Cap10 Llega el examen

Buenas! Me esperabais tan pronto? Como sólo me queda un episodio por escribir en KnK, me decidí por tomarme un pequeño respiro para traeros el décimo capítulo de esta obra. Es más, os lo habría publicado ayer, pero mi equipo de fútbol se empeñó en hacer historia de nuevo y me absorbió toda la tarde :P. Hoy los protagonistas serán masculinos principalmente: mucho Naruto, MUCHO Sasuke (su plan de dominación mundial ha comenzado) y bastante de kurama y de DOS invitados sorpresa, ya los veréis. No os entretengo más y me voy con los review!

NOTA: sigue abierta la votación de las octizorritas de kurama. De momento, junto a Shion y Sakura, parece que muy probablemente (vamos, todos las han propuesto XD) tendremos a Hinata, Temari y Kurotsuchi, y los otros tres puestos siguen en empate, a ver qué sale! Recordar que no es para hacer un harem, es para una broma final que involucrará a kurama. Seguirá abierta la votación hasta el antepenúltimo capítulo.

Max uzumaki: hola! Me alegra leer que te gusta! Lo cierto es que este es mi estilo de humor, así que es muy gratificante ver que a otros también les hace gracia XD si, en el caso de kurama lo estoy dando todo para hacerlo gracioso y original, lejos de lo que veo en otros fics. Tengo ganas de hacer un fic donde pueda intentar algo parecido con Jiraiya XD

hoy vas a tener de Sasuke a paladas, y no precisamente feliz XD lo de los ancianos... en serio, estáis demasiado acostumbrados a que se dediquen sólo a traicionar, ahora lo que están haciendo es apostar por el caballo ganador, sobre todo tras rechazar Naruto lo de la restauración del clan. Si el pelinegro logra su objetivo, será el shinobi con más influencia del continente, piénsalo, es lógico que quieran ayudarle, así serán sus aliados.

Gran votación del harem, no te negaré que Ayame la meteré seguramente, salvo que la votación se vuelva loca derrepente. A kurama le encanta el ramen XD un saludo, disfruta del capítulo!

AliceUchihaLockwood: hola de nuevo! Pues si, como fanático de deadpool es un honor XD aunque me he visto la dos y tengo que decirlo... acabe llorando de la risa con la escena del avión y la caída en paracaídas, el guionista es un GENIO. Estoy intentando meter algo parecido en otro fic que estoy preparando, con Jiraiya, los kage y el estomago del gran sapo de la montaña sufriendo de acidez, a ver si me sale...

El pobre Sasuke tiene un proyecto de futuro, quiere destacar y ser el más grande, está cansado de vivir a la sombra de Naruto, de ahí su forma de actuar aquí. Hoy veras los resultados que le está dando su alianza con los consejeros, en este capítulo y el siguiente no lo pasará muy bien xD es mi forma de criticar los harem masivos, le pondré en las clásicas situaciones que se dan en esos fic y veremos que le pasa aplicando la lógica XD

Y si, Konohamaru no ha estado muy hábil... esas hormonas adolescentes... pero te puedo asegurar que, después de unas semanas comiendo insectos se disciplinará. Un saludo, disfruta de lo de hoy!

Kirito720: hola! Y yo feliz porque te haya gustado XD kurama está en su salsa: lleva más de un siglo encerrado sin poder divertirse, ahora al fin se libera. Y hoy le vas a ver con sus compañeros de aventuras, espero que te gusten XD y la guerra entre Sakura y Shion alcanzará su calmen en los capitulos siguientes a este, digamos que Sakura se está dando cuenta de que cometió un error en el primer capítulo de este fic y Shion sólo teme a una mujer en lo referente a Naruto, y lo mejor de todo... KURAMA SE LO HUELE Y QUIERE SACAR PARTIDO XDXD

Konohamaru de momento también está disfrutando de su juventud. El y Sasuke se han metido en harems masivos, como les irá? Ya se vera... y los clones vendrán con muuuucha fuerza en el capítulo próximo a este, en este me he centrado más en kurama y Sasuke. Sobre el harem, anotados tus votos, Ino no es mala idea para lo que tengo pensado :D un saludo, espero que te guste!

EtheriasD: saludos! De tarde nada, has llegado en el momento justo! De proyectos futuros, tengo pensado un NaruKarin en plan drama épico y un naruShizuka en el plan de este fic (comedia y humor absurdo) y metiendo a Jiraiya (si kurama os ha gustado, Jiraiya aún más si sale como creo, me inspirare en rick y morty XD), pero no soy muy de harem. Me parece que un harem se come a los pjs femeninos y los reduce a un mero decorado, y eso no me gusta, me gusta mucho desarrollar los pjs femeninos y un harem no te lo permite. Es más, hoy vas a ver el comienzo de mi crítica a esos fic xD

Apuntada tu votación, Shizuka, koyuki y Samui me costaría mucho meterlas, pero si son votadas me las arreglaré XD un saludo, disfruta de lo de hoy!


-aaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaa- personaje pensando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

-aaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.


El gran edificio de la academia ninja de konoha se alzaba imponente entre los edificios circundantes de la aldea de la hoja, un testigo orgulloso de los ninjas más excepcionales que había dado la nación del fuego. En sus aulas, fundadas durante el reinado del gran tobirama senju, habían comenzado a forjar su leyenda ilustres shinobi como hiruzen sarutobi, el gran shinobi no Kami; Jiraiya el galante, el gama sannin; Tsunade senju, la máxima autoridad médica del continente; Kakashi hatake, rokudaime de Konoha… y más recientemente la nueva generación de héroes, como la afamada Sakura haruno, legítima sucesora de la gran Tsunade; Sasuke uchiha, el denominado "señor del ojo de dios"; o cierto rubio despistado con el poder de destruir un edificio de un estornudo. Hay que decir que es injusto recordar al pobre Naruto por ese incidente, tenía su modo biju activado, llevaba resfriado unos días y la casa en cuestión estaba vacía en el momento del siniestro, pero no elegimos por lo que se nos recuerda lamentablemente. El caso es que, arremolinados en el piso tercero del gran edificio, centenares de alumnos se presentaban al examen que les permitiría iniciarse en la carrera shinobi de manera realmente profesional y cumplir su sueño. La mayoría aspiraba a ser como ese gran shinobi del chandal naranja, o ser grandes médicos como Tsunade o Sakura, pero todos tenían que demostrar antes que tenían madera de guerreros.

Y resultaba que alguien llegaba tarde. Sasuke uchiha, el legendario vengador, el príncipe del ojo púrpura, el rey de los tres tomoes, el gran vengador del mundo shinobi, el destructor de kaguya ototsuki y amo del rayo y del fuego (así había sido llamado al examen, con cada letra, ocupando tres líneas de la lista oficial en lugar del cuarto de línea habitual de sus compañeros), observaba a su alrededor sentado en su minúsculo pupitre infantil, con una vena cada vez pulsando con mayor violencia en su frente. No sólo era el hecho de que, a sus puntos diecinueve años, estuviese rodeado de… niños… haciendo un examen en un pupitre de escuela, como si tuviese alguna clase de deficiencia. Tampoco era que ya hubiese recibido cinco notas con un "quieres ser mi novio" entre risitas infantiles de las niñas de doce años del lugar, que le miraban con corazones en los ojos mientras se pegaban por captar su atención. No, la causa de su enfado tenía nombre, apellido, mote y un coeficiente intelectual propio de un niño de tres años. Naruto uzumaki, "el jodido dobe de mierda" en esos momentos, había decidido al fin aprender algo de su sensei, concretamente el llegar tarde a sus compromisos. Sólo porque Sasuke se había asegurado que los ancianos consejeros moviesen sus hilos para evitar su descalificación por impuntualidad se había librado de suspender.

¿Dónde cojones estaría el uzuratoncachi? Era vital en su plan de dominación mundial vencer a Naruto ante el máximo de público posible, y la oportunidad perfecta era ese examen. El mundo entero estaba pendiente de ellos, y eso aumentaba la fama que ganaría tras vencerle. Los nervios y el enfado le invadían, deseaba destrozar algo, pero también se esforzaba por mantener su pose de suficiencia. Él era el futuro rey del continente, y patriarca del clan más poderoso del mundo, en ese momento estaba seguro de que los gennin ahí presentes le miraban con admiración, deseando empaparse un poco de su grandeza, ser partícipes de la historia que estaba por escribir... Cerró los ojos y sonrió al ambiente con esa media sonrisa orgullosa tan suya, como si estuviese rememorando una de sus miles de victorias, provocando aún más chillidos de emoción de sus admiradoras. Si… todo el mundo le estaría observando con admiración… estaba haciendo historia. Una bola de papel de una pequeña batalla que habían iniciado un grupo de niñatos de doce años a su espalda le impactó en la cara, obligándole a abrir los ojos de golpe, y casi cayéndose del susto. Mientras algunas de sus admiradoras se reían, el uchiha en serio tuvo que hacer un esfuerzo para no torturar en su tsukuyomi a esos imbéciles que habían jodido su momento épico…

-Veo que no podemos posponerlo más…- declaró el examinador, un miembro del cuerpo de interrogatorios del I+T de Konoha de pelo marrón con su uniforme jounin de la hoja.

-Todavía falta una persona.- anunció con una voz seria el pelinegro, tragando grueso el examinador. Ya la sola presencia de un usuario del rinnegan le ponía nervioso, pero que además contase con el apoyo de las altas esferas le aterraba. Sólo por ello el examen ya empezaba un cuarto de hora tarde…

-Lo sé, pero… no podemos esperar más… son las normas… siéntense todos para…

-¡YA HE LLEGADO!- anunció un apurado rubio, entrando con prisa por la puerta. Sasuke tuvo que taparse los oídos ante el chillido agudo e histérico de las niñas del lugar, que tenían sus carpetas forradas con fotos de ese alto rubio de ojos azules y atlética constitución.- Siento el retraso, traigo justificante.- declaró, tendiéndole un papel al examinador. Este lo leyó y puso una expresión de total asombro, para después mirar aterrado al uzumaki.

-Es… ¿Esto es verdad?

-Si, déjeme explicárselo…- comentó el rubio mientras se rascaba nervioso la nuca y comenzaba a narrar.

(Flashback inicia)

Entre la oscura y húmeda tierra, cierto sannin nunca se había parecido tanto a una serpiente. El pelinegro excavaba con sus manos desnudas la tierra y rocas, sintiendo las heridas que se le abrían en sus dedos, incluso algunas de sus uñas desprenderse por el esfuerzo. Orochimaru maldijo internamente su mala suerte. Hacía un año, el sannin se hallaba en la cresta de la ola: recién liberado del sello maldito de Anko, el ninja pálido había recibido una segunda oportunidad para lograr el objetivo de su vida. Fue asesinado en su día por su propio alumno, siguiendo la tradición iniciada por el propio sannin, pero fue revivido con una de sus marcas del sello maldito, y no tardó en escabullirse de las garras de la alianza para seguir con sus experimentos. Y encima en ese momento estaban mucho más interesantes: miles de huérfanos desprotegidos, decenas de cadáveres de zetsu blanco para experimentar y, lo más importante, los ojos de uchiha Madara, de los que pudo adueñarse mientras la alianza estaba más preocupada por atender a Naruto y Sasuke. Rehizo su organización, estableciéndose en su base más secreta y segura, la que tenía al sur del país del demonio, y comenzó a preparar su futuro cuerpo perfecto. La suerte le sonreía, y ya sólo era cuestión de tiempo que dominase el mundo. Nadie podría impedir que, al fin, orochimaru fuese el dueño y señor del ninshu

Salvo cierto rubio entrometido. En serio, ¿Quién le habría traicionado? El sannin se había escondido en una base imposible de encontrar sin ayuda, y no se creía ese rumor de que había descubierto el lugar sin querer. Era imposible tener tanta suerte. Pero, como bien sabía, el fin hace irrelevantes los medios: el caso es que Naruto le capturó completamente indefenso. Joder, encima le habían quitado su puto pijama de manda, ¿alguien sabía la cantidad de sastres que tuvo que matar para que no se corriese la voz de ese pequeño capricho suyo? Pues no había servido para nada después de que el uzumaki lo pasease de esa guisa por medio continente en dirección a Konoha. Había sido encerrado en la cárcel de máxima seguridad de konoha, con decenas de sellos supresores de chakra por el cuerpo, pero no habían contado con la astucia de la serpiente. Tras guardarse la cuchara de los postres, había esperado a que los matones del lugar intentasen intimidarle en la cola para recibir el almuerzo, y, tras defenderse con una bandeja de metal y un bol de aceite para freír, había dejado fuera de combate al líder y provocado la pelea del siglo al grito de "Yo no estoy encerrado con vosotros, VOSOTROS ESTÁIS ENCERRADOS CONMIGO" (joder, que ganas tenía de hacerlo desde que les pusieron esa película de superhéroes con ese señor de azul en la hora de juegos…).

El caso es que, al provocar el incidente, fue destinado a la celda de aislamiento por varios días, el castigo previsto para esa clase de altercados. Pero lo dicho, no contaban con la astucia de orochimaru… ni con su determinación. Empleando esa cuchara de los postres que previamente se había tragado, consiguió abrir un agujero en el suelo de la celda, y se dedicó durante días a excavar cada metro de tierra sin detenerse ni un segundo. Demonios, lo pasó realmente mal cuando la maldita cuchara se partió a mitad de camino, o cuando esa manada de ratas perfectamente organizada intentó comérsele y tuvo que defenderse con el mentón y la nariz de su ataque. Pero ya se acercaba el final. La tierra cada vez era menos pesada, lo que significaba que estaba cerca de su lugar de salida. Lo había calculado: la prisión estaba en medio de Konoha, por lo que sólo podía salir dentro de sus murallas, jamás tendría fuerzas para excavar hasta traspasar los límites de la aldea. Y el lugar para salir debía de ser uno poco transitado, así que optó por los complejos de clanes abandonados, esos complejos que llevaban décadas sin usarse. Y ya estaba cerca de salir. En cuanto saliese, esperaría a la noche y saldría sigilosamente de la aldea por los antiguos túneles que usaba de laboratorios. Sabía perfectamente dónde ir para que le quitasen los sellos, y una vez estuviese pleno de poder, se lo haría pagar a ese maldito uzumaki…

-ARRRGGGHHH- gritó la serpiente al salir de la tierra y volver a ver la luz del sol tras días de excavación. Levantó sus manos ennegrecidas y ensangrentadas entre la colorida vegetación, lanzando su sádica sonrisa al aire.- ¡Al fin he salido de esa prisión y soy libre! Ya verás Naruto uzumaki, me cobraré esta humillación con tu sangre, kukukuuuu, haré al mundo temblar de terror, puesto que yo soy el gran…- declaró con un tono malvado, para frenarse en cuanto se fijó en su entorno más detenidamente. Frente a él, una mujer rubia tomaba el sol tumbada en una hamaca blanca. Era la viva imagen de la belleza: su piel, suave, con un tono ligeramente bronceado muy deseable destacaba entre su bikini de dos piezas de color rosa, que cubría sus grandes senos junto a la sombra del libro que estaba leyendo. De su rostro, debido a unas grandes gafas de sol de montura negra, sólo podía distinguir unos labios carnosos ligeramente entreabiertos y un pelo rubio suave largo, aunque pudo también apreciar sus ojos violetas cuando la mujer se bajó las gafas hasta la punta de la nariz con un gesto de incredulidad tras ver la aparición del sannin. El pelinegro la reconoció a pesar de su atuendo: Shion, la suma sacerdotisa del país del demonio, una exorcista de inmenso poder, ¿Qué hacía en uno de los complejos abandonados de Konoha? Orochimaru se giró, confuso, para confundirse aún más al mirar a su espalda.

-Marco… chicos, marco, ¿queréis decir polo de una vez para que os pille?- se quejó kurama en versión chibi, mientras tanteaba a su alrededor con sus patas delanteras y sus ojos vendados. Y, a su alrededor, se encontraban el resto de biju también en versión chibi, como Shukaku, nibi, gobi o nanabi. Incluso el sannin pudo distinguir al Sanbi, al Gyuki y al rokubi en sus versiones en miniatura dentro de una piscina hinchable, y al yonbi descansando con un libro a la sombra de un árbol. Y ninguno contestaba al grandioso kiuby porque estaban igual de incrédulos que Shion. Kurama, cansado de no recibir respuesta, se quitó la venda con un gesto de enfado.- Si no vais a jugar bien me voy a jugar a la consola eh, ¿Qué miráis tan…?- el nueve colas se giró hacia el sannin y dibujó el mismo gesto de confusión que sus hermanos.- No puede ser…

Definitivamente, no es que Naruto tuviese muchísima suerte solamente… es que el sannin no tenía nada en absoluto. Había que reconocer que el plan era brillante en un principio: todavía tenía un par de días hasta que en la prisión se diesen cuenta de su huida, y en el final de su túnel no solía haber nadie nunca… Pero, para su desgracia, su información estaba desactualizada, y entre los complejos de clanes abandonados había ido a parar al más grande: el uzumaki. ¿Desde cuando vivía alguien ahí? Aunque, con un poco de suerte, habría salido cuando el hogar estuviese vacío, y sólo tendría que haber pasado al complejo vecino y nadie habría sabido de él. Pero no, había salido en medio de una especie de fiesta biju de bienvenida organizada por kurama para agradecer a sus hermanos el que fuesen a ayudar a su cachorro con el examen, y en frente de la gran sacerdotisa del país del demonio… y de su novio. Naruto, vestido con sólo unos pantalones cortos blancos con rebordes naranjas, le observaba junto a un saco de boxeo al otro lado del jardín. Su torso sudado y perfectamente musculado, con sus abdominales marcados y sus pectorales definidos, con las venas dibujadas en sus fuertes brazos, indicaba que encima estaba en pleno entrenamiento. Y le contemplaba con un gesto de enfado, puesto que, para empeorarlo aún más todo, había salido justo en medio de…

-¡MIS GERANIOS!- gritó Naruto con furia. Llevaba los últimos tres días plantándolos con mimo, se había dejado un puto dineral en la tienda yamanaka para decorar el jardín uzumaki a su gusto, para tener su propio rincón donde dedicarse a su hobby secreto, la jardinería, y ahora ese puto pedófilo le daba por emerger como un topo en medio de su trabajo. Orochimaru miró alrededor con nerviosismo: tenía que salir de ahí como fuese, correr y rezar para que no le atrapasen. Demonios, estaba en calzoncillos y sin chakra, y rodeado del nuevo shinobi no Kami, la mejor exorcista del continente y nueve biju, ¡tenía que salir de ahí! Buscó algo que usar como arma, y sólo encontró una cosa.

-ARRRRGHHH.- gritó con rabia el sannin, arrojándole una figura cercana de cerámica de un sapo naranja con la espalda en negro y detalles en rojo y una pipa en la boca. Naruto esquivó ágilmente el disparo, y la estatua se rompió a su espalda para la consternación del ojiazul.

-¡BUNTA CHAN! Joder, ¿tú sabes lo que me costó moldearlo y pintarlo? ¡Esta me la pagas orochimaru!- amenazó el furioso rubio, mientras la serpiente salía torpemente del agujero y se dirigía a un muro cercano para intentar escapar.- Ah no, tú no te escapas, ¡kurama, chicos, detenedlo! ¡No dejéis que se acerque a la estatua de Shion chan en versión sirena que usaré para la fuente central!- ordenó el jinchuriki, mientras los biju y el shinobi se lanzaban a por el prófugo.

El sannin estaría condenado incluso si sólo se hubiese encontrado a Shion, pero contra un total de cuarenta y cinco colas y Naruto no tenía nada que hacer. Shion ni se molestó en levantarse de su cómoda hamaca, y contempló entretenida como el sannin intentaba escalar el muro hasta que kurama y shukaku se lanzaron a morderle los pies, songoku a agarrarle el pelo de un salto, chomei rociarle la cara con su gas irritante y Saiken lo empapó con un potente chorro de agua que le obligó a soltarse de la pared. En el suelo, entre pataleos y mil maldiciones, la lucha alcanzó un nivel… lamentable, a juicio de Shion. En el caos, el sannin pateó la cara de kurama y kuoko falló una carga y golpeó las espinillas de Naruto, arrancándole un grito de dolor mientras el sannin intentaba escurrirse de los tentáculos del Gyuki. La trifulca continuó hasta que Naruto lo inmovilizó boca abajo, pidiéndole a isobu algo de coral para atarle las manos y llevarle de vuelta a su prisión, y de paso pedir una indemnización por los daños en su jardín, ¿Qué puta seguridad había en esa aldea? Ya le pareció a la ojivioleta que en Konoha no eran muy atentos cuando Naruto la relató cómo, con sólo doce años, consiguió robar el pergamino de las técnicas secretas de los hokage, pero joder, ¡se les acababa de escapar el criminal más buscado del mundo excavando un túnel con una cucharilla de postres! Shion negó con la cabeza, avergonzada por el triste espectáculo cuando oyó a Songoku quejarse porque Chomei lo había gaseado a él por error, y lamentando que ahora no podría despedirse de su Naruto kun antes del examen con un poco de sexo-recompensa, como tenía pensado… el pobre tendría papeleo… y seguro que llegaría tarde a su prueba escrita… tendría que posponer el regalo para el día siguiente, ya que encima le tocaba trabajar a la rubia el mediodía y tarde y la segunda prueba de Naruto era a la noche… que mala suerte…

(Fin del flashback)

-¡Eso es imposible dobe!- acusó Sasuke desde su minúsculo pupitre infantil. Joder, esa historia no tenía puto sentido: orochimaru apareciendo como un zombi en medio del jardín de Naruto, los biju jugando a marco polo, esa huida ridícula… que vale que era un delincuente internacional, ¡pero orochimaru no dejaba de ser su maestro! Dejaba en bastante mal lugar al uchiha que Naruto lo hubiese paseado en calzoncillos de vuelta a la cárcel…

-Te juro que ha sido así teme… y encima Kakashi sensei dice que la aldea no cubre figuras de cerámica de artesanía, así que tendré que hacerme otro gamabunta…- se lamentó el uzumaki con fastidio. Sasuke le miró con un gesto de incredulidad, ¿en serio se quejaba de eso? Acababa de capturar al mayor delincuente internacional por casualidad… ¡y por segunda vez!

-Esto… la autorización es legal, tome asiento y comenzará el examen…- declaró el examinador, queriendo acabar con esa conversación surrealista. Naruto tomó asiento y dio comienzo el examen escrito.

Naruto obedeció y se dirigió a uno de los pupitres de la primera fila, mientras los examinadores repartían el examen. El examen constaba de nueve preguntas escritas referentes a temas diversos, como física, matemáticas, literatura... Naruto sonrió, las preguntas hubiesen sido difíciles incluso si hubiese estudiado con iruka y Shikamaru todos esos meses, todas eran de nivel jounin, por lo que el objetivo del examen estaba claro: copiar. Un rapido vistazo a su alrededor le permitió identificar a los examinadores disfrazados de alumnos, joder, ¿Cómo no se había dado cuenta cuando tenía doce años? La edad de los que hacían ese examen oscilaba entre los doce y los dieciséis, y esos individuos tenían como mínimo treinta años... aunque también era cierto que por esa regla de tres los allí presentes podrían pensar que él y el teme también eran examinadores infiltrados, estaban ridículos en esos pupitres de niño haciendo ese examen. En fin, ya podía ver a Sasuke con el sharingan, a los insectos de algún aburame revoloteando, la luz de varios espejos siendo movidos para conseguir el reflejo adecuado… grandes técnicas de espionaje, pero en este examen él contaba con la mejor. En su paraje mental, todos con sus gafas de media luna, los biju se afanaban por contestar esas preguntas, mientras kurama los dirigía a todos a pleno grito.

-Kurama, cuando nos ofrecimos a ayudarte y que tu gaki fuese nuestro guardián, pensábamos en luchar contra miembros del clan ototsuki, velar por la paz del continente, quizás alguna gran batalla contra un ser mitológico invencible… no en resolverle ecuaciones de quinto grado…- se quejó Songoku, mientras garabateaba con un lápiz la solución a una ecuación.

-Menos quejas y más trabajo, luego os invito a algo y estamos en paz… Isobu, ¿Cómo va la pregunta de biología marina?- preguntó el kitsune a su hermana tortuga, que en ese momento clasificaba los diferentes tipos de peces para responder a esa cuestión.- Shukaku, más brío, supuestamente la geología es tu especialidad.- exclamó hacía su hermano de una cola, que le devolvió la mirada frustrado.

-Joder, no me metas prisa… esto es ridículo, realmente no hay diferentes tipos de rocas, ¡todas son arena, sólo que más o menos cohesionada! Mira que les gusta a los ningen complicarse la vida…

-No te quito la razón… Saiken, ¿Cómo va la física de fluidos? ¿Saiken?- kurama se dio la vuelta, para encontrarse a su hermana babosa de seis colas haciendo lo de siempre… dormir.- ¡SAIKEN!- la gritó, despertándola de golpe.

POLO!- exclamó alterada la babosa, para luego darse cuenta del entorno.- Ahh, es verdad, que ya no estamos en la fiesta…

Fuera del paraje mental del uzumaki, Sasuke observaba a su amigo y rival con una ceja arqueada. Había leído el examen, era difícil, pero con su sharingan podría conseguir todas las respuestas sin problemas. Sin embargo, el dobe no tenía ese ojo mágico, por lo que debería de esforzarse en serio si quería pasar la prueba. Y, para su consternación, Naruto no estaba prestando atención al examen. Joder, llevaba cerca de una hora reposando en el respaldo de su silla, con las manos en su nuca y los ojos cerrados, sin tan siquiera responder a una sola pregunta. Y encima de vez en cuando se reía sólo, para mayor consternación del uchiha. ¿Sería que le daba igual el examen? No, había hablado con Kakashi y sabía de esa puta apuesta, el dobe se jugaba mucho ese día… quizás fuese que le habían pillado sin saber ni una sola pregunta y estaba esperando un milagro, quien sabe… otra vez tendría que sacarle las castañas del fuego. Tendría que hablar con los ancianos y usar sus influencias para que le diesen ese cinco raspado que necesitaba para aprobar, no iba a permitir que su plan para demostrar al mundo que él era el mejor se fuese al garete por un examen escrito… y, mientras pensaba en todo eso, Naruto de pronto se desperezó, se hizo triscar el cuello y comenzó a escribir. Y en diez puntos minutos había terminado de hacer las nueve preguntas. Joder, ¿Cómo lo había hecho?

-Últimos cinco minutos.- anunció el examinador, mientras Sasuke abría los ojos con terror. ¿Últimos cinco había dicho? ¿Cuánto llevaba comiéndose la cabeza con el examen de Naruto? Miró su propio examen, y se dio cuenta de que no había respondido ni una pregunta… maldiciendo el día en que conoció a Naruto, el uchiha puso su sharingan a trabajar al máximo rendimiento, y contestó como pudo cada pregunta, llegando al cinco raspado justo en el momento en que se anunciaba el fin del tiempo. Cuando los alumnos se iban a levantar para entregar la prueba, el examinador les detuvo.- Alto, ahora viene la parte final. La décima pregunta será de un contenido difícil, casi imposible, tan complicada que se os dará a elegir: podéis entregar vuestro examen ahora, en cuyo caso conservareis la nota que tengáis, o arriesgaros a hacerla. Si la acertáis, tendréis la mayor nota del curso automáticamente, si la falláis se os restarán cinco puntos, y por tanto será un suspenso automático. Tenéis dos minutos para escoger.

Sasuke dibujó una media sonrisa con ironía, ¿en serio esa era la elección? Ya había obtenido lo que quería, que era el aprobado, aunque le avergonzaba que en el expediente del futuro rey del continente fuese a figurar un lamentable cinco en esta prueba… tendría que asesinar a los encargados del registro y cambiar la nota cuando accediese al poder, porque arriesgarse a esa pregunta supuestamente tan difícil no era una opción… en fin, el caso es que el pelinegro lo tenía completamente claro. Miró a su alrededor y vio que el resto de alumnos también pensaban como él. Uno por uno, todos se fueron levantando y entregando sus exámenes, y algunas alumnas dejaron casualmente papeles con sus números de teléfono en el pupitre del rubio, que contemplaba esos gestos con confusión, no en vano jamás había sido muy popular, hasta prácticamente vaciar la clase. Y era prácticamente y no totalmente porque, a parte de los jounin camuflados como alumnos, quedaba un shinobi en esa aula. Naruto contempló al examinador con una sonrisa confiada, y se puso en pie para dar un golpe sobre la mesa y decir lo que pensaba.

-JA, ¡esta ya me la sé!- gritó con un tono soberbio, mientras el examinador arqueaba una ceja.- deberíais de usar trucos nuevos, ya me hicisteis algo parecido a esta jugada en mi primer examen. Es un truco para que nos rindamos.- declaró Naruto, mientras Sasuke abría los ojos con sorpresa.- Yo me voy a quedar, que he apostado con Kakashi sensei que sacaré la mejor nota del historial de exámenes y no me voy a dejar amedrentar por vosotros.

-Joder, el dobe tiene razón…- pensó el uchiha, recordando ese examen. Como ibiki morino les había intentado asustar con que no serían shinobi jamás si no contestaban a la décima pregunta, buscando fallos en la unión de los equipos y hacerles rendirse sin luchar. Era cierto que esta vez habían puesto una amenaza mucho menor, pero era todo una trampa, estaba claro. Y Naruto le había dado la clave para no tener ese cinco manchando su impecable historial…- No me vais a engañar, yo me quedo.- anunció con su tono de voz que usaba para mostrar que era el mejor. Incluso se oyó ese extraño acorde de guitarra que le acompañaba a veces y que no había descubierto todavía de dónde provenía…

-¡Bien dicho teme!- exclamó Naruto con una inmensa sonrisa, mientras el examinador les miraba a ambos sin dejar de arquear su ceja.

-¿Estáis seguros?- preguntó, y ambos asintieron con soberbia.- Bien, pues vamos allá. Examinadores de incógnito, pueden levantarse, yo me encargo de darles la pregunta.- anunció con un suspiro, levantándose los dos examinadores mientras Naruto y Sasuke comenzaban a mirar extrañados a su profesor. Este se dirigió a sus pupitres con dos hojas de examen.

-E… esto… ¿no nos aprueban ya?- preguntó el rubio, mientras Sasuke abría los ojos con terror al leer su examen.

-No, les dije que tendrían una décima pregunta muy difícil y aquí la tienen. El objetivo de este examen era enseñarles a retirarse cuando hubiesen cumplido su objetivo sin dejarse llevar por la codicia, algo necesario en el trabajo de campo, pero ustedes han decidido atacar y no retirarse con una victoria parcial, así que ahora deben de enfrentarse a las consecuencias para saber si han matado a su escuadrón o no, hablando hipotéticamente.- explicó el jounin, mientras dejaba la hoja del examen en el pupitre de Naruto.- Es la pregunta más difícil que ha surgido jamás en el I+T, nadie ha podido responderla sin la plantilla de respuestas, fue creada por Nara sama a conciencia. Les deseo suerte, se les permite hablar y consultarse entre ustedes… qué menos… tienen diez minutos.

Naruto palideció al ver la pregunta, que contaba con mil gráficos, tablas alfanuméricas, un texto que ocupaba una cara entera y referencias tan enrevesadas que tuvo que leer el enunciado cinco veces para tan siquiera entender algo… y en su paraje mental no estaban mucho mejor: todos los biju miraron la pregunta y dibujaron una mueca de absoluto pánico, mirando a su hermano más inteligente de cuatro colas, que contemplaba el examen notando escalofríos en su espalda… esto iba a poner a prueba todo lo aprendido... A su derecha, Sasuke miró a Naruto con ganas de matarlo, ¿Por qué le haría caso, maldita sea? Esa pregunta era imposible, rematadamente imposible, y por culpa del dobe se había metido en ese embrollo. Y lo peor de todo: sus contactos podrían levantarle un suspenso por los pelos, no cabía duda, pero un suspenso con un puto y redondo cero como que no… sería una puta vergüenza que su plan de dominación mundial mediante el fortalecimiento del clan uchiha se fuese al garete por sacar un cero en una prueba escrita, todos los pactos matrimoniales que le estaban consiguiendo los consejeros dependían de su ascenso a chunnin en esta prueba. Si no lo conseguía, ofrecería una imagen de debilidad, y eso no se lo podía permitir. No, el dobe le había metido en un problema gordo, más le valía arreglarlo…

-Esto… Sasuke…- enunció Naruto con nerviosismo, mientras la vena de la frente del uchiha se inflaba.- por casualidad tú no sabrás…

-Maldita sea uzuratoncachi, ¿Cómo cojones voy a saber yo esto?- gritó Sasuke con furia.- Esto me pasa por hacerte caso, estúpido anormal, ¿me quieres decir qué hacemos ahora?

-Espera, ¡tengo una idea!- exclamó Naruto, haciendo crecer la esperanza en el pecho de Sasuke. Naruto era experto en salir de estas situaciones, seguro que tenía un plan brillante.- Examinador, ¿puedo usar el comodín de la llamada para hablar con Sakura chan?- preguntó, convencido de que la haruno sabría la respuesta, ¡ella era la mujer más lista del mundo! El uzumaki la había visto en un programa de televisión, y no perdía nada por intentarlo. Sasuke lo contempló con una gigantesca gota de sudor en la nuca ante tal estupidez…

-¿Comodín de qué?- respondió extrañado el examinador.- Tienen diez minutos y sólo pueden emplear lo que hay en esta sala, ni tan siquiera yo sé la respuesta.- anunció en jounin, adelantándose al plan de Sasuke de sacarle la verdad con su rinnegan de la que le absorbía el alma. El uchiha chasqueó la lengua frustrado y miró a Naruto con ira homicida… hoy iba a absorber un alma si o si como no respondiese a esa pregunta…

-Tra… tranquilo Sasuke… algo… se me ocurrirá…- se excusó con nerviosismo el ojiazul, mientras viajaba a su paraje mental en busca de ayuda.- Chicos… no me vendría mal algo de conocimiento…- solicitó con temor, mientras un corro de biju en versión chibi rodeaba a un apurado Songoku, que rellenaba una hoja tras otra con datos, corregía desesperado fallos y se secaba el sudor de su frente como podía. Cuando sólo faltaba un minuto para finalizar, el cuatro colas tomó un papel con su mano y gritó al cielo.

-¡LA RESPUESTA ES TRESCIENTOS POR X ELEVADO A DIEZ Y SUMANDO LA RESISTENCIA DEL AIRE!- exclamó con furia, liberando toda su tensión de golpe mientras todos sus hermanos le felicitaban con alivio y el uzumaki escribía a toda prisa, seguido por Sasuke.- Joder, odio ser el único de los nuestros con estudios universitarios…- se quejó el biju mono,

-No te quejes hombre, que hagoromo estaria orgulloso…- contestó mientras kurama le golpeaba en la espalda efusivamente para felicitarle- bien, ¿a quien le apetecen unos mojitos de celebracion?

En el aula, Naruto y Sasuke entregaron sus exámenes al jounin de I+T, que se hallaba francamente sorprendido porque lograsen contestarla. Y, tras comprobar con sus jefes que la respuesta era correcta, Naruto y Sasuke fueron anunciados como aprobados en la parte escrita con el máximo de puntuación posible. Naruto, completamente exultante, intentó ir a celebrarlo con su amigo, pero sólo obtuvo un gruñido furioso del uchiha, que se marchó sin decirle nada rumbo al distrito de su clan para comer y prepararse para la prueba nocturna. Naruto, completamente extrañado, decidió darse una vuelta por la aldea, a ver que se encontraba. El Fjaka implicaba no aspirar a nada, y en ese momento, puesto que Shion estaría trabajando, no le apetecía comer sólo en casa. No, recorrería los puestos del centro disfrutando del ambiente, y cuando le entrase hambre comería algo en algún puesto ambulante. Al mismo tiempo, una joven de pelo rosado vagaba por las calles de Konoha. Sakura haruno, jounin médico de Konoha, necesitaba un tiempo a solas para pensar, los últimos días habían sido muy confusos para ella, con mil y una emociones y decisiones trascendentales que debía de tomar. Podría empezar con su desengaño amoroso. Sasuke uchiha, el hombre por el que había bebido los vientos durante toda su infancia, y al que había decidido darle una oportunidad incluso a pesar de los dos intentos de asesinato, había resultado ser un jodido misógino y un aprovechado… como le había advertido su inner… y cierto rubio de forma velada.

Y ahora su pensamiento volvía al uzumaki, su segundo gran problema. El ojiazul se lo había advertido cuando se confesó y la haruno le rechazó en favor del pelinegro: ella no sería feliz con el uchiha. Era curioso: ese chico rubio y gritón siempre parecía conocerla a la perfección. En cierta manera, había tenido buena y mala suerte con lo ocurrido: se había dado cuenta de la verdad antes de caer en sus redes, a diferencia de la pobre Ino, o de esa chica pelirroja de lentes, lo cual era muy bueno. Sólo de imaginarse llevando un embarazo de Sasuke y siguiéndole como una vagabunda por el continente la entraban escalofríos de pánico. Pero lo había hecho después de rechazar a Naruto, lo cual ya se olía que había sido un terrible error… no sabía cómo sentirse con respecto al rubio, en serio, su mente era un hervidero desde que lo había visto de vuelta en la aldea. Le veía más maduro, más sonriente, y eso la encantaba, incluso tuvo que reprimir un sonrojo tras verlo entrar al despacho de Kakashi… pero también le veía con novia, lo cual la provocaba ganas de llorar y golpearlo, y no sabía porque. Y su inner no ayudaba haciendo esta pregunta… "al igual que ahora tenía claro que había confundido una sincera admiración con amor en relación al uchiha, ¿Y si había confundido el amor con una sincera admiración en relación a su Naruto?"

La haruno no era en absoluto buena a la hora de analizar sus propios sentimientos, en serio: muchas veces, a pesar de que se sentía feliz con el rubio, reaccionaba golpeándolo por nervios; se negaba a sí misma que le interesase lo más mínimo, pero luego le costaba horrores rechazar una de sus citas disfrazadas de invitaciones para comer; y se repetía que sólo era un amigo, pero luego destrozaba varios postes de entrenamiento al verle besándose con su novia, o rechazando acompañarla a casa como siempre hacía en favor de ir con su flamante rubia. En serio, la pelirrosada no sabía cómo sentirse, se alegraba muchísimo por verle feliz, pero su estómago se retorcía cuando le imaginaba en manos de Shion… tuvo que reducir su debate interno a lo más simple: fuese lo que fuese lo que sentía, estaba segura de que lo echaba de menos. Desde que lo rechazó, aunque hubiesen acordado quedar como amigos, se notaba lejos de él. Ya no se veían muy a menudo, no sabía cómo le había ido el día, ni en qué estaba trabajando rumbo a su sueño de ser hokage… quería recuperar eso, en serio. El uzumaki la conocía como nadie, la hacía sonreír, gritar, llorar… nadie le igualaba. Y ahora otra chica ocupaba su tiempo y pensamientos... Lo que daría porque la volviese a invitar a comer en el Ichiraku…

-¡Sakura chan!- gritó una voz conocida a su espalda. Sakura no pudo evitar dibujar una sincera sonrisa, sólo había una persona que la llamase así…

-Naruto.- contestó dándose la vuelta. Pudo ver al rubio, con una camiseta naranja bajo una chaqueta de chandal negra con rebordes también naranjas y sus pantalones negros holgados que acostumbraba a llevar y sus botas militares, dirigirse a ella con una inmensa sonrisa de esas que tanto adoraba la pelirrosada. Su cabello rubio algo largo ondeando al viento, haciéndole parecerse mucho a la imagen del cuarto del monte hokage, le daba un aspecto más rebelde y atractivo… la encantaba, no iba a negarlo.- Me… me alegro de verte, ¿no estabas en el examen escrito?- preguntó, ocultando un tenue sonrojo.

-Acabó de salir, ¡aprobado con la máxima nota!- anunció con una inmensa sonrisa mientras se rascaba la nuca, reaccionando Sakura con sorpresa. A ver, no es que considerase al uzumaki estúpido, todo lo contrario, pero sabía que el estudio no era su fuerte, y ese examen se basaba en eso.

-¿Co… como? ¿Con la máxima nota?- cuestionó anonadada la haruno.

-Si, bueno… el mérito es de los biju, que me chivaron las respuestas dattebayo…- confesó con un gesto travieso, mientras Sakura fruncía el ceño fingiendo indignación.- ¿Qué? Deberías de enorgullecerte, he tenido que recurrir a nueve bestias milenarias para igualar tu récord y el de Shikamaru.- halagó el rubio, siendo ahora sí incapaz la ojijade de reprimir el sonrojo. La autoestima de la haruno subía hasta las nubes con sólo una frase de ese rubio, nadie lo lograba como él. Naruto siempre había mostrado una fe inquebrantable en sus posibilidades, y estaba convencida de que sin su ayuda no habría logrado ni la mitad de lo que había logrado.

-Baka…- contestó avergonzada la haruno, mientras Naruto reía a carcajadas al entender el significado de ese baka.

-Venga, ¡para celebrarlo comamos juntos!- sugirió Naruto. La ojijade abrió los ojos con fuerza, sorprendida gratamente. No sólo porque casualmente ella también estuviese libre en ese momento, el hospital había asignado a las mejores médicos al turno nocturno para atender mejor a los heridos en la prueba de supervivencia del examen chuunin; sino porque realmente quería comer con él. Lo echaba mucho de menos, y esa comida era un primer paso para retomar la amistad. Pero una duda de ojos violetas y pelo rubio suave se cruzó en su mente.

-No… ¿no tienes que comer con Shion? No quiero ser una molestia…- se excusó bajando la mirada al suelo. Lo que menos quería era estar comiendo con su amigo y esa chica que despertaba en ella ansias homicidas…

-Shion chan hoy trabaja, y me tocaba comer sólo… venga, cocinaré algo rico en mi casa si quieres y luego podemos ver una peli antes de que entres a trabajar si da tiempo, de todas formas tengo que ir a buscar a kurama para la prueba.- sugirió Naruto, mientras Sakura enrojecía sin motivo aparente. Había estado mil veces a solas en casa de Naruto, incluso una vez se había tropezado entre las toneladas de basura del apartamento y luego golpeado al rubio por tener eso como un vertedero, pero esta vez, no sabía porqué, lo sentía diferente. No tenía sentido, eran amigos, y encima llevaban mucho sin verse, ¿Por qué no?- venga, así me cuentas cómo te va, que no se nada de ti…- rogó el rubio con esos ojos azules mirándola de forma irresistible. Cualquier excusa de la haruno se fue por la borda.

-Perfecto Naruto, a ver qué me cocinas…- le comentó con una sonrisa la haruno, acompañando a su amigo.- ¿qué tal el día de momento?

-Pues ha sido muy estresante… llegué tarde al examen y todo porque orochimaru se escapó de la cárcel esta mañana y le dio por aparecer en mi jardín…- comentó despreocupadamente el ojiazul, abriendo con sorpresa los ojos Sakura.

-¿Co… cómo? ¿Que orochimaru se fugó de la cárcel?- preguntó con terror la haruno. Joder, vale que tenía el chakra sellado, pero la serpiente seguía siendo un criminal peligroso. Si se fugase, sería imposible volver a localizarlo hasta que fuese tarde. Pero, pensando más en lo que acababa de decir, una duda mucho más importante la asaltó.- ¿Y como que "apareció en tu jardín"?

-Lo que oyes.- se quejó el rubio.- escapó de la cárcel excavando un túnel con una cucharilla, y no tuvo mejor idea que aparecer en medio de mi jardín en calzoncillos mientras yo entrenaba y los biju estaban divirtiéndose…- Sakura no pudo evitar reírse por lo hilarante del momento, era la segunda vez que Naruto detenía a ese peligroso delincuente por pura suerte… o por destino. La haruno se alegraba al pensar que la diosa fortuna parecía querer que orochimaru estuviese encerrado mucho tiempo.- No te rías, que se cargó mis geranios, me lanzó mi estatua de Gamabunta para intentar cubrir su huida y tuve que inmovilizarlo mientras se revolvía en ropa interior… fue muy desagradable, todavía me siento sucio por haber tocado ese cuerpo casi desnudo…- confesó Naruto, riéndose aún más Sakura por el aporte.

Mientras el rubio y la pelirrosada llegaban al complejo uzumaki, Sasuke uchiha llegó a su residencia rumiando lo que acababa de pasar en el examen. A primera vista, parecía un logro enorme: había convertido un cinco raspado en una nota de récord, y pasado el primer escollo hacia la gloria con honores. Pero la forma había sido humillante: primero quedándose en el cinco sobre nueve por despistarse pensando en sus planes de futuro, y luego debiendo de copiar la respuesta a la última pregunta de un shinobi que no supo lo que era la afinidad elemental hasta los dieciséis años, a pesar de ver mil veces técnicas de los elementos básicos toda su carrera… Era un momento para olvidar definitivamente, una herida en su orgullo que quería cerrar, y que haría refugiándose en su gran proyecto. Entró en su residencia y se encontró a sus flamantes prometidas esperándole. Al principio, cuando ese par de momias seniles le ofrecieron su ayuda, desconfió, no dejaban de ser dos buitres, y los buitres comen carroña. Pero luego llegó a la conclusión de que esos carroñeros no se acercaban a él porque fuese comida, sino porque era el depredador que les daría esa comida. Sasuke tenía planeado fundar el clan más fuerte del continente, uno con los doujutsu más poderosos, y esos oportunistas no querían perder la oportunidad de estar cerca del sol que más calienta. Sasuke se mostró en un principio escéptico, pero en dos días habían logrado más avances que él en un año.

Actualmente, además de tener ya atada una descendencia uzumaki gracias a Karin, esas momias ya le habían facilitado otras cuatro prometidas: para empezar, estaba midori Uharu, sobrina del daimyo del país del fuego. A su cuerpo esbelto y perfecto, de pelo castaño, ojos miel y de grandes pechos había que unir sus contactos familiares: mientras estuviese casado con esa mujer, el gobierno del país del fuego tendría un claro preferido entre los clanes de Konoha. Los rumores decían que la joven estaba soltera por ser un poco caprichosa, pero vamos, no era nada que no pudiese arreglar Sasuke con su porte y autoridad. Luego estaba Ayiko Hyuuga, una joven hyuuga de la rama principal un par de años mayor que Sasuke, pero no por ello falta de atractivo: su cuerpo era muy parecido al de Hinata hyuuga, sólo que su piel era más tostada y su pelo tenía brillos rojos en lugar de azules, y tenía una personalidad muchísimo más directa que la primogénita del clan. Hiashi se había literalmente negado a que fuese Hanabi la prometida del uchiha, aunque era indiferente en el fondo, los hijos que tuviese con esa hyuuga añadirían el byakugan a la lista de doujutsu oculares del clan, y la posibilidad de conseguir el definitivo: el rinnesharingan. El único pero era que la joven seguía soltera por haber partido las piernas a su anterior prometido en un arranque de celos, cosa a la que claramente no se atrevería frente al grandioso Sasuke.

La tercera era una joven de cabello rubio y ojos azules proveniente de, para su sorpresa, el clan senju, Zabiha Senju. O al menos una rama lejana. Aquí los ancianos se habían portado de verdad: no sólo estaba la posibilidad de que su descendencia heredase el mokuton, la joven era plenamente de su agrado. Su cuerpo no era nada del otro mundo en comparación con el resto de sus prometidas, se asemejaba más al de Karin, pero su personalidad era todo lo que un marido uchiha podía desear: era una mujer callada, obediente, con un excelente sentido del decoro y con vocación de ama de casa, además de un gran toque culinario. La esposa perfecta, una mujer a la que dejar cuidando de los niños en casa, sin inquietudes profesionales. Y por último, estaba Anzu inuzuka. Una candente fémina de pelo negro corto, ojos también negros y cuerpo escultural y flexible y una personalidad abierta y extrovertida. Los hijos que tuviese con ella serían excelentes rastreadores y combatientes de choque, los anbu del futuro, aunque le extrañaba que hubiese prestado más atención la mujer al resto de prometidas que al gran Sasuke… seguro que era una tontería. Además, venía con dos perras guardianes muy fieles… y algo cariñosas entre ellas por cierto... En definitiva, los consejeros se habían portado. Y esto sólo en unos días, estaban pendientes de negociación más prometidas desde kumo, Kiri e Iwa, así como de los clanes aburame y kurama… pronto sería invencible.

-¡Sasuke kun!- saludo una alegre Midori, mientras el uchiha le devolvía el saludo a su puro estilo indiferente.- He pensado en cambiar la decoración de toda la casa, está muy anticuada. He contratado a un decorador y mañana mandaré a buscar los muebles.

-¿Cómo?- preguntó el uchiha ligeramente descolocado. Él no había autorizado eso, y no le parecía que la decoración estuviese mal. Aunque tendría que decirlo con tacto: Los ancianos le habían dejado claro que, hasta que las dejase embarazadas o se casase legalmente, debía de tenerlas contentas. Así que Sasuke decidió comportarse amablemente… al menos para sus estándares.- la decoración se quedará como está, la escogió mi madre y a mí me agrada.- declaró con autoridad el pelinegro, buscando imponer su dominio. Tenía que empezar demostrando quién mandaba.

-Venga Sasuke kun, esta decoración es deprimente, indigna de un familiar del daimyo del país del fuego… además, philipp ya está aquí.- apuntó, señalando al decorador, un hombre de pose extraña con un fular al cuello de color amarillo que miró con horror al uchiha.

-Ay, Kami, púrpura con blanco y marrón, que espanto…- el uchiha iba a responder a ese insulto cuando el resto de mujeres intervino.

-Lo… lo cierto es que hace falta pintar.- dijo una tímida Zabiha, mientras disponía una bandeja con pasteles en la mesa del comedor central.

-Tienes razón Zabi, ¿te apetece que vayamos mañana a ver los colores de tu cuarto?- ofreció Anzu a la Senju, que se sonrojó ante la sugerencia. Sasuke miró con un gesto de confusión esa escena tan… rara, ¿Qué significaba ese sonrojo último?, y decidió intervenir.

-Hola Anzu.- saludó con su clásica autoridad, esperando un gesto de amor de su prometida inuzuka.

-Ah, hola Sasuke.- devolvió Anzu el saludo sin tan siquiera mirarle, para después continuar hablando con Zabiha.- Pues podemos salir mañana y comer fuera, sé de un sitio…- Sasuke iba a interrumpirlas para evitar que se juntasen demasiado cuando alguien le dio la vuelta desde la espalda.

-Hola, Sasuke kun.- dijo con autoridad Ayiko hyuuga, agarrando al incrédulo uchiha entre sus brazos para situarlo colgando de ellos de espaldas al suelo para después besar sus labios con fuerza. El uchiha se sintió muy violento, no había dado permiso para eso, pero viendo la fuerza aplicada por la fémina y lo ya dicho sobre tenerlas contentas, no pudo oponer resistencia. La joven marcaba el ritmo y no le daba ninguna oportunidad al pelinegro de participar, que era un mero espectador del ósculo prácticamente. Tras un minuto, la joven lo soltó, poniéndolo de nuevo de pie.- ¿no habrás estado con ninguna de las zorras del examen no?- preguntó, mientras su byakugan se activaba.

-¡Pero qué dices Ayiko, si sólo tienen doce años!- se defendió como pudo el uchiha.

-Entonces, si fuesen de tu edad te las habrías follado, ¿es eso?- continuó interrogando la joven, mientras el pelinegro se sentía algo cohibido. Normalmente la habría mandado a la mierda, pero debía de ser amable, era muy difícil para él.

-No, no… yo solo te quiero a ti…- mintió Sasuke, pensando en que diría Naruto en esta situación. Joder, era algo apabullante esa hyuuga…

-¿Y a mí que?- preguntó midori, mientras dejaba a philipp entrar en un cuarto cercano, desmayándose el decorador de un grito muy poco varonil al ver la disposición de los muebles.

-A ti nada, ¡Sasuke kun es mío!- gritó Ayiko con furia, encarándose con Midori.

-Ten cuidado ojo lechoso, a lo mejor Sasuke kun se cansa de ti y se te pasa el arroz… del todo…- respondió la joven castaña sin dejarse amedrentar, no en vano era de la realeza.

-Chicas, no os peleéis, ¿Por qué no no nos sentamos y…?- intentó mediar la Senju

-¡Tú a callar!- le espetaron las dos féminas a la tercera… interviniendo la cuarta

-¡No le habléis así a Zabi chan!- gritó, sonrojándose la joven Senju mientras las perras de la inuzuka gruñían… a Sasuke, ¿Por qué le gruñían a él si no estaba diciendo nada? Además, había otra cosa que le llamaba la atención…

-¿Cómo que "chan"?- preguntó Sasuke, comenzando a extrañarse por esas muestras de afecto entre dos de sus prometidas. Al fondo, Karin contempló la escena con hastío y regresó a su cuarto negando con la cabeza.

Y la conversación dio lugar a una enorme batalla campal de mujeres celosas luchando entre sí, donde los muebles, los insultos, las perras de Anzu e incluso un inconsciente philipp volaron de bando en bando, sin preocuparse por romper ventanas o golpear al pobre Sasuke, que había intentado mediar y ahora se estaba llevando la peor parte. Con un simple Shinra tensei habría puesto fin a todo, pero debía de ser amable con sus nuevas prometidas hasta confirmarse el enlace, sin contar que no le convenía enemistarse con ellas y sus clanes, le dificultaría mucho las cosas en un futuro. Tras recibir un junken en la entrepierna y perder la chaqueta y una pernera del pantalón a manos de las perras de Anzu, Sasuke consiguió escapar de ese infierno, y llegó al lugar de la segunda prueba herido, con la ropa hecha jirones, cojeando y sin haber probado bocado. Allí, mientras los alumnos le observaban aterrados pensando en cómo acabaría el uchiha si ya se encontraba así ANTES de la prueba, el vengador escudriñó a los asistentes buscando esa inconfundible cabellera rubia… y no la encontró. Maldita sea, el uzuratoncachi volvía a llegar tarde. ¿Qué cojones le habría pasado esta vez? ¿Otra vez se habría escapado orochimaru y aparecido en su jardín?

Cuando los jounin sensei, entre los que pudo distinguir a Anko mitarashi, declararon que el examen comenzaba tras hacer su clásico show para atemorizar a los alumnos, el uchiha no tuvo más remedio que entrar. Al menos esta vez el uzumaki podía llegar tarde, la prueba era similar a la que hicieron en su época gennin: el bosque de la muerte, dos clases de pergaminos, uno para cada equipo y se necesitan los dos para pasar. La clave este año era el tiempo: la prueba se realizaba en una sola noche. En un principio iba a desarrollarse por la tarde, pero los consejeros movieron sus hilos y la cambiaron a la noche, la oscuridad multiplicaría las prestaciones de su sharingan, sobre todo esa noche de nubarrones negros, y facilitarían su plan. Porque al fin llegaba el momento perfecto, al fin se enfrentaría a Naruto. El bosque estaba lleno de cámaras, y lo suficientemente apartado como para que pudiesen luchar sin matar a nadie… o a demasiada gente al menos. Era el escenario escogido junto a sus nuevos aliados para vencer al uzumaki y sellar su destino. El plan original era retarle ahí, con los jounin examinadores como testigos, pero Naruto se había empeñado en volver a llegar tarde, así que tendría que… innovar. De todas formas, que Naruto se retrasase no era un problema muy grave: a esta prueba se podía llegar más tarde, el único problema era que, cuanto más tardases, menos pergaminos quedarían… Una vez recibió su pergamino, el uchiha se giró antes de entrar al bosque.

-¡Escuchadme bien jounin de Konoha!- exclamó Sasuke con soberbia, atrayendo no sólo la atención de los jounin, sino también de algunos alumnos allí presentes.- decidle a Naruto uzumaki que yo, Sasuke uchiha, príncipe del rinnegan, rey de los tres tomoes y heraldo del ojo de Dios…- si, el uchiha cada vez innovaba más en sus sobrenombres, los cambiaba tanto que era imposible memorizarlos…-… le esperaré en el claro central del bosque para el duelo definitivo por ver quién es el shinobi más fuerte de la historia. Los rayos caerán, el fuego lo consumirá todo, los gritos de batalla serán la música de nuestro duelo épico. Y todo el que se interponga… sufrirá las consecuencias. El destino del barco que se sitúa entre una ola y un acantilado es romperse en mil pedazos...- finalizó el pelinegro encendiendo su sharingan, buscando añadirle más epicidad al reto, contrastando su ojo rojo con la oscuridad del ambiente y dándole un aspecto terrorífico. O al menos así habría sido si el uchiha se hubiese dado cuenta de que esa pernera arrancada a mordiscos por las perras de Anzu se había llevado también parte de la zona del pantalón que cubría la nalga izquierda… el que enseñase el culo a los espectadores le restó mucho carisma al momento, sin duda…

Una hora más tarde llegó un apurado Naruto. Apareció corriendo por la calle, dando mil excusas y completamente mojado por la intensa lluvia que estaba cayendo en ese momento. El rubio se aproximó a la tienda donde los jounin sensei controlaban el desarrollo de la prueba mediante pantallas portátiles, y procedió a explicarse mientras Anko le tendía una toalla para que se secase un poco tras haber firmado el consentimiento, recibido el pergamino y comprendido las reglas de la prueba.

(Flashback inicia)

Tras prepararle a Sakura chan una deliciosa pizza casera cuatro quesos, la favorita de la haruno como bien sabía el rubio, y ver juntos una de las películas a las que se había aficionado el uzumaki mientras se ponían al día de lo que les había ocurrido esos meses entre risas y algún que otro suspiro de la pelirrosada que Naruto no llegó a comprender, el rubio y kurama se despidieron de la ojijade y se dirigieron al bosque de la muerte. Todavía faltaban un par de horas para la prueba, pero Naruto quería estar preparado y no llegar tarde de nuevo: necesitaba una buena nota, lucirse a los ojos de los jounin sensei, y para ello no bastaba con cumplir la misión encomendada, debía de hacerlo demostrando las grandes cualidades de todo shinobi, que eran mostrar habilidades, la estrategia, la adaptabilidad y el trabajo en equipo. Y, con respecto a esto último, presentaba una gran desventaja: no estaba en un equipo de tres, sino que hacía el examen sólo. Y, haciéndolo sólo, no tendría muchas oportunidades para mostrar liderazgo… tendría que investigar a sus rivales antes y encontrar potenciales aliados entre los gennin de ese año. Que realmente cualquiera de ellos mataría por aliarse con el gran Naruto uzumaki, pero el ojiazul quería de verdad ayudar a alguien que lo necesitase, en cierta manera compensar esa ayuda que recibió en su examen ayudando a un equipo de novatos con potencial pero sin experiencia, como era su equipo. Y eso ocupaba ahora su mente, esos planes de futuro…

-Gaki, deja de comerte la cabeza, lo haremos perfectamente. Somos kurama y Naruto, un equipo ganador, ¡les vamos a pasar por encima!- le animó kurama con su henge de perro, mientras Naruto sacudía la cabeza y se serenaba.

-Tienes razón kurama, ¡venceremos! Ya hemos demostrado de lo que somos capaces mil veces, ¡hoy lo volveremos a hacer y no volverán a dudar de nosotros!- exclamó Naruto en su paraje mental, completamente motivado.

-Exacto cachorro, les aplastaremos, toda la aldea va a hablar de nuestra grandeza, ¡ADELANTE NARUTO, QUE NADA NI NADIE NOS PARE! Por nuestras venas no corre sangre, corre victoria, atravesemos esta aldea a la carrera, ¡SIN PARAR CACHORRO, SOMOS LEYENDA!- aulló un también extramotivado Kurama, para comenzar a correr con su gaki.- espera cachorro, voy a poner un hilo musical para hacer más épico este puto momento.

(Sonando: Battle royale OST "réquiem and prologue")

Naruto rugió al cielo, mientras kurama aullaba con furia, dejando salir su manto de chakra dorado para calentar su sistema de chakra y llegar plenamente preparado. Su cuerpo se cubrió de una potente luz naranja, con los intrincados kanji de su sello de la parca recorriendo su cuerpo y dándole un aspecto feroz. A su lado, kurama deshizo su henge, llevado por la emoción del momento, y creció hasta tomar el tamaño de un caballo para permitir al gaki montar sobre él y llegar al combate como los jinetes de esos cuadros de batallas que tanto le gustaba mirar con su cachorro. Con la tormenta bramando de fondo, un trueno iluminando las oscurecidas calles de Konoha y la orquesta sonando con toda su fuerza en sus cabezas gracias a la conexión del jinchuriki en su paraje mental, Naruto y kurama atravesaron las calles de Konoha entre gritos exultantes. La gente les miraba sintiendo una mezcla de temor y asombro, y se apartaba al paso de ese semidiós del chakra y de su amigo legendario de las nueve colas, sintiendo incluso a kilómetros de distancia ese calor que emanaba el chakra del uzumaki. Ofrecían la imagen del pleno poder, de un guerrero infalible al que nada ni nadie podría parar, los niños abrían la boca asombrados, las mujeres se sonrojaban cuando sentían que ese chico de cabellos rubios las miraba. Estaban ya a pocos minutos de llegar al examen al más puro estilo jinete del Apocalipsis, cuando el zorro se paró en seco con una mueca de emoción.

-¡ALTO GAKI!- exclamó, deteniéndose con tal potencia que Naruto se cayó al suelo de bruces, rodando por el barro y perdiendo su modo biju, mientras la épica banda sonora de la carrera se cortaba abruptamente.

-¡Kurama! ¿Qué cojones te pasa? ¡Has jodido nuestra entrada!- se quejó el uzumaki mientras se levantaba y se quitaba el barro del chandal, sintiendo como la magia del momento se esfumaba. Pero kurama no pareció afectado por el reclamo de su jinchuriki.

-Lo hago por una buena razón, ¡mira a tu espalda!- gritó el zorro, dándose la vuelta el ojiazul con duda. A su espalda, un local de fiesta abría sus puertas con una gran muchedumbre esperando ansiosa. Se podía oír una música de fiesta bastante agradable, y en la puerta, junto a un amable camarero que les ofrecía pasar, se encontraba un letrero que ponía…- ¡NOCHE DE KARAOKE A MITAD DE PRECIO CACHORRO!

-Ku… kurama… tenemos el examen, no debemos…- respondió Naruto haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad. Maldición, ¡era un plan perfecto para cualquier otra noche! Incluso habría traído a Shion chan, y a Sakura chan también para que su mejor amiga limase asperezas con su novia y al fin se llevasen bien como él quería, ¡nada une más que cantar "Walking on sunshine" a todo trapo tras un par de copas!

-Gaki, NOCHE… DE… KARAOKE… A MITAD… DE PRECIO.- declaró remarcando cada palabra el biju, un auténtico fanático del micrófono.- No la vamos a ver igual, entremos, ¡que tenemos tiempo!

-…- Naruto miró el bosque de la muerte, que se encontraba al fondo de la calle, y luego al amable camarero junto al cartel, ligeramente iluminado por una lámpara de colores chillones que giraba dentro de la sala. Luego de nuevo al bosque, y luego al camarero, que asentía con una sonrisa cómplice. Y así de nuevo unas tres veces…- Argghhhh, Maldita sea, ¡está bien! ¡Cantamos una y nos vamos eh!- ordenó, mientras se bajaba la cremallera de su chaqueta y entraba al local con decisión acompañado de un sonriente kurama, que no cabía en sí de gozo.

-No te preocupes gaki, lo vamos a pasar de miedo, ¡CAMARERO! ¿Tiene la de "What does the fox say"?- preguntó el biju con emoción al DJ.

(Fin del flashback)

-Un momento…- interrumpió Anko, visiblemente ansiosa.- ¿noche de karaoke a mitad de precio?- preguntó con un intenso brillo en sus ojos, mientras sus compañeros miraban a la mitarashi y al uzumaki sin entender si todo era una broma de cámara oculta. Kurama no kitsune, el legendario zorro de nueve colas que casi destruye Konoha de un golpe… ¿fanático del karaoke?

-Y eso no es todo…- repuso Naruto, para seguir explicando.

(Flashback inicia)

-Bailar pegaaaaaados es bailar- cantó Kurama al micro con pasión mientras leía la letra de una pantalla y era iluminado por un foco, para luego ser seguido por Naruto.

-Iguaaaaal que bailaaa el maaaaaar.

-CON LOS DELFINEEEEEEES/ CON LOS DELFINEEEEEEES.- finalizaron al unísono a plena voz, mientras la audiencia rompía a aplaudir y varios gritos femeninos se oían en la sala. Tanto el jinchuriki como el biju hicieron una suave reverencia entre sonrisas, agradeciendo el apoyo, para luego dar paso al presentador.

-¡Un aplauso para el héroe de la hoja y el asombroso, poderoso y suave Kurama no kitsune!- el público aplaudió enfervorecido, lo cierto es que Naruto y kurama se coordinaban a la perfección, ventajas de tener una conexión mental para marcar los tiempos. Ambos bajaron de la tarima entre risas, comentando los mejores momentos, como cuando Naruto convocó un coro de clones para hacer los fondos, o Kurama puso las voces graves en off, hasta que el presentador volvió a hablar.- Y ahora el plato fuerte. En diez minutos comenzará EL TORNEO NACIONAL DE KARAOKE DE LA HOJA. Participantes de toda la nación han venido a competir por ver quién será la mejor pareja de karaoke del mundo, la inscripción está todavía abierta, ¡anímense!

-¿HAS OÍDO GAKI? TENEMOS QUE PARTICIPAR.- gritó kurama con tal emoción que incluso generó unas ligeras llamas naranjas. También influía las varias copas que se había tomado ya, pero bueno…

-Kurama, no.- intentó convencerle Naruto, la voz de la razón en esos momentos.- quedamos en que sólo una canción y ya hemos cantado la del zorro, la de bombero de Chayanne, obsesión de aventura con baile de bachata incluido… por cierto ,no sabía que bailabas tan bien…- era justo reconocerle el mérito, Naruto nunca pensó que debajo de esas nueve colas kurama tuviese una cadera tan elástica.

-Gracias, te confesaré que a veces pienso que tengo sangre latina, deberías verme en el tango.

-Pero volviendo al tema, hemos cantado todas esas y esta última de Sergio dalma. Kurama, ya está bien. ¡Tengo un examen y me juego mucho!

-Cachorro, reacciona, ya nos presentaremos al examen el año que viene, este torneo va a ser la caña, ¡HAGOROMO ME CREÓ PARA ESTO!

-¿Qué hagoromo, el dios del ninshu y portador del rinnegan, creó a los biju para ganar torneos de karaoke?- preguntó un totalmente confundido Naruto.

Por supuesto! Estaba harto de presentarse sólo a los torneos, así que creo con el chakra del juubi nueve seres con voces perfectamente coordinadas para hacerle compañía.

-¿te lo estás inventando sobre la marcha no?

No sabes si es cierto!

-Lo siento kurama, pero tengo un deber… puedes quedarte si quieres - se excusó Naruto, mientras el biju dibujaba una expresión de pura tristeza.

-Pero… el torneo es por parejas… y todos ya tienen a alguien…- Naruto iba a intentar consolar al biju, cuando una voz les interrumpió.

-Creo que yo puedo tomar su puesto, uzumaki sama…- y esa voz pertenecía a…

(Fin del flashback)

-¿¡HIASHI HYUUGA!?- exclamaron con sorpresa todos los examinadores ahí presentes. Hiashi, el shinobi más severo del mundo, una eminencia a la que nadie se atrevía a toser, ¿estaba en ese momento cantando a voz en grito en un concurso de karaoke con un biju legendario?

-Si, al parecer le encanta cantar, y va todos los años a ver ese concurso. Siempre había querido participar, pero su fama de estricto le impedía conseguir pareja. Ahora ya tiene una, kurama está encantado y…- explicó el rubio, para ser interrumpido por una aún más ansiosa Anko.

-Si si, Hiashi es feliz y todo lo que tú quieras, pero… ¿el torneo nacional de karaoke por parejas era hoy?- Naruto asintió con algo de miedo ante la expresión de la pelimorada.- ¿todavía estaba abierta la inscripción cuando te fuiste?- volvió a preguntar, obteniendo otro asentimiento nervioso del uzumaki.- Maldita sea, YUGAAAAAAOOOOOO- gritó al aire, sobresaltando a los allí presentes.

-Lo he oído, y estoy preparada.- contestó al grito una anbu pelimorada a la espalda de Naruto, que se sobresaltó al tener a alguien tan cerca. Joder, no la había oído llegar. Ambas féminas abandonaron sus puestos y salieron corriendo en dirección al local de karaoke, mientras Anko gritaba instrucciones.

-¡SAYUKO! ¡Te quedas al mando! Si aparece orochimaru otra vez, defiende la aldea con honoooooor…- exclamó, hasta que su voz se perdió en el horizonte. Naruto miró con confusión a los abatidos jounin examinadores.

-Acaba… ¿acaba de abandonar su puesto por un torneo de karaoke?

-Si… y como ella, muchos jounin en toda la aldea…- contestó un abatido jounin de pelo castaño.- es más, hace años Suna y Oto casi nos vencen en la invasión porque los muy… hicieron coincidir su ataque con este torneo de karaoke… la mitad del ejército estaba ebrio y cantando en ese momento, por eso llegaron tan lejos… bueno, entra al bosque y haz la prueba, suerte…

Naruto asintió, corriendo un tupido velo sobre lo que acababa de ver mientras Sayuko sentía como que se le olvidaba algo. El rubio saltó de árbol en árbol rumbo a alguna zona concurrida, aprovechándose de las habilidades sensoriales que el chakra del biju de nueve colas le concedía. El calor natural que desprendía su cuerpo gracias a kurama y al senjutsu le mantenían cálido, lejos de las enfermedades causadas por la tormenta que caía, incluso evaporaba el agua que caía sobre su piel desnuda, y le concedía ventaja sobre los bisoños gennin del examen. La lluvia estaba arreciando con fuerza en ese momento, obligando a los equipos a refugiarse entre los árboles y frenando su caza de pergaminos, de ahí que todavía quedasen muchísimos pergaminos en juego. Bueno, había obligado a refugiarse a todos sus rivales menos a un shinobi. En medio del claro central, completamente calado, con media nalga al aire, empapado hasta los huesos pero, eso sí, manteniendo su gloriosa pose de desafío sólo rota por algún que otro estornudo, se encontraba Sasuke uchiha, esperando la llegada de su gran rival. Había que admitir que era admirable, incluso muchos equipos gennin habían frenado su búsqueda para ver ese supuesto duelo que estaba a punto de producirse.

-Vendrá…- declaró el uchiha entre dientes mientras tiritaba y la lluvia hacia chocar el agua de lado contra su cara descubierta.- Sé que vendrá… ATCHUUUS

Y al uchiha no le habría faltado razón, su amigo jamás le habría dejado coger esa pulmonía… de haberlo sabido. Porque, con el espectáculo del karaoke y la sorpresa, a los examinadores se les había olvidado avisarle del recado del uchiha… En lugar de ir hacia su duelo, un ignorante Naruto se concentró en su objetivo: aprobar el examen. Rastreó a lo largo del bosque, sentía un cúmulo de doce señales de chakra ligeramente más fuertes que el resto al oeste, y otras tres más débiles al sur. La lógica le decía al uzumaki que, si podía ahorrarse una lucha contra doce, debía de hacerlo. No por falta de poder, ni multiplicando el chakra de esos gennin por cien podrían ser rival para él, sino por lo que buscaba mostrar el examen: estrategia, raciocinio y adaptabilidad. Acechó desde los árboles como un depredador, con sus ojos rojos de kurama activados para mejorar su visión en la oscuridad, y entonces los vio. Se trataban de esos tres gennin que había percibido antes, dos chicos y una chica de kusagakure. Debían de tener trece años a lo sumo, y se notaba que no les iba muy bien, ni tan siquiera se habían percatado de su presencia y hablaban a voz en grito. Uno de ellos, con el pelo negro, se esforzaba en hacer fuego sin éxito, ignorando con hastío a sus compañeros de equipo, mientras un chico pelirrojo era atendido de sus heridas de forma brusca por la chica del equipo, una niña rubia de preciosos ojos violeta.

-Auchhh… Mitra chan, duele…- se quejó el joven pelirrojo, mientras la chica le atendía con una gigantesca vena pulsando en su frente.

-Te duele por imbécil Nagato, ¿Cómo se te ocurre lanzarte tu sólo contra esos gennin mayores? Si no llega a ser por Mushra kun te matan… Eres un inconsciente y un… UN BAKA.- le regañó la niña, dandole un golpe en la cabeza al chico.

-Cerrar el pico, me vais a costar el examen…- dijo el shinobi de pelo negro con un tono soberbio.

-Auchhh, ¿Por qué siempre me golpeas a mi?- se quejó el chico, sobándose un gran chichón en la cabeza. Naruto sonrió en solidaridad recordando los golpes de cierta kunoichi, ese equipo definitivamente le recordaba a otro… y eran igual de inútiles. Incluso habían dejado el pergamino desprotegido junto a las pertenencias de la chica, justo el que le faltaba. Cualquier otro en la situación de Naruto habría descendido al lugar, tomado el pergamino y desaparecido rumbo a la torre central, pero si lo hacía esos gennin estarían claramente en peligro. Solos, con esas doce marcas de chakra en las inmediaciones y sin nada que ofrecerles para que les matasen... No quería abandonarlos, quería ayudarlos a mejorar, sin contar que podrían ayudarle a demostrar ese trabajo en equipo que querían ver los examinadores. Se acercó con sigilo, conteniendo la carcajada cuando vio que ninguno le había oído llegar ni cuando tomó el pergamino del equipo. Incluso se sentó a la espalda del gennin que intentaba encender el fuego, observando al trío de niños. Viendo que no tenía toda la noche, decidió intervenir, invocando un poco de fuego que lanzó contra la hoguera.

-Ya estaba cogiendo algo de frío…- comentó despreocupadamente el ojiazul, mientras los tres gennin daban un brinco y se giraban hacia la amenaza con temor. Y todos palidecieron al ver que ante ellos estaba el nuevo shinobi no Kami, y encima con su pergamino en la mano…

-¡Eh tú! ¡Suelta nuestro pergamino o te reviento!- gritó el imprudente chico pelirrojo, mientras su compañero de pelo negro le miraba con los ojos como platos y la chica directamente le daba un fuerte capón, tirándolo al suelo.

-¿estás loco baka? ¿Tú sabes quién es?- preguntó con terror al pelirrojo la chica rubia, para luego dirigirse con la voz temblorosa al uzumaki.- Lo… lo… lo siento uzumaki sama, no… no nos haga daño…- rogó la kunoichi.

-Toma el pergamino y vete, no podemos hacer nada contra ti.- reconoció el chico de pelo negro, asumiendo la derrota, pero entonces Naruto estalló en carcajadas y les devolvió el pergamino, para confusión de los gennin.

-Tomad anda… no os voy a hacer nada, podéis calmaros.- pronunció entre risas, aunque los gennin todavía le miraban con algo de temor.- Podéis confiar en mí, tranquilos. Podría haber tomado vuestro pergamino y puesto rumbo a la torre, pero quiero que se valore mi trabajo en equipo, y de paso ayudaros… me recordáis a mi equipo de cuando era niño- explicó amigablemente, aún sentado junto a la hoguera. Los tres gennin se acercaron al fuego, ya más tranquilos, incluso el pelirrojo se mostró totalmente entusiasmado.

-¿le recordamos al legendario equipo siete de Konoha?- preguntó la kunoichi con un suave sonrojo.

-Exacto… nosotros éramos igual de desastres que vosotros.- reconoció el rubio, cayéndose de espaldas los tres gennin.- Unos consejos: tú, esto… Nagato ¿no?- el pelirrojo asintió.- deberías de entrenar más duro si quieres ir en plan kamikaze… y hazle caso a tu compañera, que sólo quiere tu bien…- comentó, sonrojándose el chico… y sorprendentemente también la chica.- Curiosa reacción… Mitra chan.- la chica se sonrojó aún más, no sólo porque el gran héroe del continente se supiese su nombre, sino por ese sufijo que había usado. A la joven sólo le faltaban corazones en los ojos.-…tampoco seas muy dura con Nagato, el pobre también quiere demostrar que es un buen shinobi… te recomendaría aprender ninjutsu médico si quieres asegurarte de que no sufran daño tus amigos.- la gennin asintió, asimilando el consejo.- Y tú, Mushra… eres claramente el más fuerte de tu equipo, pero ¿Por qué no, en lugar de cargar con tus compañeros, les ayudas a ser mejores? No sería ni la mitad de fuerte si no me hubiese apoyado en Sasuke teme y en Sakura chan.- el pelinegro abrió los ojos con sorpresa, para luego quedarse callado, admitiendo internamente que no era una mala idea.- Y, como sois tres desastres, os voy a ayudar. Sobre todo porque percibo marcas de chakra aproximándose al oeste.- los gennin abrieron los ojos con terror ante esa revelación. Naruto lo había sentido nada más entrar en el bosque, y ahora les percibía más cerca. Ocho al ataque, cuatro en retaguardia… un grupo de asalto.

-Mierda, deben de ser los veteranos…- dijo Mushra con un gesto serio.

-¿veteranos?- preguntó Naruto con curiosidad.

-Si…- explicó la kunoichi rubia.- los repetidores se han aliado y se dedican a cazar a los equipos más débiles uno a uno… son los que hirieron a Nagato, y ya han enviado a dos equipos al hospital…

-Unos matones, ¿eh?- declaró el uzumaki con una sonrisa.- Odio a los matones… me da que ya sé de dónde sacaremos los pergaminos.

-¿te vas a enfrentar a ellos?- preguntó mushra con interés.

-NOS vamos a enfrentar a ellos.- repuso el ojiazul

-Pero… nosotros no podemos con ellos…- reconoció nagato, que estaba empezando a aplicar el consejo de su ídolo a seguir.

-Lo sé, por eso vais a distraerlos de la que yo les robo sus pergaminos. Escuchadme bien, vais a hacer esto…- y Naruto le comenzó a explicar el plan a sus nuevos aliados. Cuando los veteranos llegaron, pasados unos minutos, comenzaron a registrar el lugar con determinación.

-Buscar bien.- ordenó el que parecía ser el líder, un inuzuka de Konoha.- sus marcas de chakra estaban por aquí la última a vez que los rastreé. Esos novatos son una presa fácil.

-Hai.- obedecieron sus ocho compañeros. El plan era simple: esos cuatro equipos aliados no tenían rival comparados con el resto de novatos. Sólo tenían que dedicarse a cazar por el bosque uno por uno a esos inútiles, y dedicarse a divertirse. Incluso le habían partido las piernas a uno de los novatos que cayó en sus garras por simple diversión. Hacía unos minutos, un shinobi pelirrojo había saltado a intentar defender a una kunoichi de la que se estaban aprovechando con intenciones nada sanas. El muy inútil había recibido una buena golpiza, pero la chica había escapado aprovechando la confusión, y el joven pelirrojo había huido hacia la espesura. Lo llevaban rastreando bajo la lluvia un buen rato, y cuando lo encontrasen pagarían la gracia con él y su equipo… esa kunoichi rubia que le acompañaba era apetecible… en su alianza, sólo podían temer de dos shinobi, uno estaba en el claro central cogiendo el catarro de su vida, y el otro…

-¿Buscabais a alguien chicos?- preguntó un shinobi rubio de unos diecinueve años, desde lo alto de una rama de un árbol. Todos los veteranos palidecieron: Naruto uzumaki, el nuevo shinobi no Kami.

-Na… Naruto…- exclamaron con terror algunos de los allí presentes. Iban a retirarse, cuando otro rubio apareció a su espalda, en lo alto de otra rama.

-¿os retiráis ya?- preguntó con una sonrisa confiada.

-Debe de ser que sólo saben aprovecharse de chicas indefensas…- declaró otro rubio desde otra rama. Tres Naruto uzumaki, el equipo veterano reaccionó con confusión. ¿Clones de sombra? No tenía sentido, Naruto sólo podía con ellos, no necesitaba ayuda. El líder del grupo, un shinobi de Konoha del clan inuzuka que parecía más listo que el resto, decidió hablar.

-Sois realmente estúpidos… si sólo uno de vosotros hubiese aparecido así no me habría arriesgado, pero siendo tres lo tengo claro… sois ese patético equipo de novatos de kusa con un henge.- acusó con una sonrisa perversa el shinobi, mientras todo su equipo también sonreía. Eso tenía sentido…

-Acertaste, pero como inuzuka también habrás olfateado algo raro en el ambiente… el olor del auténtico Naruto, que ahora es nuestro aliado.- proclamó uno de los rubios, gruñendo el inuzuka en respuesta. Era cierto, Naruto había estado allí recientemente, y cada uno de los rubios olían al auténtico.- ¿Quién te dice que uno de nosotros no sea el auténtico?

-¿Cómo yo por ejemplo?

-O yo, ya puestos… y como me intentéis golpear a mi, el gran Naruto uzumaki… os romperé cada hueso del cuerpo…

Los veteranos se miraron entre ellos, dudando. Maldita sea, esos novatos tenían razón, y el olor de Naruto era imposible de falsificar para un gennin. Cualquiera de ellos podía ser Naruto… era un riesgo excesivo. Su táctica se basaba en evitar como la peste a esos dos shinobi legendarios que, inexplicablemente, estaban haciendo el examen chunnin. Ya habían intentado otros equipos usar la táctica que usaban estos novatos ahora, pero, a diferencia de los anteriores, estos si que tenían el olor del rubio. El inuzuka ordenó a su equipo retirarse, y dar un rodeo de vuelta a su base puesto que uno de los rubios bloqueaba su retaguardia. El equipo veterano regresó a su base pasados unos minutos, y entonces descubrió la horrible verdad: ninguno de esos tres Naruto era el auténtico. El auténtico había ido a su retaguardia, vencido a los guardianes de los pergaminos sin esfuerzo y regresado con los gennin. Y, para más desgracia, les había dejado un pequeño regalito. En cuanto pusieron un pie en el lugar, decenas de sellos de gravedad se activaron, haciendo caer a cada gennin de la base al suelo sin poder mover un músculo. Y así estarían hasta que alguien quitase esos sellos… Naruto ya lo había dicho: no le agradaban los abusones. Aunque les había dejado un pergamino de los varios que habían saqueado… tampoco iba a ser tan cruel de quitarles todo.

Naruto y sus tres amigos gennin llegaron a la torre central con sus pergaminos, e incluso acompañados de más equipos gennin a los que el uzumaki les había dado un pergamino para que pasasen la prueba. Naruto consideraba que el haber sobrevivido a la caza de los veteranos tantas horas, bajo la lluvia, y en inferioridad de poder y número, era una muestra clara de que esos jóvenes tenían madera de shinobi. Tras agradecer cada equipo gennin a Naruto su ayuda, fueron abriendo sus pergaminos uno por uno, y entrando a la torre con una gran sonrisa y una historia que contar, ¡habían formado equipo con el relámpago naranja de Konoha! El último antes del rubio fue el primer equipo gennin que se encontró, a los cuales les prometió un entrenamiento especial en el mes de descanso. Sólo fue un poco incómodo el momento en el que la kunoichi le pidió una cita a Naruto, con corazones en los ojos y todo, y ante los quejidos celosos de nagato, la cual Naruto rechazó con elegancia y una sonrisa, recordándola que tenía novia y estaba tremendamente enamorado. Finalmente, Naruto abrió los suyos, y sonrió con nostalgia cuando quien apareció fue Iruka entre esa nube de humo. Aunque le extraño el libro que llevaba en sus manos, la versión platino del icha icha.

-Ah, Naruto, ya has llegado… me alegro de verte, me han dicho que en la dirección están muy contentos con tu desempeño en éste examen, sobre todo porque no hayas usado apenas ni tu senjutsu ni tu modo kurama, basando tu lucha en técnicas básicas de nivel gennin, y encima has colaborado con los equipos de otras aldeas. Seguramente tendrás la máxima puntuación.- le anunció un orgulloso iruka.

-¡gracias iruka sensei!- exclamó un feliz Naruto, para luego detener su vista en el libro con un gesto de sorpresa. Iruka se dio cuenta y sonrió emocionado.

-Si, es mi nuevo hobby Naruto, ¡literalmente me cayó del cielo!- exclamó el docente mientras Naruto se reía. Así que ahí había caído el libro que lanzó Sakura chan por la ventana en un arranque de ira.- Me ha descubierto un mundo nuevo, ¡incluso tengo una cita con Shizune mañana!

Naruto en serio se alegró, al final resultó que kurama tenía razón en dos cosas: a iruka sólo le hacía falta despertar el interés por ligar para dejar de ser un solterón, y se había unido a la intensa tradición de los sensei de Naruto… Ero iruka había nacido. El rubio se despidió de su maestro con una sonrisa, y se dirigió a su casa tras entregar su informe. Estaba cansado, había sido un día MUY intenso: karaoke, detención de delincuentes internacionales, exámenes escritos, una lucha en el bosque de la muerte… y eso que aún tenía la sensación como de que se le olvidaba algo, pero lo dejó pasar, sólo quería descansar… y hacerlo en los brazos de cierta persona. Aunque le extrañó también que kurama todavía no hubiese llegado, ¿Dónde estaría el biju?. Cuando, tras darse una pequeña ducha, se metió en su cama junto a una durmiente Shion, sonrió feliz. Como estaba su vida hace un año y como estaba ahora… no había comparación. Esa mujer rubia le había cambiado una vida gris con la que no estaba conforme por una llena de color y de diversión. Y, tras arrimarse la rubia a él con una sonrisa y abrazarse con cariño a su torso, pronunciado su nombre en sueños, Naruto sólo pensó en una cosa antes de que lo reclamase morfeo: no cambiaría su vida actual por nada.

Pero no a todos les iba tan bien en la vida. Tras pasarse, literalmente, seis horas aguantando bajo la lluvia, soportando el frío y la obvia fiebre que le atacaba, Sasuke había decidido darse por vencido y asumir que el dobe no iba a ir a luchar. Se arrastró como pudo hacía la torre, dandole igual si suspendía por no tener los dos pergaminos… sólo quería una sopa de tomate caliente y una manta… aunque la suerte pareció darle una de arena en lugar de cal cuando se encontró un pergamino tirado en medio de un claro, rodeado de gennin de unos dieciséis años tumbados en el suelo. Justo el que necesitaba. Ignoró los lastimeros gritos de auxilio de esos jóvenes y llegó renqueante a la torre, siendo recibido por iruka con una especie de libro porno, y tras rellenar como pudo el informe, se dirigió a su hogar. Al menos tendría una cama cómoda, un hogar caliente, sus cinco prometidas atendiéndole… pero nada más llegar, se topó con la realidad: una avalancha de mujeres ansiosas por atenderle de la mala pinta que ofrecía el pelinegro, tan ansiosas que ignoraron sus lamentos, quejidos y súplicas mientras se peleaban por ver quién le atendía. Una nueva guerra parecía que iba a estallar, pero entonces Anzu inuzuka decidió intervenir.

-Puesto que todas somos prometidas de Sasuke… ¿Por qué no dormimos todas con él en su cama? Así podremos ayudarle en todo momento.- sugirió, aceptándolo todas menos Karin, que decidió irse a su cuarto porque, citando textualmente, "no iba a acercarse a un kilómetro de ese campo de batalla"

Sasuke iba a intervenir para negarse al plan. Joder, estaba con fiebre, anginas, estornudando cada cinco segundos, tiritando… sólo quería su sopa caliente de tomate, la cual NADIE le preparó por cierto, y dormir sólo en su gran colchón. Eso sin contar que había visto la mirada nada santa que Anzu inuzuka le había dirigido a su prometida senju, y como esta se había sonrojado hasta el extremo y reprimido una sonrisa. Joder, estaba claro, TENÍA QUE ALEJAR A ESAS DOS. Pero estaba demasiado débil para oponerse, y acabó en su cama rodeado de mujeres posesivas que lo abrazaban tan fuerte que no le permitían casi respirar… al menos dos de ellas, porque esa misma noche, sobre el cuerpo sufriente y acatarrado del uchiha, Anzu decidió declararle su amor a Zabiha senju y, para horror del pelinegro, la joven decidió corresponderla, desatándose una apasionada noche de amor. Sasuke lo habría impedido, joder, o al menos se habría unido, pero en ese momento midori y Ayiko hyuuga decidieron competir a ver cuál abrazaba más fuerte al uchiha, aprisionándolo en un abrazo constrictor que de poco lo mata; y dedicarse a insultarse toda la noche, impidiendo con ello dormir al pelinegro. Eso sin contar que comenzaba a tener ganas de ir al baño…


Ending:

Sobre la tarima de la discoteca más famosa de konoha, una gran guerra se podía sentir. La batalla por nuestras almas, el duelo por el destino del mundo… el torneo nacional de karaoke de konoha. Y en ese momento, tras diversas rondas cargadas de tensión y emoción, se desarrollaba la gran final del torneo. El equipo formado por Shibi Aburame y Chouza Akimichi, campeones de los últimos cinco torneos, ya había cantado su tema "que la detengan" de David Civera, clásico de los clásicos del mundo del karaoke; y ahora sus rivales, literalmente, lo daban todo sobre el escenario. El sorprendente equipo formado por Kurama e Hiashi, el denominado "equipo cenicienta" del torneo, había llegado hasta la final eliminando a un rival tras otro, como a las veteranas Anko y Yugao, y ahora luchaban por destronar a los vigentes campeones de una forma… peculiar.

-DONT STOOOOP, BELIEEEVINGGG- cantaba Hiashi con su frente empapada por el sudor, completamente entregado a esa noche de karaoke, para ser seguido por un aún más entregado kurama

-HOLD ON TO THE FEEEELINNNNG

-STREETLIGHTS, PEOOOPLEEE OOOOHHHH- finalizó el hyuuga de rodillas, rasgándose las vestiduras al dar ese grito final mientras kurama generaba llamas naranjas para darle aún más potencia al momento y el público enloquecía. Una nueva era había llegado, habían nacido una nueva pareja estrella del karaoke: kurama no kitsune y Hiashi hyuuga.


Os juro que suelo pensar ¿me estaré pasando con el humor absurdo? Pero luego lo analizo mejor y llego a la conclusión de que, como mínimo, me voy a reír yo XD

Bien, hoy la pobre Shion ha tenido un papel secundario, pero en el siguiente será MUY protagonista junto a Sakura, ya lo veréis. Hoy era el día de Naruto y Sasuke, que tenía muchas ideas para ellos, y esto sólo acaba de empezar. Lo de Naruto con orochimaru, os voy a poner unos deberes: IMAGINAROS ESA PELEA LO MÁS RIDÍCULAMENTE POSIBLE, como una pelea de bar entre borrachos si me apuráis XD así os podréis hacer una idea de lo que vio Shion (y si, su descripción tomando el sol tb me hizo pensar que Naruto es un puto suertudo XD).

En el examen, quería hacer ese juego de compararlo con el pasado, tanto en el escrito como en la prueba de supervivencia. Mención especial a ese equipo gennin tan similar al suyo, quería meter algo de nostalgia por aquí. Y la parte en la que Sasuke piensa en matar a Naruto por meterle ennese embrollo... pobre Sasuke, no le queda nada. Porque hoy empiezo a describir su vida de polígamo. Cómo habéis podido ver, los consejeros han cumplido, y MUY bien, hasta le han conseguido una Senju, peeeeeero... cada chica viene con sus propios "peros". Una caprichosa, una hipermegasupercelosa y dominante, una lesbi con sus perras que odian a Sasuke... y todavía faltan más candidatas que irán llegando. Lo mejor de todo es que no me he tenido que basar en ninguna ex para crearlas, y menos mal XD el pobre Sasuke ha acabado horrible este día, y en el siguiente capítulo veremos cómo le está afectando todo esto psicológicamente.

Y si, se que lo estabais esperando, A KURAMA LE ENCANTA EL KARAOKE. Hilarante, si queréis describirlo fácil, desde la llegada al segundo examen hasta ese final con Hiashi (SI, ha nacido un nuevo pj cómico en este fic, el hyuuga va a desmelenarse gracias a kurama). Y todavía no ha vuelto a casa... os anuncio que haré un especial describiendo LA NOCHE DE ESTOS DOS. Lo llamaré "resacón en Konoha", y nada más empezar el siguiente capítulo veréis el despertar del pobre kurama tras esa noche de karaoke desatado. Si se os ocurre algún otro gran clásico del karaoke avisadme!

Bueno, pues ya habéis visto el principio del examen. Queda la ronda final, y ese mes de entrenamiento previo, ese mes me va a dar para dos capitulos bastante fácil XD el siguiente se titulará "Misión de tres... y kurama"