vaso de agua helada en medio del desierto. Sakura, completamente indignada, se dirigió a su líder mientras los anbu no sabían si seguir apuntando al rubio, volver a sus puestos, buscar la cámara oculta…

-¡Kakashi sensei! ¿EN SERIO IBA A ENVIAR A NARUTO A ESA PRISIÓN POR UN LIBRO?- preguntó con furia, pero Kakashi ni tan siquiera la escuchó, se hallaba abriendo el libro con los ojos abiertos como platos, mientras lanzaba un grito de asombro incomprensible e incluso su cara se iluminaba con una luz blanca que nadie sabía de dónde había salido. Dándose cuenta de que toda la sala le miraba con confusión, el kage decidió recobrar la compostura.

-Pueden retirarse anbu.- declaró el líder con un tono formal, mientras los soldados se miraban entre ellos y desaparecían sin entender muy bien lo que acababa de pasar… tras volver a sentarse, siguió hablando.- Bien Naruto, dejaremos pasar tu cadena perpetua por esta vez… antes de nada, ¿quién es tu acompañante?

-Kakashi sensei, Sakura chan, ella es Shion. Shion chan, mi sensei y mi mejor amiga.- presentó el rubio, respondiendo la rubia con una sonrisa y una leve reverencia.

-Ah, ya me acuerdo de esa misión, la suma sacerdotisa del país del demonio. Es un honor tenerla presente, Shion sama.- contestó el hokage con respeto, para luego continuar con su gran duda.- disculpe, si hubiésemos sabido que era usted no habríamos montado este espectáculo, pero en mis informes se la presenta como Shion uzumaki…- Sakura, nada más oír eso, saltó como un resorte y miró a la rubia con una ceja arqueada.

-Si… es que… es mi novia y quería ahorrarme el papeleo… no he faltado mucho a la verdad, dattebayo…- confesó el rubio, mientras la pareja se sonrojaba y Kakashi sonreía desde debajo de su máscara. Sakura, en cambio, mantuvo como pudo la compostura mientras su inner gritaba mil y un insultos a la rubia… ¿Por qué se ponía así su inner? Debería de alegrarse por su amigo… pero eso no explicaba esa sensación de furia y tristeza…

-Bueno, lo pasaremos por alto por ser vosotros.- concluyó el hokage, para luego apoyar sus codos en la mesa. Sin saber por qué, su vista se dirigió al pomelo que colgaba de una red en el cinturón del uzumaki. Una sensación de incomodidad, de creciente miedo, comenzó a invadirle.- pongámonos serios…- ese pomelo seguía en su mente, e incluso comenzaba a oír extraños gritos a lo lejos, como lamentos de almas atormentadas.- vas a tener que dar muchas explicaciones…- una gota de sudor frío comenzó a caer por su frente, mientras apretaba los dedos entre sí con incomodidad.- ¿po… por qué has tardado tanto?...- sintió como si un inmenso frío invadiese su cuerpo, y se revolvió incómodo en la silla.- y lo más importante…- continuó mientras no era capaz de apartar la vista de ese aterrador pomelo. Incluso sentía a su alrededor esos gritos como si viniesen del propio despacho, junto a unos inquietantes tambores que cada vez sonaban más alto. Era insoportable, tenía que preguntarlo.- ¿POR QUÉ ESE JODIDO POMELO IRRADIA MALDAD?- Sakura reaccionó apartándose de un salto, ella también lo había sentido, pero creía que era una paranoia suya, sin contar que estaba más ocupada manteniéndole la mirada a Shion. Ambas féminas no habían dejado de mirarse de arriba abajo desde que Naruto reveló que Shion era su novia. Naruto puso un gesto de asombro, y luego sonrió y se rascó la nuca.

-Cierto, casi se me olvida, dattebayo… Shion chan…

-¿Si cariño?- preguntó con un tono meloso la rubia, haciéndose la tonta aunque sabía lo que la iban a pedir.

-Shion chan… ya sabes…- pidió el uzumaki, señalando al pomelo.

-Está bien… pero como vuelva a portarse mal, le sello en papel higiénico…- amenazó la ojivioleta, tragando grueso el rubio, y kuramelo dentro de su estado vegetal. Esa mujer si que sabía amenazar. Tras una serie de sellos, la sacerdotisa tocó el pomelo, generándose una nube de humo de la que surgió un zorro de un metro de altura y nueve colas a su espalda. Sakura y Kakashi reaccionaron con un grito de terror al reconocer quién era, pero el biju no estaba para conversaciones.

-AGGGGGHHHH, ¡LIBRE AL FIN! Esta no te la perdono gaki, días sellado en esa fruta, a merced de esos carroñeros infernales, yo, ¡el rey de los biju, el depredador apex del mundo shinobi! ¡Es un ultraje! ¡NARRADOR, DAME MAYÚSCULAS MÁS GRANDES!- exclamó al cielo el airado Kitsune, mientras Naruto miraba a un lado y al otro buscando a quién se refería con eso último.

-¿Pero qué dices kurama? Aquí sólo estamos Kakashi sensei, Shion chan, Sakura chan y nosotros… y tampoco te quejes, que te has ahorrado andar al ir colgado de mi cinturón.

-¡pero no me he librado de esta humillación, y encima me he perdido el espectáculo de tus putos clones, que ha generado hasta cinco reviews en esta obra y todo!- afirmó el biju, sin entender Naruto todavía a que se refería.- Eso sin contar que me habéis sellado en un puto pomelo… el Kirin del mundo de las frutas…

-Eh, ¡no te metas con Kirin! Su personaje no es el más poderoso de dragón ball, pero le da mucho contenido emocional a la obra

-Contenido emocional porque da ganas de llorar cada vez que ves que confían en él, porque si no…

-Esto… Naruto…- intervino Sakura, que había estado viendo esa inverosímil conversación como si fuese un partido de tenis mientras Shion se reía y Kakashi se preguntaba si al final todo era una broma de cámara oculta de verdad…- ¿Cómo es posible que kurama esté fuera de tu cuerpo?

-Ah, bueno, es todo gracias a un sello de mi clan y a mi kage bunshin. Realmente, su poder y alma siguen en mi, lo que veis ahí es su conciencia en una masa de chakra. Es mi forma de cumplir temporalmente con la promesa que le hice…- declaró el rubio, mientras Sakura no podía evitar mirarle con una sonrisa. Ese baka siempre encontraba la manera de cumplir, era un don. Y las vacaciones le habían sentado estupendamente, tenía que admitirlo, parecía más maduro, más sereno, un faro de esperanza para el mundo shinobi, el hombre que todos esperaban que se convirtiese…- y Kakashi sensei, he tardado en traerle el libro porque… quería… leerlo.- Sakura casi se cae de espaldas de la impresión, mientras Kakashi abría los ojos con sorpresa y derramaba lagrimas de alegría.

-Naruto, al fin te has hecho un hombre y has aprendido a apreciar la buena literatura.- declaró el kage, sintiendo un inmenso orgullo casi fraternal.- Por algo siempre has sido mi estudiante preferido.

-Gracias, Kakashi sensei…- contestó una ofendida pelirrosada

-tú también lo serás cuando aprecies al Gabriel García Márquez de nuestro mundo, Sakura…- repuso el hokage.

-¿Jiraiya, el pervertido famoso por tener el acceso vetado a todas las aguas termales mixtas del país, el Gabriel García Márquez de nuestra era? ¿Estáis locos? ¡Si es una puta saga de novelas pornográficas!- se quejó una indignada Sakura. Que a una lectora consumada como ella la dijesen eso era ofensivo, muy ofensivo.

-No lo entiendes chiquilla.- intervino el biju.- te quedas en lo superfluo, esa obra tiene muchísimo más. Los personajes, sus interacciones, el trasfondo metafísico de su forma de ser, esas situaciones que sólo pueden arreglar usando sus cuerpos…- describió el Kitsune, mientras Kakashi asentía con orgullo. Hoy mismo mandaría esculpir la cabeza de ese biju en el monte hokage, sus palabras solo emanaban sabiduría y le ponían a la altura del gran hashirama…- los lemmon son lo de menos, yo incluso me los salto…- declaró el biju, aunque un hilillo de sangre en su nariz reveló que mentía.

-¿Ah si?- preguntó una indignada Sakura, tomando el libro de las manos de un desprevenido Kakashi, que emitió un lamento muy poco varonil cuando le separaron de su tomo de sabiduría ancestral.- ¿y por qué pone aquí "Edición con extra de lemmon e ilustraciones, MAS DE NUEVE MIL CRÍTICAS POSITIVAS POR SU PURO SEXO SIN METAFÍSICA Y ESAS MIERDAS QUE NADIE LEE"?- rebatió la haruno, mientras el hokage saltaba del asombro.

-¿QUÉ? ¿MÁS DE NUEVE MIL?- gritó al cielo mientras apretaba hasta romper un extraño lente que nadie sabía de dónde había salido. Sakura obvió esa escena, que quería sonarle de algo y no sabía de qué, y se dirigió a Naruto con una mueca de furia.

-Y tú, baka, ¿se puede saber para qué lees esta guarrería?

-Esto…- el uzumaki se sonrojó como nunca, mientras pensaba en cómo decirlo de manera elegante.- ¿para coger ideas?- contestó con duda, mirando de reojo a Shion, que se sonrojó también tanto como el ojiazul. A Sakura no le hacía falta más información para saber QUÉ ideas eran esas, y una sensación de inmensa rabia la invadió. No lo entendía, no sabía a qué se debía, pero necesitaba destrozar algo en ese momento. Destrozar y luego, sin saber tampoco el porqué, llorar.

-¿Ah si? ¿Ideas?- preguntó con tal enfado la kunoichi que hasta el hokage palideció, mientras Naruto tragaba grueso e instintivamente daba un paso atrás. Curioso, ni Uchiha madara, ni pain, ni el mismo kiuby habían logrado atemorizar al nuevo shinobi no Kami, pero la haruno lo hacía parecer fácil.- ¡Pues mira lo que pienso yo de esta mierda de obra! ¡Shannaro!- y, con un fuerte movimiento, la pelirrosada lanzó el libro por la ventana… y con su hiperfuerza hasta podía estar por kumo en ese momento…

-¡NOOOOOO, MI TOMO DE SABIDURÍA ANCESTRAL!- se lamentó un desolado Kakashi mirando al ventanal.

-¡Chiquilla! ¿Qué has hecho, maldita loca? Yo, Kurama, rey de los bijuus, señor del chakra rojo y emperador del terror en masa, te exijo que bajes y…- comenzó a ordenar el biju, pero Sakura, movida por la ira, le tomó de una de sus colas y lo golpeó contra el suelo una y otra vez como si fuese un saco de patatas ante la mirada aterrada de los asistentes, salvo de Shion, que hubiese hecho algo parecido si la hubiese insultado a ella. Cuando se cansó, la haruno dejó al biju en un rincón del despacho entre quejidos lastimeros y salió del lugar sin que nadie se atreviese a interponerse. Incluso los anbu estaban rezando para que su líder no les convocase y acabasen como el biju de nueve colas… -Joder… no me respetan ni en Konoha…- se lamentó el biju, antes de disolverse en humo para volver al paraje mental del rubio y reparar sus heridas. En ese momento, Naruto fue con un desolado Kakashi, que miraba por la ventana desesperado buscando el libro.

-Mi icha icha edición platino con nueve mil críticas positivas y el doble de lemmon…- se decía a sí mismo con una voz tan apagada que a Naruto le dieron ganas de abrazarlo. Suerte que Naruto (o más bien Shion, que sabía que su novio era el mayor despistado del mundo ninja) lo había previsto. Con un sello, uno de sus kanji de almacenamiento de su muñeca liberó otro ejemplar de la obra, que cayó en las manos de un ansioso Kakashi, que se abrazó a el como si fuese un bote salvavidas.

-Tranquilo sensei, compré cinco ejemplares por si acaso… aunque intente esconderlo de Sakura chan, la tendré que preguntar luego porque se ha enfadado tanto…

-Kami te lo pague Naruto, te ascendería a jounin si no fuese por nuestra apuesta.- exclamó un feliz Kakashi, para luego adoptar una pose más seria al acordarse de un asunto urgente.- Ah, Naruto, se requiere tu presencia en el consejo dentro de una hora. No sé exactamente qué traman esas momias, lo han convocado en cuanto han tenido noticia de tu llegada, pero ten cuidado, no tiene pinta de ser nada bueno.

-No te preocupes Kakashi sensei, me hago cargo, ya me contarás que tal el libro. Y espero que no haga daño a nadie el otro cuando aterrice...- se despidió el rubio, mientras la sacerdotisa realizaba una suave reverencia contestada amablemente por el hokage, para luego abrir con urgencia el hatake el libro mientras volvía a gritar iluminado con esa misteriosa luz blanca. Una vez estuvieron fuera, Shion sólo pudo confesarle una cosa a su novio.

-Naruto kun… no me puedo creer que tú seas el más normal de tu equipo ninja…

Mientras, en uno de los parques de la aldea, un sensei de la academia con una cicatriz horizontal cruzándole la nariz volvía del parque a su casa para comer después de su recreación fantástica de cada sábado. Se encontraba vestido con una capa verde, una camisa blanca con un chaleco rojo y unos pantalones marrones, con unas zapatillas que simulaban unos inmensos y peludos pies descubiertos, todo para asemejarse a una de esas criaturas tan llamativas de la comarca. Como había molado la recreación de hoy, la escena la huida de los nazgul era su favorita, le daba igual que la gente les mirase a él y a sus amigos como bichos raros. No había nada mejor que eso, y jamás encontraría algo que le interesase más. Pero su tranquilidad se vio perturbada cuando un libro aterrizó frente a sus ojos, un libro de cubierta plateada. "Icha Icha, tácticas de seducción, edición platino" se titulaba. Iruka sabía que debía de deshacerse de él, que era sólo pornografía, pero la curiosidad le pudo y acabó abriéndolo. Ese libro le llamaba, le tentaba, casi podía sentir voces en su cabeza susurrándole que lo leyese de arriba abajo. Y, tras unos minutos de lectura, llegó a su casa sin darse cuenta, y sólo pudo decir una cosa mientras se introducía en la oscuridad de su piso con una mirada obsesiva.

-Miiiio, sólo miiiooo… mi… tesooooro…

Al mismo tiempo, Naruto llegaba a su piso con su novia. O, mejor dicho, a los restos de su piso. Sólo la presencia de Shion había evitado que desarrollase el manto de una cola del chakra rojo. Para empezar, su sillón naranja favorito estaba en el pasillo… del edificio… y con tres adolescentes ebrios inconscientes durmiendo sobre él entre botellas acabadas. Luego, clavadas en su puerta, estaban varias citaciones a juicio para el inquilino del piso, ósea él, por escándalo público y ruidos excesivos. Y dentro la situación no era mucho mejor: su suelo era un cúmulo de botellas acabadas y cosas aún más asquerosas, mientras en su hall, tumbado en su otro sillón, un inconsciente Udon en ropa interior dormía con una burbuja formándose en su nariz… y una adolescente también en ropa interior abrazada a su torso. No había puerta del baño, y, lo más terrorífico, la puerta de su cuarto estaba cerrada, ocultando lo que quisiese que hubiese hecho el joven Sarutobi… definitivamente, tendría que haberle hecho caso a kurama y haber dejado a gamakichi vigilando el piso… sólo tendría que pagar las humedades del piso de abajo y deshacer el pantano que seguramente habría montado la rana, nada más…

-Dime que estoy en una de esas putas torturas que hace Sasuke con su tsukuyomi…- dijo para sí Naruto, mientras pisaba algo viscoso que rezaba que no fuese un preservativo usado…

-Naruto kun, calma…- intentó mediar la sacerdotisa, viendo que la vena de la frente del rubio se hinchaba hasta límites imposibles.- Al menos las plantas están bien…- Y si, era cierto, la casa parecía un jodido campo de batalla, pero sus plantas estaban perfectamente. Limpias, bien cuidadas, sanas… al menos en eso había cumplido el Sarutobi… y le enervaba aún más.

-KONOHAMARUUUUUUU.- gritó Naruto al aire con sus puños en alto. Un apurado Konohamaru surgió del cuarto del rubio, totalmente pálido y con sólo un bóxer de monos puesto. Naruto se interpuso ente él y una avergonzada Shion, que no se esperaba que saliese un adolescente semidesnudo así, de golpe.- Joder, tápate.- le ordenó su hermano mayor en todo menos en la sangre, mientras Konohamaru se tapaba con un cojín cercano.

-Ni… Nii chan… no te… no te esperábamos tan pronto, nos pillas recogiendo…- se disculpó como pudo el castaño, mientras la vena de Naruto se hinchaba más y Shion temía que le fuese a dar una embolia.

-No, realmente debía de haber llegado hace una semana… ¿me estás diciendo que ESTO…- preguntó, señalando el caos a su alrededor.-… es mi piso a medio ordenar? ¿QUE ESTUVO PEOR? Espero que al menos siga teniendo cuarto…- se lamentó con furia el rubio, entrando en su cuarto sin pedir invitación, mientras Konohamaru se alarmaba e intentaba impedirlo.

-¡Espera nii chan!- gritó el castaño, pero ya era tarde. La mandíbula del rubio casi destroza el suelo ante lo que estaba viendo. Su habitación, fuera del olor, estaba más o menos habitable. Lo impresionante era su cama. Para empezar, una moegi desnuda y a medio erguir se tapaba como podía con la sabana de zorros del rubio, sonrojada tanto que incluso brillaba en la oscuridad. Tras ella, una sonrojada chica rubia que Naruto identificó como la prima pequeña de Ino, se intentaba ocultar también en su desnudez. A su derecha, otra chica más, esta de pelo castaño con ojos color avellana y dos bollos en su cabeza muy parecidos a los de TenTen, asomaba su cabeza completamente avergonzada entre las sábanas del rubio. E, intentando escapar sigilosamente por la ventana tras ponerse su ropa interior, la que más le preocupaba al rubio, tanto que incluso sintió un pequeño ataque de pánico mientras Shion le sostenía para que no cayese al suelo.

-Ha… ¿Hanabi hyuuga?- preguntó un completamente superado Naruto, que no sabía cómo reaccionar, si enorgullecerse, enfadarse, alarmarse, darle el pésame a su hermano pequeño oficioso… en su interior, kurama dejó de regenerarse las heridas para contemplar con los ojos como platos el espectáculo.

-Ojalá hubiese sido mi jinchuriki… la fuerza es MUY poderosa en él…- comentó el biju con una sincera admiración.

-No ayudas kurama…- le reprendió el rubio en su paraje mental, para luego dirigirse a Konohamaru, que estaba aterrado.- Por el amor de Kami Konohamaru, dime que has usado protección…- el Sarutobi y las cuarto chicas asintieron en silencio.- Konohamaru, ¿estás como una puta cabra? ¿Sabe Hiashi esto?- preguntó mientras señalaba a la hyuuga castaña, que palideció ante la pregunta.

-No… no se lo digas, nii chan…

-¿estás loco? Ni de coña pienso decirle nada, que como sepa que han desflorado a su hija en mi piso en una orgía me cierra los puntos de chakra de mis cojones a patadas…- Konohamaru emitió un pequeño grito de terror. Joder, no había pensado en ese castigo cuando comenzó a acostarse con Hanabi y la invitó a su pequeño harem adolescente.- Yo no he visto nada… tengo una puta reunión del consejo en menos de veinte minutos, así que voy a irme. Y cuando vuelva, quiero volver a tener un piso habitable, que hayas pedido perdón a cada vecino y que borres cualquier prueba de lo que ha pasado aquí…- sentenció, asintiendo un aliviado Konohamaru, que se esperaba algo peor… Shion se sintió aún más atraída por el rubio viendo esta faceta responsable y autoritaria, parecía un auténtico padre.- Y por cierto…- dijo, sacando su pomelo de la red y dándoselo al Sarutobi.- come un poco, que debes de estar agotado…- comentó sin poder reprimir una sonrisa de puro orgullo que fue contestada por otra del castaño, mientras Shion negaba con la cabeza y una suave sonrisa. Toda esa faceta de responsable por la borda, así era su Naruto kun, y por eso se había enamorado de él. Konohamaru le dio un bocado al pomelo, y, en el paraje mental del rubio, Kurama dejó escapar un grito de terror. Había estado sellado días en ese pomelo, era como ver a ese niño comiéndosele.

-Eres un monstruo Naruto…- insultó un amedrentado Kitsune, mientras Naruto dibujaba una sonrisa cruel.

-Por preferirle como jinchuriki…- contestó el uzumaki, para luego convocar a una veintena de clones.- chicos, nos toca trabajar. Ya que este lugar va a estar en cuarentena por días mientras Konohamaru limpia…- el Sarutobi miró al suelo con vergüenza.- necesitamos tener limpio para hoy el complejo uzumaki. Yo tengo que ir a una reunión del consejo, pero Shion chan está al mando, ¿no te importa, no cariño?

-En absoluto, así de paso me aseguró que tenga un mobiliario adecuado, que eres capaz de limpiar sólo la cocina para comer ramen…- contestó la sacerdotisa con una sonrisa, mientras daba un beso a su novio.- Pero más te vale volver pronto o me fugo con tus clones.- Naruto miró con sospecha a sus copias, que observaban sonrojados a la rubia.

-Jefe…- intervino uno de los clones mientras levantaba la mano con algo de vergüenza.- verá, es que, después de descubrir que el clon imitador de Sasuke era un falso profeta, mis compañeros y yo tenemos un par de dudas sobre el origen de la vida.- comenzó a explicar uno de los clones, para luego intervenir otro.

-Eso, ¿Cuántas vírgenes nos esperan después de desaparecer? ¿Qué clase de vírgenes son?- preguntó con ansia, mientras Shion se reía, los adolescentes no entendían nada y Naruto comenzaba a sentir ganas de desertar y formar su propio akatsuki…

-No tengo tiempo para estas chorradas, que llego tarde. Shion chan, nos vemos en el complejo en cuanto me dejen salir, te quiero.- dijo con rapidez, para dar un beso a su novia y salir a todo correr en dirección a la torre del hokage. Shion se disponía a salir cuando Moegi, tapada con una de las sabanas de la cama, se dirigió a la ojivioleta.

-Esto… disculpe, pero… ¿es usted la novia de Naruto kun?- preguntó con curiosidad la pelinaranja, mientras todas las chicas, Konohamaru y Udon la miraban con expectación. Joder, ¿tan raro era que Naruto kun tuviese novia?

-Emmm… si… ¿por?- nada más acabar, todos los jóvenes reaccionaron, la mayoría con un lamento, salvo la pelinaranja, que dio un salto de alegría y casi pierde su sábana.- ¿Ha pasado algo?

-No no, es que había una porra sobre la primera novia de Naruto kun… Konohamaru kun votó por Sakura san, Hanabi por su hermana mayor, y yo voté por una chica de fuera de la aldea… gracias a usted voy a estar comiendo gratis semanas.- declaró la joven, obteniendo un gesto de confusión de la sacerdotisa.

-Deberías de repartirlo conmigo… es muy parecida a mi hermana…- repuso la joven hyuuga, temblándole una ceja a Shion por las puñeteras comparaciones.

-Ah no, puede que tengan un aire.- enunció konohamaru.- pero está claro que no se parecen en más. Joder, no se ha desmayado ni un segundo desde que la he visto…

-Yo voté por Tsunade…- declaró Udon, totalmente abatido, mientras Shion abría los ojos con horror. ¿Tsunade Senju, la mujer de más de cincuenta años que dirigía el hospital? ¿Cuántas candidatas a señora uzumaki había en esa aldea?

-Y te dije que era ridículo, mi prima tendría más opciones si decidiese dejar de fijarse sólo en morenos de género confuso y atender a Naruto kun…- intervino una chica rubia desde la cama, colmando ya la paciencia de Shion, que veía como esos impertinentes hablaban de candidatas a novia del rubio como si nada delante de ella…

-¡Se acabó! Todos a vestirse de una vez y a limpiar este puto desastre, u os vais a arrepentir…- amenazó una furiosa Shion, comenzando a realizar los sellos de su técnica de castigo más famosa, para horror de los clones ahí presentes.

-Hacedla caso por favor…- rogó uno de los clones, optando los jóvenes por ser prudentes y obedecer, aunque, antes de que se fuese Shion con los clones hacia el complejo uzumaki, pudo escuchar algo claramente.

-Está claro que a Naruto kun le gustan con carácter…

A pesar del halago, la joven sacerdotisa no era capaz de espantar el mal genio. Vale que se imaginaba que alguna mujer se habría fijado en su Naruto kun, como para no: era guapo, listo, tierno, fuerte… pero joder, sólo llevaba dos horas allí y ya había detectado cuatro posibles enemigas, y una de ellas particularmente peligrosa. No en vano Naruto kun le había hablado de Sakura Haruno, y por la reacción de esta cuando supo de su relación, no tenía todas consigo con respecto a que ella le viese sólo como un amigo… Estaba claro que Shion estaba empezando a ver que no todo iba a ser un campo de rosas en la aldea de la hoja… Mientras tanto, Naruto llegó de milagro a tiempo a la reunión del consejo, para desesperación del hokage. Cuando entró en la sala, se encontró a los asistentes ya sentados, a punto de iniciar la sesión. Pudo distinguir algunas caras conocidas, como el señor Teuchi, la madre de Kiba, el padre de Chouji, Shikamaru… aunque hubo cinco rostros que destacaron sobre esa maraña de gente: el del hokage, que le miraba con consternación, no en vano había leído el motivo de la reunión en ese instante y no estaba en absoluto contento; Sakura chan, que había acudido como representante del clan haruno; Baa chan, como representante del clan Senju; y ese par de momias que a Naruto nunca le habían agradado, que le miraban como si fuese un puto tazón de ramen de cerdo.

-Uzumaki sama, puede tomar asiento.- le ofreció Koharu, señalando el asiento vacío al lado de Tsume inuzuka. Naruto se sentó en silencio, algo nervioso, fijándose en que a su lado había otro asiento vacío, y que este correspondía al clan uchiha.- bien, uzumaki sama, se preguntará el motivo de esta reunión…

-la verdad es que si… y agradecería que no durase mucho, todavía no he comido y tengo que limpiar el complejo uzumaki para instalarme allí…

-Procuraremos no importunarle demasiado, uzumaki sama.- declaró Homura con una falsa modestia y amabilidad. Naruto no necesito pensar mucho para captar que estaban intentando jugar con él: no sólo era un sensor gracias a kurama, era también muy perspicaz para estas cosas. Tenía un dicho, "Al soldado, si le dan de beber, es que le han jodido o le van a joder".- Uzumaki sama, este consejo se alegra de su regreso tras su misión secreta, y se enorgullece en anunciarle que, en su ausencia, esta aldea ha recibido decenas de ofertas matrimoniales para usted. Incluso la nieta del tsuchikage ha enviado una solicitud formal para contraer matrimonio con usted junto a una inmensa dote… y como ella, más de ochenta mujeres de alta alcurnia y clanes importantes.- toda la sala irrumpió en exclamaciones y murmullos, no en vano nadie había recibido tantas propuestas en toda la historia de la aldea. Naruto, ya sólo por las dotes, se iba a convertir en el hombre más rico del continente, y con el la aldea, sin contar el prestigio y la influencia que iba a lograr. Incluso Naruto se sorprendió por el número, dudaba que conociese a ochenta mujeres diferentes…- silencio por favor. Naruto uzumaki, por la presente, este consejo quiere anunciarte que se te permitirá acogerte a la ley de restauración de clanes, puesto que eres el último varón conocido de tu clan, y por tanto practicar legalmente la poligamia.

Naruto observó ese discurso con una mueca de confusión, que se tornó en una sería cuando kurama le explicó que significaba "poligamia". Básicamente, tener muchas mujeres a la vez, ser una máquina de cría de facto. En el exterior, pudo observar el gesto de tensión del hokage. Claramente no sabía nada de esto hasta ese momento, y poco podía hacer sin provocar un conflicto institucional al enfrentarse a una decisión democrática del consejo, eso sí el ingenuo de su aprendiz no caía en la trampa él sólo, como estaban intentando ese par de momias. Desde su tumba, estaba seguro que kushina estaba revolviéndose... Y Tsunade estaba parecida, a juzgar por el dorso de la silla totalmente destrozado. Pero la más preocupada era Sakura. La haruno había acudido también sin saber el orden del día, y nada más oír ese discurso tuvo que reprimir las ganas de saltar a por esos vejestorios. Estaban intentando usar como un objeto a Naruto, lo seguían viendo como una herramienta. Ella conocía al ojiazul de sobra, y sabía que no sería feliz con esa vida. Naruto era un hombre de una sola mujer, no de decenas, y se merecía tener una vida normal. Pero no podía intervenir, podría parecer que le imponía algo a Naruto y se arriesgaría a que el negocio de sus padres se viese afectado. No podía hacer nada, y eso la mataba.

-o sea…- comenzó a hablar el uzumaki con un tono de voz neutro.- ¿voy a poder montarme legalmente un harem, el gran sueño de ero sennin, no?- preguntó, sorprendiendo a las dos momias por el apodo que había usado para el gran Jiraiya.

-Si… algo así.- contestó Koharu, luchando por no mostrar su satisfacción. Ese niñato iba a caer, y cuando accediese, le casarían con las mejores propuestas, mujeres que traerían a la aldea prosperidad y mucho poder. Eso sin contar que Konoha dispondría en lo sucesivo de un clan uzumaki con la mejor mezcla de poderes posible. Ya tenían nombres en mente: híbridos uzumaki-yamanaka capaces de comunicarse con cualquier persona y en cualquier lugar gracias a su extenso chakra; híbridos Uzumaki-Inuzuka, capaces de rastrear y cazar cualquier cosa; uzumaki con el elemento lava y el elemento polvo gracias a la nieta del gran onoki… una nueva era se avecinaba, una era dorada basada en ese privilegiado material genético del chico zorro y su biju.

-Perfecto… pues mi respuesta es no, muchas gracias.- contestó el rubio con una sonrisa, arrancándole otra a sus conocidos. Naruto era un baka, pero no un estúpido, no había caído en la trampa. Y lo que menos le atraía al rubio, obviando una gigantesca razón de pelo rubio y ojos violetas que le volvía loco y que reaccionaria montando su propio "horizonte final" ("que gran película…" exclamó el biju de su interior) en la villa del fuego, era lo que implicaba con respecto a las mujeres afectadas por ese proyecto: matrimonios sin amor, un pedazo del hombre de su vida en lugar de tenerlo por entero. Y no le hacía la más mínima gracia. Koharu y Homura reaccionaron con asombro, así como la mayoría del consejo.

-Lo… ¿lo rechaza, uzumaki sama?- preguntó un Homura todavía sin reponerse.- Es… es una oportunidad única, muchos matarían por ella. Piénselo mejor… cualquier mujer estaría a su alcance, este consejo se encargaría de ello gustoso…

-Lo pienso y le repito que no. Hay un dicho muy antiguo que leí hace un mes en un libro de… alguien especial: la maldición de tener dos mujeres es tener dos suegras.- todos los hombres casados de ese lugar asintieron. Demonios, hasta los normalmente imperturbables Shibi aburame y Hiashi hyuuga asintieron, para enfado de todas las mujeres que se hallaban allí.

-Uzumaki sama…- comenzó a hablar Koharu con un tono menos condescendiente. Había demasiado en juego como para dejar a ese estúpido decidir, no, debían de tomar medidas drásticas. Seguramente recibirían una buena reprimenda del hokage, pero contaban con el apoyo del Daimyo, por lo que eran intocables. No en vano una de las candidatas era su hija…- lo sentimos, pero es una decisión demasiado trascendental como para dejarle adoptarla usted sólo.

-Venga hombre, ¿le habéis preguntado y ahora que os ha dicho que no decidís imponérselo? Es muy ruin hasta para vosotros…- acusó Tsume inuzuka, que tenía un cariño especial a Naruto debido a que su madre era una gran amiga suya antes de su muerte

-Afecta a la totalidad de la aldea, sólo le dimos la oportunidad de hacer lo correcto, Inuzuka sama. Tenga en cuenta que esas ofertas matrimoniales traerán un montón de oportunidades de negocio a los líderes de clanes aquí presentes, sin contar que sus hijas puede que estén interesadas en uzumaki sama. Sería injusto dejar tan importante decisión en manos de un gennin…- repuso la anciana con tranquilidad, obteniendo un sospechoso murmullo entre los asistentes como contestación. Esas momias eran listas, habían invocado a un aliado infalible: la avaricia. Fue nombrar el dinero y el prestigio de lograr descendientes uzumaki, y la sala ponerse en su mayoría de parte de los ancianos.

-¿No estaréis pensándolo en serio, verdad? Es Naruto, ha salvado la aldea mil veces, le debemos que al menos pueda decidir sobre su vida.- gritó una indignada Sakura, pero no pareció surtir efecto entre los allí presentes.

-por supuesto que tenemos en cuenta eso, y por ello estamos ayudando a uzumaki sama a adoptar la mejor opción. En un futuro nos lo agradecerá, ya lo verá haruno sama… procedamos a la votación.

-Supongo que no puedo votar por ser gennin, ¿no?- preguntó Naruto con un gesto de enojo, contestado por un asentimiento cruel de los ancianos, confirmando ese hecho.

-Exacto, uzumaki sama. No podemos hacer nada, son las normas. Sólo puede estar presente y hacer una alegación previa, como afectado que es.

-¿Cómo afectado tengo derecho a hablar y mirar? Bien…- repuso Naruto con una enigmática sonrisa. Estaba muy tranquilo, y eso preocupaba a la haruno, ¿era consciente de esa situación? ¿Qué tenía pensado?- yo ya he expresado mi opinión, pero les veo todavía dudosos, así que preguntémosle al otro gran afectado. No en vano, esos futuros retoños de mi harem llevarían su chakra, y él es muy escrupuloso con quien lo recibe, créanme… kuchiyose no jutsu.- exclamó el rubio, apareciendo una gigantesca nube de humo a su lado. La confusión dio paso al terror generalizado cuando, de entre la bruma, se vislumbraron dos amenazadores y brillantes ojos rojos, acompañados de nueve colas y de una sensación de miedo primigenio que se agarró a los huesos de cada persona presente.

-¡Ahí va, qué curioso!- exclamó con una voz cavernosa de ultratumba un enorme Kitsune de dos metros de altura, enseñando esos colmillos afilados en una mueca cruel.- la última vez que vi este lugar estaba fuera, en medio de la aldea… apuntándolo con una bijudama gigante.- comentó despreocupadamente, palideciendo la mayoría de los asistentes. Se trataba del gran kurama, kiuby no Kitsune.- ¿A qué se debe mi visita gaki?

-Nada, es que quieren aplicarme la ley de restauración de clanes , y al parecer los afectados podemos estar presentes y hacer alegaciones.- respondió con tranquilidad y una sonrisa inquietante Naruto, mientras la haruno y el hokage reprimían sus ganas de reír. Sabían perfectamente que kurama estaba al tanto de todo, y que todo esto sólo era una pantomima para lo que venía ahora…

-¿Ah si? ¿Y tú no quieres no?- Naruto negó con tranquilidad y se volvió a sentar. Mientras Kurama comenzó a rodear la mesa como si fuese un depredador y los asistentes sus presas. Incluso algunos dejaron escapar un grito de miedo cuando esas colas pasaban cerca.- Interesante… pues yo estoy con mi cachorro, y me alegra que se me deje estar presente. Los zorros tenemos mucha memoria, sobre todo para las caras y los olores de quienes nos lleven la contraria…

-¡Hokage sama!- exclamó un indignado homura, reponiéndose como pudo del terror que le inspiraban esos iris rojos y esa sonrisa cruel. Hasta Tsunade tenía que admitir que el rubio era digno de elogio: hasta ella estaba ligeramente asustada, y Naruto vio esto con el Kitsune midiendo decenas de metros de altura cuando sólo tenía doce años…- ¡Está amenazando al consejo! ¡No debe de estar presente en la votación!

-Lo siento, Mikotado sama, pero usted mismo lo ha dicho: como afectado, tiene derecho a estar presente y hacer su alegato. No puedo hacer nada, son las normas.- contestó con crueldad el hatake, usando exactamente las mismas palabras que usaron esos vejestorios anteriormente para impedir el voto de Naruto, y agradeciendo que su máscara tapase la inmensa sonrisa que estaba dibujando. Naruto les había dado donde más les dolía, y les iba a ganar en su propio terreno.

-No se preocupen, "honorables consejeros". Yo me sentaré justo a la espalda de la sección civil de esta reunión, y procuraré que no me oigan… hasta que sea tarde…- comentó el biju, mientras se sentaba en una zona oscura de la sala, una zona que antinaturalmente se oscureció tanto que sólo fueron visibles sus nueve colas, sus afilados dientes y esos dos ojos carmesí que irradiaban el más puro poder. Una visión que hizo incluso mearse en los pantalones a un par de bisoños civiles, y que hasta hizo a los ninjas asistentes tragar grueso. Ese biju no era el depredador apex del continente por nada…

Realmente, la votación ya no era necesaria, y así lo intentaron hacer saber los consejeros, queriendo optar por una retirada a tiempo para volver a atacar cuando el uzumaki no pudiese defenderse, pero Tsunade no les iba a dejar escapar. La ojimiel se levantó, y con una sonrisa cerró la puerta del lugar con llave, anunciando que la votación tendría lugar si o si. Los asistentes fueron votando uno por uno, todos con la misma respuesta, ya fuese de manera alegre y confiada, como en el caso de Sakura o Shikamaru; o entre lágrimas de terror, como un consejero que por un momento pareció que iba a votar contra el uzumaki, y que se retractó con un grito de terror en cuanto una de esas colas de pelaje naranja le acarició el cuello sin que él la viese venir. Era un momento histórico: la primera votación del consejo de Konoha con plena unanimidad. No a aplicar la ley de restauración de clanes al rubio. Naruto guiñó un ojo a Sakura, que sonrió e incluso dibujó un leve sonrojo en sus mejillas (el uzumaki estaba sencillamente arrebatador en ese momento, tras demostrar esa astucia), y antes de que nadie pudiese felicitarle, el rubio saltó hacia una de las ventanas del local y se dirigió a la multitud.

-llevo queriendo hacer esto desde que vi esa película con Shion chan…- pensó para si completamente emocionado, para luego carraspear y hablar con seriedad.- Caballeros, damas, momias, siempre recordarán este día como el día en que casi logran atrapar al capitán Jack Sparr… digo, Naruto Uzumaki.- y, mientras todos le miraban confundidos, el ojiazul saltó por la ventana. Todos se apresuraron a ver al uzumaki salir de ahí, temiendo que se hubiese matado (no en vano eran cuatro pisos de altura), pero se tranquilizaron cuando lo vieron descender en una impresionante carambola de giros imprevistos, cuerdas de tender que servían de lianas y carromatos llenos de paja que pasaban en el momento preciso para evitar una mala caída. Se notaba que lo tenía ensayado, había quedado magnífico.

-Pero… ¿Qué demonios…?- preguntó al aire Sakura, completamente avergonzada por el comportamiento infantil de su amigo.

-Es el mejor pirata que jamás he visto…- declaró con una cómica seriedad el zorro de nueve colas. Y era cómica porque estaba vestido con un traje de comodoro de la armada británica, y una peluca victoriana de oficial. La haruno dibujó una mueca de total incredulidad en su rostro, ¿estaría drogada y no lo sabía?


Ending: mientras suena A TODO TRAPO la canción más mítica de piratas del caribe (taratantan taratantan taratantan tararara, tb conocida como "He's a pirate" de la BSO de piratas del caribe), se ve a Naruto caer desde ese cuarto piso, darse cuenta de que había calculado mal la altura, agarrarse completamente aterrado a un cable de telefonía, descender dando vueltas sin control alrededor de la Torre mientras reza a todas las deidades para no morir, salir volando dando vueltas por el aire hasta agarrarse a un panel de anuncios cercano, caer desde ahí a una cuerda de tender que, a modo de liana, le permite llegar a otra cuerda, y así sucesivamente hasta caer en un carruaje lleno de heno que inexplicablemente pasaba por ahí un sábado, todo entre gritos de terror del uzumaki. Suerte que desde la torre pareció un espectáculo controlado... (si no conocéis el meme, sólo tenéis que poner en YouTube "The best pírate i've ever seen" y tendréis ejemplos XD)


y ya basta por hoy de este viaje a lo mas perturbador de mi subconsciente. Si, lo sé, "Angron11, deja las drogas", lo curioso es que he hecho todo esto sin nada tóxico en mi organismo... mejor os comentaré los mejores momentos y me preocuparé luego por mi salud mental.

El ShionHina del principio... NO PUDE RESISTIRME A METERLO, LO SIENTO XDXD. Un encuentro entre Hinata y una versión de ella clavada físicamente pero vestida más sugerente y con pelo rubio, todo con kiba y Shion mirando, era una cosa a meter si o si (en otra historia que estoy preparando habrá algo parecido entre Shizuka y Sakura, que pierrot reconoció que es el mismo dibujo con diferente pelo y más pecho). La pobre Shion, llega y la primera en la frente, aunque el rubio ha salido airoso de ella gracias a su contestación (es un "es guapísima como tú, pero tu personalidad es lo que más me atrae")

El encuentro en la torre hokage... todos lo esperábamos. Y el rubio casi acaba en la prision de sangre otra vez XD ya se empieza a ver conflicto entre Sakura y Shion, y kurama se ha fijado, sólo que estaba muy ocupado quejándose por ser un pomelo. Ahora Kakashi tiene su amado libro, e Iruka ha descubierto algo terrible... estoy por ponerle a viajar con sus amigos del rol en vivo rumbo al país del demonio para devolver ese libro a la tienda del destino, ya veré...

El apartamento de Naruto ya no existe, al menos por unas semanas. Ya sabíamos que no fue buena idea dejar a un adolescente descontrolado por las hormonas con un piso vacío... y en verano. La fuerza es poderosa en el, y ya se ha visto el resultado, para desesperacion/enfado/orgullo de Naruto y admiración del gran kurama. Shion ve estas cosas, junto al espectáculo de la Torre hokage, y piensa "hay alguien cuerdo en esta ciudad?". Y luego su paciencia llega al límite cuando empiezan a nombrarle posibles rivales... Aguanta Shion, que no tienes que envidiar nada a nadie! Por cierto, el quinteto de Konohamaru es un pequeño guiño (Moegi=Sakura, Hanabi=Hinata, prima de Ino, chica clavada a TenTen), el alumno ha superado al maestro!

Y por último... el consejo. Mi manera de mostraros que no habrá ni harem, ni multipairing. Naruto sólo tiene ojos para una mujer, ya lo ha dejado claro. Y espero que os gustase ver a kurama en modo biju y no en modo hentai. Con tanta broma alguien se puede olvidar de que se trata de un depredador milenario con una masa de chakra impulsada por el odio... si quiere, puede ser aterrador. Y el final... ya era hora de cambiar el meme, ¿no?

En fin, espero que os gustase, el siguiente capítulo se titulará "TEME", con sus mayúsculas y todo, ya lo entenderéis xD un saludo!